LA SAGRADA BIBLIA

GÉNESIS DE LA SALVACIÓN DE LA PLENITUD DE LAS NACIONES.

Capítulo 8

CESA EL DILUVIO.

PROMESA DE DIOS SOBRE LA VIDA DEL GÉNERO HUMANO Y JUICIO CONTRA QUIEN BUSCA SU MUERTE

Acordóse Dios de Noé. Cerráronse las fuentes del abismo y las cataratas del cielo, cesó de llover. El día veintisiete del séptimo mes se asentó el arca sobre los montes de Ararat. El día veintisiete del segundo mes estaba ya seca la tierra. Alzó Noé un altar a Yavé, y tomando de todos los animales puros y de todas las aves puras, ofreció sobre el altar un holocausto. Y aspiró Yavé el suave olor, y se dijo en su corazón: “No volveré ya más a maldecir a la tierra por el hombre, pues los deseos del corazón humano, desde la adolescencia, tienden al mal; no volveré ya a exterminar todo viviente, como acabo de hacer. Mientras dure la tierra habrá sementera y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche”.

Cerré el capítulo anterior afirmando que la Tragedia de la Caída de su hijo Adán en las redes de la Muerte le afectó a Él, YAVÉ DIOS, directamente, tanto porque era su Padre cuanto porque como Creador del Cosmos la idea de que una criatura suya se atreviese a declararle la Guerra a su Espíritu le era impensable. Hasta que lo impensable pasó. Y ya no había marcha atrás posible. La Ley contra la Guerra y su Origen había sido escrita por Dios en bien de todos sus hijos y sus pueblos; si entonces ante el hecho consumado hubiese por amor abolido la Ley el Futuro de su Creación entera hubiese quedado al filo del abismo. Amén de que hacer eso hubiese sido doblar las rodillas ante un hijo, la imposibilidad de traicionar su Palabra era absoluta. La Personalidad del Creador del Cosmos y de los universos que contiene es Dios en sí misma. Dios no es únicamente Todopoder, Omnipotencia, Omnisciencia, Sabiduría; Dios tiene una Personalidad Social forjada durante una Eternidad en los campos de batalla a los que la Ciencia del Bien y del Mal arrastró a los Mundos, haciendo la Muerte de la Guerra su brazo todopoderoso. La Personalidad del Autor de la Biblia cuando escribe de Sí Mismo : “YO SOY EL QUE SOY” , no es una afirmación de egolatría ni de capricho neurótico. Para nada. La Personalidad del Creador del Nuevo Cosmos, en el que la Vida ha sido alzada a la Inmortalidad por su Omnisciencia y Sabiduría, es la del Espíritu Santo, es decir, sus valores son la Incorrupción, la Libertad, la Paz, la Justicia, la Verdad, la Fraternidad, la Creatividad; valores indestructibles en su Ser que implican en su Espíritu una reacción inmediata de rechazo invencible a la Corrupción, la Ignorancia, la Guerra, la Maldad, la Traición, el Orgullo, la Egolatría, la Esclavitud, etcétera etcétera. En fin, para resumirnos esa Personalidad nos encarnó a su Hijo, para que veamos en sus Obras y Palabras ese Espíritu, que vive en Padre e Hijo.

Así que, ni como Padre amantísimo de sus Criaturas, ni como Creador Todopoderoso del Árbol de la Vida Inmortal podía Dios asumir como real la posibilidad de la Rebelión contra su Espíritu. Aunque Satán y sus hermanos en la Traición a Su Voluntad tenían ya un historial rebelde, mediante la Ley había esperado Dios sanar ese comportamiento de tendencia maligna. Por experiencia en la Eternidad sabía YAVÉ DIOS que todo Mundo que le abre la puerta a la Guerra acaba en el Polvo. Porque no quería esto levantó la Ley, a finde que por el Temor al Destierro Eterno de su creación esos hijos rebeldes corrigiesen su conducta, y abandonasen su idea de revolucionar el Gobierno del Imperio del Hijo de Dios mediante su transformación en un Olimpo de dioses más allá del bien y del mal, es decir, de la Ley. Hasta nosotros, Dios respondió a la rebelión de sus hijos como Padre, pero visto que como Padre habían perdido el Temor a Dios la Necesidad se había hecho final, debían ver al Legislador en Dios.

La Caída del Hombre en la trampa de la Serpiente satánica producida, el shock que Dios vivió, como Creador Todopoderoso y Omnisciente, el Mismo Dios que vino a crear una Nuevo Cosmos, fue tan profundo que a partir de ahí su Mente quedo blindado al acceso a toda su Casa, su Pensamiento hizo su nido en la cumbre misma del Monte del Infinito y la Eternidad; nadie, ni su Hijo Amado Jesús, Rey de reyes y Señor de señores del Imperio de Dios, su Padre Amadísimo, podía penetrar ese blindaje, elevarse a esa Altura. El Pensamiento de Dios devino un Misterio; cómo podría hacer engendrar en ese ser humano nacido en las tinieblas de la ignorancia un hijo capaz de enfrentarse en un duelo a muerte al Homicida de su padre Adán, esta cuestión quedó en suspense en un corazón que no podía dejar de creer en la Palabra del Todopoderoso Creador del Cosmos pero cuya respuesta tampoco podían ver. Más imposible de ver aun cuando el Mundo de Adán acababa de ser enterrado bajo las aguas. Con el paso del tiempo ese Mundo sería una leyenda, un mito, un cuento de viejas, una historia sin peso, una memoria fantasma desapareciendo en la niebla de los milenios.

“Dios dice, y así se hace”. Esta es la Columna fundamental de la Vida Eterna, el altar de los altares de la Fe, la Comunión Sagrada de la Casa entera de YAVÉ DIOS: Creador del Campo de las galaxias, el Agricultor que cultiva el Árbol de la Vida Inmortal, Vida a la Imagen y Semejanza de su Hijo, su Primogénito y Unigénito, JESÚS. Cualquier Duda es un suicidio. Cualquier “ver para creer” es un insulto al Señor del Infinito y de la Eternidad, a cuya Voz las galaxias engendran ríos de estrellas que recorriendo los valles siderales desembocan en el lecho de un océano gravitatorio, casa de un nuevo universo en el que la Semilla del Árbol de la Vida abre su raíces, se hace árbol y le da a su Creador un hijo, un mundo, con sus pueblos, sus naciones, su Civilización, su Alegría de vivir, el alma llena de una palabra divina: ayer como hoy y siempre : “ABBA, PADRE”.

Lo hecho, hecho está. Lo impensable se había hecho realidad. EL Amor del Creador por su creación había sido utilizado por unos hijos malvados como hacha de guerra para declararle la guerra a Dios, su Padre. ¿Dónde está el maligno que acusará a Dios, conociendo como conoció que Satán y sus hermanos malvados habían acorneado antes, de haberse descubierto la espalda por Amor, y por este Amor condenarle empleando el argumento satánico de la Reforma Calvinista: Haber sido Él, sólo ÉL y nadie más que ÉL el verdadero Autor Intelectual de la Traición de Satán y la Transgresión de Adán?

Maldito todo hombre por la Eternidad que repita este argumento, que lo defienda y lo mantenga desde esta Hora en adelante. Maldita toda iglesia que no queme ese argumento y se arrodille ante la Voluntad Unificadora de Dios y su Hijo; sus templos serán abatidos, sus altares serán reducidos a ceniza, sus pastores y obispos serán borrados del Libro de la vida. NO habrá Misericordia para quien siga entregándole su alma por templo al argumento de Satanás. Quien no se arrepienta del Delito Maligno de haber esgrimido el Argumento que Satanás esgrimió en su Defensa delante del Tribunal de los hijos de Dios, acusando a Dios de ser el Autor Intelectual de la Caída del Hombre, y a SU Omnisciencia de ser el origen de su Traición, argumento satánico empleado contra la Iglesia católica, rompiendo la Unidad del Mundo Cristiano y conduciendo a las naciones hermanas al Fratricidio de la Guerra de los 30 años; la iglesia que no abomine de la confesión calvinista y protestante será extirpada de la faz de la Tierra como lo fue el mundo de Adán en el año “Seiscientos uno de la vida de Noé”.

Pues ciertamente Dios no volverá a destruir la Vida sobre la Tierra, pero está en su Deber de Señor el extraer de su Viña la Cizaña Maligna que, creciendo ahogaría el fruto de la Vid, y siendo su Hijo la Vid, y la Iglesia la Uva de la que se obtiene el Vino de la Fe, una vez que se rotura el campo se extrae la hierba mala para que los sarmientos produzca mucho fruto. Lo dijo Dios, escrito está. Le dirá el Señor a sus siervos: “No, no sea que, al querer arrancar la cizaña, arranquéis también el trigo. Dejad que ambos crezcan hasta la siega; y al tiempo de la siega diré a los segadores: Tomad primero la cizaña y atadla en haces para quemarla, y el trigo recogedlo para encerrarlo en el granero”. Ese Día es Hoy. Quien siga despreciando a la Madre de quien el Señor ha engendrado hijo para Dios, y permanezca invocando la doctrina del Maligno en defensa de su posición social, será arrancado del campo y arrojado al fuego.

Yo, hijo de Dios, de la Casa del Señor, soy signo para todos vosotros de que estáis en peligro de muerte. La iglesia que no obedezca la Voluntad Unificadora Divina y se niegue a unirse al Tronco del Árbol de la Fe, la Iglesia Católica, , la Madre de la Descendencia del Señor, será arrancada y preparada la para la Segunda Muerte. El que tenga inteligencia que entienda, el que no que acuda al Señor que le responde a quien le pregunta y se deja encontrar por quien le busca.

Y quienes amenazáis a Dios con destruir el Mundo al que Él le ha dado su Palabra de no ser destruido, Palabra confirmada por su Hijo cuando dijo que todo ojo le verá venir sobre las nubes, yo, hijo de ese Señor y Rey, os digo que vuestros planes serán destrozados como vasija de barro golpeada por vara de hierro. Desistid de hacer la Guerra vuestro brazo y viviréis; si seguís por ese camino, todos moriréis.

Lo que Dios prometió, su Hijo nos lo confirmó. Y no hay fuerza en este mundo ni en el universo que pueda anular la Promesa de Dios; este Siglo vencerá el infierno que habéis dibujado a favor vuestro; al querer de la Tierra el Olimpo que vuestro Amo Maligno no pudo hacer en el Cielo, os declaráis enemigos de Dios; si no desistís, moriréis.

La Ley ha sido dado para toda criatura, y el que no la ame, que la tema, pero el que se levante contra ella a vida o muerte, morirá. Sea Patriarca, sea Presidente de la nación que sea, el hombre más rico del mundo como el que se cree más poderoso, todo el que coma del fruto del Árbol de la Ciencia del bien y del mal, haciendo de la Guerra su modus vivendi, morirá.

Cesad de aterrorizar al mundo negándole el pan; vuestra inteligencia es la de una bestia racional sin espíritu de vida divina, de aquí que veáis tinieblas, y como bestias salvajes sin ley buscáis vuestra supervivencia sobre la extinción de miles de millones de seres humanos. Dios no miente, no faltará el pan en la Tierra mientras el hombre viva sobre ella. Vosotros actuáis como Caín, o Abel le daba el señorío sobre toda su propiedad. convirtiéndose en su esclavo, o moriría. Abel prefirió la muerte como hombre libre a la vida como esclavo. En este Día no morirá Abel, pues Cristo murió para que nosotros vivamos. Así que abandonad vuestros planes de aniquilar el espíritu en el ser humano y reducir su existencia a la de rebaños sin pensamiento ni voluntad propia, las dos piernas de la Libertad del Hombre creado a la imagen y Semejanza del Hijo de Dios.

Dios ve vuestros planes, lee vuestros pensamientos; son abominables a su Ser vuestras intenciones; su Decreto es Ley : o vivís para la Paz, o moriréis. Y el que quiera morir, que muera, pero no se llevará por delante al hombre que Dios ha creado.

Lo que no pudo su señor no podrá hacerlo su siervo. ¿Quién es ese demente que se cree superior a Satanás? ¿

A qué señor sirve ese patriarca que bendice al siervo del enemigo de Dios? De antiguo sirvió a dos señores, para acabar despreciando a uno y sirviendo al otro. Cuando el juicio de Dios cayó sobre ese siervo malvado, la Concubina del Emperador de Bizancio se refugió en la alcoba del Zar de la Tercera Roma. Alimentado por el veneno de la Serpiente, negando la Ley de Dios, el que coma del Fruto del Árbol Prohibido: la Guerra, que muera, ese siervo malvado ha bendecido al hijo del Dragón. ¿Qué hará ahora el Señor Dios con la cabeza de ese cuerpo? “Descabezará al cuerpo; si el cuerpo no se aparta, cuerpo y cabeza serán expulsados de la Casa de Dios”.

El Juicio del Señor es Santo y Bueno y mira a la Salvación del Pueblo, pero si el Pueblo quiere morir a la salud de su nuevo señor, sobre su nación la condena.