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LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO

cristoraul.org

CREACIÓN DEL UNIVERSO SEGÚN EL GÉNESIS

LA SAGRADA BIBLIA

 

GÉNESIS DE LA SALVACIÓN DE LA PLENITUD DE LAS NACIONES.

Capítulo 7 

ENTRA NOÉ EN EL ARCA.

COMIENZA LA EXPECTACIÓN UNIVERSAL DE LOS HIJOS DE DIOS SOBRE EL FUTURO DEL GÉNERO HUMANO

 

Después dijo Yavé a Noé: “Entra en el arca tú y toda tu casa.” Pasados los siete días, las aguas del diluvio cubrieron la tierra. Diluvió durante cuarenta días sobre la tierra, crecieron las aguas y levantaron el arca, que se alzó sobre la tierra. Ciento cincuenta días estuvieron altas las aguas sobre la tierra…..

 

 

I

Lo que parece  mentira no es nunca lo que es cierto. Por creer lo contrario las naciones se hunden en crisis de camino a sus ruinas, los gobiernos se disfrazan para engañar con la apariencia, y quienes viven del crimen, y por el crimen  alcanzan y se mantienen el Poder, hacen de la apariencia su religión.

El caso más flagrante lo tenemos en el hijo de Satán del Norte, cuyos crímenes son incontables, y aun siendo conocidos sus crímenes por todos los gobernantes fue recibido por ellos durante los decenios pasados hasta llegar al punto de creerse hoy, siendo adorado como dios por un pueblo de esclavos, digno de adoración por el resto de las naciones libres. La forma de  sacarse los ojos que tuvo Alemania, durante la época de la hija de Hitler, delante de ese asesino y su gobierno de criminales, extendió a sus pies la alfombra roja sobre la que al presente se desangra una hija de Dios. A nadie debe sorprenderle que entre hermanas del mismo monstruo las apariencias sean  su religión.

Es curioso pues cómo a nivel de ciudadanos darle la mano a un sujeto con las manos llenas de sangre nos sea repulsivo, y sin embargo si ese que ofrece la mano enfangada en sangre inocente es un político parece que no aceptarla sea un prejuicio. De donde se ve que hay dos morales, la del ciudadano y la del político, será por aquello que “ya se sabe, entre criminales todo asesino es bienvenido”.

¿Acaso no conocían los políticos europeos, americanos y de la ONU los crímenes y monstruosidades sanguinarias cometidas por de Vladimir Putin y sus Gobierno durante los últimos decenios?

Se arrodillaron ante su “estar más allá de las leyes”. Y sin embargo, esos mismos políticos llevan a las cárceles a ciudadanos por un puñado de euros; pues criminales peligrosos que somos todos, y por esto nos envuelven con leyes entre cuya tela de acero esperamos la colmillada a la yugular, que aunque tarde siempre llega. Las Crónicas de la Humanidad son testigo.

Dicho esto, el que tenga inteligencia que entienda, Ayer como Hoy, Hoy como Mañana, la Personalidad del Creador de los Cielos y de la Tierra permanece establecida sobre los mismos Principios Morales naturales al Espíritu de Inteligencia que extendiendo su Sabiduría sobre toda vida establece esos Principios como Raíz del Árbol de la Vida de las naciones. A fin de que nadie se confunda Dios quiso darnos su Discurso sobre esos Principios dándole un Cuerpo físico, que vino a encarnar su propio Hijo. Quien quiera estudiar o conocer esos Principios Morales, columna  incorruptible de la Personalidad Divina, únicamente debe abrir  el Libro y leer con los ojos de la cara la Doctrina de Jesucristo, en Palabras y en Obras. Quien lee la Letra y se olvida de los Hechos ve como el que está tuerto; las palabras son expresión de un pensamiento, pero si ese pensamiento no se traduce en actos, obras, hechos, hablamos de un hipócrita, en el mejor de los casos. El Discurso Divino sobre la Personalidad del Espíritu Social del Creador en Jesucristo es una Joya de Inteligencia y Sabiduría ante cuyo brillo toda filosofía y teología es un pedrusco. Cando  quienes tuvieron por cabeza una piedra separaron Obras y Fe hicieron lo que de antiguo los herejes del Gnosticismo Anticristiano, camuflándose en las barbas de la Ortodoxia Bizantina quisieron que se tomase por  Sabiduría Invencible : Separar  a Cristo de Jesús, el rollo de las dos naturalezas que el Espíritu Santo combatió hasta ahogar el argumento en las aguas del diluvio islámico. “La Razón sola” sin la Fe que viene de las Obras, de los hechos de todos los días, es un error maligno, pues es negar la Confesión del propio Hijo de Dios: “Si no vierais mis obras, no creeríais”. La Casa de Hitler se erigió en superior a todos los hombres al afirmar que no necesitaba esas Obras para Creer, de esta manera acusando a Dios de disfrutar viendo la Crucifixión de su Hijo, encantado de contemplar el genocidio anticristiano de los primeros siglos.

Dios no es Persona de largos discursos, prefiere mostrar con hechos lo que con palabras se necesitaría una Biblioteca Pública entera para sus libros. Con uno solo le ha bastado para revolucionar la Historia del Mundo. Así que entremos en materia. 

De no haberse apartado el ser humano de los Principios sobre los que se levanta la Personalidad Social de nuestro Creador, la necesidad de  borrón y cuenta nueva, cual artista que  elimina todo lo hecho y  se dispone a recomenzar su trabajo, Dios no hubiera tenido necesidad de  hacer lo que hizo, enterrar el Mundo de Adán bajo las aguas de un Diluvio. También debemos nosotros entender que teniendo Dios poder sobre la Vida y la Muerte, estando la existencia de todos los hombres en su mano, la Libertad Divina es superior a la del simple artista, por en cuanto ÉL puede levantar de la tumba a la criatura que sentencia a dejar el  mundo de los vivos.

Por qué el Género Humano se apartó de la Ley Moral que le viene  en sus genes como código de conducta Social, es un asunto que ya conocemos. No vamos a perder nuestro tiempo en explicaciones cuando tenemos a la Iglesia para recordarnos lo que todos sabemos. Aquí, ciertamente, podríamos entrar en otro tipo de discurso; pero sería otra pérdida más de tiempo cuando se ve que en todos los tiempos y lugares, incluso aislados un pueblo de otro por océanos y continentes, el mismo destello de un código moral divino y una creencia en la vida eterna se ha manifestado incesantemente.

Las Mitologías y la Historia de las Religiones Antiguas están escritas para ser leídas. Las lecciones a extraer superan la apariencia de una coincidencia generada al azar por un caos sin leyes interconectadas en el espacio y el tiempo a través de un espíritu universal que integra en su Código a la misma eternidad. Esto es Apariencia. La Verdad, toda la verdad y nada más que la Verdad, pese a quien le pese, es que toda Vida en el Cosmos está sujeto a este Código Moral del Espíritu Social de nuestro Creador.

Así pues, la lección que nos da Dios con el Diluvio es trascendental para la Vida en el Cosmos; no sólo la nuestra, sino la de toda Vida creada. El Diluvio Bíblico eleva el Discurso Divino a todos los Mundos existentes creados antes del nuestro, y por existir en las futuras creaciones de nuevos Universos con sus Mundos. Este Código  Social Divino es la Savia que alimenta el Árbol de la Vida de los Mundos, del cual el nuestro es una Rama. Esta Savia hace que independientemente del lugar en el Espacio y de la franja en la línea del Tiempo que cada Pueblo ocupe en la Eternidad el Comportamiento Social de todos las Naciones tenga un mismo Valor Moral, reflejo Vivo del Valor Moral del Fundador de la Civilización Universal en que todos los Mundos devenimos un Cuerpo, el ser del Árbol de la Vida, que Dios cultiva en el Cosmos creando nuevos universos, en los que crea los Mundos que disfrutarán de la Vida eterna en Su Mundo, su Paraíso, como Ciudadanos del su Reino de su Hijo.

La conclusión, por tanto,  es inapelable: Siendo el Espíritu Social de Dios el Origen de los Mundos creados a Imagen y Semejanza de su Espíritu de Inteligencia, el rechazo del Código Social por el que se rige su Personalidad conduce a la destrucción de quien hace de dicho Rechazo su bandera en base a un discurso suicida y  homicida alrededor de la Libertad del Individuo como superior a la Libertad de la Sociedad. Al situarse el Individuo como superior a la Ley Moral Social es esta Sociedad, la que al ver rechazado el Código que ha hecho posible su existencia, nacimiento y crecimiento, es condenada por sus propios ciudadanos a su Caída y Destrucción.

Primero porque la Libertad del Individuo procede de la Sociedad, y si se destruye la Sociedad nacida de esa Libertad formada a la Imagen y Semejanza de la Divina, cayendo la Sociedad Madre es enterrado el Individuo durante el proceso de su Muerte. Pues como se entiende cada árbol da el fruto que le corresponde, pero si el fruto es causa de la muerte del árbol que le dio la vida, entonces hablamos de un agente maligno que, creciendo, matará  al árbol. Si la Sociedad no puede corregir el Mal de generar Individuos que no conocen más ley que la de su propia voluntad, la Sociedad perecerá, y muriendo con ella el Individuo que naciera de su Naturaleza, se sucederá la Caída y Destrucción del Individuo y de la Sociedad, sea mediante Guerra sea mediante la destrucción de la propia Naturaleza en el proceso de esa Batalla por ser el Superpoder Mundial  del que emerge la Nueva Ley Global. La Guerra de las voluntades  establecidas en el Crimen como carretera de acceso al Poder por lógica maligna deben  acabar arrastrando a las naciones a la Batalla Final por ser ese Superpoder que viene a sustituir a Dios.

Lo cual nos lleva, escritas las guerras de los imperios por ser ese Superpoder, a entender que siendo Dios el Origen de la Sociedad entre el Vareador y su Creación, desde el momento que el Individuo enferma intelectualmente y  se enfrenta a los demás individuos, a los que reta a vida o muerte, rechazando  el Código Universal, esta anulación por su parte de la Moral creada por el Espíritu Social Divino significa una declaración de autodivinización, “ese individuo se declara un dios”. Quiere se adorado como tal, y  su Voluntad debe imperar a sangre y fuego.

Semejante individuo no se declara en guerra exclusivamente contra la Sociedad Universal en general y los demás individuos del Mundo en particular, su declaración implica que la imagen y semejanza a la que se eleva ese Individuo es a la Imagen y Semejanza de un Enemigo de Dios, cuyo nombre todos conocemos, y de aquí que hablemos de la Casa de Satán.

Entendemos que de no haber conocido a Jesucristo, encarnación de la Personalidad Social Divina, tales individuos seguirían el modelo de comportamiento natural a los Antiguos, para quienes no existiendo Dios en Persona sino en Concepto, su comportamiento se ajustó a ese Concepto.  Situación esta en la que se encontró Ayer el mundo de Adán que Dios enterró bajo las aguas, y Hoy se encuentra nuestro Mundo bajo la Amenaza de Destrucción Mundial que nos ha llegado de la Federación Rusa. Ahora bien, el rechazo a la Ley del Espíritu Social Universal está siendo atacado a muerte desde distintas fronteras psicológicas y políticas, ya desde los nacionalismos basados en el Odio a las razas inferiores, caso  Vasco y Catalán en la Península Ibérica; ya desde el Ateísmo Científico contra la Ley Natural reguladora de la Existencia del Ser humano en el Espacio y el Tiempo; ya desde los Poderes  Políticos Globales que quieren sacudirse la Impotencia Biohistórica en la que han caído: creando la Apariencia de Omnisciencia con la que gracias a los Mass Media se disfrazan.

El Individuo y la Sociedad, hay que decirlo, somos un Todo; la raíz del Individuo es la Sociedad, cuando el Individuo rompe esta raíz condena su Sociedad a la destrucción.

En términos de Historia tuvimos la lucha entre el Derecho Civil y el Derecho Natural, arma que los poderes públicos usaron para destruir el Derecho Natural, y fundando el Derecho Civil en el Poder del Individuo vino a crear una Sociedad en la que la Ley Natural no existía y fue la ley del Individuo más Poderoso la que impone la Moral. Vencido el Derecho Natral, es decir, aquella Sociedad establecida sobre un Código Moral establecido desde el Espíritu de Creador, el efecto debía ser, por lógica, la Guerra de los lobos asesinos, hambrientos de Poder Absoluto. Guerra que en el Siglo XX desató su orgía y al presente  el incendio de la locura de poderes que se han establecido más allá de la Ley Universal ha rodo ya la dimensión de una chispa controlada y comienza a extender su infierno desde el Norte y el Este hacia el Oeste y el Sur. La lógica de la Historia dice que  al hombre le es imposible salvar la Tercera Guerra Mundial, de naturaleza Nuclear, en la que consumará su Apocalipsis, una crónica anunciada desde la Caída del primero de los reyes de la Tierra, Adán, padre de este Noé que tenemos navegando las aguas del Diluvio.

Así pues, desatada la Guerra entre los Individuos y sus voluntades la consecuencia no puede ser otra, como siempre lo ha sido, que la Guerra a muerte entre esos individuos. Este conflicto es el origen del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, cuyo fruto es, tal cual, la Guerra de exterminio del otro, de los demás individuos, cada cual con un modelo de sociedad hecho a medida de su voluntad, medida que todos conocemos como se define: ese individuo tiene licencia para matar y destruir a placer, y todos los demás tienen el deber de vivir de rodillas, o perecer.

Como Ayer, antes del Diluvio, es el caso Hoy en la Guerra del Resucitado Fantasma Soviético. En consecuencia Dios, una vez visto que  el monstruo ruso prefiere el infierno a vivir bajo la Ley Universal, tiene el Poder de actuar acorde al Creador que ve amenazada su creación por un enemigo.

En este orden la Lección del Diluvio es Universal. El Diluvio Universal vino a convertirse en un Libro para ser leído por todos los Mundos y memorizado por la eternidad por todos los Pueblos de la Creación. Dios es el que era, Dios es el que es, Hoy, Ayer, Mañana y Eternamente. Dios es Amor, pero Dios no es una criatura; no es El Creador quien debe temer a su creación sino la Creación la que debe tener a su Creador. No en vano dice Dios “el Espíritu de YAVÉ es espíritu de Sabiduría e Inteligencia, de Entendimiento y Fortaleza, de Consejo y… TEMOR DE DIOS”

Es evidente que quien ama sobre todas las cosas vive en el Temor que su corazón alberga, el temor de perder al ser amado. Este es el Temor de los Santos. Temor al que Dios responde con Amor. Mas en este Temor existe la Sabiduría de quien entiende que Dios tiene una Personalidad forjada en los fuegos de la Eternidad y del Infinito; personalidad establecida sobre un Código Moral Personal, inviolable para sí mismo en toda su extensión, de manera que es en este orden que se dice “El Verbo es Dios”, comprendiendo aquí nosotros que SU Palabra es Ley para ÉL mismo, Ley en la que vive su Ser, Palabra que bajo ningún concepto traiciona, porque sería traicionarse a sí mismo y negarle a su Palabra su Ser.

Aquí es donde reside el Temor para quien en su demencia pretende romper la Libertad Universal en base a la Libertad Individual.

Ciertamente dentro de la Libertad Universal la libertad del Individuo en cuanto Persona creada a la Imagen y Semejanza de su Creador se abre al Infinito. La Ley no es una cárcel ni es un espíritu represor, al contrario es el camino a un Futuro abierto a la Creación sin fronteras. “Vive donde quieras y dedícate a lo que quieras”, pero siempre dentro del Espíritu de la Ley Universal sobre la que la Sociedad ha sido fundada, la expresión visible de cuya Realidad es el Espíritu de inteligencia a la Imagen y semejanza del Espíritu Creador Divino.

Una vez por el Individuo rechazado este Espíritu él mismo se sentencia a su destrucción, tanto porque Dios como Creador no puede  convivir con  un enemigo de su Ley y Sociedad, cuando porque este Rechazo implica una guerra abierta contra todos los demás individuos, a los que,  como en el caso de Abel, el Caín de turno amenaza con destruir su existencia de no poderse de rodillas ante “su majestad satánica”.

Comprendemos que Dios no destruyó absolutamente toda vida en la Tierra precisamente porque su Palabra es Dios, y la Promesa de Redención que le hizo a su hijo Adán debía cumplirse. En el supuesto de no haber Dios comprometido su Palabra, la destrucción del Género Humano en el tiempo de Noé  hubiese sido absoluta, definitiva, sin vuelta de hoja a la manera que un escultor destruye una escultura de la que está plenamente insatisfecho y a nadie debe darle explicaciones sobre el por qué tirar tanto esfuerzo a la basura.

Es por esto que el Evangelista comienza su Historia escribiendo “El Verbo es Dios”, y el propio Dios abre su Libro escribiendo “Dios dijo, y así se hizo”, de esta forma diciéndonos que consumada la Redención, así como vino a luz un nuevo mundo tras el Diluvio, después del diluvio de sangre que enterraría el mundo del Imperio Romano vendría otro mundo en el que la Palabra de Dios “Hagamos al hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza” se haría realidad a nivel universal, entendiendo siempre que esta Semejanza se refiere al espíritu de inteligencia, y que ir más allá, creerse semejantes a Dios en tanto que Dios es una esquizofrenia maligna de la que todo hombre y sociedad debe liberarse.

Esto dicho sobre la Lección Universal del Diluvio, pasemos a la Historia.

 

II

 

La revolución arqueológica de la segunda mitad del siglo XX nos puso delante de los ojos dos realidades, que el Ateísmo Científico es el virus maligno en cuyas entrañas fueron concebidos los dos monstruos del Siglo XX, y que cegado por su anticatolicismo aunque teniendo delante las pruebas del Valor de la Biblia como Documento Histórico, condicionados por aquel Ateísmo  no tardaron en negar la conexión entre el Génesis y los documentos rescatados del cementerio de las ciudades del Mundo Bíblico.

Aun teniendo documentos sumerios sobre el Diluvio, apoyado por relatos de pueblos apartados entre sí continentes, los conductores de aquella revolución arqueológica viraron hacia el anticristianismo  negando cualquier conexión entre las leyendas sumerias y acadias con el Génesis Hebreo. No ya exclusivamente la Lista Real Sumeria, tenemos la Epopeya de Gilgamesh, por ejemplo, en la que el Héroe se lanza a la búsqueda del Noé Inmortal que sobrevivió al Diluvio. Punto que nos descubre, amén de la cicatriz que dejó en los supervivientes aquel Diluvio, la realidad social patriarcal del mismo Noé.

En la Epopeya de Gilgamesh, el Héroe se refiere a Noé como príncipe. Detalle que los arqueólogos quisieron enterrar en la maraña de los restos descubiertos, pero que a nosotros debe darnos a entender que Dios no salvó a un cualquiera de su tiempo.

En este caso como en el de los Patriarcas que le sucedieron, Dios se centra en la cabeza de la familia que ese hombre dirige. Hablando  libremente, decimos que no se le dirige la palabra a los pies, sino a la cabeza del hombre. En la cabeza está el pensamiento, la palabra y la voluntad. Las demás partes del cuerpo se mueven a la orden de esa cabeza. Es por tanto a esa cabeza, Noé, hijo de Adán,  que Dios se dirigió.

Abriéndonos ahora nosotros a los tiempos en que se produjo el Diluvio entendemos que la familia de Set sobrevivió a la violencia de los siglos en razón de su estructura patriarcal; tanto por las dimensiones del Arca, cuanto por la orden divina de convertir ese arca en un zoológico flotante, se ve que aquel Patriarca fue el príncipe de una tribu compuesta por  muchas familias cuyo movimiento, destino y existencia dependió de la palabra de su cabeza, el propio Noé.

Entendemos igualmente que en unos siglos de violencia in crescendo el crecimiento de esta casa patriarcal debía por fuerza estar estructurada sobre la base de un ejército compacto sujeto a la obediencia  de un Jefe Patriarcal cuya Voz era Todopoderosa. Otra cosa, que  en medio de unos siglos en violencia cada vez más aplastante una casa aislada del resto de la convivencia social de su mundo hubiese podido sobrevivir, y no solo sobrevivir sino imponer su ley, y seguir creciendo en el tiempo, sin haber sido edificada su estructura tribal sobre un modelo de soldados ganaderos y agricultores con el arma de guerra siempre a mano, no es de curso legal.

El mundo antes del Diluvio vivió la anarquía de la ley del más fuerte. Los héroes semidioses impusieron su ley de terror a las ciudades; el Código Universal Social fue borrado y en su lugar el código de un Orden  Mundial Salvaje había escrito su Nueva Ley Global.

El mundo había sido reseteado a la imagen y semejanza de aquellos hijos de Dios cuyo movimiento tuvo por norte la destrucción del Género Humano. Esos hijos de Dios de la Casa de Satán habían apartado el Modelo Divino de Ser para el que fue creado el Hombre, y le habían puesto como modelo de dioses a verdaderos demonios. El Terror, no el Amor, devino la Ley. El que no mataba, era matado. Alienado el hombre de su dimensión de hijo de Dios, el instinto de supervivencia devenido el motor de su vida, la ley que se le impuso fue la ley del máximo placer a cualquier coste.

La vida humana valía lo que la vida de cualquier bestia. No había ni remordimiento ni conciencia. La escalera al Poder era un camino sembrado de crímenes. Aunque el fin hubiese sido supuestamente bueno en su origen, el odio creado durante el ascenso clamaba venganza. La lista real sumeria lo deja especificado claramente, a un rey le sucedió otro al terminar el gallo su canto,  los cambios de dinastía fueron de un año para otro, las guerras entre las ciudades no conocieron fin.

El Terror fue el puente al Imperio, y el Imperio el escudo que  blindaba la corona del nuevo criminal que se sentaba en el trono.

En consecuencia la historia de una Casa a través de aquellos siglos de locura y terror, para sobrevivir debía fundarse sobre una Estructura Patriarcal cuya cabeza debía gozar del Poder de un Generalísimo de Estado. Noé, hijo de Set, hijo de ADÁN, fue la cabeza de ese cuerpo.

La otra visión, patatera, indigna de cualquier historiador de vocación, propia de historiadores sin genio, pintando una casa patriarcal bíblica formada por miserables ganaderos escondiéndose del mundo, no merece siquiera respuesta. Basta el Conocimiento de quien tiene inteligencia para quitarse el sombrero, abrir los ojos y ver la verdad.

 

III

 

Nos queda la cuestión cronológica, asunto que ni los arqueólogos ni los historiadores han tocado jamás. Los unos como los otros conjurados en el silencio, a pesar de las pruebas sobre la existencia del Diluvio que dio Fin a un Mundo, incapaces de superar las fronteras entre el principio del tercer milenio antes de nuestra Era y el final del cuarto milenio de la misma, prefirieron dejar esta laguna en la Memoria de la Humanidad, mantener su acceso a salvo de cualquier navegación que pudieran conducirles a las costas del Libro de Dios. Después de haber desconectado a Dios de la Historia universal y haberle desterrado de la Memoria de la Humanidad, el que debiesen admitir que los Acontecimientos narrados en el Génesis  fuesen la Verdad, toda la Verdad y nada más que la Verdad, hubiese sido reconocer que el genio del que se dice habita en el científico dio paso al loco, ese Hyde encerrado en el cuarto oscuro del Doctor Jekill siempre a la espera de hacer de las suyas. La Historia Antigua de la Civilización en el Mundo tal cual, no las mitológicas y las legendarias de las naciones, sino la que recomienza tras el Diluvio se sitúa su punto en salida en la persona de Enmebaragesi, hacia el 2700 a.C.; antes de él la Lista Real Sumeria dibuja una serie de reyes míticos, que aún siguen reinando por siglos. El Final de este Tercer Milenio antes de nuestra Era es la frontera tras la que no existe nada, y por tanto  los Historiadores, pasando del rollo del Diluvio, saltan directamente al terreno de las Futuras Prehistóricas  de las que surgieron las Ciudades Protodinásticas. Es decir, del año 4.000 saltan al 3.000  antes de nuestra Era dejando este Milenio en blanco. Mesopotamia estaba habitada durante este Milenio; los acontecimientos que tuvieron lugar durante este Milenio sin Memoria permanecen, desde la Historia Oficial, sin cuerpo, como un fantasma sin Memoria deambulando por un cementerio en el que ni los espectros lo quieren. La Lista Real Sumeria enlaza a Alulim-Adán con el Ziusudra-Noé de los Sumerios, Atrahasis para los Acadios y Utnapistum para los Babilonios.  Los Hebreos, siguiendo las genealogías bíblicas, remontan el reinado de Adán al Cuarto Milenio. Quiere decir esto que si Adán vivió 930 años nosotros debemos entender que esa fue la duración de su Mundo, que al término de ese Milenio se ahoga bajo las aguas del Diluvio, del que resurge unos siglos más tarde para ver en el trono a Enmebaragesi de Kish, con el que comienza de nuevo la Historia a ponerse en marcha.

Independientemente de lo que se quiera pensar, se ha de comprender que tras aquel Fin de un Mundo y el Principio de otro Nuevo había de transcurrir unos siglos de recuperación, que son los que fueron desde el último siglo del Cuarto Milenio al Octavo del Tercer milenio a.C., cuando la Nueva Mesopotamia volvió a ser habitada por pueblos venidos de Asia y África, quienes mezclándose con las familias  que salieron del Arca reedificaron las ciudades perdidas, sobre ellas pusieron tronos y comenzó la lucha de siempre por el Imperio de las Cuatro Regiones. El hecho de que el héroe legendario Gilgamesh se confesara descendiente de Noé y que el propio Sargón de Akkad bajase de las Montañas del Este, adonde fuera desterrada la Casa de Adán, nos aclara la conexión que existió de siempre entre los pueblos nacidos de esa Casa y los Nuevos Pobladores de la Antigua Mesopotamia.

Esto en lo que se refiere a la Cronología del Diluvio, cuya existencia sigue siendo negada por la Ciencia Oficial en razón de lo dicho; como aquellos Papados que se creyeron Infalible, o lo que es lo mismo : incapaces de reconocer sus errores,  algunos de los cuales incluso al propio Jesucristo le sería imposible de perdonar, siguiendo esta pauta de malicia los sumos sacerdotes del Ateísmo Científico declararon herejes a cualquiera que se atreviese a mover los pilares del edificio antibíblico tan omniscientemente trabado. Excomunicación académica universal que vemos en toda su potencia maligna en la actual confrontación entre la Cosmología del Siglo XX la Radioastronomía del Siglo XXI, pues al presente únicamente un discapacitado intelectual es capaz de defender los argumentos de aquella Cosmología del Siglo XX en el que el Movimiento, el Espacio, el Tiempo, todo era Perfecto en una dirección; y sin embargo el edificio sobre las nubes ha suido tan bien trabado con objeto de hacer de todo el mundo un burro que  hacer que ese castillo en el aire se desplome sería una catástrofe igual al Diluvio contra la Ciencia Oficial del Ateísmo Antibíblico.

En lo que toca, finalmente, al título de Príncipe que se le da a Noé por sumerios, acadios y babilonios se entiende desde la óptica arriba descrita de haber sido, aunque sin corona, el último de los hijos de Adán antes del Diluvio  el Jefe Todopoderoso de una Tribu de guerreros que mantuvo su independencia frente al mundo exterior sobre el poder de ese ejército de guerreros pastores y agricultores del que él fue su Cabeza, el Patriarca por Dios elegido, de cuya sangre vendría al Mundo el Redentor. Su Pueblo se desparrama por el Oriente Próximo una vez  acabado el Diluvio y comienza la verdadera aventura del Género Humano por su Salvación. Finalizado el Diluvio los pueblos del Este y del Sur  pueblan el Nuevo Mundo, comienza la historia de las Ciudades Sumerias y nace el Egipto de los Faraones.

La Historia de Caín y Abel a nivel mundial comenzó a repetirse, pero en esta ocasión Dios juró por su propio Nombre que no volvería a enterrar a las naciones bajo otro Diluvio.

Insistiendo en el carácter principesco de Noé, se desprende este principado tanto del acto de construirse aquel Arca como del de reunir especies de todas las especies de animales y aves de la zona. La conclusión es obvia y cierta: frente a un mundo en guerra constante Poder y Riquezas fueron las dos piernas sobre las que mantuvo su independencia aquel hijo de Adán. Creer que el Patriarcado bíblico  tuvo por personas a seres abandonados a sus fuerzas, sin los recursos lógicos a sus tiempos, más pobres que las ratas, mendigando su vida por los rincones de los desiertos, es de  tarados intelectuales.

Concluyendo:

1º: El Milenio de la vida de Adán se corresponde al Milenio de su Mundo, el Cuarto antes de Cristo, Mundo al que Dios le puso Fin al término del mismo; tras unos siglos de interregno la Historia comenzó a ponerse en marcha en las Ciudades Clásicas del Tercer Milenio Mesopotámico : Kish, Lagash, Umma, UrAkkad, etcétera.

2º: La Universalidad del Diluvio se refiere al Fin del Mundo de Adán. Su extensión abarcó el diámetro natural a dicho Mundo, las Cuatro Regiones de la Mesopotamia Antigua.

3º: Esta Universalidad implicó que el Proyecto de la Formación del Género Humano tal cual fue delineado por Dios Principio de la Creación de los Cielos y la Tierra fue, en tanto en cuanto la Tragedia de la Caída abrió su consecuencias a la Creación entera,  superpuesto por uno más poderoso y mejor.

4º: Las líneas de la Revolución que Dios dispuso únicamente las conoció ÉL. La Expectación sobre la naturaleza de esas líneas abarcó a todos los hijos de Dios, incluido su Hijo Amado, y Creador nuestro, JESUCRISTO.

 

Capítulo 8 CESA EL DILUVIO. PROMESA DE DIOS SOBRE LA VIDA DEL GÉNERO HUMANO Y JUICIO CONTRA QUIEN BUSCA SU MUERTE

 

 

 

C.R.Y&S

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