EL POLITIKOM
MANIFIESTO JESUCRISTIANO
UNA INTRODUCCIÓN A LA POLÍTICA DEMOCRISTIANA DEL SIGLO XXI
Un hombre puede
decirle a una montaña: “Apártate”, y la montaña se apartará, pero el Poder
de hacer que se mueva una cordillera entera y deje paso a un Nuevo Mundo
está en las manos de muchos hombres juntos (C.R.)
I
CREACIÓN DEL ÁRBOL DE LA PLENITUD DE LAS NACIONES
¿Os
imagináis una sociedad cuya
estructura sostuviese un año sabático?:
Cada siete años, el séptimo es año
sabático.
¿Os
imaginas una sociedad en la que tres
meses al año fuese vacacional y el
sistema laboral rotase para que las vacaciones tocasen cada vez en distinta
época del año?
¿Os
imagináis un sistema social en el que
toda la riqueza de la nación se concentrase en un corazón abierto a la
necesidad de Aval personal y familiar para universidad, vivienda y creación de
empresa?
¡Os
imagináis una sociedad en la que la Agricultura, la Ganadería y Forestación
fuesen sectores Fundamentales de la Actividad Humana?
¿Os
imagináis una Civilización cuya energía esté basada en el Sol y el Campo Gravitatorio?
¿Os
imagináis un Planeta abierto a las necesidades de las poblaciones, en el
que el hambre y la soledad de una
persona le concierne a todos los habitantes del Árbol de las Naciones?
¿Os
imagináis una civilización en la que todo el Conocimiento y la Investigación
circula libremente por todo el Árbol de las Ciencias, acceso libre para todos
los investigadores de todas las Ramas
del Conocimiento?
¿Os
imagináis un mundo en el que todos los Ejércitos de las naciones forman un Único
Cuerpo de Defensa de Paz Universal?
¿Os
imagináis un mundo en el que el acceso a
la dictadura nos concierne a todos los pueblos y todas las naciones nos
levantemos como un solo hombre contra cualquier Organización Criminal que en
forma de Partido Político haga su camino a la Tiranía?
¿Os
imagináis una civilización en la que todas las naciones ponen sus Hombres de
Justicia y Ley al Servicio de la lucha contra todo tipo de Organizaciones
Criminales: Narcotráfico, Armas, Trata de Mujeres y Niños, Órganos , etc….?
¿Os
imagináis un mundo sin guerras por el que todas los jóvenes se mueven en
libertad, enriqueciendo sus almas con la experiencia del conocimiento en vivo
de las Maravillas de la Tierra?
¿Os imagináis un mundo en el que la
Procreación es asumida como Deber Sagrado por los Progenitores en aras de la
formación del Hombre a la imagen y
semejanza del Espíritu Creador de Dios?
¿Os
imagináis un mundo en el que la Salud no se compra ni se vende a Mafias
Genocidas Farmacéuticas que tienen en la Enfermedad su Negocio, y se alían con
la Muerte hasta el extremo de crear Pandemias?
¿Os imagináis
un Mundo en el que las guerras, las enfermedades, los dictadores, los tiranos,
los teócratas y toda clase de mafias criminales sólo puedan hallarse en los
libros de Historia…
…un mundo
en el que vivir las maravillas de la
Creación del Universo sea financiada por todos en aras del bien de todos?
…un mundo
en el que hacer dinero, adorar el Oro, basar el Poder en las armas, sea un
veneno a los ojos de las mentes e inteligencias de todas las generaciones del
árbol de las naciones…
….un
mundo en el que la destrucción y encarcelamiento en zoológicos de la Vida
Animal sea un crimen…?
El
Principio de la Evolución de los pueblos hacia la Creación del Árbol de las
Naciones del Género Humano comienza en el Pensamiento. La Palabra y el
Pensamiento son las dos Torres de la Creación del Futuro. Con el Pensamiento
vemos el Futuro, con la Palabra lo creamos. Esta es la Lección que nos dio el
Hijo de Dios. No hace falta ver para creer. Únicamente hay que querer, abrirle
el pecho a la Voluntad y que la Fuerza Creadora que vive en el Ser despliegue
su Potencia.
Viene
siempre aquel problema: “Quiero hacer el Bien pero es el Mal el que se me
apega”, ley por excelencia que gobierna
todo Mundo encadenado a la Ley de la Ciencia del Bien y del Mal.
La
voluntad, el deseo de querer hacer el Bien existe en la Naturaleza del Ser,
pero en el mundo existe una Realidad cuyo Poder es transformar esa voluntad y ese
deseo en una ilusión, en una utopía; por esto decimos que el Ser es Bueno por
Naturaleza. Mas lo que vemos es lo contrario: la Naturaleza del Ser Humano es
retorcida hasta el punto de buscar su propia autodestrucción.
La
Historia del Pasado y del Presente nos muestra el Camino al Futuro. La Voluntad
existe, el Poder se pierde en hacer
imposible su Realización. La Palabra “Cambio Político” se saca el alma una vez
que se ha alcanzado el Poder. El Poder que debe hacer la Voluntad de la Nación
es puesto de rodillas delante de un Grupo de Individuos que ponen la Voluntad
de su Ego sobre la Necesidad del Presente de caminar hacia el Futuro. En fin,
siempre ha sido así, y porque “siempre ha sido así” la impotencia y la frustración
se apoderan de la Sociedad. Frustración a la que el Poder responde abriendo su
Futuro a todos los que quieren pan para
Hoy y miseria para Mañana. Las generaciones que vienen … ¿a ellos qué?
El Factor
Dios entra de pronto en la ecuación. ¿Pues quién puede resistirse a su Poder? Y
de pronto lo que le es Imposible al Hombre se hace Realidad. El Futuro deviene
un Árbol de Naciones. La Ley de la Ciencia del Bien y del Mal es desterrada de
la Naturaleza del Género Humano : la Voluntad Creadora del Hombre no se pierde
en la Negación de Voluntad del Poder
Político contra la Creación de una Civilización en la que el Esclavo no existe.
Uno somos Todo y Todos somos una sola y única Realidad: El Hombre.
El Hombre
ha sido creado para disfrutar de la Vida Eterna a la Imagen y Semejanza de la
Vida de los hijos de Dios. El Espíritu Creador que vive en el Hombre es el
espíritu de Inteligencia. Todo nos es posible porque Todo viene de la Fuente
Divina. “Querer es Poder”. No permitir jamás de los jamases que nos quiten el
Poder, sea en nombre de Ideologías, de Religiones y de Ciencias, cuando estas
tres fuerzas no tienen Espíritu, es un Deber Sagrado heredado. Es nuestra
Herencia Jesucristiana.
El Hombre
es una Criatura creada para ser creador y vivir su propio Mundo. Pero un Mundo
fundado en la Ley del Creador de la Vida
en el Universo: No matarás, no darás falso testimonio, no robarás, no
adulterarás, honrarás a tus padres, no
envidiarás la propiedad de tu vecino, amarás la vida de tu prójimo como amas la
vida propia, y sobre todo y ante todo: Amar a nuestro Creador con todas las
fuerzas de nuestro Ser. Desde esta Ley del Espíritu el Futuro en el seno del
Árbol de las Naciones se abre a la Eternidad. ¿Está tan lejos Dios de nosotros
que no podamos alzarnos hasta la Fuente
de la Inteligencia en las altas Montañas de su Sabiduría? ¿O será que el Futuro hacia nuestro Paraíso se hunde en
el Infierno de las voluntades de quienes tienen en el Pasado el Modelo de su Presente? ¿NO saldremos de ese
cementerio de fantasmas del Pasado con sus pensamientos manteniéndonos como
muertos en vida en el mausoleo de sus ideologías fratricidas, sus religiones
genocida del infiel y sus ciencias negacionistas de la dimensión de vida eterna
en el Universo?
La Inteligencias
es el origen del Movimiento hacia el Futuro, la tierra en la que Dios siembra
su Espíritu Civilizador, y quienes niegan su Existencia cultivan cuando la
labran : “cizañas y espinos”. La Potencia del Ser Creador vive en nuestra
Naturaleza. Negar la Creación es negarnos esta Fuerza Creadora. Levantar el
Pensamiento a nuestro Creador es mirarse al Espejo del Tiempo, ver nuestro
Futuro desde sus Ojos, nuestra Existencia desde su Corazón: Su Voluntad de
crear Vida a su Imagen y Semejanza es el Origen de todas las cosas. Siendo ÉL
la Fuente de nuestra Fuerza y Voluntad … ¿qué no nos es posible?
El Estado
no es un Cuerpo Represor creado para poner de rodillas a todos los pueblos fundadores
a los pies de una Clase Política Armada. La Nación no surge de la Voluntad de
un Poder Armado. La Civilización tiene su Nacimiento en la Voluntad de Unión de
todas las Familias de una Ciudad-Estado en una Sociedad que le transmite la Ley
Fundacional de la Creación a un Cuerpo de Defensa de los Derechos de todos. La
Sociedad es un Cuerpo Orgánico en perpetuo crecimiento en el Tiempo en el seno
de una Ley Universal, expresión de la Naturaleza de la Vida a imagen y
semejanza del Espíritu Creador Divino. La Negación a crecer en esta dimensión
universal es el principio de la Caída de la Ley del espíritu en la ley de la
Ciencia del Bien y del Mal, cuyo fruto es la Guerra, fruto cultivado por un
pensamiento que aliena al Individuo del
Género, lo aísla y lo transforma en una bestia movida por el Dominio sobre sus
semejantes, para lo cual procede al “Cambio” de la Naturaleza del Estado en
Arma Represora del Futuro Humano, Arma al servicio de un Poder Político
Tiránico. Esta Dinámica de la Revolución sumió, de siempre, el Crecimiento por
etapas de la Civilización, en un Salto Sangriento con el Terror por puerta hacia su Triunfo.
Todos
sabemos lo que es Necesario hacer. Todos conocemos quiénes son los Partidos y Familias políticas que conjurados
en un Alianza de Civilizaciones se han dado una Agenda para terminar de levantar el Muro contra el que, según
ellos, se estrellará el espíritu del Hombre.
La
Alianza que el Hombre tiene con su Creador, formada con la Sangre de Cristo,
¿quien la anulará? ¿Abandonó Dios a su Siervo en la Muerte? Su Resurrección es
la Promesa del Cumplimiento del Deber que el Creador tiene hacia su Creación.
Lo
anunciaron sus discípulos 2.000 años hace. “La Creación entera aguarda
expectante el nacimiento del Dia en el que se manifestará en su Plenitud la
gloria de la libertad del Hijo de Dios”. Ese Día es Hoy.
II
CONTRA LA PORNOCRACIA GLOBAL
Al año
más de un 1.000.000 de seres humanos son esclavizados por la Mayor Organización
Criminal que existe en la Tierra: La Prostitución.
Más de
12.000 son los focos en la Red desde los que se expande este Delito.
Contra
este Delito en
continua expansión diaria la Plenitud de las Naciones Cristianas nos
comprometemos:
A cerrar
todos los Prostíbulos de la Tierra
A elevar
a Cadena Perpetua el Delito de Proxenetismo y Trata de Blancas
A
prohibir la Venta y Alquiler de films dedicados a la Pornografía a lo largo y
ancho del Mundo
A cerrar
todas las WWWs con material Pornográfico
A
penalizar la Posesión y Distribución de Material Pornográfico en TV, Tienda,
Red y Mercados
A cerrar
todas las Salas de Proyección X
A
devolver a las mujeres ejercitando la Prostitución en Clubs, Calles y
Carreteras a sus naciones y familias de origen
A
desterrar la Prostitución de los Oficios
A
Prohibir el Contacto Cliente-Prostitut@ a través de
los Media.
A
catalogar la Pederastia, la Pedofilia, la Zoofilia y el Sadomasoquismo como
Demencia en Primer Grado
A
legislar contra Policías, Políticos y Jueces hallados en las Redes de esta
Demencia
A la
expulsión del Estado de todo funcionario hallado en la Prostitución como
cliente
A darle
todo el Poder a la Ley para llevar la Victoria de la Justicia a sus últimas
consecuencias, lo que implica:
- Abolición
del status de Inmunidad Parlamentaria para todo político y jefe de Estado
- Abrogación del status de Inmunidad Diplomática
en caso de Conexión con el Crimen
- Penalización de las Vacaciones Sexuales
- Cierre de todo tipo de local en el que la Mujer
use su cuerpo desnudo como condición de trabajo
Y a la
adopción de todas las Medidas que desde la Ley y la Justicia se reclamen
conforme se avanza en la Victoria de la Vida sobre los que han hecho de la
Muerte del Ser, físico o moral, su Patria y Bandera
Declaración
Final: Toda compra-venta del Acto Sexual es un Delito
contra la Dignidad Humana.
III
EL HOMBRE Y DIOS
La Civilización no es una
entelequia, ni es un capricho de la Naturaleza; la Civilización no surge de la
Nada, ni de la espontaneidad de un azar cósmico sin origen abierto a la investigación,
azar creador de un dogma científico exclusivamente apto para los sacerdotes del
Templo del Ateísmo. El nacimiento y
expansión de la Civilización está registrado en los anales de las mitologías de
los pueblos fundadores de las primeras naciones. Dios fue el Principio.
Los pueblos con origen en la
Filosofía Política del Cristianismo sabemos que la Formación del
Hombre a la imagen y semejanza del Dios Creador del Universo es un acto de
elevación de la materia al espíritu, efecto final del cual es engendrar en el
ser humano un hijo de Dios, y como tal el Hombre es heredero de la naturaleza
de una Inteligencia sin límites que desde Dios se extiende por todos los
pueblos para hacer posible una Convivencia Universal entre todas las naciones,
implicando en su desarrollo todos los conceptos naturales al Espíritu del
Creador.
La Existencia en el seno de una
Civilización abierta a la Vida sin límites en el Tiempo implica a su estructura
en una Relación entre Seres con Origen en muy diferentes Culturas que, en razón
de su Convivencia, se acogen al deber de ser herederos de este Derecho por el
cual todos los seres devienen Hermanos, y en cuanto tales se organizan en una
Sociedad de Plenitud de Naciones en el Espíritu de la Paz, la Libertad y la
Justicia, cuya Raíz es el Amor del Creador por su Creación.
El fruto del Acto Creador, el
horizonte de la Creación de Vida a Imagen y Semejanza de los hijos de Dios, es
el nacimiento de una Civilización Política, ordenada sobre bases Filosóficas en
cuanto eje de las relaciones entre las diferentes manifestaciones que les son
naturales al espíritu de inteligencia y al alma creativa de los Ciudadanos que
componen la Sociedad Universal de la Plenitud de los pueblos de la Creación.
Somos civilizados por una Ley de
leyes que le da a la Civilización un cuerpo Social, gobernado, animado y
alimentado por la Ley del Espíritu Creador Cristiano.
La Ley del Espíritu del Creador del
Universo está inscrita en nuestras genes desde nuestros mismos Orígenes. Aun
sin conocimiento de su Letra, el Ser, nacido para vivir la inteligencia a la
imagen y semejanza de la Inteligencia Divina, nace con esa Ley, crece en esa
Ley, porque el Ser es creado para amarla con la fuerza del instinto, en primer
lugar, y con la del pensamiento, finalmente.
“No matarás, no robarás, no
adulterarás, no envidiarás, no cometerás perjurio, adorarás a Dios tu Creador
…” es el Decálogo que impregna la Creación de la Vida Inteligente y gobierna el
comportamiento de todo Mundo desde el mismo día de su nacimiento en el
Universo. La Antropología nos descubre, aunque las deformaciones de su
naturaleza original y la integración en el mundo de los animales cree una niebla
cegadora del verdadero origen universal del Ser Humano, que esta Ley no escrita
se halla en el código moral de los primeros pueblos que habitaron la Tierra. Los
hechos son los hechos, debido a las circunstancias desplegadas sobre el Futuro
del Mundo por el Acontecimiento de la Caída, con el paso del Tiempo este código moral
universal, genéticamente escrito, fue dando paso a la ley del más fuerte, ley que
condujo a la sociedad más avanzada de su tiempo, la Mesopotámica, nacida de la
Edad de oro del Neolítico, a creerse con el derecho a usar la Fuerza para
expandirse e integrar en su Civilización a los pueblos todavía viviendo en
condiciones de Prehistoria.
Observamos en la Biblia, es decir,
en la Historia del Israel bíblico, este efecto conductor degenerativo arrastrando
a los Antiguos a pervertir el Derecho Natural Divino y reducirlo a la Razón del
interés del Individuo. Perversión que el Ateísmo Científico estableció como la Religión
Política de la Edad Moderna, cuando invocando a la Evolución de la vida en la
Tierra estableció el interés del Individuo sobre el Interés Universal. En nombre
de cuyo Interés Individual las naciones
y los pueblos quedaron bendecidos por la Nueva Ley de la Ciencia para extraerse
la Conciencia Moral; conciencia moral que desde el punto maligno de vista del Ateísmo
Científico es una patología neurótica suicida de la que debe liberarse la Vida
si desea alzarse a un estadio superior de Consciencia. La Declaración de Guerra
de la Razón a la Fe quedó firmada, sellada y enviada al Siglo XX: en cuyo
espacio-tiempo las Naciones, liberadas de Conciencia Moral, quedaban bendecidas
por el Templo de la Metafísica-Política de los Nobeles para abrir una Guerra de
destrucción absoluta contra las fuerzas sociales encadenadas a las leyes del
Espíritu Cristiano. A un lado de la Batalla las fuerzas del Comunismo, al otro
lado del campo las fuerzas del Nazismo, ambos ejércitos tuvieron en común el
Odio hacia la Ley de la Civilización Cristiana, Ley imperfectamente aplicada pero
que nos trajo en su Espíritu la Imagen de la Civilización Universal concebida
por Dios para el Hombre Nuevo, y dada a luz en la Fe de Cristo Jesús sobre la
Potencia del espíritu de inteligencia del Hombre para alzarse sobre las tinieblas
del Pasado y entregarse a la creación de una Civilización fundada sobre la Participación e Integración en el Árbol Vivo
de la Plenitud de las Naciones Cristianas, a cuyas Ramas vendrían todas a
formar sus nidos y vivir de sus frutos.
Pues Dios ha dispuesto, en la dimensión
de su Creación, que el Interés Universal prive sobre el Interés Universal, de
manera que toda la actividad de la Sociedad tenga en este horizonte la estrella
polar de referencia en su navegación por el Océano de los siglos. El Ateísmo Científico
de la Edad Moderna, de naturaleza anticristiano, halló la forma de pervertir el
Derecho Divino, reducirlo a nada y convertir la sociedad en un infierno de
miseria y maldad. Mientras hablaban de la Utopía, tierra virgen hacia la que
serian conducidas las naciones por los nuevos dioses de la Metafísica Política
Global, establecían que el Hombre es una Bestia, la Civilización es el Producto
Final Necesario, Campo de batalla en el que se decide el Futuro de la Humanidad,
siendo la Guerra el árbitro que conduce a la victoria, y corona a su campeón.
Infectados por aquella locura las naciones se lanzaron al campo de las Guerras Mundiales
para decidir quién dominaría en la selva que, por la gracia de la Religión del Ateísmo
Científico, quedó transformado el Mundo a los ojos de todos sus habitantes.
Desplazada la Conciencia Moral Cristiana
del Ser, la Fuerza que nace de la Inteligencia del Espíritu del Creador,
Principio Moral de la Historia Política del Cuerpo Social, engendró en los pueblos
una Consciencia enemiga de toda Ley Natural cuya implantación nacional únicamente
podía realizarse mediante la Caída del Muro contra el que se estuvo estrellando
durante los últimos cinco siglos la victoria del Interés Individual sobre el Interés
Universal Cristiano. Una vez implantada esa Consciencia sin Conciencia en el
hombre, transformado ya en una bestia
sin cerebro social, movida exclusivamente por el instinto básico de las bestias
salvajes, conducirlas, arrastrarlas al campo de exterminio sería coser y
cantar.
Tal fue la Gran Obra para la
Eternidad que el Ateísmo Científico, convertido en la Religión de la Raza superior
creada por Selección Natural, levantó en el cementerio de las Guerras Mundiales
con los huesos de los cientos de millones de los ganados humanos, que los
Nuevos Dioses sacrificaron en el altar de la Victoria de la Razón sobre la Fe.
Verdad es, el nuevo Pilatos se lavó las manos en el océano de sangre que sus acólitos
hicieron subir del infierno de sus consciencias criminales. El Comunismo abrió el
lecho, el Nazismo abrió el río de sangre que desde todas las naciones llenaron
su cuerpo. “Un Fantasma contra un Loco”, Crónica Suicida de un Genocidio escrito
desde que los hombres eligieron la Fuerza que procede del Hierro y del Oro a la
Alegría de la Inteligencia Creadora. “Nada nuevo bajo el sol”, polvo eres, y al polvo volverás.
Pero porque la Crónica del Siglo XX
fue escrita sobre la tumba del Primer Hombre que abrazó la Guerra como Medio de
alcanzar el Fin: la Creación del Árbol de la Plenitud de las naciones de la
Tierra, y precisamente porque Dios conocía el efecto de aquella conversión a la
Religión de la Muerte, efecto que vivió innumerables veces durante su Vida, y
porque entendió que aquella conversión del Primer Hombre a la Guerra se debió a
su Ignorancia, siendo Dios y amando al Hombre, trajo a escena el principio
Filosófico del Amor de Dios por su Creación; escena que dio Origen al
Advenimiento de la Conciencia Moral Cristiana, herencia del Evangelio al Mundo,
raíz de la que nacería en el Tiempo el Tronco del Árbol de la Vida de las Naciones;
aquel grano de mostaza que siendo el menor de los árboles crecería hasta desplegar
sus ramas y abarcar con su sombra a todas los pueblos del Mundo. Esta fue una
Revolución Divina, inserta en la estructura genética del espíritu cristiano,
Semilla que la Iglesia Católica sembró en Europa, la salvó de su Destrucción y fundó
sobre los cimientos de los Nuevos Pueblos el Edificio de una Comunidad Cristiana, rota
por la Reforma, pero siempre viva. Cimientos que en la Actualidad, Siglo XXI,
vuelven a querer levantar los adoradores del Interés Individual, sea familiar o
nacional, las consecuencias de cuyas Políticas, privadas de la Conciencia Moral
Natural; por Divina, hoy Cristiana, a fin de crear un Mundo sin Dios y sin el Hombre.
Todos sabemos que el Origen del Hombre es la Palabra de Dios: “Hagamos al
Hombre a nuestra Imagen y Semejanza”. Traducido al Cristiano: Hagamos del Hombre un hijo de Dios.
La Genealogía de Jesús lo declara: “Adán,
hijo de Dios.”
Este fue el Salto Final de la Vida
en la Tierra: desde la Naturaleza Animal, gobernada por instintos, a la
Naturaleza del Alma Viviente, libre del Instinto y gobernada por la Ley de la
Libertad Creadora. Allí comenzó su Camino en el Tiempo la Civilización. Libres de
los instintos que gobierna las relaciones entre Fauna y Flora, al Hombre se le
abrió un Futuro en el Universo. Su hábitat se abrió a las estrellas, Creación
del Dios de aquellos “dioses” que acercándose a las primeras poblaciones las introdujeron en las primeras
ciencias y artes. Esta Relación comenzó entre los hijos de Dios, no de nuestro
Mundo, y la Vida en la Tierra comenzó antes de la creación de las primeras poblaciones
humanas, basadas en el Barro.
El Principio de imitación fue la
fuerza que atrajo al Ántropos, padre de todas las familias de los Homo Sapiens,
al Valle. Desde el Bosque, en el que el Ántropos convivió con las Familias de los
Simios durante edades geológicas, el Ántropos observó el movimiento a dos
piernas de seres que bajaban de las nubes y regresaban al cielo. Movidos por el
Principio de Imitación, Origen de la
Inteligencia, el Ántropos descendió al suelo y comenzó su viaje hacia el Homo
Sapiens, fundador de los primeros poblados de barro, sobre cuyas familias extendió
Dios su Bendición Eterna, “Hagamos al Hombre a nuestra imagen y semejanza”. Razón
por la que leemos: “Creó Dios al Hombre del barro de la tierra”.
Este es el Verdadero Origen del Hombre.
El Ateísmo Científico no busco jamás la Verdad, únicamente buscó justificar la
Demencia Fratricida de las naciones en una Causa sin conexión con la Historia
de la Caída del Hombre en el Infierno de la Guerra. Le era a los sabios de las
ciencias infinitamente mas fácil creer que el hombre es una bestia sin redención
que partirse el cerebro buscando cómo después de haberse sido alzado a la
Naturaleza de los hijos de Dios, el Hombre devino una Bestia Homicida, de sed insaciable
de la sangre de su prójimo.
Desde la Antigüedad se dijo, y la experiencia
lo confirmó: Junto al sabio, va el loco. Esta locura fue combatida por la Fe, porque
no puede triunfar el Derecho si el Amor, Origen de la Fraternidad entre las
Naciones, es negado por Intereses de grupos de Poder que en su demencia e
ignorancia se levantan para erigir una Estructura Cerrada,
monolítica,fundada en pro del Establecimiento de Privilegios
Teocráticos encubiertos bajo una capa Política y Religiosa, que demandan del
pueblo una adoración incondicional hacia sus Líderes.
Es de entender que bajo esta
Estructura el Enemigo Público Número uno es la Conciencia Cristiana. Y de aquí que,
levantada esta Estructura sobre la sangre del Hombre, el Poder Político tenga
como objetivo vital hacerse con el Gobierno para abolir la Ley del Espíritu, sustituyendo
el Derecho Universal por un sistema de Derecho Temporal cuya única visión de
futuro es la preservación de ese status de Privilegios de quien está por
encima, y más allá del Bien y del Mal, es decir: de la Justicia.
La Revolución Jesucristiana que el Hijo de Dios puso en marcha trajo
con ella una hoja de ruta.Desde el Mundo Antiguo a nuestro Mundo existía un
Abismo cubierto por las Tinieblas de la Ignorancia. El Abismo era un océano de
sangre. Abrir un Camino por ese océano era cosa de Dios. Creador del Género
Humano, Dios debía intervenir en el Futuro para hacer que las aguas del Pasado
se apartasen y dejasen el Futuro de aquel Mundo avanzar hacia el Nuestro.
Dios intervino. La Ley Natural se
hizo Cristiana.
Hoy existe Civilización porque la
Sociedad de las naciones europeas recibió el espíritu de la Ley de Cristo en
tanto en cuanto Raíz de su Moral Legislativa. La ausencia de esta Raíz
como Fundamento de la Ley se halló en la Caída de todos los intentos de los
pueblos del Mundo Precristiano a la hora de formar una Civilización
Políticamente estable.
La Moral Natural, en el
Cristianismo, se hizo Divina. E impregnó el cuerpo social de las naciones con
el espíritu de la Ley de Cristo, de este modo dotando a las primeras naciones
cristianas de la fuerza histórica requerida para edificar en el Tiempo una
Civilización conforme a los Principios del Espíritu, de cuya Fuente beben todos
los Pueblos de la Creación el Agua del Derecho Universal.
El Derecho Natural tiene por Fin el
Derecho Universal. Y viceversa, el Derecho Universal es la cuna del Derecho
Natural.
Obvio es decir que si a un árbol le
arrancamos las raíces, el árbol se secará y morirá. Asimismo si a la
Civilización nacida en Europa, extendida al Nuevo Mundo, y desde ambas orillas
a las cuatro esquinas del mundo, le arrancamos las raíces cristianas que han
hecho posible el crecimiento del Árbol de las Naciones que Hoy existen, este
Árbol comenzará a perder su fuerza, y alienado de su espíritu acabará por pudrirse.
El Siglo XX vivió la esquizofrenia
colectiva lógica y natural al efecto puesto en acción por el intento sangriento
de extirpar el Cristianismo de la Civilización Mundial que sobre el Cristianismo se
formó, alzó cuerpo y estuvo dando de comer de su fruto a todas las naciones del
mundo. La esquizofrenia colectiva anticristiana de las fuerzas políticas,
económicas y científicas, de aquella Europa que sin el Cristianismo no
hubiese levantado cabeza tras el paso del caballo de Atila, produjo y dirigió
el Capítulo de su Historia conocido como las Guerras Mundiales. Se
vio, sin embargo, que el Espíritu de Cristo es Invencible y su Civilización,
aunque atacada por todos desde todos los frentes imaginables e inimaginables,
está más allá de cualquier posibilidad de Caída.
La Crisis que sufre el Siglo XXI
tiene su raíz en la negación de las fuerzas sociales a reconocer, de facto, el
Hecho histórico de haber sido el Anticristianismo de las dialécticas del Siglo
XIX la causa de la esquizofrenia fratricida vivida por el Siglo XX. Cabe
preguntarse si es necesario volver a vivir semejante esquizofrenia a fin de
reconocer esta Realidad. La Respuesta tiene ya Voz: NO necesitamos ver con los
ojos lo que ya hemos vivido en la carne de nuestros padres
Cuando la Evolución llega a su
término, en efecto, comienza la Revolución.
Aún hay quienes creen que la
Evolución no ha acabado, y piensan que el Hombre no es sino un puente entre el
Homo Sapiens y una nueva Especie. Los efectos de la esquizoide moral del
anticristianismo siguen pariendo sentencias lapidarias contra el Futuro del
Género Humano. Y esto teniendo sobre la mesa la Historia de las Revoluciones
vividas por nuestra Civilización desde la Caída del Imperio Romano a la del
Tercer Reich.
El Hombre es el Fin de la Creación
y el Principio de la Nueva Criatura que vive en él: “Un hijo de Dios”, ese hijo
que, siguiendo en todo el grito del espíritu de Cristo, invoca a su Creador
diciendo: “Padre”.
Imposible, pues, proceder a la
Revolución de este Siglo, que la plenitud de las naciones pide a gritos, sin
moverse en la Historia dentro del Espíritu de la Ley de Cristo, superior en
todo a las leyes civiles, Ley de la que se derivan todos los códigos morales de
valor universal sin los cuales el Derecho Humano es una entelequia fundada
exclusivamente en la Fuerza de las Armas.
Efectivamente, el mundo está aún
edificado sobre la Fuerza Fratricida de Gobiernos cainitas, tal cual se ve en
las guerras actuales, siempre prestos a sacrificar a Abel con tal de seguir
manteniendo esos Gobiernos sus status de “divinidades” ante quienes
todos los “ciudadanos” deben doblar sus rodillas.
Inútil, por cansino, sería
recopilar la gama de teorías teocráticas, ideológicas, económicas y monárquicas
inventadas para disfrute personal. El nivel de inteligencia que hemos alcanzado
nos permite a todos recorrer esa gama y emitir un juicio sobre la malignidad o
benignidad de sociedades ancladas en religiones e ideologías ya muertas, de las
que el hedor que se propaga por las naciones es la causa de la Crisis Global
que amenaza no ya al Género Humano de extinción, sino a toda vida sobre la faz
de la Tierra.
El Pensamiento, la Palabra, es el
único instrumento que tenemos a nuestra disposición para radiografiar los males
del sistema global y proceder a crear las acciones necesarias requeridas para
eliminar esas causas. Esto de nuestro lado.
Pero del lado Divino tenemos con
nosotros la Voluntad Invencible de quien habiendo dicho : “Hagamos al
Hombre a nuestra imagen y semejanza”, se ha mantenido Fiel a su Palabra y, a
pesar de las Tragedia de las Naciones durante los Seis Mil años que han pasado
desde la Primera Guerra Fratricida de los Hombres, no ha abandonado jamás su
Proyecto de Elevación Universal del Género Humano a la Condición de
los Pueblos creados antes de la Creación de nuestra Tierra para gozar de la
Ciudadanía Sempiterna de su Reino.
Es en este Espíritu que este Libro
abre sus capítulos.
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