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LA

LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO

BIBLIOTECA DE HISTORIA UNIVERSAL DEL CRISTIANISMO

Y DE LA IGLESIA

 

 

INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA UNIVERSAL DEL CRISTIANISMO

Entender el desarrollo de Historia de las Naciones sin la presencia de la Iglesia Católica y de la Europa Cristiana es suponer que la Tierra puede existir sin su núcleo, los animales sin el instinto y el hombre sin la inteligencia. Es mucho suponer. Verdad es que la Ciencia ha impuesto en la conducta del pensamiento  moderno la omnipotencia de su Razón, de manera que no existe lo que es sino lo que ella dice que existe, y aunque no exista lo que dice ella que es no tiene ninguna importancia lo que pueda decir, diga o quiera decir quien no es de profesión un científico.

Pasaba en el mundo del ateísmo científico lo que pasa en el Globo de laPolítica Progresista, donde el político tiene secuestrada la voluntad del pueblo, secuestro legal al que llaman Democracia, y  quien no es político no tiene derecho a la palabra, negación que se enmascara en eso que llaman Voto Democrático.

Hablando de la Inteligencia, núcleo del ser humano que es al hombre lo que el instinto a los animales, sin la cual su existencia en la Tierra se hubiese colapsado durante la Naturaleza Salvaje de las Eras Prehistóricas, por ausencia de garras, colmillos y la fuerza natural a las bestias; ingteligencia cuyo norte, horizonte y sentido de ser es la Verdad, todo hay que decirlo: ni al científico ni al político les interesa la Verdad más allá de su  relación con el Poder.

Hubo un tiempo, durante la Infancia de la Ciencia y de la Política, cuando la Ciencia tuvo la Verdad por emblema y la Política la Revolución por bandera, cuando el político y el científico buscaron la Verdad por la Verdad… en fin, esto es hoy por hoy cuento de viejas. El hecho es que con la muerte de Sócrates la Verdad fue enterrada en los calabozos de los intereses de la Política. La Historia del Imperio Romano lo confirma, la Inteligencia pasó a ser la esclava de lux del Poder. La Ciencia humana se hundió en los abismos de su esclavitud a la Política, y su libertad vino a depender de la calidad de su servicio al Amo, sin importarle valor moral o ético alguno excepto el que el Poder tuvo por natural al Imperio de su voluntad.

La Historia del Mundo antes del Nacimiento del Cristianismo está escrita. El hombre no era hombre, aquel hombre fue una bestia depredadora carnicera que alimentaba a sus animales domésticos con carne humana. Desde el Oriente Lejano al África Salvaje, desde Alaska a la Patagonia el sacrificio humano a la salud de los dioses  había  echado sobre la tumba de la Verdad una montaña de piedras en el lecho de un mar de sangre de cuyo fondo nadie creía que fuese posible traerla a superficie, y menos que extendiera su Luz sobre las naciones de la Tierra.

A la altura del Nacimiento del Cristianismo no había hombre que buscase el Bien Universal; todos  tuvieron por  verdad un único propósito, sobrevivir a costa de la sangre de su prójimo. La ley del más fuerte desplazó a la Verdad el mismo día en que un hermano dejó caer sobre el cráneo de su hermano la fuerza de su brazo criminal. Todos los hombres fueron criminales, y quien no lo era pagaba el precio con el derramamiento de la suya . La mentira, la traición y el odio fueron el pan de cada día; quien no se sentaba alrededor de la mesa que Satán levantó entre los pueblos para que los demonios se emborrachasen con la sangre de los humanos… ése … perecía.

Los historiadores modernos rompieron una lanza a la salud de aquel Mundo Antiguo, y sin honor ni vergüenza glorificaron la Civilización de aquel infernal Imperio Romano, cuya ley devino el Modelo a cuya imagen y semejanza levantó su civilización el Imperio Islámico. Terror y Miseria fueron los dos brazos de aquel Mundo Antiguo perdido en las tinieblas de una inteligencia que vendió la Verdad al Poder. Y si hablamos del Imperio Romano, en tanto en cuanto la degradación  que mejor explica lo que el hombre devino  a la altura del Nacimiento del Cristianismo, no es porque las demás civilizaciones hubiesen sido mejores, simplemente es lo que más cerca tenemos y cuya Historia, por mejor documentada, mejor conocemos.

Ya sabemos que lo lógico en un criminal es ocultar las huellas de sus crímenes; siguiendo esta norma los imperios anteriores al Romano se preocuparon de borrar el horror de sus Memorias. De hecho, en el presente tenemos quienes en su pasión sin limites por el Poder  glorifican la civilización sangrienta de la que fueron liberados los pueblos aborígenes mesoamericamos por el Imperio Español.

Sí, es cierto, el Cristianismo cometió muchos errores durante su Historia. Pero comparando sus aciertos y sus errores con los de las civilizaciones del mundo antiguo podemos afirmar que el peor de sus errores fue infinitamente más positivo para el crecimiento del mundo actual que el mejor de los aciertos de aquellos  pueblos sumidos en las tinieblas de imperios y reinos cuya ley fue el Terror sobre el pueblo propio y el Odio contra los pueblos vecinos.

Fue aquel Día en que la Verdad fue enterrada que sucedió el Acontecimiento que vino a macar el Futuro del Hombre en la Eternidad. La Esperanza de un pueblo, pequeño y sin  Poder, de nombre Israel, se hizo Carne. No que ese pueblo se rigiese por otra ley que el fuego y la sangre. Hijo de hombre y mujer, Israel se había adaptado a la ley del mundo, y tampoco entre sus hombres se hallaba quien hiciese el Bien. Hablando con la verdad en los dedos: aquella Esperanza, que había estado viajando durante milenios en el pueblo nacido de Adán, Abraham, Noé y Jacob, la verdad sea dicha, se había hundido en las cloacas del Templo de Jerusalén. El reino universal del hijo de David se había desvanecido en las brumas de un sueño sin cuerpo. La realidad le había impuesto a Israel su ley; la Restauración del Paraíso Perdido por obra y gracia del Dios del rey David, Señor de Moisés, que haría descender del Cielo la corona imperial sobre el hijo de David, legítimo heredero de la corona  universal de su padre Adán, a la altura del Nacimiento de Jesús era pura fantasía. La verdad era que todo estaba perdido para el Hombre a la imagen y semejanza de Dios.

El hombre se había metido en la piel de una bestia, la más depredadora, salvaje y sangrienta jamás nacida de las entrañas de la Tierra. ¿Qué lugar podía tener aquella Esperanza de Noé, Abraham, Jacob y David abandonada a buscarse la vida en aquella selva de monstruos devorándose los unos a los otros por el Poder Imperial?

Jerusalén había renunciado a mantener vivo en su Templo y su pueblo aquel sueño de redenciòn mundial de unos patriarcas y héroes nacionales cuya naturaleza ya nadie podía discernir. Los ojos del pueblo Judío estaban ciegos, su inteligencia, como la de los demás pueblos al del Poder, era un arma de dominio al servicio del Templo.

Los historiadores modernos, liderados por las escuelas anglosajonas, enemigos a muerte de la Iglesia Católica, maquillaron el rostro de aquel Mundo Antiguo, fundado sobre hierro y fuego, y no teniendo otro Modelo para edificar su Imperio prefirieron glorificar el Romano acusando al Cristianismo de haber sido la causa directa de su Destrucción. La barbaridad que esta acusación supone da cuenta de la barbarie que los imperios construidos sobre esa Traición al Espíritu de Cristo sellaron con sus guerras internas y sus genocidios externos. Pero el juicio sobre esos Imperios es asunto exclusivo del Juez Divino.

Volviendo al Principio, el Cristianismo existe porque un Hombre resucitó aquella Esperanza que Israel arrojó de su alma,  y la legó en Testamento a su Casa en el Espíritu. Todos sabemos su Nombre, quién fue, y lo más importante “de dónde vino”.

Porque, en efecto, la primera corona que posó su gloria sobre cabeza humana “bajó del Cielo”. No lo digo yo, está escrito en los documentos sumerios, ajenos al Antiguo Testamento, documentos hasta ayer mismo desconocidos. La restauración de aquel reino perdido contaba con un restablecimiento, a imagen y semejanza de aquel descenso de la corona universal, de aquel “descenso” que al principio posó su gloria sobre la cabeza del padre de Israel. Nadie podía imaginarse que no ya la Corona sino el propio Rey en Persona “descendiese del Cielo”. A nadie le cupo en la cabeza la posibilidad de un semejante “descenso del Cielo”. Pero es lo que vino a suceder: El Rey del Cielo descendió en Persona a la Tierra para  hacer de los pueblos de la Tierra Ciudadanos de su Reino.

Está escrito en el Libro de Dios. Este acontecimiento para la eternidad, y digo por la eternidad porque transformó la misma estructura del Reino de su Padre, fue sellado con la sangre de los Primeros Cristianos, siendo el Primero de todos el propio Cristo, hijo de David, cuyo Nacimiento fue Encarnado por el Hijo de Dios, según todos sabemos y la Iglesia católica ha venido defendiendo durante los dos mil años que han pasado desde entonces hasta nuestros días. La Historia del Cristianismo es la Historia de estos dos mil años de  Defensa de este Acontecimiento contra todas las fuerzas que la Muerte y su hijo, Satán, levantaron en guerra de destrucción absoluta de la Iglesia Católica, edificada por los Apóstoles sobre la Piedra que Dios fundó delante de todos los pueblos.

No hay historia perfecta de los hombres de la Iglesia y del Cristianismo. El Mundo Antiguo fue borrado y un Mundo Nuevo tuvo su Comienzo. Y aunque un hombre espiritual había sido engendrado, su carne  procedía de aquella bestia bárbara que sacrificaba  sus hijos a los árboles del bosque y se emborrachaba con la sangre de sus  enemigos servida en cráneos pulidos. Olvidar este detalle y creer que de la roca  bruta se puede  crear una estatua de belleza perfecta, sin el trabajo y la paciencia de un genio único, es creer que los burros vuelan y que Enrique VIII fue un santo. Esta creencia para mentes  sin inteligencia es la que los historiadores modernos, hijos de las Rebelión Anglicano-Protestante, vinieron a imponer en sus escuelas.

I

De hecho si Dios soporta una oposición a Su Iglesia es por darle a todos los hombres una oportunidad final de deponer las armas y abrazar la Verdad como Origen y Fuente de la Justicia y de la Paz. La verdad es que su Hijo es el Dios Verdadero que dijo “Haya Luz”, y la Luz se hizo.  Conociendo esta Verdad el Apóstol escribió:

“El Verbo, la Palabra, el Hijo de Dios se hizo Hombre, y hemos visto su Gloria, la Gloria del Hijo Unigénito de Dios”.

Basta ya, pues, de medias tintas y de timideces. Dios no quiere que nadie muera. La Creación está basada en el Principio de la Vida Eterna a imagen y semejanza de su Hijo, y nada le es más grato al Creador que toda su Creación corra a adquirir la Ciudadanía de su Reino. Pero el que elija no querer vivir, ni mortal ni eternamente a la luz de la Verdad y prefiera declararse el enemigo de Su Reino, que así sea, nos limpiaremos el polvo de nuestros pies y seguiremos nuestra Camino hacia la Adhesión de la plenitud de las naciones de la Tierra al Reino del Hijo de Dios. Este es el Fin Divino para el que hemos sido engendrados, e investidos de la Invencibilidad del Espíritu de la Palabra, aquel Mañana anunciado desde el Principio: “La Creación entera aguarda expectante la manifestación de la gloria de la Libertad de los hijos de Dios”, es Hoy.

El Día de la Libertad ha amanecido, Dios lo ha anunciado dando a conocer su Voluntad Unificadora.

Así pues, y tal cual hemos recibido de los labios de la Esposa del Señor Jesús, Nuestro Padre que está en los Cielos, el Creador no se relaciona con Su Creación desde el Poder. Su relación con la Vida Creada a la Imagen y Semejanza de su Hijo se funda en el Amor, y Amor de Padre a hijos.

El mero hecho de medirse con su Criatura en el terreno del Poder es un insulto a Su Persona. Y desde la Criatura, una locura. Nadie pues se crea que por el Poder o por la Ciencia puede ganar el Corazón de Dios. Mas, como todos sabemos, y lo sabemos porque el Libro de la Historia está para que lo recordemos, en tiempos de grandes acontecimientos como los que vamos a vivir en este Siglo, en la tierra de la ignorancia brotan fanatismos que, en su patología espiritual, en lugar de acercar a Dios conducen a las gentes a las filas de su Enemigo. Es por esto que la Memoria Histórica del Cristianismo es Vital para no caer en los errores del Pasado.

Un hombre sin Memoria, digámoslo todo, es un enfermo. Un hombre con una Memoria mutilada o manipulada es un discapacitado. Ambos son carne de cañón para quienes buscan la transformación del ser humano en una bestia esclava a su servicio. A donde conduce esta transformación lo sabemos todos; quienes la buscan, niegan que  la conversión del  hombre en un esclavo al servicio de sus intereses y ambiciones sea una abominación; quienes la abominamos, preferimos la muerte a devenir esclavos de aquellos hijos de Dios que eligieron ser reyes en el infierno antes que simples ciudadanos en el Reino del Hijo de Dios. Porque en definitiva de esto es de lo que se trata, sobre esta renuncia o aceptación a la Ley Universal es de lo que va  la Guerra entre Satán y Cristo que lleva viviendo en sus carnes el Género Humano.  

Así pues, la Inteligencia Divina no puede permitir que la Materia prime sobre el Espíritu, ni la Muerte sobre la Vida. Estirar sobre la mesa de los ojos la Historia Completa de esta Guerra entre lo que estamos llamado a ser y somos, y lo que quiere el mundo que seamos y nos negamos a ser, supera los trámites de una Introducción de la naturaleza que me he propuesto. Las Edades del Cristianismo están escritas y desplegadas delante de los ojos de todos.

La riqueza de las victorias del Cristianismo han enriquecido el progreso de la civilización. Desde los Orígenes Bárbaros de las grandes naciones cristianas creadoras de la Edad Moderna a nuestros días una Biblioteca sin par, ni igual entre las bibliotecas de las civilizaciones no cristianas, ha sido escrita.  Bajo el Signo de Cristo  han crecido todas las joyas de las que al presente nos gloriamos de haber conocido y amado:  Ciencias, Artes, Derecho, Organizaciones Internacionales… Todo lo que consideramos bueno y digno de ser cultivado encontró en la Civilización Cristiana primero su refugio, luego su casa, y finalmente un terreno en el que construirse un futuro libre.

Lamentablemente la razón humana valora más un error que mil aciertos, perdona un genocidio pero no absuelve un homicidio; tolera la corrupción y no soporta la honestidad de quien ama la verdad sobre todas las cosas. Así que, en cuanto ese futuro se hizo, las Ciencias, las Artes, el Derecho y las Organizaciones Internacionales mediante el subterfugio de Guerra entre la Razón y la Fe, se declararon en Rebelión Abierta contra el Espíritu Cristiano que las rescató del sepulcro. La Historia del Cristianismo es también la Historia de aquella Guerra de la Fe por sobrevivir a las fuerzas que la Razón, creyéndose todopoderosa, levantó contra la Iglesia.

II

Más allá de esta realidad visible los hijos de Dios nos enfrentamos a un Acontecimiento Histórico Maravilloso: el Fin de los Tiempos durante los cuales la Historia de nuestro Mundo estaría encadenada a la Ley de la Ciencia del Bien y del Mal. La Victoria de su Hijo sobre el Enemigo de su Reino cambió el Fin al que su Enemigo quiso conducirnos a todos los pueblos, término al que aún no ha renunciado y como vemos al presente sigue buscando desesperadamente. Es decir, toda la Historia del Mundo es Historia  del Cristianismo, porque, como dije antes, sin la Existencia del Cristianismo no existiría Mundo sobre el que escribir Historia alguna; y, evidentemente, sin la Vida de la Iglesia Católica no existiría Cristianismo. De tal forma que si la Iglesia Católica pereciera el Cristianismo se hundiría en el polvo, y una vez el Cristianismo se extinguiese cesaría la Vida del hombre en la Tierra. No hablo en vano. Basta abrir la Memoria de Europa para ver cómo la Iglesia Católica ha sido esa Ciudad de Dios continuamente asediada por enemigos externos e internos, Historia que demuestra la veracidad de la conclusión unos segundos antes expuesta. Si alguien quiere destruir el Cristianismo primero debe echar abajo a la Iglesia Católica; una vez ésta  reducida a escombros el Cristianismo se hundiría en  la memoria de los siglos, siendo el resultado final buscado por el Enemigo de Dios y del Hombre la extinción de la vida en la Tierra, horizonte que los conjurados en la actual Alianza de Civilizaciones  no ven, porque no ven que quien los ha reunido alrededor de una misma mesa es el mismo a quien el Hijo de Dios le dijo: “Vade retro Satanás”.

Sobran las palabras cuando el Libro de las Victorias de la Iglesia Católica, y del Cristianismo en general, sobre toda las fuerzas que la Muerte y  su Príncipe Maligno le suscitaron a través de los siglos está abierto, y su lectura es libre.

III

Pero regresando al Principio, el Fin Natural al que es conducido todo Mundo encadenado al Muro de la Ley de la Ciencia del Bien y del Mal es su regreso al polvo : extinción y desaparición de la faz del Universo. Buscándonos un Camino a la Vida, Jesucristo conquistó el Corazón de Dios abriendo la Puerta de la que nadie excepto Él posee la Llave, el Amor a Dios, en tanto que Padre y en cuanto el Dios que dice de Sí mismo: “YO SOY EL QUE SOY”.

Llega siempre para todo hijo ese momento de ver a su padre como hombre, y sin dejar de ser su hijo ver al hombre. Esta visión puede ser dramática, y en muchos casos crear una muralla contra la personalidad humana del hombre que lo trajo al mundo. Este es el encuentro al que el Hijo de Dios se enfrentó al venir al Mundo; desde la Tierra, mirando a Dios desde el Ser, contempló su Personalidad. Personalidad ante la que cayó rendido.

No menos rendido que cayó Dios ante este Hijo por Amor al cual el Fin Natural a la Condena de la Transgresión del Hombre fue revolucionada de tal manera que el Epílogo de la Tragedia del Género Humano vendría a ser el Prólogo de una Historia Feliz. ¡ Contra natura, la Tragedia del Genero Humano tendría un Final Feliz!

Esta es la Victoria de Jesucristo, celebrada en el Cielo por toda la Casa de Dios, según leemos en el Epílogo de Su Libro; celebrada por siglos de generaciones cristianas, y a ser ensalzada por los hijos de Dios en la Tierra durante los siglos que vienen, y por la Eternidad será la Memoria de la Iglesia Universal, que en este Siglo destruirá la Obra de la Muerte y su Príncipe.

El Decreto de Dios contra la Muerte y Satanás proclama su Destierro de la Tierra. La Llamada a todos los hijos de Dios, de los Cielos y de la Tierra, a Unidad y Obediencia al Rey Todopoderoso, para juntos destruir la Obra que el Enemigo del Reino de Jesucristo ha levantado en nuestro Mundo durante estos siglos pasados, es una Llamada viva. Aquel que no obedezca la Voluntad Unificadora de Dios y permanezca de rodillas ante las tradiciones y las iglesias nacionales será como el polvo que el Viento del Espíritu levanta y arrastra lejos del Camino.

El enemigo del Dios y del Hombre hará lo que le es natural, intentar conducir a la Extinción a todo el Género Humano antes de ser desterrado de la Tierra. La ignorancia sobre sus métodos y sus mentiras es su arma para agarrarse a la Tierra y permanecer en el Mundo, pues a él le fue dada la corona del Mundo el día que se la arrebató a Adán.

El Hijo de Dios rechazó la corona sobre todos los reinos de la Tierra que el Maligno le ofreció, con su Rechazo manifestando ,delante de la Creación entera, cuyos ojos estaban fijos en Él, que su Reino no está basado en el terror a la Omnipotencia de un Ser Divino al sonido de cuya Voz el Espacio y el Tiempo se pliegan como si fuesen sus más fieles esclavos.

El Reino del Creador del Universo, en orden al cual el Infinito y la Eternidad se hicieron una sola cosa con el Ser Divino, está basado en el Amor de Dios a la Vida.

Dios no quiere esclavos, Dios no busca gloria en sus criaturas, Dios no crea para ser aplaudido.

Dios crea por Amor, y sólo ante el Amor abre su Ser.

“Vade retro Satanás” es el rechazo Absoluto y Eterno del Hijo de Dios a una Relación del Creador con su Creación en base al terror al Infinito Poder de su Padre. De aquí que al Final de su Creación dijera: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza”, ergo: un hijo de Dios. Contra cuya Verdad sempiterna levantó el Diablo la Tormenta de aquella Rebelión Protestante, que proclamó ser Dios el Señor del Terror ante cuyo Poder todo el mundo debe plegar sus rodillas o morir.

El Anticristianismo del Manifiesto Protestante no podía ser más satánico.

Teniendo pues delante el Decreto de Dios por el que se consuma “el Tiempo de la Expectación angustiosa de la creación”, y concluyen los tiempos durante los cuales “el Rey debía permanecer sentado a la Diestra de su Padre hasta que sus enemigos estuviesen en el escabel de sus pies”, siendo aquel Mañana nuestro Hoy, y conociendo el Odio del Enemigo del Hombre, es bueno que la Memoria Histórica del Cristianismo, en la que el Infierno ha estado operando para destruir a la Iglesia y al Género Humano, sea abierta a todos los cristianosn: para no dejarse arrastrar hacia los errores en los que una vez cayeron nuestros pueblos. Pues la Muerte reaggiorna sus Mentiras, para que vestidas con una máscara diferente conduzcan al abismo a los ignorantes que, engañados por ella, se dejan arrastrar al bando contrario de Cristo en la creencia de estar luchando por la causa de Dios.

La Necesidad de destruir a la Iglesia Católica fue de primer orden para el Diablo y la Muerte, a fin de que siendo destruida no diera a luz a los hijos de su Señor, cuya Herencia no es otra que la Gloria de la Libertad de los hijos de Dios,a la Imagen y Semejanza del Primogénito de todos, y Padre Nuestro. El Espíritu de Inteligencia Divina es nuestra Herencia, y por Él somos conducidos a la Batalla Abierta contra el Enemigo de Nuestro Dios y Rey, en la consciencia de nuestra Invencibilidad llamando a todos los hombres a abandonar sus posiciones y venir todos a Su Reino.

Dos líneas de acción son las nuestras: Combatir el Mal y Hacer el Bien, y ambas a Imagen y Semejanza de quien llamándonos a Su Vida y, habiendo perdido nuestro Mundo el norte del sentido de su existencia, se hizo Hombre para decirnos “HE AQUI AL HOMBRE”.

IV

Ya en el terreno de la Lectura de la Historia Universal del Cristianismo en Lengua Española y una vez introducidos en la Herencia Intelectual que debiera ser Libre, y obligatoria esta Libertad para todos los pueblos, observo dos detalles. El primero es que la Lengua Inglesa ha vertido en su Biblioteca Historias del Cristianismo mucho más amplias que las que la Lengua Española ha vertido a la suya. Para suplir este defecto he importado algunas de ellas, que he convertido a Word y HTML para que su lectura complemente esta Biblioteca, a la vez que desarrollo una Bibliografía en Lengua Inglesa para quien desee convertir a Word y expandir su conocimiento en bien propio y en el de todos.

El segundo detalle que observo en las Historias en Lengua Española es su carácter apologético de la Curia. La Odisea de las Naciones cristianas es casi invisibilizada. La amplitud del tema excusa este apocamiento, reducido casi al status quo de esos historiadores de los reyes contratados para ensalzar a sus amos y borrar todos sus defectos. Y no digo esto para criticar a la Iglesia Católica; siendo mi Madre queda muy lejos de mi espíritu una actitud de deshonra. Pero haciéndolo así, reduciendo la Historia Universal del Cristianismo a las peripecias de la Curia y de los reyes, los historiadores del Cristianismo cometen el error de dejar fuera de esta Odisea a quien sin él, el Pueblo cristiano, no hubiese habido ni Curia ni reyes cristianos. En fin, esperemos que en este Siglo se escriba la Historia Universal del Cristianismo para ser Asignatura Natural al Edificio de la Formación del Ser Humano a la Imagen y Semejanza de los Ciudadanos del Reino de Dios. Entretanto estas historias extraídas de la tierra de la libertad cumplen a la perfección su objetivo, especialmente en lo que se refiere al conocimiento de los errores y mentiras que entre los cristianos existieron y existen en lo que toca al Conocimiento Perfecto del Hijo de Dios.

V

De la otra parte y ya centrados en la Vida Eterna en la que caminamos, la Historia del Cristianismo es un encuentro en espíritu con quienes vamos a convivir por la Eternidad. Los hombres y mujeres que han escrito sus nombres en el Libro de la Historia del Cristianismo son hombres y mujeres con los que compartiremos Ciudadanía Eterna. Todos hemos sido creados para ser herederos de esa Ciudadanía. Todos hemos sido creados para participar en la Vida del Dios de la Eternidad y del Infinito como Ciudadanos de su Mundo. El conocimiento de quienes han portado la Llama de la Fe a través de los Siglos y nos la han pasado a nosotros para que la Carrera no se detenga, pues sólo Dios sabe cuándo la Historia del Género Humano empezará a escribirse desde el Mundo Eterno que nos aguarda; ésos hombres y mujeres nos quitan el Miedo, el Temor a dar un paso adelante y cruzar la Puerta de la Vida Eterna.

Insisto: La Creación no es un Acto de Terror concebido por un Dios Maligno ocultando su designio infernal a sus Criaturas, quienes engañadas para vivir en el Paraíso se encuentran de pronto arrojadas al abismo. El Hijo de Dios en persona vino para quitarnos de la cabeza ese Miedo, esa Duda. Él no fue un fantasma, un dios oculto luterano-calvinista seduciendo a una generación para enseguida entregarla al matadero de los circos romanos. Todo lo contrario. Y ningún Discurso puede ser más convincente, definitivo y maravilloso que la Vida de sus Discípulos. Lo cual nos da fuerza para volver a levantarnos cuando caemos y seguir corriendo a pesar de los malos momentos. Ellos nos enseñan que la Vida Eterna comienza aquí.

Somos eternos. Hemos sido creados para serlo. Y hemos hecho esta elección libremente. Nuestros padres nos condujeron a la Puerta, pero cruzarla es un ejercicio de Poder sujeto exclusivamente a la Libertad de cada hombre y mujer. Quienes la cruzamos vivimos en la Eternidad, y en esta Razón nuestro comportamiento se rige por una Ley infinitamente superior a las leyes nacidas de la Ciencia del Bien y del Mal. Todas las leyes creadas para justificar el Crimen Fratricida van a pasar; han gobernado el mundo temporalmente hasta Nuestra Llegada.

Somos Ciudadanos de un Reino cuyo Rey es Dios. La Gloria de nuestra Libertad nace en su Libertad Todopoderosa. Por este Poder resurgimos de las cenizas y creamos un Mundo en el que las Ciencias, el Derecho y las Artes pusieron los Fundamentos de nuestra Civilización, que proyectamos a las Cinco Regiones del Mundo, y sin Nosotros, el Pueblo Cristiano, las naciones que hoy levantan orgullosas sus brazos para acometer nuestro Genocidio se habrían hundido en el mundo de las bestias.

No conocer Nuestra Historia es un delito contra la inteligencia. Si hay un hombre que en la Tierra puede lucir su orgullo con la bendición de Dios, ése Hombre somos nosotros: el Hombre Cristiano.

Y el que esté limpio de pecado que tire la primera piedra. Ésos que apartaron a los pueblos de su Historia Universal y les pusieron Orejeras Nacionalistas a ambos lados de los ojos para que sólo vieran la Biblia, como si antes de ellos no hubiesen habido San Ambrosios y Agustines por cientos, y héroes de la Fe por miles, ésos padres de Nazis y Comunistas sembraron un odio entre los pueblos cristianos que de guerra en guerra los condujo a las Guerras Mundiales. Siendo Dios Amor, ellos sabrán de dónde les vino el Odio.

Ciertamente en la Historia del Cristianismo hay luces y sombras, como la hay en la vida de todo hombre. Hemos nacido en un campo de batalla. Todos, sin excepción, lo mismo los Papas que los carpinteros, lo mismo los reyes que los albañiles, todos hemos nacido en un mundo sujeto a una Ley Infernal que bendice el Genocidio, el Crimen, la Guerra, la Transgresión de las Leyes de la Creación, y premia al Corrupto y al Psicópata como amo que alimenta a su siervo, ignorando éste que cuando cumpla su trabajo hallará su recompensa en ser devorado el último.

VI

Hablando sobre el Origen diré que la Historia Universal del Cristianismo tiene su Principio en Jesucristo. Nuestra Prehistoria es la Historia del Pueblo Hebreo. Como el alfarero que al volver a su taller se lo encuentra destrozado, recoge todos los tiestos, y una vez todo organizado recomienza su trabajo, la Historia de la Formación del Hombre a la Imagen y Semejanza de los hijos de Dios comenzó de nuevo, pero esta vez el Modelo Original se hizo Hombre, y no fue un hijo de Dios cualquiera quien vino a Encarnar este Original, fue el Propio Primogénito de los Hijos de Dios quien vino a mostrarnos al Hombre que llevamos en el Ser desde el origen de la creación del Universo.

Por lógica este Hombre cuya Ley Natural tiene su Fuente en la Ley Sobrenatural del Amor de Dios a la Vida tenía que chocar con la ley del mundo, escrita a sangre y fuego. Consciente de este shock Jesucristo formó a sus Discípulos mostrándoles la respuesta que deben darle a esa ley. La Verdad es eterna, no se compra ni se vende. La Vida que viene de la Verdad es Invencible, no puede ser destruida por la Muerte ni vencida por el Diablo. Frente al mundo edificado sobre el Fratricidio sólo cabe una respuesta: Victoria o Muerte.

En el caso de la Primera Generación de Cristianos la Victoria estaba en la Muerte. Así comenzó a ser escrito el Libro de la Historia Universal del Cristianismo.

El Primero fue el Siglo de Cristo. Todos los Apóstoles y su generación dieron su Testimonio de lo que vieron y oyeron, tocaron y amaron. Con su Sangre firmaron ese Testimonio. Y nadie más fue llamado a ser Testigo de lo que Ellos vieron y oyeron, tocaron y amaron. Y quien se declara Testigo de Dios lo hace en nombre de su propia ignorancia, no en el nombre del Dios que engendró a sus Testigos y los invistió de la Fuerza de su Predestinación para no vacilar ni temblar en la Hora de las tinieblas que sobre Ellos caería con la fuerza del Infierno.

VII

Es extraño observar cómo los historiadores del Siglo de Cristo pasan por esta Odisea única en la Historia de la Tierra como quien camina pisando huevos, justificando al perseguidor mediante la reducción de la gloria de los perseguidos a simples escaramuzas, que tampoco fueron para tanto – dicen-, y debiera adjudicársele más a un efecto cuasi psicópata enfermizo por el martirio, que al acto histórico fundacional de la Civilización.

La degeneración absoluta del ser humano que el imperio romano representó, y que aun siendo el más alto estado de sociedad existente para la fecha, nos descubre el bestialismo que precede a la ruina final, ruina que estaba en el aire, y el Cristianismo retardó; esta degeneración de un ser humano que come carne y bebe sangre, asentado en la superioridad que procede de la ciencia de la guerra, que no reconoce más ley que la del hierro y el fuego, y no acepta más moral que la del depredador salvaje imponiendo su ley sobre cientos de miles de cadáveres, arrasando pueblos, devastando territorios; esta degeneración masiva del género humano, que venía siendo cultivada desde que un hermano quiso poner de rodillas a su hermano y éste prefiriera morir de pie, degeneración que fue llevada por el imperio romano a su grado más alto de justificación, por aquella degeneración del comportamiento humano los historiadores, tanto cristianos como anticristianos, pasan de puntillas. Los primeros porque no quieren reabrir las heridas, los segundos porque la bestia que llevaban dentro les hacía añorar aquellos viejos días de gloria. Convertir a aquel hombre, antes de que llegase su ruina y el viento infernal de la Muerte transformase el Barro en polvo, fue el Horizonte que abrió el Hijo de Dios al precio de su Sangre y de la Sangre de sus Hermanos de la Casa de Abraham.

VIII

El Camino estaba abierto. Desde el Inicio a la Victoria la Conversión de Europa al Cristianismo habían de pasar tres siglos más. Siglos difíciles.

El Genocidio Anticristiano fue firmado. El Imperio Romano se había sumido en una espiral de suicidio glorioso que le impedía ver su ruina en razón de los siglos de su existencia. ¡Roma era Eterna! En este terreno los historiadores vuelven a dividirse. Los unos quieren ignorar la existencia y la influencia trascendental del Cristianismo en la Historia de los siglos II y III. Los otros quieren reducir al mínimo la Batalla del Imperio contra la Religión Divina a la salud de Italia, como si aquel pueblo romano muerto y el pueblo italiano vivo tuviesen conexión moral o espiritual de naturaleza alguna. Y sin embargo aquellos siglos fueron el semillero de santos y sabios de cuyas manos y obras la Inteligencia Humana fue regenerada y el pensamiento humano reedificado sobre los fundamentos nuevos de la Verdad Eterna. Gracias a esta regeneración del Pensamiento por el Espíritu Cristiano la transformación revolucionaria de la Moral se hizo. El Derecho evolucionó a la luz de la bandera del Espíritu de los Obispos. Muerta la Filosofía Pagana, el Filósofo Cristiano alcanzó lo que sin la Fe le fuera imposible al hombre, abrazarse y ser abrazado por la Sabiduría.

En aquellos primeros siglos la regeneración de la Inteligencia no vino de las escuelas oficiales subvencionadas por el Estado. Fueron los Obispos, todos Católicos, quienes en Defensa de la Fe y buscando el Fin del Genocidio Anticristiano, recogieron el pensamiento Humano del barro y liberándolo de la esclavitud al Estado le dio Libertad y Horizonte, sin límites de crecimiento. Imposible por tanto pasar por la Historia Universal del Cristianismo sin plantar la tienda al lado de los llamados Padres de la Iglesia, encender el fuego y dejarse llevar por sus palabras ante la Presencia de Aquel Señor Suyo desde el que se irradiaba el Amor a Dios que chispeante animaban todos sus discursos.

IX

En el Siglo IV asistimos a la Victoria Final de la Conversión de Europa. Trascendental para el Futuro porque fue por esa Victoria que Europa devino Invencible.

Y deviniendo Cristiana, por lógica, tendría que convertirse en la Vanguardia de la Civilización contra la que la Muerte habría de lanzar durante los siglos siguientes todas sus fuerzas. Es también en este Siglo IV donde el problema de las divisiones doctrinales internas, que llevaban sacudiendo a las iglesias desde aquel Simón el Mago hasta Arrio, alcanzó su punto más anticristiano. El Arrianismo, negación de la Naturaleza Increada del Hijo de Dios, que más tarde tendría en Mahoma su revival, se declaró en estado de guerra fratricida. La Iglesia Católica devino su Abel, contra el que era de santo alzar la espada y acabar con su vida. Pero Dios, que es quien dirige la Historia de su Reino, antes de que se consumara el Crimen dio luz a su Campeón, Constantino, luego llamado el Grande.

En este Capítulo de la Biografía del Campeón Divino los historiadores oficiales siguen siendo unos incompetentes, tanto los que describen su Imperio como los que narran la Victoria del Cristianismo. Ambas escuelas ignoran a Dios. Ambas escuelas separan a Dios de la Historia Universal del Cristianismo, y reflejan en sus posiciones intelectuales una timidez y una inconsistencia para con los Hechos tal que los lleva a descalificar al Campeón y crear entre él y Dios un abismo, como si este Campeón hubiese salido de la nada.

En el terreno Católico se mantuvo esta Conexión Divina... hasta que la hegemonía de las escuelas históricas nacidas del protestantismo se encargaron de desconectar a Dios de la Historia Universal y reducir los Acontecimientos Históricas a simples causas y efectos circunstanciales. Andando por este camino era igualmente natural que terminasen desconectando sus naciones del Reino de Dios, poniendo sus pueblos al servicio de dinastías forjadas a base de hierro y fuego, un lenguaje que parecía entender a la perfección quienes habiendo venido a la Civilización seguían añorando aquel estado de bestias depredadoras en las que once upon a time vivieron felices y comieron perdices en las profundidades de sus bosques de hielo.

Pero no sólo la Victoria del Cristianismo se hizo. Como no podía ser de otro modo en el Siglo IV por primera vez en la Historia del Universo se proclamó a Voz Viva y en Alto la Verdad que el Infinito y la Eternidad recogieron en sus Brazos de las manos de su Hija la Sabiduría, Esposa del Señor Dios Eterno.

Con la emoción del Vencedor Sobrenatural que había superado Cuatro siglos de Persecuciones Genocidas, y poniendo Fin a toda discusión futura sobre la Verdad de la Naturaleza Divina de Jesucristo, el Género Humano, representado delante de Dios por la Iglesia Católica, Esposa de su Hijo, proclamó Dogma esta Verdad. De tal forma que quien niega su Enunciado niega a Dios, y quien niega a Dios no vivirá para siempre.

A la Victoria sobre el Mundo le sumó Dios a su Iglesia la Victoria sobre la Muerte. Al grito de Arrio: Jesús es un profeta, hijo de mujer y hombre como cualquiera, respondió Dios con su Palabra Eterna:

“Hijo mío, Tú Dios, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado de mi Naturaleza Increada, quien no incline su cabeza ante Tu Corona no entrará en Mi Paraíso”.

De la mano de su siervo Teodosio, conocido como el Grande, esta Declaración Divina articuló la relación del Estado con la Iglesia. Desde entonces y a partir de entonces Europa Cristiana estaba lista para vivir la Caída del Imperio Romano, la Invasión de los Bárbaros y su Conversión al Cristianismo.

X

En el Siglo V comenzó la Gran Aventura. Hasta entonces la Batalla del Cristianismo había sido una preparación para este Acontecimiento Final: la Muerte del Imperio y la Resurrección de Europa a una Nueva Civilización fundada sobre el espíritu de Inteligencia, que en los Padres de la Iglesia desarrolló su primera potencia ontológica. Era el Crecimiento de una Nueva Criatura. La fuerza en la Invencibilidad de la Fe había quedado fuera de toda duda. Dios mismo había estado preparando este momento mediante la adhesión de Visigodos y Francos a la Defensa del Imperio. De hecho estos dos pueblos serían los pilares sobre los que la Europa sería fundada.

Nacida para ser Invencible en razón de la Naturaleza Invencible de la Fe, la Primera Gran Batalla entre la Muerte y Dios por el Género Humano Cristiano se escribió en los Campos Catalaúnicos. Visigodos y Francos se repartieron las tierras de las que andando el tiempo surgirían las dos grandes potencias de primer orden del mundo: España y Francia, sin las cuales comprender la Historia del Mundo Moderno sería imposible.

Los siglos VI y VII serían de consolidación del Papado de la mano de Gregorio I Magno, gloria de una línea de obispos romanos que con León I el Grande elevó el Pontificado Católico a la Primacía que le confiriera Jesús a Pedro. También de reconfiguración de la Europa Latina y de Conversión de las Islas Británicas, la Tercera de las Grandes Potencias Europeas nacidas del Cristianismo sin la cual entender la Historia del Segundo Milenio de nuestra Era sería imposible.

XI

La Segunda Gran Batalla entre la Muerte y Dios por el Futuro de la Europa Cristiana no se hizo esperar. El Siglo VIII fue un siglo de consolidación de las estructuras levantadas sobre la Victoria. Mas ya nada podía ser lo mismo. El Estado Imperial había pasado. Había que reconstruir el Modelo de Estado desde las bases del Derecho Cristiano, pero sujetos los pueblos a códigos nacionales bárbaros por lógica ese trabajo habría de ser un trabajo arduo.

Las raíces nacionales mantenían separados racialmente a Invasores e Invadidos. Derribar ese muro de consanguinidad nacionalista y hermanarlos mediante la Libertad de Matrimonio, y por el Amor llevarlos a abandonar los códigos bárbaros nacionalistas por el Código del Derecho Romano-Cristiano no sería una perita en dulce. Los Francos, (Francia en definitiva), llegaron pronto a este nuevo status social galorromano. Con Clodoveo la fusión entre los dos pueblos se hizo.

En el caso de los Visigodos, (España en suma), el arrianismo visceral que profesaban los Invasores impidió esa fusión temprana, de manera que al declararse la Segunda Gran Batalla entre la Muerte y Dios por el Género Humano la corona de los Visigodos aún se hallaba en guerra civil entre arrianos y católicos. Siendo la mayoría del Poder del Estado Visigodo de origen arriano, la conquista de Hispania por los ejércitos del segundo Arrio, Mahoma, fue aceptada por el pueblo porque, a fin de cuentas, ambas religiones, la arriana y la musulmana, representaban la misma confesión de Negación de la Divinidad de Jesucristo acorde al Dogma Católico. Aspecto éste que los historiadores dejaron de lado. Asumiendo la teoría bárbara de que la religión del rey es la religión del pueblo, los historiadores, tanto nacionales como extranjeros, gustaron pasar de largo por este hecho en base a la confluencia en la visión sobre Jesucristo que musulmanes y arrianos tuvieron.

Desbordada pues la Península Hispano-Visigótica los ejércitos de la Muerte avanzaron contra el Reino Cristiano de los Francos. El Futuro de Europa, y en consecuencia del Género Humano, se libró a vida o muerte en la Batalla de Poitiers. De nuevo la Invencibilidad del Cristianismo se hizo hombre en Carlos Martel. Y finalmente quedó establecida para siempre en el reinado de Carlo Magno. El establecimiento de la Marca Hispánica, la conquista de la Alemania Salvaje Pagana y la extinción del reino de los Lombardos, sus tres grandes líneas políticas ante Dios y los hombres, determinó que se le haya llamado el Fundador Político de Europa. De hecho los cimientos sobre los que el Reino Carolingio edificó el futuro europeo han permanecido estables a pesar de las tormentas que ha sufrido.

XII

La Historia Universal del Cristianismo devino Historia del Papado durante los siglos IX y X. La elevación de la Curia Romana a la Política Imperial, rompiendo la ley de “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, implicó al obispado romano, en especial, y al europeo, en general, en la corrupción. Ser Papa, obispo, arzobispo dejó de ser visto como un Servicio a Dios acorde al Modelo que Cristo expuso en vivo, y pasó a ser vivido como una puerta a los privilegios que los reyes y sus cortes disfrutaban.

El efecto perverso fue la sujeción de las iglesias a las familias de la aristocracia. Perversión que en el caso del obispado romano concluyó escribiendo en la Historia del Papado un Capítulo de Pornocracia por cuyas páginas los historiadores oficiales solían pasar de puntillas, en silencio, no fuera que se rompiera algún huevo, y lo más rápido posible.

Siglos de glorias fueron manchados con el descrédito de un Capítulo vergonzoso que lejos de ser comprendido levantó en la Iglesia Ortodoxa Bizantina un desprecio abierto hacia la Curia Romana, base psicológica desde la que se debe entender el Cisma de Oriente, firmado por aquel magnicida frustrado llamado Miguel Cerulario. De cualquier forma la Historia de ambas iglesias llevaba ya recorriendo caminos diferentes desde que se introdujo el FILOQUE en la Teología. No que los roces no hubiesen sido constantes. La política imperial de Justiniano en Italia no le hizo ningún favor a la amistad entre ambas confesiones. El Cesaropapismo bizantino encontró en el Papa Gregorio I y sus sucesores un firme enemigo. El Bizantino fue el primero en romper la línea de “a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”.

La Separación Iglesia-Estado mantenida en Occidente, incluso por Teodosio el Grande, se vino abajo en Constantinopla, donde unas veces era el Patriarca Ortodoxo quien se metía en el terreno del César y otras era el emperador bizantino quien se metía en el terreno de Dios. En el emperador León III y el Movimiento Iconoclasta esta tensión rompió muros y arrastró a Bizancio a la guerra civil entre Emperador y Patriarca. Ambos Siervos de Dios, Papado y Patriarcado, se miraron con recelo, a la caza de la Supremacía, desde los inicios de la Fundación de Constantinopla. El hecho de la Caída del Imperio de Occidente dejó, en opinión de la Iglesia Católica Bizantina, sin punto de apoyo a la Iglesia Católica Romana. Opinión insana que acabó convirtiéndose en su desgracia, pues al apoyar su existencia en un hombre, aunque emperador, despreció a su Señor, en quien siguió apoyándose el Obispado Romano. Y uniendo su futuro al futuro del Imperio era natural que al caer el Imperio la Iglesia Ortodoxa Bizantina pereciera en sus escombros. Una Caída que le anunciara el Señor de ambas iglesias profetizándoles la Caída de Babilonia la Grande, es decir del Imperio Romano, antes de que Constantino el Grande naciese y antes de que Teodosio dividiese el Imperio entre sus hijos.

La Iglesia Católica Bizantina creyó que, uniendo el Imperio a su Futuro, por amor a Bizancio Dios retiraría su Decreto de Destrucción contra el Imperio. Y viceversa, Constantinopla creyó que uniendo su Futuro al de la Iglesia Imperial Bizantina salvaría su Caída por amor a su Sierva. Lo que demuestra que la forma que tienen de engañarse los hombres son muchas, y de aquí la Necesidad de mantener fresca y viva la Memoria de nuestra Historia, en la que se reflejan las políticas de la Muerte y nos enseña a prevenir sus movimientos en el campo de la Batalla Final que se nos abre en este siglo.

XIII

La revolución cultural carolingia fue fundamental para sacar de los conventos el legado de la Civilización Clásica y Patrística. En su Siglo quedó fijado el Programa de Educación que seguiría la Edad Medieval hasta la Edad Moderna. Con el paso de los siglos y bajo el patrocinio de la Iglesia, de aquí la sujeción de las Ciencias a la Teología, las primeras universidades comenzaron su andadura. Mas el Capítulo que marcó una Nueva Leyenda entre Iglesia e Imperio, antes de las Cruzadas, fue la Guerra de las Investiduras. Ésta Cuestión fue el proceso lógico natural derivado de la corrupción antes referida.

El traspaso de la corona imperial de Francia a Alemania implicó a la nueva aristocracia semibárbara germana a superar o a copiar la relación bizantina entre Iglesia y Estado. Se trataba de hacer de la Iglesia la Sierva del Emperador. De hecho los Obispados y las grandes Sedes estuvieron en las manos de la aristocracia germana. Romper la sujeción de éstas al Papado y hacerlas dependiente del Emperador fue el sueño imperial, que de haberse conseguido hubiese arrastrado a Alemania a una posición de anticristianismo abierto, y la Ley de Separación de Iglesia y Estado establecida por Dios hubiese sido deliberadamente abolida. No quiso Dios que este Mal se consumase. Su consumación, junto al Cisma de Oriente, hubiese dejado a la Europa Cristiana a merced de las fuerzas que ya se preparaban para la Nueva Batalla.

A la altura del Siglo XI, en el que la Liberación del Diablo estaba prescrita, la Reconquista de España para el Cristianismo Universal había entrado ya en su fase de expansión sin límites hasta la Victoria Final del 1492. Las fuerzas musulmanas se habían contraído por el Oeste y se concentraban en el Medio Oriente en dirección hacia Bizancio. Hasta entonces Dios había mantenido vivo el Imperio Romano de Oriente con el fin de edificar la Europea Cristiana y prepararla para la Gran Batalla que se celebraría en el Siglo XVI entre su Reino en la Tierra y el Imperio de la Muerte. Éste, recuperado de la pérdida del Occidente Hispano se reafirmaba en el Oriente Próximo alimentando su espíritu yihadista cin gritos de genocidio contra el mundo cristiano. Cerrada la puerta de la Europa Cristiana por España, había que echar abajo era la Bizantina.

El movimiento del Diablo en el tablero de las naciones era predecible a los ojos de Dios. El Cisma Ortodoxo debilitó la Alianza entre el Occidente y Oriente cristiano, pero la victoria del Siervo de Cristo, Gregorio VII el Grande, sobre el Imperio relanzó a su altura original la gloria del Papado, de la que había descendido durante el Siglo X de la mano de la “Divina Puta Marozia”.

Consciente del peligro que la Caída de la Puerta Bizantina le significaría a una Europa, de proporciones reducidas y aquejada de problemas internos, el Papado supo y pudo ponerse a la altura de las circunstancias y a pesar de la ruptura teológica hizo causa común con el Imperio. Dios tenía decidida la Caída del Imperio Romano de Oriente pero ningún hombre puede ponerle fecha a las decisiones que Dios toma en el Tiempo. Lo que le corresponde a los hombres es actuar acorde a sus tiempos y dejar en las manos de Dios la ejecución de sus todopoderosos designios.

Tocando este Capítulo de la Historia Universal del Cristianismo los historiadores han solido seguir métodos de descripción de las causas, sin pies ni cabeza, hasta el punto de llegar a considerar las Cruzadas una agresión de Occidente. En su profesionalidad incompetente llegan los nuevos historiadores al servicio de causas improcedentes a abolir la Legitimidad de una Causa de Defensa y Socorro Procedente a favor de un Pueblo Hermano como fue el Bizantino. Se automutilan el cerebro los dichos profesionales de la Historia Esclava oficial moderna al olvidar que Bizancio existió antes de que el Islam existiera. Que fue Mahoma quien se declaró en Yihad Genocida Mundial y atacó a Bizancio sin causa belis que se registre. Se olvidan que la Victoria de Heraclio salvó a Bizancio por un tiempo pero jamás se firmó una paz definitiva, sino sólo treguas, que el Islam rompió cuantas veces creyó encontrarse fuerte. Los siglos de guerra continua debilitaron a Bizancio, así que cuando a la altura de la Primera Cruzada, cerrada ya la división entre las dos iglesias, Bizancio lanza un mensaje de socorro a Roma este mensaje no fue una bicoca. El peligro era real. Y si hubiese caido Bizancio en aquel siglo XI la Invasión Musulmana de la Europa Balcánica hubiese tenido consecuencias devastadoras, poniendo en peligro lo creado durante el Milenio pasado. Dios no podía permitir semejante delito. Tampoco podía olvidarse de su Decreto contra el Imperio Romano. Pero cada cosa a su tiempo.

XIV

En aquellos tiempos que corrían, al fuego había que oponerle fuego, al hierro había que responderle con hierro. De esta manera mientras en la Europa Cristiana, estabilizada la Puerta Bizantina, en el Siglo XII comenzaban a surgir las primeras Universidades, que serían la gloria de su Historia Moderna y el semillero donde el árbol de las ciencias, bajo el patrocinio de la Iglesia Católica, echaría sus raíces formales, para crecer fuerte y más tarde convertirse en un monstruo devorando a su propia Madrina, un monstruo surgió del lejano Oriente, Gengis Khan, quien, a pesar de los pesares, debilitó las fuerzas musulmanas de las que se nutría el Islam, lo que permitió que Bizancio respirase hasta su caída en el 1453.

Dios está en guerra. Dios avisa. Dios anuncia. Dios previene. Dios ofrece quitarse de en medio del campo de batalla si no se está en sus filas. Pero cuando Dios avanza, Él no se detiene. El que permanece entre los dos bandos, como si la Guerra entre Dios y la Muerte no fuese con él, acaba bajo las ruedas del Destino que cada cual elige para sí mismo. Si lo elige uno, bien está. Si son otros quienes te lo escriben tu final no es necesario describirlo: ser usado como un soldadito de plomo en una batalla cuyas causas y fines no entiendes.

XV

El siglo XIII fue al Segundo Milenio lo que el Cuarto al Primero. El Cristianismo había vencido a todos sus enemigos externos. Inglaterra se había afianzado como reino. España estaba ya a las puertas de su victoria final. Francia se había hecho grande. Alemania, incapaz de vivir en sociedad de Estado con sus vecinos, se había instalado en una división de pequeños salvajes señores de la guerra bajo la autoridad de un jefe militar imperial sin más realidad que la del título. Polonia había nacido. Los Balcanes seguían siendo parte de Europa todavía. Rusia Cristiana había comenzado su andadura desde Ucrania. Suiza vivía. Italia era. Y sobre todas las naciones la Iglesia Católica Romana dirigía la Civilización hacia un Renacimiento Internacional que haría de las naciones europeas una Entidad Política, más allá de sus particularidades nacionales, Unidas por un mismo Espíritu Divino. Esta Unidad fue la que combatió la Reforma. Pero antes de que ésta se produjese dramáticos acontecimientos habrían de confundir a la cristiandad.

El Cisma de Occidente, la Huida de los Papas a Aviñón, fue el efecto de la voracidad de un obispado italiano que rechazando el Poder de Dios quiso fundar el suyo sobre el Oro que le cobraba a las naciones por el Oficio de los Sacramentos. Por su Poderío territorial se comparaba al Obispo Romano a los grandes señores feudales, con los que se enfrentaba en guerras constantes; sus guerras con las repúblicas italianas o Ciudades-Estados Peninsulares acabaron por expulsarlo de la Península.

Las sucesiones de Papas y Antipapas fueron devastadoras para la gloria de la Sucesión de Pedro.

El Dicho “por vuestra causa es difamado mi Nombre entre los paganos” pareció no haberse dado para los siervos, quienes despreciando a su Señor no dudaron en manchar su rostro con toda clase de males.

Quisieron cerrar aquella Ignominia elevando el Obispado Romano a la condición del Señor, a quien despreció una vez más al declararse Infalible delante de Dios en el Concilio de Constanza. De aquella manera cerrada aquel Capítulo de la Verguenza, llamado para parecer gracioso: La Cautividad Babilónica de la Iglesia, la tragedia de la Segunda Pornocracia Romana vino servida. Quienes recibiieron el Poder de perdonar los pecados se entregaronal Crimen, y por el Poder de su Señor se absolvían de sus crímenes, haciendo de Dios un ídolo pagano sin Espíritu.

Si el Siglo XIV puso las bases para la tragedia, el Siglo XV le abrió la puerta con la sucesión de Papas Pornócratas que tiró a Pedro a los pies Alejandro VI. Se entiende que ante estos hechos los historiadores se hallasen divididos entre quienes se pasaron a las filas del Protestantismo y quienes siguieron en las del Catolicismo. Los primeros justificaron la División de las iglesias en esa conducta del sucesor de Pedro, y olvidando que ni el mismo Dios Hijo Unigénito se atrevió a retirarle la Jefatura de los Obispos a quien su Padre se la diera, sin quererlo, pero haciéndolo, se declararon enemigos de Dios.

Los segundos quisieron pasar por alto semejante delito de desprecio a su Señor, y, sin darle más importancia de la debida a crimen tan horrible, renegaron de la posición del Espíritu Santo por la que el sacerdocio aaronita fuera abolido, que como todos sabemos lo fue por plantarse en una teología maligna de hoy mato y mañana me absuelvo, o mejor me absuelvo hoy que mañana me voy a llenar de sangre hasta las orejas. Acto inmundo a los ojos del Juez Divino que le valió a la casa de Aarón la ruptura de su Contrato y la destrucción de su Templo.

Lutero y Calvino actuando como un dios de dos cabezas, sentenciaron a destrucción el Templo que Cristo levantó, y declararon rota la Alianza por la que su Esposa recibió el Nuevo Sacerdocio Divino. Engañados por el Diablo, que se puso la sotana para mejor ocultar su rostro a las naciones, la Guerra Civil Cristiana se hizo.

Pero lo que se movía en el Tablero de la Guerra entre Dios y la Muerte era una Nueva Batalla de proporciones finales. O al menos eso pensó el príncipe del Infierno. La Guerra Civil religiosa sacudiendo los cimientos de la Unidad Europea, y una vez volada la Puerta Bizantina por la mano del Nuevo Imperio Islámico, la Muerte le ofrecería al Turco-Otomano realizar el sueño que jamás pudo consumar ningún emperador del Oriente: la Conquista de Europa.

Mientras el monstruo de doble cabeza protestante hundía a Europa en la Guerra Civil los ejércitos de la Muerte se preparaban para el asalto final a la Europa Cristiana. En la Constantinopla de los Turcos habían estado rezando por una Guerra Civil Europea que les sirviese romper la Línea de los Balcanes y meterse en el corazón del Continente. Enloquecido por su demencia el monstruo de la doble cabeza luterano-calvinista bendijo la invasión Otomana de Europa.

XVI

El Siglo XVI vio una maravilla. La última de las naciones que salía de su postración, ¡España!, fue colocada de repente a la cabeza de las naciones europeas. Antes de que las naciones centrales luchasen por una Reforma, los reyes Católicos la realizaron por su cuenta. Antes de que siquiera nadie se diese cuenta, España tuvo acceso al tesoro con el que se debía financiar una guerra de las proporciones que se avecinaba. Antes de que nadie pudiera impedirlo, aquel emperador alemán que era menos que un títere fue elevado por España a la cabeza de un Imperio tan real como el Turco-Otomano. Antes que nadie lo viera venir dispuso Dios al ejército invencible católico español a la vanguardia de los ejércitos de ese Imperio. Y antes que al otro lado de los Balcanes lo comprendiesen, la Batalla ya la habían perdido. Escenificarla era todo lo que quedaba. Carlos puso las banderillas, Felipe II clavó el estoque.

Perdida la Gran Batalla en la que el Diablo esperó a aplastar a la Europa cristiana, sólo le quedaba sumir a Europa, su gran enemigo, en una Guerra Mundial Civil. La Guerra de los Treinta Años se hizo. A sus forjadores divinos los juzgará Dios a su tiempo.

XVII

El Mal ya estaba hecho. Donde se esperó recoger Unidad y Fraternidad se recogió Odio y Guerra. Al Monstruo le salió una nueva cabeza, se coronó y se declaró Dios en la Tierra. La demencia se vio elevada a su grado más alto cuando una prostituta real le sucedió a su padre divino como Divinidad del Imperio. And God save the Queen. Mas como todo en este mundo el vómito acaba haciendo devolver a quien lo venera, los mismos que levantaron al ídolo británico huyeron de la crueldad de sus dioses y, cruzando un Océano cubierto de rutas plantaron sus pies en el Nuevo Mundo, de cuyo suelo nació la que sería una Vara de Hierro con la que destruir las naciones como Vasijas de Alfarero en las manos del Rey de los Cielos. Tal es el Origen en Dios de los Estados Unidos ¡God bless America!

XVIII

Desde Europa, pues, se extendió el Evangelio al Nuevo Continente. El Centro y el Sur fue ganado para la Iglesia Católica, y el Norte para las iglesias protestantes. El Diablo había perdido una Nueva Batalla. Con el tiempo las iglesias aprenderían a convivir pacíficamente.

Aunque debilitado el Imperio Español frente al auge del Imperio Británico, ambos Imperios extendieron sus brazos a todo el planeta, llevando a todos el Nombre del Rey de los Cielos y Señor del Universo, Jesucristo

En Europa sin embargo el Absolutismo inició su andadura. Junto a Luis XIV de Francia vemos a Isaac Newton. El Siglo XVII fue el siglo del Renacimiento de las Ciencias. La independencia de las Universidades abrió las puertas al pensamiento, y la Nueva Configuración de las Naciones a establecer la antigua separación Iglesia-Estado sobre bases perennes. Su legado al Siglo XVIII fue de entrada la Guerra de Sucesión Española y de salida la Revolución Francesa.

XIX

El Siglo XIX comenzó con la Guerra de Napoleón contra los reyes del Viejo Mundo, vivió la Revolución Industrial, la Guerra Civil Americana, la Caída del Imperio Otomano y del Imperio Español, el levantamiento del Imperio Ruso de Pedro I el Grande. Grandes acontecimientos que en nada hicieron más felices a los pueblos. Al contrario, la deriva de las ciencias y la filosofía hacia el Ateísmo no hizo sino alejar de la Moral Social los Valores de la Civilización cristiana.

La Moral religiosa del Capitalismo anclada en el protestantismo Calvinista más riguroso, según la cual el pobre es pobre porque no goza del favor de Dios, y el favor de Dios se traduce en oro, determinó que la crueldad moral del mundo antiguo regresase de la tumba y los lazos de fraternidad que se forjaron durante los siglos de la edad de oro del cristianismo fuesen cortados de forma salvaje.

Superadas la esclavitud imperial romana y la servidumbre feudal los pueblos se vieron vendidos a la fuerza del capital que los reducía a la condición de las bestias domesticadas, aptas para el trabajo y una vez consumidas sus fuerzas a ser exterminadas por la propia dureza del trabajo. Saludaron la libertad de pensamiento contra la fe para verse encadenados al capitalismo científico ¡Qué maldad, Señor!

La angustia de los pueblos traicionados por sus religiones liberadoras fue capitalizada por Marx y Engels. El Fantasma del Comunismo había nacido

XX

La última Gran Batalla del Diablo iba a comenzar. Su tiempo se acababa. Mil años le fueron dados para destruir al Género Humano y proclamarse vencedor sobre y contra el mismísimo Dios. Tal como estaban las cosas, a principios del Siglo XX declarar una Guerra Civil Europea que se hiciera Mundial sería coser y cantar. Y sin embargo las armas de destrucción masivas no habían sido inventadas. Confiar en una destrucción absoluta del Género Humano en una guerra hecha a garrotazos sería de ignorantes. Habría que confiarse a una Guerra dotada de dichas armas de destrucción masiva.

Pero como los Estados Unidos fue creada por Dios para ser una Vara de Hierro en su Mano, Alemania siempre fue un arma letal en la mano del Diablo. Enemiga de la Civilización desde los tiempos más oscuros de su existencia, el pueblo germano no aceptó jamás unirse a Europa como un miembro más de la Gran Familia Cristiana. La Reforma no fue más que la ocasión perfecta para hacer valer la monstruosidad de un alma que se negaba a ser una más entre las demás. Parir a Hitler de esas entrañas sería un trabajo muy doloroso, pero lo que no puede el hombre lo puede el Diablo: parió a Lutero, pariría a Hitler. Pondría en sus manos el Arma Atómica y dándole el Poder extendería su Odio a todos los Cristianos de Europa, comenzando así el principio del fin del Cristianismo en la Tierra. La Ciencia, enemiga de la Fe por principios filosóficos, pondría al servicio de su Campeón la Bomba Atómica.

No en vano fue en Alemania donde se gestó la Edad Atómica, Werner von Braun, EisenbergPlank, todos los genios de las ciencias de la Edad Atómica estuvieron bajo el paraguas de la protección del Tercer Reich. La Victoria del Diablo estuvo a un paso de conseguirse.

Pero de nuevo las Naciones se unieron para vencer al Diablo y sus ejércitos. El Rey de los Cielos tomó en su Mano la Vara de Hierro que para la ocasión su Padre le había creado para romper las naciones como vasijas de alfarero, y se presentó en el Campo de Batalla. La Gran Batalla entre Gog y Magog había acabado. Cierto es que entre Hitler y Stalin los USA se encontraron confundidos. Mas no es al hombre a quien le corresponde la decisión, sino a Dios. El Cristianismo había vuelto a vencer. Al Diablo sólo le quedaba ya oír el Decreto de su Expulsión de la Tierra. A partir de ese momento el Género Humano se enfrentaría a la Muerte, el Último Enemigo, verdadero autor intelectual de la Caída.

XXI

Y aquí estamos. La Muerte ya ha comenzado su obra de extinción de la Vida. Fue su trabajo durante la Eternidad. Antes de que Dios iniciase su Odisea por la Inmortalidad de todos los seres, extinguir, devolver al polvo lo que del polvo vino era su trabajo, es su naturaleza.

Y está en la nuestra ser hijos de Dios.

Y manos a la obra. Queriendo decir solamente que los libros aquí pegados proceden de colecciones de libre acceso en Internet. Los originales son PDFS. Yo simplemente me sirvo de ellos para darle un formato Word y alimentar el deseo de dirigirse a las Librerías y comprarse libros en el formato tradicional de siempre. He organizado esta Biblioteca en secciones: Patrística, Historia de la Iglesia, Reforma, Teología, Apologética, etcétera. Por lo demás el alimento es bueno; aquello que considero no bueno no lo quiero para mí ni para nadie. Ser lector es saber elegir. Leer para Matar el tiempo no es mi lema. Si alguno quiere aconsejarme un libro para su acceso o convierte algunos de éstos en Word y los corrige y le da forma HTML, puede enviarme el link o simplemente pasarme la corrección para su acceso libre.

CRYS

 

 

 

 

 

 

BIBLIOTECA DE HISTORIA UNIVERSAL DEL CRISTIANISMO

Y DE LA IGLESIA /Sala española

 

Salas inglesa y Francesa

A HISTORY OF NEW TESTAMENT TIMES IN PALESTINE,

175 BC-70 A.D.

HISTORY OF THE CHRISTIAN CHURCH IN THE FIRST CENTURY

EARLY HISTORY OF THE CHRISTIAN CHURCH FROM ITS FOUNDATION TO THE END OF THE THIRD CENTURY

HISTORY OF THE CHRISTIAN CHURCH FROM THE ASCENSION OF JESUS CHRIST TO THE CONVERSION OF CONSTANTINE.

MONTANISM AND THE PRIMITIVE CHURCH A STUDY IN THE ECCLESIASTICAL HISTORY OF THE SECOND CENTURY.

HISTORY OF THE CHURCH FROM THE EDICT OF MILAN,

A.D. 313,

TO THE COUNCIL OF CHALCEDON,

A.D. 451.

THE LIVES OF THE SAINTS: BOOK 1

S. CONCORD (ABOUT 175.) ELVAN AND MYDWYN. (about 198.) S. ARCADIUS of Mauretania (ABOUT A.D. 260.) S. LUCIAN AT BEAUVAIS died c. 290 AD S. PETER BALSAM (A.D. 291.) S. MARCIANA (about 300.) THE MARTYRS IN THE THEBAID. (ABOUT A.D. 302.) S. MACRA OF RHEIMS (ABOUT 303.) SS. JULIAN, BASILISSA, CELSUS, AND COMPANIONS (ABOUT 310.) S. LUCIAN OF ANTIOCH (ABOUT 312.) HERMYLUS AND STRATONICUS OF BELGRADE. (A.D. 315.) S. GORDIUS (about 320.) S. PETER OF SEBASTE. (ABOUT 387.) S. MACARIUS OF ALEXANDRIA (A.D. 394.) PALAEMON(4th Century) [From the authentic life of S. Pachomius, of whom S. Palaemon was the master.] SS. TIGRIS AND EUTROPIUS (a.d. 404.) S. TELEMACHUS (ABOUT 404.) S. S LETICA(4TH CENT.) S. APOLLINARIS SYNCLETICA  (BEGINNING OF 5TH CENT.) S. MARCIAN (ABOUT 476. ) S. SEVERINUS OF NORICUM (A.D 482.) Patron of Austria, Vienna, Bavaria. S. GENOVEVA ( 512.)

A.D. 310-367

ST. HILARY OF POITIERS

Select Library oF The Nicene and Post-Nicene Fathers of The Christian Church. VOL 9

St. Hilary of Poitiers & John of Damascus

A.D. 409-493

THE LIFE AND WORKS OF OUR HOLY FATHER,ST. DANIEL THE STYLITE

PDF: Nice Reading
 

MANUAL OF UNIVERSAL CHURCH HISTORY (PDF)

VOLUME 1 --- VOLUME 2--VOLUME 3

 
 
 

Patrology : the lives and works of the fathers of the church

 

THE CAMBRIDGE HISTORY OF CHRISTIANITY

V 1 / V 2 / V 3 /V 4 / V 5 / V 6 / V 7 / V8 / V 9

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The Cambridge History of Early Christian Literature

CONSTANTINE THE GREAT

THE REORGANISATION OF THE EMPIRE AND THE TRIUMPH OF THE CHURCH

CAMBRIDGE MEDIEVAL HISTORY . VOLUME I

THE CHRISTIAN ROMAN EMPIRE AND THE FOUNDATION OF THE TEUTONIC KINGDOMS

THE ARIANS OF THE FOURTH CENTURY

JOHN KAYE

SOME ACCOUNT OF THE COUNCIL OF NICAEA,IN CONNECTION WITH

THE LIFE OF ATHANASIUS

ST. HILARY OF POITIERS

A.D. 310-367.

SAINT AMBROSE

HIS LIFE AND TIMES

340 - 397

SAINT JEROME (346–420 )

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POPE LEO THE GREAT

NEOPLATONISM IN RELATION TO CHRISTIANITY HTML

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NEOPLATONISM PDF

The Neo-Platonists; a study in the history of Hellenism PDF

 

ISIDORE OF SEVILLE

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AN ENCYCLOPEDIST OF THE DARK AGES

CAMBRIDGE MEDIEVAL HISTORY . VOLUME II

THE RISE OF THE SARACENS AND THE FOUNDATION OF THE WESTERN EMPIRE A.D. 500-800

DR. K. K HAGEKBACH

A HISTORY OF CHRISTIAN DOCTRINES.

VOLUMEN I -- VOLUME II --- VOLUME III

HISTORY OF THE CHRISTIAN CHURCH FROM THE APOSTOLIC AGE TO THE REFORMATION

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THE HISTORY AND LIVES OF THE POPES DURING THE LOMBARD RULE

THE HISTORY AND LIVES OF THE POPES DURING THE CAROLINGIAN EMPIRE

705 - 891 A.D.

THE HISTORY AND LIVES OF THE POPES IN THE DAYS OF FEUDAL ANARCHY

891 - 1048 A.D.

ANSKAR

THE APOSTLE OF THE NORTH

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THE LIFE AND TIMES OF HINCMAR

ARCHBISHOP OF RHEIMS

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THE LIFE OF POPE GREGORY VII

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THE HISTORY AND LIVES OF THE POPES OF THE GREGORIAN RENAISSANCE

1040-1130 A.D.

MATILDA OF TUSCANY

1046 - 1115 A.D.

CAMBRIDGE MEDIEVAL HISTORY

VOLUME IV

THE CONTEST BETWEEN EMPIRE AND PAPACY

600 -1300 A.D.

THE LIFE AND TIMES OF INNOCENT III

1160 - 1216 A.D.

CAMBRIDGE MEDIEVAL HISTORY

VOLUME VI

VICTORY OF THE PAPACY

THE CAMBRIDGE MEDIEVAL HISTORY.

VOLUME VII.

DECLINE OF EMPIRE AND PAPACY

FROM JUSTINIAN TO LUTHER

AD 518—1517

HISTORY OF THE POPES FROM THE CLOSE OF THE MIDDLE AGES

FROM MARTIN V TO CLEMENT VII,

A.D. 1417 TO 1534

 

A HISTORY OF THE POPES FROM THE GREAT SCHISM TO THE SACK OF ROME

 

BOOK I THE GREAT SCHISM. 1378-1414 BOOK II THE COUNCIL OF CONSTANCE.1414-1418. BOOK III THE COUNCIL OF BASEL.1419-1447. BOOK IV. THE PAPAL RESTORATION.1444—1464.BOOK V. THE ITALIAN PRINCES. 1464—1518. BOOK VI. THE GERMAN REVOLT. 1517—1527

 

THE RENAISSANCE

 

THE REFORMATION

 

THE REFORMATION
IN GERMANY

 

THE MEDICI POPES

LEO X AND CLEMENT VII

 

Julius II Improved position of the House of Medici—Leo Decimus Pontifex Maximus : Leo X—Adrian VI— Clement VII—The Sack of Rome— The Later Medici Popes: Gian-Angelo Medici of Milan, Pius IV— Alessandro de' Medici of Florence, Leo XI

LUDWIG VON PASTOR'S

HISTORY OF THE POPES FROM THE CLOSE OF THE MIDDLE AGES

VOLUMES XXV & XXVI .

 

PAUL V.

(1605-1621)

MUCH has been written of the sufferings of foreigners in the recent Boxer uprising and correspondingly little of the conduct of the Chinese Christians. At a recent meeting of the North China Conference of the Methodist Episcopal Church it was decided to inquire minutely into the persecutions from the standpoint of the natives, in the belief that a more adequate understanding of their heroism would be a stimulant to the faith of the Church. A committee was therefore appointed, and the native pastors were requested to gather up and forward reports of such cases as might be considered representative of the persecutions as a whole. To these reports were added such incidents in the lives of certain of the members as would contribute to a proper estimate of their character, and thus enable the reader to see the persecutions in their proper settings. Some of these accounts were put in story form, others were strung together in the order in which they happened, and nearly all are given in the words of those who suffered. We need not add that all were not equally faithful; but as the world is not interested in human failure, but only in success, we felt safe in recording only the experiences of those who were true to the faith they professed, and assuring the reader that but a small proportion of the persecuted played the part of the coward— most of these under circumstances which would have tested the courage of either the reader or the writer. I. T. H. Peking, July, 1902

A.D.

 

THE CHURCHES SEPARATED FROM ROME

CONTENTS I. The Church of England II. The Eastern Schisms - 1. The National Churches East of the Roman Empire 2. The Monophysite Schisms III. The Encyclical of the Patriarch Anthimius IV. The Roman Church before the Time of Constantine V. The Greek Church and the Greek Schism VI. Ecclesiastical Illyria VII. The Christian Missions South of the Roman Empire - 1. The Sahara 2. Nubia 3. Axoum and Himyar 4. The Arabs

 

A Select library of Nicene and post-Nicene fathers of the Christian church

VOL 1 / VOL 2 / VOL 3 / VOL 4 / VOL 5 / VOL 6 / VOL 7 / VOL 8 / VOL 9 / VOL 10 / VOL 11 / VOL 12 / VOL 13 / VOL 14

v. 1. Eusebius: Church history, Life of Constantine the Great, and Oration in praise of Constantine //// v. 2. Socrates, Sozomenus: Church histories. ////.--v. 3. Theodoret, Jerome Gennadius, Rufinus: Historical writings, etc. ////.--v. 4. St. Athanasius: Select works and letters. ////.--v. 5. Gregory of Nyssa: Dogmatic treatises, etc. ////.--v. 6. St. Jerome: Letters and select works, ////.--v. 7. S. Cyril of Jerusalem. S. Gregory Nazianzen. ////.--v. 8. St. Basil: Letters and select works. ////.--v. 9. St. Hilary of Poitiers, John of Damascus, ////.--v. 10. St. Ambrose: Select works and letters. ////.--v. 11. Sulpitius Severus. Vincent of Lerins. John Cassian, ////.--v. 12. Leo the Great. Gregory the Great. ////.--v. 13. Part II. Gregory the Great. Ephraim Syrus. Aphrahat. ////.--v. 14. The seven ecumenical councils. ////

 

 

NEOPLATONISM

150-215

CLEMENT OF ALEXANDRIA

200-250

HYPPOLITUS AND CALLISTUS

200-258

SAINT CYPRIAN

272-337

CONSTANTINE THE GREAT

300-400

HILARY OF POITIERS & SAINT MARTIN OF TOURS

329-379

SAINT BASIL THE GREAT

331-363

JULIAN THE APOSTATE Philosopher And Emperor

340-397

SAINT AMBROSE

347-407

SAINT JOHN CHRYSOSTOM

347-420

SAINT JEROME

354-430

SAINT AGUSTINE

373-463

SAINT PATRICK

389-477

GENSERIC, KING OF THE VANDALS

395-453

ATTILA KING OF THE HUNS AND HIS PREDECESSORS

450-528

JUSTIN THE FIRST

454-726

THEODORIC THE GOTH

d. 477

GENSERIC, KING OF THE VANDALS

521-597

SAINT COLUMBA

540-604

POPE GREGORY I THE GREAT

560-636

ISIDORE OF SEVILLE

700-781

LIFE OF ST. WALBURGE.

748-814

CHARLEMAGNE. THE HISTORY OF THE FRANKS

801-865

ANSKAR, THE APOSTLE OF THE NORTH

806-882

HINCMAR

841-870

SAINT EDMUND King And Martyr

d. 877?

The life of Saint Neot

 1015 –1085

THE LIFE AND TIMES OF HILDEBRAND , POPE GREGORY VII

 

1046-1115

MATILDA OF TUSCANY

1080–1134

SAINT NORBERT

1094-1148

SAINT MALACHY O'MORGAIR

1118-1170

THOMAS A BECKET

1135–1140

SAINT HUGH OF LINCOLN

1160-1216

POPE INNOCENT III THE GREAT

1170-1221

St. DOMINIC Founder Of The Friars Preachers

1182-1226

St FRANCIS OF ASSISI

1191-1231

SAINT ANTHONY OF PADUA

1192-1280

ALBERT THE GREAT

1194-1253

SAINT CLARE OF ASSISI

1207-1231

SAINT ELIZABETH OF HUNGARY, DUCHESS OF THURINGIA

1216-1227

POPE HONORIUS III

1347-1380

Catherine of Siena and her companions-v1 //// St Catherine of Siena and her companions-v2

1369-1415

JOHN HUS

1375–1447

Cardinal Beaufort

1380-1444

ST BERNARDINE OF SIENA

1384-1440

ST. FRANCES OF ROME

1386-1456

Saint John Capistran

1412-1431

JOAN OF ARC_ THE MAID

1420-1498

TOMAS DE TORQUEMADA

1436-1517

Cardinal XIMENEZ

1504-1572

PIUS V

1519-1605

THEODORE BEZA

1443-1513

POPE JULIUS II

1452-1498

GIROLAMO SAVONAROLA

1467-1519

JOHN COLET

1471-1530

CARDINAL WOLSEY

1474-1566

Bartolome de LAS CASAS

1475-1564

Michelangelo Buonarroti-1 // Michelangelo Buonarroti-2

1478-1535

SAINT THOMAS MORE

1480-1530

PRINCESS MARGUERITE OF AUSTRIA

1480-1547

Saint Gaetan Founder Of The Order Of Théatins

1483-1546

MARTIN LUTHER

1490-1555

HUGH LATIMER

1491-1545

HENRY VIII

 

1491-1556

SAINT IGNATIUS OF LOYOLA

1495-1507

LIFE AND TIMES OF CARDINAL XIMENEZ

1500-1558

CHARLES V

1514-1572

JOHN KNOX

1515-1582

SAINT TERESA

1517-1572

PETER RAMUS and the educational reformation of the sixteenth century

1522-1534

ADRIAN VI AND CLEMENT VII

1526-1581

SAINT LOUIS BERTRAND

1527-1598

PHILIP II OF SPAIN

1550-1568

SAINT STANISLAS KOSTKA

1550-1614

SAINT CAMILLUS OF LELLIS

1580-1654

ST PETER CLAVER

1585-1642

CARDINAL RICHELIEU

1602-1661

MAZARIN

1651-1719

JOHN BAPTISTE DE LA SALLE : founder of the Brothers of the Christian Schools

1721-1808

DAVID ZEISBERGER, Western pioner and apostle of the Indians

1774-1849

Life Of Cardinal Mezzofanti

1796-1859

HORACE MANN

1801-1890

John Henry Cardinal-Newman-1 // John Henry CardinalNewman-2

1808-1892

Cardinal Manning archbishop of Westminster -1 // CardinalManning 2 /

1810-1903

Pope LEO XIII

 

PDF: Nice Reading

The Complete Ante Nicene Nicene And Post Nicene Church Fathers

Hilaire de Poitiers avant l'exil : recherches sur la naissance, l'enseignement et l'épreuve d'une foi épiscopale en Gaule au milieu du IVe siècle

THE CHURCH IN THE ROMAN EMPIRE BEFORE A.D. 170

EARLY CHURCH HISTORY TO A.D. 313 (VOL.2)

THE EARLY CHRISTIANS IN ROME

EARLY CHRISTIAN DOCTRINES

CHRISTIAN WORSHIP: ITS ORIGIN AND EVOLUTION, A STUDY OF THE LATIN LITURGY UP TO THE TIME OF CHARLEMAGNE,

THE CONFLICT OF RELIGIONS IN THE EARLY ROMAN EMPIRE

 

MANUAL OF UNIVERSAL CHURCH HISTORY (PDF)

VOLUME 1 --- VOLUME 2--VOLUME 3

 

CHRISTIAN WORSHIP

its origin and evolution. A study of the Latin liturgy up to the time of Charlemagne

 

THE CHURCHES SEPARATED FROM ROME

 

Patrology : the lives and works of the fathers of the church

 

THE CAMBRIDGE HISTORY OF CHRISTIANITY

V 1 / V 2 / V 3 /V 4 / V 5 / V 6 / V 7 / V8 / V 9

----------------------

The Cambridge History of Early Christian Literature

 

 

HISTOIRE DU CHRISTIANISME,

DES PAPES

ET

DES ÉGLISES

 

   

 

HISTOIRE DES PERSECUTIONS,

PAUL ALLARD

 

 

LES PERSÉCUTIONS PENDANT LES DEUX PREMIERS SIÈCLES

------------------------------------

LES PERSÉCUTIONS PENDANT LA PREMIÉRE MOITIÉ DE TROISIÉME SIÉCLE

(SEPTIME SÉVERE, MAXIMIN, DÈCE)

------------------------------------

LES DERNIERES PERSÉCUTIONS DU TROISIÈME SIÈCLE

(GALLUS, VALÈRIEN, AURÈLIEN)

-------------------------------

LA PERSÉCUTION DE DIOCLÉTIEN ET LE TRIOMPHE DE L’ÉGLISE (285-323)

 

 

LES
CHRÉTIENS
DANS L'EMPIRE ROMAIN
DE LA FIN DES ANTONINS AU MILIEU DU IIIe SIÉCLI
[180-249]

 

 

SAINT CYPRIEN
ET
L'ÉGLISE D'AFRIQUE AU III' SIÈCLE

 

 

L’ÉGLISE

ET

L’EMPIRE ROMAIN AU QUATRIÈME SIÈCLE

 

 

Tableau de l'éloquence chrétienne au IVe siècle

HISTOIRE DE LA DESTRUCTION DU PAGANISME EN OCCIDENT . volume 1

HISTOIRE DE LA DESTRUCTION DU PAGANISME EN OCCIDENT . volume 1

VIE DE SAINT ANTOINE

MEDIEVAL HISTORY. THE ARIANS OF THE FOURTH CENTURY (cristoraul.org)

HISTOIRE DE SAINT AMBROISE

VIE DE SAINT ATHANASE, patriarche d'Alexandrie

 

LA FRANCE

ET LE GRAND SCHISME D’OCCIDENT

VOL. 1 -- VOL 2 -- VOL. 3 -- VOL. 4

CÉSAR BORGIA
1476-1507
SA VIE — SA CAPTIVITÉ — SA MORT

livre 1 .PREMIÈRE PARTIE ,LA JEUNESSE DE CÉSAR

livre 2. DEUXIÈME PARTIE. CÉSAR DUC DES ROMAGNES

 

   

 

HISTOIRE UNIVERSELLE L'ÉGLISE 1

HISTOIRE UNIVERSELLE L'ÉGLISE 2

HISTOIRE UNIVERSELLE L'ÉGLISE 3

le docteur JEAN ALZOG

Tableau de l'éloquence chrétienne au IVe siècle

Histoire de l ́Eglise de Rome de l'an 192 au 224

HISTOIRE DE LA DESTRUCTION DU PAGANISME EN OCCIDENT . volume 1

HISTOIRE DE LA DESTRUCTION DU PAGANISME EN OCCIDENT . volume 1

VIE DE SAINT ANTOINE

MEDIEVAL HISTORY. THE ARIANS OF THE FOURTH CENTURY (cristoraul.org)

VIE DE SAINT ATHANASE, patriarche d'Alexandrie

HISTOIRE DE SAINT AMBROISE

HISTORY OF THE MARTYRS IN PALESTINE

HISTOIRE DE SAINTE PERPETUE ET SES COMPAGNONS

Histoire littéraire de l'Afrique chrétienne

L'armée romaine d'Afrique et l'occupation militaire de l'Afrique sous les empereurs

The Passion of SS. Perpetua and Felicity

Les actes des martyrs depuis l'origine de l'église chrérienne jusquá nos temps

Les esclaves chrétiens depuis les premiers temps de l'Église jusqu'à la fin de la domination Romaine en Occident

The life of Saint Jerome, the great doctor of the church

Histoire de saint Jérôme, père de l'Église au IVe siècle : sa vie, ses écrits et ses doctrines : v1

Histoire de saint Jérôme, père de l'Église au IVe siècle : sa vie, ses écrits et ses doctrines : v2

Histoire de Gregoire VII v 1

Histoire de la lutte des papes et des empereurs de la maison de Souabe, de ses causes et de ses effets v 2 :

Histoire de la lutte des papes et des empereurs de la maison de Souabe, de ses causes et de ses effets v 3 :

Histoire de la lutte des papes et des empereurs de la maison de Souabe, de ses causes et de ses effets v 4 :

Louis XI et le Saint-Siege (1461-1483)

La cour de Rome et l'esprit de reforme avant Luther v 1

La cour de Rome et l'esprit de reforme avant Luther v 2

La cour de Rome et l'esprit de reforme avant Luther v 3

Histoire littéraire de l'Afrique chrétienne

Les Actes des martyrs de l'Egypte ... v1 : Hyvernat, Henri, 1858-1941

Les actes des martyrs de l'Êglise copte; etude crtique : Amélineau, E. (Emile), 1850-1915

Les Actes Des Martyrs d'Orient : L'Abbe F. LaGrange :

Les actes des martyrs depuis l'origine de l'église chrérienne jusquá nos temps : Benedictines. Congrégation de France (Solesmes)

Les origines chrétiennes dans la province romaine de Dalmatie

Vies des Pères, des martyrs et des autres principaux saints, tirées des actes originaux et des monumens les plus authentiques, avec des notes critiques et historiques

Histoire générale des auteurs sacrés et ecclésiastiques, qui contient leur vie, le catalogue, la critique, le jugement, la chronologie, l'analyse et le dénombrement des différentes éditions de leurs ouvrages..

Le Liber pontificalis; texte, introduction et commentaire par L. Duchesne (Volume 1)

Le Liber pontificalis; texte, introduction et commentaire par L. Duchesne (Volume 2)

Internet Archive Search: collection:jstor_cathhistrev

History of the martyrs in Palestine : Eusebius, of Caesarea, Bishop of Caesarea, ca. 260-ca. 340

Histoire ecclésiastique, livres 1-[10] : Eusebius, of Caesarea, Bishop of Caesarea, ca. 260-ca.

Boissier, la Fin du paganisme

Duchesne, Histoire ancienne de l’Église

Lecoy de la Marche, Saint Martin

Beugnot, Histoire de la destruction du paganisme en Occident

Saint Maurice et la légion Thébéenne

Les martyrologes historiques du Moyen-Âge : étude sur la formation du martyrologe romain : Quentin, Henri, 1872-1935

HISTOIRE UNIVERSELL DE L'EGLISE CATHOLIQUE

Saint Ambroise (340-397) : Broglie, Albert de,

Histoire de saint Ambroise

JACQUES-BÉNIGNE BOSSUET

Oeuvres complètes de Bossuet

(bibliotheque-monastique.ch)

 

— Jules Simon, Histoire de l'Ecole d' Alexandrie. —

Histoire de l'école d'Alexandrie : v1

Histoire de l'école d'Alexandrie : v2

The philosophy of Plotinus .v1

The philosophy of Plotinus .v2

The problem of evil in Plotinus

The ethical treatises : being the treatises of the first Ennead with Porphyry's Life of Plotinus, v1

The ethical treatises : being the treatises of the first Ennead with Porphyry's Life of Plotinus, v2

 

 

 

 

Tradition de l'église sur l'institution des évêques : Félicité Robert de Lamennais

Histoire du dogme catholique pendant les trois premiers siècles de l'Église et jusqu'au concile de Nicée v1, par M. L'abbé Ginoulhiac

Histoire du dogme catholique pendant les trois premiers siècles de l'Église et jusqu'au concile de Nicée v2, par M. L'abbé Ginoulhiac

Internet Archive Search: Histoire des conciles d'après les documents originaux

Church historians : including papers on Eusebius, Orosius, St. Bede the Venerable, Ordericus Vitalis, Las Casas, Baronius, Bollandus, Muratori, Moehler, Lingard, Hergenroether, Janssen, Denifle, Ludwig von Pastor

 

Cours d'histoire ancienne: Introduction à l'histoire de l'Asie Occidentale : Charles Lenormant

Mémoire sur les antiquités du Bosphore Cimmérien : Charles Lenormant

Internet Archive Search: Wallon., Histoire de l’esclavage dans l’antiquité