LA CREACIÓN DEL UNIVERSO SEGÚN EL GÉNESIS |
QUINTA PARTE CREACIÓN DE LA ECOSFERA
CAPÍTULO 17
CREACIÓN DEL PLANO DE INTERRELACIÓN BIOSFÉRICO
152. Cerramos la ascensión por la escalera de los elementos
naturales y abrimos una nueva vía. Hielo, agua, aire, todos los
elementos estaban en su sitio y preparados para el gran acontecimiento
del salto de la materia inorgánica a la orgánica. (Punto alrededor
del cual la Razón y la Fe se perdieron y siguieron caminos tan opuestos
como suicidas. Hablando de la Evolución de las especies el sabio
bíblico por excelencia dejó caer en el agua la piedra, diciendo:
“Y para ejercer en ellos la justicia se pusieron de acuerdo los
elementos, como en el salterio se acuerdan los sonidos en una inalterable
armonía, como claramente puede verse por los sucesos. Pues los animales
terrestres se mudan en acuáticos, y los que nadan caminan sobre
la tierra”. Palabras observadoras de un hombre que no dudó llorar
la soledad del genio en otra parte, pero que mientras estuvo en
sus mejores momentos tampoco dudó en adelantarse a la mente científica
y afirmar que Dios le dio “la ciencia verdadera de las cosas, y
el conocer la constitución del universo y la fuerza de los elementos;
el principio, el fin y el medio de los tiempos; las alternancias
de los solsticios y los cambios de las estaciones; el ciclo de los
años y la posición de las estrellas; la naturaleza de los animales
y los instintos de las fieras; la fuerza de los vientos y los razonamientos
de los hombres; las diferencias de las plantas y las virtudes de
las raíces. Todo lo oculto y lo manifiesto lo conocía, porque la
Sabiduría, artífice de todo, me lo enseñó”. Es de creer que si la
Fe y la Razón hubieran escuchado con orejas más humildes esta confesión
de Salomón la enemistad entre cristianismo y ciencia no hubiera
llegado a los extremos que se alcanzó en las primeras décadas del
siglo XX). Volviendo al tema de la Evolución del árbol de la vida,
lo primero son las raíces. Es por donde empieza el árbol a germinar.
Pero para que haya árbol debe haber semilla. Dando por supuesto
que la Célula Madre, la Semilla de la Vida tuvo en Dios su origen,
se desprende de las secuencias biohistóricas que estamos siguiendo que la semilla del árbol de las especies la
sembró Dios bajo las aguas del Gran Océano. Y por consiguiente primero
fueron las plantas. De este reino submarino vegetal, por adaptación
de las primeras ramas a la vida terrestre, según el nivel de las
aguas del Gran Océano fue bajando surgió el árbol de las especies
vegetales terrestres. La evolución de este nuevo reino se completó
cuando la fotosíntesis transformó la composición química de la atmósfera.
153. Este paso biohistórico tuvo lugar durante la Tarde del Tercer Día. Ya hemos visto cómo
una vez roto el Manto de Hielo los dos bloques resultantes emprendieron
la retirada hacia los polos, y cómo la evaporación del Océano en
curso el levantamiento de las cordilleras por el tirón gravitatorio
produjo la multiplicación del Océano en océanos y la división de
los océanos en mares. Así que a medida que fue bajando el nivel
de las Aguas las plantas vegetales marinas se adaptaron a la vida
terrestre, para acabar con el tiempo transformando la atmósfera
prehistórica en la atmósfera histórica con el oxígeno como elemento
principal. A su vez y bajo la necesaria adaptación a la revolución
que el mismo reino vegetal estaba produciendo la fibra vegetal prehistórica
de sustrato submarino adquirió las propiedades de los árboles históricos
terrestres. Con la creación del reino de los árboles cerró Dios
la estructura del Plano de Interrelación Biosférico. Plano sobre el que me detendré un momento antes
de despegar del suelo y lanzar este relato a los espacios.
154. La autonomía del Plano de Interrelación Biosférico podemos resumirla diciendo que los casquetes polares
fueron estabilizados para ser los dos focos termorrefrigeradores principales del sistema ecosférico. Focos
de los que hizo Dios depender el equilibrio de la temperatura de
la Biosfera, y que, para estabilizar la descongelación de ambos
focos termorrefrigeradores Dios hizo depender
del ángulo de rotación del globo terrestre. Vayamos por partes,
sin embargo.
155. Imaginemos por un segundo que la Tierra fuese plana
y permaneciese siempre a la misma distancia del Sol. ¿Qué sucedería?
¿Qué cantidad de tiempo necesitaría el Sol para calentar los océanos
hasta el punto de ebullición y hacer de los océanos un plato de
agua hirviendo? ¿Y en cuántas horas geológicas la atmósfera perdería
su equilibrio termodinámico y toda su arquitectura saltaría en pedazos
por no contar el ángulo de rotación de la Tierra con un mecanismo
regulador? Calculemos cuántos años harían falta para que, en ausencia
de los dos focos termorrefrigeradores polares, la temperatura de los océanos y la atmósfera se dispararan
hacia arriba diez grados. ¿Cómo le afectaría este aumento de temperatura
a la vida marina? Si a raíz de una ola de calor mueren las criaturas
humanas ¿cuántas morirían al año si esa ola de calor permaneciese,
y, lo que es peor, amenazase con subir otros diez grados en los
próximos veinte años, por ejemplo?
156. Lo que ha
venido sucediendo en estos millones y millones de años es lo contrario.
Los focos termo refrigeradores ecosféricos han permanecido constantes, han mantenido la temperatura biosférica estable, siempre entendiendo que al disminuir su masa la temperatura
general tenía por fuerza que ir aumentando. Pero al hacer depender
la temperatura biosférica de los focos termorrefrigeradores polares nuestro Creador se veía obligado a darles una plataforma
geofísica. Plataforma a la que llamaré Sustrato Ecosférico Autónomo y tiene que ver con las ecuaciones en la base de la inmutabilidad
del ángulo de rotación de la Tierra.
CAPÍTULO 18
EL SUSTRATO ECOSFERICO AUTÓNOMO
|
LA CREACIÓN DEL UNIVERSO SEGÚN EL GÉNESIS |