LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO | cristoraul.org |
CREACION DEL UNIVERSO SEGUN EL GÉNESIS |
ANTIGUO TESTAMENTO - PENTATEUCO
TERCERA PARTE
LEYES SOBRE LA PUREZA
Capítulo 11
Ley acerca de los animales
puros e impuros
1. Yavé habló a Moisés y
Aarón, diciendo:
2. “Hablad a los hijos de
Israel y decidles: He aquí los animales que comeréis entre las bestias
de la tierra:
3. todo animal de pezuña
hendida y casco partido y que rumie, lo comeréis;
4. pero no comeréis los que
sólo rumian o sólo tienen partida la pezuña. El camello, que rumia,
pero que no tiene la pezuña partida, será inmundo para vosotros;
5. el conejo, que rumia y
no tiene la pezuña partida, es inmundo;
6. la liebre, que es rumiante
y no tiene la pezuña hendida, es inmunda;
7. el cerdo, que tiene la
pezuña hendida y no rumia, es inmundo para vosotros.
8. No comeréis su carne ni
tocaréis sus cadáveres; están inmundos para vosotros.”
9. He aquí los animales que
entre los acuáticos comeréis: Todo cuanto tiene aletas y escamas, tanto
en el mar como en los ríos, lo comeréis;
10. pero abominaréis de cuanto
no tiene aletas y escamas en el mar y en los ríos, de entre los animales
que se mueven en el agua y de entre todos los vivientes que en ella
hay,
11. Serán para vosotros abominación;
no comeréis sus carnes y tendréis como abominación sus cadáveres.
12. Todo cuanto en las aguas
no tiene aletas ni escamas, lo tendréis por abominación.
13. He aquí entre las aves
las que tendréis por abominación, y no las comeréis por ser cosas
abominable;
14. el águila, el quabrantahuesos, y el halieto; el molano y el buitre según
sus especies;
15. toda clase de cuervos;
16. el avestruz, la lechuza,
el loro, la gaviota y el gavilán de toda clase;
17. el búho, el mergo, el
ibis;
18. el cisne, el pelícano,
el calamón;
19. la garza, la cigüeña
en todas sus especies; la abubilla y el murciélago.
20. Todo volátil que anda
sobre cuatro patas lo tendréis por abominación;
21. pero, entre los insectos
alados que marchan sobre cuatro patas, comeréis aquellos que tienen
más largas las de atrás para saltar sobre la tierra.
22. He aquí de entre éstos
los que comeréis: toda especie de langosta: el “solam,”
el “jargol,” el “jagab”
según las especies.
23. Todo otro volátil de
cuatro patas lo tendréis por inmundo, y comiéndolos os haréis inmundos.
24. Quien tocare uno de sus
cadáveres se contaminará, y será inmundo hasta la tarde;
25. y si tocare algo de esto
muerto, lavará sus vestiduras, y será inmundo hasta la puesta del sol.
26. Todo animal que tenga
pezuña, pero no partida ni rumie, será para vosotros inmundo, y quien
tocare su cadáver será inmundo.
27. Los que andan sobre la
planta de los pies serán para vosotros inmundos, y quien tocare su cadáver
será inmundo hasta la tarde,
28. y quien transportare
su cadáver lavará sus vestiduras y será inmundo hasta la tarde.
29. También estos animales
serán para vosotros inmundos de entre los que andan por la tierra: la
comadreja, el ratón y la tortuga en todas sus especies;
30. el musgaño, el camaleón,
la salamandra, el lagarto y el topo.
31. Estos son los para vosotros
inmundos entre los reptiles; quien tocare su cadáver será inmundo hasta
la tarde.
32. Todo objeto sobre el
que cayere uno de estos cadáveres será manchado; y los utensilios de
madera, vestidos, pieles, sacos, todo objeto de uso, será puesto en
agua y será inmundo hasta la tarde;
33. toda vasija de barro
donde algo de esto caiga quedará manchada y la romperéis;
34. todo alimento preparado
con agua quedará manchado, y lo mismo toda bebida, cualquiera que sea
el vaso que la contenga;
35. todo aquello sobre lo
cual caiga algo de estos cadáveres quedará manchado, y por contaminado
lo tendréis.
36. Las fuentes y las cisternas
donde hay cantidad de agua quedarán puras, mas quien tocare el cadáver
será impuro.
37. Si alguno de estos cuerpos
muertos cayere sobre una simiente que ha de sembrarse, la simiente quedará
pura;
38. pero, si se le hubiere
echado agua encima y cae alguno de estos cuerpos muertos, la tendréis
por manchada.
39. Si muere uno de los animales
cuya carne podéis comer, quien tocare el cadáver lavará sus vestidos
y quedará impuro hasta la tarde.
40. El que de estos cadáveres
comiere, lavará sus vestidos y quedará inmundo hasta la tarde; y el
que los llevare, lavará sus vestidos y será inmundo hasta la tarde.
41. Será para vosotros abominación
todo reptil que repta sobre la tierra.
42. No comeréis ningún animal
que repta sobre la tierra, sea de los que se arrastran sobre su vientre,
sea de los que marchan sobre cuatro o sobre muchas patas; los tendréis
por abominación.
43. No os hagáis abominables
por los reptiles que reptan ni os hagáis impuros por ellos; seréis manchados
por ellos.
44. Porque yo soy Yavé, vuestro
Dios, vosotros os santificaréis y seréis santos, porque yo soy santo,
y no os mancharéis con ninguno de los reptiles que reptan sobre la tierra.
45. Pues yo soy Yavé, que
os ha sacado de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Santos seréis
vosotros, porque santo soy yo.
46. Esta es la ley referente
a los cuadrúpedos, las aves, todos los seres vivientes que se mueven
en las aguas y todos los que reptan sobre la tierra,
47. para que distingáis entre
lo puro y lo impuro, entre lo que puede y no puede comerse.”
Capítulo 12
La purificación de la recién
parida
1. Yavé habló a Moisés, diciendo:
2. “Habla a los hijos de
Israel y diles: Cuando dé a luz una mujer y tenga un hijo, será impura
durante siete días; será impura como en el tiempo de la menstruación.
3. El octavo día será circuncidado
el hijo,
4. pero ella quedará todavía
en casa durante treinta y tres días en la sangre de su purificación;
no tocará nada santo ni irá al santuario hasta que se cumplan los días
de su purificación.
5. Si da a luz hija, será
impura durante dos semanas, como al tiempo de su menstruación, y se
quedará en casa durante sesenta y seis días en la sangre de su purificación.
6. Cuando se cumplan los
días de su purificación, según que haya tenido hijo o hija, se presentará
ante el sacerdote, a la entrada del tabernáculo de la reunión, con un
cordero primal en holocausto y un pichón o una tórtola en sacrificio
por el pecado.
7. El sacerdote los ofrecerá
ante Yavé, y hará por ella la expiación, y será pura del flujo de la
sangre. Esta es la ley para la mujer que da a luz hijo o hija.
8. Si no puede ofrecer un
cordero, tomará dos tórtolas o dos pichones, uno para el holocausto
y otro para el sacrificio por el pecado; el sacerdote hará por ella
la expiación y será pura.
Capítulo 13
Ley acerca de la lepra
1. Yavé habló a Moisés y
a Aarón, diciendo:
2. “Cuando tenga uno en la
piel de su carne un tumor, sarpullido o mancha blanca que se presente
en su piel como la plaga de la lepra, será llevado a Aarón, sacerdote,
o a uno de sus hijos, sacerdotes.
3. El sacerdote examinará
la plaga de la piel de la carne, y si viere que los pelos de la llaga
se han vuelto blancos y que la parte afectada está más hundida que el
resto de la piel, es plaga de lepra; y el sacerdote que le haya examinado
le declarará impuro.
4. Si tiene sobre la piel
de su carne una mancha blanca que no aparece más hundida que el resto
de la piel, y el pelo no se ha vuelto blanco, el sacerdote le recluirá
durante siete días.
5. El día séptimo le examinará;
y si el mal no parece haber cundido ni haberse extendido sobre la piel,
le recluirá por segunda vez otros siete días,
6. y al séptimo día lo examinará
nuevamente; si la parte enferma se ha puesto menos brillante y la mancha
no se ha extendido sobre la piel, el sacerdote le declarará puro; es
una erupción. Lavará sus vestiduras y será puro.
7. Pero si, después de haber
sido examinado por el sacerdote y declarado puro, la mancha se extendiere,
será llevado a él nuevamente para que le vea;
8. y si la mancha brillante
ha crecido en la piel, le declarará inmundo, que es lepra.
9. Si uno tuviera la plaga
de la lepra, será llevado al sacerdote,
10. que le examinará; y si
viere éste en la piel un tumor blanco y que se han vuelto blancos los
pelos, y en el tumor se nota la carne viva,
11. será juzgada lepra inveterada
en la piel de su carne; y el sacerdote le declarará impuro; no le recluirá,
pues es impuro.
12. Pero, si la lepra se
ha extendido hasta llegar a cubrir toda la piel del enfermo desde la
cabeza hasta los pies, en cuanto a la vista del sacerdote aparece, le
examinará;
13. y si, en efecto, cubre
todo su cuerpo, declarará puro al enfermo; pues se ha puesto todo blanco,
será puro.
14. Si en el así afectado
aparece la carne viva, será impuro,
15. y el sacerdote, al ver
la carne viva, le declarará impuro, pues la carne viva es impura, es
lepra.
16. Si la carne viva se pone
otra vez blanca, se presentará el enfermo al sacerdote,
17. que le examinará; y si
la llaga se ha puesto en verdad blanca, el sacerdote le declarará puro;
es puro.
18. Cuando uno tenga en su
cuerpo, sobre su piel, una úlcera cicatrizada,
19. y apareciere en ella
una escamosidad blanca o rojiza, se presentará al sacerdote,
20. quien le examinará. Si
la mancha está más hundida que el resto de la piel, y el pelo se ha
vuelto blanco, le declarará impuro, es lepra que se ha presentado en
la úlcera cicatrizada.
21. Si el color de los pelos
no se ha vuelto blanco y la escamosidad rojiza no está más hundida que
el resto de la piel, le recluirá por siete días;
22. y si se ha extendido,
le declarará impuro; es lepra;
23. pero, si está como estaba,
sin extenderse la mancha, es la cicatriz de la úlcera, y el sacerdote
le declarará puro.
24. Si uno tiene en su cuerpo,
en la piel, una quemadura producida por el fuego, y sobre la señal de
la quemadura aparece una mancha blanca o de color rojizo,
25. el sacerdote le examinará.
Si el pelo se ha vuelto blanco en la mancha y ésta aparece más hundida
que el resto de la piel, es lepra que ha brotado
en la quemadura; el sacerdote le declarará impuro.
26. Pero, si el sacerdote
ve que el pelo de la mancha no se ha vuelto blanco y que ésta no aparece
más hundida que el resto de la piel, y fuere de un color suboscuro,
le recluirá durante siete días, y después,
27. al séptimo, le examinará.
Si la mancha se ha extendido sobre la piel, el sacerdote le declarará
impuro; es lepra.
28. Si está como estaba,
sin extenderse sobre la piel, y es de color pálido, es la quemadura,
y le declarará puro, pues es la cicatriz de la quemadura.
29. Si un hombre o una mujer
tuviera una llaga en la cabeza o en la barba,
30. el sacerdote le examinará.
Si está más hundida que el resto de la piel, y el pelo se ha vuelto
rojizo y más ralo, el sacerdote le declarará impuro; es tina, lepra
de la cabeza o de la barba.
31. Pero si la llaga no se
ha extendido ni está más hundida que el resto de la piel, y el pelo
no está rojizo, recluirá al afectado por siete días,
32. y al séptimo examinará
la llaga. Si ésta no se ha extendido y el pelo no ha mudado el color
ni está la llaga más hundida que la piel,
33. le hará que se afeite
fuera de la parte afectada y le recluirá por siete días,
34. y al séptimo examinará
la llaga; si no se ha extendido ni está más hundida que la piel, le
declarará puro; el hombre lavará sus vestiduras y será puro.
35. Pero si, después de declarado
puro, la llaga se extendiere sobre la piel,
36. le examinará el sacerdote;
y si, en efecto, se ha extendido, no hay que mirar si el pelo se ha
hecho rojizo; es impuro.
37. Mas, si la llaga no se
ha extendido y el pelo está negro, la llaga está curada, es puro, y
puro le declarará el sacerdote.
38. Si cualquier hombre o
mujer tiene en su piel manchas blancas,
39. el sacerdote le examinará.
Si las manchas son de color suboscuro, es
empeine que le ha salido a la piel; es puro.
40. Si a uno se le caen los
pelos de la cabeza y se queda calvo, es calvicie de atrás; es puro”
41. Si los pelos se le caen
a los lados de la cara, es calvicie anterior; es puro.
42. Pero, si en la calva
posterior o anterior apareciere llaga de color blanco rojizo, es lepra
que ha salido en el occipucio o en el simpudo.
43. El sacerdote le examinará,
y si la llaga escamosa es de un blanco rojizo, como el de la lepra en
la piel de la carne,
44. es leproso; es impuro,
e impuro le declarará el sacerdote, pues es leproso de la cabeza.
45. El leproso, manchado
de lepra, llevará rasgadas sus vestiduras, desnuda la cabeza, y cubrirá
su barba, e irá clamando: “¡Inmundo, inmundo!”
46. Todo el tiempo que le
dure la lepra, será inmundo. Es impuro y habitará solo; fuera del campamento
tendrá su morada.
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