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Sapienciales
EL
LIBRO DEL ECLESIASTICO
SEGUNDA
PARTE
LA
SABIDURÍA EN LA NATURALEZA Y EN LA HISTORIA DE ISRAEL
Capítulo
42 |
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1 |
De
divulgar lo que has oído y de revelar secretos. De estas cosas
has de avergonzarte de verdad, y hallarás gracia ante todos
los hombres. Pero he aquí de qué no has de avergonzarte sin
pecar por respeto humano: |
2 |
de
la ley del Altísimo, y del juicio que justifica al impío; |
3 |
de
arreglar cuentas con el socio y compañero de viaje y de la partición
de una herencia de los amigos; |
4 |
de
la exactitud en la balanza y pesos, y de la adquisición de mucho
o poco; |
5 |
de
ser indiferente en las ventas y compras, de la educación esmerada
de los hijos, de sacar sangre en las costillas del siervo perezoso |
6 |
ni
de sellar la puerta de la casa donde hay una mala mujer; ni
de echar la llave donde hay muchas manos; |
7 |
de
enumerar y pesar lo que entregues, y de anotar lo que des o
recibas; |
8 |
de reprender al insensato y al necio, y aun al viejo que contiende
con jóvenes. Así serás verdaderamente instruido, y tendrás la
aprobación de todo viviente. |
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|
Los
cuidados por la hija |
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9 |
Una
hija es para el padre una secreta causa de desvelos, un cuidado
que quita el sueño, para que no se marchite en su juventud ni
sea aborrecida después de casada: |
10 |
en
su doncellez no sea deshonrada, y se vea encinta en la casa
de su padre; que no sea infiel al marido, y bien casada sea
estéril. |
11 |
Sobre
la hija atrevida redobla la vigilancia, si no quieres ser la
irrisión de tus enemigos, el comentario de la ciudad en los
corrillos del pueblo, objeto de burla entre el pueblo, y te
avergüence en medio de la muchedumbre. Que su habitación no
tenga ventana, ni en la alcoba donde por la noche duerme haya
entrada que dé a ella. |
12 |
Que
no mire a ningún hombre mostrando su belleza ni frecuente reuniones
de mujeres. |
13 |
Porque
de los vestidos sale la polilla y de la mujer la maldad femenil. |
14 |
Mejor es la maldad del varón que la bondad de la mujer, pues
la mujer deshonrada es fuente de oprobio. |
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Las
obras de Dios |
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15 |
Voy
a traer a la memoria las obras del Señor y a pregonar lo que
he visto. Por la palabra del Señor existen sus obras, y la creación
entera acepta su beneplácito. |
16 |
El
sol al iluminarse contempla todas las cosas, y su obra está
llena de su gloria. |
17 |
No
concedió el Señor a sus santos declarar todas sus maravillas,
que el Señor, el Omnipotente, ha establecido firmemente para
que todo permanezca en su gloria. |
18 |
El
sondea las huellas del abismo y del corazón, y entiende sus
maquinaciones. |
19 |
Porque
el Señor conoce toda ciencia y considera los signos de los tiempos. |
20 |
No
hay pensamiento que se le escape ni palabra oculta para El. |
21 |
El
puso en orden las grandezas de su sabiduría y existe desde el
principio de los siglos. |
22 |
Nada
se le ha añadido ni quitado, ni necesita de consejeros. |
23 |
¡Cuán
deleitables son todas sus obras! ¡Y eso que es sólo una chispa
lo que de ellas podemos conocer! |
24 |
Todo
vive y permanece para siempre, y en todo momento le obedece. |
25 |
Difieren
todas las unas frente a otras y nada ha hecho superfluo. |
26 |
Una
contribuye al bien de la otra, y ¿quién podrá saciarse de contemplar
su gloria? |
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Capítulo
43 |
El
sol |
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1 |
Radiante
en las alturas se muestra puro el firmamento y el aspecto del
cielo en su manifestación gloriosa. |
2 |
El
sol al aparecer irradia su calor, anunciando su salida; objeto
admirable, obra del Altísimo. |
3 |
Al
mediodía abrasa la tierra, ¿y quién puede resistir sus ardores? |
4 |
Se
atiza el horno para las obras que necesitan calor, pero tres
veces más abrasa el sol los montes, exhalando vapores ardientes,
y con rayos brillantes deslumbra los ojos. |
5 |
Grande es el Señor, que le hizo; pues con su palabra regula
su curso. |
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|
La
luna y las estrellas |
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6 |
También
la luna, en todo fiel a su tiempo, determina los tiempos y es
señal eterna. |
7 |
Por
la luna se señalizan las fiesta; es un astro luminoso que mengua
cuando ha llegado a la plenitud. |
8 |
De
ella recibe el mes su nombre, y en sus cambios crece maravillosamente. |
9 |
Brillo
y adorno del cielos son las estrellas, cuya luz resplandece
en las alturas. |
10 |
Hermosura del cielo es el resplandor de las estrellas, brillante
adorno de las alturas del Señor. |
11 |
Por
la palabra del Santo guardan su ordenanza y no se cansan de
hacer la centinela. |
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|
Los
fenómenos meteorológicos |
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12 |
Pon
la vista en el arco iris y bendice al que lo hizo. ¡Qué hermoso
es por su esplendor! |
13 |
Con
su círculo de gloria abarca el cielo; le tendieron las manos
del Altísimo. |
14 |
El
poder de Dios dirige al rayo y hace volar sus saetas justicieras. |
15 |
Para
este fin abre el almacén de sus tesoros y hace volar como aves
las nubes. |
16 |
Con
su poder las condensa y desmenuza las pedrezuelas del granizo. |
17 |
Ante
su vista se conmueven los montes, y por su voluntad sopla el
austro. |
18 |
La
voz de su trueno somete a dolores de parto a la tierra, al tiempo
que se desencadena el huracán del aquilón y el torbellino. |
19 |
Como
pájaros en bandadas derrama la nieve, que se abate como langostas. |
20 |
Los
ojos se maravillan de su hermosa blancura, y de verla caer,
el corazón se extasía. |
21 |
Derrama
como sal la escarcha, que se endurece como puntas de espino. |
22 |
Hace
soplar el viento frío del norte, y el hielo se congela sobre
las aguas, y se extiende sobre todos los estanques de agua y
reviste el agua como de una coraza. |
23 |
Devora
los montes y abrasa el desierto y como fuego quema todo verdor. |
24 |
Remedio
pronto de estos males es la niebla, y el rocío, al caer después
del calor, trae alegría. |
25 |
Con
sus cálculos domeñó el abismos, plantando en él las islas. |
26 |
Los
que navegan por el mar relatan sus peligros, y al oírlos nos
pasmamos. |
27 |
Allí hay obras extrañas y maravillosas, gran diversidad de toda
clase de vivientes y de cetáceos. |
28 |
Por
El todo concluye felizmente, y por su palabra todas las cosas
se arreglan. |
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|
Las
obras de Dios superan toda alabanza |
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29 |
Mucho
más diría y no acabaría, y el resumen de nuestro discurso será:
“El lo es todo.” |
30 |
Si
quisiéramos dignamente alabarle, jamás llegaríamos, porque es
mucho más grande que todas sus obras. |
31 |
Es
terrible el Señor, muy grande, y su poder sobre toda admiración. |
32 |
Cuantos
alabáis al Señor, alzad la voz cuanto podáis, que está muy por
encima de vuestras alabanzas. |
33 |
Los
que le ensalzáis, cobrad nuevas fuerzas; |
34 |
no os rindáis, que nunca llegaréis al cabo. |
35 |
¿Quién
le vio y puede darle a conocer, y quién puede engrandecerle
tanto como El es? |
36 |
Muchas
cosas hay ocultas mayores que éstas, pues pocas son las cosas
que hemos visto de sus obras. |
37 |
El
Señor hizo todas las cosas, y dio sabiduría a los piadosos. |
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Capítulo
44 |
Elogio
de los patriarcas |
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1 |
Alabemos
a los varones gloriosos y a nuestros padres según el orden de
sucesión. |
2 |
Grande
floria les confirió el Señor, y magnificencia desde el principio. |
3 |
Ejercieron
en sus reinos el señorío y fueron famosos por su valor. Consejeros
de gran prudencia, que todo lo veían en visiones proféticas. |
4 |
Con
sus consejos guiaron al pueblo, por su perspicacia fueron sus
príncipes. |
5 |
Y
sus palabras fueron sabias en su instrucción; inventores de
melodías musicales y compositores de poemas. |
6 |
Hombres
ricos, llenos de poder, que gozaron de paz en sus moradas. |
7 |
Todos
fueron honrados por sus coetáneos e ilustres en sus días. |
8 |
Muchos
de ellos dejaron gran nombre para que se canten sus alabanzas. |
9 |
También
hubo otros de ellos de quienes no hay memoria, que pasaron como
si jamás hubieran sido y vinieron a ser como si no hubieran
nacido, y lo mismo sus hijos en pos de ellos. |
10 |
Pero
éstos fueron hombres misericordiosos, cuyas buenas obras no
han caído en olvido. |
11 |
La
dicha perdura con su linaje. |
12 |
Y
su heredad pasó a los hijos de sus hijos; su linaje se mantiene
fiel a la alianza. |
13 |
Y
sus hijos lo fueron por amor de ellos. Por siempre permanecerá
su descendencia y no se borrará su gloria. |
14 |
Sus
cuerpos fueron sepultados en paz, y su nombre vive de generación
en generación. |
15 |
Los pueblos se hacen lenguas de su sabiduría y la asamblea pregona
sus alabanzas. |
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|
Henoc
y Noé |
|
|
16 |
Henoc
fue grato a Dios y trasladado, ejemplo de conversión para las
generaciones. |
17 |
Noé
fue hallado enteramente justo, y en el tiempo de la cólera se
convirtió en objeto de rescate. |
18 |
Por
él se conservó un resto en la tierra cuando ocurrió el diluvio. |
19 |
Se
estableció una alianza eterna con él, para no borrar a la humanidad
con un diluvio. |
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|
|
Abraham,
Isaac y Jacob |
|
|
20 |
Abraham
fue el gran padre de multitud de naciones, y no hay semejante
a él en la gloria, pues guardó la ley del Altísimo, que hizo
pacto con él. |
21 |
En
su carne llevó la señal del pacto y en la prueba fue hallado
fiel. |
22 |
Por
eso le confirmó con juramento que los pueblos serían bendecidos
en su descendencia y que le multiplicaría como el polvo de la
tierra. |
23 |
Y
como los astros sería levantado su linaje y que los heredaría
desde un mar al otro mar y desde el río hasta el cabo de la
tierra. |
24 |
También
a Isaac le confirmó, por Abraham, su padre, |
25 |
el
pacto y la bendición de todos los hombres, que El hizo descender
sobre la cabeza de Jacob. |
26 |
En
su bendición le prefirió y le asignó la herencia de la tierra,
que dividió en porciones y la repartió entre las doce tribus. |
27 |
E
hizo descender de él un varón piadoso que halló gracia ante
todos los hombres. |
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Capítulo
45 |
Moisés |
|
|
1 |
Amado
de Dios y de los hombres, Moisés, cuya memoria vive en bendición,
le hizo en la gloria semejante a los santos, y le engrandeció,
haciéndole espanto de los enemigos, |
2 |
Con
su palabra hizo cesar los vanos prodigios y le honró en presencia
de reyes. |
3 |
Le
dio preceptos para su pueblo y le dio a ver su gloria. |
4 |
Por
su fe y mansedumbre le escogió de entre toda carne. |
5 |
Le
hizo oír su voz y le introdujo en la oscuridad de la nube. |
6 |
Cara
a cara le dio sus preceptos, la Ley de vida y de sabiduría,
para enseñar a Jacob su alianza, y sus juicios a Israel. |
|
|
|
Arón |
|
|
7 |
Elevó
a Arón haciéndole santo, semejante a sí, hermano de Moisés,
de la tribu de Leví; |
8 |
y
estableció con él una alianza eterna y le dio el sacerdocio
del pueblo. Le honró con ricos ornamentos. |
9 |
Y
le ciñó de una túnica espléndida; le vistió con espléndido ornamento,
y le afirmó con instrumento de poder: |
10 |
el
femoral, la túnica y el efod; le rodeó de granadas
de oro y de muchas campanillas en torno, |
11 |
para
que sonasen cuando él andaba y se oyera su sonido en el santuario
para avisar a los hijos de su pueblo. |
12 |
Le
vistió con vestidos santos, tejidos de oro, púrpura y jacinto;
de púrpura roja, obra primorosa; el pectoral del juicio, con
los urim y los tummim. |
13 |
Hecho
de hilo de púrpura escarlata, obra plumaria de hábil artista;
de piedras diversas talladas como los sellos, engastadas en
oro, obra de joyero, para memoria por la escritura tallada,
según el número de las tribus de Israel. |
14 |
Le
puso una diadema de oro sobre la tiara, y una diadema con esta
inscripción grabada: “Santidad”; insignia de honor, obra magnífica,
placer de los ojos, obra de acabada belleza. |
15 |
Antes de Aarón nadie se vistió jamás ni se vestirá como él; |
16 |
ningún
extraño la vestirá, sino sólo sus hijos y los que descienden
de ellos por siempre |
17 |
Sus
sacrificios serán ofrecidos dos veces cada día perpetuamente. |
18 |
Moisés
le llenó las manos y le ungió con el óleo santo. |
19 |
Y
fue esta consagración un pacto eterno, para él y para su descendencia
por los días del cielo, para servir al Señor en el ejercicio
del sacerdocio y bendecir en nombre del Señor a su pueblo. |
20 |
Entre
todos los vivientes le escogió el Señor para presentarle las
ofrendas, los perfumes y el buen olor para memoria y hacer la
expiación de su pueblo. |
21 |
Y
le dio sus preceptos y poder para decidir sobre la Ley y el
derecho, para enseñar sus mandamientos a Jacob e instruir en
su Ley a Israel. |
22 |
Se
levantaron contra él extraños, que en el desierto le envidiaron:
los partidarios de Datán y Abirón, y la banda de Coré con furia
y cólera. |
23 |
Viólo
el Señor y se desagradó de ellos, y en el ardor de su cólera
los exterminó; |
24 |
hizo
contra ellos prodigios y los consumió con un fuego abrasador; |
25 |
y
aumentó la gloria de Arón asignándole una heredad; y le dio
en porción las primicias de los frutos de la tierra. |
26 |
Y
comer los sacrificios del Señor; y los panes de la proposición
son su porción, que le dio a él y a su descendencia. |
27 |
Sólo
en la tierra no los heredó, no tuvieron parte en medio del pueblo,
porque “El será tu porción y tu heredad.” |
28 |
Fines,
hijo de Eleazar, fue el tercero en la dignidad, por haber mostrado
celo en el temor del Señor. |
29 |
Y
por haber resistido en la defección del pueblo con la bondad
del impulso de su alma, haciendo así la expiación por Israel. |
30 |
Por
eso se estableció con él una alianza de paz para que estuviera
al cuidado del santuario del pueblo; a fin de que él y su descendencia
tuvieran el sumo sacerdote por los siglos. |
31 |
También
hizo Dios alianza con David, hijo de Jesé, de la tribu de Judá.
La herencia del reino es para uno de sus hijos, y la herencia
de Arón para su descendencia. |
32 |
Dios
os otorgue sabiduría en vuestros corazones para juzgar a su
pueblo con justicia, para que sus bienes no falten ni su gloria
por todas las generaciones. |
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Capítulo
46 |
Josué |
|
|
1 |
Fuerte
en las batallas fue Josué, hijo de Nun, sucesor de Moisés en
la dignidad profética; que fue, según su nombre, |
2 |
grande
en la salud de los elegidos del Señor para ejercer la venganza
contra los enemigos que se le opusieron, para poner a Israel
en posesión de su heredad. |
3 |
¿Qué
gloria no alcanzó cuando alzó sus manos y extendió su espada
contra la ciudad? |
4 |
¿Quién
fue así antes de él?; porque combatió las batallas del Señor. |
5 |
¿No
se detuvo el sol al tender su mano, y un solo día fue igual
a dos? |
6 |
Invocó
al Altísimo Soberano mientras acosaba por todas partes a los
enemigos, y le respondió el Señor grande con piedras de granizo
de gran potencia, |
7 |
que
arrojó contra el pueblo enemigo, y en la bajada aniquiló a los
adversarios; |
8 |
para
que las naciones conociesen su fuerza militar, y que era contra
Dios la guerra que hacían, pues siguió siempre al Todopoderoso. |
9 |
En
los días de Moisés mostró su misericordia con Caleb, hijo de
Jefoné, por oponerse a la muchedumbre, apartando al pueblo del
pecado y la maligna murmuración. |
10 |
Sólo
estos dos fueron reservados de los seiscientos mil infantes
para ser introducidos en la heredad, en la tierra que mana leche
y miel. |
11 |
Y
el Señor dio a Caleb vigor, que conservó hasta la vejez, para
que subiese a lo alto de la tierra, y su descendencia obtuvo
la heredad, |
12 |
a
fin de que viesen todos los hijos de Israel que es bueno caminar
en pos del Señor. |
13 |
Los
jueces, cada uno por su nombre, los que no pervirtieron su corazón
y no se apartaron del Señor. |
14 |
Sea bendita su memoria, florezcan sus huesos en la sepultura: |
15 |
que
sus nombres, renovados en sus hijos, sean glorificados. |
|
|
|
Samuel |
|
|
16 |
Samuel,
amado del Señor y su profeta, estableció la monarquía y ungió
a los príncipes sobre su pueblo. |
17 |
En
la ley del Señor juzgó a la asamblea, y visitó el Señor a Jacob. |
18 |
Por
su fidelidad se acreditó como profeta, y fue reconocido por
su fidelidad como vidente auténtico. |
19 |
E
invocó al Señor todopoderoso, cuando los enemigos le acosaban
por todas partes, con la ofrenda de un cordero primal. |
20 |
Y
tronó del cielo el Señor e hizo oír su voz por medio de gran
estampido. |
21 |
Y
aplastó a los príncipes enemigos, a todos los príncipes de los
filisteos; |
22 |
y
antes del momento del sueño dio testimonio ante el Señor y el
ungido: “En cuanto a bienes, no he recibido ni una sandalias
de nadie.” Y nadie pudo acusarle. |
23 |
Y
después de su muerte profetizó y anunció al rey su fin, e hizo
surgir de la tierra su voz profética para borrar la iniquidad
del pueblo. |
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|
Capítulo
47 |
David |
|
|
1 |
Luego
se levantó Natán, que profetizó en los días de David. |
2 |
Como
se separa el sebo de la carne de la hostia pacífica, así fue
separado David de los hijos de Israel. |
3 |
Jugó
con leones como con cabritos, y con osos como con corderos. |
4 |
¿No
mató en su juventud al gigante, quitando así el oprobio de en
medio del pueblo? |
5 |
Al
levantar la mano con la piedra en la honda abatió la soberbia
de Goliat. |
6 |
Porque
invocó al Señor Altísimo, y éste dio fuerza a su diestra para
derribar al hombre poderoso en la guerra y ensalzar la frente
de su pueblo. |
7 |
Por
ello le glorificaron con sus “diez mil”, y le alabaron con las
bendiciones del Señor al ceñirle la corona de gloria. |
8 |
Destruyó
a los enemigos de en derredor, aniquiló a los filisteos enemigos
y hasta el día de hoy quebrantó su poder. |
9 |
En
todas sus empresas dio gracias al Dios altísimo con himnos de
alabanza. |
10 |
Con
todo su corazón compuso himnos y amó a su Hacedor. |
11 |
Y
estableció instrumentos musicales delante del altar, con cuyo
acompañamiento los cantos resultaban más melodicos. |
12 |
Dio
esplendor a las fiestas y ordenó los tiempos festivos con perfección,
alabando en ellos el santo nombre de Dios, haciendo resonar
desde el alba el santuario. |
13 |
El
Señor le perdonó sus pecados y ensalzó para siempre su poder,
estableció con él un pacto de sucesión, de dio en el reino un
trono glorioso en Israel. |
|
|
|
Salomón |
|
|
14 |
Después
de él se levantó un hijo sabio, que por su padre gozó de prosperidad, |
15 |
A
Salomón, que reinó en días de paz, Dios le otorgó descanso alrededor
para que levantase la casa en su nombre y preparase un santuario
eterno. |
16 |
¡Cuán
sabio fuiste en tu juventud!, pues fuiste lleno de inteligencia
como un río. Tu alma cubrió la tierra, |
17 |
y
la llenaste de proverbios y enigmas. Llegó tu nombre hasta las
remotas islas y fuiste amado a causa de la paz. |
18 |
Por
los cánticos, proverbios y parábolas y por las respuestas fuiste
la admiración de las naciones. |
19 |
En
el nombre del Señor Dios, que se llama el Dios de Israel. |
20 |
Amontonaste
oro como hierro, y como plomo amontonaste plata; |
21 |
pero
te entregaste a las mujeres y les diste poder sobre tu cuerpo; |
22 |
y
pusiste mácula en tu gloria, y deshonraste tu descendencia,
y trajiste la cólera sobre tus hijos y lamentos sobre tu linaje; |
23 |
así
la soberanía se partió en dos, y de Efraím tuvo origen un pueblo
rebelde. |
24 |
Pero
el Señor no abandonó su misericordiosa, ni ha destruido sus
obras, ni borrará la descendencia de su elegido, ni extirpará
la descendencia del que le amó; |
25 |
y
dio un resto a Jacob, y a David un renuevo salido de él. |
26 |
Y
descansó Salomón con sus padres. |
27 |
Y
dejó en pos de sí a uno de su linaje, el más demente del pueblo. |
28 |
Rico
en necedad, pobre de inteligencia: Roboam, que con su resolución
incitó al pueblo a la rebeldía. |
29 |
Jeroboam,
hijo de Nabat, pervirtió a Israel y puso a Efraím en camino
de pecado; y se multiplicaron mucho sus maldades, |
30 |
hasta
ser expulsado de su tierra. |
31 |
Y
fueron buscando toda clase de maldades, hasta que vino sobre
ellos la venganza. |
|
|
Capítulo
48 |
Elías
y Elíseo |
|
|
1 |
Y
como un fuego se levantó Elías profeta, y su palabra ardía como
antorcha; |
2 |
y
trajo sobre ellos el hambre, y en su celo los redujo a pocos. |
3 |
Con
la palabra del Señor cerró los cielos y por tres veces hizo
bajar fuego. |
4 |
¡Cuán
glorioso fuiste, Elías, con tus prodigios! ¿Quién podrá gloriarse
de parecerse a tí? |
5 |
Tú
que levantaste un muerto del sepulcro, y del hades por la palabra
del Altísimo; |
6 |
que
precipitaste a reyes en la ruina, y a ilustres de su estrado; |
7 |
que
oíste reproches en el Sinaí, y en Horeb juicios vengadores; |
8 |
que
ungiste a reyes para venganza, y a profetas que te sucedieron; |
9 |
que
fuiste arrebatado en un torbellino de fuego, en un carro tirado
por caballos ígneos, |
10 |
adscrito
y preparado para los tiempos venideros para aplacar la cólera
antes de estallar el enojo de Dios, para reducir los corazones
de los padres a los hijos y restablecer las tribus de Jacob. |
11 |
Dichosos
los que te vieron y se durmieron en el amor, porque nosotros
poseeremos la vida. |
12 |
Cuando
Elías fue arrebatado en el torbellino, Eliseo fue lleno de su
espíritu; |
13 |
y
en sus sus días no vaciló ante ningún gobernante, y nadie le
dominó. |
14 |
Nada
fue para él demasiado alto, y en su muerte profetizó su cuerpo. |
15 |
Vivo
hizo prodigios, y aun muerto realizó maravillas. |
16 |
Con todo eso, no se arrepintió el pueblo ni se apartó de sus
pecados hasta que fue arrojado de su país y dispersado por toda
la tierra. |
|
|
|
Ezequías |
|
|
17 |
Y
quedó reducido al más pequeño de los pueblos, con un príncipe
de la casa de David; |
18 |
algunos
de ellos hicieron lo que es grato a Dios, pero otros se llenaron
de iniquidad. |
19 |
Ezequías
fortificó su ciudad e introdujo las aguas de Geón dentro de
ella. Con el hierro excavó la roca y construyó estanques para
las aguas. |
20 |
En
sus días subió Senaquerib y envió a Rabsaces, que levantó su
mano contra Sión, y en su soberbia blasfemó contra Dios. |
21 |
Entonces
se estremecieron sus corazones y manos y sintieron dolores como
de parto, |
22 |
e
invocaron al Señor misericordioso y tendieron hacia él sus manos,
y al instante los oyó el Santo desde el cielo. |
23 |
Y
los libró por mano de Isaías. |
24 |
Hirió
el campamento de los asirios, y su ángel los exterminó. |
25 |
Porque
hizo Ezequías lo que es grato al Señor y siguió los pasos de
David, su padre; los preceptos que le dio Isaías, profeta, grande
y verídico en sus visiones. |
26 |
En
sus días hizo retroceder el sol y prolongó la vida del rey. |
27 |
Con
grande inspiración vio los tiempos últimos y consoló a los que
lloraban en Sión; hasta el fin de los tiempos anunció el futuro |
28 |
y
las cosas ocultas antes que sucedieran. |
|
|
Capítulo
49 |
Josías |
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|
1 |
El
recuerdo de Josías es como mistura de incienso preparado por
obra de un perfumista. |
2 |
En
toda boca es dulce como la miel, y como música en banquete; |
3 |
pues
él se comportó con rectitud en busca de la conversión del pueblo,
y extirpó las abominaciones de iniquidad. |
4 |
Enderezó
hacia el Señor su corazón y en los días de la iniquidad afirmó
la piedad. |
5 |
Fuera
de David, Ezequías y Josías, todos los restantes incurrieron
en pecado de negligencia. |
6 |
Porque
abandonaron la Ley del Altísimo, los reyes de Judá desaparecieron. |
7 |
Porque
dieron su poder a otros, y su gloria a pueblos extranjeros, |
8 |
y dieron al fuego la ciudad elegida y santa y convirtieron en
desierto sus caminos. |
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Los
profetas |
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9 |
Según
los vaticinios de Jeremías, a quien maltrataron, siendo el profeta
consagrado desde el seno de su madre para arrancar, destruir
y arruinar, para edificar, plantar y reforzar. |
10 |
Ezequiel
fue el que contempló una visión la gloria que se le mostró sobre
un carro de los querubes, |
11 |
Porque
se acordó de sus enemigos en medio de una lluvia tormentosa
para favorecer a los de rectos caminos. |
12 |
También los doce profetas; florezcan sus huesos en sus lugares,
porque consolaron a Jacob y los rescataron con fieles esperanzas |
|
|
|
Zorobabel |
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13 |
¿Cómo
engrandecer a Zorobabel, que era como sello en la mano derecha? |
14 |
Así
también Jesús, hijo de Josedec, los cuales en sus días reedificaron
la casa y erigieron un pueblo santo al Señor, destinado a una
gloria eterna. |
15 |
También
es muy grande el recuerdo de Nehemías, que nos levantó muros
derruidos, y puso puertas y cerrojos, y restauró nuestras moradas. |
16 |
Nadie
fue creado en la tierra semejante a Henoc, que fue arrebatado
de la tierra; |
17 |
y
no hubo ningún nacido como José, que fue señor de sus hermanos,
sustentador de su pueblo, |
18 |
cuyos
huesos fueron visitados. |
19 |
Sem
y Set fueron glorificados entre los hombres; pero por encima
de toda criatura viviente está Adán. |
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Capítulo
50 |
Simón |
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1 |
Fue
Simón, hijo de Onías, sumo sacerdote, quien en su vida restauró
la casa y en sus días fue consolidado el santuario. |
2 |
Y
por él fueron echados los cimientos de doble altura, el alto
contrafuerte que rodea el templo. |
3 |
En sus días fue cavado el estanque de aguas, receptáculo de
bronce semejante al mar por su perímetro. |
4 |
Puso
empeño en evitar la caída de su pueblo y fortificó la ciudad
para caso de cerco. |
5 |
¡Cómo
era glorificado, rodeado del pueblo, al salir de los velos de
la casa! |
6 |
Como
la estrella de la mañana entre nubes, como la luna llena en
los días de plenilunio; |
7 |
como el sol radiante sobre el templo del Altísimo, |
8 |
como el arco iris luciendo en medio de nubes radiantes, como
rosas en días de primavera, como lirio junto al manantial de
aguas, como ramas de árbol de incienso en días de verano; |
9 |
como fuego e incienso en el pebetero, como vaso de oro macizo, |
10 |
adornado
de toda clase de piedras preciosas; |
11 |
como
olivo cargado de fruto, como ciprés que se eleva hasta las nubes,
cuando se ponía los ornamentos de ceremonia y se vestía con
las ropas suntuosas; |
12 |
cuando
subía al altar santo y hacía resplandecer los ámbitos del santuario; |
13 |
cuando
recibía de manos de los sacerdotes las porciones y estaba en
pie junto al fuego del altar, rodeado de una corona de hermanos,
como renuevos de cedro en el Líbano. |
14 |
Y
le rodeaban como brotes de palmera todos los hijos de Arón en
su magnificencia; |
15 |
teniendo
en sus manos las ofrendas del Señor, ante toda la congregación
de Israel, hasta acabar el servicio litútgico del altar y disponer
la ofrenda del Altísimo omnipotente. |
16 |
Tendía
su mano a la libación y ofrecía la sangre de la vid. |
17 |
Y
derramaba al pie del altar la sangre de olor agradable al Soberano
Altísimo. |
18 |
Entonces
gritaban los hijos de Arón, haciendo sonar las trompetas de
metal bruñido, haciendo resonar un ruido grande para recordar
que se hallaban ante el Altísimo. |
19 |
Entonces
todo el pueblo a una se apresuraba a caer rostro a tierra para
adorar a su Señor omnipotente, al Dios Altísimo. |
20 |
Y
los cantores entonaban alabanzas con sus voces, y en el vasto
templo resonaba una dulce melodía. |
21 |
Y
el pueblo suplicaba al Señor Altísimo, orando al Misericordioso
hasta finalizar el servicio ordenado por el Señor, dando así
término a la función litúrgica en su honor. |
22 |
Al
bajar, levantaba sus manos sobre la asamblea de los hijos de
Israel para dar con sus labios la bendición del Señor y gloriarse
en su nombre. |
23 |
De
nuevo se posternaban para recibir la bendición de parte del
Señor. |
24 |
Y
ahora bendecid a Dios todos, pues hace grandes cosas por doquier,
que exalta nuestros días desde el seno materno e hizo con nosotros
según su misericordia. |
25 |
Concédanos
El la alegría del corazón y haga reinar la paz en nuestros días
sobre Israel y hasta la eternidad. |
26 |
Que
su misericordia permanezca con Simón y mantenga firme el pacto
de Fines. Que no sea roto el pacto con él ni con su descendencia
por los días del cielo. |
|
|
|
EPÍLOGO |
|
Razas
odiosas |
|
|
27 |
Dos
pueblos me son odiosos y un tercero que ni siquiera es pueblo: |
28 |
los
que moran en la montaña de Seir, los filisteos y el pueblo necio
que habita en Siquem. |
29 |
Doctrina
sabia y sensata consignó en este libro Jesús, hijo de Sirac,
hierosomolitano, quien derramó como lluvia la sabiduría de su
corazón. |
30 |
Dichoso
el hombre que a estas cosas se aplica, pues quien las pone en
su corazón se hará sabio; |
31 |
si
así lo hace se hará fuerte para todo, porque el temor del Señor
es su huella. |
|
|
Capítulo
51 |
Oración
de Jesús, hijo de Sirac |
|
|
1 |
Te
doy gracias, Señor, Rey mío; y te alabaré, Dios, Salvador mío; |
2 |
Y
confesaré tu nombre, porque has sido mi protector y mi socorro. |
3 |
Y
libraste mi cuerpo de la ruina, y del lazo de la lengua calumniosa,
y de los labios que maquinan mentira; y has sido mi apoyo frente
a los que me rodeaban. |
4 |
Me
libraste, conforma a tu gran misericordia y por tu nombre, de
los que rechinaban los dientes prestos a devorarme; |
5 |
de
la mano de los que buscaban mi vida, y de las muchas tribulaciones
que padecía; |
6 |
de
la asfixia del fuego en derredor y del medio del fuego que yo
no encendí; |
7 |
del
seno profundo de lhades, de la lengua impura, de los discursos
embusteros, de la calumnia de una lengua injusta ante el rey. |
8 |
Mi
alma estaba cerca de la muerte, |
9 |
y
mi vida había descendido cerca del hades. |
10 |
Me
rodeaban por todas partes, y no había nadie que me prestara
ayuda; miraba entonces en busca de socorro humano, pero no lo
había. |
11 |
Pero
me acordé entonces, Señor, de tu misericordia y de tu conducta
desde antiguo, |
12 |
de
que salvas a los que en tí esperan y los libras de todo mal. |
13 |
Y
elevé mi plegaria desde la tierra y supliqué me librases de
la muerte. |
14 |
Y
grité: “Señor, tú eres mi Padre y el héroe de mi juventud, que
no me dejará en los días de tribulación, al tiempo del desamparo
frente a los insolentes. |
15 |
Alabaré continuamente tu nombre y en mi acción de gracias te
cantaré.” Escuchó el Señor mi oración, |
16 |
me salvó de la ruina y me liberó del tiempo malo. |
17 |
Por
esto te daré gracias y te alabaré, y bendeciré el nombre de
Señor: |
|
|
|
Letanía |
|
|
|
Alabad
al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia. |
|
Alabad
al Señor de las alabanzas, porque es eterna su misericordia. |
|
Alabad
al Señor, escudo de Israel, porque es eterna su misericordia. |
|
Alabad
al Criador del universo, porque es eterna su misericordia. |
|
Alabad
al libertador de Israel, porque es eterna su misericordia. |
|
Alabad
al que reúne los dispersos de Israel, porque es eterna su misericordia. |
|
Alabad
al edificador de su ciudad y su santuario, porque es eterna
su misericordia. |
|
Alabad
al que hizo brotar el cuerno de la casa de David, porque es
eterna su misericordia. |
|
Alabad
al que eligió a los hijos de Sadoc para el sacerdocio, porque
es eterna su misericordia. |
|
Alabad
al escudo de Abraham, porque es eterna su misericordia. |
|
Alabad
a la Roca de Isaac, porque es eterna su misericordia. |
|
Alabad
al Fuerte de Jacob, porque es eterna su misericordia. |
|
Alabad
al que eligió a Sión, porque es eterna su misericordia. |
|
Alabad
al Rey de los reyes grandes, porque es eterna su misericordia
y exaltó el cuerno de su pueblo para gloria de todos sus fieles,
los hijos de Israel, el pueblo que a El se llega. ¡Aleluya! |
|
|
|
Celo
del autor por la sabiduría |
|
|
18 |
Siendo
yo joven, antes de andar vagando, busqué sinceramente la sabiduría
en mi oración. |
19 |
En
el templo la supliqué y hasta el fin la buscaré. |
20 |
En
flor, como un racimo que madura, se alegró mi corazón en ella
y caminó mi pie por senda recta, y desde mi juventud seguí sus
huellas. |
21 |
Incliné
un poco mi oído y la recibí. |
22 |
Y
hallé para mí mucha instrucción e hice en ella progresos. |
23 |
Glorificaré
al que me dio sabiduría . |
24 |
Y
me propuse ponerla en práctica, y busqué el bien con celo y
no me avergoncé. |
25 |
Mi
alma ha combatido por ella, y he procurado practicarla hasta
el detalle. |
26 |
Extendí
mis manos a lo alto y lamenté haberla ignorado. |
27 |
Enderecé
hacia ella mi alma. |
28 |
Apliqué
a ella mi corazón desde el principio, y la encontré en la pureza.
Por eso no seré abandonado. |
29 |
Mis
entrañas se conmovían en su búsqueda; por eso la adquirí una
buena posesión. |
30 |
El
Señor me dio en recompensa mi lengua, y con ella le alabaré. |
31 |
Acercaos
a mí los que carecéis de instrucción y frecuentad mi escuela. |
32 |
¿Hasta
cuándo vais a carecer de este bien y vuestras almas van a estar
sedientas sobremanera? |
33 |
Yo
abrí la boca y hablé para que compréis sin dinero. |
34 |
Poned
vuestro cuello bajo el yugo y reciba vuestra alma la instrucción.
Cerca está para encontrarla. |
35 |
Ved
con vuestros ojos cuán poco me he fatigado yo y cómo hallé en
ella gran descanso. |
36 |
Participad
de la instrucción al precio de mucha plata, y adquiriréis por
ella mucho oro. |
37 |
Alégrese
vuestra alma en su misericordia, y no os avergonzaréis de alabarle. |
38 |
Haced
vuestra obra antes del tiempo, y a su tiempo os dará vuestra
recompensa. |
|
|
|
Bendito sea el Señor siempre y alabado sea su nombre por todas
las generaciones. Hasta aquí las palabras de Simón, hijo de
Jesús, llamado Ben Sirac. Bendito sea el nombre del Señor ahora
y siempre por la eternidad. |
|
|
C.R.Y&S |
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