LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO | cristoraul.org |
CREACION DEL UNIVERSO SEGUN EL GÉNESIS |
ANTIGUO TESTAMENTO - PENTATEUCO
LAS TRES SOLEMNIDADES ANUALES La Pascua 16
1. Guarda el mes de Abib, celebrando la Pascua de
Yavé, tu Dios, porque precisamente en el mes de Abib te sacó Yavé, tu Dios, de Egipto, de noche.
2. Inmolarás la Pascua a Yavé, tu Dios, de las crías de las ovejas y de las
vacas en el lugar que Yavé, tu Dios, haya elegido para poner
en él su nombre;
3. no comerás con ella pan fermentado, sino que por siete días comerás
pan ácimo, el pan de la aflicción, porque de prisa saliste
de Egipto; para que así te acuerdes toda tu vida del día en
que saliste de Egipto.
4. No se verá levadura esos siete días en toda la extensión de tu territorio
y nada de la víctima que a la tarde inmolares quedará para la
noche hasta la mañana siguiente.
5. No sacrificarás la Pascua en cualquiera de las ciudades que te dará Yavé,
tu Dios;
6. sólo en el lugar que Yavé, tu Dios, elija para hacer habitar en él su nombre;
sacrificarás la Pascua a la tarde, al ponerse el sol, al tiempo
de tu salida de Egipto.
7. La asarás y la comerás en el lugar que Yavé, tu Dios, elija, y de allí
te volverás a la mañana siguiente para irte a tus tiendas.
8. Durante seis días comerás pan ácimo, y el día séptimo será la solemnidad de Yavé, tu Dios, y no harás en él trabajo alguno.
Pentecostés
9. Contarás siete semanas; desde el día en que comienza a meterse la hoz en
el trigo comenzarás a contar las siete semanas;
10. y celebrarás la fiesta de las Semanas en honor de Yavé, tu Dios, con ofrendas
voluntarias, que harás conforme Yavé, tu Dios, te haya bendecido,.
11. Te regocijarás en la presencia de Yavé, tu Dios, en el lugar que elija
para hacer habitar en él su nombre, tú y tu hijo, tu siervo,
tu sierva, el levita que mora en tus ciudades, así como el extranjero,
el huérfano y la viuda que habitan en medio de ti.
12. Acuérdate de que siervo fuiste en Egipto y cuida de poner en obra estos mandamientos.
13. Celebrarás la fiesta de los Tabernáculos durante siete días, una vez recogido
el producto de tu era y de tu lagar;
14. te regocijarás en esta fiesta, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva,
así como el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que
habitan en tu ciudad.
15. Celebrarás la fiesta en honor de Yavé, tu Dios, en el lugar que haya elegido,
para que Yavé, tu Dios, te bendiga en todas tus cosechas y en
todo trabajo de tus manos, y te darás todo a la alegría.
16. Tres veces al año, todo varón de entre vosotros se presentará delante de
Yavé, tu Dios, en el lugar que El haya elegido: en la festividad
de los Ácimos, en la de las Semanas y en la de los Tabernáculos;
y no se presentará ante Yavé con las manos vacías.
17. Cada cual hará sus ofrendas conforme a las bendiciones que Yavé, tu Dios,
te haya otorgado.”
La Administración
de justicia
18. Te constituirás jueces y escribas en todas las ciudades que Yavé, tu Dios,
te dará según tribus, que juzguen al pueblo justamente.
19. No tuerzas el derecho, no hagas acepción de personas, no recibas regalos,
porque los regalos ciegan los ojos de los sabios y corrompen
las palabras de los justos.
20. Sigue estrictamente la justicia, para que vivas y poseas la tierra que
te dará Yavé, tu Dios.
21. No plantarás árbol alguno a modo de asera junto al altar que elevares a Yavé, tu Dios;
22. ni alzarás cipos, que eso lo detesta Yavé, tu Dios.
17
1. No sacrificarás a Yavé, tu Dios, buey ni oveja que tenga defecto, porque
es abominación ante Yavé, tu Dios.
2. Si en medio de ti, en alguna de las ciudades que Yavé, tu Dios, te dará,
hubiere hombre o mujer que hiciere lo que es malo a los ojos
de Yavé, tu Dios, traspasando su alianza,
3. yéndose tras otros dioses para servirles y postrarse ante ellos, ante el
sol o la luna, o cualquier astro del ejército de los cielos,
cosa que yo no he mandado;
4. cuando la cosa llegue a ti, harás una escrupulosa investigación; si el
rumor es verdadero y el hecho cierto, si se cometió tal abominación
en Israel,
5. llevarás a tus puertas al hombre o mujer que tal maldad ha cometido y los
lapidarás hasta que mueran.
6. Sólo sobre la palabra de dos o tres testigos se condenará a muerte al que
haya de ser condenado; no será condenado a muerte sobre la palabra
de un solo testigo.
7. Las manos de los testigos se alzarán las primeras contra él para hacerlo
morir y después seguirán las del pueblo. Has de extirpar el
mal de en medio de él.
Diversas categorías de jueces
8. Si una causa te resultare difícil de resolver entre sangre y sangre, entre
contestación y contestación, entre herida y herida,
objeto de de litigio en tus puertas, te levantarás y subirás
al lugar que Yavé, tu Dios, haya elegido,
9. y te irás a los sacerdotes, hijos de Leví, al juez entonces en funciones,
y le consultarás; él te dirá la sentencia que haya de darse
conforme a derecho.
10. Obrarás según la sentencia que te hayan dado en el lugar que haya elegido
Yavé y pondrás cuidado en ajustarte a lo que ellos te hayan
enseñado.
11. Obrarás conforme a la ley que ellos te enseñen y a la sentencia que te
hayan dado, sin apartarte ni a la derecha ni a la izquierda
de lo que te hayan dado a conocer.
12. El que, dejándose llevar de la soberbia, no escuchare al sacerdote que
está allí para servir a Yavé, tu Dios, o no escuchare al juez,
será condenado a muerte.
13. Así extirparás el mal de en medio de Israel, y tu pueblo, al saberlo, temerá
y no se dejará llevar de la soberbia.
El rey
14. Cuando hayas entrado en la tierra que Yavé, tu Dios, te dará y te hayas
posesionado de ella, y establecido en ella tu morada, si te
dices: Voy a poner sobre mí un rey, como lo tienen todas las
naciones que me rodean,
15. pondrás sobre ti al rey que Yavé, tu Dios, elija; uno de tus hermanos tomarás
para hacerle rey sobre ti; no podrás darte por rey un extranjero
que no sea tu hermano.
16. Pero que no tenga gran número de caballos ni pretenda volver al pueblo a
Egipto, porque Yavé, tu Dios, ha dicho: No volváis nunca
jamás por ese camino.
17. Que no tenga mujeres en gran número, para que no se desvíe su corazón;
ni grandes cantidades de oro y plata.
18. En cuanto se siente en el trono de su realeza, escribirá para sí en un
libro una copia de esta Ley, que se halla en poder de los sacerdotes
levíticos.
19. La tendrá consigo y la leerá todos los días de su vida, para que aprenda
a temer a Yavé, su Dios, y a guardar todas las palabras de esta
Ley y todos estos mandamientos, y los ponga por obra,
20. para que no se alce su corazón sobre el de sus hermanos y no se aparte
ni a la derecha ni a la izquierda, y así prolongue los días
de su reinado, él y sus hijos, en medio de Israel.”
18
Los sacerdotes
1. Los sacerdotes levíticos, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad
con Israel; se mantendrán de los sacrificios de combustión a
Yavé y la heredad de El comerán.
2. No tendrán heredad en medio de sus hermanos; Yavé es su heredad, como El
se lo ha dicho.
3. Estos serán los derechos de los sacerdotes sobre el pueblo, sobre aquellos
que ofrezcan en sacrificio un buey o una oveja; se dará al sacerdote
la pierbna, las mandíbulas y el cuajar.
4. También le darás las primicias de tu trigo, de tu mosto y de tu aceite,
y las primicias del esquileo de tus ovejas;
5. porque a él le ha elegido Yavé, tu Dios, de entre todas las tribus de Israel
para estar ante El y ministrar en nombre de Yavé, él y sus hijos,
por siempre.
6. Si un levita sale de alguna de tus ciudades de todo Israel, donde peregrinó
para venir con todo el deseo de su alma al lugar que Yavé elegirá,
7. ministrará en nombre de Yavé, tu Dios, como todos sus hermanos los levitas
que allí estén delante de Yavé,
8. y comerá una porción igual a la de los otros, excluyendo a los sacerdotes
de los ídolos y a los magos.
Los profetas9. Cuando hayas entrado en la tierra que Yavé, tu Dios, te dará, no imites
las abominaciones de esas naciones,
10. y no haya en medio de ti quien haga pasar por el fuego a su hijo o a su
hija, ni quien se dé a la adivinación, ni a la magia, ni a hechicerías
11. y encantamientos; ni quien consulte a encantadores, ni a espíritus, ni
a adivinos, ni pregunte a los muertos.
12. Es abominación ante Yavé cualquiera que esto hace, y precisamente por tales
abominaciones arrojará Yavé, tu Dios, de delante de ti a esas
gentes.
13. Sé puro ante Yavé, tu Dios.
14. Esas gentes que vas a desposeer consultan a hechiceros y adivinos; pero
a ti nada de eso te permite Yavé, tu Dios.
15. Yavé, tu Dios, te suscitará de en medio de ti, de entre tus hermanos, un
profeta como yo; a él le oirás,
16. precisamente como a Yavé, tu Dios, pediste en Horeb el día de la asamblea,
diciendo: Que no oiga yo la voz de Yavé, mi Dios, y no vea este
gran fuego para no morir.
17. Entonces me dijo Yavé: Dices bien hablando así.
18. Yo les suscitaré de en medio de sus hermanos un profeta como tú; pondré
en su boca mis palabras, y él les comunicará cuanto yo le mande.
19. A quien no escuchare las palabras que él dirá en mi nombre, yo le pediré
cuenta.
20. Pero el profeta que ose decir en nombre mío lo que yo le haya mandado decir
o hable en nombre de otros dioses, debe morir.
21. Y si te dices en tu corazón: ¿Cómo voy a conocer yo la palabra que no ha
dicho Yavé?
22. Cuando un profeta te hable en nombre de Yavé, si lo que dijo no se cumple,
no se realiza, es cosa que no ha dicho Yavé; en su presunción
habló el profeta; no le temas.
19
Ciudades de refugio
1. Cuando Yavé, tu Dios, haya exterminado las naciones cuya tierra te dará,
y las hayas desposeído, y habites en sus ciudades y en sus casas,
2. te separarás tres ciudades de en medio de la tierra que Yavé, tu Dios,
te dará en posesión;
3. allanarás los caminos y dividirás en tres regiones el territorio que Yavé,
tu Dios, te dará en heredad, para que todo homicida pueda refugiarse
en esas ciudades.
4. He aquí el caso en que el homicida que allí se refugie tendrá salva la
vida: si mató a su prójimo sin querer, sin que antes fuera enemigo
suyo ni ayer ni anteayer.
5. Así, si uno va a cortar leña en el bosque con otro y, mientras maneja con
fuerza el hacha para derribar el árbol, salta del mango el hierro
y da a su prójimo y le mata, ése huirá a una de las ciudades,
y tendrá salva la vida.
6. Si no, el vengador de la sangre persiguirá en su furor al homicida, y, si el camino era demasiado largo,
le alcanzaría y le heriría de muerte; y, sin embargo, ese hombre
no merecía la muerte, pues que ni de ayer ni de anteayer tenía
odio.
7. Por eso te doy este mandato: Separa tres ciudades;
8. y si Yavé, tu Dios, ensancha tus fronteras, como a tus padres se lo ha
jurado, y te da toda la tierra que a tus padres juró darte,
9. siempre que guardes y pongas por obra todos los mandamientos que te prescribo
hoy, amando a Yavé, tu Dios, y siguiendo todos sus caminos añadirás
a esas tres otras ciudades,
10. para que no sea derramada sangre inocente en medio de la tierra que Yavé,
tu Dios, te dará por heredad y no caiga sangre sobre ti.
11. Pero si uno que odiara a su prójimo le acechare, se echare sobre él y le
hiriere mortalmente, y huyera a una de esas ciudades,
12. los ancianos de la ciudad le mandarán prender y le entregarán en manos
del vengador de la sangre para que muera.
13. No tendréis piedad de él; quitarás de Israel sangre inocente y prosperarás.
14. No moverás los términos de tu prójimo de donde los pusieron los antepasados
en la heredad de tu propiedad, en la tierra que Yavé, tu Dios,
va a darte en posesión.
La prueba testifical15. Un solo testigo no vale contra uno en cualquier delito o en cualquier pecado,
cualquiera que sea el pecado. En la palabra de dos o tres testigos
se apoyará la sentencia.
16. Si surgiere contra uno un testigo malo, acusándole de un delito,
17. los dos interesados en la causa se presentarán ante Yavé, ante los sacerdotes
y los jueces en funciones en ese tiempo,
18. quienes si, después de una escrupulosa investigación,
averiguan que el testigo, mintiendo, había dado falso testimonio
contra su hermano,
19. le castigarán, haciéndole a él lo que él pretendía se hiciera con su hermano;
así quitarás el mal de en medio de Israel.
20. Los otros, al saberlo, temerán y no cometerán esa mala acción en medio
de ti;
21. no tendrá tu ojo piedad; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente,
mano por mano, pie por pie.
20
La guerra
1. Cuando vayas a hacer la guerra a tus enemigos, al ver los caballos y los
carros de un pueblo más poderoso que tú, no los temerás, porque
Yavé, tu Dios, que te sacó de Egipto, está contigo.
2. Cuando se vaya a dar la batalla, avanzará el sacerdote y hablará al pueblo,
3. y le dirá: ¡Oye, Israel! Hoy vais a dar la batalla a vuestros enemigos;
que no desfallezca vuestro corazón; no temáis, no os asustéis
ni os aterréis ante ellos,
4. porque Yavé, vuestro Dios, marcha con vosotros para combatir con vosotros
contra vuestros enemigos, y Él os salvará.
5. Luego hablarán al pueblo los escribas, diciendo: ¿Quién ha construido una
casa nueva y no la ha estrenado? Que se vaya y vuelva a su casa,
no muera en la batalla y sea otro el que la estrene.
6. ¿Quién ha plantado una viña y no la ha vendimiado todavía? Que se vaya
y vuelva a su casa, no sea que muera en la batalla y la vendimie
otro.
7. ¿Quién se ha desposado con una mujer y todavía no la ha tomado? Que se
vaya y vuelva a su casa, no sea que muera en la batalla y la
tome otro.
8. Los escribas seguirán hablando al pueblo y le dirán: ¿Quién tiene miedo
y siente desfallecer su corazón? Que se vaya y vuelva a su casa,
para que no desfallezca, como el suyo, el corazón de sus hermanos.
9. Cuando los escribas hayan acabado de hablar al pueblo, los jefes de las
tropas se colocarán a la cabeza del ejército.
10. Cuando te acercares a una ciudad para atacarla, le brindarás la paz.
11. Si la acepta la gente de ella y te abre, será hecha tributaria y te servirá.
12. Si en vez de hacer paces contigo quiere la guerra, la sitiarás;
13. y cuando Yavé, tu Dios, la pusiere en tus manos, pasarás a todos los varones
al filo de la espada;
14. pero las mujeres, y los niños, y los ganados, y cuanto haya en la ciudad,
todo su botín, lo tomarás para ti, y podrás comer los despojos
de tus enemigos que Yavé, tu Dios, te dará.
15. Así harás con todas las ciudades situadas lejos de ti que no sean de las
ciudades de estas gentes.
16. Pero en las ciudades de las gentes que Yavé, tu Dios, te dará por heredad,
no dejarás con vida a nada cuanto respira;
17. darás al anatema esos pueblos: a los jeteos, amorreos, cananeos, fereceos,
jeveos y jebuseos, como Yavé, tu Dios, te lo ha mandado,
18. para que no aprendáis a imitar las abominaciones a que esas gentes se entregan
para con sus dioses y no pequéis contra Yavé, vuestro Dios.
19. Si para apoderarte de una ciudad enemiga tienes que hacer un largo asedio,
no destruyas la arboleda metiendo en ella el hacha; come sus
frutos y no los tales, que no es un hombre el árbol del campo
para que pueda reforzar la defensa contra ti.
20. Los árboles que veas que no son de fruto, podrás destruirlos y derribarlos,
para hacer ingenios con que combatir a la ciudad en guerra contigo
hasta que caiga.
21
Expiación del
homicidio cometido por mano desconocida
1. Si en la tierra que Yavé, tu Dios, te dará en posesión fuere encontrado
un hombre muerto en el campo sin que se sepa quién le mató,
2. tus ancianos y los jueces irán a medir las distancias del lugar donde está
el cadáver hasta las ciudades del contorno.
3. Los ancianos de la ciudad más cercana al lugar del cadáver tomarán una
becerra que no haya trabajado, que no haya llevado sobre sí
el yugo,
4. y la llevarán a un valle inculto, que nunca haya sido arado ni sembrado;
y allí, en el valle, la desnucarán.
5. Entonces vendrán los sacerdotes, hijos de Leví, porque a ellos los eligió
Yavé, tu Dios, para que le sirvan y para bendecir el nombre
de Yavé, y por su palabra ha de decidirse toda contestación
y toda percusión.
6. Y se llegarán todos los ancianos de la ciudad que esté más cerca del muerto
y lavarán sus manos sobre la becerra degollada en el valle,
7. y responderán diciendo: No han derramado nuestras manos esta sangre ni
lo han visto nuestros ojos;
8. expía a tu pueblo Israel, a quien redimiste, ¡oh Yavé!, y no imputes la
sangre inocente a tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada.
9. Así quitarás de en medio de ti la sangre inocente y harás lo que es recto
a los ojos de Yavé.”
Las mujeres apresadas en la guerra10. Cuando hagas la guerra a los pueblos enemigos, y Yavé, tu Dios, te los
dé en tus manos y hagas cautivos,
11. si entre ellos vieres a una mujer hermosa y la deseas, la tomarás por mujer,
12. la entrarás en tu casa, y ella se raerá la cabeza y se cortará las uñas,
13. y, quitándose los vestidos de su cautividad, quedará en tu casa; llorará
a su padre y a su madre por tiempo de un mes; después entrarás
a ella y serás su marido, y ella será tu mujer.
14. Si después te desagradare, le darás la libertad y no la venderás por dinero ni la maltratarás, pues tú la humillaste.
Derechos del primogérmito
15. Cuando un hombre tenga dos mujeres, la una amada, la otra aborrecida, si
la amada y la aborrecida le dieran hijos y el primogénito fuera
de la aborrecida,
16. el día en que distribuya sus bienes entre sus hijos no podrá dar a los
hijos de la amada el derecho de primogenitura con preferencia
al de la aborrecida si éste es el primogénito;
17. mas habrá de reconocer por primogénito al hijo de la aborrecida, dándole
de sus bienes dos tantos, porque es el primogénito de su robustez,
y suyo es el derecho de la primogenitura.
El hijo rebelde
18. Cuando uno tenga un hijo indócil y rebelde que no obedece a la voz de su
padre ni a la de su madre, y aun castigándole no los obedece,
19. lo tomarán su padre y su madre y lo llevarán a los ancianos de su ciudad;
y a la puerta de ella
20. dirán a los ancianos de la ciudad: Este hijo nuestro es indócil y rebelde
y no obedece a nuestra voz; es un desenfrenado y un borracho;
21. y le lapidarán todos los hombres de la ciudad. Así quitarás el mal de en
medio de ti, y todo Israel, al saberlo, temerá.
El cadáver del ajusticiado
22. Cuando uno que cometió un delito digno de la muerte sea colgado de un madero,
23. su cadáver no quedará en la noche, no dejarás de enterrarlo el mismo día,
porque el ahorcado es maldición de Dios, y no has de manchar
la tierra que Yavé, tu Dios, te dará en heredad.
Las cosas perdidas 22
1. Si encuentras perdidos el buey o la oveja de tu hermano, no te retires
de ellos; llévaselos a tu hermano.
2. Si tu hermano habita lejos de ti y no le conoces, recoge el animal en tu
casa y tenlo contigo hasta que tu hermano venga a buscarlo y
devuélveselo.
3. Lo mismo harás con su asno, con su manto y con todo cuanto perdido encontrares.
4. Si ves el asno de tu hermano o su buey caído en el camino, no te desentiendas;
ayúdale a levantarlos.
Prohibición de ciertos usos
5. No llevará la mujer vestidos de hombre, ni el hombre vestidos de mujer,
porque el que tal hace es abominación a Yavé, tu Dios.
6. Si en tus caminos encuentras un nido de pájaros, o en un árbol o en tierra,
con pollos o con huevos, y la madre sobre ellos, no cojas la
madre con los pollos;
7. deja libre a la madre y no cojas más que los pollos, para que seas dichoso
y vivas largos años.
8. Cuando construyas una casa nueva, pondrás un pretil en derredor de tu terrado; no eches sangre sobre tu casa si alguien se cayera de él.
Mezcolanzas prohibidas
9. No plantes en tu viña una segunda simiente, porque todo sería declarado
cosa santa, lo sembrado y el producto de la viña.
10. No ares con buey y asno uncidos juntos.
11. No lleves vestido tejido de lana y de lino juntamente.
12. Te harás borlas en las cuatro puntas del vestido con que te cubras.
Delitos de los cónyugues y sus penas13. Si un hombre, después de haber tornado mujer y haber entrado a ella, la
aborreciere
14. y la imputare falsamente delitos y la difamase, diciendo: He tomado a ésta
por mujer y cuando a ella entré no la hallé virgen,
15. el padre y la madre de ella tomarán las pruebas de su virginidad y las
presentarán a los ancianos de la ciudad en las puertas.
16. El padre de la joven dirá: Yo he dado por mujer mi hija a este hombre,
y él, habiéndola aborrecido, le imputa cosas deshonrosas,
17. diciendo: No la he hallado virgen. Ahí están las pruebas de la virginidad
de mi hija, y desplegarán la sábana ante los ancianos de la
ciudad.
18. Éstos tomarán al hombre y le castigarán;
19. le impondrán una multa de cien siclos de plata, que entregarán al padre
de la joven por haber esparcido la difamación de una virgen
de Israel; tendrá que tomarla por mujer y nunca en la vida podrá
repudiarla.
20. Pero si la acusación fuese verdadera, habiéndose hallado no ser virgen
la joven,
21. la llevará a la entrada de la casa de su padre, y las gentes de la ciudad
la lapidarán hasta matarla, por haber cometido una infamia en
Israel, prostituyéndose en la casa paterna; así quitarás el
mal de en medio de ti.
22. Si un hombre fuere sorprendido yaciendo con una mujer casada, serán muertos
los dos, el hombre que yació con la mujer y la mujer. Así quitarás
el mal de en medio de Israel.
23. Si una joven virgen se desposó a un hombre y, encontrándola en tanto otro
en la ciudad, yace con ella,
24. los llevaréis a los dos a la puerta de la ciudad y los lapidaréis hasta
matarlos; a la joven, por no haber gritado en la ciudad; al
hombre, por haber deshonrado a la mujer de su prójimo.
25. Pero, si fue en el campo donde el hombre encontró a la joven desposada
y, haciéndola violencia, yació con ella, será sólo el hombre
el que muera.
26. A ella nada le harás; no hay en ella reato de muerte, porque es como si
un hombre se arroja sobre otro y le mata; el caso es igual.
27. Cogida en el campo, la joven gritó, pero no había nadie que la socorriese.
28. Si un hombre encuentra una joven virgen, no desposada, la toma y yace con
ella y fueren sorprendidos,
29. el hombre que yació con ella dará al padre de la joven cincuenta siclos
de plata, y ella será su mujer, por haberla él deshonrado, y
no podrá repudiarla en su vida.
30. Nadie tomará la mujer de su padre ni levantará la cubierta del lecho paterno.”
23
Inclusión y exclusión de la comunidad de Israel1. No será admitido en la asamblea de Yavé aquel cuyos órganos genitales hayan
sido aplastados o amputados.
2. El fruto de una unión ilícita no
será admitido en la asamblea de Yavé; ni aun a la décima generación
entrará.
3. Amonitas y moabitas no serán admitidos
ni aun a la décima generación; no entrarán jamás,
4. porque no vinieron a vuestro encuentro con el pan y el agua en el camino
cuando salisteis de Egipto y porque trajeron contra ti a Balam,
hijo de Beor, de Petur, de Aram Naharaím, para que te
maldijera;
5. aunque Yavé, tu Dios, no quiso oír a Balam y mudó su maldición en bendición,
porque Yavé, tu Dios, te ama.
6. No buscarás su amistad ni cuidarás de su bienestar jamás en los días de
tu vida.
7. No detestes al edomita, porque es hermano tuyo; no detestes al egipcio,
porque extranjero fuiste en su tierra;
8. sus hijos a la tercera generación, podrán ser admitidos en la asamblea
de Yavé.
Limpieza de los campamentos9. Cuando salgas en guerra contra tus enemigos, guárdate de toda cosa mala.
10. Si hubiera alguno impuro por accidente nocturno, sálgase fuera del campamento
11. y no entre hasta que, al caer de la tarde, se bañe en agua. A la puesta
del sol podrá entrar en el campamento.
12. Tendrás fuera del campamento un lugar donde agacharte para hacer tus necesidades,
13. llevando, a más de las armas, un palo; con el que harás un hoyo para agacharte;
y, después de haberte agachado, taparás tus excrementos;
14. porque Yavé, tu Dios, anda en medio de tu campamento para protegerte y
entregar en tu poder a tus enemigos, y tu campamento debe ser
santo, para que Yavé no vea en ti nada de indecente y no aparte
de ti sus ojos.
Humanidad
15. No entregarás a su amo un esclavo huido que se haya refugiado en tu casa.
16.Tenle contigo en medio de tu tierra, en el lugar que él elija, en una de
tus ciudades, donde bien le viniera, sin causarle molestias.
17. Que no haya prostituta de entre las hijas de Israel, ni prostituto de entre
los hijos de Israel.
18. No lleves a la casa de Yavé ni la merced de una ramera ni el precio de
un perro para cumplir un voto, que lo uno y lo otro es abominación
para Yavé, tu Dios.
19. No exijas de tus hermanos interés alguno ni por dinero, ni por víveres,
ni por nada de lo que con usura suele prestarse.
20. Puedes exigírselo al extranjero, pero no a tu hermano, para que Yavé, tu
Dios, te bendiga en todas tus empresas en la tierra que vas
a entrar para poseerla.
21. Cuando hicieres un voto a Yavé, tu Dios, no retardes el cumplimiento, pues
Yavé, tu Dios, de cierto te pedirá cuenta de ellos, y cargarías
con un pecado.
22. Si no haces voto, no cometes pecado;
23. pero la palabra salida de tus labios la mantendrás y la cumplirás conforme
al voto libremente hecho a Yavé, tu Dios, que tu boca pronunció.
24. Si entras en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciar tu apetito,
pero no guardarlas en tu zurrón.
25. Si entras en la mies de tu prójimo, podrás tomar unas espigas con la mano,
pero no meter la hoz en la mies de tu prójimo.
Repudio24
1. Si un hombre toma una mujer y es su marido y ésta luego no le agrada porque
ha notado en ella algo torpe, le escribirá el libelo de repudio
y, poniéndoselo en la mano, la mandará a su casa.
2. Una vez que de la casa de él salió, podrá ella ser mujer de otro hombre.
3. Si también el segundo marido la aborrece y le escribe el libelo de repudio
y, poniéndoselo en la mano, la manda a su casa, o si el segundo
marido que la tomó por mujer muere,
4. no podrá el primer marido volver a tomarla por mujer después de haberse
ella marchado, porque esto es una abominación para Yavé, y no
has de llevar el pecado a la tierra que Yavé, tu Dios, te dará
en heredad.
5. Cuando un hombre sea recién casado, no irá a la guerra, ni se le ocupará
en cosa alguna; quede libre en su casa durante un año para contentar
a la mujer que tomó.
Equidad, humanidad y moderación
6. No tomarás en prenda las dos piedras de una muela, ni la piedra de encima,
porque es tomar la vida en prenda.
7. Si se descubriere que alguno secuestró a su hermano de entre los hijos
de Israel para hacerle esclavo o que le vendió, el ladrón será
condenado a muerte. Quitarás el mal de en medio de ti.
8. Ten cuidado con la plaga de la lepra, guardando escrupulosamente y cumpliendo
cuanto te digan los sacerdotes levitas; todo cuanto yo les he
prescrito lo pondréis escrupulosamente por obra.
9. Acuérdate de lo que con María hizo Yavé, tu Dios, durante el camino, a
la salida de Egipto
10. Si prestas algo a tu prójimo, no entrarás en su casa para tomar prenda;
11. esperarás fuera de ella a que el prestatario te saque fuera la prenda.
12. Si éste es pobre, no te acostarás sobre la prenda;
13. se la devolverás al ponerse el sol, para que él se acueste sobre su vestido
y te bendiga, y esto será para ti justicia ante Yavé, tu Dios.
14. No oprimas al mercenario pobre e indigente, sea uno de tus hermanos o uno
de los extranjeros que moran en tu tierra, en tus ciudades.
15. Dale cada día su salario, sin dejar pasar sobre esta deuda la puesta del
sol, porque es pobre y lo necesita. De otro modo, clamaría a
Yavé contra ti y tú cargarías con un pecado.
16. No morirán los padres por la culpa de los hijos, ni los hijos por la culpa
de los padres; cada uno sea condenado a muerte por sus pecados.
17. No hagas injusticia al extranjero ni al huérfano, ni tornes en prenda las
ropas de la viuda.
18. Acuérdate de que esclavo fuiste en Egipto y de que Yavé, tu Dios, te libró;
por eso te mando hacer así.
19. Cuando en tu campo siegues tu mies, si olvidas alguna gavilla, no vuelvas
a buscarla; déjala para el extranjero, el huérfano y la viuda,
para que te bendiga Yavé, tu Dios, en todo trabajo de tus manos.
20. Cuando sacudas tus olivos, no hagas tras de ti rebusco en sus ramas; déjalo
para el extranjero, el huérfano y la viuda.
21. Cuando vendimies tu viña, no hagas en ella rebusco; déjalo para el extranjero,
el huérfano y la viuda.
22. Acuérdate de que esclavo fuiste en Egipto, y por eso te mando hacer así.
25
1. Si, cuando entre algunos hubiera pleito y, llegado el juicio, absolviendo
los jueces al justo y condenando al reo,
2. fuere el delincuente condenado a la pena de azotes, el juez le hará echarse
en tierra y le hará azotar conforme a su delito, llevando cuenta
de los azotes;
3. pero no le hará dar más de cuarenta, no sea que, pasando mucho de este
número, quede tu hermano afrentado ante ti.
4. ¡No pongas bozal al buey que trilla!
Ley del levirato
5. Cuando dos hermanos habitan uno junto al otro y uno de los dos muere sin
dejar hijos, la esposa del muerto no se casará fuera con un
extraño; su cuñado irá a ella y la tomará por mujer,
6. y el primogénito que de ella tenga se alzará en nombre del hermano muerto,
para que su nombre no desaparezca de Israel.
7. Si el hermano se negase a tomar por mujer a su cuñada, subirá ésta a la
puerta, a los ancianos, y les dirá: Mi cuñado se niega a suscitar
en Israel el nombre de su hermano; no quiere cumplir su obligación
de cuñado tomándome por mujer.
8. Los ancianos de la ciudad le harán venir y le hablarán. Si persiste en
la negativa y dice: “No me agrada tomarla por mujer,”
9. su cuñada se acercará a él en presencia de los ancianos, le quitará del
pie un zapato y le escupirá en la cara, diciendo: “Esto se hace
con el hombre que no edifica la casa de su hermano.”
10. Y su casa será llamada en Israel la casa del descalzado.
Honestidad
11. Si mientras riñen dos hombres, uno con otro, la mujer del uno, interviniendo
para librar a su marido de las manos del que le golpea, agarrara
a éste por las partes vergonzosas,
12. le cortarás las manos sin piedad.
13. “No tendrás en tu bolso pesa grande y pesa chica.
14. No tendrás en tu casa dos efás, uno grande y otro chico.
15. Tendrás pesas cabales y justas, y efás cabales y justos, para
que se alarguen tus días sobre la tierra que Yavé, tu Dios,
te dará.
16. Porque es abominación para Yavé, tu Dios, quien eso hace, cometiendo una
iniquidad.
17. Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino, a la salida de Egipto;
18. cómo, sin temor de Dios, te asaltó en el camino y cayó sobre los rezagados
que venían detrás de ti cuando ibas tú cansado y fatigado.
19. Cuando Yavé, tu Dios, te dé el reposo, librándote de todos tus enemigos
en derredor, en la tierra que Él te dará en heredad para que
la poseas, extinguirás la memoria de Amalee de debajo del cielo;
no lo olvides.”
26
Primicias y décimas
1. Cuando hubieres entrado en la tierra que Yavé, tu Dios, te dará en heredad
y tornares posesión de ella y te establecieres,
2. tomarás una parte de las primicias de todos los productos de tu suelo que
coseches en la tierra que Yavé, tu Dios, te dará y, poniéndola
en una cesta, irás al lugar que Yavé, tu Dios, haya elegido
para establecer en él su nombre.
3. Te presentarás al sacerdote entonces en funciones y le dirás: “Yo reconozco
hoy ante Yavé, tu Dios, que he entrado en la tierra que Yavé
juró a nuestros padres darnos.”
4. El sacerdote recibirá de tu mano la cesta y la pondrá delante del altar
de Yavé, tu Dios;
5. y, tomando de nuevo la palabra, dirás: “Un arameo errante fue mi padre,
y bajó a Egipto en corto número para morar allí como forastero,
y creció hasta hacerse gran muchedumbre, de mucha y robusta
gente.
6. Afligiéronnos los egipcios
y nos persiguieron, imponiéndonos rudísimas cargas;
7. y clamamos a Yavé Dios de nuestros padres, que nos oyó y miró nuestra humillación,
nuestro trabajo y nuestra angustia,
8. y nos sacó de Egipto con mano poderosa y brazo tendido, en medio de gran
pavor, prodigios y portentos;
9. y nos introdujo en este lugar, dándonos una tierra que mana leche y miel.
10. Por eso ofrezco ahora las primicias de la tierra que Yavé me ha dado”.
Y las dejarás ante Yavé, tu Dios; y, adorado Yavé, tu Dios.
11. te regocijarás con los bienes que Yavé, tu Dios, te ha dado a ti y a tu
casa, tú el levita y el peregrino que mora en medio de ti.
12. Cuando hubieras acabado de separar la décima de los frutos de tus campos,
el año tercero, año del diezmo, darás de ella al levita, al
peregrino, al huérfano y a la viuda para que coman y se sacien
en tu ciudad,
13. y dirás ante Yavé, tu Dios: “He tomado de mi casa lo santo y se lo he dado
al levita, al peregrino, al huérfano y a la viuda, conforme
a lo que me has mandado; no he traspasado tus mandatos ni los
he olvidado,
14. no he comido nada de ello en mi luto, no he consumido nada en estado de
impureza, no lo he dado a los muertos, he obedecido a la voz
de Yavé, mi Dios, y en todo he hecho lo que tú me has mandado;
15. mira desde tu santa morada, desde los cielos, y bendice a tu pueblo Israel
y la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres,
la tierra que mana leche y miel.”
16. Hoy Yavé, tu Dios, te manda que pongas por obra estos preceptos y mandatos,
que los guardes y practiques con todo tu corazón y toda tu alma.
17. Hoy has hecho que Yavé te diga que él será tu Dios; y has prometido seguir
sus caminos, guardar sus leyes, sus mandamientos y sus preceptos,
y obedecer a su voz.
18. Yavé te ha dicho hoy que serás para él un pueblo singular, como ya te lo
había dicho antes, guardando todos sus mandamientos.
19. y dándote el Altísimo, sobre todas las naciones que Él ha hecho, la superioridad
y la gloria, en fama y en esplendor, para que vengas a ser un
pueblo santo para Yavé, tu Dios, como Él te lo ha dicho.
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