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CAPÍTULO 67
INMENSA
CONCENTRACIÓN IZQUIERDISTA A LAS PUERTAS DE MADRID
Lerroux,
desplazado de la jefatura del Gobierno sin aparente justificación, merece a
juicio de sus amigos y aliados ser desagraviado. El homenaje, buena ocasión
para hacer patente la solidez de la alianza gubernamental, consiste en un
banquete en el Hotel Ritz (9 de octubre), con asistencia del jefe del Gobierno,
ministros, presidente de las Cortes, jefes de los cinco partidos ministeriales
y doscientos diputados. Gil Robles ofrece «el acto que no va contra algo ni
contra nadie, pero que afirma la voluntad del bloque ministerial de persistir».
«El Bloque nació como una exigencia indeclinable de las Cortes elegidas en
1933.» Su programa «no está agotado» y además «garantiza el mecanismo
constitucional, puesto que hace viable la formación de Gobiernos, ya que la
disolución del actual Parlamento agota la facultad presidencial». El Bloque no
es rígido ni hermético: «acepta a todas aquellas fuerzas que coinciden con
nosotros en los postulados fundamentales». Está dispuesto, «sin perder las
diferencias que nos separan en programas e ideas, a ser regulador de las
energías
Responde
Lerroux con palabras conmovidas de agradecimiento. «Cuando nació la República
—afirma—, advertí que el contingente de republicanos, tan pequeño que apenas
pasaba de los cuadros de mando, se vería desbordado por la masa neutra que
había dado el triunfo.» «Sin esa masa neutra la República no existiría.
Entonces me sentí ligado y obligado a esos hombres neutrales y quise reparar la
injusticia que con ellos habíamos cometido.» «Fui yo el que tuvo la suerte de
recoger la inmensa generosidad de esos hombres nuevos, que en la primera etapa
de mi Gobierno me dieron sus votos sin exigir nada a cambio. Si así no se
hubiese hecho, tened por seguro que la República habría estado en inminente
peligro de perecer...» «Bendigo mi suerte, que me deparó el tratar con estos
hombres que no son de mi carne, ni de mi sangre, ni de mi espíritu, pero de los
que no he tenido que lamentar lo que he lamentado de otros hombres de mi
sangre, de mi carne y de mi espíritu...» «Pasará mucho tiempo antes de que este
bloque se rompa...» «Dará lugar a que los matices diferenciales entre el centro
y la derecha y el centro y la izquierda se llenen con dos partidos
absolutamente necesarios, que contribuirán a la consolidación y establecimiento
del régimen.» «Levanto mi copa —dijo al terminar— por el Jefe del Estado, por
la República y por España.»
Derechas e
izquierdas interpretan el homenaje a Lerroux como una demostración de firmeza
en la alianza ministerial frente a la tormenta revolucionaria, que relampaguea
y ruge en el horizonte. Sin embargo, el acto irrita y saca de sus casillas a
Alcalá Zamora, que en Consejo del día siguiente (10 de octubre) no puede
contener su disgusto e iracundia contra Chapaprieta,
Gil Robles y Lerroux. Escribe este último (76): «Le había
* * *
En medio de
los sinsabores y decepciones proporcionados por la última crisis, el Gobierno
tiene puesta su esperanza en el ministro de Hacienda y ahora presidente del
Consejo, Chapaprieta, que infunde optimismo y
entusiasmo a sus compañeros, con noticias en cada Consejo de los progresos en
su labor de nivelación y saneamiento económico a punto de darle cima y remate.
Mientras llega ese momento, las Cortes discuten y aprueban el proyecto de ley
creando el Patrimonio Forestal del Estado, «obra de una Comisión de técnicos de
todas clases», realizada —dice Jiménez Fernández, (3 de octubre) — en su época
de ministro de Agricultura. Se discute también un proyecto sobre protección a
las industrias y construcciones marítimas y otro referente a fabricación de combustibles
líquidos. Pero el tema que apasiona y enciende los ánimos de los diputados al
rojo vivo es el de la retirada de 400.000 quintales métricos de excedentes de
trigo, por la forma de conducirse las empresas encargadas de la recogida del
cereal. «El problema más grave que tiene España», según el conde de Romanones,
el cual dice en las Cortes (8 de octubre) que en los últimos cuatro años «el
agro español no ha conocido un momento de tranquilidad». A pesar de que en esos
años cada cosecha ha sido mejor que
Y suena la
hora (15 de octubre) de que el ministro de Hacienda dé a conocer sus proyectos
a la Cámara y el resultado de la aplicación de la Ley de Restricciones. Se han
realizado tres conversiones de la Deuda y está en marcha la cuarta, lo cual
supone para el Tesoro Público una reducción de 75 millones. Hay otras deudas
especiales, que también serán convertidas si las Cortes lo autorizan. Uno de
los proyectos reduce el interés legal del dinero al 4 por 100. Si se emite
Deuda flotante, el interés no excederá del 3 por 100. «También en obligaciones
generales he hecho una reducción en Clases Pasivas y de todos los proyectos en
ninguno ha sido más honda mi preocupación que en éste.» Todo ello producirá una
baja de 50 millones en este capítulo del Presupuesto.
Por
reducción de funcionarios, las economías suponen 108 millones, más 46 millones
aplazados, «por no poner a millares de empleados en la calle», pero,
«diciéndoles que son Cuerpos a extinguir y estableciendo reglas fatales». «La
economía que presento a la Cámara, en definitiva es de 413 millones de
pesetas.» «En el capítulo de ingresos, el año 1934 se recaudaron 3.883 millones
de pesetas, y según mis cálculos, en el año 1936 se habrán de recaudar 4.421
millones.» «Traigo una reforma muy extensa de impuestos, más procesal que de
fondo, que va más contra el ocultador o defraudador que contra el contribuyente
de buena fe.» La reforma de contribución territorial, inspirada en un principio
de justicia social consiste en aumentar las cuotas a los líquidos imponibles
superiores a 20.000 pesetas. El proyecto de Utilidades eleva la cuota de todas
las rentas fijas al 15 por 100 e introduce en España la Sociedad de cartera,
«que aquí no han podido tener arraigo porque por incomprensión del Fisco tales
sociedades están sujetas a iguales gravámenes que las Sociedades de donde
proceden las acciones de carteras».
Otro de los
proyectos se refiere al régimen de alcoholes. «En España se defrauda en materia
de alcoholes por lo menos la tercera parte de la producción.»
En el impuesto sobre la renta, se fija el límite en 80.000 pesetas. Se
transforman los impuestos sobre consumo de luz, gas y cloruro de calcio, Timbre
y Derechos Reales. En este último se hacen rebajas en subrogación de hipotecas.
Se hará una revisión meticulosa de todas las exenciones tributarias concedidas
para que no queden en pie más que las plenamente justificadas. Se modifica todo
lo que se refiere al régimen de inspección y recaudación de los tributos.
Los ingresos
por la reforma tributaria los calcula el ministro en 160 millones de pesetas y
el aumento total en la recaudación en 500 millones, pues «sólo en el tiempo que
rijo el Ministerio ha crecido en 172 millones», En todos mis cálculos «me quedo
próximamente a la mitad». En resumen: «en los gastos se introduce una economía
de 400 millones de pesetas y en los ingresos se alcanza una aumento de 500
millones, o sea, una mejora en el Presupuesto de 900 millones de pesetas». Los
gastos del Presupuesto suman 4.569 millones de pesetas; los ingresos, 4.421
millones, y el déficit, que en el actual es de 800 millones, queda reducido en
el próximo a 148 millones, no obstante consignar 250 millones para Defensa
Nacional y 400 millones para Obras Públicas. Si el presupuesto de 1936 es
administrado conforme a estos proyectos, será liquidado, si no con superávit,
desde luego sin déficit. Creo que por primera vez desde hace muchos años se va
a dar el caso de que en el presupuesto no se pida autorización para emitir Deuda.
Cuando se diga que el Estado no va a necesitar más dinero del ahorro, ese
dinero acudirá a inyectarse en la economía de España. «Lo digo para que todo el
mundo lo sepa, que el Estado español ya no necesita dinero de los capitalistas,
pues con lo que produzcan los tributos puede atender a todas sus necesidades y
la economía española se va a desenvolver de manera distinta a como se venía
desenvolviendo desde los años 1908 y 1909, en que por desgracia para España se
presentó el déficit que no se ha podido contener.»
La sorpresa
de la mayoría de los diputados, por lo que oyen, no es para dicha. Chapaprieta ha empleado un lenguaje de taumaturgo, en el
mismo salón de sesiones, donde siempre que se trató de la salud económica, fue
para diagnosticar males gravísimos e incurables. ¿Cómo podría ser verdad tanta
belleza, en un organismo devorado por el cáncer revolucionario? A B C (16 de
octubre) elogia la obra de Chapaprieta: «En la
historia de la Hacienda pública tiene pocos precedentes un esfuerzo semejante.
Júzguese como se quiera, la obra total del ministro de Hacienda conduce
seguramente a la nivelación, si no inmediata, muy próxima: representa una
mejora en la situación y una evolución gradual y periódica muy
ventajosa de la economía del Estado y del país». Sin embargo, muchos de los
diputados en cuyos votos confía el ministro de Hacienda, y por supuesto, los
innumerables enemigos del Gobierno, no prestan atención a las visiones
deslumbrantes y prometedoras del economista, porque tienen puesta su mirada y
su preocupación en otros asuntos que harán inútil el gigantesco andamiaje
levantado por el hacendista.
* * *
El huracán
revolucionario arrecia conforme el Gobierno multiplica las señales de debilidad
y transigencia. El Consejo de ministros (10 de octubre) acuerda mantener el
estado de alarma en once provincias, el de prevención en trece y restablecer
las garantías constitucionales en veintiséis. Acuerda también la apertura en
Barcelona de todos los centros políticos, con excepción de los del Estat Catalá. Autoriza al partido socialista para celebrar
su Congreso Nacional y un mitin en Madrid, el primero después de los sucesos de
octubre de 1934. «Saludamos —escribe La Libertad (15 de octubre) — el acto
socialista como el principio de una heroica lucha por la salvación de la
República.» En un acto de izquierdas en Alicante, Casares Quiroga anuncia:
«Cuando seamos poder no habrá elecciones hasta que no hayamos eliminado a todos
los enemigos de la República.» El aniversario de la revolución de Octubre, es
celebrado por la Prensa de izquierdas y la clandestina con arrebatadas
exaltaciones En una hoja del Socorro Rojo Internacional se dice: «Este
aniversario recuerda la página más gloriosa del heroísmo antifascista
internacional. Hace un año tomabais las armas y organizabais los batallones
libertadores, e imitando a los gloriosos Comuneros de París y a la Comuna victoriosa
soviética, levantasteis la bandera de la insurrección.» El partido socialista,
contrario a la semana de agitación propuesta por los comunistas, publica un
manifiesto en el que hace constar su solidaridad con los camaradas asturianos.
En
contraste, en el acto de entrega de una bandera regalo del Presidente de la
República a las fuerzas de Seguridad (29 de septiembre), celebrado en el Retiro
de Madrid, se recuerda que en cuatro años de República han muerto en actos de
servicio 140 guardias de Seguridad y Asalto y más de 300 han resultado heridos.
La mayor parte de las víctimas corresponden a las luchas de Asturias. En el mes
de octubre se ven los procesos por los sucesos de Sama, La Felguera y
Villaviciosa de Córdoba, Pola de Siero, Aviles, La
Arboleda (Vizcaya). Los fiscales piden cuatro
Se producen
asaltos en varias capitales y en Santa Cruz de Tenerife es asesinado a tiros el
presidente de la Audiencia en funciones de gobernador civil, José Ramón
Fernández Díaz. En Barcelona son muertos por disparo tres guardas de prisiones.
En Madrid se descubre un depósito de explosivos, en un centro de la C. N. T.
La ilusión
máxima de los revolucionarios está puesta en una concentración en el campo de
Comillas, próximo a la carretera de Toledo, en las afueras de Madrid. Allí se
congrega (20 de octubre) la multitud más imponente que se ha logrado reunir
nunca en la capital de España para una manifestación política: masa
heterogénea, en la que los republicanos son los menos, y los más las legiones
de socialistas, comunistas y anarquistas. En total 200.000, o doble, según la
información inflacionista de la Prensa afecta. «Puños en alto y dientes
apretados», como ha recomendado El Socialista, y muchas banderas rojas con la
hoz y el martillo y La Internacional a pasto, cantada a cuello hinchado.
Azaña,
aclamado con frenesí, empieza así su discurso: «Viniendo de Mestalla y de
Baracaldo hemos hecho alto en esta orilla del Manzanares que es un buen lugar
para que se oiga el estrepitoso aldabonazo que la opinión republicana descarga
en las puertas del Poder. Este acto no tiene semejanza por su importancia en la
historia política de nuestro país. Este acto os promete la República y destruye
la leyenda de nuestra inexistencia». Tenemos que preguntar una vez más si no
hay un cauce legal por donde las ansias, y el justiciero afán de la muchedumbre
republicana pueda discurrir con orden, legalidad y eficacia. Representamos una
política estrictamente basada en la Constitución, que declaramos hoy por hoy
intangible, y de la que nos importa su valor político, por ser obra de todos
los partidos republicanos que en ella colaboraron y que la votaron. El Poder
público por todos sus órganos funciona sistemática y deliberadamente contra
los republicanos. Todo el Estado español actualmente es una conjuración antirrepublicana,
un sistema organizado contra las personas de los republicanos y contra el
régimen y esto no lo podemos tolerar más tiempo. El tema de la disolución de
Cortes se ha convertido en un arma de ataque y contraataque entre los Poderes
públicos. Esto lo hemos aprendido en el nacimiento de este Gobierno, a través
de unas notas del Presidente de la República. Dejo aparte la novedad de que los
Poderes del Estado se pongan a decir qué partidos o qué fracciones de partido
están dentro o fuera del régimen, y no sólo partidos, sino personas. Que este
Gobierno no
En cuanto a
la situación internacional no sabemos lo que piensa el Gobierno. Se hace
silencio en torno a estos temas, se le trata al pueblo como si fuera un pueblo
colonial. Nuestra posición puede definirse así: España desea y quiere la paz,
mantener la integridad territorial y la independencia del país. Estos son los
verdaderos fines de la política internacional de España, y en favor de ello en
ninguna parte puede trabajar mejor que en la Sociedad de Naciones. ¿Qué pasa
que no sabemos todavía cuál es la posición de España en Ginebra?
Creemos que
este Gobierno será el último de la situación actual. Examino lo realizado en
estos dos años y me pregunto qué podrán los republicanos conservar de todo
cuanto esta situación ha realizado. Me temo que nada. ¿En qué ha venido a
parar aquella famosa propaganda electoral del año 1933 hecha en torno al
problema del trigo? ¿Qué nos han dejado en el
problema de los transportes? ¿Y qué deciros de la gestión de los caudales
públicos, del presupuesto, de la Hacienda en general? El ministro de Hacienda
nos prometió un día que iba a nivelar el presupuesto y que iba a hacer cientos
de millones de economía en los gastos públicos. Para ello ha puesto tachaduras
en los presupuestos, arriba y abajo; ha suprimido la cuarta parte del Estado y
con esto se economizan gastos en el Estado. Evidente. El procedimiento de
suprimir al Estado es el más rápido para hacer economías. Así se nivela un
presupuesto como se quiere. Suprimiendo las partidas de cargo al arbitrio,
todos los presupuestos se nivelan. En la política de cambios todo es
trampantojo y simulación.
Más que todo
nos duele y subleva la situación moral del país. ¿Es que los republicanos
seguimos siendo tratados como españoles? Los futuros Gobiernos republicanos
tendrán que hacer una obra de reparaciones legales y de orden moral y personal,
poniendo otra vez en vigor los organismos, los cuerpos y estatutos que las
Cortes han destruido. En nombre de todos vosotros abrimos los brazos de la
fraternidad hispana y republicana al pueblo catalán, distante y sojuzgado, para
decirle que en nosotros tiene su esperanza de pacificación, de justicia y de
gloria española. Hay que individualizar la responsabilidad y la sanción por
todos los abusos cometidos desde octubre acá. Respecto a enseñanza, no nos
cumple más que aplicar las leyes votadas por las Cortes y proseguir la política
iniciada hace tres años. En la legislación social restableceremos toda la obra
legislativa de la República Hemos de atender de una manera especial a la
organización de arriba a abajo de la Justicia del Estado republicano. Ponemos
en primer plano la política agraria, porque estimamos que la Reforma agraria es
la columna vertebral del régimen y de la obra política de los republicanos.
Hemos de atender desde un punto de vista nacional a la política de Hacienda:
política tributaria con un propósito de justicia; hemos de ir derechamente a
romper a través del impuesto las grandes concentraciones de riqueza territorial
y mobiliaria; hemos de implantar la tributación sobre los patrimonios, para
acabar con los privilegios que hoy tienen substraídas de la carga fiscal las
zonas más ricas y poderosas de la sociedad española.
Se trata de
restaurar una política perfeccionándola, y para esa restauración, Izquierda
Republicana se entenderá con todas las organizaciones que conciban esa política
de la misma manera. Seguramente apareceremos juntos en un frente electoral, que
vengo pidiéndolo desde 1933. Un paso en falso sería la destrucción y el fracaso
de nuestros mismos propósitos. Para esto necesitamos una legalidad electoral y
un Gobierno respetable. La culpa de la
derrota electoral del año 1933 la tuvimos los derrotados, porque si alguien se
había imaginado que ya no había enemigos de la República en España, es que
estaba en Babia. ¡Estaría bueno que habiendo elaborado una ley electoral
mayoritaria, pensando en una coalición que después se rompió, ahora que esas
ventajas de la ley mayoritaria van a funcionar a favor nuestro nos prestásemos
a su derogación y sustitución por otra que viniese a destruir la mayoría
republicana del porvenir! Hoy no podemos renunciar sin suicidio a la ley
mayoritaria que está en vigor. Necesitamos también un Gobierno responsable con
la suficiente autoridad y la suficiente justicia, que presida las elecciones.
Pero no nos basta la victoria electoral; al día siguiente del triunfo es cuando
empezarán las grandes dificultades, porque el Gobierno necesitará ser como la
proa de una nave llamada a navegación difícil y tempestuosa. Nuestro triunfo
tiene que ser total, a banderas desplegadas, sonantes todas las trompetas de la
victoria con todos los enemigos delante, pero con ninguno al costado o a la
espalda. Porque vale más acertar en un empeño grande y descomunal que acertar
en obras menudas. Azaña termina así: «¡Que mis palabras no resbalen ligeramente
sobre corazones frívolos y que penetren en el vuestro como dardos de fuego!
¡Pueblo, por España y por la República, todos a una!»
Cerca de
tres horas dura el discurso, lleno de generalidades dichas sin escrúpulos.
Azaña se preocupa más del valor efectista de las palabras «tiranía»,
«represión», «democracia ultrajada», «ilegalidad dominante», «pueblo»,
* * *
«Sería
pueril y peligroso —puntualiza A B C (22 de octubre) — negar importancia al
acto del domingo. No puede negarse qué se ofreció un cuadro plástico y verídico
de lo que se llama el «frente rojo». Es la amenaza de la revolución
personificada y activa. A las derechas
EL
«STRAPERLO», UN ESCÁNDALO QUE CONMUEVE LA VIDA POLÍTICA
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