LA
JHISTORIA DE LOS PAPAS
CONCLUSION:
El futuro del Papado
Reconozco y confieso que nacido en la Ignorancia de la Historia de los Papas,
y formado en el Conocimiento de todas las cosas respecto a
la Creación y la Salvación, cuando Dios quiso que le tocara
a la Historia de los Papas formar parte de mi estudio, mi
espíritu se sintió enfermo delante de semejante sucesión de
criminales, desde el siglo IX al siglo XVI excusando sus crímenes
en el nombre de Dios y de la Iglesia Católica ... ante un
Colegio Universal de Obispos cediendo la Doctrina de Cristo
bajo la presión demencial de una Escuela de Asesinos cuya
meta era la Transformación del Templo de Cristo en una Nueva
Versión del Templo de Jerusalén, Piedra Fundacional de una
Teocracia con la que aquel obispado romano esperaba hacer
del Reino de Dios las minas de oro del rey Salomón.
Mas viendo Dios mi estado de espíritu me mostró los fundamentos del trono
de Satán, la Necesidad de la Liberación del Diablo en el Año
Mil d.C. y el trabajo preparatorio que la Muerte efectuó en
los siglos precedentes a esa Liberación con el fin de ocasionar
la División de las iglesias como preámbulo futuro hacia la
Guerra Mundial Total, que habría de tener lugar en el Siglo
XX.
Dios quiso mostrarle a toda su Creación que la Libertad, siendo sagrada, implica
la Responsabilidad Individual sobre los Actos Propios, y que
fue haciendo uso de la Libertad que una parte de sus hijos
se rebeló contra su Reino, y habiéndolos corregido, aún así
y a pesar de, eligieron el Destierro de la Creación de Dios
a vivir bajo la Ley de la Paz.
Estructurada la Iglesia bajo la Jefatura Colegial del Obispo de Roma, siendo
éste en el Cuerpo de Cristo la Mano que lleva la Alianza de
la Esposa, era solo natural que la Muerte y el Diablo centraran
su ataque contra la Iglesia Romana a fin de, destruyéndola,
no pudiendo presentar la Iglesia Católica en su Mano la Alianza
del Matrimonio Sempiterno que la une a su Señor, la Unidad
del Cristianismo quedase rota, y así la Palabra de Dios hiciese
caer su Ley sobre su Reino en la Tierra a la manera que ya
lo hiciera sobre Adán y su reino.
Mediante la Liberación del Diablo, y porque el Destierro es ad eternum, quiso
Dios mostrar a su Creación entera que la elección de los Rebeldes
contra la Corona Universal de su Hijo Unigénito era ad infinitum,
ya que de no haberlo sido hubieran podido implorar misericordia
una vez liberados, y no hacer todo lo que han hecho.
Conociendo Dios la naturaleza ad infinitum de la Rebelión contra la Corona
Universal de su Primogénito, que se manifestó en la Cruz,
nos anunció la División de las iglesias y manifestó las Tentaciones
a que sería sometida la iglesia romana en las negaciones del
que fuera su primer Obispo. ¡Y cómo hubieran podido los Obispos
no sucumbir a la división, y los obispos romanos a las Negaciones
cuando, vigente la Ley del Silencio bajo la que viviera Cristo,
todos quedaron a merced de la Muerte y el Diablo! ¿Habla acaso
Dios en vano?
La Ignorancia determinó la Caída de Adán; la Ignorancia determinó la Caida
en el Anticristianismo de los Judíos; la Ignorancia determinó
la división de las iglesias durante la Noche de los Obispos.
Ahora bien, Dios determinó un tiempo para el Diablo, de aqui
que hablara de una Noche de los Obispos en la Parábola de
la Siembra del Maligno.
La cuestión que viene a luz es la siguiente: ¿Por qué conociendo Dios que
la Rebelión era ad infinitum no determinó ejecutar la Sentencia
contra los Rebeldes sellada durante el Primer Juicio, determinando
en su lugar Mil años de Prisión y luego Mil años de Libertad
en la Tierra?
La respuesta es vital. Porque condenados ya al destierro Eterno de su Creación,
quiso Dios servirse de la Maldad de los Condenados para acelerar
el Proceso de Destrucción implícito en la Sentencia contra
Adán. Es decir, teniendo la Ley contra la Ciencia del bien
y del mal su origen en el efecto final al que conduce, a saber,
la destrucción total y absoluta de la faz del universo de
todo Mundo sujeto a sus presupuestos, efecto al que encadenó
Adán a nuestro mundo, y siéndole gravoso al mismo Dios la
visión de este Proceso, quiso acelerar el movimiento mediante
la Liberación de quien ya estaba, para El, muerto. La División
de las iglesias, en efecto, provocaría en el seno de la Civilización
la fractura esquizoide que engendraría en sus entrañas a los
Gog y Magog del Siglo XX.
Mas una vez pasado este efecto el Señor se levantaría para Unificar lo que
su Enemigo dividiera, para que por la Fe el mundo pueda "creer
sin ver", es decir: por el Conocimiento de la Sabiduría creer
en la Bondad de la Sentencia contra la Ciencia del bien y
del mal, determinando la Fe la No-Necesidad de la Destrucción
de nuestro Mundo como garantía de la Verdad en la Raiz de
la Sabiduría de Dios.
¿El Futuro del Papado? Se entiende que la Esposa de Cristo, es decir, la Iglesia
Católica, es Soberana, y pretender erradicar el obispado romano
del Cuerpo de Cristo, es decir, la Mano que porta la Alianza
del Señor, es pura demencia, ¿pues quién se atreverá a tocar
a la Esposa del Señor y no sufrir las consecuencias? Ahora
bien, se ve que el comportamiento anticristiano del obispado
romano durante el Segundo Milenio y los siglos finales del
Primero procedió de, en base a ser la Mano que porta la Alianza
del Señor, querer someter el Cuerpo Apostólico Universal de
Cristo a su Voluntad, esclavizando de esta manera a la Esposa
del Señor a los intereses materiales de un obispado metropolitano.
Sin embargo la Esposa obedece exclusivamente a su Señor, y siendo todo obispo
Siervo del Señor, se sobreentiende que la Esposa es servida
por los Siervos de su Esposo pero jamás puede ser sometida
por un siervo de su Señor sin cometer Infidelidad y Rebelión
contra su Esposo, quien es Soberano sobre todas las iglesias,
lo mismo sobre las de Europa que sobre las de las Américas,
sobre la de Asia que sobre las de Africa y Australia, y con
su Poder sujeta a todos los Obispos a su Voluntad y Obediencia
de forma personal y sempiterna. Pero si la Iglesia Católica,
es decir, el Colegio de todos los Obispos de las iglesias
que componen el Cuerpo del Señor Jesús en la Tierra, está
sujeta, bajo Anatema, a la Voluntad de un Siervo de Cristo,
el Señorío de Dios Hijo Unigénito - bajo el subterfugio de
que es Invisible- queda abolido, y es elevado a la Divinidad
- en razón de su Visibilidad- dicho Siervo, de donde se comprende
que desde ese momento queda roto el Contrato con dicho Siervo,
y el Señor debe actuar de acuerdo a la Ley de su Dios, a saber:
"Mejor te es que te saques un ojo a que tu cuerpo entero perezca,
o que pierdas un brazo a que todo tu Cuerpo sea arrojado al
fuego". Porque, en efecto, el Señor tiene el Poder de hacer
que el Cuerpo se regenere una vez amputado el miembro maligno,
a la manera que se reemplaza un siervo malo por otro bueno
y, para evitar que el nuevo caiga en la misma trampa, el Nuevo
Siervo es alejado de todos los poderes bajo cuyo peso el Antiguo
fuera inducido a su propia condenación.
El Futuro del Papado depende, pues, de la Obediencia al Señor de todas las
iglesias; si el obispo romano sujeta la Voluntad de Dios a
la suya, condicionando que todo el mundo doble las rodillas
ante su trono, bajo subterfugio reclamando para sí lo que
solo se le debe a Dios, el que tenga que perecer que perezca,
pues el Señor es el Brazo de Dios y, como la Naturaleza obedece
las Leyes de la Creación, igualmente el Señor obedece la Ley
de Dios, que no conoce acepción. Por cada nación que se pierda
por una "obediencia sujeta a condiciones" o "a rebelión abierta"
contra la Voluntad Presente de Dios, cada siervo de Cristo
que obrare interponiéndose entre el Señor y el Hombre pagará
con su alma. Ante la Ley de Dios no hay siervo ni hijo, todo
el que peca, por su pecado es juzgado.
¿Pues cómo puede ser Invisible Cristo para el que cree? Pero el que no lo
ve, ése es el ciego. ¿Y un ciego que guía a otro ciego: no
tropezarán ambos en la misma piedra? ¿Cómo entonces puede
haber una Cabeza Invisible y otra Visible sino porque quien
asi lo afirma no ve a Cristo? ¿Quién tiene el Poder de hacer
santos sino solo Dios por su Palabra? ¿Habiéndonos dado Dios
por Rey Único y Universal a su Hijo Jesucristo bajo qué tipo
de sabiduría se puede someter al Cristiano a un rey humano
y no declararse en rebelión abierta contra Dios?
El Futuro del Papado dependerá de las respuestas del obispado romano a estas
cuestiones.
CR Y&S