LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO |
cristoraul.org |
CREACIÓN DEL UNIVERSO SEGÚN EL GÉNESIS |
![]() |
LA SAGRADA BIBLIA | ![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
GÉNESIS DE LA SALVACIÓN DE LA PLENITUD DE LAS NACIONES.Capítulo 6
EL DILUVIO, DECRETADO POR DIOS
Cuando comenzaron a multiplicarse los hombres sobre la
tierra y tuvieron hijas, viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres
eran hermosas, tomaron de entre ellas por mujeres las que bien quisieron.
Existían entonces los gigantes en la tierra, y también
después, cuando los hijos de Dios se unieron con las hijas de los hombres y les
engendraron hijos: estos son los héroes de muy antiguo. Viendo Yavé cuánto
había crecido la maldad del hombre sobre la tierra y que su corazón no tramaba
sino aviesos designios todo el día, se arrepintió de haber hecho al hombre en
la tierra, doliéndose grandemente en su corazón, Pero Noé halló gracia a los
ojos de Yavé.
La tierra estaba corrompida ante Dios y llena toda de
violencia….
I
Nada es lo que parece, porque las apariencias son
nada, sombras de luces a su vez reflejos de luces perdidas en la
oscuridad de los tiempos, ecos en las distancias surgiendo entre montañas
invisibles, olas en una laguna innavegable que el barquero debe rodear a pie,
para acabar negando a quienes le aguardaban en la otra orilla la existencia
misma de el sueño alguno caído en la pesadilla, del paraíso que no hubo en el
infierno existente, la utopía de la selva bajo la ley. “Todo fue una gran
mentira”. Un cuento de viejas adornado de historietas para dormir a
los chiquillos; la realidad, la verdad es “mata a muere, devora o serás
devorado”, los dioses tienen hambre de sexo, sus hijos de sacrificios humanos,
se les niega la inmortalidad que les bulle en las venas, el caos es el pan de cada
día.
¿Qué hiciste Adán? ¿Dónde te escondiste mientras el
mundo al que condenaste a vivir bajo las botas de Satán y su madre, la Muerte,
era devorado en una orgía genocida insoportable?
¿NO le aplastaría Dios la cabeza a aquella
generación malvada de seres de otra creación, no de nuestro mundo, que contra
la voluntad del Creador de Cielos y Tierra se atrevió a usar la sangre del rey
del Edén como tinta con la que firmar la declaración de guerra contra el
Espíritu Santo del Verbo?
Desde Set a Noé los hijos de Adán vivieron llevando
consigo la cruz, la culpa de quien tuvieron por padre a quien en su Ignorancia
se alió con Satán, el líder de aquéllos hijos de Dios que una vez firmada la
declaración de guerra contra el Verbo sólo podrían encontrar su salvación en la
destrucción universal del género humano. Eran ellos o los hombres. No había
término medio. La apuesta había sido fuerte, no había marcha atrás.
Se habían levantado contra el Espíritu del Verbo, y Dios los habían condenado a
Destierro eterno del Cosmos, maldecidos a ser arrojados en caída libre en un
abismo cuyo fondo se hallaba en el Infinito.
¿La esperanza del Dragón?, que el Vengador de la
muerte de Adán habría de ser otro hombre.
¿Podría Dios engendrar un hombre capaz de aplastarle
la cabeza a la Serpiente e impedir la destrucción apocalíptica del Género
Humano mediante la Restauración de su Ser en el espíritu del Verbo?
Caín se equivocó. Interpretó la Promesa de Venganza y
redención en tanto que animal racional privado de la Inteligencia que viene de
Dios y engendra en el Hombre su Pensamiento. La lección fue aprendida por Set.
La Venganza y la Redención, el nacimiento del Vengador y Redentor miraba a los
Milenios. Pues que los hijos de Dios necesitaban ver para para entender el
origen del sentimiento de abominación contra la Ciencia del bien y del mal que
vive Dios, la Muerte sembraría libremente su Cizaña por las naciones hasta
hacer vomitar a todos la visión de un Mundo entregado a su destrucción.
Satán pudo celebrar su victoria cuando Dios ordenó el
Diluvio, pero su victoria fue su fracaso, porque la confianza puesta en que el
Hijo Amado de YAVÉ DIOS encontrase en la Ciencia del bien y del mal su
complacencia se estrelló contra el Espíritu de Dios que en ÉL vive , no otro
Espíritu que el Espíritu de su Padre, ese mismo Espíritu Santo que se hizo
carne para que todos le viésemos, y hecho Hombre, hablando como Hombre, veamos
en Cristo Jesús al Hombre engendrado a la Imagen y semejanza de Dios, y en
Jesucristo al Padre y el Hijo, Dos Personas, un mismo Dios.
En efecto, el Hijo de Dios vivió la Abominación que su
Padre siente ante la Ciencia del bien y del mal. Clarificado esta Realidad, era
hora de pasar a la Salvación del Género Humano.
Dios no tuvo jamás duda sobre la posición del Hijo de
sus entrañas increadas, Ser de su Ser, delante de la Ciencia del bien y del
mal, pero era necesario que toda la Casa de Dios viese con sus ojos y sintiese
con su corazón esta Verdad, que el fuego contra la Muerte que vive en Dios vive
en su Hijo.
Es la Eternidad de la Creación la que se puso en juego
aquí en la Tierra, y esta Eternidad pasa por el Hijo de Dios, el Ser en el que
el Creador del Nuevo Cosmos tiene su Igual, su Familia, su Corazón, su Dicha y
Alegría infinita.
Pero pasemos a los planes de aquella generación
malvada de hijos de Dios, liderados por Satán, que viendo su fracaso
para atraer a su causa maldita al Hijo de Dios dieron un paso más adelante
hacia el Abismo cruzando sus razas con la raza de los hombres.
II
¿Qué es el horror? ¿Qué es la crueldad? ¿Qué es la
miseria, la locura del Poder, la pasión por las riquezas, la demencia de la
Guerra? Todo se reduce a una respuesta : Creerse un dios, querer ser
un dios, vivir el ser un dios, la Criatura quiere ponerse a la altura
de su Creador, la egolatría de quien siendo polvo se cree superior a sus
semejantes, todos creados del polvo, a todos dictando leyes, por las leyes
esclavizando a quienes han sido creados para ser libres y gozar la
gloria de la libertad de hijos de Dios, amando y amados por nuestro Creador.
¡Qué horrores no vieron los hijos de Dios durante
aquella época que fue de la Caída al Diluvio!
Que conocían la Guerra y sus consecuencias, por
supuesto, pero las guerras que conocieron los otros Mundos fue protagonizada
por Pueblos investidos de la Inmortalidad Indestructible natural al
Creador. Esta Guerra de la Serpiente y el Dragón contra un mundo indefenso,
privado de la Indestructibilidad, arrojado en las garras de la Muerte, no tenía
comparación. La Guerra, el juego de los dioses por cuya legitimación
se produjo la Rebelión, la tenían delante en toda su miserable desnudez. La
Maldición del Dios de los dioses, YAVÉ, contra esos hijos malvados se hizo
propia.
Y si no fue suficiente el abandono de los hombres en
las redes del Odio que la Caída sembró por las tierras, aquellos
hijos malvados se unieron a nuestras mujeres para crear entre nosotros una
descendencia maligna, atormentada por su origen no humano, medio extraterrestre
y terrestre, abogando por su elevación a la divinidad en la esquizofrenia
desatada que hervía en sus mentes mediante la edificación de religiones
sangrientas y guerras mortíferas con las que creyeron poder alcanzar la corona
que jamás podrían tener.
Y aquí entramos en el gran tema de la vida
extraterrestre. Cuestión que el Ateísmo Científico Anticristiano del XIX y del
XX negaron pero concedieron reduciendo a estadísticas la probabilidad de
existencia en el Cosmos. Dios ya lo dijo: “Cuando la cultives te dará espinas y
abrojos”. Y así ha sido. Alejada de la Inteligencia Divina, declarada
abiertamente contra Cristo, en guerra directa contra la Fe, el Cultivo de la
Ciencia por la Razón Animal no ha venido a producir sino espinas y abrojos,
armamentos de destrucción masiva y generaciones de virus
terroríficos al servicio de sus nuevos amos, de manera que aquella Vigencia que
buscara la libertad de la Tutela de la Iglesia no dudó en hacerse esclava, a
prostitución voluntaria y libre, al servicio de la escuela de Satán: reyes
y poderes privados que vestidos de servidores públicos han hecho del
ser humano una bestia doméstica de cuyo cuello extraer la sangre con la que
generaciones de monstruos sobreviven y conservan su evangelio del más fuerte.
La Vida Extraterrestre ha estado presente en la
Historia de la Tierra desde su misma Origen en el Espacio y el Tiempo. La
Tierra pasó a convertirse en el paraíso de vida animal de cuyas especies esa
Vida “no de esta creación” como dijo San Pablo, no de nuestro Mundo en nuestras
palabras, tomaron las especies que quisieron y llevaron a sus mundos, siempre
siguiendo las líneas de Creación trazadas por Dios. Fue la contemplación de
esta Vida que bajó del cielo y se movió libremente por los valles prehistóricos
la experiencia que produjo en el Ántropos el deseo de Imitación, que,
conquistado el movimiento a dos piernas le hizo bajar del Bosque, adentrarse en
el Valle y dar vida al Homo Sapiens.
III
Dios toma decisiones el pensamiento puesto en la
Felicidad del conjunto universal de los Ciudadanos de su Reino. Esta es una
responsabilidad que nuestro Creador tomó como natural a su Ser; nada ni nadie
le impulsó a elevar la Vida en el Cosmos a la Inmortalidad… excepto
su Amor a la Vida. Las decisiones que comprenden en su esfera
de consecuencias y efectos al universo entero de pueblos creados en
distintas regiones del espacio y del tiempo, máxime cuando su Reino
se halla en estado de Guerra contra un enemigo, no pueden ser fáciles; ninguna
mejor prueba ni testigo que las Necesidad de enviarnos como Campeón
de nuestra Causa a JESÚS, su Hijo Amado, y exponerle a la Pasión de CRISTO.
Esta Responsabilidad es a la que la Iglesia Católica se refiere al decir que
Dios perfeccionó a su Hijo. Es decir, JESUCRISTO vino a tomar la
Responsabilidad de su Padre como suya propia. De aquí que YAVÉ DIOS; su Padre,
“le Glorificase de nuevo” poniendo en sus manos el Señorío sobre
todos las Naciones de su Creación, del Cielo como de la Tierra.
Rechazada como Anticristiana la doctrina de la Bestia
de múltiples cabezas de la Reforma Protestante, el fuego de su Odio hacia
Cristo Jesús escupiendo veneno contra su Esposa, nuestra Madre la Iglesia, la
acusación satánica de ser Dios un Monstruo Creador manteniendo en el Tiempo la
Tragedia del Género Humano, a repetir con otros Mundos en la Eternidad, negando
así que DIOS sea AMOR; rechazadas las doctrinas satánicas del anticristianismo
protestante, en todas sus formas, cuyos frutos fueron genocidios y asesinatos
sin número hasta finalmente despacharse la orgía de la Guerra de los 30 Años,
de camino hacia la Gran Orgía del Siglo XX, en cuya mesa el padre de los
Reformadores se emborrachó de sangre humana hasta ver en
su demencia una posibilidad de consumar su obra, la Destrucción de la Vida en
la Tierra, así, aunque condenado, llevándose al Infierno de su Destierro la
miel de un triunfo sobre Dios pírrico a costa de nuestro Mundo; salvados por la
Fe del Concilio de Trento de negar lo que el Espíritu Santo afirmó: “DIOS ES
AMOR”, nosotros entendemos que la Decisión que nuestro Creador tomó, dar fin al
mundo del Primer Hombre y engendrar un Hombre Nuevo en todo Fiel a su Verbo,
hijo de Dios sobre todas las cosas, ciudadano de su Reino ad infinitum y
ad eternum, inmaculado frente a la Corrupción,
inmarcesible frente al Mal, Abominador de
la Guerra con la fuerza del Espíritu; esa Decisión, sumir bajo las aguas un
Mundo para traer otro, fue una Decisión Buena, en cuyo cuerpo no cupo la
Acusación Satánica de la Reforma de ser nuestro Padre Divino un
monstruo engendrando seres inocentes para ser pasto de las llamas del
Infierno y seres criminales nacidos para habitar su Paraíso.
El horizonte hacia el que se acercó aquel
mundo en el que dioses y hombres se relacionaron, los primeros con máscara,
“escondiendo ese dios oculto de Lutero” de la vista de los segundos; aquel
horizonte ya lo había visto Dios antes de que el telón de la Caída transformase
la Tragedia del Género Humano en un Teatro de Guerra a muerte entre la Vida y
la Muerte. ¿Necesitaba el Hijo de Dios ver para creer que abandonado el mundo a
la ley de su Razón Animal sucumbiría en el polvo?
Evidentemente no.
Por qué entonces no desterró inmediatamente de la
Tierra al Enemigo del Espíritu Santo, es la gran cuestión.
Cuestión que ya he respondido en LA HISTORIA DIVINA DE
JESUCRISTO.
IV
La Casa de Adán en Set y sus descendientes mantuvo de
Patriarca en Patriarca la Historia de la Caída y la Promesa de Redención. La
Caída de su padre Adán se mantuvo firme durante las generaciones, sobreviviendo
en aquel mundo de gigantes y héroes medio humano medio demonios atormentados
por su sed de inmortalidad, semidioses adorados y temidos a la vez,
ajenos a las leyes de la misericordia, para quienes los simples humanos no
fueron más que animales para sus altares, en la creencia maligna de encontrar
en Dios su bendición llenando de sangre sus templos. Aquellas
religiones inmundas cubrieron las tierras desde Mesopotamia al Extremo Oriente,
desde Egipto a las Américas, desde Europa al África; la Tierra entera se
convirtió en una orgía de sangre y carne humana, deviniendo el canibalismo un
acto sagrado, el sacrificio humano la puerta al paraíso de los dioses. El
Terror se casó con el Horror y parieron un monstruo sin humanidad de ninguna
clase, hijos de un dios oculto que tuvieron en Satán el Modelo a cuya imagen y
semejanza crecer y santificarse. Modelo satánico que ha crecido hasta nuestros
días, cuando vemos al hijo de Satán y su casa alimentar a las naciones
federadas islámico-neosoviéticas con la Orgía de
sangre inocente del pueblo de un hijo de Dios, UCRANIA. Así Dios les haga y
paguen como el mundo del Diluvio a los adoradores del nuevo hijo de Satán.
V
En cuanto a la creación del Diluvio en sí tenemos dos
zonas de entendimiento. Comencemos por la básica.
Acorde al estacionamiento final del Arca se entiende
que Dios provocó la entrada de una tsunamis atlántica en lo que el
Mediterráneo hoy día, echando así abajo el Puente entre África y Europa, y
causando lo que se conoce desde la Antigüedad como la Caída de las Columnas de
Hércules. Para esto abrir una brecha entre las placas tectónicas euroasiática y
africana. La corriente del océano Atlántico irrumpe por el Estrecho creado, que
conocemos de Gibraltar al presente. Esa corriente entró en el Próximo Oriente
Antiguo empujando hacia el Este el Arca.
Inmediatamente Dios movió la Placa Arábiga abriéndole
al Océano Índico dos puertas, una por lo que sería más tarde el Mar Rojo, y
otra por la que se crearía el Golfo Pérsico; estas dos nuevas
tsunamis arrastraron el Arca, que se encaminaba directo al Este,
hacia el Norte, embarrancándolo finalmente en el Monte Ararat.
Este este movimiento controlado no hubiese sido
posible si antes el Arca no hubiese sido levantado por un diluvio torrencial
que cubriendo con sus aguas la tierra firme, pudo desplazarse sobre la tsunamis
atlántica ya en su última fase de fuerza, navegando sobre su ola sin sufrir la
destrucción que en su fase de entrada causó en las Islas y en las ciudades a
los dos lados del Mediterráneo. El Arca vive entonces las olas que procedían
del Océano Indico y lo desplaza hacia el Norte.
Cuando las dos tsunamis bajo cuyas aguas quedó
enterrado el Mundo de Adán pierden su fuerza, el Arca se encontró en el Monte
Ararat.
La creación del Golfo Pérsico tal cual lo conocemos se
comió las desembocaduras originales del Éufrates y del Tigris, según los
testimonios de los documentos sumerios y babilonios nos han descubierto.
Otras consecuencias de aquel movimiento de las
placas fue la ruptura del Puente Natural entre Europa y Asia,
creando el mar de Mármara y el Estrecho del Bósforo, quedando
comunicados el Mar Negro y el Mediterráneo.
En lo que se refiere al Atlántico, aquel movimiento de
placas vino a crear el Canal de la Mancha, por el que las Islas Británicas
quedaron desconectadas del Continente, razón por la que sus pobladores
involucionaron hacia la condición de las bestias salvajes, en cuya situación
social fueron descubiertos por el Imperio Romano. De los Megalitos Ingleses se
ve que la Cultura Megalítica Europea incluía en su esfera a las
Islas Británicas.
Igualmente se ve que la comunicación natural entre
Europa y Escandinavia quedó rota a la altura de Copenhague y Helsinborg, donde
se crearon los islotes intermedios, barreras acuáticas hoy vencidas por la tecnología
de nuestros tiempos.
Ahora bien, el Arca no hubiese vencido la
fuerza de aquella tsunamis atlántica, que derribó en su camino al Oriente
Próximo islas y costas en el Mediterráneo Antiguo, de no haber Dios levantado
su cuerpo a gran altura del suelo, de manera que al entrar la ola atlántica, ya
en su última fase, fuese neutralizada por ese mar de aguas que bajó del cielo.
Punto, por consiguiente, vital para entender su supervivencia.
Como todos sabemos y nadie ignora basta abrir la
Ionosfera para permitir que los vientos que azotan la Estratosfera encuentren
una puerta hacia la Biosfera. En nuestros días los científicos provocan
artificialmente este efecto de “abrir las llaves de los cielos” mediante la
creación de un incendio en la Ionosfera, que provocan metiéndole fuego con la
cerilla de los cohetes de fuego con los que se lanzan los satélites hasta la
Estratosfera. La Edad Atómica les descubrió este efecto cuando vieron que las
explosiones atómicas en las zonas altas de la Atmósfera creaban un incendio en
la Ionosfera que, debilitando su barrera ionizada, le permitía el paso a los
vientos solares. Esto vino a llamarse después el Agujero de la Capa de Ozono.
Es decir, las explosiones atómicas de las superpotencias del Siglo XX fueron
tantas, y cada vez más potentes, hasta que finalmente la Ionosfera fue dañada.
Dios no tuvo necesidad de incendiar la Ionosfera para
abrirle a los vientos solares la entrada en la Biosfera. En términos Divinos :
“Se rompieron todas las fuentes del Abismo”.
Científicamente hablando, considerando que los vientos
solares están a temperatura cercana al cero absoluto y que la humedad en la
Biosfera es su constante vital, la entrada de los vientos solares en la
Biosfera condensó esa humedad, fue convertida en lluvia diluvial, y la
lluvia en Diluvio Universal que no cesó durante cuarenta días y cuarenta
noches.
Cuando nosotros consideramos que bastan unas cuantas
horas para que una lluvia torrencial devaste poblaciones enteras, testigos
los Mass Media, y extendemos esa devastación
a 40 días y 40 noches, entendemos que la altura a la que el agua se puso sobre
el nivel del mar fue la suficiente para hacer que el Arca navegara libremente y
arrastrada primero por la tsunamis atlántica hacia el Este y después por las
tsunamis Índicas hacia el Norte, la ola final depositase el Arca a la altura
del monte Ararat.
El Mundo de Adán, el mundo de la Atlántida de las
mitologías, pereció durante aquellos 40 días y 40 noches.
Como quien rompe toda la obra que hizo, porque no le
gustó el resultado de su trabajo, y se dispone a volver a desde
cero, de esta manera Dios borró del Mapa la existencia de aquel Mundo, y,
enterrando bajo las aguas que lo ahogaron la Memoria de la Humanidad, puso
manos a la Obra.
Nadie, ni su Hijo Amado, conocía entonces qué tenía
Dios en su cabeza, cuál era su Pensamiento, cómo iba a recuperar de las manos
de Satán la corona que su hijo Adán había perdido. Todo lo que sabía su Hijo y
sus Hermanos era que la Palabra de Dios es el Verbo, y el Verbo es Dios. Dios
dijo que un hijo de Eva se levantaría para aplastarle la cabeza a Satán, y así
sería. Duda, ninguna; Confianza, absoluta. ¡Ay de Satán y sus aliados cuando el
hijo del Hombre fuese concebido!
Gráficamente hablando:
|
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
![]() |
![]() |
LA SAGRADA BIBLIA | ![]() |
AMAZONLA BIBLIA DEL SIGLO XXI.LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO |
![]() |
![]() |
![]() |