LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO | cristoraul.org |
CREACION DEL UNIVERSO SEGUN EL GÉNESIS |
ANTIGUO TESTAMENTO - PENTATEUCO
CUARTA PARTE
CÓDIGO DE SANTIDAD
Capítulo 17
Ley acerca del lugar del
sacrificio
1. Yavé habló a Moisés, diciendo:
2. “Habla a Aarón y a sus
hijos y a todos los hijos de Israel, y diles: He aquí lo que ha mandado
Yavé:
3. A todo hombre de la casa
de Israel que en el campamento o fuera del campamento degüelle un buey,
una oveja o una cabra,
4. sin haberla llevado a
la entrada del tabernáculo de la reunión para presentarlo en ofrenda
a Yavé ante el santuario, le será imputada la sangre; ha derramado sangre,
y será borrado de en medio de su pueblo.
5. Por tanto, los hijos de
Israel, en vez de inmolar sus víctimas en el campo, las traerán al sacerdote
ante Yavé a la entrada del tabernáculo de la reunión, y las ofrecerán
a Yavé en sacrificio pacífico;
6. el sacerdote derramará
la sangre en el altar de Yavé a la entrada del tabernáculo de la reunión,
y quemará el sebo en olor de suavidad a Yavé.
7. Así no ofrecerán sus sacrificios
a los sátiros, con los cuales se prostituyen. Esta será para ellos ley
perpetua de generación en generación.
8. Diles, pues: Todo hombre
de la casa de Israel o de los extranjeros que habitan en medio de ellos
que ofrezca un holocausto o un sacrificio,
9. y no llevare la víctima
a la entrada del tabernáculo de la reunión para ser sacrificada a Yavé,
será borrado de en medio del pueblo.
Prohibición de comer sangre,
animal mortecino o ahogado
10. Todo hombre de la casa
de Israel o de los extranjeros que habitan en medio de ellos que coma
sangre de un animal cualquiera, yo me volveré contra el que la coma
y le borraré de en medio de mi pueblo,
11. porque la vida de la
carne está en la sangre, y yo os he mandado ponerla sobre el altar para
expiación de vuestras personas, y la sangre expía por ser vida.
12. Por eso he mandado a
los hijos de Israel: Nadie de entre vosotros ni de los extranjeros que
habiten en medio de vosotros comerá sangre.
13. Todo hombre de entre
los hijos de Israel, o de los extranjeros que habitan en medio de ellos,
que cazare un animal o un ave puros, verterá la sangre o la cubrirá
de tierra;
14. porque la vida de toda
carne está en la sangre; en la sangre está la vida. Por eso he mandado
yo a los hijos de Israel: no comeréis la sangre de carne alguna, porque
la vida de toda carne está en la sangre; quien la comiere será borrado.
15. Todo indígena o extranjero
que comiere carne mortecina o desgarrada lavará sus vestidos, se bañará
en agua y será impuro hasta la tarde; después será puro.
16. Si no lava sus vestidos
y su cuerpo, contraerá reato.”
Capítulo 18
Uniones ilícitas y pecados
contra naturaleza
1. Yavé habló a Moisés, diciendo:
2. “Habla a los hijos de
Israel y diles:
3. Yo soy Yavé, vuestro Dios.
No haréis lo que se hace en la tierra de Egipto, donde habéis morado,
ni haréis lo que se hace en la tierra de Canaán, adonde yo os llevo;
no seguiréis sus costumbres.
4. Practicaréis mis mandamientos
y cumpliréis mis leyes; las seguiréis. Yo, Yavé, vuestro Dios.
5. Guardaréis mis leyes y
mis mandamientos; el que los cumpliere vivirá por ellos. Yo, Yavé.
6. Ninguno de vosotros se
acercará a una consanguínea suya para descubrir su desnudez. Yo, Yavé.
7. No descubrirás la desnudez
de tu padre ni la de tu madre; es tu madre; no descubrirás su desnudez.
8. No descubrirás la desnudez
de la mujer de tu padre; es la desnudez de tu padre.
9. No descubrirás la desnudez
de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre; nacida en la casa
o fuera de ella, no descubrirás su desnudez.
10. No descubrirás la desnudez
de la hija de tu hijo o de la hija de tu hija, porque es tu propia desnudez.
11. No descubrirás la desnudez
de la hija de la mujer de tu padre, nacida de tu padre; es tu hermana.
12. No descubrirás la desnudez
de la hermana de tu padre; es la carne de tu padre.
13. No descubrirás la desnudez
de la hermana de tu madre; es la carne de tu madre.
14. No descubrirás la desnudez
del hermano de tu padre acercándote a su mujer; es tu tía,
15. No descubrirás la desnudez
de tu nuera; es la mujer de tu hijo; no descubrirás su desnudez.
16. No descubrirás la desnudez
de la mujer de tu hermano; es la desnudez de tu hermano
17. No descubrirás la desnudez
de una mujer y de su hija, ni tomarás a la hija de su hijo, ni a la
hija de su hija para descubrir su desnudez; son parientes; es una infamia.
18. No tomarás a la hermana
de tu mujer para hacer de ella una rival suya descubriendo su desnudez
con la de tu mujer en vida de ésta.
19. No te acercarás a una
mujer durante el tiempo de su impureza para descubrir su desnudez.
20. No tendrás comercio con
la mujer de tu prójimo, manchándote con ella.
21. No darás hijo tuyo para
ser pasado en honor de Moloc; no profanarás el nombre de tu Dios. Yo,
Yavé.
22. No te ayuntarás con hombre
como con mujer; es una abominación.
23. No te ayuntarás con bestia,
manchándote con ella. La mujer no se pondrá ante una bestia, prostituyéndose
ante ella; es una perversidad.
24. No os manchéis con ninguna
de estas cosas, pues con ellas se han manchado los pueblos que yo voy
a arrojar delante de vosotros.
25. Han manchado la tierra;
yo castigaré sus maldades, y la tierra vomitará a sus habitantes.
26. Pero vosotros guardad
mis leyes y mis mandamientos, no cometáis ninguna de esas abominaciones,
ni indígena ni extranjero de los que habitan en medio de vosotros.
27. Porque todas estas abominaciones
son las que han cometido los hombres de esa tierra que la habitaron
antes de vosotros, y la tierra se ha manchado.
28. Que no os vomite la tierra
por haberos manchado, como vomitó a los pueblos que antes de vosotros
la habitaron;
29. porque cualquiera que
cometa una de esas abominaciones será borrado de en medio de mi pueblo.
30. Guardad mis mandamientos,
no practicando ninguna de esas prácticas abominables que se practicaban
antes de vosotros, y no os manchéis con ellas. Yo, Yavé, vuestro Dios.”
Capítulo 19
Leyes
de santidad y de justicia
1. Yavé habló a Moisés, diciendo:
2. “Habla a toda la asamblea
de los hijos de Israel y diles:
3. Sed santos, porque yo
soy santo, Yavé, vuestro Dios.
4. Terna cada uno a su padre
y a su madre y guardad mis sábados. Yo, Yavé, vuestro Dios.”
5. Cuando ofrezcáis a Yavé
un sacrificio pacífico, ofrecedlo de manera que sea aceptable.
6. La víctima será comida
el día de su inmolación o al día siguiente; lo que quedare para el día
tercero será quemado por el fuego.
7. Si alguno comiere de ellos
al tercer día, es abominación; el sacrificio no será aceptable.
8. El que lo haga contraerá
reato, porque profana lo consagrado a Yavé, y será borrado de en medio
de su pueblo.
9. Cuando hagáis la recolección
de vuestra tierra, no segarás hasta el límite extremo de tu campo, ni
recogerás las espigas caídas,
10. ni harás el rebusco de
tus viñas y olivares, ni recogerás las frutas caídas de los frutales;
lo dejarás para el pobre y el extranjero. Yo Yavé, tu Dios.
11. No hurtaréis ni os haréis
engaño y mentira unos a otros.
12. No jures en falso por
mi nombre; es profanar el nombre de Dios. Yo, Yavé.
13. No oprimas a tu prójimo
ni le despojes violentamente. No quede en tu mano hasta el siguiente
día el salario del jornalero.
14. No profieras maldición
contra el sordo ni pongas ante el ciego tropiezos para hacerle caer;
has de temer a tu Dios. Yo, Yavé.
15. No hagas injusticia en
tus juicios, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al poderoso; juzga
a tu prójimo según justicia.
16. No vayas sembrando entre
el pueblo la difamación; no depongas contra la sangre de tu prójimo.
Yo, Yavé.
17. No odies en tu corazón
a tu hermano, pero repréndele para no cargarte tú por él con un pecado.
18. No te vengues y no guardes
rencor contra los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. Yo, Yavé.
19. Guardad mis mandamientos:
“No aparearás bestias de diversa especie, ni sembrarás en tu campo simiente
de dos especies, ni llevarás vestido tejido de dos especies de lino.”
20. Si alguno yaciera con
mujer esclava, desposada de otro, no rescatada ni puesta en libertad,
castígueseles, no con la muerte, pues ella no era libre.
21. Ofrecerá por su pecado
el hombre ante Yavé, a la entrada del tabernáculo de la reunión, un
carnero en sacrificio de expiación;
22. el sacerdote hará por
él la expiación ante Yavé, con el carnero del sacrificio expiatorio
por el pecado cometido, y le será perdonado.
23. Cuando hubiereis entrado
en la tierra y plantareis árboles frutales de cualquier especie, sus
frutos los miraréis como incircuncisos; durante tres años serán para
vosotros incircuncisos y no los comeréis.
24. Al cuarto año, todos
sus frutos serán consagrados a Yavé.
25. Al quinto año comeréis
ya sus frutos, y el árbol aumentará vuestras utilidades. Yo, Yavé, vuestro
Dios.
26. No comeréis carne con
sangre ni practicaréis la adivinación ni la magia.
27. No raparéis en redondo
la cabeza ni raeréis los lados de vuestra barba.
28. No os haréis incisiones
en vuestra carne por un muerto ni imprimiréis en ella figura alguna.
Yo, Yavé.
29. No profanes a tu hija,
prostituyéndola, que no se entregue la tierra a la prostitución y se
llene de crímenes.
30. Observad mis sábados
y reverenciad mi santuario.
31. No acudáis a los que
evocan a los muertos ni a los adivinos, ni los consultéis, para no mancharos
con su trato. Yo, Yavé, vuestro Dios.
32. Álzate ante una cabeza
blanca y honra la persona del anciano. Teme a tu Dios. Yo, Yavé.
33. Si viene un extranjero
para habitar en vuestra tierra, no le oprimáis;
34. tratad al extranjero
que habita en medio de vosotros como al indígena de entre vosotros;
ámale como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra
de Egipto. Yo, Yavé, vuestro Dios.
35. No hagáis injusticia,
ni en los juicios, ni en las medidas de longitud, ni en los pesos, ni
en las medidas de capacidad.
36. Tened balanzas justas,
pesos justos, un “efá” justo y un “hin” justo.
Yo, Yavé, vuestro Dios, que os he sacado de la tierra de Egipto.
37. Guardad todas mis leyes
y mandamientos y practicadlos. Yo, Yavé.”
Capítulo 20
Algunas leyes penales
1. Yavé habló a Moisés, diciendo:
2. “Di a los hijos de Israel:
Quienquiera que de entre los hijos de Israel, o de los extranjeros que
habitan en Israel, ofrezca a Moloc un hijo suyo, será castigado con
la muerte; el pueblo le lapidará.
3. Yo me volveré contra ese
hombre y le exterminaré de en medio de su pueblo por haber entregado
a Moloc a uno de sus hijos, manchando mi santuario y profanando mi santo
nombre.
4. Si el pueblo cerrase los
ojos respecto de este hombre que ofreció a Moloc a uno de sus hijos,
y no le diera muerte,
5. yo me volveré contra él
y contra su parentela, y le exterminaré de en medio de su pueblo y a
cuantos como él se prostituyan ante Moloc.
6. Si alguno acudiera a los
que evocan a los muertos y a los que adivinan, prostituyéndose ante
ellos, yo me volveré contra él y le exterminaré de en medio de su pueblo.
7. Santificaos y sed santos,
porque yo soy Yavé, vuestro Dios.
8. Guardad mis leyes y practicadlas.
Yo, Yavé, que os santifica.
9. Quien maldiga a su padre
o a su madre, sea castigado con la muerte; caiga su sangre sobre él.
10. Si adultera un hombre
con la mujer de su prójimo, hombre y mujer adúlteros serán castigados
con la muerte.
11. Si uno se acuesta con
la mujer de su padre, descubriendo así la desnudez de su padre, los
dos serán castigados con la muerte; caiga sobre ellos su sangre.
12. Si uno se acuesta con
su nuera, ambos serán castigados con la muerte; han cometido un crimen
vergonzoso; caiga su sangre sobre ellos.
13. Si uno se acuesta con
otro como se hace con una mujer, ambos hacen cosa abominable, y serán
castigados con la muerte. Caiga su sangre sobre ellos.
14. Si uno toma por mujeres
la hija y la madre, es un crimen abominable; serán quemados él y ellas,
para que no se dé entre vosotros crimen semejante.
15. El que tenga comercio
con una bestia será castigado con la muerte, y la bestia la mataréis.
16. Si una mujer se acerca
a una bestia, prostituyéndose ante ella, matarás a la mujer y a la bestia;
ambas serán muertas; caiga sobre ellas su sangre.
17. Si uno toma a su hermana,
hija de su padre o de su madre, viendo él la desnudez de ella, y ella
la desnudez de él, es un crimen, y los dos serán borrados de su pueblo
a la vista de los hijos de su pueblo; él ha descubierto la desnudez
de su hermana; lleve sobre sí su iniquidad.
18. Si uno se acuesta con
mujer mientras ésta tiene el flujo menstrual y descubre su desnudez
su flujo, y ella descubre el flujo de su sangre, serán ambos borrados
de en medio de su pueblo.
19. No descubras la desnudez
de la hermana de tu madre ni la de la hermana de tu padre, porque es
descubrir tu propia carne. Llevarán sobre sí su iniquidad.
20. Si uno se acuesta con
su tía, descubre la desnudez de su tía. Llevarán sobre sí la iniquidad;
no tendrán hijos.
21. Si uno toma mujer de
su hermano, es una inmundicia. Descubrió la desnudez de su hermano.
No tendrán hijos.
22. Guardad todas mis leyes
y todos mis mandamientos y ponedlos por obra, para que no os vomite
la tierra adonde os llevo.
23. No imitéis las costumbres
de las gentes que yo voy a arrojar de delante de vosotros; ellos hacían
estas maldades, y yo los aborrecí.
24. Yo os he dicho: vosotros
poseeréis esa tierra, yo os la daré en posesión; es una tierra que mana
leche y miel. Yo, Yavé, vuestro Dios, que os he separado de las gentes.
25. Distinguid entre animales
puros e impuros, entre aves puras e impuras, y no os hagáis abominables
por los animales, por las aves ni por cuanto repta sobre la tierra,
que yo os he enseñado a tener por impuro.
26. Sed santos para mí, porque
yo, Yavé, soy santo, y os he separado de las gentes para que seáis míos.
27. Todo hombre o mujer que
evoque a los muertos y se dé a la adivinación será muerto, lapidado;
caiga sobre ellos su sangre.”
Capítulo 21
Leyes acerca de la pureza
habitual de los sacerdotes
1. Yavé dijo a Moisés: “Habla
a los sacerdotes hijos de Aarón y diles
2. que ninguno se contamine
por un muerto de los de su pueblo, a no ser por próximo consanguíneo,
por su madre, por su padre, por su hijo, por su hija, por su hermano,
3. por su hermana virgen
que viva con él y no se hubiere casado; por ésa puede contaminarse.
4. Pero no por sus otros
parientes, profanándose.
5. No se raerán la cabeza
ni los lados de la barba, ni se harán incisiones en la carne.
6. Serán santos para su Dios
y no profanarán su nombre, pues son ellos los que ofrecen las combustiones
de Yavé, pan de su Dios, y han de ser santos.
7. No tomarán mujer prostituida
o deshonrada, ni desposada, ni mujer repudiada por su marido, porque
el sacerdote está consagrado a su Dios.
8. Por santo le tendrás,
pues él ofrece el pan de tu Dios, y será santo para ti, porque santo
soy yo, Yavé, que lo santifico.
9. Si la hija de un sacerdote
se profana prostituyéndose, profana a su padre y será quemada en el
fuego.
10. El sumo sacerdote, de
entre sus hermanos, sobre cuya cabeza se derramó el óleo de la unción,
a quien se le llenó la mano para vestirse las vestiduras sagradas, no
desnudará su cabeza, no rasgará su vestido,
11. ni se acercará a ningún
muerto, ni se contaminará ni por su padre ni por su madre.
12. No se saldrá del santuario,
ni profanará el santuario de su Dios, pues el óleo de la unción de su
Dios es corona suya. Yo, Yavé.
13. Tomará virgen por mujer,
14. no viuda, ni repudiada,
ni desflorada, ni prostituida. Tomará una virgen de las de su pueblo,
15. y no deshonrará su descendencia
en medio de su pueblo, porque yo soy Yavé, quien le santifico.”
16. Yavé habló a Moisés,
diciendo:
17. “Habla a Aarón y dile:
Ninguno de tu estirpe, según sus generaciones, que tenga una deformidad
corporal, se acercará a ofrecer el pan de su Dios.
18. Ningún deforme se acercará,
ni ciego, ni cojo, ni mutilado, ni monstruoso,
19. ni quebrado de pie o
mano,
20. ni jorobado, ni enano,
ni bisojo, ni sarnoso, ni tiñoso, ni hermoso.
21. Ninguno de la estirpe
de Aarón que tenga una deformidad corporal se acercará para ofrecer
las combustiones de Yavé; es defectuoso, no se acercará a ofrecer el
pan de su Dios;
22. podrá comer el pan de
su Dios, lo santísimo y lo santo,
23. mas no entrar detrás
del velo ni acercarse al altar, porque tiene defecto y no debe contaminar
mi santuario. Yo, Yavé, que los santifico.”
24. Así habló Moisés a Aarón
y a sus hijos y a todos los hijos de Israel.
Capítulo 22
Santidad de las ofrendas
1. Habló Yavé a Moisés, diciendo:
2. “Habla a Aarón y a sus
hijos para que respeten las cosas santas que me consagran los hijos
de Israel, y no profanen mi santo nombre. Yo, Yavé.
3. Diles: Cualquiera de vuestra
estirpe de vuestras generaciones que tenga sobre sí alguna impureza,
guárdese de acercarse a las cosas santas que los hijos de Israel ofrecen
a Yavé; si lo hiciere, será borrado de ante mí. Yo, Yavé.
4. El que de la estirpe de
Aarón tuviere lepra o flujo, no comerá de las cosas santas hasta no
quedar puro.
5. Lo mismo el que haya tocado
a un inmundo manchado por el contacto de un cadáver, o que haya derramado
el semen, o que haya tocado un reptil que le contaminó, o que esté contaminado
por haber tocado a un impuro que le transmitió su impureza, cualquiera
que ésta sea.
6. Quien tocare algo de eso
será impuro hasta la tarde, y no comerá cosa santa; se bañará en agua,
7. y después de la puesta
del sol será puro, y podrá comer cosas santas, pues son su comida.
8. No comerá de animal mortecino
ni desgarrado, manchándose con ello. Yo, Yavé.
9. Que guarden todos mis
mandamientos, no sea que por algo de esto incurran en pecado y mueran
por haber profanado las cosas santas. Yo, Yavé, que los santifico.
10. Ningún extraño comerá
las cosas santas, ni el que habite en la casa del sacerdote ni el mercenario
las comerán;
11. pero el esclavo comprado
a precio por el sacerdote y el nacido en su casa podrán comerlas, pues
son su alimento.
12. La hija de un sacerdote casada con un extraño no podrá comer de las cosas
santas;
13. pero, si enviudare o
fuese repudiada sin tener hijos y vuelve a la casa de su padre, como
estaba en ella en su juventud, podrá comer de lo que come su padre; mas ningún extraño lo comerá.
14. Quien por inadvertencia
comiere una cosa santa, la restituirá al sacerdote con un quinto de
más.
15. No profanen los sacerdotes
las cosas santas de los hijos de Israel, lo reservado a Yavé,
16. y se carguen la fealdad
del delito cuando coman las cosas santas. Yo, Yavé, que los santifico.”
Las víctimas para los sacrificios
han de ser sin defecto
17. Yavé habló a Moisés diciendo:
18. “Habla a Aarón y a sus
hijos y a todos los hijos de Israel, y diles: Quienquiera de la casa
de Israel o de los extranjeros que presente su ofrenda, sea en cumplimiento
de un voto, sea como ofrenda voluntaria, si lo que ofrece a Yavé es
holocausto,
19. para que sea aceptable,
la víctima ha de ser sin defecto de entre los bueyes, las ovejas o las
cabras.
20. No ofreceréis nada defectuoso,
pues no sería aceptable.
21. Cuando uno ofrezca a
Yavé ganado mayor o ganado menor en sacrificio pacífico, sea para cumplir
un voto, sea como ofrenda voluntaria, la víctima, para ser aceptable,
ha de ser perfecta, sin defecto.
22. Un animal ciego, cojo
o mutilado, ulcerado, sarnoso o tiñoso no se lo ofreceréis a Yhvé, ni quemaréis nada de él en el altar a Yavé.
23. Podrás inmolar como ofrenda
voluntaria un buey o una oveja que tenga un miembro demasiado
largo o demasiado corto, pero esa víctima no sería aceptable
para el cumplimiento de un voto.
24. No ofreceréis a Yavé
un animal que tenga los testículos aplastados, hundidos, cortados o
arrancados; no lo ofreceréis a Yavé; eso no lo haréis nunca en vuestra
tierra.
25. Ni de la mano de un extranjero
recibiréis tales víctimas para ofrecerlas como alimento de vuestro Dios,
pues están corrompidas y manchadas y no serían aceptables.”
26. Yavé dijo a Moisés:
27. “Al nacer un becerro,
un cordero o un cabrito, quedarán siete días a la ubre de la madre;
a partir del día octavo serán en adelante agradables para ser ofrecidos
a Yavé en sacrificio por el fuego;'
28. sea buey o cordero, no
inmoléis en el mismo día el animal y su cría.
29. Cuando ofrezcáis a Yavé
un sacrificio de acción de gracias, lo ofreceréis de manera que sea
aceptable;
30. la víctima será comida
el día mismo, sin dejar nada para el día siguiente. Yo, Yavé.”
31. Guardad mis mandamientos
y ponedlos por obra; yo, Yavé.
32. No profanéis mi santo
nombre; sea yo santificado en medio de los hijos de Israel. Yo, Yavé,
que os santifico
33. y os he sacado de la
tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo, Yavé.”
Capítulo 23
Las solemnidades. El sábado
1. Yavé habló a Moisés, diciendo:
2. “Habla a los hijos de
Israel y diles: Estas son las solemnidades, asambleas santas, que convocaréis.
3. Seis días trabajaréis,
pero el séptimo, que es sábado, es santo, día de descanso y de santa
asamblea. No haréis en él trabajo alguno. Es el descanso consagrado
a Yavé dondequiera que habitéis.
4. Estas son las fiestas
de Yavé, las asambleas santas que convocaréis a su tiempo.
La Pascua
5. El mes primero, el día
catorce del mes, entre dos luces, es la pascua de Yavé.
6. El quince del mes es la
fiesta de los ázimos de Yavé. Durante siete días comeréis pan sin levadura.
7. El primer día convocaréis
asamblea santa, y no haréis ningún trabajo servil.
8. Ofreceréis a Yavé por
siete días consecutivos sacrificios por el fuego. El séptimo día convocaréis
asamblea santa y no haréis en él ningún trabajo servil.”
Las primicias
9. Yavé habló a Moisés, diciendo:
10. “Habla a los hijos de
Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os daré y
hagáis en ella la recolección, llevaréis al sacerdote una gavilla de
espigas, primicias de vuestra recolección;
11. y él agitará la gavilla
ante Yavé para que os sea propicio; el sacerdote la agitará al día siguiente
al sábado,
12. y el día que ofrezcáis
la gavilla, sacrificaréis en holocausto a Yavé un cordero primal sin
defecto,
13. acompañaréis la oblación de dos décimas de flor de harina, como ofrenda de
combustión de olor suave a Yavé; la libación será de vino, un cuarto
de “hin.”
14. No comeréis ni pan, ni
trigo tostado, ni espigas frescas de lo nuevo hasta el día en que llevéis
la ofrenda a vuestro Dios. Es ley perpetua para vuestros descendientes
dondequiera que habitéis.
Pentecostés
15. A partir del día siguiente
al sábado, del día en que traigáis la gavilla de espigas, contaréis
siete semanas completas.
16. Contados así cincuenta
días hasta el día siguiente del séptimo sábado, ofreceréis a Yavé una
nueva oblación.
17. Llevaréis de vuestra
casa, para agitarlos, dos panes hechos con dos décimas de flor de harina
y cocidos con levadura. Son las primicias de Yavé.
18. Con estos panes ofreceréis
en holocausto a Yavé siete corderos primales sin defecto, un novillo
y dos carneros, acompañando la ofrenda y la libación, en sacrificio
de combustión de suave olor a Yavé.
19. Inmolaréis también un
macho cabrío en sacrificio por el pecado y dos corderos primales en
sacrificio pacífico.
20. El sacerdote los mecerá
con los panes de las primicias, en ofrenda mecida ante Yavé; y los panes,
lo mismo que los dos corderos consagrados a Yavé, serán para el sacerdote.
21. Ese mismo día convocaréis
asamblea santa, y no haréis en él ningún trabajo servil. Es ley perpetua
para vuestros descendientes dondequiera que habitéis.
22. Cuando hagáis la recolección
en vuestra tierra, no segarás hasta el límite extremo del campo ni recogerás
lo que queda para espigar; lo dejarás para el pobre y el extranjero.
Yo, Yavé, vuestro Dios.
Año nuevo
23. Yavé habló a Moisés,
diciendo:
24. “Habla a los hijos de
Israel y diles: Al séptimo mes, el día primero del mes tendréis fiesta
solemne, anunciada a son de trompeta, asamblea santa.
25. No haréis en él ningún
trabajo servil y ofreceréis a Yavé sacrificios de combustión.
La expiación
26. Yavé habló así a Moisés:
27. “El día décimo del séptimo
mes es el día de la expiación; tendréis asamblea santa, os mortificaréis,
y ofreceréis a Yavé sacrificios de combustión.
28. No haréis en ese día
ningún trabajo servil, porque es día de expiación y se ha de hacer la
expiación por vosotros ante Yavé, vuestro Dios.
29. Todo el que en ese día
no se afligiere, será borrado de en medio de su pueblo;
30. y todo el que en ese
día haga un trabajo cualquiera, yo le exterminaré de en medio de su
pueblo.
31. No haréis trabajo alguno.
Es ley perpetua para vuestros descendientes dondequiera que habitéis.
32. Será para vosotros sábado,
día de reposo, de ofrenda mecida, y os afligiréis; el noveno día del
mes, desde la tarde hasta la tarde siguiente, guardaréis vuestro sábado.”
Fiesta de los Tabernáculos
33. Yavé habló a Moisés,
diciendo:
34. “Habla a los hijos de
Israel y diles: El día quince de este séptimo mes es la fiesta de los
Tabernáculos, durante siete días, en honor de Yavé.
35. El día primero, asamblea
santa; no haréis en él ningún trabajo servil.
36. Durante siete días ofreceréis
a Yavé sacrificios de combustión. El día octavo, asamblea santa, y ofreceréis
a Yavé sacrificios de combustión. Es asamblea santa; no haréis en él
ningún trabajo servil.
37. Estas son las fiestas
de Yavé que convocaréis para tener en ellas asamblea santa y ofrecer
a Yavé sacrificios de combustión, holocaustos y oblaciones, víctimas
y libaciones, cada día lo que corresponda,
38. además de los sábados
de Yavé, de vuestros dones, de vuestros votos y de todas las ofrendas
voluntarias que presentéis a Yavé.
39. El día quince del séptimo
mes, cuando hayáis recogido los frutos de la tierra, celebraréis la
fiesta de Yavé durante siete días. El primer día será de descanso, e
igualmente el octavo.
40. El primer día tomaréis
gajos de frutales hermosos, ramos de palmera, ramas de árboles frondosos,
de sauces de ribera, y os regocijaréis ante Yavé, vuestro Dios, durante
siete días.
41. Celebraréis esta fiesta
durante siete días cada año. Es ley perpetua para vuestros descendientes,
y la celebraréis el séptimo mes.
42. Moraréis los siete días
en cabañas; todo indígena de Israel morará en cabañas,
43. para que sepan sus descendientes
que yo hice habitar en tiendas a los hijos de Israel cuando los saqué
de la tierra de Egipto. Yo, Yavé, vuestro Dios.
44. Moisés promulgó las fiestas
de Yavé a los hijos de Israel.
Capítulo 24
Las lámparas del santuario
1. Yavé habló a Moisés, diciendo:
2. “Manda a los hijos de
Israel que te traigan para el candelabro aceite puro de olivas molidas,
para alimentar continuamente las lámparas.
3. Por defuera del velo que
está delante del testimonio, en el tabernáculo de la reunión, Aarón
las preparará para que ardan continuamente, de la tarde a la mañana,
en presencia de Yavé. Es ley perpetua para vuestros descendientes.
4. Dispondrás siempre las
lámparas en el candelabro de oro puro, para que ardan continuamente
ante Yavé.
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