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LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO

cristoraul.org

CREACION DEL UNIVERSO SEGUN EL GÉNESIS

LA SAGRADA BIBLIA

 

 

ANTIGUO TESTAMENTO - PENTATEUCO

EL LIBRO DEL LEVITICO

CUARTA PARTE - CÓDIGO DE SANTIDAD

 

INTRODUCCION AL LEVITICO

 

El Hombre es el fruto final de la Gran Revolución de Estado a que fue conducido el Creador del Universo a raíz de las perturbaciones sociales que conmovieron los cimientos de su Reino y lo pusieron delante de la Necesidad de abrir la Ciencia de la Creación a todos los hijos de Dios, de un sitio, y a sentar sobre la Experiencia la Veracidad Divina del Rey de reyes, Jesús, Dios Hijo Unigénito, del otro.

La puesta en Duda de la Veracidad del Hijo y la Rebelión contra el Espíritu Santo de la Justicia habían sido los dos motores que alimentaron las Guerras del Cielo y puso al Padre de los dioses delante de la Necesidad de darle, no una sino : la Respuesta al problema de la Guerra entre los hijos de Dios. En el seno de esta Respueta fue concebido el Hombre.

Cómo creó Dios los Cielos y la Tierra está expuesto en la Introducción a la Cosmología del Siglo XXI, (las líneas generales al menos, en las profundidades y al otro lado de los horizontes la Ciencia de la Creación espera a quienes han de darle sus igualdades). Una vez la Tierra echada a andar sobre la superficie de la Historia y habiendo quedado demostrada la Veracidad del Hijo, Dios pasa a recoger el fruto de su Obra : el Hombre.

El Hombre es creado "desnudo", sin conocimiento de la existencia de la Guerra, teniendo la Palabra por Ley y abierto ante él la Ciencia de la Creación como el escenario natural de su movimiento en el Tiempo. Le dio el Padre por Dios al Hijo y lo formó en todas las Culturas de la Creación de manera que uniéndolas en una sola, la Humana, la entrada del Hombre en el Reino de Dios revolucionase la estructura social mediante la evolución de todas las Civilizaciones en el seno del Mundo Humano, que, al integrarlas a todas, rompería las fronteras intelectuales que hasta entonces habían hecho de campo donde la Semilla de la Guerra echó raíces y amenazaba con hacerse Árbol.

Pero una Sociedad entre Seres Inteligentes se basa en el principio de la Libertad. Si dos no quieren vivir juntos bajo la misma Ley se debe proceder a la disolución de la Sociedad a fin de prevenir la Guerra. O bien se puede imponer la Ley propia en razón del Poder del más Fuerte y transformar la Sociedad en una Dictadura, sea Teocracia o cualquier otra forma de Tiranía.

El problema de fondo con el que se encontró Dios, Creador de la Sociedad que creciendo devino Imperio, fue que, andando el tiempo, una parte de los reyes de su Imperio quiso vivir bajo una Ley diferente a la del Rey de reyes. Así pues, el objetivo de quienes habían promovido las Guerras del Cielo no era el Padre sino el Espíritu Santo de Dios, bajo cuya Ley la Justicia de la Igualdad, Fraternidad y Libertad es Suprema y no conoce acepción. Era este Espíritu Santo de la Justicia el obstáculo contra el que se estrellaba la ley de los Príncipes Rebeldes. Y pues que Dios no estaba dispuesto, porque sería pedirle que se suicidara, a abrogar su Ley, que es de Paz Sempiterna y Unidad Universal, había que encontrar la forma de llevar a Dios a abrogar suy Ley por voluntad propia.

Viendo Dios que este tipo de pensamiento llevaba al Infierno, porque tarde o temprano el Creador se levantaría contra su propia Obra, se dispuso a establecer su Ley sobre todas las cosas y de una vez para siempre dejar en las manos de cada cual vivir bajo su Ley o elegir la propia pero lejos de la Sociedad entre Creador y Creación que Dios había fundado.

Dios sabía que la Imposición de la Ley por el Poder del más Fuerte daría curso a una Tiranía Teocrática en la que el Miedo al Poder de Dios y no el Amor a la Ley sería el pan de cada día. No queriendo Dios tener Sociedad alguna con el Miedo, a la vez que estableciendo el Respeto a la Ley, cuando el Amor no fuese perfecto, dejó en las manos de todos los príncipes de su Reino la Decisión Final, dando a conocer la Suya ante toda la Creación, a saber : "No comas, el día que de él comieres, morirás".

La Pena de Muerte, es decir, el Destierro Eterno de la Creación de Dios, quedaba establecida contra la Guerra como medio de Civilización, o como medio de defensa de los Intereses Nacionales, o como Arte o como Mercado o como camino al Poder, sea para alcanzarlo o para permanecer en el Poder. Sea Guerra Civil, sea Guerra Internacional, sea Guerra de Religión, sea Guerra de Intereses, todo tipo de Guerra quedó bajo la Condena de la Ley, siendo "Muerte" la sentencia contra el promotor de la Guerra.

De esta forma manifiesta Dios dejaba en claro ante toda su Creación su Posición Final ante la Guerra; buscando mediante el Temor lo que mediante el Amor no había podido conseguir, y no queriendo tener Sociedad con quienes amando la Guerra se atuviesen a la Ley exclusivamente por el Miedo, y por el Miedo deviniese la Corona Divina "la Teocracia de la Tiranía", Dios dio a conocer su Ley contra la Ciencia del Bien y del Mal, cuyo Fruto es la Guerra, y dejó en Libertad a todos los Poderes que habían participado en la Formación del Género Humano, para tomar la suya, y declararle la Guerra al Espíritu Santo de la Justicia, o someterse a su Ley de Paz.

La Libertad es Sagrada, Suprema, y quien crea a su Imagen y Semejanza, siendo Espíritu de Inteligencia, busca en su Creación la Responsabilidad que esa Libertad conlleva. Era de Necesidad, en consecuencia, que Dios abandonase el escenario de la Creación a fin de dejar a sus hijos que tomasen una Decisión Final. Pues si hasta entonces la Ley había sido exclusivamente objeto de conocimiento, desde Ahora la Ley devenía Poder Todopoderoso y Omnipotente.

Dios había dado a conocer su Última Palabra sobre la ley que buscaba transformar el trono de Dios en el de un Dios de dioses bajo cuya Corona el Bien y el Mal no tendría ninguna jurisdicción sobre los Príncipes. Y esa palabra era "NO". La Sentencia contra todo el que se alzase contra la Ley del Espíritu Santo devenía "Muerte", Destierro sempiterno de la Creación.

Dios, por tanto, sabía que "aquél toro había acorneado". Dios confiaba en que el Temor a la Ley sujetase "al toro que había acorneado antes" y sometiese su Pasado, por voluntad propia, a la Muerte, resucitando en la Libertad para la Paz. Ahora bien, la posibilidad existía. Era cosa de demencia absoluta, y por consiguiente no le cabía a Dios en la cabeza que una criatura, obra de sus manos, se atreviese a soñar con declararle la Guerra a la Ley; pero existir, lo que se dice existir, la posibilidad de una Declaración de Guerra al Espíritu Santo existía. La Necesidad de elevar la Abominación que Dios sentia por la Guerra a la Naturaleza de Ley, siendo la Palabra de Dios el Verbo, ponía, de relieve, de una parte : la posibilidad de esa existencia y, de la otra : la voluntad Divina de matar esa posibilidad antes incluso que su idea saliese a superficie.

Así que, habiéndose sucedido lo increíble, era solo natural que Dios en persona se considerase responsable de la Caída de Hombre por haber dejado en libertad "un toro que ya había acorneado antes".Por la parte del Hombre, no habiendo sido formado en el Conocimiento que viene de la Experiencia en propia carne de la Ciencia del Bien y del Mal, esta Ignorancia devino el talón de Aquiles de Adán cuando "ese toro" se lanzó contra la Ley usando la Caída como Declaración de Guerra contra el Espíritu del Verbo. El Dilema del Diablo, a saber, "¿condenará Dios a todo un mundo por el pecado de un solo hombre?", con el que esperaba Crucificar al Espíritu Santo, una vez que encontró respuesta fue una respuesta de Juicio en el seno de un Juramento de Venganza. La Promesa de Redención Universal no se hace efectiva y definitiva sino con la Ley escrita en el Levítico, por la que Dios levanta la Ignorancia del Hombre como Origen del Perdón de su Delito, a consumar mediante el Sacrificio de un Cordero Expiatorio, que, al asumir Dios su responsabilidad por "el toro que acorneara", elevó la Ofrenda a un Cordero Divino, el Cordero por el que habían de ser limpiados todos los pecados del Mundo "condenado por el pecado de un solo hombre".

 

C.R.Y&S

 

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