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PARALIPÓMENOS
O CRÓNICAS
SEGUNDA
PARTE
- HISTORIA DE LOS REYES DE JUDÁ |
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Capítulo
10
División del reino: Roboam, rey de Judá. Jeroboam rey de Israel |
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1 |
Fue
Roboam a Siquem, donde se había reunido todo Israel para proclamarle
rey. |
2 |
Súpolo
Jeroboam, que estaba en Egipto, adonde había huido por causa
del rey Salomón, y volvió de Egipto. |
3 |
Enviaron
a llamarle, y vino Jeroboam con todo Israel y hablaron a Roboam,
diciendo:
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4 |
“Tu
padre agravó nuestro yugo. Afloja, pues, ahora la dura servidumbre
y el pesado yugo con que tu padre nos oprimió, y te serviremos”. |
5 |
El
les respondió: “Volved a mí de aquí a tres días.” El pueblo
se fue. |
6 |
Entonces
Roboam pidió consejo a los ancianos que habían servido a Salomón,
su padre, mientras vivió, y díjoles: “¿Qué me aconsejáis vosotros
que responda a este pueblo?”. |
7 |
Ellos
le hablaron diciendo: “Si tú hoy te conduces humanamente con
este pueblo, y le complaces, y le das buenas palabras, ellos
te servirán perpetuamente”. |
8 |
Pero
él, dejando el consejo que los ancianos le dieron, lo pidió
a los mancebos que se habían criado con él y le asistían, |
9 |
diciendo:
“¿Qué me aconsejáis vosotros que responda a este pueblo, que
me ha hablado diciendo: Alivia el yugo que tu padre nos impuso?”. |
10 |
Los mancebos que se habían criado con él le hablaron así: “Diles
a los que te han pedido que aligeres su yugo: Mi dedo meñique
es más grueso que la cintura de mi padre. S |
11 |
i
mi padre os cargó de pesado yugo, yo lo agravaré. Mi padre os
castigó con azotes, y yo os azotaré con escorpiones.” |
12 |
Vino,
pues, Jeroboam con todo el pueblo a Roboam el tercer día, según
lo que mandara el rey, diciendo: “Volved a mí de aquí a tres
días”; |
13 |
el
rey les respondió ásperamente, pues se apartó el rey Roboam
del consejo de los ancianos |
14 |
y
siguió el consejo de los jóvenes, diciendo: “Mi padre agravó
vuestro yugo, y yo lo agravaré más todavía; mi padre os castigó
con azotes, y yo os azotaré con escorpiones”. |
15 |
No
escuchó el rey al pueblo, porque era cosa de Dios, para que
se cumpliera la palabra que había dicho Yavé por medio de Ajías,
silonita, a Jeroboam, hijo de Nabat. |
16 |
Viendo
todo Israel que no los había escuchado el rey, respondió el
pueblo al rey diciendo: “¿Qué tenemos que ver nosotros con David?
No tenemos heredad con el hijo de Isaí. ¡A tus tiendas, Israel!
Mira tú ahora por tu casa, David.” Y todo Israel se fue a sus
estancias.
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17 |
Reinó
Roboam sobre los hijos de Israel que habitaban en las ciudades
de Judá. Mandó
luego el rey Roboam a Adoram, prefecto de los tributos; pero
los hijos de Israel le lapidaron, y murió. Entonces se apresuró
Roboam a subir a su carro y huyó a Jerusalén. |
18 |
Así
se apartó Israel de la casa de David hasta hoy. |
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Capítulo
11 |
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1 |
Vino
Roboam a Jerusalén, y reunió a la casa de Judá y a la de Benjamín,
ciento ochenta mil hombres de guerra escogidos, para combatir
contra Israel y reducirle al dominio de Roboam; |
2 |
pero
dirigió Yavé su palabra a Semeyas, hombre de Dios, diciéndole:
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3 |
“Habla
a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a todos los de Israel
en Judá y Benjamín, y diles: |
4 |
Así
habla Yavé: No subáis a luchar con vuestros hermanos; vuélvase
cada uno a su casa, porque soy yo quien ha hecho esto.” Y ellos,
escuchando la palabra de Yavé, se tornaron y no fueron contra
Jeroboam. |
Roboam
afirma su reinado |
5 |
Habitó
Roboam en Jerusalén y edificó y fortificó ciudades en Judá.
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6 |
Fortificó
Belén, Etam, Tecua, |
7 |
Betsur,
Socó, Adulam, |
8 |
Gat,
Maresa, Ziv,
|
9 |
Adoraim,
Laquis, Azeca,
|
10 |
Sora,
Ayalón y Hebrón, que eran de Judá, y otras en Benjamín. |
11 |
Guarneció
también las fortalezas, y puso en ellas jefes, y las avitualló
de aceite y vino, |
12 |
las
proveyó de armas, escudos y lanzas, fortificándolas en gran
manera, y Judá y Benjamín le estuvieron sujetos. |
13 |
Los
sacerdotes y levitas de todo Israel venían a él de todos sus
términos, |
14 |
y
dejaban sus heredades y posesiones para venirse a Judá y a Jerusalén,
pues Jeroboam y sus hijos los echaban del ministerio de Yavé. |
15 |
El
se hizo sacerdotes para los altos, para los sátiros y para los
becerros que se había fabricado. |
16 |
Tras
de aquéllos vinieron también, de todas las tribus de Israel,
los que tenían puesto su corazón en seguir a Yavé y Dios de
Israel, para poder sacrificar en Jerusalén a Yavé, el Dios de
sus padres. |
17 |
Así se fortaleció el reino de Judá y afirmaron a Roboam, hijo
de Salomón, en el reino por tres años, pues tres años siguieron
por el camino de David y Salomón. |
18 |
Tomó
Roboam por mujer a Majalat, hija de Jerimot, hijo de David,
y Abigail, hija de Aliab, hijo de Isaí, |
19 |
que
le parió hijos: Jeús, Semarías y Zaham. |
20 |
Tomó
después a Maacá, hija de Absalón, que le parió a Abías, Ataí
Ziza y Selomit. |
21 |
Amó
Roboam a Maacá, hija de Absalón, más que a todas sus mujeres
y concubinas, pues tuvo dieciocho mujeres y sesenta concubinas,
y engendró veintiocho hijos y sesenta hijas. |
22 |
Puso
Roboam a Abías, hijo de Maacá, por cabeza y príncipe de sus
hermanos, pues quería hacerle rey. |
23 |
Obró
sabiamente, dispersando a todos sus hijos por todas las tierras
de Judá y Benjamín y por todas las ciudades fuertes, dándoles
bienes en abundancia y procurándoles esposas. |
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Capítulo
12 La
idolatría de Roboam, castigada |
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1 |
Cuando
Roboam se hubo afirmado en el reino y se sintió fuerte, se apartó
de la ley de Yavé, y con él todo Israel. |
2 |
El
año quinto del reinado de Roboam subió Sesac, rey de Egipto
contra Jerusalén, por haberse rebelado contra Yavé, |
3 |
con
mil doscientos carros y sesenta mil jinetes; y el pueblo que
con él venía de Egipto no tenía número, de libios, suquios y
cusitas. |
4 |
Tomó
las ciudades fuertes de Judá y llegó hasta Jerusalén. |
5 |
Entonces
Semeyas, profeta, se presentó a Roboam y a los príncipes de
Judá, que estaban reunidos en Jerusalén por miedo a Sesac, y
les dijo: “Así dice Yavé: Vosotros me habéis dejado a mí, y
por eso también yo os he dejado a vosotros en manos de Sesac”.
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6 |
Los
príncipes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: “Justo
es Yavé”. |
7 |
Y
viendo Yavé que se habían humillado, dirigió su palabra a Semeyas,
diciendo: “Se me han humillado; no los destruiré, antes los
salvaré pronto, y no se derramará mi ira sobre Jerusalén por
medio de Sesac; |
8 |
pero
habrán de servirle para que sepan distinguir entre lo que es
servirme a mí y servir a los reyes de las gentes”. |
9 |
Subió,
pues, Sesac, rey de Egipto, a Jerusalén, y pilló los tesoros
de la casa de Yavé y los de la casa del rey; todo se lo llevó.
Tomó los escudos de oro que había hecho Salomón, |
10 |
y
en vez de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce para los
jefes de la guardia que custodiaban la entrada de la casa del
rey. |
11 |
Cuando
iba el rey a la casa de Yavé, tomábanlos los de la guardia y
los volvían luego al cuartel de la guardia. |
12 |
Como
se humilló, apartóse de él la ira de Yavé, por no destruirle
del todo, y las cosas mejoraron en Judá. |
13 |
Fortalecióse,
pues, Roboam y reinó en Jerusalén. Cuarenta y un años tenía
Roboam cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén,
la ciudad que eligió Yavé entre todas las tribus de Israel para
poner en ella su nombre. El nombre de su madre fue Naamá, amonita.
|
14 |
Hizo
el mal porque no aprestó su corazón para buscar a Yavé. |
15 |
Los
hechos de Roboam, los primeros y los postreros, ¿no están escritos
en los libros de Semeyas, profeta, y de Ido el vidente, y en
los registros de las genealogías? Hubo perpetuamente guerra
entre Roboam y Jeroboam. |
16 |
Durmióse
Roboam con sus padres y fue sepultado en la ciudad de David,
y le sucedió Abías, su hijo. |
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Capítulo
13
Reinado de Abías. Guerra contra Jeroboam |
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1 |
A
los dieciocho años del reinado de Jeroboam comenzó a reinar
en Judá Abías, |
2 |
y
reinó tres años en Jerusalén. Su madre se llamaba Maacá, hija
de Absalón. Hubo guerra entre Abías y Jeroboam. |
3 |
Reunió
Abías un ejército de hombres de guerra escogidos y valientes,
de cuatrocientos mil hombres, y Jeroboam se ordenó en batalla
contra él con ochocientos mil hombres de guerra escogidos y
valerosos. |
4 |
Alzóse
Abías en el monte de Semarayim, de las montañas de Efraím, y
gritó: “Oídme, Jeroboam y todo Israel:
|
5 |
¿No
sabéis vosotros que Yavé, Dios de Israel, dio a David el reino
sobre Israel para siempre a él y a sus hijos en pacto de sal? |
6 |
Pero
Jeroboam, hijo de Nabat, siervo de Salomón, hijo de David, se
levantó y se rebeló contra su señor,
|
7 |
y
allegándose a él hombres vanos y perversos, se sobrepusieron
a Roboam, hijo de Salomón, porque Roboam, mozo e inexperto,
no se defendió contra ellos. |
8 |
Ahora
tratáis vosotros de triunfar contra el reino de Yavé, que está
en manos de los hijos de David, porque sois muchos. Pero tenéis
con vosotros a los becerros de oro que Jeroboam os hizo por
dioses. |
9 |
¿No
habéis arrojado de entre vosotros a los sacerdotes de Yavé,
a los hijos de Aarón y a los levitas, y os habéis hecho sacerdotes
a la manera de las gentes de la tierra, para que cualquiera
pueda consagrarse con un becerro y siete carneros, y ser así
sacerdote de los que no son dioses? |
10 |
Para
nosotros, Yavé es nuestro Dios; no le hemos dejado, y los sacerdotes
ministros de Yavé son los hijos de Aarón, y los levitas cumplen
sus funciones.
|
11 |
Queman
a Yavé los holocaustos cada mañana y cada tarde y los perfumes
aromáticos; ponen los panes sobre la mesa limpia y el candelero
de oro con sus lámparas cada tarde, para que ardan, porque nosotros
guardamos los mandatos de Yavé, nuestro Dios, mientras que vosotros
los habéis dejado. |
12 |
Dios
está, pues, con nosotros a nuestra cabeza, y están con nosotros
los sacerdotes con sus trompetas, para hacerlas resonar contra
vosotros. Hijos de Israel, no hagáis la guerra a Yavé, el Dios
de vuestros padres, porque no os irá bien.” |
13 |
Jeroboam
hizo que rodeara una emboscada para acometer a los de Judá por
la espalda, atacándoles así de frente y por la espalda; |
14 |
y
cuando Judá se percató, tenía a Israel de frente y a las espaldas.
|
15 |
Clamaron
los de Judá a Yavé, y los sacerdotes tocaron las trompetas,
dieron sus gritos, y así como alzaron sus gritos, Dios desbarató
a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judá. |
16 |
Huyeron
los hijos de Israel ante Judá, y Dios los entregó en sus manos, |
17 |
y
Abías y sus gentes hicieron en ellos gran mortandad, cayendo
de Israel quinientos mil hombres escogidos. |
18 |
Así
fueron humilados entonces los hijos de Israel, mientras que
los de Judá se fortalecieron, porque se apoyaron en Yavé, el
Dios de sus padres. |
19 |
Persiguió
Abías a Jeroboam y le tomó ciudades: Bétel, con las ciudades
de su dependencia; Jesana, con sus dependencias, y Efrón, con
sus dependencias. |
20 |
No
tuvo ya Jeroboam fuerza en tiempo de Abías; le hirió Yavé y
murió. |
21 |
Abías
fue poderoso, tuvo catorce mujeres y engendró veintidós hijos
y dieciséis hijas. |
22 |
El
resto de los hechos de Abías, su proceder y sus palabras, están
escritas en el Midrás del profeta Iddó. |
23 |
Durmióse
Abías con sus padres y fue sepultado en la ciudad de David.
Le sucedió Asa, su hijo, en cuyo tiempo tuvo paz la tierra durante
diez años. |
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Capítulo
14
Asa, rey de Judá. Victoria contra Zerac y los etíopes |
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1 |
Asa
hizo lo que es bueno y recto a los ojos de Yavé, su Dios. |
2 |
Hizo
desaparecer los altares de los cultos extranjeros y los altos,
demolió los cipos y abatió las aseras. |
3 |
Mandó
a Judá a buscar a Yavé, el Dios de sus padres, y practicar la
Ley y sus mandamientos. |
4 |
Hizo
desaparecer de todas las ciudades de Judá los altos y los pilares
del sol, y su reinado fue reinado de paz. |
5 |
Edificó
ciudades fuertes en Judá, pues la tierra estaba tranquila, y
no hubo guerra contra él durante aquellos años, pues Yavé le
dio paz. |
6 |
Dijo
a Judá: “Edifiquemos estas ciudades y rodeémoslas de murallas
y de torres, con puertas y barras, mientras no estamos en guerra,
porque hemos buscado a Yavé, nuestro Dios, y por haberle buscado
nos ha dado el reposo de todas partes.” Edificáronlas, pues,
sin que nadie lo impidiera. |
7 |
Tenía
Asa un ejército de trescientos mil hombres de Judá, armados
de escudo y lanza, y doscientos ochenta mil de Benjamín, armados
de escudo, y arqueros, todos hombres valerosos. |
8 |
Salió
contra ellos Zerac, cusita, con un ejército de mil millares
y trescientos carros, y llegó hasta Maresa. |
9 |
Salióle
Asa al encuentro y le presentó batalla en el valle de Sefatá,
junto a Maresa. |
10 |
Clamó
Asa a Yavé, su Dios, diciendo: “Yavé, no hay para ti diferencia
entre socorrer al que tiene muchas fuerzas o al que tiene pocas.
Ven, pues, en ayuda nuestra, Yavé, nuestro Dios, porque en ti
nos apoyamos nosotros, y a combatir en tu nombre hemos venido
contra toda esta muchedumbre. Yavé, tú eres nuestro Dios; que
no sea el hombre quien triunfe de ti”. |
11 |
Yavé
deshizo a los cusitas ante Asa y ante Judá, y los cusitas se
pusieron en fuga. |
12 |
Asa
y la gente que llevaba los persiguieron hasta Guerar, y cayeron
los cusitas sin poder salvar su vida, porque fueron destruidos
por Yavé y su ejército. |
13 |
Asa
y su gente cogieron gran botín y batieron todas las ciudades
que había cerca de Guerar, porque el terror de Yavé se había
apoderado de ellos, y saquearon todas las ciudades, siendo muchos
los despojos. |
14 |
Dieron
también contra los apriscos y establos de los ganados, llevándose
gran cantidad de ovejas y camellos. Después se volvieron a Jerusalén. |
|
|
Capítulo
15
Celo del rey Asa para
destruir la idolatría |
|
1 |
Fue
el espíritu de Yavé sobre Azarías, hijo de Oded, |
2 |
y
se presentó Azarías a Asa y le dijo: “Óyeme, Asa, y todo Judá
y Benjamín: Yavé está con vosotros cuando vosotros estáis con
El; si vosotros le buscáis, le hallaréis; pero, si vosotros
le abandonáis, El os abandonará a vosotros.
|
3 |
Durante
mucho tiempo ha estado Israel sin verdadero Dios y sin sacerdote
que enseñase su Ley; |
4 |
pero
cuando en medio de la tribulación se volvían a Yavé, Dios de
Israel, y le buscaban, siempre le hallaron. |
5 |
No
había en aquellos tiempos paz ni para quien entraba ni para
quien salía, sino muchas aflicciones sobre todos los moradores
de la tierra; |
6 |
y una gente destruía a otra gente, y una ciudad a otra ciudad,
porque las conturbaba Dios con toda suerte de calamidades. |
7 |
Esforzaos,
pues, vosotros y no desfallezcan vuestras manos, porque merced
hay para vuestra obra.” |
8 |
Cuando
oyó Asa las palabras y la profecía del hijo de Oded, profeta,
se sintió fortalecido e hizo desaparecer las abominaciones de
toda la tierra de Judá y Benjamín y de las ciudades que había
tomado en la montaña de Efraím, y restauró el altar de Yavé
que estaba delante del pórtico de Yavé.
|
9 |
Convocó
a todo Judá y Benjamín y a los de Efraím, Manasés y Simeón,
que habitaban entre ellos, pues gran número de gentes de Israel
se unieron a él cuando vieron que con él estaba Yavé, su Dios; |
10 |
y
se reunieron en Jerusalén el tercer mes del año quince del reinado
de Asa. |
11 |
Aquel
día sacrificaron a Yavé, del botín que habían traído, setecientos
bueyes y siete mil ovejas, |
12 |
y
juraron buscar a Yavé, el Dios de sus padres, con todo su corazón
y toda su alma; |
13 |
y
que cualquiera que no buscase a Yavé, Dios de Israel, muriese,
fuese grande o pequeño, hombre o mujer. |
14 |
Este
juramento hicieron a Yavé en medio de voces de júbilo y al son
de trompetas y bocinas. |
15 |
Alegráronse
de este juramento todos los de Judá, porque de todo corazón
lo juraron y con toda su voluntad le buscaban; y así le hallaron,
y les dio Yavé reposo de todas partes. |
16 |
Aun
a Maacá, su madre, el rey Asa la depuso de la dignidad de reina
porque se había hecho un ídolo abominable en honor de Asera.
Abatió el ídolo, lo redujo a polvo y lo quemó en el valle de
Cedrón.
|
17 |
Pero
los altos no desaparecieron de Israel, a pesar de que el corazón
de Asa fue perfecto en todos los días de su vida. |
18 |
Metió
en la casa de Yavé lo que había sido consagrado por su padre
y por él mismo, de plata, oro y vasos. |
19 |
No hubo guerra hasta los treinta y cinco años del reinado de
Asa. |
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|
Capítulo
16
Pecado de Asa. Su muerte |
|
1 |
El
año treinta y seis del reinado de Asa subió contra Judá Basa,
rey de Israel, y edificó Rama para impedir la entrada y la salida
a los de Asa, rey de Judá. |
2 |
Asa
sacó de los tesoros de la casa de Yavé y de los de la casa del
rey la plata y el oro y se los mandó con una embajada al rey
de Siria, Benadad, que habitaba en Damasco. Hizo que le dijeran:
|
3 |
“Hagamos
alianza entre los dos, como la hubo entre mi padre y tu padre.
Te mando esta plata y este oro. Rompe tu alianza con Basa, rey
de Israel, para que se retire de mí”. |
4 |
Benadad
escuchó a Asa y mandó a los jefes de su ejército contra las
ciudades de Israel, y batieron a Ion, Dan, Abelmain y las ciudades
de aprovisionamiento de Neftalí. |
5 |
Cuando
lo supo Basa, cesó en la edificación de Rama y suspendió su
obra. |
6 |
Entonces
el rey Asa mandó a todo Judá a llevarse la piedra y la madera
que empleaba Basa en la edificación de Rama, y se sirvió de
ellas para edificar Gueba y Misfa. |
7 |
Por
aquel tiempo, Jananí, el vidente, fue a Asa, rey de Judá, y
le dijo: “Por haberte apoyado sobre el rey de Siria y no sobre
Yavé, tu Dios, se te ha escapado de las manos el ejército del
rey de Siria. |
8 |
¿No
eran un gran ejército los cusitas y los libios, con carros y
una muchedumbre de jinetes? Y, con todo, Yavé los puso en tus
manos porque te apoyaste en El.
|
9 |
Pues
tiende Yavé sus ojos por toda la tierra para sostener a los
que tienen para con El corazón perfecto. Has obrado en esto
insensatamente, y desde ahora tendrás guerra.” |
10 |
Irritóse
Asa contra el vidente y le puso en prisión, porque se encolerizó
mucho contra él, y al mismo tiempo oprimió también Asa a algunos
del pueblo. |
11 |
Los
hechos de Asa, los primeros y los postreros, están escritos
en los libros de los reyes de Judá y de Israel. |
12 |
El
año treinta y nueve de su remado enfermó Asa de los pies, padeciendo
mucho de ellos; pero tampoco en su enfermedad buscó a Yavé,
sino a los médicos. |
13 |
Durmióse
Asa con sus padres, muriendo el año cuarenta y uno de su reinado,
|
14 |
y
fue sepultado en el sepulcro que él había hecho para sí en la
ciudad de David. |
15 |
Se le puso en un lecho lleno de aromas y perfumes, preparados
según el arte de la perfumería, y se quemó además en honor suyo
una cantidad muy considerable de ellos. |
|
|
Capítulo
17
Josafat, rey de Judá |
|
1 |
A
Asa le sucedió Josafat, su hijo. Se fortificó contra Israel
|
2 |
y
puso guarniciones en todas las ciudades fuertes de Judá, así
como en las de Efraím, de que Asa, su padre, se había apoderado. |
3 |
Estuvo
Yavé con Josafat, porque éste anduvo por los caminos primeros
de David, su padre, y no buscó a los baales, |
4 |
sino
que se acogió al Dios de sus padres y siguió sus mandatos, sin
imitar lo que hacía Israel. |
5 |
Yavé
afirmó el reino en las manos de Josafat, a quien traía presentes
todo Judá, y tuvo gran abundancia de riquezas y mucha gloria. |
6 |
Su
corazón se fortaleció en los caminos de Yavé, e hizo también
desaparecer de Judá los excelsos y las aseras. |
7 |
El
año tercero de su reinado mandó a sus príncipes Benjail, Abdías,
Zacarías, Nataniel y Miqueas por las ciudades de Judá para que
enseñasen, |
8 |
y
con ellos a los levitas Semeyas, Netanías, Zebadías, Asael,
Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías y Tobadonías, levitas, y
con ellos a los sacerdotes Elisama y Joram, |
9 |
que
enseñaron por las ciudades de Judá, teniendo consigo el libro
de la Ley de Yavé y recorriendo las ciudades de Judá enseñando
al pueblo. |
10 |
Cayó
el terror de Yavé sobre todos los reinos de las tierras que
había en torno de Judá y no osaron hacer la guerra contra Josafat.
|
10 |
Los
filisteos traían a Josafat presentes y tributos de plata. Traíanle
también los árabes ganados, siete mil setecientos carneros y
siete mil setecientos machos cabríos. |
12 |
Crecía,
pues, Josafat grandemente y edificó en Judá fortalezas y ciudades
de depósito. |
13 |
Tuvo,
además, muchas provisiones en las ciudades de Judá y hombres
de guerra muy valerosos en Jerusalén. |
14 |
Este
es el número de ellos según las casas paternas: en Judá, jefes
de millares, su jefe era Adna, y con él trescientos mil hombres
muy esforzados;
|
15 |
después
de él, el jefe Jojanán, y con él doscientos ochenta mil; |
16 |
tras
éste, Amasías, hijo de Zicrí, que se había consagrado voluntariamente
a Yavé, y con él doscientos mil hombres valientes; |
17 |
de
Benjamín: Eliada, hombre muy valeroso, y con él doscientos mil
armados de escudo y arco; |
18 |
después
de éste, Jeozabad, y con él ciento ochenta mil dispuestos para
la guerra. |
19 |
Estos
eran los que hacían el servicio del rey, sin contar los que
él había puesto de guarnición en todas las ciudades fuertes
de Judá. |
|
|
Capítulo
18
Expedición de Josafat, rey de Judá, y Ajab, rey de Israel, contra
los sirios |
|
1 |
Tuvo
Josafat mucha riqueza y poder y emparentó con Ajab, |
2 |
y
al cabo de algunos años bajó a ver a Ajab a Samaria. Ajab mató
para él y para su séquito gran número de ovejas y bueyes, y
le persuadió que subiese con él contra Ramot Galaad. |
3 |
Dijo
Ajab, rey de Israel, a Josafat, rey de Judá: “¿Quieres marchar
conmigo a Ramot Galaad?” Y éste respondió: “Yo como tú, y mi
pueblo como tu pueblo; iremos contigo”. |
4 |
Y
dijo Josafat al rey de Israel: “Pero consulta, te ruego, la
palabra de Yavé”. |
5 |
Juntó
entonces el rey de Israel cuatrocientos profetas y les preguntó:
“¿Iremos contra Ramot Galaad o me estaré quieto?” Ellos le dijeron:
“Sube, que Dios la entregará en manos del rey”. |
6 |
Pero
Josafat dijo: “¿Queda todavía aquí algún profeta de Yavé por
quien podamos preguntarle?”.
|
7 |
El
rey de Israel respondió a Josafat: “Aún hay aquí un hombre por
quien podemos preguntar a Yavé; pero yo le aborrezco, porque
nunca me profetiza cosa buena, sino siempre malas. Es Miqueas,
hijo de Jimia.” Y respondió Josafat: “No diga eso el rey”. |
8 |
Llamó
entonces el rey de Israel a un eunuco, y le dijo: “Haz que venga
luego Miqueas, hijo de Jimia.” |
9 |
El
rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada
uno en su trono y vestidos de sus vestiduras reales, en la plaza
que hay a la entrada de la puerta de Samaria, y estaban delante
de ellos todos los profetas. |
10 |
Sedecías,
hijo de Quenana, se había hecho unos cuernos de hierro, y decía:
“Así dice Yavé: Con éstos acornarás a los sirios hasta destruirlos
del todo”. |
11 |
Lo
mismo profetizaban también todos los profetas, diciendo: “Sube
a Ramot Galaad y triunfarás, porque Yavé la entregará en manos
del rey.” |
12 |
El
mensajero que había ido a buscar a Miqueas le habló, diciendo:
“Mira que todos los profetas a una profetizan bienes al rey;
habla, pues, como ellos y anuncia bienes”. |
13 |
Miqueas
respondió: “Vive Yavé que yo anunciaré lo que mi Dios me diga.”
Llegó, pues, a la presencia del rey, |
14 |
que
le preguntó: “Miqueas, ¿iremos a combatir a Ramot Galaad o he
de estarme quieto?” Y él respondió: “Subid, que lo lograréis
y será entregada en vuestras manos”. |
15 |
Entonces
le dijo el rey: “¿Hasta cuántas veces tendré que conjurarte,
por el nombre de Yavé, que no me digas sino la verdad?”.
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16 |
Y
él le contestó: “He visto a todo Israel disperso por los montes,
como ovejas sin pastor”; y dijo Yavé: “Es que no tienen señor;
que se vuelva cada uno en paz a su casa.” |
17 |
Y
el rey de Israel dijo a Josafat: “¿No te decía yo que no me
profetiza bien, sino mal?”. |
18 |
Y
dijo entonces él: “Oíd, pues, la palabra de Yavé: Yo he visto
a Yavé sentado en su trono, y a su derecha y a su izquierda
estaba todo el ejército de los cielos; |
19 |
y
Yavé dijo: ¿Quién inducirá a Ajab, rey de Israel, a que suba
para caer en Ramot Galaad? Y uno decía una cosa y otro decía
otra; |
20 |
pero
salió un espíritu que se puso delante de Yavé y dijo: Yo le
induciré. Y Yavé le preguntó: ¿Cómo? Y él dijo: |
21 |
Saldré
y me haré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas.
Y Yavé le dijo: Tú le inducirás; tú saldrás con la tuya; ve
y haz así. |
22 |
Y
ahora ha puesto Yavé el espíritu de mentira en la boca de todos
estos tus profetas, pues ha decretado Yavé el mal contra ti”. |
23 |
Entonces Sedecías, hijo de Quenana, se llegó a Miqueas y le
dio una bofetada en la mejilla, diciendo: “¿Por qué camino se
ha ido de mí el espíritu de Yavé para hablarte a ti?”. |
24 |
Y
Miqueas le respondió: “Ya lo verás un día, cuando andes de cámara
en cámara para esconderte.” |
25 |
Entonces
el rey de Israel dijo: “Coged a Miqueas y llevadlo a Amón, gobernador
de la ciudad, y a Joás, hijo del rey, |
26 |
y
decid: Esto dice el rey: Meted a éste en la carcel y mantenedle
con pan de aflicción y agua de angustia hasta que yo vuelva
en paz”. |
27 |
Miqueas
le dijo: “Si vuelves tú en paz no ha hablado Yavé por mí.” |
28 |
Subió,
pues, el rey de Israel' y con él Josafat, rey de Judá, a Ramot
Galaad;
|
29 |
y
dijo el rey de Israel a Josafat: “Yo me disfrazaré para entrar
en la batalla; tú vístete tus vestiduras.” Disfrazóse el rey
de Israel y entró así en la batalla.
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30 |
El
rey de Siria había mandado a los jefes de los carros que con
él tenía, diciendo: “No ataquéis a ninguno, ni chico ni grande,
sino sólo al rey de Israel”. |
31 |
Y
cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, dijeron: “Este
es el rey de Israel,” y le cercaron para combatirle. Entonces
clamó Josafat, y Yavé le socorrió, apartándolos Dios de él. |
32 |
Los
jefes de los carros se percataron de que no era el rey de Israel
y se alejaron de él. |
33 |
Entonces
disparó un hombre su arco al azar e hirió al rey de Israel por
entre las junturas de la armadura. El rey dijo entonces a su
auriga: “Da la vuelta y sácame del campo, que estoy herido”. |
34 |
El
combate fue encarnizado aquel día, y el rey de Israel estuvo
en su carro hasta la tarde frente a los sirios, muriendo a la
puesta del sol. |
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Capítulo
19
Reformas en la administración de justicia |
|
1 |
Josafat,
rey de Judá, se volvió en paz a su casa, a Jerusalén. |
2 |
Salióle
al encuentro Jehú el vidente, hijo de Jananí, que dijo a Josafat:
“¿Socorres al impío y ayudas a los que aborrecen a Yavé? Por
eso Yavé está irritado contra ti. |
3 |
Pero
hay en ti buenas obras, porque has arrancado de la tierra las
aseras y has puesto tu corazón en buscar a Yavé.” |
Reformas
en la administracion de justicia |
4 |
Habitaba
Josafat en Jerusalén; pero salió a recorrer el reino desde Berseba
hasta la montaña de Efraím para traerlos a todos a Yavé, el
Dios de sus padres. |
5 |
Puso
en la tierra jueces por todas las ciudades fuertes de Judá,
de ciudad en ciudad, |
6 |
y
les dijo: “Mirad lo que hacéis, porque no juzgáis en lugar de
hombres, sino en lugar de Yavé, que está cerca de vosotros cuando
sentenciáis. |
7 |
Sea,
pues, sobre vosotros el temor de Yavé, y cuidad de guardarlo,
porque no hay en Yavé, nuestro Dios, iniquidad ni acepción de
personas, ni recibir cohecho”. |
8 |
Puso
también Josafat en Jerusalén levitas, sacerdotes y jefes de
las familias de Israel para que diesen a los habitantes el juicio
de Yavé y decidiesen las causas. |
9 |
Les
dio sus órdenes, diciendo: “Haced en todo con temor de Yavé,
fielmente y con corazón perfecto. |
10 |
En
toda causa que venga a vosotros de vuestros hermanos que habitan
en las ciudades, trátese de causas de sangre, de cuestiones
de la Ley, de los mandamientos, ceremonias y preceptos, instruidlos
para que no pequen contra Yavé y caiga su cólera sobre vosotros
y sobre vuestros hermanos, y así no pecaréis. |
11 |
Amarías,
sacerdote, os presidirá en toda causa tocante a Yavé, y Zebadías,
hijo de Ismael, príncipe de la casa de Judá, en las causas tocante
al rey; tenéis entre vosotros a los levitas, que serán vuestros
maestros. Esforzaos, pues, y a la obra, y que Yavé sea con quien
bien lo haga.” |
|
|
Capítulo
20
Victoria de Josafat contra moabitas y amonitas |
|
3 |
Después
de esto, los hijos de Moab y los hijos de Ammón y algunos mineos
vinieron en guerra contra Josafat.
|
3 |
Dieron
noticia a Josafat, diciendo: “Viene contra ti desde el otro lado
del mar, de Edom, una gran muchedumbre, y están ya en Jasasón
Tamar, que es Engadi”. |
3 |
En
su temor, se dispuso Josafat a buscar a Yavé, y promulgó un ayuno
para todo Judá. |
3 |
Reuniéronse
los de Judá para clamar a Yavé, y vinieron para buscar a Yavé
de todas las ciudades de Judá. |
3 |
Puesto
entonces en pie Josafat en medio de la asamblea de Judá en Jerusalén,
en la casa de Yavé, delante del atrio nuevo, |
3 |
dijo:
“Yavé, Dios de nuestros padres: ¿No eres tú Dios en los cielos
y no eres tú quien domina a todos los reinos de las gentes? ¿No
eres tú quien tiene en su mano la fuerza y la potencia, a que
nadie puede resistir? |
3 |
¡Dios
nuestro! ¿No arrojaste tú delante de tu pueblo, Israel, a los
moradores de esta tierra y la diste para siempre a la posteridad
de Abraham, tu amigo?
|
3 |
Ellos
la habitan y han edificado a tu nombre un santuario, diciendo:
|
3 |
Si
nos sobreviene alguna calamidad, la espada, el castigo, la peste
o el hambre, nos presentaremos en esta casa delante de ti, pues
tu nombre está en esta casa, y clamaremos a ti en la tribulación,
y tú nos oirás y nos salvarás. |
3 |
Ahora,
pues, he aquí que los hijos de Ammón y los de Moab y los del monte
Seir, a cuyas tierras no dejaste que fuese Israel cuando venía
de Egipto, sino que se apartase y no los destruyese, |
3 |
nos
pagan queriendo echarnos de tu heredad, que tú nos diste en
posesión.
|
3 |
¡Oh
Dios nuestro! ¿No los juzgarás tú? Porque nosotros no tenemos
fuerza contra tanta muchedumbre como contra nosotros viene y no
sabemos qué hacer: nuestros ojos se vuelven a ti” |
3 |
Todo
Judá estaba en pie delante de Yavé, con sus niños sus mujeres
y sus hijos. |
3 |
Estaba
allí Jajaziel, hijo de Zacarías, hijo de Benaya, hijo de Jeiel,
hijo de Matanías, levita, de los hijos de Asaf, sobre quien vino
el espíritu de Yahvé en medio de la asamblea, |
3 |
y
dijo: “Oíd, Judá todo, y vosotros, los moradores de Jerusalén,
y tú, rey Josafat: Así dice Yavé: “No temáis ni os amedrentéis
ante tan gran muchedumbre, porque no es vuestra la guerra, sino
de Dios. |
3 |
Mañana
bajaréis contra ellos; ellos van a subir por la cuesta de Sis,
y los hallaréis al extremo del valle, frente al desierto de Jeruel.
|
3 |
No
habrá por qué peleéis en esto vosotros; paraos, estaos quedos,
y veréis la salvación de Yavé con vosotros. ¡Oh Judá y Jerusalén!,
no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que Yavé
estará con vosotros.” |
|
Echóse
entonces Josafat rostro a tierra, y todo Judá y todos los moradores
de Jerusalén se postraron ante Yavé, adorándole. Los
levitas de los hijos de Caat y de los hijos de Coré se levantaron
para alabar a Yavé, Dios de Israel, con fuerte y alta voz. |
|
Levantáronse
por la mañana y salieron por el desierto de Tecua, y mientras
salían, Josafat, en pie, dijo: “Oídme, Judá y habitantes de
Jerusalén: Confiad en Yavé, vuestro Dios, y seréis seguros;
creed a sus profetas, y prosperaréis.” Después,
habido consejo con el pueblo, puso cantores de Yavé para alabar
la hermosura de su santuario delante del ejército: “Alabad a
Yavé, porque es eterna su misericordia.” |
|
Y
en cuanto comenzaron los cantos y alabanzas, arrojó Yavé discordias
sobre Ammón, Moab y los del monte Seir, que habían venido contra
Judá, y se mataron unos a otros.
Echáronse los hijos de Ammón y Moab sobre los moradores del
monte Seir, para destruirlos y exterminarlos; y cuando hubieron
acabado con los habitantes del monte Seir, unos a otros se destruían.
Cuando
Judá llegó a la altura desde la cual se descubre el desierto
y miraron del lado donde estaba la muchedumbre, no vieron más
que cadáveres por tierra; ninguno había escapado. Josafat
y su gente fueron a apoderarse de los despojos, hallando entre
los cadáveres muchas riquezas y objetos preciosos; cogiendo
tantos, que no pudieron llevárselo todo de una vez, y emplearon
tres días en recoger el botín: tan considerable fue. |
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Al
cuarto día se reunieron en el valle de Beracá, donde alabaron
a Yavé. Por eso llamaron a este valle Beracá (bendición), nombre
que lleva todavía hoy. |
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Los
hombres de Judá y de Jerusalén, con Josafat a la cabeza, partieron
gozosos para volverse a Jerusalén, pues Yavé los había llenado
de alegría, librándolos de sus enemigos. Entraron
en Jerusalén, en la casa de Yavé, al son de las cítaras, los
salterios y las trompetas. El
terror de Yavé se apoderó de todos los reinos de las otras tierras
cuando supieron que Yavé había combatido contra los enemigos
de Israel. El
reinado de Josafat fue tranquilo, y su Dios le dio la paz de
todas partes. |
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Josafat
reinó sobre Judá. Tenía treinta y cinco años cuando comenzó
a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. Su madre se
llamaba Azuba, hija de Silji. Anduvo
por el camino de Asa, su padre, sin apartarse de él, haciendo
lo recto a los ojos de Yavé.
Pero los altos no desaparecieron y el pueblo no tenía su corazón
firmemente apegado al Dios de sus padres. |
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El
resto de los hechos de Josafat, los primeros y los postreros,
están escritos en la historia de Jehú, hijo de Jananí, que fue
inserta en el libro de los reyes de Israel. Josafat,
rey de Judá, se alió con el rey de Israel, Ocozías, que fue
un impío,
y se asoció con él para construir naves que fueran a Tarsis,
haciéndose las naves en Asiongaber. Entonces
Eliecer, hijo de Dodaya, de Maresa, profetizó contra Josafat,
diciendo: “Por haberte asociado con Ocozías, Yavé destruirá
tu obra.” Las naves se destrozaron y no pudieron ir a Tarsis. |
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