cristoraul.org//El Vencedor Ediciones/

Esta es la Voluntad Presente de Dios:

"Unifiquense todas las iglesias en una sola y única"

https://www.cristoraul.org/LaBiblia/Indice.html
 

 

“EL HIJO DEL TRUENO”

APERTURA  UNIFICADORA DE LA EPÍSTOLA DE SANTIAGO

 

CRYS

Primera Parte

LA DUDA Y EL ESPÍRITU DE INTELIGENCIA

 

SEGUNDA PARTE

“YO SOY LA VERDAD” EL PENSAMIENTO DE CRISTO

PARTE TERCERA.

EL JUICIO DE DIOS SOBRE LA OBEDIENCIA A SU VOLUNTAD Y LA REBELIÓN CONTRA SU REINO

 

PARTE CONCLUSORIA

LA ESPERANZA DE SALVACION UNIVERSAL DE LA PLENITUD DE LAS NACIONES

 

 

SALUDO

 

Todo el mundo recuerda la manera y la forma en que la Rebelión Protestante arrancó del Libro de Dios, aduciendo que es Obra de hombres, este Capítulo de la Edad de los Apóstoles referida a Santiago, hermano de San Juan. Obviando la controversia sobre la identidad histórica y divina de este Santiago, reconocida por el Concilio Cartaginense del año 418 de nuestra Era como la debida al Apóstol Santiago, hijo de Zebedeo, hermano de Juan, el origen de la Transgresión del Protestantismo contra el Decreto Divino : “El que  añadiere o arrancare palabra a este Libro sufrirá la plagas descritas en él” se debe hallar en  la Manipulación Maligna que los Rebeldes realizaron de las Palabras del Espíritu Santo hablando de la relación entre la Fe y las Obras de la Fe.

A nadie debe sorprenderle que el Diablo niegue a Cristo y busque confrontar a hermano con hermano; si no lo hiciese, Satanás no sería el príncipe de la Mentira.

La Mentita es ante todo y sobre todo una manipulación, consciente de su falsedad, de una verdad manifiesta, y es que la FE vino por las Obras de Cristo Jesús. Leemos : “Si no vierais Obras, no creeríais”. No dijo esto ni lo escribió para todos un filósofo, un teólogo o un sabio nacido de macho y hembra. Esta Palabra vino de la Boca cuya Verbo es Dios.

 De donde se deduce, sin necesidad de ser un genio, que pues que sin las Obras de “Dios con Nosotros” nadie hubiese creído que Jesús era y es el Hijo de Dios, “DIOS CON NOSOTROS”, negar que por las Obras de Cristo Jesús nos vino la Fe es negar a Dios. Negación  predicada por Lutero y sus hermanos en el espíritu de la  Mentira, que es, en definitiva, el espíritu de Satanás.

Pero como buen abogado del Diablo, Lutero, a fin de defender su Verdad, “aunque el mundo ardiese en el Infierno”, y así ha sido desde la Guerra de los 30 Años a la Segunda Guerra Mundial, sufriendo Alemania las Plagas descritas contra  quienes pusiesen sus manos impuras en el Libro de Dios, --recordemos:

Yo atestiguo a todo el que escucha mis palabras de la profecía de este libro que, si alguno añade a estas cosas, Dios añadirá sobre él las plagas escritas en este libro, y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, quitará Dios su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa que están escritos en este libro”--;

y porque Lutero necesitaba defender su Rebelión contra  la decisión de Dios de mantener en su Puesto de Jefe de sus pastores al Pedro que le negó hasta tres veces, Lutero, siguiendo la  filosofía maligna de “su “Dios Oculto”, Satanás,  enfrentó la Palabra del Espíritu Santo en Santiago a la Palabra del mismo Dios en Pablo. Pues si el uno dice “la fe sin las obras de Cristo es fe muerta”, el otro dice “la Fe vino sin las obras de la Ley de Moisés”, dos verdades divinas que lejos de chocar son las dos caras de la misma moneda.

Por las Obras de la Ley de Moisés, la Ley a la que se refiere Pablo, pues él fue judío de nacimiento, era imposible que viniese al Mundo la FE. Toda vez que la Ley de Moisés levantó un Muro insalvable entre Gentiles y Judíos, la Ley de la FE en el Hijo de Dios, cuya existencia no era conocida por los Judíos, sólo odia ser engendrada en el Hombre por las Obras de Cristo Jesús. De aquí que San Pablo tuviese que morir, al igual que su Maestro Divino, por ser él Judío y defender la abolición del Templo de la Ley de Moisés. Por esa Ley, que dice que “todo judío que  abandone el templo de Jerusalén debe morir en el madero” era imposible que el Mundo entrase en el Reino de Dios. De manera que siendo de Necesidad la Abolición de ese Templo, sólo por las Obras de la Fe de Jesucristo podía venir y vino a todas las naciones la Fe de la Redención Universal.

Caía un Templo, era edificado uno Nuevo. El Viejo era temporal, el Nuevo es Eterno. Por la Ley del Viejo, “ojo por ojo, y diente por diente, muerte a la adúltera, muerte al hijo  desobediente…”, era imposible que el Mundo Gentil  se sintiese llamado a formar parte de un Código que si en su día demostró ser superior a la ley de su tiempo, en los días de Cristo esa Ley era propia de bárbaros con instintos asesinos justificando sus crímenes y sus delitos en un Dios de dioses cuya Ley era inferior a la propia ley de los gentiles en materia de relaciones sociales naturales. Pues el mismo que dice : NO MATARÁS, dice “Matarás al hijo desobediente”, creando un conflicto esquizoide cuyo resultado final únicamente podía producir  la irracionalidad de la crucifixión del Cristo. Una inteligencia, aunque en su estado primigenio, como la Romana, no podía admitir semejante Código como creador de Sociedad y Civilización. De hecho el pueblo judío había estado parasitando  sobre la piel de las demás civilizaciones, sin crear una propia que superase y atrajese a su Ley a las demás naciones. En el caso mismo del adulterio el pueblo judío seguía aplicando una pena de muerte que a los ojos de todos los gentiles era una monstruosidad. Así que la Ley de Moisés había levantado un Muro insalvable entre Gentiles y Judíos,  por el mediante cerrando el acceso de todas las familias de la Tierra al Reino de Dios. Y sin embargo Dios le había prometido a Abraham que en su Nombre serian bendecidas todas las familias del Género Humano. La Contradicción debía resolverse, y la única manera de hacerlo era echar abajo ese MURO.

Por el contrario, sin las Obras de la Ley de Moisés, en lo que se refiere a la Civilización del Reino de Dios, el Mundo encontró la Puerta Abierta a la Vida Eterna por las Obras de Cristo Jesús, perpetuadas por sus Hermanos en el Espíritu Santo. Por las Obras de la Ley de Moisés nadie podía ni quería creer en Dios, excepto el Judío de nacimiento. Por las Obras de la Fe de Jesús, dándonos a cristo como Maestro, el Mundo creyó en Dios.

Negar, pues, que sin las Obras de la Fe de Cristo puede ser salvado el Mundo es dirigir la Historia del Género Humano hacia el Abismo, cosa que hicieron los Rebeldes Protestantes y no pararon hasta hundir a la Humanidad en el Precipicio de las Guerras Mundiales. Pues si Marx fue el padre del Comunismo, Lutero fue el padre del Hitler, Darwin actuando de partero.

Negada la lectura de este Capítulo del Libro de Dios a todos los pueblos nacidos de la Reforma, creemos que bajo pena de expulsión por papismo, la Necesidad de la Unificación Universal del Cristianismo, y en Obediencia a la Palabra del Dios, abro espacio a su Lectura.

Movido por el espíritu de Inteligencia de este Dios, para resolver las dudas y batir las tinieblas que el Diablo  arrojó sobre la Interpretación de su Libro, seguiré el mismo método de actualización de su Contenido Divino, la mente puesta en la liberación de todos de las cadenas del Maligno, cuya Siembra tan terribles cosechas  produjo entre las naciones de nuestro Mundo.

Regresando a la Identidad del Autor, reconocida al Hijo del Trueno, hermano mayor de San Juan, terminada la polémica sobre si Santiago Obispo de Jerusalén fue el Santiago de esta Epístola, relación que se hizo de la palabra de Pablo hablando de “Santiago, el hermano del Señor”, debo cerrar esta cuestión dirigiendo la atención a la HISTORIA DIVINA, cual he descrito en EL CORAZÓN DE MARÍA. El Santiago Obispo es el Santiago hijo de Cleofás, hermano menor de LA MADRE, hijo de su cuñada María, esposa de Cleofás. “Los Hijos del Trueno”, hijos de Zebedeo, sin ser hermanos directos, a la manera del hijo de Cleofás, lo son en la Descendencia de David, de un sitio, y en la carne de LA MADRE, del otro, y de aquí que veamos al Menor de los dos hijos del Trueno reposando su cabeza en Jesús durante la última Cena.  Y será en este Orden Natural que recibe San Juan por Madre a LA MADRE, de la que ya no se separará jamás, y LA MADRE recibe a este sobrino suyo, amadísimo de Ella y su Hijo, como hijo, del que ya no se apartará nunca.

El Celo que esta Epístola encierra y despliega en la página del Libro de Dios es el propio de Aquellos hijos del Trueno que le dicen a Jesús: “Señor, si quieres hacemos bajar fuego del cielo que los consuma”.  Negar este Espíritu es Negar a Cristo, cuyo Celo por Dios era un fuego que lo consumía, fuego que por el Señor consumía a sus Apóstoles, y como Fuego descendió de Dios , Padre e Hijo, para llenar el Mundo con su Verdad Eterna: JESUCRISTO ES SEÑOR Y DIOS VERDADERO DE DIOS VERDADERO. Verdad eterna que selló la Esposa de este Señor, la IGLESIA CATÓLICA, en el Concilio de Nicea, Sello que llevamos en la Frente y en el Pecho todos sus hijos.

Pero entremos en materia.

 

 

1 Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus de la dispersión, salud.

Nada hay más bello que la Verdad. Nada puede comparársele, ni el Sol ni las Luna ni las estrellas. Ante la Naturaleza de la Verdad el mismo Universo se pliega y dobla sus rodillas. Sin la Verdad no hay Vida, y sin la Vida ¿qué es el Universo? ¿Qué sería la Creación sin la Vida de la verdad?

La verdad es el Origen de todas las cosas, el Principio de la existencia de la Vida. Y, amándola con todo su Ser, el Hijo del Trueno abre su Epístola confesando su Naturaleza ante los ojos de todas las Criaturas, tanto de este Mundo como de los Mundos creados por Dios antes de la Creación de los Cielos y de la Tierra. En efecto, todo hijo de Abraham, de la casa de Judá tanto cuanto de las demás tribus, únicamente llamaban Señor a Dos, YAVÉ, el Dios de Moisés, y David. EL SEÑOR es DIOS: “Yavé es Dios”, DIOS es el SEÑOR. Yavé es el Señor Dios. Señor y Dios son la misma realidad. Y nadie es “Señor” sino “Dios”. De aquí que  el Tempo pidiera la Pena de Muerte para el Señor Jesús, porque  siendo “Señor” se proclamaba “Igual a Dios”. En palabras de la Santa Madre Iglesia Católica : Dios Verdadero de Dios Verdadero. De forma que “YAVÉ ES DIOS, JESUCRISTO ES DIOS”. Dos Personas, un solo y único Espíritu Divino. Padre e Hijo unidos infinita y eternamente en el Espíritu Santo del Creador del Cosmos.

Por esta Declaración, “SEÑOR JESUCRISTO”, confesada por un Hebreo de Nacimiento, el Hijo del Trueno  se declaraba reo de muerte delante del Templo de Jerusalén.  SU VERDAD: era y es la Verdad del Universo, JESUCRISTO es el DIOS que “dijo y así se hizo”.

Nadie, excepto uno que ha visto las infinitas obras que, según el Evangelista hizo este SEÑOR JESUCRISTO, que si “se contaran no habría en este mundo libros para contenerlas”; nadie, digo, hubiese podido elevar, en aquellos tiempos,  su VERDAD por ese JESUCRISTO a la Adoración debida al SEÑOR Dios, Creador de los Cielos y de la Tierra, y que su hermano pequeño, San Juan,  ratificará en su Evangelio diciendo : EL VERBO es DIOS; y el VERBO se ha hecho carne, Tú DOOS; JESUCRISTO SEÑOR: “Dios con Nosotros”.

Observamos, en  lo que se refiere a la Identidad del Autor, que  entre los dos SANTIAGOS: el Hermano de Jesús, hijo de María  de Nazaret, y el Hermano del SEÑOR JESURISTO, Pablo habla del Hermano del SEÑOR. Por el Hermano de Jesús los Apóstoles entendían que se estaba hablando de Santiago, primer Obispo de Jerusalén, hijo de Cleofás, hermano pequeño de LA MADRE, a cuya madre, María la de Cleofás, la vemos en el Evangelio acompañando a la MADRE; y por Hermano del SEÑOR los Apóstoles entendían tanto al Hijo del Trueno como a sus Hermanos en el Espíritu de Fuego que descendió sobre Ellos en Pentecostés.

Evidentemente, para nosotros, acostumbrados a  la Divinidad del Hijo, Jesucristo, Rey, Señor y  Juez Universal del Reino de Dios, la Declaración inicial del Hijo del Trueno  parece un formalismo de cortesía. Pero como ya he dicho, ese formalismo era su firma sobre su Condena a Muerte por el Templo de Jerusalén. Pena de Muerte que sigue pesando en los Cristianos de las naciones actuales bajo el régimen de Terror del Comunismo y del Islam, Cristianos abandonados de toda ayuda por los regímenes democráticos actuales, entregados al genocidio por los poderes globales que desde la ONU conducen el Siglo ha abismo de su autodestrucción.

Luego, la Duda sobre la Identidad del Autor de esta Epístola únicamente podía venir de ignorantes en sumo grado, de un sitio, y su rechazo como fruto del Espíritu Divino, del otro lado, de enemigos de Dios en grado superlativo.

Si hay que ser un héroe en  estos días para predicar abiertamente el Evangelio en los países islámicos, países genocidas que piden Tolerancia y Libertad de Religión para los suyos en nuestras Fronteras mientras dentro de las decretan prisión y condenan a las más horribles torturas hasta la muerte a los Cristianos de todas las iglesias; muchísimo infinitamente más valiente había que serlo en los días de los Hijos del Trueno, cuando la Solución Final contra el Cristianismo  fue la política de los Judíos durante todo el Siglo I de nuestra Era. Esta VERDAD sempiterna: JESUCRISTO ES SEÑOR, DIOS VERDADERO DE DIOS VERDADERO, no puso ser oída en Libertad hasta el Siglo IV, cuando, como de todos es sabido, la Batalla del Mundo Antiguo contra el Mundo Cristiano se dio por finiquitada en el Concilio de Nicea.

Concluyendo este párrafo, quien no confiesa que JESUCRISTO ES SEÑOR, DIOS VERDADERO DE DIOS VERDADERO, firma su propia sentencia de Destierro de la Creación en el Día del Juicio Universal, llamado Final porque  el SEÑOR YAVÉ DIOS; PADRE DE JESUCRISTO; llamó a Juicio al Mundo Antiguo según ya lo estuvo ÉL profetizando durante todos los siglos hasta el Nacimiento del Último Profeta : CRISTO JESÚS. De aquí que en el Librito Final de su Biblia hable de la SEGUNDA MUERTE, razón por la que más arde se habló del Limbo. Pues los juzgados están a la espera del Juicio Final del SEÑOR JESUCRISTO.

Bien harán, pues, todas las iglesias establecidas sobre la NEGACIÓN DE LA DIVINIDAD VERDADERA DEL SEÑOR JESUCRISTO, arrojando sus biblias al fuego, reconociendo el Delito de haber quitado y añadido al Libro de Dios páginas y Capítulos para la eternidad; y hacerse con la BIBLIA CATÓLICA, Legada en HERENCIA por el SEÑOR a su ESPOSA; la IGLESIA CATÓLICA, Tronco del árbol de las iglesias cuyo Fruto es la SALVACIÓN DEL GÉNERO HUMANO en la UNIDAD DE LA FE UNIVERSAL; JESUVCRISTO ES SEÑOR  y DIOS, el Verbo  por cuya PALABRA fueron creados los Cielos y la Tierra. ÉL es el Dios que “dijo y así se hizo”. Ayer como Hoy. EL ha dicho: “Unifíquense todas las iglesias en una sola y única”, y así se hará. De la Palabra a su Realización hay un Camino. Camino que estamos recorriendo. Así pues:

 

De la perseverancia en las pruebas

 

2 Tened, hermanos míos, por sumo gozo veros rodeados de diversas tentaciones,

Aquello que tuvo valor Ayer mantiene su valor Hoy. Por naturaleza original, establecida sobre la Rebelión  de Satanás contra la Estructura del Reino de Dios, los sistemas  paganos y ateos implementan un asedio constante a la  VERDAD UNIVERSAL ETERNA que, elevando su ataque hasta la pena de muerte, cual vemos Hoy presente en los genocidios que el Islam y el Comunismo, amparados en el Silencio de la ONU, están protagonizando contra los Cristianos en África y Asia; estas persecuciones inducen a nuestros hermanos en la Fe, con independencia de su Confesión Teológica Tradicional,  a preferir, sin nadie que los defienda, a sumarse a la Mentira antes que padecer prisión y muerte. Es en verdad una vergüenza para el Mundo Libre del Sigo XXI, tan tolerante como se proclama, ver cómo le da la espalda y responde al Genocidio  de los Cristianos con el Silencio más cobarde y miserable.  De donde se entiende y se ve que estando ocupados esos puestos de poder en la ONU por los más cobardes y miserables entre los hombres , la Crisis Mundial no ha hecho sino comenzar y seguirá Creciendo hasta reventar los muros de esa Fortaleza donde todos los dictadores y genocidas de las naciones se sientan en el Consejo de los Derechos Humanos. Sobre sus cabezas el Delito.

La Tentación es el Origen de la Tragedia del Género Humano. Pero ya no estamos en los días de Adán y Eva. Ni en los días de Pedro y Pablo. Delante de nosotros se abren dos petas: vivir con el Poder su orgía de sangre y carne humana; o ponerse de pie y luchar por el Despliegue de la Ley de la VERDAD, madre de la JUSTICIA, hasta cubrir con su PAZ el cuerpo de la Plenitud de las Naciones. No somos Abel, ni estamos sujetos a la Ley de la Necesidad de la Muerte de Cristo; somos hijos de Dios, nacidos del Espíritu de Cristo Jesús para participar y vivir la Gloria de la Libertad de los hijos de Dios. Estamos más alá de la Tentación. La Ley: “NO COMAS”, es la Savia que alimenta el Árbol de nuestra Inteligencia. La Ley Divina tiene su Origen en el Amor del Creador a su creación, en ningún caso en el Despotismo de quien siendo Todopoderoso se erige como Dios de Terror, que a unos crea para el Infierno y a otros para el Cielo, haciendo de Su Creación una Comedia de Odio y Muerte.

Las tentaciones de abandonarse a las leyes del Siglo y devenir una cabeza de ganado más siguiendo a líderes con vocación de lobos hambrientos de poder y riquezas, sobre el sudor y la sangre de los pueblos, ha sido la constante desde el Principio del Cristianismo. Vivieron bajo esa sombra tenebrosa los hijos de Abraham durante siglos; el precio que pagaron por cada “Caída” está escrito. Mas a diferencia del Pueblo de Cristo, si aquéllos no aprendieron de sus Castigos sino que  siguieron avanzando en la dirección de su destrucción absoluta, dejando Dios un remanente vivo para ejemplo del Delito contra Natura; el Pueblo Cristiano, edificó civilización propia, supo vencer todas sus Crisis, y extender su Civilización hasta los confines de la Tierra. Victoria perpetuamente combatida por los Vestigios vivos del Mundo Antiguo, que se resisten a venir al Futuro y vivir a la Luz de la Verdad Universal, que todos los hombres somos hermanos, células de un mismo árbol de Vida, y todos los Pueblos formamos una sola única Nación, somos el Hombre, y el Hombre es el Género Humano.

Tentados, pero nunca vencidos; caídos, pero nunca muertos. El Fuego del Espíritu reduce a cenizas lo que es débil para hacer renacer más fuerte lo que de por sí era fuerte, hasta hacerlo invencible. De esta forma el Hombre, por el Espíritu que vive en la Fe, es engendrado para la Vida a “imagen y Semejanza de Dios”, nacido para ser hijo de Dios, y vivir como tal la Gloria de la Libertad del “Señor Jesucristo”, sin miedo a la Muerte y por siempre  en Guerra contra el Mal, la Ley de la Libertad por espada y escudo, plenamente consciente de tener en el Hijo de Dios la Fuente de la que se nutre el árbol de nuestra Inteligencia.

 

3 considerando que la prueba de vuestra fe engendra la paciencia

Y sin embargo toda Paciencia tiene un límite. La Tragedia del Hombre surge cuando este Límite es pisado. Pues aunque en su Bondad nuestra Madre hable de la Infinita Paciencia de Dios para con sus hijos, ningún hijo de Dios ignora que esa Paciencia se derramó en Colera Eterna cuando  fue tomada su Misericordia por Hacha de Guerra. El Juicio contra los hijos Malditos que se atrevieron a usar al Hombre como Cuerno llamando a Guerra contra el Espíritu está escrito. La Paciencia de Dios, en el Amor de Pare, es, en efecto, infinita; pero en el Odio al Señor de la Creación por cuya Ley se rige  la Vida en la eternidad esa Paciencia es un Vaso Sagrado que tiene un tope y no puede ser cruzado sino a costa de la Pena de Muerte. Cuando ese Vaso Sagrado se llenó y el Agua de la Paciencia Divina se derramó,  el Amor de Padre dio paso al Celo del Juez Universal y desde su Incorruptibilidad decretó Pena de  Muerte contra el autor de tanta Maldad.

La Paciencia procede del Amor, y se alimenta de la comprensión hacia la ignorancia de aquellos que causan la tentación. Sabiendo que su ignorancia sería causa de nuestra perdición, habiendo ellos sido vencidos por las tentaciones del Siglo, o habiendo nacidos vencidos por las leyes impuestas a sus sociedades y familias por el terrorismo  de las tradiciones, nuestra paciencia hacia sus civilizaciones tiene su base en la esperanza de su Conversión a la Verdad Divina; mas, engendrados a la Imagen y Semejanza de Dios, sabemos que la Paciencia no puede conducirnos a la autodestrucción ni permitir que conduzca a nuestra Civilización a su Destrucción. La Paciencia no puede generar el Suicidio. Ayer la Ley impuso la Necesidad de la Muerte de Cristo. Hoy, esa Necesidad ha concluido. La Ley de la defensa de la Vida es Sagrada. Permitir que en base a una Tolerancia sea la Paciencia arrastrada al Suicidio no es de Ley. Quien ve cómo es asesinado su hermano teniendo el poder de impedir su asesinato, se hace cómplice del crimen. La ley que  gobierna a la ONU (No Interferencia en os asuntos internos de los Estados) la hace cómplice del Crimen de Genocidio contra los Cristianos en África  y Asia, y de las Dictaduras Comunistas, o Socialistas del Siglo XXI. Por esa Ley todos somos Criminales al permitir que el Genocidio contra los Cristianos se expanda por las naciones islámicas de África y Asia, y las Dictaduras Neo-Comunistas extiendan sus masacres sobre la naciones de Sudamérica. La Infinitud de la Paciencia, fuera del Amor a la Ley de la Verdad, es una falacia.

Aprendemos a convivir con las tentaciones naturales del Siglo en la Fe de que la Verdad reinará en todas las naciones. Ahora bien, quien no defiende su Casa firma su Ruina.

 

Primera Parte

LA DUDA Y EL ESPÍRITU DE INTELIGENCIA

 

Leemos en el primer párrafo del Autor la identidad del Destinatario de su Carta. Dice:

a las doce tribus de la dispersión, salud”.

Hijo de Abraham este Santiago y porque sabemos que las sinagogas del Imperio fueron las primeras plataformas de exposición del Evangelio, comprendiendo nosotros que el Mayor de los Hijos del Trueno entró en la Gloria del Paraíso de Dios en el 44, antes de la celebración del Concilio de Jerusalén, año 49, en el que la Apertura de la Fe al Mundo Gentil se formaliza, y se abandona la prioridad de la conversión de los Judíos, era natural que el Hijo del Trueno se dirigiese a los Cristianos Judíos de nacimiento, dispersos por el Imperio, para quienes  la glorificación de Jesucristo al Trono del Señor, bíblicamente  exclusivo de YAVÉ DIOS,  no habiendo oído jamás sus padres de este Hijo Unigénito, sobre cuya Existencia Moisés ni ningún Profeta les habló  directamente… La Revolución Teológica del Evangelio se ha producido. YAVÉ DIOS ha establecido la Conversión de la Creación entera a su REINO, en cuyo TRONO sienta a su Hijo Unigénito como SEÑOR de todos los Pueblos de su Paraíso, y quien no doble sus Rodillas, en Adoración Eterna declarándose Ciudadano del Reino de su Hijo, no entrará en su Paraíso, el que YAVÉ Dios, Señor de Moisés creó para Sí Mismo antes de la Creación del Nuevo Cosmos, Paraíso que con su Naturaleza sustenta las Raíces del Árbol de la Vida de los Mundos de la Creación, todos Ciudadanos del Reino de Dios, el SEÑOR JESUCRISTO, Su Hijo… Porque es evidente que la Corona pasa de padres a hijos, pero no pudiendo morir Dios, YAVÉ, Señor de Moisés, sienta a su Derecha a su Hijo Primogénito como Heredero VIVO:  Investido del Poder Natural a su Padre, Señor y Dios de toda la Creación… Esta Verdad “que no fue conocido por ningún príncipe del mundo” es la que se manifestó en la Resurrección y por esta Manifestación  el Hombre sabe que  el REY es DIOS y SEÑOR, con Vida en Sí Mismo, engendrado no de la Creación sino de la Misma Naturaleza Increada de su Dios: YAVÉ, Señor de Moisés… Este Evangelio del Señor JESUCRISTO es que los Cristianos Judíos deben anunciar a sus hermanos en Abraham… Y conociendo la respuesta de sus hermanos a esta Evangelio es natural que les pidiese Paciencia hacia ellos, diciendo:

 

Mas tenga obra perfecta la paciencia, para que seáis perfectos y cumplidos, sin faltar en cosa alguna.

La Paciencia que viene del Amor del Espíritu, pues a ellos, los hijos de Abraham, les tocó  la peor parte en la Tragedia del Género Humano, a saber, poner sus manos sobre ese Hijo de sus Entrañas que Dios ama más que a Sí Mismo. En este Caso los hijos tuvieron que pagar el Pecado de su padre Adán, por cuya Transgresión fue condenado todo el Mundo a vivir bajo el yugo de la Muerte, cuyo Fruto, la Guerra Santa, se expandió por todas las Regiones, transformando el paraíso del Edén en el infierno de la Tierra. Así, por su Maldición al tocar al Hijo de Dios, nuestro Creador, nos vino a todas las naciones la Bendición. O como dijo Pablo, “si por su Maldición hemos sido todos bendecidos, cuanto más su Conversión será gloria de Dios entre los pueblos”.

Difícil de penetrar la Mente del Espíritu que viniendo de Dios en forma de fuego, por ese Fuego, redujo a cenizas la Ignorancia y elevó  sobre  ellas  la Sabiduría del que vive en el Pensamiento de Cristo, cuya Fuente es el propio Dios. Más difícil todavía comunicar esta Esperanza de Vida Eterna a quienes  para justificar su Delito se arrojaron a la Negación de lo que vivieron con sus ojos: “Dios se hizo hombre y caminó  entre Nosotros”. Más tarde el Menor de los Hijos del Trueno escribiría esta misma Sentencia diciendo : “El Verbo se ha hecho carne”; dos formas distintas de decir lo mismo:

 

Si alguno de vosotros se halla falto de sabiduría, pídala a Dios, que a todos da largamente y sin reproche, y le será otorgada.

 

Aquí hablamos de esa Sabiduría que mira a la  Eternidad y no tiene que ver nada con lo Temporal. Porque en verdad el Capítulo del rey Salomón induce a pensar en “pedir la Sabiduría como medio de hacerse  de oro”. Nada más lejos de la Realidad. La Sabiduría no hizo a los Apóstoles más ricos que Salomón, pero, evidentemente, sí más  Grandes a los ojos de Dios, para quien devinieron sus Hijos, y por Amor a los cuales se levantó para reducir a escombros la gloria de todos sus Perseguidores, lo mismo Gentiles que Judíos, que si la Antigua Jerusalén fue reducida a escombros no menos lo fue la Antigua Roma, como bien se ve por sus Ruinas. Al contrario, viendo cuál fue el Destino Final de quienes se convirtieron en Templos Vivos de la Sabiduría, hay que preguntarse: ¿Quién la quiere, sabiendo que  la Pobreza será su trono y el Martirio su corona?  La respuesta de las generaciones futuras devendría antológica: “Mejor ignorantes que sabios”. Y sin embargo, si la Sabiduría hiciese del Género Humano su Hogar, como fue el Mundo de Adán antes de la Caída su Casa, no habiendo quien se declare Caín todos disfrutaremos de la Riqueza Infinita del Árbol de las Ciencias de la Creación. Pues el Hombre que vemos en Cristo Jesús es el Hombre del Futuro; ese Hombre que vive en Nosotros, y con su Despliegue dejará la Muerte de gobernar nuestro Mundo. Es la Falta de Sabiduría el talón de Aquiles de la Humanidad. Por su falta los hombres siguen alargando sus manos al Árbol de la ciencia del bien y del mal, y alimentados por su Fruto se convierten en el Cuerpo de la Guerra Fratricida Mundial en la que  hemos vivido durante los últimos seis mil años. Dejan de ser humanos para convertirse en el brazo destructor de la Muerte.

 

Pero pida con fe, sin vacilar en nada, que quien vacila es semejante a las olas del mar, movidas por el viento y llevadas de una parte a otra.

 

No se puede combatir la Muerte con la muerte, la Violencia con la violencia, el Odio con el odio… La Victoria del Genero Humano contra  los efectos malignos del  Fruto de la ciencia del bien únicamente puede ser conquistada con ese Espíritu que viniendo de Dios eleva la Inteligencia y el Entendimiento del Hombre a la Sabiduría Omnisciente del propio Creador del Universo. Tal es la Naturaleza de la Puerta que condujo al Siglo de Cristo a su Victoria y en el nuestro nos conducirá a la Victoria Final sobre la Muerte y su fruto: la Guerra. Para vivir en este Espíritu de Inteligencia  fue creado el Hombre: Espíritu  inmunizado contra la Mentira, inmarcesible a la Manipulación de los poderes, incorruptible frente a los Intereses  de quienes tienen en sí mismos el norte y el sur de sus acciones; hijo de la Verdad, adorador de la Libertad, enamorado de la Vida, defensor de la Paz, por siempre Ciudadano del Reino del Señor Jesucristo, quien siendo Señor del Paraíso de Dios por Voluntad de Dios su Padre: es Dios. Quien no tiene esta Fe ¡cómo  pedirá sin Duda, más allá de la Duda, consciente de que para Dos no hay nada Imposible, y que más imposible que  hacer de un pedazo de barro su Semejante, un hijo de Dios!

Sin esta Inteligencia que viene del Espíritu de la Fe la Humanidad no hace sino acercarse cada vez más al abismo de su autodestrucción. Realidad que se ha visto en los dos últimos siglos, cuando se ha comprobado que a medida que se alejaba la Civilización Europea de sus Raíces Cristianas más  se acercaba el Mundo a las Guerras Mundiales. Pero es  de los señores de la Guerra, hijos de la ignorancia de sus padres, alejarse de la sabiduría, no ya de la Divina, sino de la que viene de la Experiencia Viva, y apenas la Memoria transformada en ritual de Calendario comienzan  a cultivar el campo de la Destrucción, siempre en la creencia patológica de que ellos sobrevivirán al Apocalipsis de la ruina global: ¡son dioses! Permanecen en el Pecado Original: Ser dioses… borrar las leyes de la Naturaleza del Universo… darle a la Vida del Hombre un Nuevo Código Genético… alterar la Estructura de la Biosfera para que responda a sus Intereses … resetear el Edificio de la Civilización y finalmente ser encumbrados como los dioses que por sus riquezas y sus poderes  merecen ser…

 

Hombre semejante no piense que recibirá nada de Dios.

 

La Fe está en Guerra Perpetua contra la Muerte. Y por la Vida. ECCE HOMO. No hay otro Hombre. “Ese Hombre” es el Modelo a cuya Imagen y Semejanza  ha sido creada toda Vida Inteligente en el Universo. La No aceptación de ese Modelo, el Rechazo a esta Imagen fue la Causa de la Rebelión de la parte de la Casa de los hijos de Dios, creados, no de nuestro Mundo. Exportaron su rechazo en forma de Transgresión a nuestro Mundo, y desde entonces vivimos en campo de batalla abierta, guerreros de vanguardia en una Guerra que no era nuestra, expuestos a una ley que no invocamos. Esta no es una Guerra que se gane con armas  de hierro ni de fuego. La Victoria es referida a la Esperanza de Salvación Universal del Género Humano. El Hijo de Dios no vino a salvarse a sí mismo. No fue elevado al Trono del Rey del Universo  para  situarse más allá de toda Ley. Su Corona es la Estrella de la Invencibilidad de quien es Todopoderoso y tiene en su Dios la Fuente de su Sabiduría. Esa Invencibilidad es nuestra por la Fe. El Futuro es nuestro porque la Tierra le pertenece. La Tierra es nuestra porque somos su Pueblo. El Dia de la Duda ha muerto. La Hora de las Tinieblas ha pasado. El Rey que estaba sentado, está de pie. Toda la Casa de Dios está a Su Servicio; Su Dios, YAVÉ, Señor del Infinito y de la Eternidad, es su Fuerza, su Gloria. ¿Quién podrá detener a este Rey? El Mileno de las Tinieblas pasó; ha nacido la Edad de los hijos de Dios. No hay Duda; quien Duda se queda con la boca abierta y las manos vacías.

 

Es varón indeciso e inconstante en todos sus caminos.

 

El Camino lo conocemos: “No hay vida en este mundo fuera de la Salvación del Género Humano”. En otras palabras, el Bien Universal está sobre el Individual. Todas nuestras acciones, pensamientos y hechos tienen repercusión en el Género Humano; en consonancia con esta Realidad debemos  dirigir nuestro comportamiento. En el campo de batalla toda acción mira a la Victoria. Cualquiera que sea la posición todo el pensamiento tiene en la Victoria su  horizonte. No cabe indecisión ni inconstancia, la Victoria no es una esperanza aleatoria, no es un juego de dados, es el  Bien Universal en cuyos brazos se deposita la Fuerza de Dios y del Hombre unidos en una misma Acción Creadora de Liberación de la ley de la Guerra y su Infierno a que fuimos arrojados en nuestra Adolescencia Ontogénica. ¿Cuántos diluvios de sangre han  ahogado el grito de los pueblos durante los últimos milenios? Y aún quieren  provocar un diluvio más, después del cual  las aguas volverán a sus cauces, sobre su superficie ellos andarán como dioses más allá del bien y del mal! El Alma de la Humanidad es un campo de cicatrices cuya visión produce horror y espanto.  Tantas son las cicatrices, tantas la guerras santas, genocidios, masacres, fratricidios, epidemias, plagas, pandemias… No hay otro Camino a la Salida de este Infierno que el Espíritu de YAVÉ: espíritu de Sabiduría e Inteligencia, de Entendimiento y Fortaleza, Consejo y Temor de Dios. Cualquier otra opción es un paso adelante hacia el Precipicio de la Condenación. Por esto:

 

Gloríese el hermano pobre en su exaltación,

 

Pues Dios no creó el mundo para traer a luz a un hombre condenado desde la eternidad, su pobreza el símbolo de su condenación, y a otro para ser salvado, su riqueza el sello de su salvación. ¡El Señor juzgará al Abogado del Diablo que sembró esta Cizaña Maligna mientras los Obispos dormían con la severidad de quien le escupe a Dios en el rostro! Temblad todos los que  para justificar vuestros crímenes traspasáis vuestros delitos a Dios. ¿A cuál de sus hijos, comenzando por Cristo Jesús, visteis cubiertos de oro y diamantes, sentados en sillones de marfil y  platino? Ha exaltado Dios al débil y ha puesto bajo su puño al fuerte. Ha llamado Dios a su mesa a Lázaro y ha arrojado de su Presencia a Epulón. ¿Y creéis que podéis comprar vuestra absolución arrojando las migajas que les sobran a vuestros perros al hombre que creó Dios, por el que levantó Cielos y Tierra?

 

el rico en su humillación, porque como la flor del heno pasará,

 

¿Qué es toda vuestra riqueza, comparada con la estrella más pequeña de los Cielos? ¿Cuál de vuestras mansiones y palacios en los que reunís a los hombres como esclavos podrá compararse al más pequeño de los planetas? Vuestra gloria de dioses del Metal y del Fuego ha llegado a su fin; no vale a los ojos del Creador de los Cielos y la Tierra lo que vale un grano de arena. Amasáis para vuestra perdición. Os eleváis para caer más profundo. El Abismo en el que Satanás y sus sicarios han sido desterrados será vuestra Morada eterna; allí habrá crujir de dientes. De allí no volveréis. Vuestras lagrimas se hundirán en las Tinieblas. Desapareceréis de la Mente de la Creación como lo hace una Pesadilla al salir el Sol.

 

Se levantó el sol con sus ardores, secóse el heno y se perdió la belleza de su aspecto. Así también el rico se marchitará en sus empresas.

 

Se os ha dicho y no habéis querido entender. Aún una vez más alza Dios su Voz para llamaros a su Reino. Sabedlo, vuestra visión de una Humanidad esclavizada  a vuestros intereses, de una Tierra sujeta a vuestras leyes, de un Universo de rodillas ante vuestra ciencia de destrucción, os devorará. La Creación entera se ha arrancado el corazón y lo ha puesto en las manos de su Creador. El Dolor era ya insoportable. El grito, incontenible. Ha oído Dos y ha tenido Misericordia de sus hijos.  No sufrirán más esta Tragedia. Consolará sus ojos, pues El nos dirigirá a la Victoria. Será desterrado el príncipe de las Tinieblas y el Género Humano liberado de la Ley de la Muerte. El Hacha puesta contra el tronco del Árbol de la ciencia del bien y del mal será empuñada, el Brazo Divino caerá sobre su madera. Serán descuartizadas sus ramas, se les prenderá fuego y hasta sus raíces llegará el exterminio. A su alrededor se creará un círculo y todo el que intente pasarlo será llamado maldito. Por eso el Cielo ríe, y mi alma exulta. Soy como ave que se entrega al fuego. Ceniza a las cenizas.

 

Bienaventurado el varón que soporta la tentación, porque, probado, recibirá la corona de la vida que Dios prometió a los que le aman.

 

¿No sabéis leer y sabéis interpretar la Palabra del Creador del Cosmos cuya Inteligencia es infinita? La sabiduría Increadora de Mundos y Universos sin número, la hija del Infinito y de la Eternidad, vio a Dios en su Infancia y se enamoró de su Juventud  con una Pasión para vivir más allá de la Muerte. Se hizo una sola cosa con ÉL, lo llamó su Señor, y juntos levantaron un Nuevo Cosmos en el que la Vida se levanta a la Imagen y Semejanza de YAVÉ, su Amado Esposo. ¿Y creéis vosotros que  podéis entender esta Unión del Infinito y la Eternidad con Dios, sellada en Santo Matrimonio y Bendecida con un HIJO? : “TÚ DIOS, JESÚS. MI HIJO AMADO”. ¿Sois hojas de otoño que el viento del invierno barre y pulveriza ,y os atrevéis a jugar a ser dioses por un día cuando se os da la Vida Eterna para vivir en Libertad el fruto de la Paz que viene de la Ley del Reino de Dios? ¿Os retiráis del campo de batalla por miedo al enemigo despreciando la armadura invencible de la FE que revestida del Todopoder del Hijo de Dios está a disposición de todos sus hijos? ¿No Creéis en la Victoria? ¿Creéis que es Imposible que este Mundo, bajo el yugo de la Ley de la Muerte pueda vencer al Destino escrito para vosotros por poderes inmundos? ¿Creéis que vale más el oro que la vida eterna? ¿creéis que uniendo vuestros poderes a los del Enemigo del Hombre y de Dios podréis poner de rodillas al Rey de los Cielos? Cejad en la Tentación. No hay más Dios que YAVÉ Y su Hijo JESUCRISTO. Convertíos o pereceréis.

 

(Y) Nadie en la tentación diga: “Soy tentado por Dios”. Porque Dios ni puede ser tentado al mal ni tienta a nadie.

Hermosa es la Fruta de la Muerte: Mata y reina. Aplasta y  glorifícate, dictador. El Poder es dios. Entrónate masacre mediante. Sé igual a los dioses del Infierno… ¿Tentó Dios a Adán, como juraron Lutero, Calvino y Enrique VIII sobre la sangre de las guerras religiosas de Francia y la Guerra de los 30 Años? La Acusación ha sido Maligna, el Pecado es Terrible. Dios no olvida. Convertíos, dad Obediencia al Verbo Unificador Divino. La Guerra es una Abominación a los ojos de Dios, ¿bajo qué presupuesto iba Dios a ofrecer  esa Fruta Venenosa, Maldita, a su hijo pequeño: el Hombre? Ya lo dice el Espíritu Santo en el Hijo del Trueno:   

 

Cada uno es tentado por sus propias concupiscencias, que le atraen y seducen.

 

La Tentación del Poder, de las Riquezas, el ser más que el prójimo, delinquir teniendo por  cómplice a la justicia,  matar teniendo por brazo asesino el brazo de la Ley, amos de esclavos bajo el yugo de la pena de muerte por desobediencia a la tiranía, caminar sobre un mar de sangre y sudores como quien marcha sobre roca, ahora aplasto un cráneo,  ahora pisoteo a un pueblo entero, un dios, ser un dios, decretar pandemias, declarar guerras, abrir crisis,  entregar a la miseria y la ruina a naciones enteras, prender la mecha de la guerra civil… Hombres y mujeres, todos muñecos de paja en las manos de los dioses ala imagen y semejanza de los dioses del Infierno.

 

Luego la concupiscencia, cuando ha concebido, pare el pecado, y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte.

 

Y esa Muerte devorará a sus adoradores. Porque Esperanza hay, pero como dijo  Pablo : “Esperanza que se ve no es esperanza”.

 

No os engañéis, hermanos míos carísimos.

 

Quienes crean que la Victoria ya ha sido conquistada porque quien tiene esa esperanza en su Boca es el mismo Jesucristo que por Amor a esa Esperanza se entregó a la Cruz; quien crea esto… que despierte. El Hombre no es Dios, ni Dios es Hombre. La Sabiduría Omnisciente del Juez Universal, Jesucristo Rey y Señor, está más allá de nuestro juicio. Por la Fe estamos limpios y nuestra Consciencia de hijos de Dios nos mantiene libres del terror a la Condenación; pero porque somos hijos de Dios mientras estamos en  la Tierra participamos del espíritu de Salvación Universal, y una vez  terminado nuestro Día el Juicio queda en los Labios de quien es Dios y Rey. Echarse a dormir es cosa de suicidas. ¿Pues quién es el que en el fragor del campo de batalla se echa una siesta?  

 

Todo buen don y toda dádiva perfecta viene de arriba, desciende del Padre de las luces, en el cual no se da mudanza ni sombra de alteración.

 

Así pues, Ayer como Hoy : Dios es el que es. “El que era, el que es” dice de Sí Mismo Jesucristo. ¿Qué son dos mil años en la Eternidad? ¿Acaso no ha sido formada esa Personalidad que dice de Sí Misma :  “Yo soy el que soy”,  en los fuegos de la Eternidad? Ayer como Hoy, Dios es Padre y  viste a sus hijos con el Amor de un padre verdadero amantísimo de sus hijos.

 

De su propia voluntad nos engendró por la palabra de la verdad, para que seamos como primicias de sus criaturas.

En efecto, y así sigue siendo. Ellos fueron las primicias de su siglo, nosotros somos las primicias del nuestro.

 

 

SEGUNDA PARTE 

“YO SOY LA VERDAD”. EL PENSAMIENTO DE CRISTO

 

“Si un buey acornea a un hombre o a una mujer y se sigue la muerte, el BUEY será lapidado, no se comerá su carne, y el dueño será quito. Pero, si ya de antes el BUEY y acorneaba, y, requerido el dueño, no lo tuvo encerrado, el BUEY será lapidado si mata a un hombre o a una mujer, pero el dueño será también reo de muerte. Si en vez de la muerte le pidieren al dueño un precio como rescate de la vida, pagará lo que se le imponga”.

 “Si uno pecare por ignorancia, haciendo sin darse cuenta algo de lo prohibido por Yavé, contrayendo reato y llevando sobre sí la iniquidad, traerá al sacerdote un carnero sin defecto del ganado, según la cuantía del pecado. El sacerdote le expiará por el pecado cometido por ignorancia, y le será perdonado. Este es sacrificio por el delito, pues se hizo reo de delito contra Yavé”

 

En Pentecostés, el día en que en forma de Lenguas de Fuego el Pensamiento de CRISTO entró en los Apóstoles, la Ignorancia en la que hasta entonces habían vivido los Discípulos, causa de su estampida  la Noche de  la Captura de su Maestro,  se disipó. Habían creído en ÉL por sus Obras, y si ÉL no hubiese llenado  la región con las Obras de SU FE, la única verdad es que en ÉL no hubiese sido creído  nadie.

De no haber sido por Sus Obras la “Doctrina del reino de los cielos” hubiese quedado reducido a una simple Filosofía Moral, que el tiempo se hubiese encargado de reducir  a polvo en el viento. Ante la visión de las Obras del hijo del Hombre, hijo de Adán, hijo de David, a los Discípulos no les cupo otra Confesión que “Tú eres el Hijo del Señor Dios vivo”. Confesión natural extraída de los sentidos. Nada por lo que asombrarse.

“Los ciegos ven, los cojos andan, los mudos hablan, los sordos, oyen, los paralíticos se levantan, y hasta los muertos resucitan”.

¡Creer o no creer!

Sus Obras, manifestación del paso de un Ser Todopoderoso por la línea del Tiempo del Género Humano, no le cedía espacio a la Duda : ¡Con ÉL o contra ÉL!

Ambos,  Amigos y Enemigos, se situaron en el campo de batalla según la Interpretación que cada uno hizo de Sus Obras. Para los Amigos que  el hijo del Hombre había venido para reclamar el Trono de David; para los Enemigos era todo lo contrario, el Mesías, a la vez que  se declaraba Hijo del SEÑOR DIOS, YAVÉ, se negaba a ser proclamado Rey de Israel y dirigir ese Todopoder contra Roma.

La Verdad es que ninguno, ni Amigos ni Enemigos, conocía Su Pensamiento. ¿Adónde iba? ¿Qué estaba buscando? ¿Qué pretendía? ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué estaba buscando la Muerte? ¿Por qué declararle la Guerra al Templo? Roma era el Enemigo, ¿por qué Jerusalén?

La Ignorancia de todos sobre el Pensamiento de Cristo era absoluta. SU lazo con los hombres era de Amor con los Amigos, y de Odio con los Enemigos. Pero ni los unos ni los otros conocían su Pensamiento. ÉL estaba más allá de la inteligencia de todos.

Dios dijo “Haya Luz”, y la Luz se hizo; pero no había en este Mundo quien comprendiese cómo Dios hizo la Luz.

La Ignorancia y la Fe vivían juntas. Por la Ignorancia la Fe era conducida a la corrupción, y la corrupción era respondida acorde a la Ley.

Era la Historia del Israel Bíblico. Dios existe, pero nadie  podía entender qué estaba pasando, por qué siendo Todopoderoso y Omnipotente ese Dios permanecía ajeno a la Tragedia del Género Humano. El Pueblo de Abraham  se mantenía en la Fe por Terror a las consecuencias de la corrupción natural a la Ignorancia. Durante mil quinientos años las Caídas del Pueblo Bíblico en la Corrupción habían sido castigadas acorde a la Ley. ¿Cuál era el Pensamiento de ese Jesús de Nazaret sobre Dios y el Hombre?

El Pensamiento del Templo era conocido. La Ley de Moisés era el Camino, apartarse de sus lindes era respondido con el Látigo.

Dios no era amado, Dios era temido; no con el Temor de quien es sacudido por la pérdida del Amor del ser amado, sino con el Temor que procede del Terror al Juez implacable que  deja caer el látigo de la Ley sobre  las espaldas del transgresor, sea  familiar o extraño.

Esto era lo que, según el entendimiento del Templo, estaba haciendo el hijo de David en persona: apartarlos del Camino de la Ley, conducirlos a un Nuevo Castigo. SI se dejaban llevar por Él el Castigo sería terrible. ¿Qué estaba haciendo Ése que le devolvía la vista a los ciegos, la palabra a los mudos, el movimiento a los paralíticos y hasta levantaba a los muertos?...

La Ignorancia sobre el Pensamiento de Cristo era absoluta. Ni Amigos ni Enemigos comprendían hasta qué punto la Persona que tenían delante era EL HIJO DE DIOS.

De golpe, de la noche a la mañana, Dios hace una Obra Maravillosa, remate de la Obra que anunciara a sus profetas diciendo : “Si os la contara no lo creeríais”.

El Pensamiento de Cristo, como si se tratase del agua contenida en un vaso que es  pasada a otro, entra en el Ser de los Discípulos, y por Obra y Gracia de Dios son engendrados los Apóstoles. En un flash de Tiempo el Espíritu de Sabiduría del Hijo de Dios entra en los Discípulos de Cristo y devienen una sola cosa con Dios.

El Fuego reduce a cenizas la Ignorancia, el Viento del Espíritu volatiza la Duda, la Luz de la Verdad bate las Tinieblas, donde antes hubo un Cristo Jesús en ese Momento nacen Doce.

El Pensamiento Íntimo de Aquel Ser Divino que estuvo entre Ellos desplegando su Todopoder, por su Obas engendrando en Ellos Sula Fe; ése Pensamiento se hace el de Ellos. Y con Su Pensamiento,  su Cruz.

ÉL se los anuncio y no lo comprendieron, serían perseguidos hasta la Muerte. Entonces no comprendieron, de pronto supieron por qué sería así, sabían por qué que iban a morir. Y lo más trascendental para el Futuro del Género Humano y de la Creación entera: Estaban dispuestos a Morir.

La opción contraria no les cabía en el Alma. La Razón era ésta:

El Hijo  glorificó a su Padre negando que Dios hubiese tenido parte alguna en la Caída.

Contra la Defensa que Satanás hizo de sí mismo en el Juicio inmediato tras la Resurrección, según se nos reveló en el Apocalipsis, afirmando Satanás que Dios  escribió el Guión de la Caída del Hombre desde la Eternidad, no siendo él más que un peón en el ajedrez Divino; contra este Defensa esgrimida por Satanás delante del Tribunal Divino, el Hijo de Dios afirmó con y desde su Cruz que su Padre (aunque era verdad que ese “BUEY” había acorneado antes) jamás de los jamases concibió semejante Maldad.

Dios no podía siquiera imaginar que una criatura  pudiese atreverse a retar a Muerte a su Creador. No le cupo en el Ser semejante locura. ¿Puede concebir el león ser retado a muerte por un ratón? O ¿el elefante ser retado a muerte por una hormiga? La Ley no fue dada para ser causa de Tentación; fue estableció con el Santo Fin de levantar un Muro entre Dios como Juez y Dios como Creador. Es decir, para que el Transgresor no invoque al Padre contra el Juez.

La Ley, en efecto, es la Expresión Viva del Amor del Creador por su Creación. Por el AMOR todo es de quien es Amado. Por el AMOR todo lo que le pertenece a Dios le pertenece a sus hijos.

Por AMOR el Creador hace partícipe de su Naturaleza a su Creación entera. Estableciendo la Ley creyó Dios que aquel “BUEY” dejaría de acornear para siempre jamás. ¿Puede ser acusado el AMOR de creer que el ser amado responderá al AMOR con AMOR? ¿Pecó Dios de Amor de Padre?

La Defensa Maligna de Satanás, a saber: culpar a Dios de Ocultarse para limpiarse las manos en la Traición del Judas de los hijos de Dios, recogida más tarde por Calvino y sus “apóstoles anticristianos”, fue rechazada desde la Cruz por quien conocía a Dios como se conocía a sí mismo.

Porque ese “BUEY” había acorneado antes, y se le pedía a su “DUEÑO” : la Muerte del “BUEY”, y “EL RESCATE DE LA VIDA”, el mismo Hijo de Dios ofreció la Suya  para Exculpar a su Padre en la “NECESIDAD DE LA CAÍDA”; y ofreciéndose como “PRECIO DE RESCATE IMPUESTO AL DUEÑO”, estableció sobre su Cruz LA INOCENCIA DE DIOS en la Trama conductora del Hombre a su Transgresión.

Del otro lado, ofreciéndose ese Mismo Hijo de Dios, Jesús, como Cordero Inmaculado por el Pecado del Hombre, cometido en la Ignorancia de la Ciencia del Bien y del Mal, sobre Su Sangre estableció Cristo que  de haber conocido el Hombre  la naturaleza de la Fruta Prohibida antes se hubiera arrancado el Brazo que alargar su mano a una Eva seducida por Satanás, por cuya Seducción vino la Maldición al Mundo, y la Muerte hizo de la Tierra su campo de Guerra, convirtiendo el Paraíso en un Infierno.

Glorificado Dios por su Hijo delante de toda su Casa, Dios glorificó a su Hijo  poniendo en su Boca  el Verbo del Juez del Juicio Final, con el Poder de Absolución Universal sobre el Género Humano.

Dios, en efecto, nos  ha dado una Esperanza de Salvación Universal, Causa Suprema del Cristianismo cuyo Fundamento se basa en el Amor de Dios al Hombre, y del Hombre a Dios, la Manifestación Sublime de este Amor del Hombre a su Creador su Obediencia a su Verbo,

su Verbo es Ley,

el Verbo es Dios,

la Ley es el Verbo,

la Ley es Dios.

Dicho esto, instalados en el Conocimiento del Pensamiento de Cristo, Santiago, el Hermano del Señor, le escribe a todos los Cristianos como quien teniendo el Pensamiento de Jesús es una sola cosa con ÉL, porque en ÉL vive Cristo.

Luego ya tenemos situado al Autor. Nos hemos desplazado a Pentecostés. Dios remató su Obra; volcó el Pensamiento de su Hijo en sus Discípulos, deviniendo cada uno de ellos Su Imagen y Semejanza. El Pedro que unos días ante negó a su Maestro, es liberado de las cadenas de la Ignorancia y su Ser se convierte en la Voz de la Sabiduría. Lo tenemos hablando a los miles de  hombres y mujeres que gozaron  de la Bondad del Hijo de Dios, los cientos y miles de sordos, mudos, ciegos, paralíticos, leprosos que ÉL sanó, y que a la noticia de la Crucifixión respondieron viniendo de todas partes de la Región  buscando conocer la Verdad.

La Verdad era aún más hermosa. ÉSE que les devolvió la vista, el habla, el oído, las piernas… había Resucitado y estaba a la Diestra de Dios Padre.

Los primeros miles de Cristianos surgieron de la noche a la mañana. Indudablemente todos ellos serían Testigos Vivos en la Hora de la Gran Persecución. Todavía no había sonado. No estaba lejos. La Obra de los Apóstoles consistía en mantener vivo el espíritu de la Fe, siempre preparados para la Parusía, es decir,  la primera Hora del Día de la Gran Persecución Anticristiana; ellos serían la Primicia.

La palabra del Hijo del Trueno a ese Rebaño nacido para  caminar alegre al Matadero no podía ora que la que procede del Amor, y nos descubre su ternura.

 

Sabéis, hermanos míos carísimos, que todo hombre debe ser pronto para escuchar, tardo para hablar, tardo para airarse, porque la cólera del hombre no obra la justicia de Dios.

 

El Ejemplo de esta Verdad no tenían que  ir a buscarlo muy lejos, estaba en sus corazones. Era el propio Jesús, AQUEL Jesús que sin pedirles nada a cambio les devolvió la vista, el oído, el habla, el movimiento. Y a nosotros, Cristianos del Siglo XXI, Inteligencia y Entendimiento, Fortaleza y Amor a Dios.

Conociendo la Ignorancia en la que ha vivido el Género Humano durante tantos milenios no es la Cólera lo que nos conviene; pues si por la Cólera hubiese de ser salvado el Mundo ya todas las naciones estarían gozando de las mieles de la Restauración del Hombre en la vida de los hijos de Dios.

La Cólera no condujo a los Rebeldes del Protestantismo sino a la Condenación que procede de quien le declara la Guerra a sus hermanos. Siendo la Guerra Santa una Abominación a los ojos de Dios, la Declaración Luterana de Muerte a los Católicos, implícita “en su voluntad de prenderle fuego al mundo en defensa de su pensamiento”, cual Satanás redivivo  prefiriendo vivir en el Infierno de la Muerte a vivir en el Paraíso de Dios, fue un ejercicio anticristiano de Cólera que lejos de Obrar la Reforma de la Moral Cristiana el fruto que produjo fue la perversión Fratricida Extrema  de la Guerra de Genocidio contra los Campesinos, la Guerra de los 30 años, pasando por las guerras de religión de Francia, guerras en el origen de todas las Grandes Plagas que desolaron  las casas de los supervivientes desde Inglaterra a España, desde Italia a Alemania.

Es por la Sabiduría que viene del Espíritu que  se resuelven las diferencias entre hermanos, y no por la Cólera de Caín. Sólo Dios es santo, sólo Dios es omnisciente, sólo Dios conoce todas las cosas. Quien ejerce la Cólera por Discurso se declara Santo, Dios Omnisciente.

Todos somos débiles, todos somos pequeños, todos somos una gran nada que deviene una gran realidad por el Amor del Creador a su Creación.

La Cólera es Enemiga del Creador de todos. El Odio es su sangre, y su sangre es veneno. A la Paz no se llega por el camino de la Mentira. A la Guerra sí se llega por el sendero de la Cólera.

Se cree quien acusa a sus semejantes de no doblar sus rodillas ante su palabra, que él es omnisciente, y que quien no le escucha es enemigo de su sabiduría, y sobre él lanza los rayos de su cólera pidiendo su destrucción a los fanáticos que le siguen.

Historia del Mundo está llena de  hombres y mujeres infalibles prestos a pegarle fuego a las naciones en defensa de su verdad. Olvidan que la verdad es Universal. Y lo más importante, que la Verdad es el Hijo de Dios.

 

Por esto, deponiendo toda sordidez y todo resto de maldad, recibid con mansedumbre la palabra injerta en vosotros, capaz de salvar vuestras almas.

 

Pero parece evidente que en su Ignorancia los poderes religiosos desplazaron la PALABRA por los RITOS, la DOCTRINA por los SACRAMENTOS, la SABIDURÍA por las TRADICIONES, de esta forma permitiendo que el Sacramento anulase la Necesidad de la Palabra.

Esto hizo que el  Clamor por Reforma de las Naciones cristianas se hiciera leyenda, de manera que cuando surgió el Siglo XVI, habiéndose transformado la Corrupción del Cuerpo Cardenalicio Obispal Romano en un Imperio Teocrático en Declive, esta línea de Conducta Perversa por la que la Palabra fue sustituida por  Tradiciones, Sacramentos y Ritos, fue causa entre los hombres de una Rebelión  Fratricida.

Siendo verdad que los Rebeldes habrán de sentarse en el banquillo de los Acusados, no menos es cierto que quienes  dijeron ser “sus siervos”, por su Perversa Conducta creadores de aquel grito de Cólera, responderán delante del Hijo de Dios sentándose igualmente en el Banquillo de los Acusados para dar cuenta de sus delitos contra el Sacerdocio de Cristo.

Delante de la Justicia Divina no hay siervos ni hijos. Toda criatura está sujeta a la Ley.

Y la Ley es la Palabra de Dios, Padre e Hijo. Cristo no vino a Anular la Ley de Dios, sino a cumplirla. La Ley permaneció; el Templo, no. Así, la Palabra permanece, pero el hombre permanece o pasa dependiendo de si permanece en la Palabra o no.

Así Ayer, cuando el Hijo del Trueno alimentaba la Fe para que la Cosecha de las Primicias fuese abundante y buena; así Hoy, la Doctrina de la Palabra es la misma:

 

Ponedla en práctica y no os contentéis sólo con oírla, que os engañaría; pues quien se contente con sólo oír la palabra, sin practicarla, será semejante al varón que contempla en un espejo su rostro natural, y apenas se contempla, se va y al instante se olvida de cómo era; mientras que quien atentamente considera la ley perfecta, la de la libertad, ajustándose a ella, no como oyente olvidadizo, sino como cumplidor, éste será bienaventurado por sus obras. Si alguno cree ser religioso y no refrena su lengua, sino que engaña a su corazón, su religión es vana. La práctica religiosa pura e inmaculada ante Dios Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y guardarse incontaminado frente al mundo.

 

 

PARTE TERCERA

EL JUICIO DE DIOS SOBRE LA OBEDIENCIA A SU VOLUNTAD Y LA REBELIÓN CONTRA SU REINO

 

No sólo glorificó JESUCRISTO a YAVÉ DIOS,  su Padre, rechazando el Argumento de Satanás sobre  la Implicación de la Omnisciencia Creadora en  la Caída; Argumento Maligno que la Rebelión llamada Reforma Protestante hizo suya en boca de Calvino, y la iglesia Anglicana y sus ramas americanas, australianas y sudafricanas hicieron propia. No sólo JESUCRISTO fundamentó la Transgresión de ADÁN en su Ignorancia sobre la Naturaleza de la Ciencia del Bien y del Mal, Ignorancia que le impidió ver a la Serpiente que Satanás llevaba en su Interior, por cuyo Veneno fue seducida EVA. En la Cruz de Cristo, Jesús dio a conocer a toda la Casa de  YAVÉ DIOS su RESPUESTA  a la Tentación que Satanás y sus  aliados pusieron sobre la mesa delante de todos los hijos de Dios: ¿Qué pasaría si el “NIÑO de su PADRE”  ante el despliegue de la Ciencia Prohibida  se apuntaba a la Fiesta de la Guerra?, ¿ abandonaría YAVÉ DIOS, por AMOR A SU NIÑO, su NEGATIVA a dar su Bendición al Gobierno Progresista de SATANÁS y sus SOCIOS pidiendo la Renovación de la Constitución del Imperio Divino con objeto de que los Gobernantes quedasen blindados contra la Ley y la Justicia, haciendo de la Corte del Cielo un Olimpo de dioses más allá del Bien y del Mal?

Fue el Reto que decidió a Satanás  y sus Socios a lanzarse a la Rebelión de la Reforma Maligna de la que esperaron, hundiendo al Hombre,  “GANAR” para su Guerra contra el Espíritu Santo: al “HIJO DE YAVÉ DIOS, JESÚS, SU NIÑO”,  y gracias a esa conquista obligar a Dios “por AMOR A SU NIÑO” a derrocar la Ley por la que la Guerra queda prohibida bajo pena de Muerte, o lo que es lo mismo DESTIERRO ETERNO DE LA CREACIÓN.

La RESPUESTA DE JESÚS al Pensamiento Maligno de Satanás y sus Socios fue la CRUZ; es decir : “Antes Muerto que  vivir bajo una Creación sujeta a un Gobierno de dioses fratricidas más allá del Bien y del Mal”.

De nuevo, desde la CRUZ, el HIJO glorificaba a su PADRE, por los Hechos dando VIDA desde la CRUZ a la VERDAD ETERNA manifestada por la Boca de su Esposa, la IGLESIA CATÓLICA, delante de todas las Naciones : JESUCRISTO ES EL HIJO DE DIOS VIVO,  DIOS VERDADERO DE DIOS VERDADERO.

Esta es la FE que Cristo Jesús volcó en el Templo de sus Discípulos:

“Quien Glorificó fue Glorificado.  Vino a la Tierra como Rey de reyes y Señor de Señores del Imperio de Dios, y regresó a su Mundo entrando en su Casa como Rey Universal Todopoderoso en cuyas Manos Dios ha puesto la Vida y la Muerte de la Plenitud de las Naciones de su Reino, Tú Dios, JESUCRISTO”.

Todo Poder fue derribado, todo Trono quedó fulminado, todo el Poder fue establecido sobre el Trono del Hijo de Dios. Toda la Creación de YAVÉ DIOS, los “Hermanos de Yavé”, “los hijos de Yavé y Sión, hijos de Dios”, desde el más grande de su Casa hasta el más pequeño de su Paraíso, todo ser quedó constituido como Ciudadano del Reino de su Hijo, Señor de todos los Pueblos y sus Gentes, Rey y Juez Universal.  

¿Quién podría detener esa tsunamis de Sabiduría, ese volcán de  Gloria, aquel terremoto de Fe que comenzó a extender su Espíritu por todas las naciones del Imperio de Roma?

Nada ni nadie.

Ni Romanos, ni Bárbaros, ni Herejes, ni Musulmanes, ni Emperadores Alemanes, ni Rebeldes Protestantes, ni Socialismo ni Comunismo, ni Nazismo ni Ateísmo, nada ni nadie ha podido  frenar la expansión de aquella OLA de Gloria que desde Jerusalén a los confines de la Tierra ha extendido sus Ramas por todas las naciones del Género Humano.

Y aún hay quienes sueñan con poder  talar este Árbol de la Vida de las Naciones y prenderle Fuego a sus raíces...

La FE es el Fruto del Árbol de la Vida Eterna. El que no coma, morirá.

 Es la FE con la que  Pedro y sus Hermanos en el Espíritu se lanzaron a la Conquista del Mundo. “El Imperio ha muerto, Viva el Reino de Dios” fue el Grito de Victoria de quienes “hablaron una Sabiduría escondida, predestinada a Ellos por el Dios de los Siglos”...

Santiago, hijo de Cleofás, hermano menor de María, la MADRE, hijo de Dios, era uno de  los hijos de YAVÉ DIOS llamados a sentarse alrededor del REY DIVINO.

¿Rechazar sus palabras,  robarle su  Gloria, manchar su Túnica Blanca, hacer callar a Dios? ¿Acaso no entendieron los omniscientes y todopoderosos Rebeldes Protestantes que el Espíritu Santo tomó forma humana y elevando con ÉL a su Gloria a los Hermanos de Cristo los hizo  SU TEMPLO VIVO entre todos los Pueblos de la Creación?

¿Quién fue Lutero sino un perro muerto de miedo, en su cobarde locura  entregado a Satanás, ese Dios Oculto de la Reforma que acusó a YAVÉ DIOS de ser el Autor Intelectual detrás de la Caída? ¿Qué fue Calvino sino una encarnación del Argumento que Satanás expuso  delante de la Casa de Dios en el Día de su Juicio Apocalíptico en el que se firmó su Sentencia de Destierro Eterno de la Creación? ¿Quién fue Enrique VIII sino el nuevo Anticristo?

Y ésos Títeres del Diablo  osaron arrancar del Libro de Dios las palabras de su Siervo.

¿Cuál de sus frases son palabras del Maligno?

 

No tengáis la fe de nuestro glorioso Jesucristo guardando acepción de personas. Porque si, entrando en vuestra asamblea un hombre con anillos de oro en los dedos, en traje magnífico, y entrando asimismo un pobre con traje raído, fijáis la atención en el que lleva el traje magnífico y le decís: Tú siéntate aquí honrosamente; y al pobre le decís: Tú quédate ahí en pie o siéntate bajo mi escabel, ¿no juzgáis por vosotros mismos y venís a ser jueces de perversos pensamientos?

 

Tendríamos aquí que invocar la Guerra de los Campesinos, o  la bajeza moral e intelectual del Lutero llamando en su socorro a los enjoyados jefes de Alemania a quienes  ordenó “matar como a perros rabiosos a todos los Campesinos”.

NO MATARÁS, dice Dios, mas esta Ley no es para Satanás y sus siervos: LUTERO, CALVINO, Y ENRIQUE VIII hicieron de la Palabra de Dios una farsa. Donde ÉL dice NO MATARÁS ellos hicieron del MATAR su Ley y su estrella infernal.

El remate de los remates fue la Conclusión final del Abogado Suizo del Diablo afirmando que por las joyas y el oro se identifican a los Verdaderos Creyentes. La Religión Maligna del Hinduismo y Budismo justificando la Pobreza y la Miseria Extrema del Pueblo en los Pecados de vidas anteriores, el Suizo la  importó a Europa, a la inversa, justificando las Riquezas como bendición Divina a sus fieles. ¿A quién le extraña que Suiza se haya convertido en la BANCA DE SANGRE en la que se ahogarán sus gentes en el día del juicio que se acerca?

Parece evidente el por qué quien escribió la siguiente sentencia fuese  declarado ENEMIGO DE LA REFORMA:   

 

Escuchad, hermanos míos carísimos: ¿No escogió Dios a los pobres según el mundo para enriquecerlos en la fe y hacerlos herederos del reino que tiene prometido a los que le aman? Y vosotros afrentáis al pobre. ¿No son los ricos los que os oprimen y os arrastran ante los tribunales? ¿No son ellos los que blasfeman el buen nombre invocado sobre nosotros? Si en verdad cumplís la ley regia de la Escritura: Amarás al prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si obráis con acepción de personas, cometéis pecado, y la Ley os argüirá de transgresores. Porque quien observe toda la Ley, pero quebrante un solo precepto, viene a ser reo de todos; pues el mismo que dijo: No adulterarás, dijo también: No matarás. Y si no adulteras, pero si matas, te has hecho transgresor de la Ley. Hablad y juzgad como quienes han de ser juzgados por la ley de la libertad. Porque sin misericordia será juzgado el que no hace misericordia. La misericordia aventaja al juicio.

 

¿De quién tuvo misericordia Enrique VIII, o aquellos Divinos de Westminster que se atrevieron a usar la sangre de sus espadas sangrientas COMO TINTA con la que escribir aquel Manifiesto en el que Derrocaron a JESUCRISTO y proclamaron como Rey Dios de la COMMONWEALTH BRITÁNICA a la hija del Anticristo?

¿De quiénes tuvo Misericordia el “Santísimo” Lutero que  condenó a Muerte a todos los Católicos de Europa y se lanzó como “león hambriento de carne y sangre” contra los Campesinos de Alemania?

¿De quién tuvo Misericordia aquel Calvino que sentenció a muerte a todos sus críticos?

Temblad de espanto, hijos de la Reforma, mientras estáis en vida rezad porque la Absolución del Juez Universal sea conquistada por las generaciones presentes y futuras, porque ay de quienes tras una Piedad  Santísima condujeron al Mundo a su Ruina, y permanecen en su Maldad invocando al Dios OCULTO, Satanás, como su Rey de la Eternidad; en ese Día en el Infierno bailareis la Danza de los Malditos.

No por las Palabras, sino por las Obras conquistó el Hijo de Dios a sus Discípulos. Y vosotros, pueblo de Satanás,  decís que por las Obras no viene la Fe de aquellos  que sin Fe buscan la Luz de la Vida eterna.

Habla el Espíritu Santo, SILENCIO:

 

La Fe y las Obras

¿Qué le aprovecha, hermanos míos, a uno decir: Yo tengo fe, si no tiene obras? ¿Podrá salvarle la fe? Si el hermano o la hermana están desnudos y carecen de alimento cotidiano, y alguno de vosotros les dijere: Id en paz, que podáis calentaros y hartaros, pero no les diereis con qué satisfacer la necesidad de su cuerpo, ¿qué provecho les vendría? Así también la fe, si no tiene obras, es de suyo muerta”. Mas dirá alguno: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame sin las obras tu fe, que yo por mis obras te mostraré la fe. ¿Tú crees que Dios es uno? Haces bien. Mas también los demonios creen y tiemblan” ¿Quieres saber, hombre vano, que es estéril la fe sin las obras?

 Abraham, nuestro padre, ¿no fue justificado por las obras cuando ofreció sobre el altar a Isaac, su hijo? ¿Ves cómo la fe cooperaba con sus obras y que por las obras se hizo perfecta la fe? Y cumplióse la Escritura, que dice: Pero Abraham creyó a Dios, y le fue imputado a justicia, y fue llamado amigo de Dios Ved, pues, cómo por las obras y no por la fe solamente se justifica el hombre. Y, asimismo, Rahab la meretriz, ¿no se justificó por las obras, recibiendo a los mensajeros y despidiéndolos por otro camino?

Pues como el cuerpo sin el espíritu es muerto, así también es muerta la fe sin las obras.

 

¡¿Cómo puede Satanás bendecir la  Sabiduría del Espíritu Santo?! ¿Acaso no sabéis que sin Dios la creación se muere? ¿No fue acaso la Ausencia de Dios entre sus Criaturas la Causa que condujo a su Casa a la Guerra  Fratricida que convulsionó su Imperio antes de la Creación de la Tierra y finalmente  hizo de nuestro Mundo su campo de Batalla Final? Por esto Dios le dio un Cuerpo Vivo Visible a su Espíritu, de manea que estando por siempre entre los Pueblos de su Reino esa Ausencia fuese  respondida mediante la “PRESENCIA DE DIOS CON NOSOTROS: EL ESPÍRITU SANTO HECHO HOMBRE”.

¿Acaso sois tan sabios que no sabéis leer? Un Único Dios, TRES PERSONAS. La Tercera Persona es Cristo, cuya Cabeza es Jesús, en quien viven el Padre y el Hijo, y esta Tercera Persona permanece por siempre en el Paraíso, “DIOS CON NOSOTROS”.

¿Y se atreve alguno a poner su Mano sobre el Libro de Dios? ¿Y lo que es más  letal : Ponerle el Dedo en la Boca a Dios?

Así cada cual se juzga a sí mismo. La Obra de Dios es hacer Su Voluntad.  Quien tiene Misericordia de sí mismo, Obedece su Voluntad, prefiere a Dios a la sangre y la carne y Obra acorde a su Palabra: Unifíquense todas las iglesias en una sola y única. Pero quien no tiene Misericordia de sí mismo por su crueldad  será juzgado. Pues quien no tiene Misericordia de sí mismo, ¿cómo la tendrá de sus semejantes?

Y sin embargo la Obra de Cristo Jesús tiene en la Salvación de toda la Creación su Espíritu. De manera que rota la UNIDAD por la Reforma producida por el Diablo la Caída en la Guerra Fratricida de los Treinta Años  era una consecuencia natural, reproducción de la Historia de Caín y Abel; y por el ahondamiento en esa Ruptura  su desembocadura en las Guerras Mundiales era una crónica anunciada, ya profetizada por Dios en su Libro  desde los días de San Juan.

Conociendo la Necesidad de la Muerte de Cristo, y de la Liberación del Diablo como agente de aceleración de los Siglos, desde sus Parábolas Dios anunció la Siembra de la División de las iglesias por el Maligno, en razón de estas necesidades  dejando su Hijo un Testamento para sus hijos en el Espíritu, cuya Apertura vendría con la Lectura de la unificación de todas las iglesias, y  el Conocimiento de la Esperanza de Salvación Universal del Género Humano en aras de la cual  los Apóstoles y sus discípulos entregaron sus vidas.

NO hay otra Puerta a la Victoria que las Obras de Cristo, porque como dice  el Espíritu Santo, la Fe sin las Obras es fe muerta, ¿o acaso no sabe Satanás que Jesús es el Señor? Mas este Conocimiento “de la Razón clara” es palabra muerta si no va vivificada por las Obras de Cristo , la Suprema de todas : Hacer la Voluntad de Dios.

Este Hacer o no Hacer es el Abismo que separa a Cristo de Satanás.

Dando a conocer su Voluntad Presente Dios extiende su Misericordia a todas las iglesias  que nacieron de las divisiones entre las iglesias que el Diablo, Liberado,  produjo. Tanto Ortodoxos como Protestantes de todas las confesiones fuisteis arrastrados a la División por el mismo Poder que  vistiéndose de ángel de luz sedujo a Eva y  engañó a Adán. En la Obediencia Dios lo  olvida todo, todo lo perdona; por la Contumacia cada cual se define, si contra Cristo o con el Diablo.

Dios dice, y así se hace. NADIE LO DUDE. El Árbol que ha sido Dividido  volverá a ser Unido, la Cuestión es si las Ramas serán taladas o uniéndose al tronco serán sanadas por la Obediencia. Las que sean taladas serán apiladas para ser quemadas en el Fuego. La Ley es Divina: Si tu brazo te escandaliza, córtatelo. Mas a todas se les da a conocer la Voluntad Unificadora para que todas sean sujetos de Misericordia.

Y amando Dios su Creación ha dispuesto que un hijo suyo se acerque a las vírgenes necias para llenarles  los candiles de aceite, sigan a sus hermanas prudentes y se abstengan de ir a comprarlo, firmando así su sentencia de muerte.

Por lo demás, a todos los que jamás leísteis esta Epístola, juzgad por vosotros mismos si es Palabra de Dios, Espíritu Santo,  y si quienes os prohibieron leerlas vinieron de Cristo o del Diablo

 

 

PARTE CONCLUSORIA

LA ESPERANZA DE SALVACION UNIVERSAL DE LA PLENITUD DE LAS NACIONES

 

 

Entonces tenemos que la Revolución Bioshistórica Jesucristiana fue producida por Dios en Persona,  y llamando a su Hijo a ser la Estrella de su  Nacimiento Fulgurante, la Nueva Creación, el Reino de Dios, rompió con el Pasado y le abrió al Futuro  la Puerta de la Eternidad, que ya estaba abierta pero fue atacada  desde dentro y desde fuera para causar su Destrucción. La Creación entera estuvo en jaque. El Amor de Dios por sus hijos, el Amor del Creador por su Creación Viviente fue convertido en hacha de guerra contra el Espíritu Santo, que viviendo en Dios  y en su Hijo le cerraban el paso a la Transformación Constitucional del Imperio  Divino en un Olimpo de Regentes Todopoderosos investidos de la Inmunidad de quien está más alá del Bien y del Mal, es decir, de la Ley. Esa Lucha por tal Transformación, verdadera Abominación a los ojos del Creador del Universo, fue la Causa de la Rebelión de Satanás contra  ese Espíritu que viviendo en Dios Creador se levanta Omnipotente para  mantener ella Negación Divina  sobre los Fundamentos de su Naturaleza Increada. Creyendo Satanás y sus Socios que  la Batalla Final contra ese Espíritu  debía centrarse en  Tentar al Hijo de Dios en la esperanza de  sumarlo a su Alianza Maligna; si lo conseguían, el Amor de Dios por su “NIÑO” anularía la Ley y la Bendición a ese Progreso el fruto del cual sería la conversión del paraíso en un Infierno, la Guerra por Derecho Natural de los hijos de Dios. La Decisión de Guerra Final contra el Espíritu Santo, ese Espíritu que vive en Dios, Muro  Indestructible cortándoles el aso, arrastró a Satanás y sus hermanos de Muerte a hacer de la ignorancia del Hombre sobre esta Realidad Íntima la Llave que les permitiría acceder al Hijo de Dios. Evidentemente si  la Tentación no surtiera efecto sobre JESÚS, REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES DEL IMPERIO DE DIOS, la Ley caería sobre sus cabezas con todo su Peso Todopoderoso y el Destierro por la Eternidad del Cosmos sería su Sentencia. Exposición gravísima. Pero el espíritu maligno que ya vivía en ellos ya había tomado su Decisión: Antes vivir en el Infierno del Destierro Eterno que vivir bajo la Paz Universal del REY DIOS.

La RESPUESTA del Hijo de Dios fue directa: VADE RETRO SATANÁS.

Ya no había vuelta de hoja. El Espíritu del Padre es el Espíritu del Hijo. EL Sentimiento del Uno es el Sentimiento del Otro. “Dos Personas, un solo Espíritu”. El Pensamiento de Dios es el Pensamiento de su Hijo.

Este Pensamiento es el que  en forma de Lengua de Fuego es volcado en los Discípulos. El Hombre y Dios se hacen una solo Ser en el Espíritu. El Espíritu que vive en Dios y su Hijo se hace Hombre. Es la Nueva Creación de Dios. El Espíritu Santo recibe un Cuerpo. Y este Cuerpo es elevado a la Vida Divina: Tres Personas un Único Espíritu. Y el Espíritu es Dios.

El Hijo glorificó al Padre exponiendo desde la Cruz  la Inocencia de Dios contra el Argumento Maligno de SU autoría Intelectual de la Caída, y Redimió al Hombre  fundamentando su Caída en la Ignorancia de la Naturaleza Maligna de la Serpiente que llevaba dentro Satanás. Desde la Cruz declaraba el Hijo de Dios que a vivir bajo la Ley del Infierno en que el Paraíso de su Pare se transformaría de sujetarse a la Ley de la Ciencia del Bien y del Mal.. ÉL elegía Morir.

La Sentencia de Dios contra aquéllos hijos malignos liderados por aquel Satán que se presentaba delante Dos con la familiaridad de quien disfruta del derecho de un hijo; la Sentencia Final contra ese  Satanás y sus hermanos malditos se escribió por Tinta la Sangre de Cristo.

Pero el Hombre fue transfigurado por el Espíritu. El Amor de Aquel Dios que le dio al Hombre su Hijo Amado por Abogado Defensor y Héroe Invencible, cuyo Puño cayó como una maza de gigante sobre la cabeza de la Serpiente; Ese Dios, antes de recibir en su Pecho la Lanza de la Pasión de su Hijo blindó su Corazón contra el Dolor, y  Glorificándole en la Resurrección, con El murió el Rey de reyes y Señor de Señores y venía a la Eternidad el Rey Universal, Señor Todopoderoso Jesucristo, en cuya Palabra Omnipotente ponía su Padre la Vida de todas la Plenitud de las naciones, las del Mundo Antiguo, juzgadas por el Propio YAVÉ DIOS acorde a sus Profetas, y las del Mundo que nacería de sus cenizas. En Sus Manos posó Dios la Esperanza Universal de Salvación del Género Humano. Una Sola Palabra Suya, ABSOLUCIÓN, y el Mundo de los hombres ganaría su Entrada en s Reino Eterno.

Posando el Hijo sobre sus Hermanos su Divina Esperanza, a saber: una vez que los hombres conozcan todas las cosas vivirán en su Ser esa todopoderosa Abominación Invencible de su Creador hacia la Ley de la Ciencia del Bien y del Mal, y haciéndose una sola realidad con su Rey  la Plenitud de las Naciones doblará sus rodillas ante Su Ley, por el Amor conquistando el Corazón del Juez Universal.

Maravillados los Apóstoles por el Amor Divino del Creador a su Creación, se dieron como Templo Viviente a ese Espíritu, deviniendo en Ellos la Tercera Persona de la Santísima Trinidad a Existencia Visible delante de la Creación entera. Engendrados a Imagen y Semejanza de Cristo Jesús, el Paraíso de la Creación ha satisfecho su Necesidad de “DIOS CON NOSOTROS”, pues este Espíritu hecho Hombre en el Cuerpo de los Hermanos de Cristo Jesús vivirá por la eternidad entre los Pueblos de la Creación, este Espíritu Vivificante alimentando siempre la Necesidad de Dios que la Criatura tiene en Ausencia de su Creador.

Tempo Vivo de Ese Espíritu Santo que vive en el Padre y en el Hijo, pusieron sus Vidas en las Mana del Juez Divino pidiendo Misericordia para un Mundo que apenas nacido y aun en su Infancia fue arrojado al Abismo de la Mentira en aras de una Guerra que no fue nunca  la suya, y que de haber conocido la naturaleza de la Serpiente que vivía en aquel Maldito  que se  atrevió a intentar derrocar a Dios y entregarle el Imperio a la Muerte; de haber conocido esta Verdad el Hombre  antes de hubiera cortado las manos que aceptar a recibir en sus labios semejante fruto maldito.

Este Santiago, Hijo del Trueno, como sus Hermanos en el Espíritu Santo,  fueron una sola Cosa con Dios, y  vivieron y murieron a Imagen y Semejanza de Aquel que los llamó a la Vida Eterna. ¿Quiénes fueron ésos que se atrevieron a arrancar de las páginas del Libro de Dios  la Palabra del Espíritu Santo? ¿No sabían que el Espíritu Santo es Dios? ¿Eran sabios y no sabían leer? ¿Tenían oídos y no sabían escuchar? Pero eso sí, sí escucharon la palabra de Satanás: Dios es el Autor Intelectual de la Caída; desde antes de crear los Cielos y la Tierra ya estaba el Guión de la Tragedia del Género Humano escrito; tanto él, Satanás, como Adán, no fueron sino  peones en el Escenario de la Creación; Dios había decidió darle a conocer a su Hijo la Ciencia del Bien y del Mal y a esa Causa sacrificó Dios la Felicidad del Mundo.

NO fue acogida la Palaba del Espíritu Santo en Santiago, pero sí la de Satanás en Calvino y sus divinos de Westminster.  

La Esperanza Universal de Salvación de la Plenitud de las Naciones persiste. Pero el “Espíritu de Jesús es el espíritu de la profecía”. La Unificación de las Iglesias es la Puerta de la Esperanza, y “la Puerta” es ese mismo que ha de Juzgar a vivos y muertos. Conquistar su Corazón mediante la Obediencia, sin condiciones ni discusiones, es abrir la Salvación a todas las naciones.

Y así se cumple : Tendré Misericordia de quien tiene Misericordia”

 

Por lo demás, a todos los que jamás leísteis esta Epístola, juzgad por vosotros mismos si es Palabra de Dios, Espíritu Santo,  y si quienes os prohibieron leerlas vinieron de Cristo o del Diablo

 

 

Pecados de la lengua

 

1 Hermanos míos, no queráis muchos pretender haceros maestros, sabiendo que seremos juzgados más severamente,

2 porque todos delinquimos en muchas cosas. Si alguno no peca de palabra, es varón perfecto, capaz de gobernar con el freno todo su cuerpo.

3 A los caballos les ponemos freno en la boca para que nos obedezcan, y así gobernarnos todo su cuerpo.

4 Ved también las naves, que, con ser tan grandes y ser empujadas por vientos impetuosos, se gobiernan por un minúsculo timón a donde quiera que el impulso lo dirige.

5 Así también la lengua, con ser un miembro pequeño, se gloría de grandes cosas. Ved que un poco de fuego basta para quemar todo un gran bosque.

6 También la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. Colocada entre nuestros miembros, la lengua contamina todo el cuerpo, e, inflamada por el infierno, inflama a su vez toda nuestra vida.

7 Todo género de fieras, de aves, de reptiles y animales marinos es domable y ha sido domado por el hombre;

8 pero a la lengua nadie es capaz de domarla; es un mal turbulento y está llena de mortífero veneno.

9 Con ella bendecimos al Señor y Padre nuestro y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a imagen de Dios.

10 De la misma boca proceden la bendición y la maldición. Y esto, hermanos míos, no debe ser así.

11 ¿Acaso la fuente echa por el mismo caño agua dulce y amarga?

12 ¿Puede acaso, hermanos míos, la higuera producir aceitunas, o higos la vid? Y tampoco un manantial puede dar agua salada y agua dulce.

La sabiduría

13 ¿Quién de entre vosotros es sabio experimentado? Pues muestre con buena conducta sus obras realizadas con sabia mansedumbre.

14 Pero, si tenéis en vuestro corazón sólo celos amargos y rencillas, no os gloriéis ni mintáis contra la verdad;

15 que no será sabiduría que desciende de arriba la vuestra, sino sabiduría terrena, animal, demoníaca.

16 Porque donde hay envidias y rencillas, allí hay desorden y todo género de vilezas.

17 Mas la sabiduría de arriba es primeramente pura; luego pacífica, indulgente, dócil, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial, sin hipocresía,

18 y el fruto de la justicia se siembra en la paz para aquellos que obran la paz.

 

Los enemigos de la concordia

 

1 ¿Y de dónde entre vosotros tantas guerras y contiendas? ¿No procede de vuestras voluptuosidades, que luchan en vuestros miembros?

2 Codiciáis, y no tenéis; matáis, ardéis en envidia, y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra, y no tenéis porque no pedís;

3 pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones.

4 Adúlteros, ¿no sabéis que el amor del mundo es enemigo de Dios? Quien pretende ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

5 ¿O pensáis que sin causa dice la Escritura: El Espíritu que mora en vosotros se deja llevar de la envidia?

6 Al contrario, El da mayor gracia. Por lo cual dice: Dios resiste a los soberbios, pero a los humildes da la gracia

7 Someteos, pues, a Dios y resistid al diablo, y huirá de vosotros.

8 Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Lavaos las manos, pecadores, y purificad vuestros corazones, almas dobles.

9 Sentid vuestras miserias, llorad y lamentaos; conviértase en llanto vuestra risa, y vuestra alegría en tristeza.

10 Humillaos delante del Señor y Él os ensalzará.

11 No murmuréis unos de otros, hermanos; el que murmura de su hermano o juzga a su hermano, murmura de la Ley, juzga la Ley. Y si juzgas la Ley, no eres ya cumplidor de ella, sino juez.

12 Uno solo es el legislador y el juez, que puede salvar y perder. Pero tú, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?

 

A los comerciantes y a los ricos

 

13 Y vosotros los que decís: Hoy o mañana iremos a tal ciudad, y pasaremos allí el año, y negociaremos, lograremos buenas ganancias,

14 no sabéis cuál será vuestra vida de mañana, pues sois humo, que aparece un momento y al punto se disipa.

15 En vez de esto debíais decir: Si el Señor quiere y vivimos, haremos esto o aquello.

16 Pero de otro modo os jactáis fanfarronamente, y esa jactancia es mala.

17 Pues al que sabe hacer el bien y no lo hace, se le imputa a pecado.

 

1 Y vosotros los ricos, llorad a gritos por las desventuras que os van a sobrevenir.

2 Vuestra riqueza está podrida; vuestros vestidos, consumidos por la polilla;

3 vuestro oro y vuestra plata, comidos del orín, y el orín será testigo contra vosotros y roerá vuestras carnes como fuego. Habéis atesorado para los últimos días

4 El jornal de los obreros que han segado vuestros campos, defraudado por vosotros, clama, y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos.

5 Habéis vivido en molicie sobre la tierra, entregados a los placeres, y habéis engordado para el día de la matanza.

6 Habéis condenado al justo, le habéis dado muerte sin que él os resistiera.

 

De la paciencia

 

7 Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. Ved cómo el labrador, con la esperanza de los preciosos frutos de la tierra, aguarda con paciencia las lluvias tempranas y las tardías.

8 Aguardad también vosotros con paciencia, fortaleced vuestros corazones, porque la venida del Señor está cercana.

9 No os quejéis, hermanos, murmurando unos de otros, para que no incurráis en juicio; mirad que el Juez está a las puertas.

10 Tomad, hermanos, por modelo de tolerancia y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor,

11 Ved cómo ahora aclamamos bienaventurados a los que padecieron. Sabéis la paciencia de Job, el fin que el Señor le otorgó, porque el Señor es compasivo y misericordioso.

 

Juramento

 

12 Pero ante todo, hermanos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni con otra especie de juramento; que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para no incurrir en juicio.

 

Oración

 

13 ¿Está afligido alguno entre vosotros? Ore. ¿Está de buen ánimo? Salmodie.

14 ¿Alguno entre vosotros enferma? Haga llamar a los presbíteros de la Iglesia y oren sobre él, ungiéndole con óleo en el nombre del Señor,

15 y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor le hará levantarse, y los pecados que hubiere cometido le serán perdonados.

16 Confesaos, pues, mutuamente vuestras faltas y orad unos por otros para que seáis curados. Mucho puede la oración fervorosa del justo.

17 Elías hombre era, semejante a nosotros, y oró para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses;

18 y de nuevo oró, y envió el cielo la lluvia, y produjo la tierra sus frutos.

19 Hermanos míos, si alguno de vosotros se extravía de la verdad y otro logra reducirle,

20 sepa que quien convierte a un pecador de su errado camino salvará su alma de la muerte y cubrirá la muchedumbre de sus pecados.