D
web counter

LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO

cristoraul.org

CREACIÓN DEL UNIVERSO SEGÚN EL GÉNESIS

LA SAGRADA BIBLIA

ANTIGUO TESTAMENTO. PENTATEUCO

GENESIS

PRIMERA PARTE

HISTORIA DEL GÉNERO HUMANO

 

Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David,

que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre

 

Capítulo 1

La Creación del Universo

 

1 Al principio creó Dios los Cielos y la Tierra.

2 La Tierra estaba confusa y vacía, y las Tinieblas cubrían la haz del Abismo, pero el espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las Aguas.

3 Dijo Dios: “Haya Luz,” y hubo Luz.

4 y vio Dios ser buena la luz, y la separó de las Tinieblas;

5 y a la Luz llamó día y a las Tinieblas noche, y hubo tarde y mañana, día primero.

6 Dijo luego Dios: “Haya Firmamento en medio de las aguas, que separe unas de otras”; y así fue.

7 E hizo Dios el Firmamento, separando aguas de aguas, las aguas que estaban debajo del Firmamento de las que estaban sobre el firmamento. Y vio Dios ser bueno.

8 Llamó Dios al Firmamento cielo, y hubo tarde y mañana, día segundo.

9 Dijo luego: “Júntense en un lugar las aguas de debajo de los cielos y aparezca lo seco.” Así se hizo,

10 y se juntaron las aguas de debajo de los cielos en sus lugares y apareció lo seco; y a lo seco llamó Dios tierra, y a la reunión de las aguas, mares. Y vio Dios ser bueno.

11 Dijo luego: “Haga brotar la tierra hierba verde, hierba con semilla y árboles frutales, cada uno con su fruto según su especie y con su simiente, sobre la tierra.” Y así fue.

12 Y produjo la tierra hierba verde, hierba con semilla, y árboles frutales, con su semilla cada uno. Vio Dios ser bueno;

13 y hubo tarde y mañana, día tercero.

14 Dijo luego Dios: “Haya en el Firmamento de los cielos lumbreras para separar el día de la noche y servir de señales a estaciones, días y años;

15 y luzcan en el Firmamento de los cielos, para alumbrar la Tierra.” Y así fue.

16 Hizo Dios los dos grandes luminares, el mayor para presidir el día, y el menor para presidir la noche, y las estrellas;

17 y los puso en el Firmamento de los cielos para alumbrar la Tierra,

18 y presidir el día y la noche, y separar la Luz de las Tinieblas. Y vio Dios ser bueno,

19 y hubo tarde y mañana, día cuarto.

20 Dijo luego Dios: “Hiervan de animales las aguas y vuelen sobre la tierra las aves bajo el Firmamento de los Cielos.” Y así fue.

21 Y creó Dios los grandes monstruos del agua y todos los animales que bullen en ella, según su especie, y todas las aves aladas, según su especie. Y vio Dios ser bueno,

22 y los bendijo diciendo: “Procread y multiplicaos, y henchid las aguas del mar, y multiplíquense sobre la tierra las aves.”

23 Y hubo tarde y mañana, día quinto.

24 Dijo luego Dios: “Brote la tierra seres animados según su especie, ganados, reptiles, bestias de la tierra según su especie.” Y así fue.

25 Hizo Dios todas las bestias de la tierra según su especie, los ganados según su especie y todos los reptiles de la tierra según su especie. Y vio Dios ser bueno.

26 Díjose entonces Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, para que domine sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados y sobre las bestias de la tierra, y sobre cuantos animales se mueven sobre ella.”

27 Y creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios le creó, y los creó macho y hembra;

28 y los bendijo Dios, diciéndoles: “Procread y multiplicaos, y henchid la tierra; sometedla y dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre los ganados, y sobre todo cuanto vive y se mueve sobre la tierra.”

29 Dijo también Dios: “Ahí os doy cuantas hierbas de semilla hay sobre la haz de la tierra, y cuantos árboles producen fruto de simiente, para que todos os sirvan de alimento.

30 También a todos los animales de la tierra, y a todas las aves del cielo, y a todos los vivientes que sobre la tierra están y se mueven, les doy por comida cuanto de verde hierba la tierra produce.” Y así fue.

31 Y vio Dios ser muy bueno cuanto había hecho, y hubo tarde y mañana, día sexto.

 

Capítulo 2

El Paraíso del Edén

 

1. Así fueron acabados los Cielos, y la Tierra, y todo su cortejo.

2. Y, rematada en el día sexto toda la obra que había hecho, descansó Dios el día séptimo de cuanto hiciera;

3. y bendijo el día séptimo y lo santificó, porque en él descansó Dios de cuanto había creado y hecho.

4. Este es el origen de los Cielos y la Tierra cuando fueron creados.

 

5 Al tiempo de hacer Yavé los Cielos y la Tierra, no había aún arbusto alguno en el campo, ni germinaba la tierra hierbas, por no haber todavía llovido Yavé Dios sobre la tierra ni haber todavía hombre que la labrase,

6 y sacase agua de la tierra para regar toda la superficie del suelo.

7 Formó Yavé Dios al hombre del polvo de la tierra y le inspiró en el rostro aliento de vida, y fue así el hombre ser animado.

8 Plantó luego Yavé Dios un jardín en Edén, al oriente, y allí puso al hombre a quien formara.

9 Hizo Yavé Dios brotar en él de la tierra toda clase de árboles hermosos a la vista y sabrosos al paladar, y en el medio del jardín el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal.

10 Salía del Edén un río que regaba el jardín, y de allí se partía en cuatro brazos.

11 El primero se llamaba Pisón, y es el que rodea toda la tierra de Evila, donde abunda el oro,

12 un oro muy fino, y a más también bedelio y ágata;

13 y el segundo se llama Guijón, y es el que rodea toda la tierra de Cus;

14 el tercero se llama Tigris, y corre al oriente de Asiria; el cuarto es el Éufrates.

15 Tomó, pues, Yavé Dios al hombre y le puso en el jardín del Edén para que lo cultivase y guardase,

16 y le dio este mandato: “De todos los árboles del paraíso puedes comer,

17 pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas, porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”

18 Y se dijo Yavé Dios: “No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle una ayuda proporcionada a él.”

19 Y Yavé Dios trajo ante el hombre todos cuantos animales del campo y cuantas aves del cielo formó de la tierra, para que viese cómo los llamaría, y fuese el nombre de todos los vivientes el que él les diera.

20 Y dio el hombre nombre a todos los ganados, y a todas las aves del cielo, y a todas las bestias del campo; pero entre todos ellos no había para el hombre ayuda semejante a él.

21 Hizo, pues, Yavé Dios caer sobre el hombre un profundo sopor, y, dormido, tomó una de sus costillas, cerrando en su lugar con carne,

22 y de la costilla que del hombre tomara, formó Yavé Dios a la mujer, y se la presentó al hombre.

23 El hombre exclamó: “Esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta se llamará varona, porque del varón ha sido tomada”.

24 Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre; y se adherirá a su mujer; y vendrán a ser los dos una sola carne.

25 Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, sin avergonzarse de ello.

CAPÍTULO 3

Tentación, caída y primera promesa de redención

I

1 Pero la serpiente, la más astuta de cuantas bestias del campo hiciera Yavé Dios, dijo a la mujer: “¿Conque os ha mandado Dios que no comáis de los árboles todos del paraíso?”

2 Y respondió la mujer a la serpiente: “Del fruto de los árboles del paraíso comemos,

3  pero del fruto del que está en medio del paraíso nos ha dicho Dios: “No comáis de él, ni lo toquéis siquiera, no vayáis a morir”

4 Y dijo la serpiente a la mujer: “No, no moriréis;

5 es que sabe Dios que el día que de él comáis se os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal”

6 Vio, pues, la mujer que el árbol era bueno para comerse, hermoso a la vista y deseable para alcanzar por él la sabiduría, y tomó de su fruto y comió, y dio de él también a su marido, que también con ella comió.

7 Abriéronse los ojos de ambos, y, viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos ceñidores.

8 Oyeron a Yavé Dios que se paseaba por el jardín al fresco del día, y se escondieron de Yavé Dios el hombre y su mujer, en medio de la arboleda del jardín.

9 Pero llamó Yavé Dios al hombre, diciendo: “¿Dónde estás?”

10 Y éste contestó: “Te he oído en el jardín, y, temeroso porque estaba desnudo, me escondí”

11 “¿Y quién, le dijo, te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol de que te prohibí comer?”

12 Y dijo el hombre: “La mujer que me diste por compañera me dio de él y comí”

13 Dijo, pues, Yavé Dios a la mujer: “¿Por qué has hecho eso?” Y contestó la mujer: “La serpiente me engañó y comí”

14 Dijo, pues, Yavé Dios a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita serás entre todos los ganados y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu pecho y comerás el polvo todo el tiempo de tu vida.

15 Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza, y tú le acecharás el calcañal”

16 A la mujer le dijo: “Multiplicaré los trabajos de tus preñeces; parirás con dolor los hijos y buscarás con ardor a tu marido, que te dominará”

17 Al hombre le dijo: “Por haber escuchado a tu mujer, comiendo del árbol de que te prohibí comer, diciéndote no comas de él: Por ti será maldita la tierra; con trabajo comerás de ella todo el tiempo de tu vida;

18 te dará espinas y abrojos y comerás de las hierbas del campo.

19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella has sido tomado, ya que polvo eres y al polvo volverás”

20 El hombre llamó Eva a su mujer, por ser la madre de todos los vivientes.

21 Hízoles Yavé Dios al hombre y su mujer túnicas de pieles, y los vistió.

22 Díjose Yavé Dios: “He ahí al hombre hecho como uno de nosotros, conocedor del bien y del mal; que no vaya ahora a tender su mano al árbol de la vida y, comiendo de él, viva para siempre.

23 Y le arrojó Yavé Dios del jardín de Edén, a labrar la tierra de que había sido tomado.

24 Expulsó al hombre y puso delante del jardín de Edén un querubín que blandía flameante espada para guardar el camino del árbol de la vida

 

 

C.R.Y&S

LA SAGRADA BIBLIA