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CREACION DEL UNIVERSO SEGUN EL GÉNESIS
LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO
 
 

LA SAGRADA BIBLIA

 

ANTIGUO TESTAMENTO

LIBRO DE JOSUÉ

 

SEGUNDA PARTE
DISTRIBUCIÓN DE LA TIERRA
Capítulo 13
   
1
Josué era ya viejo, entrado en años, y Yavé le dijo: “Eres ya viejo, de edad avanzada, y queda todavía mucha tierra por conquistar.
2
Mira lo que queda: todos los distritos de los filisteos y todo el territorio de Gesur;
3
desde el Sijor, que corre al oriente de Egipto, hasta la frontera de Acarón, hacia el norte, que se reputa como de los cananeos; los cinco príncipes de los filisteos: el de Gaza, el de Azoto, el de Ascalón, el de Gat y el de Acarón; los jeveos al mediodía;
4
toda la tierra de los cananeos, y Meara, que es de los sidonios, hasta Afec, hasta la frontera de los amorreos;
5
la tierra de los guelitas y todo el Líbano a oriente, desde Baal Gad, al pie del monte Hermón, hasta la entrada de Jamat;
6
todos los habitantes de la montaña, desde el Líbano hasta las aguas de Misrefot; todos los sidonios. Yo los arrojaré de delante de los hijos de Israel. Pero distribuye por suertes esta tierra en heredad a los hijos de Israel, como yo lo he mandado.
7
Ahora, pues, distribuye esta tierra entre las nueve tribus y la media de Manasés.
8
Con la otra mitad, los rubenitas y gaditas recibieron ya su heredad, que les dio Moisés al otro lado del Jordán, a oriente, como se la distribuyó Moisés, siervo de Yavé:
9
desde Aroer, a orillas del torrante del Arnón, y desde la ciudad que está en medio del valle, toda la llanura de Madaba hasta Dibón;
10
todas las ciudades de Seón, rey de los amorreos, que reinaba en Hesebón, hasta la frontera de los hijos de Ammón;
11
Galaad, el territorio de Gesur y de Macat, toda la montaña de Hermón y todo el Basán, hasta Saleca;
12
todo el reino de Og, en Basán, que remaba en Astarot, y en Edraí, y eran los últimos restos de los refaím. Moisés batió a estos reyes y los desposeyó;
13
pero los hijos de Israel no desposeyeron a los guesuritas y a los macatitas, y Gesur y Macat habitan en medio de ellos hasta hoy.
14
La tribu de Leví fue la sola a que Moisés no dio heredad, porque las combustiones de Yavé, Dios de Israel, son su heredad, como él se lo dijo.
 
 
Rubén
 
15
Moisés había dado a los hijos de la tribu de Rubén una parte según las familias.
16
Tuvieron por territorio, a partir de Aroer, a orillas del torrente del Arnón y de la ciudad situada en medio del valle, toda la llanura hasta Madaba;
17
Hesebón y todas las ciudades del llano, Dibón, Bamot Baal, Bet Baal, Maón,
18
Jahsa, Quedamot, Mefat,
19
Quiryataím Sabama, Sarat Asar, en el monte del valle;
20
Bet Fogor, las pendientes del Pasga, Bet Jesimot,
21
todas las ciudades del llano y todo el reino de Seón, rey de los amorreos, que remaba en Hesebón; Moisés le derrotó a él y a los príncipes de Madián, Eví, Requem, Sur, Jur y Rebe, tributarios de Seón, que habitaban la tierra.
22
El adivino Balam, hijo de Beor, fue también del número de los que los hijos de Israel pasaron a filo de espada.
23
Así el territorio de los hijos de Rubén llegaba hasta el Jordán y sus riberas. Esta fue la heredad, las ciudades y sus pueblos, de los hijos de Rubén y sus familias.
 
 
Gad
 
24
Moisés dio a la tribu de Gad una parte según sus familias.
25
Su territorio comprendía: Jaser, todas las ciudades de Galaad, la mitad de la tierra de los hijos de Ammón hasta Aroer, que está enfrente de Raba,
26
desde Hesebón hasta Ramat, Masfe y Betonim, y desde Majanaím hasta la frontera de Debir;
27
y en el valle de Bet Aram, Bet Nimra, Sucot y Safón, parte del reino de Seón, rey de Hesebón, el Jordán y sus riberas, hasta el cabo del mar de Queneret, del otro lado del Jordán, a oriente.
28
Esta fue la heredad, ciudades con sus pueblos, de los hijos de Gad según sus familias.
 
 
Media tribu de Manasés
 
29
Moisés dio a la media tribu de Manasés una parte, según sus familias.
30
Tuvieron por territorio, a partir de Majanaím, todo Basán, todo el reino de Og, rey de Basán, y todos los burgos de Jair en Basán, sesenta ciudades;
31
la mitad de Galaad, Astarot y Edraí, ciudades del reino de Og en Basán, fueron dadas a Maquir, hijo de Manasés, a la mitad de los hijos de Maquir, según sus familias.
32
Estas son las partes que distribuyó Moisés cuando estaba en los llanos de Moab, del otro lado del Jordán, frente a Jericó, a oriente.
33
Pero Moisés no dio parte a la tribu de Leví; Yavé, Dios de Israel, es su parte, como él se lo ha dicho.
   
Capítulo 14
Hebrón, para Caleb
   
1
He aquí lo que los hijos de Israel recibieron en heredad en la tierra de Canán; lo que les distribuyeron Eleazar, sacerdote; Josué, hijo de Nun, y los jefes de familia de las tribus de los hijos de Israel.
2
Fue la suerte la que asignó su heredad, corno Yavé se lo había mandado a Moisés, a las nueve tribus y a la media tribu de Manasés.
3
Pues Moisés había ya dado su heredad a dos tribus y a media de la de Manasés, al otro lado del Jordán. No dio nada de la herencia a los levitas en medio de ellos.
4
Los hijos de José formaban dos tribus, Manasés y Efraím, y no se dio a los levitas parte en el territorio, fuera de las ciudades de su habitación y los campos de pastos para sus ganados y rebaños.
5
Los hijos de Israel cumplieron lo que Yavé había mandado a Moisés, y distribuyeron la tierra.
6
Algunos de los hijos de Judá se acercaron a Josué, en Gálgala, y Caleb, hijo de Jefoné, el quineceo, le dijo: “Ya sabes lo que a Moisés, siervo de Dios, dijo Yavé respecto de mí y de ti en Cadesbarne.
7
Cuarenta años tenía yo cuando Moisés, siervo de Yavé, me mandó de Cadesbarne para explorar la tierra, y yo le hice relación según la sinceridad de mi corazón.
8
Mientras que mis hermanos, los que conmigo habían subido, descorazonaron al pueblo, yo seguí enteramente a Yavé, mi Dios.
9
Aquel día hizo Moisés este juramento: La tierra que pisaren tus pies será tu herencia y la de tus hijos perpetuamente, porque tú has seguido enteramente a Yavé.
10
Ahora, pues, Yavé me ha conservado la vida, como lo prometió durante los cuarenta y cinco años transcurridos desde que Yavé dirigió a Moisés esta palabra, mientras caminaba Israel por el desierto, y tengo ahora ochenta y cinco años;
11
pero ya ves que robusto hoy, como lo estaba al tiempo en que Moisés me mandó; mi fuerza es ahora la misma de entonces para luchar, para salir y para entrar.
12
Dame, pues, este monte, de que habló Yavé aquel día, pues allí están los enaquim, y tienen ciudades grandes y fuertes; quizá quiera Yavé estar conmigo y logre arrojarlos, según la palabra de Yavé.”
13
Josué bendijo a Caleb, hijo de Jefoné, y le dio Hebrón en heredad.
14
Por eso Hebrón pertenece en heredad a Caleb, hijo de Jefoné, el quineceo, hasta el día de hoy, porque siguió enteramente a Yavé, Dios de Israel.
15
Hebrón se llamó antes Quiriat-Arbé. Arbé fue el hombre más grande de los enaquim. La tierra descansó de la guerra.
   
Capítulo 15
Judá
   
1
La parte que en suerte tocó a la tribu de los hijos de Judá, según sus familias, se extendía hasta la frontera de Edom, en el desierto de Sin, al mediodía por el confín meridional.
2
Su frontera meridional partía desde la extremidad del mar de la Sal, de la parte de este mar que se vuelve hacia el sur,
3
y se prolongaba al mediodía de la subida de Acrabim; pasaba a Sin y subía al mediodía de Cadesbarne; pasaba a Esrón, subía hacia Adar y se volvía a Carcaá;
4
pasaba luego a Asmón y continuaba hasta el torrente de Egipto, para morir en el mar. Esta os será la frontera meridional.
5
La frontera oriental fue el mar de la Sal, hasta la desembocadura del Jordán. La frontera septentrional partía de la parte del mar de la Sal donde desemboca el Jordán,
6
subía hacia Bet Aglá, pasaba al norte de Bet Arabá, subía hasta la peña de Boén, hijo de Rubén;
7
seguía subiendo a Deberá, a partir del valle, a Ajor, y volvía hacia el norte del lado de Gálgala, que está al frente del monte de Adomim, al sur del torrente; pasaba a En Semes y llegaba a En Rogel;
8
de allí subía por el valle de Ben Hinón, viniendo por el mediodía hasta tocar el límite de Jebús, que es Jerusalén; y subía luego por la cima del monte que está frente al valle de Hinón, a occidente, y al extremo del valle de Refaím, al norte.
9
Desde la cima del monte se inclinaba hacia los manantiales de agua de Neftoá, seguía hacia las ciudades de la montaña de Efrón y se volvía en dirección a Bala, que es Quiriat-Jearim.
10
De Bala se volvía la frontera a occidente, hacia el monte Seir; pasaba por la vertiente septentrional del monte Jarim, que es Quesalón; bajaba a Betsemes y pasaba por Timna;
11
continuaba al norte por la vertiente de Acarón y se dirigía hacia Secrona; pasaba por el monte de Bala y llegaba a Jabnel, para morir en el mar.
12
La frontera occidental era el mar Grande; éste era el límite. Estas fueron las fronteras de los hijos de Judá según sus familias.
13
Se había dado a Caleb, hijo de Jefoné, una parte en medio de los hijos de Judá, como Yavé se lo había mandado a Josué; Quiriat-Arbé, del padre de Enac, que es Hebrón.
14
Caleb arrojó de allí a los tres hijos de Enac: Sesai, Ajimón y Tolmai, descendientes de Enac.
15
De allí subió contra los habitantes de Dabir, que se llamaba antes Quiriat Sefer.
16
Caleb dijo: “Al que bata y tome Quiriat Sefer le daré por mujer a mi hija Acsa.”
17
La tomó Otoniel, hijo de Quenaz, hermano de Caleb, y éste le dio su hija Acsa por mujer.
18
Cuando iba ella a la casa de Otoniel, incitóla éste a que pidiera a su padre un campo; bajóse ella del asno, y Caleb le dijo: “¿Qué tienes?”
19
Ella le respondió: “Hazme un don; pues que me has heredado en tierra de secano, dame también tierra de regadío.” El le dio el Gulot (Fuentes) superior y el inferior.
20
Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Judá, según sus familias.
21
Las ciudades situadas al extremo de la tribu de los hijos de Judá, hacia la frontera de Edom, en el Negueb, son: Cabsel, Edel, Jagur,
22
Quina, Dimona, Adada,
23
Cades, Asor y Jetnán;
24
Zif, Telem, Balot,
25
Asor el nuevo y Cariot, Esrom,
26
Amán, Sama, Molada,
27
Asergada, Asemón, Bet Felet,
28
Asarsual, Berseba y Baciotia;
29
Bala, Jim, Esem,
30
Eltolad, Quesil, Jorma,
31
Siceleg, Madmana, Sansana,
32
Lebaot, Seljim, Ain y Remón; en todo, veintinueve ciudades con sus pueblos.
33
En la Sefela (Llanura), Estaol, Sarea, Asena,
34
Zanoe, Ain Ganim, Tafuaj, Enaim,
35
Jerimot, Adulam, Socó, Azeca,
36
Saraím, Aditaím, Guedera y Guederotaím; catorce ciudades con sus pueblos.
37
Senán, Adasa, Migdal-Gad,
38
Deleam, Masefa, Jactel,
39
Laquis, Bascat, Eglón,
40
Cabón, Lejma, Cetlis,
41
Guiderot, Bet Dagón, Nahama y Marceda; dieciséis ciudades con sus pueblos.
42
Lebana, Éter, Asan,
43
Jefta, Esna, Nesib,
44
Queila, Ajzob, Maresa: nueve ciudades con sus pueblos.
45
Acarón, con las ciudades de ella dependientes y sus pueblos.
46
A partir de Acarón, del lado de occidente, todas las ciudades cercanas a Azoto, con sus pueblos;
47
Azoto, las ciudades dependientes de ella y sus pueblos; Gaza, las ciudades de su dependencia y sus pueblos, hasta el torrente de Egipto y el mar Grande, que es la frontera.
48
En la montaña, Samir, Jeter, Socot,
49
Dana, Quiriat Sana, que es Dabir;
50
Anab, Istemo, Anim,
51
Gosem, Jalón y Guilo; once ciudades con sus pueblos.
52
Arab, Duma, Esán,
53
Janum, Bet Tafuaj, Afeca,
54
Junta, Quiriat Arbé, que es Hebrón, y Sior; nueve ciudades con sus pueblos.
55
Maón, Carmel, Zif, Juta,
56
Jezrael, Jocdam, Zanoe,
57
Acaín, Gueba, Tamna; diez ciudades con sus pueblos.
58
Jaljul, Besur, Guedor,
59
Marat, Bet Anot y Eltecón; seis ciudades con sus pueblos.
60
Quiriat Baal, que es Quiriat-Jearim, y Harabá; dos ciudades con sus pueblos.
61
En el desierto, Bet Arabá, Meddin, Secaca,
62
Nebsan, Ir Armelaj y Engaddi; seis ciudades con sus pueblos.
63
Los hijos de Judá no pudieron expulsar a los jebuseos; habitan en Jerusalén con los hijos de Judá, hasta hoy.
   
Capítulo 16
José
   
1
La parte que tocó en suerte a los hijos de José comenzaba en el lado de oriente, en el Jordán de Jericó, en las aguas de Jericó; y por la montaña sube de Jericó al monte de Bétel;
2
seguía de Betel, Luz, y, pasando a lo largo del territorio de los arqueos, por Atorot,
3
bajaba a occidente hacia la frontera de los jefletitas hasta la de Betorón de Abajo y hasta Gazer, para morir en el mar.
4
Esta es la heredad que recibieron los hijos de José, Manasés y Efraím.
 
 
Efraím
 
5
He aquí la frontera de los hijos de Efraím según sus familias. El límite de su heredad era, a oriente, Atarot Adar hasta Betorón de Arriba;
6
se dirigía por el lado de occidente hacia Micmetat, al norte; volvía luego a oriente hacia Tanat Silo y pasaba por delante de ella, al oriente, hasta Janoaj;
7
de Janoaj bajaba a Atarot y Narata, tocaba en Jericó y llegaba hasta el Jordán;
8
de Tafuaj iba a occidente al torrente de Caná, para morir en el mar. Esta era la heredad de los hijos de Efraím, según sus familias.
9
Los hijos de Efraím tuvieron también ciudades separadas en medio de la heredad de los hijos de Manasés.
10
No expulsaron a los cananeos que habitaban en Gazer, y los cananeos han habitado hasta hoy en medio de Efraím, pero sometidos a tributo.
   
Capítulo 17
Manasés
   
1
La tribu de Manasés tuvo este territorio, pues era el primogénito de José. Maquir, primogénito de Manasés y padre de Galaad, había recibido Galaad y Basán, pues era hombre de guerra.
2
También fue atribuida una parte a los otros hijos de Manasés, según sus familias: a los hijos de Abezier, a los hijos de Elec, a los hijos de Esriel, a los hijos de Siquem, a los hijos de Jefer y a los hijos de Semida; éstos eran los hijos varones de Manasés, hijo de José, según sus familias.
3
Salfad, hijo de Jefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no tuvo hijos, sino hijas, cuyos nombres son: Majla, Noa, Jogla, Milca y Tirsa;
4
presentáronse a Eleazar, sacerdote, delante de Josué, hijo de Nun, y delante de los príncipes, y dijeron: “Yavé mandó a Moisés que nos diera heredad en medio de nuestros hermanos.” Se les dio, pues, según el mandato de Yavé, heredad en medio de los hermanos de su padre.
5
Tocaron a Manasés diez suertes, además del territorio de Galaad y de Basán, que está al otro lado del Jordán,
6
pues las hijas de Manasés tuvieron su heredad entre los hijos; la tierra de Galaad fue para los otros hijos de Manasés.
7
La frontera de Manasés partía de Aser hacia Micmetat, que está junto a Siquem, e iba después a derecha hacia los habitantes de Em-Tafuaj;
8
el territorio de Tafuaj tocó a Manasés; pero Tafuaj, en la frontera de Manasés, fue para los hijos de Efraím;
9
bajaba la frontera del torrente de Caná hasta el medio del torrente. Las ciudades de este territorio que tocaron a Efraím estaban en medio de las ciudades de Manasés. La frontera de Manasés pasaba al norte del torrente y terminaba en el mar;
10
el territorio al mediodía era de Efraím y el del norte de Manasés, y su término era el mar; hacia el norte tocaban con Aser, hacia oriente con Isacar.
11
Manasés tuvo en los territorios de Isacar y de Aser: Betsán y las ciudades que de ella dependen; Jeblam y las ciudades de su dependencia; los habitantes de Dor y las ciudades de su dependencia; los habitantes de Endor y las ciudades de su dependencia; los habitantes de Tanac y las ciudades de su dependencia, y los habitantes de Megiddo y las ciudades de su dependencia.
12
Los hijos de Manasés no pudieron expulsar a los habitantes de estas ciudades, y continuó el cananeo habitando en aquella tierra;
13
sometieron a los cananeos a tributo, pero no los expulsaron.
14
Los hijos de José hablaron a Josué, diciendo: “¿Cómo nos has dado en heredad una sola suerte y una sola parte, a nosotros, que somos un pueblo numeroso, al que Yavé ha bendecido hasta ahora?”
15
Josué les dijo: “Puesto que eres un pueblo numeroso, sube al monte y rotura una parte en la tierra de los fereceos y los refaím, ya que la montaña de Efraím te viene demasiado estrecha.”
16
Los hijos de José dijeron: “La montaña no nos basta, y todos los cananeos que habitan en el valle disponen de carros de hierro, lo mismo que los de Betsán y las ciudades de su dependencia y los que habitan el valle de Jezrael.”
17
Josué respondió a la casa de José, a Efraím y Manasés: “Eres un pueblo numeroso, tu fuerza es mucha, no puedes tener una sola suerte,
18

pero la montaña será tuya; tú roturarás el bosque, y sus términos te pertenecerán; expulsarás a los cananeos, por carros de hierro que tengan y por fuertes que sean.”

   
Capítulo 18
El tabernáculo de Silo
   
1
Se reunió en Silo toda la asamblea de los hijos de Israel y alzaron allí el tabernáculo de la reunión, pues el territorio estaba sometido.
2
Quedaban siete tribus, de entre los hijos de Israel, que todavía no habían recibido su heredad.
3
Josué dijo a los hijos de Israel: “¿Hasta cuándo vais a ser negligentes en apoderaros de la tierra que Yavé, Dios de vuestros padres, os ha dado?
4
Elegid tres hombres por cada tribu, y yo los enviaré para que vayan a recorrer la tierra y hagan de ella una descripción, con vistas a la distribución que hay que hacer, y me la traigan.
5
La dividiréis en siete partes: Judá quedará dentro de sus fronteras, al mediodía, y la casa de José dentro de las suyas, al norte.
6
Describid, pues, la tierra en siete partes, traedme la descripción, y yo haré el sorteo de ella para vosotros, aquí ante Yavé, nuestro Dios;
7
pues para los levitas no ha de haber parte en medio de vosotros, por ser el sacerdocio de Yavé su heredad; Gad, Rubén y media tribu de Manasés han recibido ya su heredad al otro lado del Jordán, a oriente, la que les dio Moisés, siervo de Yavé.”
8
Levantáronse los hombres y se pusieron en camino, y al partirse para hacer la descripción de la tierra, les dio Josué sus órdenes, diciendo: “Id, recorred la tierra, describidla y volved a mí, y yo os haré el sorteo aquí ante Yavé, en Silo.”
9
Partieron, pues; recorrieron la tierra, la describieron en un rollo según sus ciudades, dividiéndola en siete partes, y volvieron a Josué, al campo en Silo.
10
Josué les hizo el sorteo en Silo, en presencia de Yavé, y distribuyó allí la tierra entre los hijos de Israel, según sus familias.
 
 
Benjamín
 
11
La parte de la tribu de Benjamín fue sacada a suerte según sus familias, y el territorio que les tocó en suerte tenía sus fronteras entre los hijos de Judá y los hijos de José.
12
Del lado del norte partía su frontera del Jordán, subía al norte sobre la vertiente de Jericó, se elevaba por la montaña a occidente y terminaba en el desierto de Bet Aven;
13
de allí iba a Luz, al mediodía, que es Betel; luego bajaba a Atarot Adar por la montaña que hay al mediodía de Betorón de Abajo.
14
Del lado de occidente se prolongaba la frontera, volviendo hacia el mediodía, desde la montaña situada frente a Betorón, al sur, y terminaba en Quiriat Baal, que es Quiriat-Jearim, ciudad de los hijos de Judá; esto por el lado de occidente.
15
Por el lado del mediodía partía del extremo de Quiriat-Jearim hasta la fuente de aguas de Naftoaj;
16
bajaba al extremo de la montaña que está frente al valle de Ben Hinón y al norte del valle de Refaím, y bajaba luego por el valle de Hinón hacia el límite meridional de los jebuseos, hasta la fuente de Roguel;
17
volvíase al norte y pasaba luego por En Semes, seguía por Guelitot, que está frente a la subida de Adomim, y bajaba a la peña de Boen, hijo de Rubén;
18
pasaba por la vertiente septentrional, frente al Arabá; bajaba al Arabá,
19
y seguía por la vertiente septentrional de Bet Jogla, para morir en el extremo norte del mar de la Sal, hacia la desembocadura del Jordán, al mediodía.
20
Esta era la frontera meridional. El Jordán era el límite de la frontera oriental. Esta fue la heredad de los hijos de Benjamín con todas sus fronteras, según sus familias.
21
Las ciudades de la tribu de Benjamín, según sus familias, eran: Jericó, Bet Jogla, Emec Casis,
22
Bet Arabá, Semaraím, Betel,
23
Avim, Afara, Ofra,
24
Quefar Emora, Ofni y Gaba; doce ciudades con sus pueblos.
25
Gabaón, Ramá, Berot,
26
Misfe, Cafira, Amosa,
27
Requem, Jirfel, Tárela,
28
Sela, Eíef, Jebús, que es Jerusalén; Gabat y Quiriat; catorce ciudades con sus pueblos. Esta fue la heredad de los hijos de Benjamín según sus familias.
   
Capítulo 19
Simeón
   
1
La suerte atribuyó la segunda parte a Simeón, a la tribu de los hijos de Simeón, según sus familias; tuvieron su heredad en medio de la heredad de los hijos de Judá.
2
Su heredad fue: Berseba, Sabe, Molada,
3
Jasarsual, Bala, Asem,
4
Eltolad Betul, Jarma,
5
Siceleg, Bet Marcabot, Jasersusa,
6
Bet Lebaot y Sarujen; trece ciudades con sus pueblos;
7
Aín, Remón, Atar y Asan, cuatro ciudades con sus pueblos,
8
así como todos los burgos de los alrededores de estas ciudades, hasta Baalat Beer, que es la Ramat del Sur. Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Simeón, según sus familias.
9
La heredad de los hijos de Simeón se tomó de la parte de los hijos de Judá, demasiado grande para ellos, y fue en medio de su territorio donde los hijos de Simeón recibieron su heredad.
 
 
Zabulón
 
10
La tercera parte tocó en suerte a los hijos de Zabulón, según sus familias; la frontera de su heredad se extendía hasta Sarid;
11
subía al occidente hacia Marala y tocaba en Debaset, y luego al torrente, ante Jocnam.
12
De Sarid se volvía a oriente, al sol levante, hasta los confines de Queselet Tabor; se prolongaba hacia Daberet y subía a Jafia;
13
de allí pasaba a oriente a Guita Jefer por Itacasín, y se dirigía a Remón, que confina con Noa;
14
volvía del lado norte hacia Anatón y terminaba en el valle de Jeftael;
15
Catat, Nalal, Seremón, Jedala y Betlejem; doce ciudades con sus pueblos.
16
Esta fue la heredad de los hijos de Zabulón, según sus familias; las ciudades y los pueblos.
 
 
Isacar
 
17
La cuarta parte tocó en suerte a Isacar, a los hijos de Isacar, según sus familias.
18
Su territorio era: Jezrael, Quesulot, Sunem,
19
Jafaraím, Sión, Anajerat,
20
Rabot, Quesyón, Abes,
21
Ramet, En Ganim, En Jadda y Bet Pases.
22
La frontera tocaba en el Tabor, en Sejesima y en Betsemes, y se extendía hasta el Jordán; dieciséis ciudades con sus pueblos.
23
Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Isacar, según sus familias; las ciudades y los pueblos.
 
 
Aser
 
24
La quinta parte tocó en suerte a la tribu de los hijos de Aser, según sus familias.
25
Su territorio fue Jelcat, Jalí, Beten, Acsaf,
26
Elmelec, Amad y Mesal; la frontera tocaba a occidente al Carmelo y a Sijor Lebanat;
27
después se tornaba a oriente hacia Bet Dagón, tocaba a la de Zabulón y al valle de Jeftael, al norte de Bec Emec, y de Nejiel, y se prolongaba hacia Cabul, a la izquierda,
28
y hacia Hebrón, Rejob, Jamón y Caná, hasta Sidón la Grande;
29
se dirigía luego hacia Rama, hasta la ciudad fuerte de Tiro, y hacia Josa, para morir en el mar, cerca del distrito de Aziba;
30
además, Ama, Afec y Rejob; veintidos ciudades con sus pueblos.
31
Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Aser, según sus familias; sus ciudades y sus pueblos.
 
 
Neftalí
 
32
La sexta parte tocó en suerte a los hijos de Neftalí, según sus familias.
33
Su frontera iba desde Jelef, a partir del encinar que hay en Senanim, hacia Adami Negueb y Jabnel hasta Lecum, e iba hasta el Jordán;
34
volvía hacia occidente a Azonot Tabor, y de allí seguía a Jucoca; tocaba a la de Zabulón, al mediodía; a la de Aser, a occidente, y al Jordán, a oriente.
35
Las ciudades fuertes eran: Asedim, Ser, Jamat, Recat, Queneret Edema,
36
Arama, Jasor,
37
Cades, Edraí, En Jasor,
38
Jerón, Migdael, Joren, Bet Anat y Betsemes; diecinueve ciudades con sus pueblos.
39
Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Neftalí, según sus familias; sus ciudades y sus pueblos.
 
 
Dan
 
40
La séptima parte tocó en suerte a la tribu de los hijos de Dan, según sus familias.
41
El territorio de su heredad comprendía Saraa, Estaol, Ir Semes,
 
Selebín, Ayalón, Jetela,
43
Elón, Temna, Acrón,
44
Elteque, Guibetón, Balat,
45
Jud, Bene Barac, Gat Remon,
46
Mejarcón y Racón, con el territorio frente a Joppe.
47
El territorio de los hijos de Dan se extendió más allá de sus límites, pues los hijos de Dan subieron a combatir contra Lesem, se apoderaron de ella y la pasaron a filo de espada; posesionándose de ella, se establecieron allí y la llamaron Dan, del nombre de su padre.
48
Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Dan, según sus familias; sus ciudades y sus pueblos.
49
Terminada la distribución de la tierra, según sus límites, los hijos de Israel dieron a Josué, hijo de Nun, una heredad en medio de ellos.
50
Por mandato de Yavé le dieron la ciudad que él pidió, Tamnat--Saré, en la montaña de Efraím; Josué reedificó la ciudad y habitó allí.
51
Estas fueron las heredades que Eleazar, sacerdote; Josué, hijo de Nun, y los jefes de familias de las tribus de los hijos de Israel distribuyeron por suerte en Silo, en presencia de Yavé, a la entrada del tabernáculo de la reunión, terminando la distribución de la tierra.
   
Capítulo 20
Las ciudades de refugio
   
1
Yavé habló a Josué, diciendo:
2
“Habla a los hijos de Israel y diles: Designad, como os lo mandó Moisés, las ciudades de asilo,
3
donde pueda refugiarse el homicida que haya matado a alguno sin querer y le sirvan de refugio contra el vengador de la sangre.
4
El homicida huirá a una de estas ciudades, se detendrá a la puerta de la ciudad y expondrá su caso a los ancianos de ella; éstos le recibirán entre ellos en la ciudad y le darán habitación donde more con ellos.
5
Si el vengador de la sangre le persigue, no le entregarán en sus manos, porque sin querer mató a su prójimo, a quien de antes no odiaba.
6
El homicida quedará en la ciudad hasta que comparezca ante la asamblea para ser juzgado y hasta la muerte del sumo sacerdote que entonces lo sea. Luego se volverá y entrará en su ciudad y en su casa, en la ciudad de donde huyó.”
7
Señalaron, pues, a Cades en Galilea, en la montaña de Neftalí; a Siquem, en la montaña de Efraím, y a Quiriat Arbé, que es Hebrón, en la montaña de Judá.
8
Del otro lado del Jordán, a oriente de Jericó, designaron Bosor, en el desierto, en la llanura, ciudad de la tribu de Rubén; Ramot, en Galaad, de la tribu de Gad, y Golán, en Basán, de la tribu de Manasés.
9
Estas fueron las ciudades señaladas a todos los hijos de Israel y a los extranjeros que habitan en medio de ellos para que cualquiera que matase a alguno impensadamente pudiera refugiarse en ellas y no muriera a manos del vengador de la sangre antes de comparecer ante la asamblea.
   
Capítulo 21
Las ciudades levítícas
   
1
Los jefes de familia de los levitas se acercaron a Eleazar, sacerdote; a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de famiia de las tribus de los hijos de Israel,
2
y les hablaron en Silo, en tierra de Canán, diciendo: “Yavé mandó a Moisés que nos diese ciudades donde habitar, con sus campos para nuestros ganados.”
3
Los hijos de Israel dieron a los levitas, de sus heredades, según el mandato de Yavé, estas ciudades, con sus campos.
4
Salió la suerte para la familia de los caatitas, y los hijos del sacerdote Arón, de entre los levitas, obtuvieron por suerte tres ciudades de la tribu de Judá, de la de Simeón y de la de Benjamín;
5
los otros hijos de Caat obtuvieron por suerte diez ciudades de las familias de la tribu de Efraím, de la tribu de Dan y de la media tribu de Manasés.
6
Los hijos de Gersón obtuvieron por suerte trece ciudades, de las familias de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la media tribu de Manasés, en Basán.
7
Los hijos de Merarí, según sus familias, obtuvieron doce ciudades de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu de Zabulón.
8
Los hijos de Israel dieron por suerte a los hijos de Leví esas ciudades y sus contornos, como Yavé se lo había mandado a Moisés.
9
Dieron de la tribu de los hijos de Judá y de la tribu de los hijos de Simeón estas ciudades;
10
pues la suerte de los hijos de Arón, de la familia de Caat, de los hijos de Leví, fue la primera.
11
Diéronles, pues, en la montaña de Judá, la ciudad de Arbé, padre de Enac, que es Hebrón, con sus contornos;
12
pero los campos de esta ciudad y las ciudades de ella dependientes se las dieron a Caleb, hijo de Jefoné, en heredad.
13
Dieron a los hijos del sacerdote Arón la ciudad de refugio para los homicidas, Hebrón y su contorno, así como Libna y su contorno,
14
Jeter y su contorno, Estemo y su contorno,
15
Jelón y su contorno, Dabir y su contorno,
16
Asín, Juta, Betsames, con sus contornos; nueve ciudades de estas dos tribus.
17
De la tribu de Benjamín, Gabaón y su contorno, Gueba y su contorno,
18
Anatot y Almón y sus contornos; cuatro ciudades.
19
En todo, las ciudades de los sacerdotes, hijos de Arón, trece ciudades y sus contornos;
20
pero a las familias de los hijos de Caat, hijos de Leví, y a los otros hijos de Caat, les señaló la suerte ciudades de la tribu de Efraím.
21
Se les dio la ciudad de refugio para los homicidas, Siquem y su contorno, en la montaña de Efraím, y Gazer con su contorno;
22
Quisaím y Betorón, con sus contornos; cuatro ciudades.
23
De la tribu de Dan, Elteco, Guibetón,
24
Ayalón y Gat Rimmón, con sus contornos; cuatro ciudades.
25
De la media tribu de Manasés, Tanac, con su contorno, y Gat Rimmón, con sus contornos; dos ciudades.
26
En todo, diez ciudades con sus contornos para las familias de los otros hijos de Caat.
27
Se dio a los hijos de Gersón, de entre las familias de los hijos de Leví, de la media tribu de Manasés, la ciudad de refugio para los homicidas, Golán, en Basán, y su contorno, como también Bosra y su contorno; dos ciudades.
28
De la tribu de Isacar, Quisyón, Daberet,
29
Jaramut y En Ganim y sus contornos; cuatro ciudades.
30
De la tribu de Aser, Masal, Abdón,
31
Jelcat y Rejob, con sus contornos; cuatro ciudades.
32
De la tribu de Neftalí, la ciudad de refugio para los homicidas, Cades, en Galilea, con su contorno, como también Jamot, Dor y Cartan, con sus contornos; tres ciudades.
33
En todo, las ciudades de los gersonitas, según sus familias, trece ciudades con sus contornos.
34
A las familias de los hijos de Merarí, al resto de los hijos de Leví, en la tribu de Zabulón, Jocneam, Carta,
35
Damna y Nalol, con sus contornos; cuatro ciudades;
36
de la tribu de Rubén, Besor y Jasa, con sus contornos;
37
Quedemot y Mefat, con sus contornos; cuatro ciudades;
38
y de la tribu de Gad, la ciudad de refugio para los homicidas, Ramot, en Galaad, y su contorno, así como Majanaím,
39
Jesebón y Jazer, con sus contornos; cuatro ciudades.
40
En todo, las ciudades señaladas por la suerte a los hijos de Merarí, según sus familias, el resto de las familias de los hijos de Leví, doce ciudades.
41
Todas las ciudades de los hijos de Leví, en medio de las posesiones de los hijos de Israel, cuarenta y ocho ciudades y sus contornos.
42
Cada una de estas ciudades tenía en torno suyo un campo, y así para todas las ciudades.
43
Yavé dio a Israel toda la tierra que a sus padres había jurado darles, y se posesionaron de ella y se establecieron allí.
44
Yavé les concedió el descanso en torno suyo, como se lo había jurado a sus padres; ninguno de sus enemigos pudo resistirles, y Yavé los entregó a todos en sus manos.
45
Las buenas palabras que Yavé había dicho a la casa de Israel, todas se cumplieron.
   
Capítulo 22
Vuelta de las tribus orientales a sus territorios
   
1
Entonces llamó Josué a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés, y les dijo:
2
“Habéis guardado todo lo que os mandó Moisés, siervo de Yavé; habéis obedecido a mi voz en todo cuanto os he mandado.
3
No habéis abandonado a vuestros hermanos durante este largo espacio de tiempo, hasta hoy, y habéis observado fielmente el mandato de Yavé, vuestro Dios.
4
Ahora, pues, que Yavé, vuestro Dios, ha concedido a vuestros hermanos el descanso, como se lo había prometido, volveos y tornad a vuestras tiendas en la tierra que os pertenece, que Moisés, siervo de Yavé, os dio al otro lado del Jordán.
5
Pero tened gran cuidado de poner por obra los mandamientos y las leyes que Moisés, siervo de Dios, os ha prescrito, amando a Yavé, vuestro Dios; marchando por todos sus caminos, guardando sus mandamientos, apegándoos a él y sirviéndole con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.”
6
Josué los bendijo y los despidió, y ellos se fueron a sus tiendas.
7
Moisés había dado a una mitad de la tribu de Manasés un territorio en Basán, y Josué dio a la otra mitad un territorio en medio de sus hermanos del lado de acá del Jordán, a occidente. Al mandarles a sus tiendas, Josué los bendijo,
8
diciéndoles: “Volvéis a vuestras tiendas con grandes riquezas, rebaños muy numerosos y mucha plata, oro, bronce y hierro y vestidos; partid con vuestros hermanos los despojos de vuestros enemigos.”
9
Los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés, dejando en Silo a los hijos de Israel, en la tierra de Canán, se volvieron, para ir a la tierra de Galaad, que era la propiedad que habían recibido, como Yavé se lo mandó a Moisés.
10
Cuando llegaron a las regiones del Jordán que pertenecen a la tierra de Canán, los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés edificaron allí un altar en la ribera del Jordán, un altar muy grande.
11
Los hijos de Israel lo supieron cuando se les dijo: “Mirad que los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés han edificado un altar en los confines de la tierra de Canaán, en los distritos del Jordán, del lado de los hijos de Israel.”
12
Cuando los hijos de Israel lo supieron, se reunió en Silo toda la asamblea de los hijos de Israel para subir contra ellos y hacerles la guerra.
13
Los hijos de Israel mandaron a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés, en tierra de Galaad, a Fines, hijo del sacerdote Eleazar,
14
y con él a diez príncipes, un príncipe de casa por cada una de las tribus de Israel, todos jefes de casa patriarcal en medio de los millares de Israel.
15
Llegados a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a la medía tribu de Manasés, en tierra de Galaad, les hablaron, diciendo:
16
“Así habla toda la asamblea de Yavé: ¿Qué infidelidad es la que habéis cometido contra el Dios de Israel, apartándoos así de Yavé y edificándoos un altar, volviéndoos contra Yavé?
17
¿No os basta la maldad de Fogor, de que no nos hemos purificado todavía hasta hoy, a pesar de la plaga que afligió a la asamblea de Yavé,
18
para que os apartéis hoy vosotros de Yavé? Si hoy os volvéis contra Yavé, mañana se volverá la ira de Yavé contra toda la asamblea de Israel.
19
Si miráis como impuro el territorio que es vuestra propiedad, pasad a la tierra que es propiedad de Yavé, donde Yavé ha establecido su morada, y estableceos en medio de nosotros, pero no os volváis contra Yavé y contra nosotros, edificándoos un altar distinto del altar de Yavé, nuestro Dios.
20
Acán, hijo de Zaré, cometió la infidelidad cuanto a las cosas dadas al anatema, y la cólera de Yavé vino sobre toda la asamblea de Israel, y no fue él solo el que pereció por su crimen.”
21
Los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés respondieron así a los jefes de los millares de Israel:
22
“El Todopoderoso Dios, Yavé, sabe, y sabrá toda la asamblea de los hijos de Israel: Si ha sido por rebelión y por infidelidad contra Yavé, que no nos salve hoy.
23
Si hemos edificado un altar para apartarnos de Yavé, para ofrecer allí holocaustos y oblaciones y hacer sacrificios eucarísticos, que Yavé nos pida cuenta de ello.
24
Más bien hemos obrado por temor de que llegara algún día en que vuestros hijos dijeran a los nuestros: “¿Qué hay de común entre vosotros y Yavé, el Dios de Israel?
25
Yavé ha puesto el Jordán como frontera entre vosotros y nosotros, hijos de Rubén y de Gad; no tenéis parte alguna con Yavé.” De este modo, vuestros hijos serían causa de que los nuestros no temieran ya a Yavé.
26
Y nos dijimos: Pongámonos a edificar un altar, no para ofrecer holocaustos y sacrificios,
27
sino para que sea testimonio entre nosotros y vosotros, y nuestros descendientes después de nosotros, de que servimos a Yavé en su presencia, con nuestros holocaustos, nuestros sacrificios y nuestras víctimas pacíficas, para que vuestros hijos no digan un día a los nuestros: No tenéis parte en Yavé.
28
Nos dijimos: Si algún día llegaran a decirnos eso a nosotros y a nuestros descendientes, les responderíamos: Mirad la forma del altar que nuestros padres edificaron, no con el fin de que sirviera para holocaustos y sacrificios, sino para ser testimonio entre nosotros y vosotros.
29
¡Lejos de nosotros querer rebelarnos contra Yavé y apartarnos hoy de El alzando un altar para holocaustos, oblaciones y sacrificios distintos del altar de Yavé, nuestro Dios, que está ante su tabernáculo!”
30
El sacerdote Finés y los príncipes de la asamblea que le acompañaban, al oír las palabras de los hijos de Rubén, de los hijos de Gad y de la media tribu de Manasés, se dieron por satisfechos;
31
y Finés, hijo del sacerdote Eleazar, dijo a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a la media tribu de los hijos de Manasés: “Reconocemos ahora que está Yavé en medio de nosotros, puesto que no habéis cometido contra Yavé esa infidelidad, librando así de la mano de Yavé a los hijos de Israel.”
32
Finés, hijo del sacerdote Eleazar, y los príncipes dejaron a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés y se volvieron de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel, a los cuales hicieron relación.
33
La cosa agradó a los hijos de Israel; bendijeron a Dios y no hablaron más de subir armados contra ellos para devastar la tierra que habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad.
34

Los hijos de Rubén y los hijos de Gad llamaron al altar Ed (Testigo), porque es testimonio para nosotros de que Yavé es Dios.