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PARALIPÓMENOS
O CRÓNICAS
SEGUNDA
PARTE - HISTORIA
DE DAVID |
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Capítulo
10 Muerte
de Saúl |
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1 |
Los
filisteos dieron la batalla a Israel, y los hombres de Israel
huyeron ante los filisteos, y cayeron muchos muertos en el monte
de Gélboe. |
2 |
Los
filisteos persiguieron a Saúl y a sus hijos, y mataron a Jonatán,
Abinadab y Malquisúa, hijos de Saúl. |
3 |
El
peso de la batalla cargó sobre Saúl, y le descubrieron los arqueros,
de los que fue herido. |
4 |
Entonces
dijo Saúl a su escudero: “Desenvaína tu espada y traspásame
con ella, para que no vengan esos incircuncisos y me escarnezcan”;
pero su escudero no quiso por temor. Entonces tomo Saúl su espada
y se dejó caer sobre ella. |
5 |
El
escudero de Saúl, viéndole muerto, se echó también sobre su
espada y murió. |
6 |
Así
perecieron Saúl y sus tres hijos, pereciendo con ellos toda
su casa. |
7 |
Todos
los de Israel que estaban en el valle; viendo que habían huido
los hombres y que Saúl y sus hijos eran muertos, dejaron sus
ciudades para ponerse también en fuga; vinieron luego los filisteos
y se asentaron en ellas. |
8 |
Al
día siguiente vinieron los filisteos para despojar a los muertos,
y hallaron a Saúl y a sus hijos caídos en el monte de Gélboe.
|
9 |
Los
despojaron y se llevaron su cabeza y sus armas, e hicieron pregonar
las buenas noticias por toda la tierra de los filisteos, a sus
ídolos y al pueblo. |
10 |
Pusieron
las armas de Saúl en el templo de su dios, y colgaron su cabeza
en el templo de Dagón. |
11 |
En
Jabes Galaad, al saber lo que los filisteos habían hecho con
Saúl, |
12 |
se
levantaron todos los hombres útiles, y tomaron el cuerpo de
Saúl y los de sus hijos y los transportaron a Jabes, y allí
los sepultaron bajo la encina de Jabes, y ayunaron por siete
días. |
13 |
Murió
Saúl porque se había hecho culpable de infidelidad hacia Yavé,
cuyas palabras no guardó, y por haber preguntado y consultado
a los evocadores de los muertos. |
14 |
No
consultó a Yavé, quien le hizo morir, transfiriendo el reino
a David, hijo de Isaí. |
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Capítulo
11 David,
rey |
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1 |
Todo
Israel se congregó en torno a David en Hebrón, diciendo: “Mira:
tú eres hueso de nuestro hueso y carne de nuestra carne”. |
2 |
Ya
antes, aún reinando Saúl, eras tú el que sacabas y volvías a Israel;
Yavé, tu Dios, te ha dicho: “Tú apacentarás a mi pueblo Israel
y tú serás el jefe de mi pueblo Israel”. |
3 |
Así
todos los ancianos de Israel vinieron al rey, a Hebrón, y David
hizo con ellos alianza en Hebrón ante Yavé. Ungieron a David
por rey de Israel, según la palabra de Yavé pronunciada por
Samuel. |
4 |
Marchó
David con todo Israel contra Jerusalén, que es Jebús. Habitaban
allí los jebuseos; |
5 |
y
los de Jebús dijeron a David: “No entrarás tú aquí.” Pero David
se apoderó de la fortaleza de Sión, que es la ciudad de David. |
6 |
David
había dicho: “El que primero hiera al jebuseo será jefe y príncipe.”
Y fue el primero en subir Joab, hijo de Sarvia, y fue hecho jefe. |
7 |
David
se estableció en la fortaleza, que por esto se llamó la ciudad
de David. |
8 |
Edificó
la ciudad en derredor, desde el terraplén, y Joab reconstruyó
el resto de la ciudad. |
9 |
David
vino a ser de día en día más grande, y Yavé Sebaot estaba con
él. |
Los
laureados de David |
10 |
He
aquí los primeros de los valientes que siguieron a David y que
le ayudaron con todo Israel a asegurar su dominación y hacerle
rey de Israel según la palabra de Yavé.
|
11 |
He
aquí por sus nombres los valientes que siguieron a David. Jasobán,
hijo de Jacmoni, jefe de los treinta. Blandió su lanza contra
trescientos hombres, que derrotó de una vez. |
12 |
Después
de él, Eleazar, hijo de Dodó, ajojita, otro de los tres. |
13 |
Estaba
éste con David en Pas Damim, donde los filisteos se habían reunido
para la lucha; había allí una haza de cebada, y huyendo ya el
pueblo ante los filisteos,
|
14 |
se
puso en medio de la haza y la defendió, derrotando a los filisteos
y otorgando así Yavé una gran victoria. |
15 |
Tres
de los treinta bajaron a donde estaba David, a la roca de la
caverna de Odulam, cuando estaban acampados los filisteos en
el valle de Refaím. |
16 |
Estaba
David en la fortaleza y los filisteos tenían una guarnición
en Belén. |
17 |
Se
le antojó a David decir: “¡Quién me diera poder beber agua de
la cisterna que está a la puerta de Belén!”. |
19 |
Y
entonces los tres, pasando a través del campamento de los filisteos,
recogieron agua de la cisterna que hay a la puerta de Belén,
y, llevándola, se la presentaron a David; pero David se negó
a beberla y la derramó en libación ante Yavé, |
19 |
diciendo:
“Líbreme Dios de hacer tal cosa. ¿Voy a beber yo la sangre de
estos hombres, que a riesgo de su vida han ido allá?” Porque
era ciertamente con riesgo de la vida como la habían traído,
y no quiso beberla. Esto hicieron los tres valientes. |
20 |
Abisaí,
hermano de Joab, era jefe de los treinta. Blandió su lanza contra
trescientos, que mató, y tuvo renombre entre los treinta, |
21 |
y
era el más considerado entre los treinta, llegando a ser jefe
de ellos, pero no llegaba a igualarse con los tres. |
22 |
Benaya,
hijo de Joyada, hombre de mucho valor y célebre por sus hazañas,
de Cabsiel, mató a dos valientes de Moab, y un día de nieve,
bajando a una cisterna, mató a un león. |
23 |
Mató
también a un egipcio que tenía cinco codos de estatura, y cuya
lanza era como un enjullo de tejedor. Bajó contra él con un
palo y le arrancó de la mano la lanza, con la que le mató. |
24 |
Esto
hizo Benaya, hijo de Joyada, que tuvo gran renombre entre los
treinta. |
25 |
Fue
muy considerado entre los treinta, pero no llegaba a los tres
primeros; David le puso al frente de su guardia. |
26 |
Los
valientes del ejército: Azael, hermano de Joab; Elcana, hijo
de Dodó, de Belén; |
27 |
Samot,
de Haror, y Eles, pelonita; |
28 |
Ira,
hijo de Iques, tecuita; Abiezer, de Anatot; |
29 |
Subcai
de Jusá; Ilai, ajusita; |
30 |
Maharai,
netofatita; Jeled, hijo de Baña, netofatita; |
31 |
Itai,
hijo de Ribai, de Guebá, de los hijos de Benjamín; Banayas,
de Piratón; |
32 |
Jurai,
de los valles de Gas; Abiel, arbatita; |
33 |
Azmavet,
bajarumita; Eliajba, salbonita; |
34 |
Jasem,
agunita; Jonatán, hijo de Sague, de Haror; |
35 |
Ajiam,
hijo de Sacar, de Haror; Elifal, hijo de Ur; |
36 |
Efer,
de Mequera; Ajiya, de Palón; |
37 |
Jesro,
del Carmel; Narai, hijo de Esbaí; |
38 |
Joel,
hermano de Natán; Mibjar, hijo de Hagri; |
39 |
Selec,
amonita; Najrai, de Berot, escudero de Joab, hijo de Sarvia;
|
40 |
Ira,
de Jeted; Garet, de Jeter; |
41 |
Urías,
jeteo; Zabad, hijo de Ajlai; |
42 |
Adina,
hijo de Siza, rubenita, jefe de los rubenitas, y treinta con
él; |
43 |
Janán,
hijo de Maacá; Josafat el mitnita; |
44 |
Ozías,
de Astarot; Sarna y Yeiel, hijos de Jotam, de Aroer; |
45 |
Jediael,
hijo de Simri; Joja, su hermano, tisaíta; |
46 |
Eliel, de Majavim; Jeribaí y Josavía, hijos de Elnaam; Jitma,
moabita; |
47 |
Eliel,
Obed y Joasiel, de Mesobia. |
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Capítulo
12
Guerreros que se unieron a David ya en tiempos de Saúl |
|
1 |
Estos
son los que vinieron a unirse a David en Siceleg, cuando estaba
alejado de Saúl, hijo de Quis, y fueron parte de los valientes
que le prestaron su ayuda durante la guerra. |
2 |
Eran
arqueros y tiraban piedras lo mismo con la mano derecha que
con la izquierda, y disparaban flechas con el arco. Eran de
Benjamín, del número de los hermanos de Saúl. |
3 |
Los
jefes eran Ajiezar y Joás, hijo de Sema, de Guebá; Jeriel y
Pelet, hijos de Azmavet; Beraca; Jehú, de Anatot; |
4 |
Jismaeya,
de Gabaón, valiente entre los treinta y jefe de los treinta;
Jeremías, Jajaziel, Jojanán, Jozabad, de Gueder; |
5 |
Eluzai,
Jerimot, Bealia, Semarías, Sefatías, de Jarif; |
6 |
Elcana, Jissiyahu, Azazel, Joezer y Jesobam, descendientes de
Coré; |
7 |
Joela
y Zebadías, hijos de Jerojam, de Guedor. |
8 |
También
entre los gaditas fueron hombres valientes a unirse a David,
en la fortaleza del desierto, soldados diestros en la guerra,
armados de escudo y lanza, semejantes a leones y ligeros como
cabras monteses. |
9 |
Ezer,
el jefe; Abdías, el segundo; Eliab, el tercero; |
10 |
Mismana,
el cuarto; Jeremías, el quinto; |
11 |
Ataí
el sexto; Eliel, el séptimo; |
12 |
Jojanán,
el octavo; Elzabad, el noveno; |
13 |
Jeremías,
el décimo; Macbanai, el undécimo. |
14 |
Eran
hijos de Gad, jefes del ejército. Uno solo, el menor de todos,
valía por ciento; el mayor, por mil. |
15 |
Estos
fueron los que pasaron el Jordán en el mes primero, cuando se
desbordaba por todas sus márgenes, y pusieron en fuga a todos
los habitantes de los valles, a oriente y a occidente. |
16 |
Hubo
también de entre los hijos de Benjamín y de Judá quienes se
unieron a David en la fortaleza. |
17 |
David
les salió al encuentro y les dijo: “Si venís a mí con buenas
intenciones, para ayudarme, mi corazón se apegará a vosotros;
pero si es para engañarme en provecho de mis enemigos, estando
mis manos limpias de iniquidad, véalo el Dios de nuestros padres
y que El os lo demande”. |
18 |
Entonces
se revistió del espíritu Amasai, que era el jefe de los treinta,
y exclamó: “A ti y a tu pueblo, hijo de Isaí, paz. Paz, paz
a ti y paz a cuantos te ayudan, pues te ayuda tu Dios.” David
los recibió y los hizo jefes de bandas. |
19 |
También
de los hijos de Manasés vinieron a unirse a David cuando vino
con los filisteos a la batalla contra Saúl, aunque no combatió,
porque los príncipes de los filisteos, habido consejo, le despidieron
diciendo: “Se pasaría a Saúl, con peligro de nuestras cabezas”. |
20 |
Cuando
se fue a Siceleg, éstos fueron los que de Manasés se le unieron:
Adná, Jozabad, Jediael, Micael, Jozabad, Eliú y Siltai, jefes
de millares de Manasés. |
21 |
Ayudaron
a David contra las bandas de ladrones, pues eran todos hombres
valerosos y vinieron a ser jefes del ejército. |
22 |
De
día en día llegaban gentes a unirse a David, hasta que vino
a tener un gran ejército, como un ejército de Dios. |
Guerreros
de las doce tribus que vinieron a Hebrón para hacer rey a David |
23 |
He
aquí el número de hombres de guerra que armados vinieron a David,
a Hebrón, para transferirle el reino de Saúl, según el mandato
de Yavé: |
24 |
Hijos
de Judá armados de escudo y lanza, seis mil ochocientos hombres
de guerra. |
25 |
De
los hijos de Simeón, hombres valerosos para la guerra, siete
mil cien. |
26 |
De
los hijos de Leví, cuatro mil seiscientos; |
27 |
y
Joyada, príncipe de Arón, y con él tres mil setecientos; |
28 |
y
Sadoc, joven valeroso, con veintidós de los principales de la
casa de su padre. |
29 |
De
los hijos de Benjamín, hermano de Saúl, tres mil, pues hasta
entonces la mayor parte de ellos habían permanecido fieles a
la casa de Saúl. |
30 |
De
los hijos de Efraím, veinte mil ochocientos hombres valientes,
gentes de renombre, según las casas de sus padres. |
31 |
De
la media tribu de Manasés, dieciocho mil, que fueron nominalmente
designados para ir a proclamar rey a David. |
32 |
De
los hijos de Isacar, expertos en conocer los tiempos para saber
lo que se debía hacer en Israel, doscientos de entre sus jefes,
con todos sus hermanos bajo sus órdenes.
|
33 |
De
Zabulón, cincuenta mil, en estado de tomar las armas y provistos
de toda clase de armas para el combate, prestos a librar batalla
con ánimo resuelto. |
34 |
De
Neftalí, mil jefes, y con ellos treinta y siete mil soldados,
que llevaban escudo y lanza. |
35 |
De
Dan, armados para la guerra, veintiocho mil seiscientos. |
36 |
De
Aser, hombres de guerra prestos para el combate, cuarenta mil.
|
37 |
Y
del otro lado del Jordán, de los rubenitas, gaditas y de la
media tribu de Manasés, ciento veinte mil armados de todas armas. |
38 |
Todos
estos hombres, gente de guerra, prestos para el combate, llegaron
a Hebrón con leal corazón para hacer a David rey de todo Israel,
y todo el resto de Israel estaba igualmente unánime en querer
a David por rey. |
39 |
Estuvieron
allí tres días con David, comiendo y bebiendo, pues sus hermanos
los habían provisto de víveres, |
40 |
y
aun los que habitaban cerca, hasta Isacar y Zabulón y Neftalí,
trajeron, en asnos, camellos, mulos y bueyes, pan, harina, masa
de higos y pasas, vino, aceite, bueyes y ovejas en abundancia,
porque Israel estaba en alegría. |
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Capítulo
13
El arca, depositada por David en la casa de Obededom |
|
1 |
Tuvo
David consejo con los jefes de millares y de centenas, con todos
los príncipes, |
2 |
y
dijo a toda la asamblea de Israel: “Si os parece bien, y que
la cosa viene de Yavé, nuestro Dios, vamos a mandar a todas
partes a nuestros hermanos que están por todo Israel, a los
sacerdotes y a los levitas que habitan en las ciudades, para
que vengan a reunirse con nosotros, |
3 |
y
traigamos el arca de nuestro Dios, pues no nos hemos cuidado
de ella en los tiempos de Saúl”. |
4 |
Toda la asamblea resolvió hacer así, pues la cosa pareció conveniente
a todo el pueblo. |
5 |
Reunió,
pues, David a Israel en pleno, desde Sijor de Egipto hasta la
entrada de Jamat, para traer de Quiriat-Yearim el arca de Dios;
|
6 |
y
subió David con todo Israel a Baalá o Quiriat-Yearim, que está
en Judá, para hacer subir de allí el arca de Dios, Yavé, que
se sienta entre los querubines, en la que se invoca su nombre.
|
7 |
Pusieron
el arca de Dios sobre un carro nuevo y la llevaron de la casa
de Abinadab. Conducían el carro Uza y Ajio.
|
8 |
David
y todo Israel danzaban delante de Dios con todas sus fuerzas
y cantaban y tocaban arpas, salterios y tímpanos, címbalos y
trompetas. |
9 |
Cuando
llegaron a la era de Cidón, Uza tendió la mano para coger el
arca, porque los bueyes recalcitraban; |
10 |
se
encendió la cólera de Yavé contra Uza, y Yavé le hirió por haber
tendido la mano sobre el arca. Uza murió allí ante Dios. |
11 |
David
se irritó porque había aniquilado Yavé a Uza;, y aquel lugar
se llamó hasta hoy Peres-Uza. |
12 |
David
entonces empezó a sentir temor de Dios, diciendo: “¿Cómo voy
a traer a mí el arca de Dios?”.
|
13 |
Y
no llevó el arca de Dios con él a la ciudad de David, sino que
la hizo llevar a la casa de Obededom, de Gat. |
14 |
Y
permaneció el arca de Dios en la casa de Obededom tres meses;
por lo que Yavé bendijo la casa de Obededom y cuanto tenía. |
|
|
Capítulo
14
Victoria de David sobre los filisteos |
|
1 |
Hiram,
rey de Tiro, mandó embaj adores a David, y le proporcionó madera
de cedro, canteros y carpinteros para que edificaran su casa. |
2 |
Conoció
David que Yavé afirmaba su dominio sobre Israel y que ensalzaba
su reino por amor de Israel, su pueblo. |
3 |
David
tomó entonces mujeres en Jerusalén, y tuvo hijos e hijas.
|
4 |
Los
nombres de los que le nacieron en Jerusalén son: Samúa, Sobab,
Natán, Salomón,
|
5 |
Jibjar,
Elisúa, Elifelet, |
6 |
Noga,
Nefeg, Jafia, |
7 |
Elisama,
Beeliada y Elifelet. |
8 |
Cuando
los filisteos supieron que David había sido ungido rey de todo
Israel, subieron todos en busca suya, y David, que lo supo,
les salió al paso. |
9 |
Llegaron
los filisteos y se desparramaron por el valle de Refaím. |
10 |
David
consultó a Dios, preguntando: “¿Subiré contra los filisteos
y los entregarás en mis manos?” Y Yavé le dijo: “Sube, y los
entregaré en tus manos”. |
11 |
Subieron
ellos a Baal Perasim, donde David los derrotó. Luego dijo: “Dios
ha dispersado por mi mano a mis enemigos, como rotura de aguas
que se derraman.” Por eso se dio a aquel lugar el nombre de
Baal Perasim. |
12 |
Se
dejaron allí sus dioses, que por orden de David fueron quemados
en el fuego. |
13 |
Los
filisteos invadieron de nuevo el valle, |
14 |
y
David consultó de nuevo a Dios, y Dios le dijo: “No subas contra
ellos. Rodéalos y échate sobre ellos desde delante de las balsameras. |
15 |
Cuando
por las cimas de las balsameras oigas un estruendo, sal luego
y atácalos, que irá Dios delante de ti para derrotar el campo
de los filisteos”. |
16 |
Hizo
David como Dios le mandara, y derrotó a los filisteos desde
Gabaón hasta Guezer. |
17 |
La fama de David se extendía por todas aquellas tierras, y puso
Yavé sobre todas las gentes el temor de David. |
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|
Capítulo
15
Traslado del arca a Jerusalén |
|
1 |
David
hizo casa para sí en la ciudad de David y preparó un lugar para
el arca de Dios, alzando para ella una tienda. |
2 |
Entonces
se dijo: “El arca de Dios no debe ser transportada sino por
los levitas, porque son los que eligió Yavé para trasladarla
y para hacer su servicio por siempre”. |
3 |
Reunió,
pues, David a todo Israel en Jerusalén para subir el arca de Yavé
al lugar que le había dispuesto. |
4 |
Reunió
a los hijos de Arón y a los levitas. |
5 |
De
los hijos de Caat, a Uriel, el jefe, y sus hermanos, ciento veinte; |
6 |
de
los hijos de Merarí, Asaya, jefe, y sus hermanos, doscientos veinte; |
7 |
de
los hijos de Gersón, Joel, jefe, y sus hermanos, doscientos; |
8 |
de
los hijos de Elisafán, Semeya, jefe, y sus hermanos, doscientos; |
9 |
de
los hijos de Hebrón, Eliel, jefe, y sus hermanos, ochenta; |
10 |
de
los hijos de Uz6iel, Aminadab, jefe, y sus hermanos, ciento doce.
|
11 |
David
llamó a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, y a los levitas Uriel,
Asaya, Joel, Semeya, Eliel y Aminadab, |
12 |
y
les dijo: “Vosotros sois los jefes de familia de los levitas;
santifícaos vosotros y vuestros hermanos para subir el arca
de Yavé, del Dios de Israel, al lugar que yo le he preparado.
|
13 |
Por
no estar vosotros allí la primera vez, Yavé, nuestro Dios, nos
castigó, porque no fuimos a buscarle según la ley.” |
14 |
Santificáronse
los sacerdotes y los levitas para subir el arca de Yavé, Dios
de Israel. |
15 |
Los
hijos de los levitas llevaban el arca de Dios en hombros, con
sus barras, como lo había ordenado Moisés, según el mandato de
Yavé. |
16 |
David
mandó a los jefes de los levitas que dispusieran a sus hermanos
los cantores, que hiciesen resonar los instrumentos musicales,
arpas, salterios y címbalos, en señal de regocijo; |
17 |
y
los levitas designaron a Hemán, hijo de Joel, y de entre sus hermanos,
a Asaf, hijo de Baraquías, y de entre los hijos de Merarí, sus
hermanos, a Etán, hijo de Cusaya;
|
18 |
después,
con ellos, sus hermanos de segundo orden: Zacarías, Uziel, Semiramot,
Jejiel, Uni, Eliab, Banayas, Maaseyas, Matatías, Elifele, Micneyas,
Obededom y Jeiel, porteros. |
19 |
Los
cantores Hemán, Asaf y Etán llevaban címbalos de bronce para hacerlos
resonar; |
20 |
Zacarías,
Uziel, Semiramot, Jejiel, Uni, Eliab, Maaseyas y Benaya llevaban
salterios templados para voces de vírgenes; |
21 |
y
Matatías, Elifele, Micneyas, Obededom, Jeiel y Azazías, con
cítaras acordadas a la octava, para dirigir el canto; |
22 |
y
Quenanías, jefe de los levitas, dirigía el canto, pues tenía
mucho conocimiento de él. |
23 |
Beraquías
y Elcana eran los porteros del arca; |
24 |
y
Sebanías, Josafat, Natanael, Amasí, Zacarías, Benayas y Eliezer,
sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios.
Obededom y Jijías eran también porteros del arca. |
25 |
David,
pues, los ancianos de Israel y los jefes de millares, fueron
a traer el arca de la alianza de Yavé desde la casa de Obededom,
con gran alegría. |
26 |
Y
por haber asistido Dios a los levitas que llevaban el arca de
la alianza de Yavé, se sacrificaron siete novillos y siete carneros. |
27 |
David
iba vestido de un manto de biso, lo mismo que todos los levitas
que llevaban el arca, los cantores y Quenanías, jefe de la música
entre los cantores. Llevaba David también sobre sí el efod de
lino. |
28 |
De
esta manera llevó todo Israel el arca de la alianza de Yavé
entre gritos de júbilo, al son de las bocinas, las trompetas,
los címbalos, los salterios y las cítaras. |
29 |
Cuando
el arca de la alianza de Yavé llegó a la ciudad de David, Micol,
hija de Saúl, mirando por una ventana, vio al rey David saltando
y bailando delante del arca, y le menospreció en su corazón. |
|
|
Capítulo
16 El
arca en el tabernáculo |
|
1 |
Traída
el arca de Dios, pusiéronla en medio de la tienda que David
había alzado para ella, y ofrecieron ante Dios holocaustos y
sacrificios eucarísticos. |
2 |
Cuando
hubo acabado David de ofrecer los holocaustos y los sacrificios
eucarísticos, bendijo al pueblo en nombre de Yavé, |
3 |
y
distribuyó a todo Israel, hombres y mujeres, a cada uno una
porción de pan, de carne y de uvas pasas. |
4 |
Puso
levitas al servicio del arca de Yavé, para que invocaran, alabaran
y ensalzaran a Yavé, Dios de Israel. |
5 |
Fueron:
Asaf, el jefe; Zacarías, el segundo después de él; Uziel, Semirarnot,
Jejiel, Matatías, Eliab, Benaya,
Obededom y Jejiel, con instrumentos, salterios y cítaras; y
Asaf era el que hacía sonar los címbalos. |
6 |
Los sacerdotes Benaya y Yajaziel tocaban continuamente las trompetas
delante del arca de la alianza de Dios. |
7 |
Aquel
día dio David a Asaf y a sus hermanos por primera vez, para
cantar las alabanzas de Yavé, este canto: |
|
Cántico |
8 |
“Alabad
a Yavé, invocad su nombre, pregonad a los pueblos sus hazañas. |
9 |
Cantadle,
cantad salmos en su honor, cantad todos sus portentos. |
10 |
Gloriaos
en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan a Yavé.
|
11 |
Buscad
a Yavé y fortaléceos, buscad siempre su rostro. |
12 |
Recordad
cuántas maravillas ha obrado, sus prodigios, los juicios de su
boca. |
13 |
Descendientes
de Israel, su siervo; hijos de Jacob, su elegido. |
14 |
Es
Yavé nuestro Dios. Por la tierra toda prevalecen sus juicios.
|
15 |
Acordaos
siempre de su alianza, de lo que ha mandado a mil generaciones,
|
16 |
de
lo que pactó con Abraham, de lo que juró a Isaac, |
17 |
de
lo que firmemente estableció con Jacob y con Israel como pacto
eterno, |
18 |
diciendo:
"A ti te daré la tierra de Canaán como porción de vuestra heredad". |
19 |
Eran
entonces poco numerosos, poco numerosos y extranjeros en ella.
|
20 |
Iban
de una gente a otra gente y de un reino a otro pueblo. |
21 |
Pero
no consintió que nadie los oprimiese, y por causa de ellos castigó
a reyes. |
22 |
"No
toquéis a mis ungidos, no hagáis mal a mis profetas". |
23 |
Cantad
a Yavé, habitantes todos de la tierra; pregonad uno y otro día
su salvación, |
24 |
publicad
entre las gentes su gloria, sus maravillas a los pueblos todos. |
25 |
Porque
Yavé es grande, digno de toda alabanza, temible sobre todos los
dioses. |
26 |
Porque
los dioses de las gentes son ídolos, pero Yavé es el hacedor de
los cielos. |
27 |
Majestad
y magnificencia sean ante El, fortaleza y belleza en su morada. |
28 |
Dad
a Yavé, ¡oh familias de los pueblos!, dad a Yavé la gloria y el
poder. |
29 |
Dad
gloria al nombre de Yavé, traed ofrendas y entrad en sus atrios,
adorad a Yavé en ornamentos santos. |
30 |
Temblad
ante El todos los de la tierra; El afirmó el orbe, y no vacila. |
31 |
Alégrense
los cielos y regocíjese la tierra, pregónese entre las gentes:Yavé
reina. |
32 |
Truene
el mar con cuanto lo llena, salte de gozo el campo y cuanto hay
en él. |
33 |
Den
gritos de júbilo los árboles de las selvas ante Yavé, pues viene
para juzgar a la tierra. |
34 |
Dad
gracias a Yavé, que es bueno y es eterna su misericordia.
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35 |
Decid:
sálvanos, ¡oh Dios!, salud nuestra; reúnenos y líbranos de las
gentes para que confesemos tu santo nombre y nos gloriemos alabándote. |
36 |
Bendito
Yavé, Dios de Israel, por eternidad de eternidades". Y diga
todo el pueblo: "Amén. Alabad a Yavé.” |
37 |
David
dejó allí, delante del arca de la alianza de Yavé, a Asaf y a
sus hermanos, para que constantemente ministrasen delante del
arca, cada cosa a su tiempo, |
38 |
y
a Obededom y a sus hermanos en número de sesenta y ocho; y a Obededom,
hijo de Jedutún, y a Josá como porteros. |
39 |
Asimismo
a Sadoc y a sus hermanos, sacerdotes, ante el tabernáculo de Yavé,
en la altura de Gabaón. |
40 |
Para
que allí ofreciesen continuamente, mañana y tarde, a Yavé holocaustos
y cumpliesen cuanto está escrito en la Ley de Yavé, dada por Yavé
a Israel. |
41 |
Con
ellos estaban Hemán y Jedutún y los otros que nominalmente habían
sido designados para alabar a Yavé: “Porque su misericordia es
eterna”. |
42 |
Estaban
Hemán y Jedutún con ellos, y las trompetas y los címbalos para
los que los tocaban, y los instrumentos para los cantos en honor
de Dios. Los hijos de Jedutún eran los porteros. |
43 |
Todo el pueblo se fue luego cada uno a su casa, y David se volvió
a bendecir a la suya.
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