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LOS DIARIOS DEL SILENCIO
Entre la Vida y la Muerte existe una única palabra:VICTORIA
TERCERA PARTE EL DIARIO DELA TERCERA GUERRA MUNDIAL
12 / 23 / 34
El Autor del Génesis
escribió su Obra unos 3.5000 años después del relato determinante de la
estructura del mundo que vivieron sus primeros lectores. El
Autor escribe perfectamente consciente de que la Inteligencia de su
Obra no será alcanzada sino 3.500 años después de
cerrar su Génesis. El Diluvio transformó la Memoria de los
supervivientes en leyenda y mitos, y la religión de sus padres en sistemas
idolátricos basados en el sacrificio humano, sistema religioso que se instaló
en todos los continentes, abriéndole la puerta al canibalismo.
El Relato del Edén es
directo en su contenido. Dios se declara responsable del Acontecimiento de la
Caída del Mundo de su hijo Adán. Cuando llama a Satán, uno de los hijos de Dios
invitados a participar en la Formación del Hombre, “la serpiente, la más astuta de
cuantas bestias del campo hiciera Yavé Dios”, desde el momento que el Autor
asume que “la hiciera Yavé Dios”, es Dios en Persona, y ante su
Creación entera, quien se declara responsable de “esa bestia del campo”. La Ley
sobre una bestia que acornea y vuelve a acornear – para emplear Sus propias
palabras en su Libro de leyes – es la muerte de la bestia y una pena de
Redención, a pagar por su dueño, por los daños causados.
El Conocimiento de Yavé Dios sobre la posibilidad
de una Desobediencia a la Formación del reino de Adán a la imagen y semejanza
de los reinos de sus hermanos, todos las coronas sometidas a la Corona de su
Hijo Jesús, Rey de reyes y Señor de señores; la Posibilidad de una
Desobediencia fue la Causa por la que estando todos los hijos de Dios presentes
en la Coronación de Adán, Dios firmó la Pena de Muerte contra
cualquier Acto de Desobediencia a su Sabiduría que implicase una Declaración de
Guerra.
El Amor tiene esa debilidad, ser el talón de
Aquiles de quien ama con todas sus fuerzas. Sellando su Ley confió Dios, en
cuanto Creador y Padre, que los acontecimientos por los que se dio
esa Necesidad, sentenciando a Destierro Eterno de su Creación a cualquiera que
volviese a declararle la Guerra a sus hermanos, quiso
creer Dios que lo que el Amor no pudo conseguir lo conseguiría el Temor a su
Espíritu.
Los Hechos cantan. Hay quien prefiere vivir en el
Infierno de la Guerra a gozar entre las fronteras de una Paz que se abre al
Infinito; quienes se lo juegan todo a ser dios por un día a ser ciudadano entre
ciudadanos en plenitud de igualdad delante del Deber y del Derecho, invocan su
muerte. ¡ Pero a lo hecho, pecho! Un Mundo Inocente en su Desnudez
sobre la Ley de la ciencia del bien y del mal acababa de ser manipulado para
servirle a “la bestia del campo” como hacha de guerra.
Dios es claro en sus palabras, porque el hombre y
la mujer fueron criados desnudos ante la Ciencia del bien y del mal, y esa
Desnudez le sirvió de talón de Aquiles, y en plenitud de uso de sus facultades
mentales e intelectuales transgredió la Ley de NO intervención en el Futuro del
Género Humano; porque hubo Desnudez el Juez no podía dejar de reconocer, y
reconoció en Cristo, que el Hombre se unió a la Guerra contra el Rey
de los Cielos, Jesús, su Rey y Señor, sin conocimiento de la verdadera
naturaleza de la Intención de quien le engañó.
De todos modos, conociese o no conociese la
naturaleza de la intención de la Serpiente, la Ley le prohibía abrirle la
Puerta de la Tierra a la Muerte.
“Polvo eres y al polvo volverás”. ¿Había alguna
Duda sobre este Fin? Tanto más certero cuanto que para sobrevivir la Serpiente
debería acelerar la destrucción del mundo en aras de su propia salvación. El
Proyecto Adán fue creado para unir la Plenitud de las naciones que
habrían de venir a vida en un Reino Mundial, cuyo Gobierno serviría al Rey de
los Cielos para la Libertad y Felicidad de todas las familias del Género
Humano.
Enterrada la Generación del Primer Hombre y su
Mundo bajo las aguas del Diluvio, la misma Justicia que mantiene la Sentencia
contra el Traidor de los hijos de Dios, escena que vemos recogida en
la Última Cena, donde Judas representó a Satán; esa misma Justicia se abrió a
la Redención del Delito cometido: tras el correspondiente Castigo.
La Ignorancia fue la madre del Cordero.
La Necesidad implicó fuerzas nacidas para alcanzar
un Fin Universal. Restaurarle al Género Humano el Futuro para el que fue
creado, una vez las condiciones ideales que condujeron a la Civilización
del Edén fueron destrozadas en el barro y hundidas bajo las aguas del Diluvio,
esa restauración estaba en las Manos de Dios.
Dios lo vio desde el mismo momento que vio a su
hijo menor Adán, destrozado. La Guerra Final a su Creación le había sido
declarada. La Fuerza que estaba detrás de la Serpiente era la Muerte “el último
enemigo”.
Dado que la Semilla de la Envidia fue el origen de
la Traición, quiso Dios que el Rey de los Cielos entrase en el Campo de
Batalla, y aplastándole la cabeza a su enemigo pusiese los fundamentos de su
Casa, en las que su Esposa daría Luz a una Generación de hijos de
Dios, engendrados en el espíritu de Inteligencia, nacida
para restaurar el Futuro de la plenitud de las naciones en la
Victoria sobre las fuerzas de la Muerte.
La Batalla Final había de llegar. En verdad Dios
necesitaba mostrarle a todos sus hijos la razón por la que su Ser no
puede soportar la ley de la ciencia del bien y del mal, y porqué su
fruto, la Guerra, le es una abominación a sus ojos.
Su Gloria, sin embargo, estuvo en juego.
¿No puede Dios restaurar el Futuro de su Creación?
¿Una simple Criatura puede destruir el
Poder de su Brazo y arrojar al polvo su Omnisciencia? ¿Esta es la
Gloria del Rey de los cielos: Asistir al funeral del Hombre al que llamó a ser
Ciudadano de su Reino?
¡Para nada! Dios y el Rey se implicaron en la
Redención a vida y muerte. En la Resurrección quedó sellada la Alianza, firmada
por la sangre de su Hijo y sus Hermanos en Adán, en virtud de la
cual el Futuro del Género Humano sería Restaurado a su Proyecto
Original: la Plenitud de las naciones doblarían sus rodillas ante su Rey y
Señor JESUCRISTO.
En cuanto a los Fundamentos Teológicos de la
Redención todo ha sido explicado desde los Apóstoles a los llamados Padres de
la Iglesia, sabiduría legada por ellos a la Esposa de Cristo. Respecto a las
causas históricas que arrastraron a aquella “bestia del campo” a
atreverse a declararle la Guerra al Verbo de Dios está escrito en la Historia
Divina de Jesucristo.
Pero vayamos por partes.
1
Pero la serpiente, la más astuta de cuantas bestias del campo hiciera Yavé
Dios, dijo a la mujer: “¿Conque os ha mandado Dios que no comáis de los árboles
todos del paraíso?”
La declaración de
responsabilidad de Dios sobre el origen de ese hijo suyo, de nombre Satán, es
directa. No obstante declararse padre de “aquel hijo”, Dios reniega de “esa
serpiente”, su presencia y existencia se le ha convertido en una
abominación. No se priva Dios ni se
corta la lengua : ni al declarar su origen en su Brazo Creador, ni al exponer
su cólera sin limites de Padre contra “esa serpiente” que se ha levantado
contra Su Voluntad y haciendo la suya propia se atrevió a dar muerte a un
hermano Adán.
El Creador asume su
responsabilidad de acuerdo a su espíritu, “aquella bestia” había a corneado
antes, es decir, había sometido la
Creación al terror que nace de la Guerra, y como Padre que corrige a un hijo
cuya voluntad sigue su propio camino, Dios intentó mediante la Ley, “no hagas
la Guerra porque morirás”, hacer
regresar a ese hijo a su Sabiduría.
Es evidente que ni el Creador
puede ser esclavizado por una criatura suya, ni la Criatura puede pretender levantarse contra la Ley Creadora sin sufrir
las consecuencias. La severidad de la Ley : Destierro Eterno de la Creación, la
consideró Dios, como Padre, suficiente garantía de Paz Universal Sempiterna en
los Cielos. El Amor de Padre tiene ese talón de Aquiles, y sin embargo no vas a amputarte la pierna para
liberarte de ese talón.
Frente a un hijo que se ha dado
al crimen y hace de su propio hermano su víctima un Padre no tiene más opción
que entregar a ese asesino a la Justicia. Un Padre que blinda a ese criminal
fratricida se hace responsable del delito de su hijo: el padre es un criminal,
su hijo es semilla de un Árbol Maldito, padre e hijo son una abominación a los
ojos de la Justicia.
En Dios, Padre de Jesucristo,
vive el Creador, el Ser Increado para quien el Infinito y la Eternidad son su
Naturaleza y el Cosmos de las galaxias su Universo. Vive el Padre, cuyo Amor
por la Vida se suma al amor natural del Creador por su Creación. Y vive el Juez
Universal que administra Justicia sobre
todos los Pueblos de su Creación en el espíritu de una Ley Universal Sempiterna
cuya Igualdad ante Dios de todos sus hijos y sus pueblos es la Columna sobre la
que el Creador ha establecido la Civilización de civilizaciones de Su Reino.
Creador, Padre y Juez: hacer
del Padre una puerta trasera desde la que atacar al Juez y dar vía a una corrupción Maligna cuyos
efectos mortales han de sentirlo la Creación entera, es una locura.
La Necesidad de establecer su
Creación en el espíritu de la Justicia Universal condujo a Dios a sellar la Ley
con su Verbo de manera que por el Temor a la Pena de Muerte contra la Guerra,
sujetada a Pena de Destierro Eterno de la Vida, sus hijos, especialmente este Satán,
que ya había demostrado antes de la Creación de nuestros Cielos y nuestra
Tierra su voluntad de cambiar la Relación entre el Creador y su Creación, se
corrigiesen y entendiesen que en la Paz y la Fraternidad su vida está en la
Vida de Dios, de la que adquieren todos sus hijos y su Creación entera la
Indestructibilidad natural al Padre y Creador de todos ellos.
No hubo por parte de Yavé Dios la
“intención oculta” de crear una puerta trasera por donde hacer entrar a sus hijos para que le declarasen
la Guerra a su Verbo. Ni tampoco podía el Creador encadenar su Libertad a unos
hijos de Dios que pretendieron hacer de su Padre la puerta de una corrupción general
que les blindase frente al Juez.
La Gloria del Creador está en
dar vida a seres a su imagen y semejanza: Personas inteligentes, locas por la
Vida, dotadas de juicio crítico y análisis libre, amantes de la Paz, de la
Justicia y de la Verdad; personas con vida en sí mismos. No fue jamás la
intención de Dios de adoptar animales sin inteligencia sometidos a las leyes de
los instintos, esclavos de su propia condición animal original.
La Creación a la imagen y
semejanza del espíritu del Creador implicó una Revolución Cosmológica gracias a
la cual la Vida Eterna se le abrió a la Criatura la dimensión del Ser de un
hijo de Dios. Como Padre, Dios puso su Mundo, su Paraíso, su Casa, a los pies
de sus Creación, para que todos los
pueblos disfruten de la gloria de la libertad del Ser de un hijo de Dios. ¿Se le puede pedir más al Creador del Campo
de las galaxias?
Fue en este Campo que Dios creó
a “esa Serpiente Antigua” que ya acorneara repetidamente la puerta de la Ley en
su intento de echar abajo la Columna sobre la que descansa el Edificio de la
Justicia Universal. Satán quería se un dios; la Naturaleza del ser de un hijo
de Dios no le bastaba. Satán quería ser el Igual del Hijo Unigénito de Yavé
Dios. En efecto, este Hijo nos lo dijo : “La Envidia” fue el Motor de la
Traición de “aquella serpiente”.
Su astucia, la más astuta de
las bestias del Campo, estuvo en aguardar que Dios Padre expusiese su Creación a la Libertad. El impasse en que
se encontraba el Reino de Dios por efecto de las Guerras que asolaron Su
Paraíso, era Final. Yavé Dios: ni como Creador ni como Padre ni como Juez
volvería a responsabilizarse de los actos de los hijos de Dios. La Ley contra
la Guerra, en los términos sellados por el Verbo, ponía Fin a cualquier tipo de
Amnistía o Indulto contra quienes se alzasen contra sus hermanos, todos Creación e hijos de Dios.
Al Terror y al Odio, padres de
la Guerra, le responderá el Juez con el Terror y el Odio que la Ley devuelve
contra los Fratricidas, desterrándolos por la eternidad de la Vida. Ahora bien,
la Libertad del Creador la goza la Creación; le corresponde a todo Ser creado
a la imagen y semejanza de su Creador
actuar en plena Libertad y decidir qué puerta cruzará: la de la Vida o la de la Muerte.
Dios, en efecto, descansó. Le
correspondía a todos los hijos de Yavé Dios mirar la Ley cara a cara, y entender
que siendo el Verbo es Dios, transgredir la Ley es declararle la Guerra al
Creador de Cosmos.
El Creador, el Padre y el Juez son una misma
Persona: ¡Yavé Dios. Un ataque al Creador es un ataque a Dios. ¿No es locura
siquiera pensar en retar a un duelo a muerte al Creador de los Cielos y de la
Tierra? ¿Qué locura puede llevar a alguien a desligar al Creador de los Cielos
y la Tierra del Creador del Campo de las Galaxias? ¿La fama de la ciencia, la
corrupción del Oro, la pasión por el
Poder? ¿O será querer ser el Igual de Dios? ! Y no uno cualquiera: ser el Igual
al Unigénito de Yavé Dios!. Vivir blindado ante la Justicia, ser un dios,
invencible frente al brazo de la ley, libertad sin fronteras para hacer de tu
voluntad la ley. Y la Apoteosis Total: Declararle la Guerra al propio Rey de
los Cielos, al mismísimo Dios.
2
Y respondió la mujer a la serpiente: “Del fruto de los árboles del paraíso
comemos,
¿Dios os ha dicho que vivís a
la luz de la Ley? ¿Qué la Ley es el Camino a la vida eterna?
Dulce el veneno del ser
corrupto que transpira mentira sin fin por cada poro de su piel maligna. Es un hijo del infierno y trae en su palabra
la guerra. Cada paso suyo es un salto al precipicio. Cada risa suya es una aullido de llamada hacia el
abismo de la desolación y la ruina de los pueblos.
¿Debía Dios permitir que ese
pozo de mentira sin fin siguiese extendiendo el veneno de su ambición demencial
sobre su Creación?
¿La Ley es dura, cruel e
inmisericorde?
¿Debe Dios entregar el Gobierno
de su Reino y Creación a un olimpo de políticos y santos malvados cuya Pasión por
el Poder no se para ni siquiera ante el Terror de la Guerra, a favor de cuya
declaración alimentan los vientos del Odio hacia sus vecinos, sus hermanos?
¿No serán malditos ante los
ojos de Dios quienes hacen del Odio hacia sus hermanos y vecinos pantalla tras
la que sus corruptas almas esconden una ilimitada pasión por el Poder y el Oro,
y como aquel Lutero dispuesto a pegarle fuego al mundo entero en pro de su
verdad, éstos están dispuestos a la Guerra Civil con tal de hacer de su blindaje espada de dioses contra
la Ley?
Maldito es delante de Dios todo hombre y mujer que alza bandera de Odio
y Terror en pro de la Separación de las familias de los hombres. El Juicio del
Creador contra quienes desprecian a su hijos y levantan bandera de Odio y
Terror contra la Convivencia en el seno de la Ley es el Destierro de la Vida.
Lo sabía Satán, “esa serpiente
maldita”, y en su demencia creyó que podría echarte un pulso a Dios, retar a
Duelo a su Creador y Padre, poner al Juez de rodillas. Su orgullo era infinito:
incluso al mismísimo Unigénito quiso ponerle de rodillas: “adórame y te daré
los reinos del mundo”. Se lo dijo a quien es el Señor de toda la Creación de su
Padre, y a quien siendo el Señor le corresponde el Juicio sobre todos nosotros.
De aquí que Dios dijera: “Glorifiqué a mi Hijo y lo volveré a glorificar”.
3 pero
del fruto del que está en medio del paraíso nos ha dicho Dios: “No comáis de
él, ni lo toquéis siquiera, no vayáis a morir”
Aquí regresamos a la Historia
de la Mesopotamia antes del Diluvio. La
recreación de un Reino cuyo Rey tuvo en la Ciencia de la vida su cetro, y en su palabra estaba la Ley, escapa a
nuestra imaginación. La existencia de un hombre para quien su Palabra es ley,
la Verdad vive en su ser, y la Inteligencia su gloria se nos escapa porque no vemos su existencia ni importa hacia donde miremos. Si a los
Gobiernos, no vemos sino la Mentira, la ambición por el Oro y la pasión por el
Poder. Si a la Ciencia so vemos sino orgullo, falacia, la demencia de una razón que se cree
Todopoderoso y la esclavitud de la ley científica al Amo, el Poder. Si a las
religiones, vemos criminales que hacen de la ley de los santos arma de terror y
látigo de opresión teocrática. ¡Cómo concebir siquiera la existencia de un
hombre semejante!
La Guerra, ni tocar el pomo de
su puerta: la corrupción. La corrupción conduce al Odio, el Odio a la
Separación de sus hermanos vecinos, y el Odio a la abominación ante los ojos de
Dios de quien se cree superior a sus hijos.
Una civilización que extiende
sus fronteras abriendo sus brazos al resto de los pueblos de la Tierra a la
imagen y semejanza del hijo del Hombre: dándolo todo, no pidiendo nada, desnudo ante el Poder del Odio y el Terror,
¿quién la ha conocido? Todo lo que conocemos es Mentira y Maldad en quienes
gobiernan las naciones y los reinos que han vivido y viven entre nosotros. ¿Un
rey cuya corona es ser el Siervo de su Dios? ¿Qué hizo el mundo cuando lo tuvo?
Lo mismo que hizo “aquella serpiente del campo”: ¡Matarlo!
¿Hablan los animales? ¿No es una metáfora del
Autor, legado para la Descendencia heredera del espíritu de inteligencia en el
que fue engendrado al Hombre? Y hemos
visto a la ciencia del ateísmo y sus genios absurdos reírse de este Relato como
quien le toca las barbas a Dios y le escupe al rostro su desprecio hacia su
Creación. El loco escupe al viento creyendo que el viento no le devolverá su
demencia al rostro.
Lo de siempre, ayudando a la
serpiente vino el Judaísmo a declarar que el Sexo fue el delito de Eva,
racionamiento absurdo que cruzó las fronteras, recogió el cristianismo medieval
y vino a ser causa de burla en los salones de los filósofos modernos. Dios creó
al Hombre para vivir en su Inteligencia, pero reducido a la condición de los
animales salvajes aun sabiendo escribir no aprendió a leer. Y cuando aprendió
se le olvidó todo lo que escribió
mientras no supo leer. Prohibir el Amor y bendecir la Guerra no parece que
fuese una propiedad personal de quien se hizo Hombre. La simple lógica rechaza
este tipo de estructura pensante. Ahora bien cuando no es la Verdad la que gobierna
la lógica sino el Oro y el Poder ¿qué se puede esperar? Quien libremente se
hace esclavo seducido por cadenas de oro ¿merece nuestro respeto, es digno
siquiera de nuestra mirada?
Cualquiera fuera la estructura
de Gobierno de aquel reino del Edén se entiende que arrastrar la Corona a
declararle la Guerra a la Ley, dada la condición de hijo de Dios de Adán, padre
de Cristo, únicamente podía tener éxito manipulando en el rey una fibra interna
e intima muy personal: el Amor por su Mujer. De nuevo, el amor es el talón de Aquiles de quien ama con todas sus
fuerzas. Esto de un lado, del otro, durante los miles de años que el Hombre
estuvo observando a los dioses que bajaban y regresaban a los cielos, y fueron
sus tutelados por Voluntad del Dios de dioses, durante todo ese tiempo la
Palara y la Verdad fueron las dos caras
dela misma moneda, la Palabra de un hijo de Dios es ley pura como los chorros del
oro. En esta dimensión fueron criados todos los hombres. La palabra de un
hombre era ley para su semejante. La Verdad es la expresión en palabras de la
Realidad Universal. Esta Verdad se hizo carne para que entendamos el espíritu
en que se fue formado el Hombre. La pintura del Hombre por el anticristianismo
del ateísmo científico pintada, un hombre arrojado al barro del canibalismo y
el salvajismo se corresponde a la degeneración posterior a la destrucción de
aquel Primer Hombre. Tomar por prototipo del Homo Sapiens Adanensis a las
tribus salvajes de la Edad Moderna ha sido uno de los factores determinantes
del Terror y el Odio entre las naciones del siglo XX: motores de sus guerras
mundiales.
La convivencia entre los
dioses, hijos de Dios, no de nuestro mundo, siguió viva durante la Edad de Oro
del reino del Edén. La conversación
narrada por el Autor Divino pertenece a esa Libertad. Dios no prohibió el acceso
a la Tierra de sus hijos; una vez coronado Adán el Gobierno del Futuro de su
reino le pertenecía exclusivamente a Dios, de quien el Rey era su Siervo.
14 / 2 / 24 4 Y dijo la serpiente a la
mujer: “No, no moriréis;
Las decisiones que una
Persona dotada de inteligencia a la imagen y semejanza de Dios toma pertenecen
a la exclusiva dimensión de su voluntad. La creación a la imagen y semejanza de Dios implica este
Poder de tomar Decisiones desde una Voluntad ejercida en plena facultad mental
e intelectual.
La Voluntad para ejercer su
plenitud de facultades debe conocer todos los factores a evaluar. Aquí es donde
entra la Verdad. ¿Qué es la Verdad? Le preguntó
Pilatos al Hijo de Dios. La Respuesta de Dios a esta cuestión está escenificada en ese episodio. La ausencia de conocimiento sobre la Identidad
del Reo hizo imposible que Pilatos pudiese tomar una Decisión desde el uso de sus
plenas facultades intelectuales. La Plenitud de la Facultad Intelectual exige
un Conocimiento de todas las cosas. Una vez ese Conocimiento delante la Decisión
de Crucificar o No al Reo hubiese sido una cuestión personal. Pero si la ausencia de este Conocimiento
existe la Libertad queda excluida de la Voluntad. La alienación de la Libertad
y la Voluntad por la ausencia de conocimiento conduce a una decisión maligna,
sea homicida, sea suicida.
A lo largo de la Historia
de las naciones vemos cómo se intentó abrir esta puerta. La imposibilidad de
abrir el Sello del Silencio con el que Dios cerró el paso al Árbol de la Vida,
es decir, a la Sabiduría, arrastró a los hombres de todas las tierras a
inventarse modelos de Verdad Universal que desterrase la angustia de una Inteligencia
nacida para crecer en el Conocimiento de todas las cosas y, sin embargo, se arrastra
por los suelos como bestia sin inteligencia.
La Decisión de aquel hijo
de Dios y su generación rebelde que se levantó contra la Gloria del Rey de
reyes y Señor de señores de los Cielos, JESÚS, fue tomada desde una Conocimiento
perfecto de los efectos y consecuencias que la Tentación con la que le asestaría el golpe mortal al Genero Humano,
en la persona de su rey, le acarrearía a todos y cada uno de los miembros de
aquella Alianza de Civilizaciones por la Transformación Global del Gobierno del
Reino de Dios en un Olimpo de dioses.
La Voluntad de alzarse contra
la Gloria del Rey de los Cielos y declararle la Guerra a su reino en la Tierra,
de esa manera poniendo de rodillas al mismísimo Hijo unigénito de YAVÉ DIOS mediante
la destrucción del Género Humano, fue una Decisión ejecutada desde la libertad
que procede de una facultad intelectual plena. La cara y la cruz estaba en la moneda.
Humillar al Rey de los Cielos hundiendo su Reino en el polvo de una Guerra Final
que devoraría toda vida en la Tierra haría que el movimiento en el tablero regresase
a su punto de partida. Muy bien podría Dios destruir a los Rebeldes; pero derrotado
una vez el Rey ¿quien le aseguraría a la Creación que el mismo mal no regresaría
de la Muerte para sumir el Paraíso en su Infierno? ¿Qué opción le quedaría a Dios
sino abolir la Ley y bendecir la transformación de su Casa en un olimpo de
dioses mas allá del bien y del mal?
El fin, el discurso de la
locura no lo entienden ni los psiquiatras, así que no voy a ser yo quien levante el trono de Satán y radiografíe sus fundamentos.
Su Destierro por la Eternidad de la Vida ha sido firmado: el Decreto de su Captura y Expulsión del Universo ha sido dado
y escrito. Revolverse y acelerar la Destrucción Termonuclear del Mundo antes de ser
arrojado al Abismo cubierto por las Tinieblas, es su acto final. Sobre el aplastamiento de sus
fuerzas en la Tierra la Gloria del Rey de alzará sobre la Plenitud de las naciones
para dar por finalizada la Condena al Silencio a que fue condenada la Humanidad.
Entonces, desde el Conocimiento de todas las coas la Libertad será ejercida desde
la plenitud de las facultades por las que el Hombre es un Semejante a los hijos
de Dios, y estos a su Padre.
La Ignorancia de las
primeras familias de los hombres sobre las cosas del Reino de los Cielos no fue
determinante en la hora de la Libertad respecto a la Obediencia a la Ley. El
Conocimiento de Dios lo era todo. “La Palabra de Dios es Dios, la Ley es Palabra
de Dios, La Ley es Dios”. Nada que añadir, nada que sustraer. El Reino del Edén
fue fundado para extender sus fronteras ofreciendo la Vida a todos los pueblos.
No había límites en el espacio y el tiempo. La Paz le abría las puertas de la
Sabiduría a todas las naciones. La Verdad conquista con el Poder del Amor. La
Corona bajó del Cielo para glorificar al Rey de los Cielos. Dios no engendró un
hijo de mujer para declararse dios entre los hombres.
5 es que sabe Dios que el
día que de él comáis se os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del
bien y del mal”
La Creación tiene un Único
Dios, en quien vive el Padre y el Hijo, Dos Personas Eternas unidas en un mismo
Espíritu Divino. El alzamiento de una Criatura a la dimensión del Creador es
una patología criminal que por fuerza conduce al homicidio, al genocidio, a la
Guerra. El suelo sobre el que se establece Dios su Reino es su Relación de Padre
a hijos. En nuestro Creador, en cuanto Padre, los hijos de Dios lo tenemos
todo. La gloria de esta libertad está en el Amor de la Creación a su Creador. Un
paso hacia la separación de un pueblo sobre otro pueblo, estableciendo esta Separación
sobre la Amnistía Predeterminada para todos sus actos, pasados y futuros, es un
Batalla sin vuelta atrás contra la Jurisdicción Universal de la Ley y el Futuro
en Libertad de todos los pueblos de la Creación.
Fue contra este Acto de Demencia Absoluta que Dios dio la Ley por la que todos
los pueblos estamos sujetos a la misma Justicia Universal.
Conocer el Bien y el Mal
no hace de nadie un dios. La Vida de la Creación, nuestra Vida, no está en ser
como Dios, está en vivir la gloria de ser hijos de Dios. El Conocimiento de la Ciencia
del bien y del mal nos conduce exclusivamente a un único lugar: el Corazón del
Creador, sentir su abominación contra la Guerra, la Corrupción, la Mentira, la
Envidia, la Hipocresía, la Falsedad, la Egolatría… ¿NO conocía “el Dragón, la
Bestia, la serpiente antigua” este Sentimiento del Creador contra el que
arrojado todo el Poder de Dios nada ni nadie puede mantenerse en la existencia?
La Envidia fue la madre
del Homicidio, pero la Madre de Satán es la Muerte. La fuerza increada de su Madre actuó durante
la Eternidad de las eternidades del Cosmos, reducido a Tinieblas por el SEÑOR DIOS
YAVÉ, destruyendo todos los Mundos que por los espacios infinitos fueron y
dejaron de ser. Una vez abierta la Pueta de la Tierra la inercia arrastraría a
la Vida a los brazos de la Muerte. ¿Podría el Rey de los Cielos vencer a este
Enemigo contra el que su Padre no había podido hacer hasta ahora nada? La Traición
que iba a ser consumada era prueba de que la Muerte lideraría los ejércitos de su
príncipe a la Destrucción de la Tierra, victoria de la que confiaba obtener el
rey del Infierno la bendición Divina a un Universo Globalizado regido por una
casta de dioses, todos y cada uno de ellos Blindados por la Eternidad sobre las
consecuencias judiciales y penales de
sus actos criminales.
15 / 3 / 24 ¿Dónde está
el placer en la Mentira? ¿Qué delicia hay en sentirse Bien haciendo el Mal? ¿Por
qué la locura por el Poder no es una patología mental maligna? ¿Qué conduce a
quien es otro animal del campo a querer ser lo que nunca podrá ser? ¿Cuáles son
los argumentos venenosos que se administra a sí mismo quien abomina de su naturaleza
y la entierra en una tumba de superioridad: racial, religiosa, política, científica…?
¿Destruiremos la Tierra por no habernos concebidos como dioses? ¿Destruiremos
el mundo por no adorarnos y atreverse a negar que somos más que el común del
pueblo? ¿No hay disciplina psiquiátrica que comprenda en su manual de patologías
la traición a la propia palabra en tanto en cuanto modus vivendi? ¿Una nación gobernada por tales enfermos del
alma, del espíritu y de la inteligencia no se precipitará en el abismo de su
ruina? ¿Cuántas lecciones contiene el Libro de la Ciencia del Bien y del Mal? ¿Tendrá
el alumno que vivir su propia destrucción para recibir el Master en locura de
la inteligencia? ¿No tiene esta universidad un programa con principio y fin? ¿Hasta á estará el Pueblo de la Tierra
esclavizado al Curso de la Muerte?
El Alma de
la Humanidad es una visión de Horror. No es posible contemplar la y no sentirse
muerto de espanto. Su piel es la de un pared atravesada por las cicatrices de
los terremotos de las guerras; no queda en ella un centímetro de aquella belleza por la
que el ritmo del corazón de su Creador se sintió Padre y Dios. ¿Dónde está ahora
el aroma de la gloria en el alma humana? Sueña bajo las estrellas con utopías para
al despertar llenar la copa de los dioses con la ambrosia de la sangre de los pueblos.
Ruina y miseria son el fruto de sus sueños. Y nadie para esta orgía. ¿Hay baile
más poderoso que el de los malditos?
5 es que
sabe Dios que el día que de él comáis se os abrirán los ojos y seréis como
Dios, conocedores del bien y del mal”
Soy como Dios.
Mi espíritu clama al Todopoderoso Rey de los Cielos : Ven, Señor Jesús, recuerda
tu Alianza: “Mi Descendencia se apoderará de las puertas de sus enemigos”, con
la sangre de un Dios la firmaste. Recuerdo tu Nombre: “Dios con Nosotros”. Despliega
tu Gloria, aplasta los ejércitos de los enemigos de tus hijos. Que la Paz del Rey
de los Cielos llene la Tierra, gobierna tu Pueblo, danos la Libertad de la
gloria de los hijos de Dios. Que busquemos al Judas del Cielo y no lo hallemos
en la Tierra. Soy como un Dios: por esto me he levantado en el corazón de las tinieblas
y he gritado : Ven, Señor Jesús, dame a conocer el baile de la Paz; mis piernas no pueden sufrir más danza de la Guerra. Gritaré
Victoria hasta que las estrellas mueran; permanezca en el firmamento de mi
Memoria por la Eternidad el Dia que extendiste tu Corona sobre la Plenitud de las
naciones.
Mi alma se
niega a recibir más lecciones. Que aquel piojo del infierno que se atrevió a vestirse
de maestro se hunda en el Abismo, cierren el Infinito y la Eternidad con llave todopoderosa
su celda y sirva de Memoria su Condena: cierre tu espíritu el camino a su tumba;
el fuego que incendia el bosque vive en ti, Tu eres nuestro Dios; tuyo es el
Brazo que alza el hacha y hace caer el Árbol
maldito, trinco y ramas, raíces y tierra, que las devoren el fuego del Celo por
tu Creación y no vuelva la Muerte a pasear su semilla entre los hombres.
¿No sabe
acaso quien planea un crimen que su condena es el destierro de la Vida? Dios ha
sentenciado a Desierto Eterno a su Enemigo. Destierra de nuestra presencia al
enemigo de tu Pueblo.
7.000 años
sentado en el pupitre, contemplando los paseos de la Bestia, sembrando guerras tras
guerra, pariendo hombres y mujeres
nacidos para la chispa que enciende el fuego de la guerra civil. ¡Qué hacer
con este Libro! No se acaban nunca sus capítulos; el ser humano ve en la Muerte
su descanso, que comience la Tercera Guerra
Mundial, de rodillas ora a sus dioses. El Hombre Bueno entrega su vida para que
la vida de sus semejantes siga luchando
por su felicidad y libertad; la mala gente en su odio arrastra a la muerte a
todos contra quienes se levantan para apartarlos del Poder. El Poder y la Gloria
les pertenece, conocen la Ciencia del Bien y del Mal, “son como Dios”. Si la
Guerra Civil es la única forma de poner
de rodillas al pueblo que en su orgullo de Nación Histórica Universal se atreve
a mantenerse de pie, palo y piedra, que
le quiten el pan y el agua, la luz y la tierra.
Maldito es
todo ser que se blinda ante la Ley al precio de la humillación de todo el pueblo.
Maldito es todo Gobierno que se cree más allá de las leyes y roba y amenaza con guerra civil de ser apartado del
Poder. Maldito es quien se pone el traje de la Inmunidad ante la Justicia y
hace de la Justicia su prostituta de lujo. Hoy y para siempre.
YO bendigo a
mi Dios, mi Creador, porque su Palabra es la expresión todopoderosa de su espíritu Incorruptible; ha mantenido su Juicio sobre y
contra tormentas rayos y truenos: Los adoradores de la Muerte y Satán, su príncipe,
serán desterrados de la Vida. No hay pacto, no hay alianza con los adoradores
del Poder por el Poder. El Poder les ha sido dado a los hombres para servir al
Rey de los Cielos y administrar la Justicia del Rey para la Felicidad y la
Libertad en la Fraternidad entre todos los pueblos de su Creación. Si los hijos
de la Tierra no cesan en sus caminos de odio y muerte, ésos hijos serán como la
flor sobre la que avanza el fuego del Celo por el Rey, nuestro Dios; nadie
llorara sus muertes, todos se alegrarán de su desaparición, porque no regresarán
sus acciones a hacerse con un cuerpo sobre el que sembrar entre nosotros su
semilla.
¿Ser como Dios?
Somos sus semejantes: Firmemos la Alianza que el Rey selló con su sangre: NO volveremos los hombres a sucumbir en
la Tentación, antes nos arrancaremos los brazos que extender nuestras manos al Árbol
de la Corrupción. Estaremos en perpetua estado de Paz contra la Guerra. Hoy y
por la Eternidad tenemos un Único Rey, el Heredero de Dios, su Padre, a quien ÉL
ha constituido en Señor de todos los Pueblos del Universo.
Es a ÉL a
quien le alza mi espíritu la Voz: “Ven, Señor Jesús”. La Muerte nos rodea, sus
adoradores acarician la Guerra Mundial como tabla de salvación para la estabilización de su Poder sobre las naciones.
Los pueblos somos peones en el tablero que Satán el Maldito extendió sobre el
alma del Mundo que Tú creaste. ¿Dónde está tu gloria? ¿Dónde el Poder de tu Brazo?
¿Hasta cuándo seguirán diciendo los hombres: No existe?
Brilla en
medio de las tinieblas, que la Luz de tu
estrella despierte con fuerza cegadora irresistible a todos los que duermen, como
muertos ajenos a la Verdad que se cierne sobre todas sus familias: Si no despiertan,
morirán. ¿Y quién podría contener el Juicio
del Fuego de la Cólera del Señor? Saben escribir, pero no saben leer, si supieran
entenderían qué quiere decir: “El Padre le muestra al Hijo todo lo que ÉL hace”.
¿Creen también
los hombres que pueden declararle la Guerra a Dios y salir vencedores? Toda
paciencia tiene un límite, la de Dios colmó su vaso la Traición de un hijo
suyo. ¿No es esta la lección del día?
6 Vio,
pues, la mujer que el árbol era bueno para comerse, hermoso a la vista y
deseable para alcanzar por él la sabiduría, y tomó de su fruto y comió, y dio
de él también a su marido, que también con ella comió.
¡Qué bella
es la corrupción! Con el Poder viene la
llave del Tesoro de la Nación. Tanto
para tí, tanto para él. Tranquilos, hay para todos. Tenemos el Estado
a nuestros pies, los mass media nos sirven, ni Dios nos va a quitar de las manos esta
llave. “Nosotros somos el Estado”.
¿Progresa el
pobre que no tiene quien le dé una mano? El Progreso de quien suma y suma a su bolsillo
no tiene límites. ¿Por qué no rey sin corona, pero rey de todos y todas? La
Soberanía pasa de una cabeza a la de todos y todas. El Partido del Progreso. Toda
la nación esclavizada en aras del Progreso. La Necesidad del Progreso implica la
necesidad del Poder Absoluto para consumar la marcha triunfal hacia la Democracia
Personal Vitalicia. El hijo de Satán del Norte consumó su Marcha. La suya es
una Democracia Personal Bicéfala Vitalicia. Esta Marcha Triunfal tuvo su
principio allí cuando un rey hizo de su voluntad la ley y encadenó el Futuro de
la Nación Humana a su Persona. Desde
aquel Dia hasta el Presente cientos y cientos de reyes abrieron esa marcha, fueron dioses por un día,
enseguida se hundieron arrastrando con ellos a la guerra civil, a la miseria y
la ruina, a los pueblos que no supieron morir libres y eligieron vivir como esclavos.
¿Quién le
teme a la muerte? Nos dio el Creador del Cosmos un Héroe. Subió a la Cruz para
resucitar y decirnos: “Veis qué simple. El Alma es Indestructible. Ergo, el Hombre
es eterno. Luchad sin miedo por la Libertad, y la Justicia; sea la Paz vuestra
corona y la Verdad vuestra armadura”. La mala gente es como como una plaga de
ratas que se crea en las cloacas; de repente salen a cubierta, y cuando el
barco se hunde son las primeras que saltan al agua. La salvación del barco está
en matarlas antes de que se conviertan en una plaga; la salvación de las ratas
en hacerse con el barco.
¿Extender la
Civilización mediante la espada y el fuego? “Maldito todo hombre que levante la
mano contra su hermano”. Saben escribir pero no saben leer. Si un hombre la escribiera,
la burla fuera chirigota. Ha sido el Creador del océano de las galaxias quien firmó
esa Maldición diciendo: “NO comas, porque morirás”. Al igual que su Padre, el
Rey no hace acepción de personas. Hijo de su Padre, abre los brazos a quien, como
Pablo, odia lo que amo, y ama lo que odió. Quien no se convierta al Rey de los Cielos
será desterrado de la Vida.
7 Abriéronse los ojos de ambos, y, viendo que estaban
desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos ceñidores.
NO existe más
Bautismo que el que viene del Cuerpo de Cristo. Toda agua derramada sobre una
cabeza por un iglesia cuya Enemistad a la Esposa del Señor Jesús, la Iglesia Católica,
no viene del Espíritu, no tiene valor divino, es agua de herejes que encierra
en la herejía de la División de las iglesias, sembrada por Satanás, el Diablo,
el sembrador de la cizaña maligna. No hay salvación fuera de la Fe fuera de la Esposa
del Señor Jesús. Las vírgenes que no acudan a la Llamada del Señor, nuestro Dios,
no entrarán en su Reino; serán arrancadas y almacenadas para el día del fuego.
Todos
aquellos que os creéis más santos que Cristo y más buenos que Dios, si no dobláis
vuestras rodillas ante su Cuerpo, que es la Iglesia Católica, para recibir el Bautismo
de la Gracia, en la Obediencia a la Voluntad Unificadora del Padre del Rey:
moriréis como enemigos de la Corona de Su Primogénito: Jesucristo “Dios Hijo Unigénito”.
8 Oyeron
a Yavé Dios que se paseaba por el jardín al fresco del día, y se escondieron de
Yavé Dios el hombre y su mujer, en medio de la arboleda del jardín.
¿Dónde se esconderá
quienes pecan contra Dios y los hombres? De los hombre se pueden esconder tras
las puertas de los Congresos de los Diputaos, Senados y palacios de Justicia. ¿Y
de Dios? ¿En qué arenas esconderán sus cabezas? ¡Cómo alcanzará misericordia
quien no muestra su cabeza y habla! Del valiente es al arrepentimiento, del
cobarde es seguir adelante hasta llevarse con él al precipicio a todos sus sicarios.
Esta es la Batalla Final. No nos escondemos de Dios, nuestro Creador; el espíritu
alza su Voz, el alma al desnudo, el corazón sangrante: “Ven, Señor Jesús”.
Dios
responde: “Que no sea hallado lugar para Satán en la Tierra”.
Mi
felicidad no tiene techo, levanto mi mirada al Cielo, una ventana se abre en el
horizonte, la Paz del Rey se extiende
sobre los siglos hasta el Dia que el Creador y su Criatura se miren a los ojos como nos miramos los unos a los otros. ¡Cómo se
puede tener miedo a quien se ama con pasión infinita! Lo que pasó, ya no pasará. La Aventura de la vida eterna vuelve
a comenzar. La Palabra de Dios es el Verbo, y el Verbo es Dios: “Hagamos al Hombre
a nuestra imagen y semejanza”, todos Cristianos a la imagen y semejanza de
Cristo Jesús, y aunque la Muerte, el Diablo y el Mundo se pongan delante, la
Palabra se hará carne delante de nuestros ojos en el Día que ha nacido.
16 /3 / 24 9
Pero llamó Yavé Dios al hombre, diciendo: “¿Dónde estás?”
Pedirle
explicaciones al sacerdocio católico sobre sus posiciones sobre la Ciencia
cuando la misma Ciencia estaba en su adolescencia, hablando de los días del Renacimiento
y de la Reforma, y esas explicaciones en base a la conducta inmoral del Papado de los siglos XIV, XV y
XVI, un Papado con la espada de Pedro en la mano cortando orejas y cabezas en
contra de la Voz de su Señor, y
pretender que la ignorancia del Sacerdocio Católico en las materias de Ciencia
e Historia Universal Antigua podían servir, y le sirvieron, a los enemigos de Dios
y su Reino de argumento final contra la Civilización Cristiana, marcó definitivamente
la marcha de las naciones hacia las guerras mundiales. Una vez transformada la
Negación hacia el Cristianismo como puerta de acceso a la gloria científica, y
aunque enmascarada en rechazo hacia todas las religiones, vino a suceder, y le sucedió
al futuro de las ciencias, lo que suele suceder en las organizaciones políticas
cuyo espíritu es del de la corrupción, a saber, para acceder al tesoro público
hay que demostrar mala sangre, ser mala gente, estar dispuesto a vender el alma
al diablo. De la misma naturaleza es la puerta de acceso a las organizaciones
criminales devotas al tráfico de blanca drogas, armas, órganos…; quien quiere
ascender debe ser el peor de todos los aspirantes. El resultado, en un caso u otro,
es el mismo, con la diferencia que las organizaciones criminales son privadas y
las organizaciones políticas dedicadas al saqueo del tesoro de una nación son organizaciones
públicas, con el agravante que aquéllas no cobran de sus víctimas, y las otras,
éstas, las políticas, además de robarle el pueblo el pueblo les paga para que sigan
robándoles.
En
efecto, impuesta la necesidad de la declaración de ateísmo por parte de las
ciencias para acceder a un puesto de honor en su pirámide, la sucesión en las
generaciones desde el XVII al XX vino determinada no por el genio sino por la absoluta imbecilidad de los miembros que
aspiraron a cátedras de lujo en las universidades de renombre internacional. Así
las cosas, los Profesores encargados de la formación de la inteligencia humana,
una reproducción del sindicato fariseo que pidió la cabeza de Jesucristo, resetearon
la naturaleza del pensamiento humano para crear un sistema de negación automática contra la Verdad Universal. Este
mecanismo de negación se activó de inmediato
cuando saltaron por los aires las lápidas
bajo las que yacían enterradas las ciudades antiguas de Mesopotamia. En el
furor del momento los primeros genios vieron la Prueba de la Veracidad del Génesis.
La Alarma en las tribus del ateísmo científico no tardó en saltar; al cuadrado
de la velocidad de la luz el genio fue desplazado por la mediocridad de los clones internacionales, fabricados en las
universidades clásicas, producidos en serie para manipular todas las cronologías, ocultar todas las puentes de conexión entre la Historia Universal y el Génesis; el mayor
ejemplo el del egiptólogo Breastead, cuya Historia de
Egipto es la mediocridad elevada a la sabiduría en nombre de su negación
de la Cronología Mosaica, descubrimiento
que le valió la consagración como enemigo absoluto de la Verdad Histórica cuando puso a un faraón pelele
como maestro del mismísimo Moisés. El gallinero de la universidad para la producción
en serie de imbéciles con títulos consagrados por el movimiento paralas guerras
mundiales no tardo en saltar. La Cronología Abrahámica fue el siguiente puente a volar. No fue Dios fue el modelo del Código Hammurabiano, fue Hammurabi el modelo del que se sirvió Dios
para escribir su Código. Siguiendo la
antigua ley de la coexistencia del genio y el loco en la misma cabeza, la
Academia de los genios se convirtió durante la primera mitad del siglo XX
en el gallinero de los locos; roto el contrato
con la Verdad por lógica tenían que servir a la Mentira, que es igual que decir
que ser esclavo del mayor postor. Negada la Conciencia como motor de la Conducta
Humana pusieron su genio a los pies de gente más perversa que ellos con la condición sinequanon de no ser responsable de lo que hicieran
semejantes dementes con los inventos de destrucción
masiva que pondrían en sus manos. Ser Judas ni les quedaba a sus trajes, pero ser Pilatos lavándose las manos en la
sangre de las guerras mundiales, ése sí era un traje a la medida del loco en el
genio.
Durante
la segunda mitad del XX asistimos a una recreación miserable, propia de la calidad
de los sucesores de los padres dela Edad Atómica, en lo tocante a la Visualización del escenario natural, en fauna y flora, propia de los milenios séptimo, sexto y quinto
antes de nuestra Era. Saltándose todos los resortes naturales implicados en la
existencia de la honestidad y la dignidad debida a la Verdad Científica, vimos
como los dioses de la Academia destrozaron cualquier conexión entre Verdad Científica
y Verdad Histórica, firmando, sin ninguna vergüenza ni problema de conciencia, una
vez ya desterrada ésta de sus mentes, la protección del Oriente Medio dl Siglo XX,
antes de la Revolución agrícola Israelí, una Mesopotamia desértica y pedregosa:
al mundo de la Mesopotamia de la Revolución Agrícola que fue la llave de la Edad de oro del Neolítico, justamente
la época cuando comenzó la Historia de la Civilización. Hicieron esto sin
ninguna respuesta por parte de los arqueólogos, delante de cuyos ojos los Asirios, por ejemplo, le metieron en el cerebro, para tormento de
las ciencias, caza de leones, estado de fauna y flora que vemos repetido en la
Gesta de Sansón y en la Historia de David el pastor. Pero en fin, los locos al psiquiatra;
si el psiquiatra puede volar el puente entre el genio y la locura, bendito sea
su trabajo.
La
Mesopotamia que el rey elegido por Dios, para ser su Siervo y extender la Ciudadanía
de su Reino a todas las familias de la Tierra, gobernó durante el tiempo antes
de hundir su trono en la guerra civil
que le desterró, fue una región en la que la Flora y la Fauna fueron las
naturales la tierra de un rey que fue el mayor Zoólogo y Botánico de todos los
tiempos. La pregunta de su Señor era
simple : “¿Qué has hecho?”.
Pero
el “dónde” nos Descubre lo que la Lista Real Sumeria nos dice sobre el primer
rey de las Cuatrl Regiones, el Alulim-Adán,
cuya Lista termina en el Noé-Ziusudra; a saber, el
sucesor de Adán-Alulim no fue su hijo, sino un rey de
una casa distinta; aunque siendo de Eridu, Alalgar sucedió
al Elegido de Dios en razón de la reacción de las familias fundadoras del reino
contra la declaración de divinidad para la corona que establecieron el rey y la
reina. declaración de divinidad que sería en adelante la nota clásica en los
reyes mesopotámicos, y andando el tiempo vendría a ser la meta de todos los emperadores del mundo no
cristiano. Sin ir más lejos y necesidad
de alzar mucho la vista tenemos la declaración de divinidad del Imperio Británico,
cuya cabeza, elevada a la condición de “cabeza de la Iglesia” siendo la cabeza
de la Iglesia: Dios, y exclusivamente Dios, según consta en el Libro Sagrado que el Espíritu Santo escribió,
vino a repetir la nita clásico de los reyes antiguos, con esto demostrándonos
la Historia que el mismo que tengo a Adán tentó y corrompió a la iglesia de Inglaterra.
La
cuestión siguiente es obvia:
11 “¿Y quién, le dijo, te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Es
que has comido del árbol de que te prohibí comer?”
Surge
aquí la pregunta: ¿Es omnisciente, presciente Dios? Confrontado con este dilema
la respuesta de la Reforma Calvinista fue señalar a Dios como autor intelectual
de la Caída, acontecimiento hacia el que estuvo dirigiendo la Historia del Género
Humano desde la eternidad. Se desprende de esta respuesta maligna que tanto Satán
como Adán fue otro peón en el juego de la eternidad, siendo Dios es el
verdadero padre del Diablo, etcétera etcétera. Fuera
de contexto es estudio de la demencia de los sembradores de las Cizaña Maligna cabría
preguntarles a los herederos de los siervos del Diablo, todos puritanos,
divinos y santos, cuál era o es la naturaleza del juego que desde la Eternidad escribió
ese “el dios de Lutero” ocultó en su “agenda oculta”. También podríamos hacerle
esta pregunta a los adoradores de la Agenda 2030: ¿qué se oculta tras ese programa
de felicidad infinita para todos los pueblos del mundo? Sin querer hacer apología
de nada contra nadie, es sorprendente y curioso que todos los que defienden a
muerte esa Agenda Maravillosa resulten ser lo peor de las naciones. Conocen la Agenda Oculta y se matan a palos
por ocupar posiciones en ese día después. ¿Qué habrán visto en ese día después?
Pero regresemos a los que de verdad nos interesa.
¿Puede
imaginarse el león la posibilidad de una declaración de guerra contra su corona
de la boca de un ratón? Semejante escenario no entra en la razón animal. ¿El cervatillo le declara la guerra al lobo? No
cabe en la cabeza, no tiene lugar en el ser de la Naturaleza. El Señor del Infinito
y la Eternidad, Creador del Cosmos y del Universo retado a duelo a muerte por una
mota de polvo? ¿Pinocho retando a muerte al carpintero que le dio la vida? Son
escenarios que únicamente caben en la cabeza de un demente. ¿Se inmola el personaje de un cuadro
en desafío a su creador? Por donde quiera que miremos este escenario, una criatura
formada del polvo del cosmos, todos los ángulos nos conducen a un mismo lugar …
siempre que sigamos hablando del Padre de Jesucristo. Así que o bien Santo Tomás
crea una imagen de la Divinidad superior a la realidad, o la realidad se hizo
Santo Tomás.
Rechazada
la disyuntiva en la afirmación de la Identidad del Padre de Jesucristo con el Creador del Cosmos y del Universo, Señor
del Infinito y la Eternidad, la respuesta única que nos viene a la cabeza , porque
vive en el ser de la Creación, tiene su núcleo existencial en la Sorpresa,
ascendiendo a categoría de escándalo, para transformarse en Incredulidad y
finalmente en descubrimiento, que experimenta el Dios de Santo Tomás ante el
hecho consumado de la declaración de guerra contra su Ley y Voluntad por parte de
un hijo de Dios: el ratón le ha declarado
la guerra al león. ¿Qué? ¿Qué es esto? ¿Qué está pasando? ¿Qué has hecho Adán, hijo
mío?
12 Y dijo el hombre: “La mujer
que me diste por compañera me dio de él y comí”
Un
hombre se encuentra en el apogeo de su felicidad. Ese hombre decide construirle
su propia casa a su hijo, y se va para buscarle un terreno y construirle su hogar.
Deja a su hijo en su casa como rey y señor de todas sus propiedades, y al
regresar se encuentra su casa en ruina y sus propiedades saqueadas. ¿Qué has hecho,
hijo mío?
El
Dios y padre de Adán ya presiente la causa.
Su hijo nunca se hubiera atrevido a declararle la guerra a Su Voluntad y Ley de
no haber intervenido una fuerza externa. La identidad y el nombre de quien se había
atrevido a usar la vida del Hombre como hacha de guerra le eran conocidos. Y
sin embargo seguía la cuestión ardiéndole en el pecho: ¿Cómo era posible? ¿Qué fuerza
estaba detrás del Dragón, la Serpiente Antigua, el Diablo, Satanás?
13 Dijo, pues, Yavé Dios a la mujer: “¿Por qué has hecho eso?” Y
contestó la mujer: “La serpiente me engañó y comí”
Mientras Dios buscaba la Causa Primera productora
del Acontecimiento de la Caída, el Juez, la Ley había sido transgredida, y le era
a su Justicia materialmente imposible sujetar el Futuro de la Creación Universal
a una Amnistía a los Delincuentes, en base a la relación del Juez con los Transgresores,
y relación de padre a hijos, que de ser firmada pondría las bases de una Guerra
Civil, puerta de acceso a un estado de Guerra Mundial sin fin; Dios miraba no a
los Transgresores sino a esa Fuerza en la que Satán creyó encontrar el arma que
le daría la victoria y elevaría la casa de los hijos de Dios a la dimensión de
un olimpo de dioses con libertad absoluta para hacer la Guerra a voluntad,
haciendo de Dios el productor al servicio de sus necesidades de ejercito y
mundos que conquistar. Esto sería en la práctica sentar a Satán y sus hermanos a
la Izquierda del Trono de Dios.
El
toro que acorneó con anterioridad… contra el que la Ley fue escrita y sellada,
regresó al ruedo, esta vez declarándole abiertamente la Guerra a la Creación de
Dios. El Escenario que desde la Amistad contra los Transgresores se alzaba en
el horizonte era la Destrucción Global de todo el Universo. A esa Serpiente se
le escapaba que el Creador y Dios son una sola y única Persona, pero antes del
Creador ya era Dios.
Dios fue antes del Creador, y Dios fue formado
para ser el Creador del Nuevo Cosmos en el Espíritu de la Sabiduría. Separar a Dios
del Creador es declararle la Guerra al Espíritu Santo de la Sabiduría en Dios. Únicamente
de una Fuerza Increada podía venir esta aspiración: La Muerte. Dios la venció
creando un Nuevo Cosmos en el que la Vida es creada para ser eterna. Evidentemente:
Vida a la imagen y semejanza del Espíritu de su Creador. Rechazar el Espíritu en
Dios es rechazar la Vida a su imagen y semejanza. Nadie que se levante contra el señor
de una propiedad puede admitir en ella a quien busca destruir su casa. Dios ya
había Indultado a quien ahora confiaba ganar una Amnistía como pago a su Silencio.
La Amnistía escondía la Abolición de la Ley de la Civilización, efecto de la
cual sería la Prohibición de perseguir los Delitos cometidos por el Gobierno, en
el Presente y en el Futuro. Los hijos de Dios serían de facto declarados dioses.
Fue
precisamente contra este Acto de Rebelión que fue dada la Ley, gracias a la
cual una rebelión futura procedería a ser declarada Traición, y Traición sujeta
a Pena de Muerte.
Siendo
la Palabra de Dios el Verbo,
y
siendo el Verbo: Dios,
la
Palabra de Dios es Ley,
porque
la Palabra es el Verbo y el Verbo es Dios.
Y
pues que Dios no puede negarse a si mismo:
18 / 3 / 2414 Dijo, pues, Yavé Dios a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita serás entre todos los ganados y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu pecho y comerás el polvo todo el tiempo de tu vida.
Desde
la ignorancia, regresando al supuesto que, a la imagen y semejanza de Calvino y
sus hermanos en la Reforma, contra
Cristo, y no a la imagen del Hombre, en Cristo, hubiésemos sido formados, la pregunta
es natural: ¿Por qué no perdonó Dios a su hijo Adán? Primero porque Dios es
Amor, y segundo porque es Padre. ¿No es
Todopoderoso y Omnipotente? Absurda esta última cuestión pero procedente, así
que se admite. ¿Quién se atreverá a enviarle al Creador del Océano de las galaxias un alguacil que le conduzca ante un tribunal?...
¿para responder de qué y ante quién? Se ve, esta es una vía muerta; únicamente
un fantasma de la casta de Calvino en sus Instituciones Cristianas se atrevería a recorrer. Quien tiene
semejante Poder, capaz de crear una Vía Láctea, tantos Universos como le venga
en gana, y Poder hasta para reducir a polvo todas las galaxias , ¿por qué tendría que responder ante nadie de haber procedido a perdonar a su hijo pequeño,
Adán?, máxime cuanto el mismo Dios que procedió a dictar sentencia acorde a la
Ley, ese mismo Dios reconoció, Redención Cristiana mediante, la Ignorancia bajo
cuyo poder fue arrastrado a la transgresión. Lo mismo debemos decir sobre Satán,
en quien vivía la Serpiente. Ese Satán era hijo de Dios para la fecha, uno de
aquellos hijos de Dios a quienes su Primogénito llamó as participar en el
Proyecto de Formación del Hombre a la imagen y semejanza de ellos. ¿No pudo ese
Dios haber perdonado a sus dos hijos,
corregir el mal que se había producido, hacer borrón y cuenta nueva, tomar la dirección
de la Historia en sus mano y encauzar el camino que se había comenzado a dirigir hacia el precipicio ante
cuyo abismo actualmente nos encontramos? ¿Qué le impulsó a actuar cual un Juez administrando Justicia acorde a la Ley, sin desviarse
punto arriba punto abajo?
La
primera parte de la Sentencia contra Satán es una Negación Absoluta y sin posibilidad
de redención de la Filiación Divina que desde ese momento quedó anulada por la
eternidad. ¿Puede una bestia del campo ser elevada a la condición espiritual y dimensional de un hijo de Dios? ¿Puede
disfrutar una bestia del campo del crecimiento de su ser en el espíritu de su
Creador? La Cólera de Dios en el Juez es infinita. Esa Bestia acaba de matar a
su propio hermano pequeño; realidad que vemos escenificada posteriormente en el Fratricidio de Caín y Abel. En
Adán le dio muerte a todo el Género Humano. La próxima cuestión no es menos lógica:
¿Qué estaba viendo Dios en esa Bestia para pronunciar su Destierro de su Ser y de su Creación? La respuesta es
esencial para entender nuestra Historia viva
actual. La Serpiente antigua, el Dragón, el Diablo, jugó sus cartas sabiendo que podría perder y recibir la Sentencia que recibió. También
confió en el Amor de Padre hacia su hijo pequeño para que, en razón de su Ignorancia sobre las consecuencias
de su Delito y el Engaño en que cayó Adán al creer que Satán vino enviado por
el Padre de ambos, escena reencarnada en
Lutero, siervo del Diablo, su Absolución absolverlo de su Delito, viniese acompañada de la Amnistía
contra el Traidor. Creyó Satán que esa carta le daría la victoria
y por amor al Hombre aquí fiesta y allí orgía. La demencia de aquel hijo de Dios
fue absoluta. El ataque contra la Divinidad del Verbo era una Declaración de
Guerra al Espíritu Santo que vive en el Creador del Cosmos y toda la Vida que
contiene. La Creación entera tiene su Roca Indestructible, su Fundamento Todopoderoso en este Espíritu. Pretender que el
Creador, en base al Amor por sus hijos, rechace su Espíritu, formado durante eternidades,
era, es y será por siempre jamás atacar la Columna sobre la que descansa todo el Edificio de su Reino; y lo que es más demencial: Abrir una Brecha entre Fios y su Hijo. Porque, en definitiva, la verdadera diana de la Tentación era el Hijo
de Dios. ¿Qué pasaría si el Hijo Amado de su Padre Omnipotente y Omnisciente encontrase
en el Fruto de la Ciencia del bien y del mal: la Guerra, su delicia? ¿Acaso el
Hijo Amado de Padre tan Glorioso no tiene Voz ni Voto?
La
Sentencia del Juez fue acorde a Ley, pero la Filiación que le retiró al Judas de
los Cielos fue un escándalo de magnitud suficiente para firmar su Destierro a
las Tinieblas que cubren el Abismo, en cuyo pozo, el Infinito por fondo será arrojado
por la Eternidad. Ninguna Palabra nos puede servir mejor de punto de partida que la Declaración de la Esposa de Cristo, nuestra
Santa Madre la Iglesia, cuando delante de todo el Universo escribió, y quedó recogido
por escrito: El Espíritu Santo es Dios. No hay División en Dios. EL Espíritu
que vive en el Padre es el Espíritu que vive en el Hijo. El hecho de creer
que la tentación podría dividir a Fios y su Hijo Amado significa
declarar que el Espíritu de Dios no vive en el Hijo: de la Duda sobre la
Divinidad del Rey aquella Bestia saltó a la Negación; el Indulto que le concediera
Dios Padre sobre su Rebelión anterior a la Creación de nuestros Cielos y Tierra
no produjo el fruto de la Obediencia y de la regeneración del Amor. Tras un tiempo
de prisión, una vez libre concibió una Rebelión infinitamente más maligna: Tentar
al Hijo de Dios. ¿Qué pasaría si el Hijo Amado de su Padre se apuntase a la Política
Progresista de sus hermanos y bendijese la Transformación de la Casa de los
hijos de Fios en una Corte de dioses mas allá del Bien y del Mal? La Respuesta
de ese Padre Amado fue Final, la
conocemos todos:
15 “Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza, y tú le acecharás el calcañal”La
Creación entera oiría la Voz del Hijo de Dios. La Declaración de la Victoria de
su Hijo se escribe antes siquiera de abrir su Boca porque el Espíritu de su Padre
es su Espíritu: Ese Espíritu Santo que se
hizo Hombre por Obra y gracia de Dios a fin de que el Hombre y toda la Casa de
los hijos de Fios de los Cielos oyesen el Verbo de su Hijo: la Palabra del Dios
que Dijo: Haya Luz, y Firmamento, Océanos y mares, Sol, Luna y estrellas, árboles,
peces, aves, ganados, reptiles, y formó a Adán a imagen y semejanza suya. Y pues
que todos quienes sabemos leer, sabemos escribir: Nada hay que añadir a la Declaración
de Nuestra Madre y la Confesión firmada por los Hermanos de su Señor sobre la Encarnación
y Resurrección. El que quiera creer que
crea, el que quiera morir, que muera.
Lo
que si es evidente y queda fuera de toda discusión trata sobre la Visión Apocalíptica
que la Muerte quiso imponerle a la Creación en tanto en cuanto estado
existencial natural perpetuo. El Guerrero en Dios, vencedor en batallas sin número contra la Muerte, despertó
en el Creador, y desde el Fuego que le consumía por su Hijo Amado sobre las llamas
el Futuro de la Guerra a vida y muerte que se le acababa de declarar a su Corona;
firmó la Condena de Pena de Muerte debida a la Ley contra la Guerra.
La
Corona del Hijo de Dios era la que había sido atacada por en quien la Envidia era
más fuerte en él que la propia Vida. Al tentarlo con el Conocimiento de la fruta
de la Ciencia del bien y del mal esa “bestia del campo” olvidaba que el Hijo es
Dios. Declararle la Guerra a la Corona del Hijo es declararle la Guerra al Padre.
En Palabras del Espíritu Santo: “Dos Personas, un Único Dios”.
Pero
en lo que nos concierne a los hombres, pues es necesario dejar a Dios lo que es
de Dios, en la Victoria anunciada, por aplastamiento de su cabeza, se nos daba Redentor,
Rey y Salvador; es decir, Dios estaba viendo la Encarnación y la Resurrección
de su Creación sobre un Nuevo Modelo de
Reino Universal, la Cabeza de cuyo Poder
Sempiterno es su Hijo: Señor, Rey, Juez, y Padre sempiterno de su Creación.
YAVÉ
DIOS, el Señor de Moisés, no duda en absoluto de la Respuesta de su Hijo a la
Tentación que, Caída de Adán y su Mundo mediante, se le arrojó en pleno rostro
a su Hijo. Porque la Ley de la Formación del Hombre implicó al Mundo entero;
destronado el rey elegido por Dios para ser su siervo y extender la Ciudadanía del Reino de su Dios a todas las
familias de la Tierra, reiniciar todo el Proyecto desde unas condiciones infernales
debería conducir a Dios al fracaso constante, que finalmente habría de inducirle
a abandonar al Hombre a su suerte. Pensamiento satánico que nos escenificó Dios
en la Muerte de Cristo con objeto de descubrirnos la maldad en el Tentador.
La
respuesta al porqué no extendió el Juez la Amnistía sobre el Transgresor teníamos
que verla todos los Ciudadanos de su Reino, los del Cielo como los de la Tierra.
Empleando el actual discurso de las tinieblas que se expande sobre España en
estos días: Porque ello supondría la creación de una Organización Política de Gobierno
fundada sobre la Libertad de sus miembros para acometer todo tipo de delito, estableciendo
una Dictadura del Poder en aras de cuya existencia progresista todos los Ciudadanos
quedamos reducidos a ganados viviendo exclusivamente para alimentar la sed y
hambre de Poder y Riquezas de esa Organización Criminal, a la que Dios ( en este caso los Españoles ) debería
darle su Bendición.
La
elevación de este horizonte Maligno en el seno de su Reino, pidiéndole bendecir
la Inmunidad Eterna para sus hijos sobre la sangre de Adán, despertó en el Creador
el Fuego del Dios Increado, Señor del Infinito y de la Eternidad, aquel
Guerrero Todopoderoso al que la Muerte tentó con la Guerra de los Mundos como
modus vivendi, sobre cuyo Imperio Cósmico Él sería Rey de reyes y Señor de señores. Una Abominación a su Espíritu aquel Horizonte, viviendo Aquel Espíritu en el
Padre y en el Hijo, Yavé Dios y su Hijo Jesús aceptaron la Declaración de
Guerra contra la Gloria de la Libertad de los hijos de Dios de la Plenitud de
las naciones.
Creer
que Criatura alguna puede mantenerse de
pie en un campo de batalla final sobre el que Dios y el Rey se mueven con un mismo
Espíritu de Victoria es locura absoluta. Esta creencia fue la que condujo a la Traición
al Judas de los Cielos. Otra cuestión es porqué hasta Hoy no ha sido Desterrado de la Tierra
y por fin arrojado al Abismo cubierto por las Tinieblas, encerrado por el Infinito
y la Eternidad en el Infierno en el que nos quiso enterrar a todos. La
Respuesta pertenece a la Teología de la Historia Divina de Jesucristo. Pero, baste
a cada día su afán.
19 /3 / 24
La
negación de Dios implica la necesidad de la destrucción de toda vida en la Tierra,
frente a cuya maligno acontecimiento se alza la Fe Católica como la única Fuerza
Histórica que prefiera la muerte a esa
esclavitud que se nos ofrece como vía legal de escape a la tercera guerra
mundial. La Destrucción de la Humanidad es el horizonte al que cabalga la
Muerte y sus hijos. La Muerte tiene por inercia ese horizonte: hacer regresar al
polvo del cosmos lo que del cosmos se tomó. Dios no sentenció a nada que no conociese;
el Hombre se condenó a sí mismo a abandonarse en los brazos de la Muerte cuando
conociendo el precio de la Transgresión a la Ley de la Paz Universal Sempiterna
se dejó arrastrar a la Guerra Mundial contra el Reino de la Vida. Que el Hombre
justificase su Transgresión en la Mujer, que la Mujer ocultase al Hombre quién la
“engañó”, excusando su Delito en un Engaño, ni lo uno ni lo otro podía servirles de justificación ante la Ley.
Eligieron la Muerte a la Vida. Ergo: Cada cual se condena a sí mismo acorde a
la naturaleza del Delito.
Frente
a un Delito conscientemente y premeditadamente ejecutado no puede haber ni Indulto
ni Amnistía a no ser que el Juez se declare parte del Delito, y justificando al
Delincuente se indulte a sí mismo. Y, sin embargo, la Vida de una Sociedad
Organizada depende exclusivamente de la Naturaleza Inviolable de la Ley y de la
Incorruptibilidad de la Justicia. La ausencia de estas dos columnas ha
sido el origen de la Caída de todas las
civilizaciones, imperios y reinos que han existido sobre la faz de la Tierra. El
martillo pilón que no dejó piedra sobre piedra fue la presencia en un mismo
cuerpo de gobierno del legislador y del juez. Cuando el Delincuente es el Gobierno y es el Gaviero
el que legisla y juzga: haciendo de los cuerpos de seguridad del Estado su brazo
armado, el Gobierno blinda una Impunidad creada para defenderse de ataques ilegítimos
y la convierte en Libertad para el
Delito.
De
todas las formas que se contemple y estudie la Historia de las civilizaciones legamos
a la misma conclusión: el origen de todas sus desapariciones tuvo su fuente en
la elevación de los gobernantes a la condición de seres alienados de la responsabilidad
natural sobre los actos individuales, alienación exclusivamente naturalizada para individuos mentalmente
discapacitados para entender las
consecuencias de sus acciones. Naturalizada la Discapacidad Intelectual y
Mental mediante la fuerza de las armas los reyes y emperadores arrastraron a
las naciones a su ruina y disolución de sus imperios. No obstante esta
realidad, las naciones se vieron
seducidas por ese status alienante y se dieron esa dimensión alucinante creando eso que se llama Inmunidad
Parlamentaria, es decir, una bendición del Gobierno para la existencia en el
Delito de sus miembros.
Es
evidente, independientemente de que sea de Dios de quien estemos hablando, que sencillamente
partiendo desde la Inteligencia: con el objeto de levantar una Organización
Social Compleja con vocación de vida sin
límites se debe establecer una Ley Inviolable e Incorruptible para ser el Tronco
desde el que la Justicia toma sus
Ramas y crece en el Tiempo acorde al crecimiento del propio
Árbol de las Naciones. Las raíces de este Árbol deben absorber esa Savia, que alimenta
tronco y ramas del Espíritu de la Vida. Este Espíritu no puede ser jamás traicionado
ni transgredido, sabiendo, como sabemos porque la experiencia de Seis Milenios
viviendo bajo las consecuencias de esa Transgresión y Traición, que el efecto
de tal acción es la Caída del Árbol entero.
Pero
nosotros vemos el horizonte hasta donde
nos alcanza la vista de quienes sujetos a un tiempo limitado de existencia no podemos
establecer un arco de crecimiento para la Vida que está en nosotros y legamos a
nuestros hijos. Esta limitación no alcanza a Dios. Y el Hecho de haber aplicado
la Ley en su Naturaleza íntegra nos descubre que la Creación de esta Sociedad abierta a la Vida
sin límites era y es la Sociedad que Dios fundó estableciendo una Ley Universal cuya Savia alimenta el Árbol de la
Plenitud de las naciones, siendo el Espíritu de su Justicia Incorruptible la
Raíz de la Paz Universal Sempiterna que la Ley alimenta. La Vida de las naciones establecida sobre la Inviolabilidad de la Ley y la Incorruptibilidad de
la Justicia para impedir la alienación
de acto y consecuencia, el Juez no puede, bajo ningún concepto Amnistiar a un
Delincuente sin proceder él mismo a declararse fuera de la Ley. Un Juez que
viola la Ley para la que fue llamado a servir es el peor enemigo de una
Sociedad Organizada sobre el Imperio de la Justicia.
Este
es el caso en el que nos encontramos en
la Caída del Hombre. Un Delincuente Maligno manipula a un Ignorante en la Ciencia
del bien y del mal buscando que el Juez, en cuanto Padre del Transgresor, viole
la Justicia del Legislador amnistiando al Delincuente. Esa amnistía supone la legalización
del Crimen Futuro en base al perdón del Crimen cometido en el Pasado. Las Jurisprudencia
en dicha Amnistía sería la base legal de
todos los Crímenes a cometer en el Futuro. Dios daría su bendición al Crimen en
el caso y sólo en el caso que el Gobierno fuese el Delincuente. Tomase por
donde se tomase el Caso, Dios mismo no
puede sostener desde esta Base el Futuro sin límites para su propia Creación Social: una vez organizado el Crimen como condición
natural del Gobierno de su Reino los efectos de su crecimiento acabarían arrojando
toda su Creación en los brazos de la Muerte. Precisamente para impedir esta Caída
fue dada la Ley.
Aquí
entra el clásico discurso de los locos de la razón omnipotente, madre putativa
del ateísmo científico. A saber: Siendo Dios Omnipotente ¿por qué no podría detener
semejante Todopoderoso Rey la Caída de su Reino en el polvo?
Al
Loco, nacido de una negación maldita,
padre de honor de las guerras mundiales, no le podía entrar la Palabra de Dios
en sus Sabios porque no buscó la Verdad, y siempre corrió tras la Sabiduría no
para abrazarla sino para violarla y
establecer la Tiranía de la República de
los sangrientos inocentes. De haber abierto los oídos de la Inteligencia a la Sabiduría
del Hijo de Dios hubiesen entendido que la Causa, por la que una Sociedad Altamente organizada para subsistir en
el Tiempo abre ella misma bajo sus pies
el agujero de su destrucción: se halla en el propio Dios. La Violencia que Dios
siente ante la visión de semejante Sistema tiránico de Violadores de la Ley se transforma en Abominación en su Espíritu.
Movido por esta Fuerza el Creador rompe su relación de Padre con Criaturas que han abominado de su Justicia, convierten
su Amor en un arma de Corrupción y Guerra Fratricida, y responde a esta Alienación
de la Criatura con el espíritu del Creador reduciendo a polvo su Creación.
Bajo
ningún concepto podía Dios permitir tal perversión. La bendición de la Vida Creada
a su Creador y Padre, en nosotros, es absoluta, infinita y eterna. Sin embargo
aquí surgen cuestiones de alta relevancia para la paz de nuestra inteligencia.
A saber:
I:
¿Por qué una Sentencia tan Eterna contra quien fue un hijo suyo, hablando de Satán?
II:
¿De dónde esta Fuerza de Abominación tan infinita contra la que el Propio Dios
no puede luchar?
III:
¿Por qué la última Palabra vino a quedar en los labios del Hijo de Dios?
I
Efectivamente,
la Necesidad impuso su ley. Que un Padre
se alce contra a un hijo y lo condene él mismo a muerte parece que lo deja más bajo
que esos padres de hijos terroristas que beben de la copa que los monstruos nacidos
de sus senos malvados llenaron con la sangre de sus víctimas inocentes.
Afortunadamente
Dios no es Vasco, ni tiene por ley para sus hijos la muerte de sus prójimos como
puerta al paraíso.
Y,
con todo, por muy grande que hubiese sido el Delito de aquel hijo maligno al
arrojar al Género Humano al infierno de la Guerra Civil Mundial, una Sentencia
de Destierro de la Vida a cadena perpetua eterna por fuerza podría parecernos a
todos sus hijos, del Cielo y de la Tierra, un tanto desproporcionada a sabiendas
que Dios tiene el Poder de levantar de los muertos a todos los seres que Él ha
creado.
A
Dios, como Padre, no como Juez, ¿quién tiene el Poder de pedirle explicación? ¿Debe
darle explicaciones a nadie un creador que destruye su creación, sea
cuadro, partitura, escultura, edificio, etcétera?
Como
Juez menos aún; pues la misión del Juez es aplicar la Ley. Mas como Padre, en
nombre del Amor a sus hijos amados, Dios sí creyó necesario que todos sus hijos
viésemos con nuestros ojos que la Amnistía a aquel Delito de Traición, una vez
que recibió con anterioridad el Indulto a un Delito de Rebelión, esta Amnistía a
la Traición, causa de la Caída del Hombre, le abriría a la Muerte la Puerta de su
Reino. La Guerra Civil que se sucedería encendería
el Fuego en el Creador; la Destrucción de todo su Reino sería absoluta.
Esto
de un sitio; del otro: una vez abierta
la visión al Futuro de todos, era necesario que todos mirasen el interior del Traidor,
y por sí mismos viesen el Infierno que llevaba dentro. El Traidor no se arrepentiría
jamás de su Maldad, volvería a llevar con
él la Maldición a todos los pueblos. Indultado primero, y Amnistiado después,
de su Libertad para hundir a todos los pueblos en la Guerra y la corrupción el responsable directo de la Creación sería el propio Dios.
Caída
la Corona del Hombre, dependiendo su existencia de la Destrucción Absoluta del
Género Humano, aquel hijo y su generación rebelde no cesarían en su Maldad ni aún
viviendo una Prisión de mil años.
Cualquiera
hubiese pensado que Dios desterró de su Mundo al Judas del Cielo en la
esperanza de que al verse en las Tinieblas una vez liberado se arrodillaría
ante su Creador pidiéndole Misericordia. De no concederle esta Oportunidad, por
la eternidad se quedaría grabada en la memoria de sus hijos la Crueldad de un
Padre que no le ofreció a un hijo la Gracia del Perdón.
Y
así se hizo.
Tras
la Resurrección del Rey de los Cielos, decretó Dios que fuese encarcelado en las Tinieblas aquel hijo
malvado que osó ponerle las manos encima a su Hijo Unigénito. Durante Mil Años
fue encerrado en el Infierno al que sería finalmente arrojado por la Eternidad.
Cumplidos los Mil Años fue liberado en la Tierra. ¿Se arrodillaría ante Dios reconociendo
la locura en la que cayó, pidiendo misericordia con la promesa infinita de no volver a caer en la
demencia fratricida?
Ya
sabemos lo que pasó. La Maldad de Satán era infinita. Los Mil Años de Prisión
en las Tinieblas no le sirvieron para arrepentirse y llorar su Condena, sino
para desatar el Odio y la Venganza que caería sobre el Género Humano y no cesaría
hasta conducirnos a todos a una Guerra Mundial Final en la que las naciones
dejaríamos de existir.
Pero
para llegar a este fin tendría que conquistar las puertas de la Casa de Cristo, desatar el Infierno contra Ella, su Esposa, la
Iglesia Católica. Tendría que dividirla, sembrar la Cizaña de la Guerra Civil
entre sus Rebaños. Ya que no podría conquistar
sus puertas debería anular su fuerza moral entre las naciones.
Sin
pastores que las mantuviesen en el seno de la Ley Divina, las naciones se arrojarían
las unas contra las otras; rotos los lazos de la Fraternidad Cristiana, los hombres,
convertidos en animales dirigidos por Bestias, se declararían la Guerra de
exterminio en los campos de las guerras mundiales. Sobre las ruinas de ellas, arrojando
las cenizas del Género Humano contra el rostro de Dios, el Traidor se reiría sobre
nuestros huesos de la Omnipotencia del Rey de los Cielos.
La
Muerte, la madre del Diablo, estuvo preparándole a su hijo el terreno durante
los Mil Años de su prisión. El Cisma de
Oriente fue coser y cantar. La Muerte le dio por siervo a su hijo un magnicida,
un tal Miguel Cerulario, asesino frustrado que, cual Lutero, se escondió de su crimen
en un convento, del que surgió para servir a su “dios oculto”, Satanás: en
nombre de Dios.
Rama
separada del Tronco del Árbol católico, pastores que negaron al Señor y se
dieron al servicio del emperador de Bizancio, arrastraron a Constantinopla a su
destrucción. Pastores herejes, adoradores de la plata y el oro, en su destierro
llevaron a Rusia su religión suicida, coronando de nuevo un emperador, al que
sirvieron como a señor, creando un nuevo imperio basado en la esclavitud y la
adoración del Poder.
Condenaron
al pueblo ruso al aislamiento hasta que el Decreto de Dios contra la Roma de
los Césares cayó sobre el nuevo imperio que crearon. Adoradores del Oro y la Plata
hasta la muerte, castigados una vez y otra, fiel a su padre, el Diablo, por fin
han alcanzado la gloria pariéndole a Infierno un hijo digno de la Muerte, de
cuya boca ha emergido la Tercera Guerra Mundial, Declaración bendecida por los
siervos del Diablo.
Pero
si arrastrar a la iglesia ortodoxa bizantina a la alcoba del Diablo, en la que ha
parido a ese hijo de Satanás que desde Moscú invoca al Infierno, no le costó muchos
a la Muerte dada la corrupción escandalosa en la que durante el siglo X se hundió
el Papado, abrir una División en el seno de las naciones de la Iglesia Católica
sería una labor de roturación del campo, siembra de la Cizaña Maligna y cultivo
de la mala hierba que en forma humana traerían
en sus manos el Fuego del Infierno en el que las naciones, hasta entones
hermanas, se devorarían en una Guerra de odio sin límites, la que conocemos
como la Guerra de los Treinta Años. Aquel Odio permanecería entre las naciones cristianas, desatando de
siglo en siglo los incendios bélicos típicos de los siglos, XVIII y XIX.
El
Crecimiento de aquel Odio abierto a una Ley Inmunda, que el ateísmo Científico
parió en su seno, le dio forma final a los ejércitos que en el XX se disputaron
el dominio del Mundo: el Nazismo y el Comunismo: los Gog y Magog de las Escrituras. Los hijos de Dios necesitaban ver el Alma
de aquel Traidor, pero Dios ya sabía que ese Traidor no pararía hasta levantar sus pies sobre el Cementerio en el
que enterraría al Género Humano. Nada ni nadie podría evitarle el Destierro
pero se iría con la Satisfacción de una
Victoria que a Dios le sabría eternamente amarga, y pondría su Sabiduría en tela
de juicio delante de todos sus hijos, su Reino y su Casa.
Tal
era lo que buscaba el hijo del Infierno. En lo que concierne a la Sabiduría Divina,
la visión del alma del Satanás quedó al descubierta delante de todos los hijos
de Dios. El Perdón en forma de Amnistía a aquel río de Veneno que llevaba
dentro, de no ser arrojado al Abismo,
inundaría la Creación entera en aquellas aguas suicidas. En los labios de todos
los hijos de Dios, de la Tierra y de los Cielos, vive exclusivamente una
Palabra: “Amén. Bendito sea Dios, Ayer, Hoy y por la Eternidad”.
En
lo que a los hombres se refiere: Siendo sas Sagradas
Escrituras la fuente de nuestra Sabiduría, no podemos decir sino:
“Maldito
todo aquel que en forma de Inmunidad Parlamentaria bendice la Libertad para el
Delito de quien Gobierna, y concede Amnistía a quien ha jurado, aun al precio
de Guerra Civil, repetir el Delito de Rebelión por el que fuera Indultado.
Cambiar
una Institución Jurídica en la que este Delito no tiene cabida, a fin de darle legitimidad a la Traición, es bendecir
lo primero, es decir, fundar la Democracia Personal Dictatorial, y abrirle la puerta a lo segundo, la Guerra
Civil. Demencia suicida, pues la segunda consecuencia devoraría a la primera.
No
hay en los Cielos ni en la Tierra lógica ni inteligencia que pueda admitir
semejante Destrucción de la Convivencia entre pueblos hermanos sin tener por
base la Dictadura Personal, estilo Socialismo del Siglo XXI. El Juicio contra
esta destrucción de la convivencia entre los pueblos de una Sociedad articulada
desde una misma Raíz Histórica y Legal es el Destierro de todos los implicados en la
Rebelión Fratricida, la pérdida de Nacionalidad y expropiación de todas sus
propiedades en la tierra a la que amenazaron con Guerra Civil de no esclavizar
su futuro a la voluntad de los Delincuentes. Una Respuesta a quien se ha jurado
meterle fuego a una nación, como aquel Lutero hizo de no ponerse de rodillas Europa
entera ante su palabra, que pase por ponerse de rodillas le abre a la Nación la
puerta de su Desmembramiento y Aniquilación.
La
Justicia Divina es la Fuente de la Justicia Natural sobre la que se han fundado
el espíritu de la civilización cristiana; su alienación por el Derecho Civil implica
el rechazo a las instituciones básicas sobre las que el edifico de las naciones
ha sido edificado y resistido el peso de las Guerras Mundiales. Manipular la
Paz para desmontar ese Edificio en base a una Superioridad Étnica es un ataque criminal
contra la Convivencia Internacional y la Seguridad Mundial. Los autores de
dicha Alienación están sujetos al Destierro, y Prisión perpetua en caso de
derramamiento de sangre.
Hemos
sido creados a la Imagen y Semejanza del Espíritu de Dios. Su Justicia es la Raíz
de la Justicia Universal. Un Pueblo que se separa de esa Justicia cae en el agujero
en el que cayó aquella Serpiente.
Todo
hombre que odia a su semejante traiciona a Dios su Creador.
Una
Gobierno que hace del Estado su brazo armado para la defensa de su libertad para
cometer Delito, deviene ipso facto en una Organización Criminal contra la que
todos los Ciudadanos deben levantarse y conducir a prisión a todos sus miembros.
La
Paz, la Libertad y la Felicidad la merecen quienes la conquistan. Quienes arruinan a los pueblos en nombre de la
felicidad propia, quienes hacen de todos sus esclavos para pagar su libertad, y
quienes amenazan con guerra civil de no dejarles vivir su paz, todos son dignos de destierro y prisión. Existen porque
nosotros lo permitimos. Basta que no lo permitamos y estemos dispuestos a
conquistar nuestra Libertad, Felicidad y Paz para que ese barco de ratas se hunda en los abismos de
la ruina, esclavitud y oscuridad en la que quisieron enterrarnos a todos.
20 / 3/ 24II
¿De dónde
esta Fuerza de Abominación tan infinita contra la que el Propio Dios no puede
luchar?
El problema
del Conocimiento de Dios por el hombre tiene un nacimiento tan antiguo como las
distintas civilizaciones que existieron en la Historia de nuestro Mundo.
Es sencillamente curioso leer cómo hallando este denominador común en todas
regiones de la Tierra los Historiadores de las Religiones Comparadas no
legaron a otra conclusión que entrar en la etiología de este problema
diagnosticando una neurosis universal común a todos los primeros padres de las
familias de los hombres. Una manera genial de reducir la cuestión a la nada, a
la vez que justificar el canibalismo fratricida civil interhumano en la
ley de la Naturaleza, que siendo así de perversa y mala, la Naturaleza, no
se comete delito de ninguna clase al querer establecer, mediante reseteo, una
nueva naturaleza: de la que emergerá un nuevo ser humano.
A imagen
y semejanza de qué modelo universal será ese nuevo ser humano que se está
gestando en la Agenda 2030 de la ONU está por descifrar. Pero viendo lo que se
ve en la Mesa de los Derechos Humanos, abierta a todos los dictadores y
tiranos, ya nos podemos hacer la idea de este nuevo hombre que sustituiría
al Hombre Nuevo creado por Dios en su Hijo tras la Caída de aquel
Hombre Viejo ciudadano del Mundo Antiguo.
El
problema del Conocimiento de Dios es el Conocimiento de su Personalidad. La
cuestión de su Existencia cerrada en la Resurrección nuestro Pensamiento pasa a
abrir los ojos de nuestra inteligencia a quién es ese Creador Nuestro que nos
ha llamado a ser Ciudadanos de su Mundo y Reino en condiciones de
Indestructibilidad Eterna.
Dios
mismo abre esta Cuestión cuando dice: “YO soy el que soy”. Traducido
al cristiano; “YO no soy quien vosotros quisierais que fuese, u os imagináis
que soy: YO soy quien soy”.
Estamos
hablando no de su Poder Creador, ni de sus Atributos Increados, naturales a su
Ser. Hablamos de su personalidad. Y fue esta Personalidad la que se encarnó,
para que la viésemos todos en vivo, a fin de que quienes no sabíamos leer ni
pensar por los sentidos entendiésemos lo que no sabiendo leer
ni pensar nunca hubiésemos podido comprender: las Columnas Existenciales
de la Personalidad Divina.
Partiendo
del Discurso, encarnación viva del Espíritu del Creador que es Jesucristo, la
cuestión según los antiguos quedó lista para ser enterrada, y en su lugar venir
a luz un enfoque intelectual nuevo, que a través de los siglos, desde San
Agustín a Santo Tomás, alcanzo su cénit. Y sin embargo siempre hubo quienes
quisieron ver más. Vivir lo imposible. Tocar con sus manos, oír con sus oídos,
ver con sus ojos a Dios. No les bastó haber tenido a “Dios con Nosotros”.
Aquél era
su Hijo, ellos se merecían ver, oír y tocar al mismísimo Dios.
Ellos no
eran Latinos, bajitos, de piel oscura, rechoncho, y media altura, ojos marrones
y pelo negro como la noche oscura; ellos eran divinos: alemanes, ingleses,
suizos, suecos, daneses, la raza superior del Norte, familia a la que no
haberle dado la Revelación les resultó a una ofensa a reparar. Así que
cuando tuvieron de su lado al Diablo no dudaron en abrir la Cuestión a la
manera de los Antiguos; apartaron a Jesucristo de sus ojos y con la antorcha
del fuego del infierno de la Guerra Civil Religiosa, sin quererlo pero
haciéndolo, cayeron en el pozo de la Herejía cuando declarándose divinos
confesaron lo que está escrito:
“Nuestras
Iglesias, (las nacidas de la Rebelión Luterana), y de común acuerdo, enseñan
que el decreto del Concilio de Nicea sobre la Unidad de la Esencia Divina y
sobre las Tres Personas, es verdadero y debe creerse sin duda alguna; es decir,
hay una Esencia Divina que se llama y que es Dios: eterna, sin cuerpo, sin
partes, sin pasión, de infinito poder, sabiduría y bondad, Hacedora y
Conservadora de todas las cosas, visibles e invisibles; y sin embargo hay tres
Personas, de la misma esencia y poder, que también son coeternas, el Padre el
Hijo y el Espíritu Santo. Y el término “persona” lo usan como lo han usado los
Padres, para significar, no una parte o cualidad de otra, sino lo que subsiste
por sí mismo”.
La Nueva
Herejía difirió de la Antigua en el instrumento sobre el que se sostuvo.
Las
Antiguas, “la de maniqueos, valentinianos, arrianos, eunomianos,
mahometanos y samosatenos, antiguos y nuevos,” y todas las demás que combatiera
la Iglesia Católica, sostuvieron sus fundamentos en filosofías absurdas
propias del Gnosticismo Precristiano y de las teosofías absurdas
propias de aquel Paganismo que con el Nacimiento de Cristo dejamos atrás. Los
Nuevos Herejes fundaron sus sistemas anticatólicos justamente en la fuerza del
sistema de Pensamiento Católico. Mediante tal Engaño arrastraron a las naciones
al campo de la Guerra de religiones.
Basta
leer la Confesión sobre Dios para firmar la sentencia de Herejía contra
Lutero, Calvino Zuinglio y las iglesias nacidas de sus puños y letras. Dicen
que “Dios no tiene Cuerpo”.
La
Negación de Cristo: “Cabeza de la Iglesia” es Absoluta. Quien es Cabeza: tiene Cuerpo.
“La
Cabeza de Cristo es Dios”. Quien tiene Cabeza tiene Cuerpo. Quienes niegan esto
niegan la Palabra del Espíritu Santo; ergo, niegan a Dios.
Entendemos
que la Raza Superior Anglosajona y todas sus familias del Norte se sintiesen
ofendidas con Dios por no haberse esperado a que se civilizasen, y haberle dado
a los Italianos, Griegos y Españoles la Misión Sagrada de la evangelización de
las naciones.
Creado el
Hombre a la Imagen y Semejanza de Dios, engañado el Hombre, encarnó Dios al
Modelo Divino Original a cuya Imagen y Semejanza fue concedido el Hombre desde
la Eternidad, es decir, desde antes del Principio de la Creación de los Cielos
y de la Tierra. Modelo Vivo en todos los hijos de Dios, pues todos tienen en el
Primogénito su Modelo de Hijo.
Así pues,
hablar de la Personalidad de Dios apartando el Pensamiento de su Encarnación
Viva, Jesucristo, en quien esa Personalidad se manifiesta en Acción y
Confrontación con el Mundo surgido de las entrañas de la Ciencia del Bien y del
Mal, Cizaña Maligna plantada en el ser humano por aquella Serpiente
Maldita; apartar a Cristo de los ojos para inventarse un “dios” a la medida de
los crímenes que se van a cometer, no
es una Herejía es un acto de Rebelión contra la Sabiduría del Dios del que
se dice que es “un Fantasma”, razón por la que las iglesias nacidas de la
Cizaña de Satanás borraron “Espíritu Santo” y pusieron en su lugar Sagrado
Fantasma: “Holy Ghost”.
Y aquí
regresamos a la Segunda Cuestión Vital: Por qué Dios odia con todas las fuerzas
de su Ser el fruto del Árbol de la Ciencia del bien y del Mal.
La Respuesta
puede ser multiforme, polifacética, obtusa, cóncava, diforme,
e incluso descebrebral, pero la Realidad no admite
los discursos de opereta y las retóricas de esos fantoches que se
meten en el traje de dioses a la imagen y semejanza de Satanás. Quienes comen
del fruto de ¡ la Ciencia del bien y del mal, mueren y matan. Muere el Hombre,
matan al hijo del Hombre.
Se
entiende que quien ama la Guerra, el Poder, la gloria de quien hace de sus
semejantes un pueblo de esclavos, ganado para el matadero en el que se adora a
sus egos, ese Fruto sea hermoso a la vista y, una vez comido, le sea bueno al
paladar. No es menos cierto, que cuando una bestia salvaje prueba la sangre
humana ya no puede dejar de matar. Es decir, si por los efectos se conocen las
causas, por las obras a su autor, por el fruto se conoce la naturaleza del
árbol. Siendo el fruto del árbol la causa de la muerte del que lo come, Adán y
Cristo delante de los ojos de todos, negar que Dios sienta Pasión es negar que
Dios sea Amor, y negar que el Amor sea Pasión.
¿Puede
haber Amor Verdadero donde no hay Pasión?
En fin,
donde quiera que se siente uno delante de los divinos rebeldes que firmaron en
el Siglo XVII aquella declaración de Guerra de Treinta Años contra la Europa
Católica, la Pasión contra el Diablo y sus Sembradores Malignos se despierta.
“El Celo por tu Casa me consume”, pregunta: ¿no lo dijo Dios? Aquel Fuego ¿no
es Pasión? Pero pasemos al Corazón del Creador del Cosmos.
“Yo soy
Dios, Yo sólo he sido formado y no habrá otro después de mí”.
Los
divinos, no importa su iglesia, interpretan esta declaración en término
negativo. Lo cual es natural en quien no conociendo a Dios, y habiéndose creado
un dios de letras, fueron incapaces de descubrir el Amor que declara por
su Hijo y su Creación quien hace semejante Confesión.
Ya el
hecho de declarar “YO he sido formado” Dios confiesa que su Hijo no pasará
jamás por donde ÉL pasó antes de alzarse como YAVÉ DIOS, Señor del Infinito y
de la Eternidad, Creador del Nuevo Cosmos y del Abismo cubierto por las
Tinieblas. La Biohistoria de esta Formación del
Espíritu del Creador está escrita en la Historia Divina de Jesucristo. Alzarse
desde la Causa Metafísica del Cosmos a la Causa Física de la Creación fue el
Proceso que le dio a su Espíritu una Personalidad establecida sobre una Roca Indestructible,
Incorruptible e Inmarcesible, notas que definen la Naturaleza de Espíritu,
sobre la cual Él mismo dice: “Sed Santos porque yo soy Santo”. Espíritu que
vive en su Hijo, ese Hijo a la Imagen y Semejanza de la cual fue llamado a la
Vida el Hombre.
Forjada
la Naturaleza del Espíritu Creador durante un Proceso de Dominio de todas las
Ciencias de la Creación, que le enfrentó a la dimensión Final: Creación de Vida
eterna, durante ese Proceso el espíritu del Creador se enfrentó a la Muerte una
vez y otra, creciendo en su Ser esta Fuerza de Abominación hacia su Fruto:
la Guerra, el Poder, la Corrupción, la Maldad, la Mentira, la Envidia, la
Egolatría, etcétera etcétera etcétera,
fruto maldito que se le ha servido a nuestro Mundo en este plato infernal en el
que nuestras carnes y nuestra sangre le sirvieron y le siguen sirviendo de
banquete a los adoradores de la imagen del Hombre a semejanza del espíritu de
Satanás.
Es contra
esta deriva del Ser dotado de Vida Eterna que YAVÉ DIOS, Señor del Infinito y
la Eternidad, selló y firmó la Pena de Destierro de la Vida de su Creación
de todo el que coma de la mano de la Muerte el Fruto de la Ciencia del Bien y
del Mal y lo dé a comer a sus hijos.
La Ley es
Dios. Y en ella tenemos todos los Pueblos de la Creación nuestra Vida.
Nosotros
podemos cambiar para mejor o peor, pero la Personalidad Divina es una Roca
Perfecta, Inmaculada, Indestructible, cuyo Espíritu sostiene el Edificio entero
de su Creación.
NO hay
Miedo a la Vida eterna a que hemos sido llamados. Temblaríamos de espanto y
horror de no haber visto y vivido la Encarnación y Resurrección de su Espíritu.
El Espíritu de Jesucristo es el Espíritu de Dios. Únicamente quienes ven bella
la Guerra, el Poder, la Gloria de hacer de todos sus semejantes esclavos para
alimento de su egolatría suicida encuentran en la Personalidad de nuestro Padre
y Creador, Jesucristo, el enemigo de sus mentiras, ambiciones, hipocresías,
corrupciones y pasión por la destrucción de toda vida.
Porque en
Dios vive como la Abominación contra este tipo de comportamiento, nuestra
Adoración a su Espíritu es infinita y eterna. Ser santos como Él es santo no es
una carga ni siquiera un deber, es nuestra naturaleza. Ser el semejante de su
Hijo es nuestra Vida. Nuestro Deber está en seguir la Voz de la Sabiduría y
ponernos sin Duda y superada la Confusión en el lado divino del Campo de
Batalla Final en el que Dios y la Muerte luchan por la Vida de la Plenitud de
las naciones de nuestro Mundo.
La
conclusión de esta realidad es que si un hijo de Dios fue desterrado de su Casa
y Oficio, ¡con cuánta más razón lo será un siervo de Dios! Cada cual mire por
su mano, no sea que creyendo tener en la mano el fruto del árbol de la vida se
encuentre llevándose a la boca el de la Muerte.
21 / 3 / 24III:
¿Por qué
la última Palabra vino a quedar en los labios del Hijo de Dios?
Creer es
un verbo que tiene un doble filo. Creer en la existencia de una persona y creer
en esa persona son dos cuestiones muy diferentes. Creer en la existencia de
Juan o Pepe, personas que existen independientemente
de mi existencia; sea que yo esté vivo o muerto esas personas siguen con su existencia; igualmente que si ellos
mueren o viven yo permanezco existiendo. Creer en Pepe o Juan como personas en
las que pueda confiar mi vida, mi casa, mi gente. es harina de otro costal.
Pues que la inteligencia es un denominador común a todos los hombres, independientemente
del uso que de ella haga cada uno, quien la dirige hacia el crimen, quien hacia
la riqueza, quien hacia el Poder, quien hace
de su cabeza el universo en el que todo el mundo debe vivir de rodillas ante su
ego, quien se alimenta de sangre, quien da su sangre, etcétera, cualquiera que sea la diana hacia o
contra la que lanza la flecha de su inteligencia, la existencia de este
denominador común universal hace innecesario insistir más en la diferencia vital
entre Creer en la existencia de alguien y creer en la persona de ese alguien.
De hecho
la lección que Dios nos pone en la mesa trata este tema: ¿Creer en la persona
de ese alguien, sea nuestro prójimo, sea un alien?
No en
vano su propio Hijo se aplicó el cuento: Por las obras os conoceréis los unos a
los otros. Más tarde vino un siervo del Diablo diciendo que las obras no son un
factor de conocimiento. Para nada en absoluto. Basta creer en la palabra de ese
alguien.
Dios creó
al Hombre a su imagen y semejanza en la dimensión de la Palabra. Por eso dice “la
Palabra se hizo Hombre”. Revelada esta Verdad, se comprende que siendo la
Palabra de aquel Primer Hombre semejante a la de su Creador, y habiendo sido
formado toda la Creación en la Universalidad de esta Dimensión, la Mujer aceptase
la palabra de aquel hijo de Dios en tanto que Palabra de Dios. Su Esposo, formado en la Naturaleza
de la Palabra Divina, a cuya imagen y semejanza fue creada toda su Casa, comprendió
exactamente lo mismo que su Mujer.
¡Qué
sencillo fue engañar a aquellos dos inocentes!
La risa y la burla del Homicida y Enemigo del Reino de Dios fue para descojonarse. Desde su punto de
vista, hablando francamente: ¡Dios crió un tonto! Mira,
un burro volando, lo ha hecho volar Dios, y el hombre y la mujer levantan la cabeza,
momento que aprovecha aquella Serpiente para hincarles el diente en la yugular.
En fin, una lección para la eternidad. NO que Dios la escribiera, y aquí es
donde entra Creer en la Persona; pero una vez abierta la Tragedia no podía venir
otra cosa que convertirla en Lección para todas las generaciones: “Por sus obras, no por las palabras os
conoceréis los unos a los otros”. Aquel “Conócete a tí mismo” de los primeros filósofos quedó desfasado una vez nacido Cristo.
El “Conócete
a tí mismo en Dios” de los Primeros Cristianos , envió
a la papelera aquella inocencia que sin
Dios quiso conocer al Hombre que vive en Dios.
Así fue, Dios
creó el Hombre a su imagen y semejanza con el objeto de hacer de la palabra de los hombres una
autopista a la Civilización, estableciendo en la Verdad de su palabra la puerta
a la Sabiduría. Los primeros hombres no tuvieron necesidad de firmar contratos
porque la palabra de los hombres era ley, Verdad pura como los chorros del oro.
No se hallan contratos firmados entre
los primeros pueblos sino hasta que las
guerras y las masacres entre ellos impusieron la necesidad de una ley fundada
en las fuerzas de los ejércitos. Después de muchas guerras, asesinatos, masacres
y homicidios los hombres formaron su
palabra a la imagen y semejanza de Satán: hicieron de su palabra llave al Poder
mediante la Mentira cultivada en el campo de la traición a la propia palabra
dada, sellada y archivada en las Hemerotecas.
No
tenemos que irnos tantos milenios atrás
para ver el uso de esta llave. En el 1994: la Federación Rusa, los Estados Unidos
y el Reino Unido firmaron un Memorándum por el cual, a cambio del Desarme de
Ucrania, las Tres Potencias dieron su Palabra de Estado de proteger sus fronteras frente a cualquier invasión de las mismas. ¡La
inocencia es un delito! Ya lo he dicho. La tercera Superpotencia Nuclear del Planeta,
Ucrania, se desarmó en nombre de la Paz Mundial en aras del fin de la Guerra Fría.
Ucrania cedió a Rusia 5.000 bombas nucleares y
220 vehículos de largo alcance necesarios para usarlas, incluyendo 176 misiles
balísticos intercontinentales y 44 aviones bombarderos de gran alcance con
capacidad nuclear.
Contra
toda prudencia y consejo de verdaderos hombres de Estado, que nunca lo fueron
como se demostró más tarde, hablando de Bill Clinton y John Major,
en lugar de proceder al desmantelamiento
de ese Armamento Ucraniano ambos desgraciados, cuyos nombres quedarán en la
historia como el de gente infame, cedieron bombas atómicas y bombarderos
nucleares a Moscú.
La Serpiente
hizo su casa en la Federación Rusa; y el 24 de Febrero del 2022 un hijo de Satan sacó sus colmillos, inyectó su veneno en el Kremlin y procedió a escenificar la
Inocencia bajo cuyo delito entró el mundo en la autopista de la Tercera Guerra
Mundial. Curiosamente ni los traidores a la Palabra de los Estados Unidos de América
por entonces dirigidos por el tal Barak Obama, ni la cabeza del Reino Unido en cuyo
nombre actuó Boris Johnson fueron llevados ante los tribunales militares por
traición a la Palabra de los Firmantes.
Eso es lo
que vale la palabra de la Diplomacia, por cuyo valor infame un hombre libre, Julian Assange, vive
en prisión vigilada por haberle quitado la máscara a ese cuerpo de gusanos que
viven de los cadáveres sobre los que festejan su gloria.
Pero no
debemos irnos tan lejos para ver en qué han convertido algunos hombres su
palabra. La lección que está recibiendo España en estos días sobre la necesidad
de la traición a la palabra como llave al Poder, no siendo única ni mucho menos
en las naciones europeas, es ejemplar por su excelencia una vez la Mentira llevada
a su máximo esplendor como Arma Política y condición sinequanon para llegar al Poder.
Nada debe
extrañarnos que el Creador del Hombre sienta por este hombre nacido del veneno
de la Serpiente un abominación sin límites, y, dada la Guerra abierta en aquéllos
días nos aconseje a todos juzgar a los
hombres no por sus palabras, que pueden llevar veneno o miel, sino por sus
obras, actos y acciones.
La Creación
a imagen y semejanza del Creador implica esta libertad para tomar una decisión
sobre el futuro, el camino que cada cual quiere tomar, la puerta que cada persona
quiere abrir. Esta Libertad viene en la Naturaleza. Su existencia es de necesidad en el acto de la Creación de
vida inteligente a la imagen y semejanza de la vida divina.
La
Inteligencia sin libertad es una entelequia. La Libertad sin inteligencia es
una quimera. Ambas vienen en el paquete. Dios cultiva la Inteligencia de su
Creación mirando a que su Libertad se rija por la Ley de la Actividad Creadora
y su Creación tenga vida en sí mismo. Quien goza de la Libertad no puede esclavizarse
a vigilar la Libertad de quienes son libres y en el ejercicio de su Libertad
dirigen sus vidas acorde a la Inteligencia en la que han sido formados.
Una persona
que sujeta a las demás al control de su mirada es el esclavo de su propia
libertad; renuncia a la Libertad para hacer de todos un esclavo de la Libertad
a la que renunció; esta renuncia lo lleva a convertirse en un demente homicida
y genocida cuya vida debe ser desterrada de la existencia de los demás.
La Libertad
es sagrada en las dos direcciones. Sea hombre o sea Dios, una persona que
renuncia a vivir y gozar de su Libertad para estar absolutamente e infinitamente
pendiente por la eternidad de sus días a vigilar, controlar y reprimir la
libertad de todos los demás no es un hombre ni un Dios, es un demonio haciendo
de la vida de todos un infierno. Este Futuro fue el Progreso que buscó para
todos aquel que sin miedo a la Justicia se levantó contra la Ley para hacer de la vida de todos una maldita prisión,
controlada por un Estado que hace de sus ojos.
Regresando
a la cuestión madre, la idea de hacer que el Rey de los Cielos diese a conocer
su Palabra una vez que la Guerra Civil se desatase en su Reino tenía que
levantar en el Padre de ese Rey un fuego que no se consumaría hasta ver
reducido a escombros a quien sin Temor a su Brazo Creador se atrevió a declararle
la Guerra a la Ley. La sola Idea de creer que el Rey pudiese hallar en la
Guerra Civil su complacencia es una locura; es no creer en Dios.
Hablando desde
la Teología de la Historia Divina, el Rey no necesitaba ser formado en el espíritu
de Dios porque fue engendrado en las entrañas de Dios. En sus Genes Divinos,
por hacernos entender con más propiedad,
viene esta Abominación de su Padre hacia y contra la Ley de la Ciencia del Bien
y de Mal.
No había Necesidad
de ver para creer; levantar la Necesidad de ver para creer es Dudar de la
Veracidad Divina. ¡Cómo puede una criatura sacada del polvo del cosmos dirigir
su Inteligencia hacia semejante pensamiento suicida letal!
No creer
en la Existencia de Dios, cuando su
Presencia extiende su luz desde los principios de la racionalidad humana es una
negación de la realidad que tiene su base en el Silencio del Creador a lo largo
de los milenios y a través de todos los continentes. No creer en la Persona de Dios
cuando se nos ha mostrado su Personalidad en su Hijo no tiene justificación. Es por la Personalidad de su Hijo que la Fe en
su Nombre se une en una misma Dimensión:
la Creencia en la Existencia de Dios y creer en la Persona de Dios.
Dios dice
y Dios hace;
la Palabra
de Dios es Dios.
Juzgar su
Palabra por la palabra de sus enemigos y por la de los Judas que llenan la Historia,
Pasada y Presente, es una degradación de nuestra Inteligencia. Mientras menos
inteligentes más esclavos. Mientras más inteligentes más libertad. No en vano después de la revolución pedagógica
internacional, fruto de las Guerras Mundiales, asustados por las consecuencias
de hacer a los hombres más inteligentes, decidieron talar el árbol de las
ciencias pedagógicas a fin de cortar las
libertades reduciendo a los hombres a la condición de ciudadanos, animales moviéndose según la ley de los rebaños.
Estas
verdades sobre la mesa sabiendo que el Futuro está en nuestras manos de l
Pasado hacemos lección para desde el Presente poner las bases de un Futuro en
el que las Palabras y las Obras sean árbol y fruto y no puñal con el que matar
y hacha con la que descuartizar el cadáver del delito. La Necesidad de la Creación de un Consejo Nacional
Pedagógico sostenido sobre Bases Internacionales es de urgencia.
Por un
Consejo Nacional Pedagógico
Así pues,
sabido que el hombre en tanto que hijo de Dios es libertad, inteligencia y
voluntad, por la libertad se sujeta a la
Ley, por la inteligencia se gobierna por la Verdad, nuestra voluntad es
Revolución sin fronteras que mantiene nuestro Ser y Mundo en constante
crecimiento.
Siendo nuestro
Principio la Imagen de nuestro Creador y nuestro Fin ser un hijo de Dios, el
Hombre en tanto que Ser somos mucho más que un animal político. El animal
político -en tanto que reduccionismo de lo humano a la esfera de la Política-
no es más que la degradación del ser humano a la condición de las bestias, en
cuya selva lo político quiere imponer honor y dignidad a la manera que para no
hundirse en la miserias un preso debe hacerse la vida más llevadera.
La
importancia de esta realidad la observamos en toda su magnificencia en la
continua y constante perversión manipuladora de la Formación del Hombre que el
poder político ejecuta, en cuyo proceso el Poder, aunque legal, pero desviando
esta legalidad hacia una organización criminal, le corta las manos al cuerpo
que tiene la función biohistórica de proceder a esta
Formación, por cuya presión el Poder Político convierte lo humano en un ente
sin forma al que moldear a imagen y
semejanza de sus intereses ideológicos, privando por tanto al Hombre de los
tres pilares de su personalidad: Libertad, inteligencia y voluntad.
Un hombre
forjado acorde a unos estándares políticos es una persona privada del más
sagrado de sus poderes, la Libertad. Marcada su mente por el hierro de los
intereses temporales del Poder cambiante, la consecuencia de esta marca en su
frente es la incapacidad para ejercer los poderes de la inteligencia acorde a
la libertad que le es inherente al Ser, libertad de la que fue privado debido a
la manipulación política a que quedó sujeta la formación de su inteligencia.
Privado
de su libertad y manipulada su inteligencia, su voluntad es una expresión
remota del poder que la voluntad en sí misma implica. Esta anulación de la
fuerza más poderosa del individuo se manifiesta en su incapacidad para,
sabiendo que el uso de una cosa destruye su existencia, se ve incapaz de
decirle No y se entrega al homicidio de sí mismo por sí mismo.
No vamos
a demonizar ningún sistema social pues que, según observamos, todos los
sistemas sociales tienden, inexorablemente, a manipular el proceso de formación
de la inteligencia humana a fin de proceder a la fabricación en serie de un
ciudadano hecho a la imagen y semejanza del Poder que lo gobierna. El interés
se centra en darle término a esta perversión del sistema social por el que el
Educador es privado de su naturaleza y obligado a abdicar en las manos del
poder político sus funciones de Formación de la Inteligencia.
Nada hay
más contrario a la Formación del Hombre que la esclavitud del Cuerpo Pedagógico
bajo las botas de los Gobiernos de las naciones.
La
Verdad, siendo Universal, y la savia de la que se nutre la Inteligencia, no
puede ser un río sobre cuyas aguas los gobiernos de turno echen el veneno de
sus manipulaciones a fin de perpetuarse en el Poder mediante la lobotomización en serie del hombre.
La Verdad
implica la toma de posesión del Ministerio de Educación por el Cuerpo de los
Educadores, a quienes, en Consejo Nacional, les incumbe mantener la Formación
de la Inteligencia Humana y el Crecimiento de la Civilización en perfecta
armonía evolutiva.
Este
Consejo, formado por los Educadores de las distintas etapas: Escuela, Instituto
y Universidad, deben poner sobre la mesa las necesidades para la adaptación del
sistema educativo político – hoy por hoy suscrito al esclavismo ideológico- al
sistema educativo universal, cuyo fin es la Formación de la Personalidad del
Hombre sobre los tres pilares de su ser: Libertad, Inteligencia y Voluntad.
Estas
medidas deben ser aprobadas por referéndum universal, en lo que concierne a las
transformaciones educativas, como a las expansiones materiales, y deben privar
sobre cualquier otra razón de Estado.
Hemos
visto y seguimos viendo cómo el animal político tiende por inercia homicida a
manipular la Educación, degenerándola en calidad, limitando el acceso a las
etapas superiores, aunque jurando ser por el bien de la libertad. No vamos a
decir que las Izquierdas son expertas en demolición de toda formación que
implique la inteligencia y la libertad de la voluntad del hombre, porque es
algo que se ve a lo largo y ancho del mundo. Tampoco vamos a absolver a las
derechas por hacer lo mismo, aunque la superioridad de su método sea más
perfecto, como se ve que todas las izquierdas salgan de las escuelas de las
derechas, y de las escuelas de las izquierdas no salgan sino los votantes.
Ambas proceden, en una medida más o menos aguda, a perpetuar el mismo delito, es
decir, alejar a los profesionales de la Educación de organizar el Sistema de
Formación del Hombre.
Si el Mal
es un Todo compuesto de partes esta alienación del Cuerpo Pedagógico de la
necesaria adaptación de la Enseñanza a la evolución de la Civilización, siempre
en progreso tecnológico y cognoscitivo, tiene una responsabilidad colosal. La
ciencia política, habiendo degenerado en una razón propia de animales, elevando
la razón de Estado al concepto de instinto propio de una bestia, no tiene más
fin y ley que su propia subsistencia en la selva en la que se ha criado.
El
Hombre, sin embargo, está infinitamente más allá de los valores coyunturales de
una organización privada de individuos que, bajo el tipo jurídico de asociación
pública, no esconde más que razones antinaturales, entre las que la
manipulación de la Formación del Ser Humano figura como meta prioritaria. Ahora
bien, la Metafísica de la Formación del Hombre, que le es natural al Cuerpo
Pedagógico, es el nacimiento de una Persona Libre, que por su libertad no es
gobernable más que por la Ley; por su Inteligencia más que por la Verdad; y por
su Voluntad más que por el Bien Universal.
No vemos
que estos tres pilares, principio y fin de la Educación del Hombre, figuren en
ningún dintel de ningún Congreso, de ningún Parlamento. Y no figuran porque
este Hombre es el enemigo número uno de toda asociación privada que bajo
denominación pública tiene por fin vivir a costa de las Riquezas de las
Naciones.
La
carencia del Hombre en tanto que ser procede, pues, de la alienación del cuerpo
pedagógico del poder que le es propio por ley natural, esto es: el Consejo del
Ministerio de Educación, desde el cual proceder a mantener vivo el Sistema de
Enseñanza, proponiendo todas las medidas, materiales y científicas necesarias,
y sujetando su aprobación a la Sociedad en Referéndum Universal. Únicamente
mediante esta relación entre la Sociedad y el Cuerpo Pedagógico puede darse una
dinámica revolucionaria de interrelación constante entre la Sociedad y dicho
Consejo Pedagógico Nacional.
Una vez
en movimiento le corresponde ciertamente a la Administración del Estado
ocuparse de la materialización de las medidas aprobadas en Referéndum, y
ninguna medida puede ser aplicada si no es firmada por la Sociedad del Elector
en pleno, de esta manera cerrando toda vía a la perversión desnaturalizadora del Cuerpo Pedagógico en una asociación política.
El
Principio de la Educación del Hombre es el Ser.
Le
corresponde a la Sociedad en pleno articular el Sistema Público, limitando la
intervención privada a partir del momento en que la Especialización implique intereses
privados espúreos. El proceso pedagógico de formación
del ser humano no puede, bajo ningún concepto, hacer causa de distinción entre
lo privado y lo público, excepto en la definición de lo material y lo
espiritual, debiendo todo el sistema acogerse al Método Universal de Formación
del ser humano a Imagen de su Creador, a saber:
Por la
Libertad nadie puede dominar y sujetar a esclavitud, física o mental, al
Hombre;
por la
inteligencia nadie puede manipularlo, ni política, ni científica ni
religiosamente;
y por la
voluntad nadie puede doblegarlo haciendo de él mismo su peor enemigo.
He aquí
el Hombre, y una vez formado: su futuro y el futuro de la Humanidad serán las
dos caras de la misma moneda.
La
revolución que se pide en las aulas y desde las aulas mientras más se retarde
más cruenta hará después la caída del muro alzado entre el Hombre y su
Formación por los intereses que hemos heredado de los siglos. Los políticos y
sus asociados en organización privada bajo la máscara de lo público, por fuerza
deben rebelarse contra una Necesidad que pone en manos de la Sociedad algo que
le es prioritario a la Sociedad, la formación de sus hijos más allá del futuro
de sus propios hijos.
El futuro
es el Hombre que hay en todo niño, y ese Hombre es la razón suprema, el
horizonte, el principio y el fin de la Enseñanza. Una vez este Hombre en
posesión plena de sus facultades mentales, físicas e intelectuales él decidirá
por sí mismo su participación en la Sociedad de la Plenitud de las Naciones.
El
trabajo de todos es dibujar alrededor del niño un círculo de protección a fin
de que ningún ladrón le robe el Hombre que lleva dentro, y sobre ese círculo
levantar una muralla contra los que no sólo quieren robarle al hombre que vive
en él sino que, además, buscan matar a ese hombre y convertirlo en un fantasma
al servicio de una causa criminal.
Una vez
que se tiene el Fin, el Principio es echarse a andar.
La
Ciencia del Bien y del Mal
La
experiencia es la madre de la ciencia- dicen. ¡Y se dicen tantas cosas! Mas a
pesar de nuestra extravagancia excéntrica la verdad tiene la razón. No lo digo
yo, lo dice la experiencia. Puede que un observador, aunque implicado desde su
puesto de observación, puede, digo, sienta en sus nervios el arrollador fuego
que a la víctima de la injusticia le provoca mil dolores de cabeza y hace
estallar su cerebro hasta la locura.
Pero
quien de verdad sabe lo que duele una muela es quien está bajo su efecto. Así
que Dios, y porque fue puesto en la encrucijada, ya que no quisimos su
Sabiduría como maestra en Ciencia del bien y del mal, nos entregó a la
experiencia a fin de que por experiencia supiéramos lo que duele una muela y
por qué El odia con todas sus fuerzas esa Ciencia.
Quiero
decir, si lo logro, que no siempre las ganas se corresponden con la maña, que
después de unos seis milenios sufriendo dolor de muela únicamente a un demente
se le puede perdonar decir que el Bien y el Mal no existen. Pero
desgraciadamente aquéllos que se proclaman sabios, por la ciencia, son
precisamente quienes afirman que el Bien y el Mal no existen.
Esto,
aunque parezca un exhorto expulsado a saco, es mi verdad.
A saber:
No por el
Poder, sino por la experiencia-madre de la ciencia, Dios estableció la Justica
en la Ley de la “No acepción de personas”, por la cual todo viviente es
responsable de sus actos ante la Justicia. Y tanto es así, entrando ya en
camisa de cuatro varas, que hasta el propio Hijo Unigénito de Dios dobló sus
rodillas, de esta manera glorificando la Ley de la Eternidad ante todo el Universo;
tanto más potente la Lección y eficaz su Escuela cuando siendo ese Hijo de
Dios: “todopoderoso para inutilizar el brazo de la Ley de Roma”, se desnudó y
aceptó las consecuencias de sus actos. Pues de acuerdo a la Ley cualquier
hebreo de nacimiento que no se guiase por los pasos de la Alianza firmada por
Moisés entre Dios y los hijos de Abraham debía morir colgado del madero. ¡Quién
como El para haberse librado de quienes fueron a buscarle si a su sola Palabra:
“Yo soy”, cayeron sus perseguidores de rodillas! Pero la Ley era Divina, y la
excepción que El marcaría levantaría un agujero negro en el corazón de la
Justicia.
El Hecho
es que un mundo sujeto a Ley de excepcionalidad y a Justicia acepcionadora es un mundo que camina a su ruina y
desaparición de la faz del Espacio y del Tiempo. Por esto Dios articuló la Ley
de una vez para siempre, diciendo: “Si comes, morirás”.
No es
este lugar para teologías. Dije antes que la experiencia es la madre de la
ciencia, y a ella me remito. No sólo yo, sino la Historia del Género Humano. Y
es desde esta experiencia milenaria que concluimos diciendo que toda Inmunidad,
de la especie que sea, ya diplomática, ya parlamentaria, ya eclesiástica, ya
monárquica, ya científica, más las que se hayan inventado, todas sin acepción:
son el núcleo mortal, maligno, criminal y homicida del que parten como ruinas
la corrupción de las naciones y la caída de las civilizaciones.
¿Razones
en contra para aplicar la Ley en su contexto eterno?
Todas las
que el criminal que se aplica esta excepcionalidad quiera inventarse. Al final,
como al principio, la verdad es una sola: al pan, pan; y al vino, vino:
Toda
Inmunidad se refiere a un criminal en potencia y es defendida por un
delincuente en activo. La Sociedad que vive bajo el yugo de este imperativo
sufre las consecuencias: Corrupción,
Injusticia, Delincuencia desde el Poder y por el Poder...
... y
creciendo los síntomas y el número de quienes viven en el núcleo del Mal y
alimentan su Futuro: se hace tanto más pesado el Presente y más rápida la ruina
del Estado esclavizado al Poder de semejante núcleo maligno.
La
respuesta a un cuerpo infectado por este mal, cuya historia clínica la tenemos
recogida en los anales del mundo, es una respuesta inmunológica archiconocida.
Hablando claro, de una vez y para siempre:
Abolición
de todo tipo de Inmunidad, y Declaración de Responsabilidad Universal ante la
Justicia.
Se ha de
comprender que así como el Diablo le declaró la Guerra a Dios por establecer
esta Ley ad eternum et ad infinitum, quienes
disfrutan de esta criminalidad legalizada se levanten echando ascos contra todo
quien defienda esta Revolución. Ahora bien, si el infierno no escupiera fuego
no sería infierno, y si la serpiente no inyectase veneno no sería serpiente.
Como dijo aquél sabio: Nada nuevo bajo el sol.
Aunque
corrigiéndole: Estamos nosotros.
Y somos
nosotros en quien la creación entera ha estado depositando su expectación y su
Esperanza con el corazón en un puño deseando ver de nuestro espíritu un sólo
gesto: Rodillas al suelo, y oír de nuestros labios una sola palabra: “Sí”,
ahora y siempre jamás, el que coma, que muera. En consecuencia:
Todo juez
que sea sorprendido concediendo excepcionalidad y aplicando excepcionalidad,
sea a sí mismo o a sus congéneres, sea expulsado de la Corte de Justicia,
privado de todos sus títulos, y llevado ante un tribunal, respondiendo de su
delito por rebelión contra la Ley.
Todo
servidor de la Ley que en su cargo y en función de su cargo se aplique
excepcionalidad y conceda excepcionalidad: sea expulsado de su cargo y sujeto a
juicio por el delito en base al cual aplicó acepción, y por rebelión contra la
Ley.
Todo
científico y sabio implicando excepcionalidad para su trabajo ante la Ley, sea
expulsado de su trabajo, privado de todos sus títulos y llevado ante los
tribunales para responder por el delito y por la excepcionalidad bajo la que se
cometió, alzándose sobre la Ley.
Todo
sacerdote, del rango que fuere, que cometa delito contra la Ley sea expulsado
de la iglesia, juzgado por su delito y rebelión contra la Ley.
Todo
político que contra su cargo se sirva de su cargo para delinquir, sea expulsado
de su cargo y sometido a juicio por el delito cometido, y por rebelión contra
la Ley.
“Todo el
que coma, que muera”.
Todo
hombre, de la condición y status social que fuere que se alzare sobre la Ley,
corrompiéndola, sea juzgado por su delito y por rebelión contra la Ley.
La
Palabra de Dios es una sola y única: Todo Viviente es responsable ante la Ley
de sus pensamientos, de sus palabras y de sus actos. No hay Hijo, no hay
Siervo, no hay Esposa, no hay Ciudadano, no hay quien esté fuera de esta Ley:
El que come, muere.
Ayer, Hoy
y Siempre: “SÍ”.
En cuanto
a la activación de un programa de esta naturaleza parece del todo evidente que
únicamente separando Administración y Justicia, tal que desligando del Cuerpo
de la Justicia y de la Ley la Intervención del Poder Político, en función de la
cual los Gobiernos elevan a las cúpulas de los cuerpos judiciales y policiales
a los cómplices con la ayuda de los cuales, bajo la cobertura de la
excepcionalidad, cometen todo tipo de delitos y crímenes amparados en la Razón
de Estado; es evidente que, mientras esta Intervención exista: la Justicia será
lo que ha sido hasta ahora, la Ramera corrupta de los Parlamentos, la querida
asesina de las Monarquías, la criada maligna de los Dictadores.
No menos
evidente es, siguiendo el hilo, que en un Estado y Sociedad donde la Verdad es
la raíz de todos los bienes y la fuente de todas las justicias, toda
organización secreta cuya existencia esté sujeta a la excepcionalidad, en
virtud de cuya Razón de Estado la Ley deviene una burla, es, por el mero hecho
de su existencia: una organización criminal.
La Ley,
en efecto, sólo puede ser real cuando dentro de su propio cuerpo no reside una
organización criminal; pero si la propia Ley contiene una organización de
asesinos “a sueldo de la Razón de Estado”, ¿cómo pedirle a la Ley que combata
el crimen cuando los criminales más grandes que existen viven en su propio
cuerpo?
Una
Civilización, Sociedad y Estado que quiere vivir bajo la Justicia es
incompatible con la existencia de organizaciones secretas con “Licencia para
Matar”.
La
Necesidad habla con sus propias palabras:
Disolución
de las Organizaciones Secretas al servicio de la Razón de Estado.
La Razón
de Estado es la excepción que se rebela contra la Ley para hacer que conviva en
el mismo cuerpo del Estado el crimen organizado contra el que la Justicia alza
su Brazo. Pero si es el Estado el que mantiene un servicio secreto con Licencia
para matar su Razón es contra la Ley, ésa Razón es un Delito y los que
disfrutan de su excepcionalidad unos “delincuentes”.
La Razón
de Estado, en consecuencia, es el argumento que organizaciones criminales, sean
monárquicas, políticas, dictatoriales, teocráticas o de cualquier especie,
imponen con la fuerza del crimen perfecto, aquél impune a una justicia que
sigue la ideología de aquel que dijera:
“NO, no
moriréis,
seréis
como los dioses,
conocedores
del bien y del mal”.
| ue se merece carcel hasta la muerfte.
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