|
LIBRO
DE TOBÍAS
Capítulo
1 |
|
1 |
Historia
de Tobit, hijo de Tobiel, hijo de Ananiel, hijo de Aduel, hijo
de Gabael, de la familia de Asiel, de la tribu de Neftalí, |
2 |
que
fue llevado cautivo en tiempo de Enemesar, rey de los asirios,
y era natural de Tisbe, que está a la derecha de Cades de Neftalí,
en Galilea, por encima de Hasor. |
|
|
|
Piedad
de Tobit en su patria |
|
|
3 |
Yo,
Tobit, caminé por las sendas de la verdad y de la justicia todos
los días de mi vida, haciendo muchas limosnas a mis hermanos
los de mi nación, que conmigo habían sido llevados a tierra
de los asirios, a Nínive. |
4 |
Siendo
yo joven, vivía en mi patria, en la tierra de Israel, y toda
la tribu de Neftalí, mi padre, se había apartado del templo
de Jerusalén, de la ciudad elegida entre todas las tribus de
Israel para ofrecer sacrificios y ser morada del Altísimo, santificada
por todas las generaciones. |
5 |
Todas
las tribus, que a una habían apostatado, sacrificaban a Baal,
al becerro, y asimismo la casa de Neftalí, mi padre. |
6 |
Yo
iba, las más veces solo, a Jerusalén durante las fiestas, según
está mandado a todo Israel por precepto eterno, y llevaba las
primicias y los diezmos de las cosechas y las primicias del
esquileo, |
7 |
y
los entregaba a los sacerdotes, hijos de Aarón, en el altar.
El diezmo de todas las cosas se lo entregaba yo a los hijos
de Leví que sirven en Jerusalén; el segundo diezmo lo vendía
e iba y lo gastaba en Jerusalén cada año; |
8 |
y
el tercero lo daba a quienes correspondía, según que me había
recomendado la madre de mi padre, Débora, pues yo era huérfano
de padre. |
9 |
Hombre
ya, tomé por mujer a Ana, del linaje de nuestro padre, y de
ella tuve a Tobías. |
|
|
|
En
el cautiverio |
|
|
10 |
Cuando
fuimos llevados cautivos a Nínive, todos mis hermanos y los
de mi linaje comían de los manjares de los gentiles; |
11 |
pero
yo me abstenía de comerlos, |
12 |
porque
con toda mi alma me acordaba de Dios. |
13 |
Dióme
el Altísimo favor y gracia ante Enemesar, que me hizo su proveedor, |
14 |
y,
viajando por la Media, presté a Gabael, hermano de Gabrías,
en Ragues de Media, diez talentos de plata. |
15 |
Muerto
Enemesar, le sucedió Senaquerib, su hijo. Los caminos se hicieron
inseguros y ya no pude volver a la Media. |
16 |
En
los días de Enemesar hacía yo muchas limosnas a mis hermanos, |
17 |
dando
pan a los hambrientos y vistiendo a los desnudos; y si veía
muerto a alguno de mi linaje, arrojado junto a los muros de
Nínive, le daba sepultura. |
18 |
Si
el rey Senaquerib mataba a alguno, luego que volvió huido de
Judea, yo en secreto lo enterraba. En su furor mató a muchos,
cuyos cadáveres buscaba luego él, y no los hallaba. |
19 |
Pero un ninivita hizo saber al rey que era yo el que los enterraba,
y entonces tuve que ocultarme; y sabiendo que me buscaba para
darme muerte, temeroso, huí. |
20 |
Fui
despojado de todos mis bienes, no dejándome nada sino a Ana,
mi mujer, y a Tobías, mi hijo. |
21 |
No
eran pasados cincuenta días, y le mataron dos de sus hijos,
que huyeron a los montes de Ararat, y le sucedió Saquerdón,
su hijo, el cual puso a Ahikar, el hijo de mi hermano Anael,
al frente de toda la contabilidad administrativa del reino. |
22 |
Ahikar me alcanzó el perdón y pude volver a Nínive. Era Ahikar,
mi sobrino, copero, guardasellos, administrador y contador,
y Saquerdón le había hecho su primer ministro.
|
|
|
Capítulo
2 |
|
1 |
Al
volver a mi casa me fueron devueltos Ana, mi mujer, y Tobías,
mi hijo. Era por la fiesta de Pentecostés, la fiesta santa de
las siete semanas; y habiéndome sido preparado un banquete,
me recosté para comer. |
2 |
Al
ver tantos manjares, dije a mi hijo: “Vete y trae al primer
necesitado que encuentres de nuestros hermanos, que me recuerde
al Señor; yo espero por ti.” |
3 |
Cuando
volvió, dijo: “Padre, uno de nuestro linaje yace en la
plaza estrangulado.” |
4 |
En
seguida, sin probar bocado, me lancé a la calle, le tomé y le
metí en una habitación hasta que se puso el sol. |
5 |
Vuelto
a casa, me lavé y comí con tristeza, |
6 |
porque
me vino a la memoria la profecía de Amós: “Vuestras fiestas
se convertirán en duelo, y vuestras alegrías, en lamentaciones.” |
7 |
Lloré,
y en poniéndose el sol, fui a cavar una hoya en que sepultar
el cadáver. |
8 |
Los
vecinos se reían de mí, diciendo: “Aún no ha escarmentado;
ya tuvo que huir por eso, y ahora vuelve a enterrar a los muertos.” |
|
|
|
La
prueba |
|
|
9 |
Aquella
misma noche, cuando acabé de darle sepultura, aun antes de purificarme,
me dormí en el atrio junto al muro, quedando con el rostro descubierto. |
10 |
No
sabía yo que había pájaros en el muro; y teniendo los ojos abiertos,
los pájaros dejaron caer en mis ojos su estiércol caliente,
que me produjo en ellos unas manchas blancas que los médicos
no fueron capaces de curar. Por este tiempo, Ahikar proveía
a mi sustento, hasta que partió para Elimaida. |
11 |
Entonces
Ana, mi mujer, se ocupaba de su casa en trabajos femeniles |
12 |
y
llevaba su labor a los amos. Estos, al pagarle una vez su salario,
le regalaron un cabrito. |
13 |
Cuando
volvió a casa comenzó el cabrito a balar. Y yo le dije: “¿De
dónde viene ese cabrito? ¿No será robado? Devuélvelo a los amos,
que no es lícito comer cosa robada”. |
14 |
Ella me contestó: “Es un regalo que han agregado a mi
salario.” Pero yo no la creía, y la instaba a que lo devolviese
a los amos, enojado contra ella. Mas me replicó: “¿Dónde
están tus limosnas y tus buenas obras? Ya lo ves ahora.”
|
|
|
Capítulo
3 |
|
1 |
Yo
me entristecí y lloré, y con dolor me puse a orar, diciendo: |
2 |
“Justo
eres, Señor, y justas todas tus obras; todos tus caminos son
misericordia y verdad; juzgas siempre según verdad y justicia. |
3 |
Muéstrate
a mí y para en mí tus ojos. No me castigues por mis pecados,
ni por mis ignorancias, ni por las que mis padres cometieron
contra tí. |
4 |
Porque
ellos desoyeron tus preceptos, tú nos has entregado en botín
al cautiverio y a la muerte, objeto de escarnio para todas las
naciones entre las que hemos sido dispersados. |
5 |
Muchos
son tus juicios y verdaderos, para que vayas a tomar venganza
por mis pecados y los de mis padres; porque ni cumplimos tus
preceptos ni caminamos sinceramente delante de ti. |
6 |
Ea,
pues, haz conmigo según tu beneplácito. Quítame el aliento de
vida, para que muera y me convierta en polvo; porque más prefiero
morir que vivir, pues he oído ultrajes mentirosos y una gran
tristeza se apodera de mí. Haz que sea yo libertado de esta
angustia para ir al eterno lugar. No apartes tu rostro de mí.” |
|
|
|
La
prueba de Sara |
|
|
7 |
Aquel
mismo día aconteció en Ecbatana de Media que Sara, hija de Ragüel,
fue insultada por las esclavas de su padre, |
8 |
porque,
habiendo sido dada en matrimonio a siete maridos, el maligno
demonio Asmodeo les había dado muerte antes que con ella hubieran
tenido vida conyugal, y le decían: “¿No estás loca tú,
que ahogas a tus maridos? Siete has tenido ya, y de ninguno
de ellos has llevado el nombre.” |
9 |
“¿Por
qué nos azotas? Ya que ellos murieron, vete tú con ellos y que
no veamos jamás hijo o hija tuya.” |
10 |
Oyéndolas,
se entristeció sobremanera, tanto que quería ahorcarse. Pero
decía: “Soy la hija única de mi padre; si tal hiciera,
el oprobio vendría sobre él y de dolor conduciría su ancianidad
al sepulcro.” |
11 |
Y
oraba puesta a la ventana, y decía: “Bendito eres, Señor
Dios mío, y bendito tu nombre, santo y excelso por los siglos.
Bendígante todas tus obras para siempre. |
12 |
Y
ahora, Señor, en ti pongo mis ojos y mi rostro. |
13 |
Llévame
de la tierra y que no oiga ya más ultrajes. |
14 |
Tú
sabes, Señor, que yo estoy limpia de todo pecado con hombre |
15 |
y
que no he manchado mi nombre ni el nombre de mi padre en esta
tierra de mi cautiverio. Hija única soy de mi padre, el cual
no tiene hijo que pueda heredarle, ni pariente próximo con un
hijo para quien yo deba guardarme por mujer; ya se me han muerto
siete maridos; ¿de qué me sirve la vida? Y si no te parece bien
quitármela, mírame y ten piedad de mí y que no escuche ya más
estos ultrajes.” |
16 |
Fue
escuchada la oración del uno y de la otra en la presencia de
la gloria de Dios. |
17 |
Rafael
fue enviado para remediarlos a los dos, para batir las cataratas
de Tobit y para casar a Sara, la hija de Ragüel, con Tobías,
el hijo de Tobit, y paralizar a Asmodeo, el maligno demonio,
por cuanto a Tobías tocaba heredarla. Al mismo tiempo en que
se volvía Tobit y entraba en su casa, bajaba Sara, la de Ragüel,
del piso alto de la suya.
|
|
|
Capítulo
4 |
Consejos
del padre al hijo |
|
|
1 |
En
aquel día se acordó Tobit de la suma que tenía en poder de Gabael,
en Ragues de Media; |
2 |
y
se dijo: “Yo me he pedido la muerte; ¿por qué, pues, no
llamar a Tobías, mi hijo, y comunicárselo antes de morir?” |
3 |
Llamóle
y le dijo: “Si muero, hijo mío, me darás sepultura y te
guardarás de menospreciar a tu madre; hónrala siempre todos
los días de tu vida, obra según su beneplácito y no le causes
tristeza. |
4 |
Acuérdate,
hijo, de los muchos trabajos que ella pasó por ti cuanto te
llevaba en su seno; cuando muera, dale sepultura a mi lado,
en el mismo sepulcro. |
5 |
Acuérdate,
hijo, siempre del Señor, nuestro Dios, y guárdate de pecar;
observa sus preceptos. Practica la justicia todos los días de
tu vida y no sigas los caminos de la iniquidad, |
6 |
porque,
siguiendo la verdad, serás feliz en todas tus obras, como todos
los que practican la justicia. |
7 |
Según
tus facultades, haz limosna y no se te vayan los ojos tras lo
que des. No apartes el rostro de ningún pobre, y Dios no los
apartará de ti. |
8 |
Si
abundares en bienes, haz de ello limosna, y si éstos fueren
escasos, según sea tu escasez, no temas hacerla. |
9 |
Con
esto atesoras un depósito para el día de la necesidad, |
10 |
pues
la limosna libra de la muerte y preserva de caer en las tinieblas, |
11 |
y
es un buen regalo la limosna en la presencia del Altísimo para
todos los que la hacen. |
12 |
Guárdate,
hijo, de toda fornicación, y ante todo toma esposa del linaje
de tus padres; no tomes mujer extranjera que no sea del linaje
de tu padre, que hijos somos de profetas, Noé Abraham, Isaac
y Jacob, nuestros antiguos padres. Recuerda, hijo, que éstos
tomaron mujeres de entre sus hermanos, y fueron bendecidos en
hijos, y heredó su descendencia la tierra. |
13 |
Y
ahora, hijo mío, ama a tus hermanos |
14 |
y
no te ensoberbezcas en tu corazón ni desprecies a los hijos
e hijas de tu pueblo, rehusando tomar de ellas mujer, porque
en el orgullo está la perdición y el desorden, y en la ruindad,
la penuria y el hambre, pues la madre del hambre es la ruindad.
No retengas una noche el salario de un obrero que trabajare
para ti; entrégaselo luego. Si sirvieres a Dios, El te recompensará.
Atiende, hijo, a todas tus obras y muéstrate prudente en tu
conversación. |
15 |
Lo
que no quieras para ti no lo hagas a nadie. No bebas vino hasta
embriagarte, no vaya contigo la embriaguez. |
16 |
Da
de tu pan al hambriento y de tus vestiduras al desnudo. Todo
cuanto te sobrare dalo en limosnas, y no se te vayan los ojos
tras lo que dieres. |
17 |
Pon
tu pan y tu vino en los funerales de los justos y no comas ni
bebas con los pecadores. |
18 |
Sigue
el consejo de los prudentes y no desprecies ningún buen consejo. |
19 |
En
todo tiempo bendice al Señor Dios y pídele que tus caminos sean
rectos y todas tus sendas y consejos vayan bien encaminados;
porque no es del hombre el consejo; sólo el Señor es quien da
todos los bienes, y a quien quiere le humilla según su voluntad.
Acuérdate, pues, hijo mío, de mis preceptos, y no se borren
de tu corazón. |
20 |
Has
de saber también que tengo diez talentos en poder de Gabael,
hijo de Gabrías, en Ragues de Media. |
21 |
No
temas, hijo; somos pobres, pero rico serás si temes a Dios y
te apartas de todo pecado y haces lo que le es grato.” |
|
|
Capítulo
5 |
Preparativos
de viaje a Media |
|
|
1 |
Respondió
Tobías, diciéndole: “Padre, cuanto me has mandado lo cumpliré. |
2 |
Pero
¿cómo voy a poder recobrar el dinero de Gabael, si no le conozco?” |
3 |
Dióle
su padre el recibo y le dijo: “Busca quien te acompañe,
que yo le daré su recompensa, y ponte en camino para cobrar
el dinero antes que yo muera.” |
4 |
Fuese
en busca de uno, y se encontró con Rafael, que era un ángel. |
5 |
No
conociéndole, le dijo: “¿Podrías acompañarme a Ragues
de Media, si es que conoces el camino?” |
6 |
El
ángel le contestó: “Yo iré contigo, que conozco bien el
camino y hasta he sido huésped de Gabael, nuestro hermano.” |
7 |
Tobías
le contestó: “Espera un poco, que voy a decírselo a mi
padre.” |
8 |
El
le respondió: “Vete y no tardes.” Se fue y dijo
a su padre: “Ya hallé quien pueda acompañarme.”
El le dijo: “Llámale, que quiero saber de qué tribu es
y si es de confianza para acompañarte.” |
9 |
Llamóle,
entró y se saludaron. |
10 |
Díjole
Tobit: “Dime, hermano, ¿de qué tribu y familia eres tú?” |
11 |
Y
le contestó: “¿Quieres conocer la tribu y la familia e
informarte de la persona que va a acompañar a tu hijo?”
Replicóle Tobit: “Quiero, hermano, conocer tu linaje y
tu persona.” |
12 |
“Pues
yo soy hijo de Azarías, hijo de Ananías, grande entre tus hermanos.” |
13 |
Respondióle
él: “Seas, hermano, bien venido; pero no te enojes de
que haya querido saber tu tribu y tu familia. Por suerte eres
hermano mío, de una buena y noble ascendencia, pues yo conocía
a Ananías y a Jonatán, hijos de Semeí el grande, de cuando juntos
íbamos a Jerusalén para adorar, llevando las primicias y los
diezmos de las cosechas; que no se descarriaron ellos como nuestros
hermanos. De buena raíz eres, hermano. |
14 |
Pero
dime: ¿cuál será el salario que habré de darte? ¿Bastaría un
dracma por día y el sustento para ti y para mi hijo? |
15 |
Y
cuando felizmente volváis, te añadiré algo.” |
16 |
Convinieron
en ello, y dijo a Tobías: “Prepárate para el camino, y
que tengáis feliz viaje.” Una vez que el hijo preparó
lo necesario para el camino, díjole su padre: “Parte con
éste, y Dios, que mora en los cielos, os dé feliz viaje y un
ángel os acompañe.” Y se pusieron en camino, yendo con
ellos el perro del mozo. |
17 |
Su
madre, Ana, se puso a llorar, diciendo a Tobit: “¿Por
qué habrás enviado a nuestro hijo? ¿No era nuestro báculo, viviendo
con nosotros? |
18 |
No
tuviéramos nunca ese dinero, si había de costamos nuestro hijo. |
19 |
Hasta
el presente, el Señor nos dio de qué vivir, y vivíamos contentos.” |
20 |
Pero
Tobit le dijo: “No digas eso, mujer. Volverá sano y tus
ojos lo verán. |
21 |
Porque
un ángel bueno le acompaña, tendrá un viaje feliz y volverá
sano.” |
22 |
Y
ella dejó de llorar. |
|
|
Capítulo
6 |
En
viaje hacia Media |
|
|
1 |
Siguieron
los caminantes su viaje y llegaron al atardecer a las orillas
del río Tigris, donde pasaron la noche. |
2 |
Bajó
el muchacho a bañarse y salió del río un pez que quería devorarle. |
3 |
Pero
el ángel le dijo: “Tomalo.” Lo tomó el joven y lo
sacó a tierra.” |
4 |
Díjole
el ángel: “Descuartiza el pez y separa el corazón, el
hígado con la hiél, y ponlos aparte.” |
5 |
Hizo
el muchacho lo que el ángel le decía, y, asando el pez, comieron.
Continuaron su camino y llegaron cerca de Ecbatana. |
6 |
Dijo
el joven al ángel: “Hermano Azarías, ¿para qué sirven
el corazón y el hígado con la hiel del pez?” |
7 |
El
le respondió: “Sirven para que, si un demonio o espíritu
le atormenta a uno, quemándolos ante él ya no vuelva a molestarle. |
8 |
Cuanto
a la hiel, sirve para ungir a quien tuviese cataratas, pues
con ella quedará curado.” |
9 |
Así
que llegaron a Ecbatana, |
10 |
dijo
el ángel al joven: “Hoy, hermano, habremos de pernoctar
en casa de Ragüel, tu pariente, que tiene una hija llamada Sara.
Yo le hablaré para que te la dé por mujer, |
11 |
pues
a ti te toca su herencia, pues tú eres ya el único de su linaje;
la joven es bella y discreta. |
12 |
Oye,
pues, lo que voy a hacer: Yo hablaré a su padre, y cuando volvamos
de Ragues, celebraremos la boda; pues yo sé que Ragüel no puede
darla a ningún otro marido, según la Ley de Moisés, o sería
reo de muerte, porque antes que a ningún otro te pertenece a
ti la herencia.” |
13 |
Replicó
entonces el joven al ángel: “Hermano Azarías, he oído
que la doncella fue dada a siete maridos y que todos perecieron
en la cámara nupcial; |
14 |
yo
soy hijo único de mi padre, y temo que, si me acerco a ella,
voy a morir como los anteriores, porque la ama un demonio y
a ella no le hace ningún daño, pero sí a los que se le acercan.
Temo ahora que, si muero, llevaré al sepulcro a mi padre y a
mi madre de dolor por mí, pues no tienen otro hijo que les dé
sepultura.” |
15 |
Contestóle
el ángel: “¿No te acuerdas de las palabras que tu padre
te inculcó sobre tomar mujer de tu propio linaje? Escúchame,
pues, hermano: Esa será tu mujer, y del demonio no te preocupes,
que esta misma noche te será dada por mujer. |
16 |
Cuando
entres en la cámara nupcial, toma un perfumado: y pon en él
trozos del corazón y del hígado del pez, que hagan humo; |
17 |
que en cuanto lo huela el demonio, huirá y no volverá por los
siglos de los siglos.
|
18 |
Pero,
cuando a ella te acerques, levantaos ambos e invocad al Dios
misericordioso, que os salvará y tendrá piedad de vosotros.
No temáis, que para ti está destinada desde la eternidad, y
tú la salvarás e irá contigo, y estoy seguro de que tendrás
de ella hijos.” |
19 |
Así
que oyó Tobías estas palabras, sintió grande amor por ella y
se le apegó su corazón. En esto llegaron a Ecbatana. |
|
|
Capítulo
7 |
El
casamiento de Tobías y Sara |
|
|
1 |
Llegados
a casa de Ragüel, les salió al encuentro Sara, que los saludó,
y ellos a ella, y los introdujo. |
2 |
Dijo
Ragüel a Edna, su mujer: “¡Cómo se parece este joven a
Tobit, mi primo!” |
3 |
Entonces
Ragüel les preguntó: “¿De dónde sois, hermanos?”
A lo que ellos contestaron: “De los hijos de Neftalí,
de los cautivos de Nínive.” |
4 |
”¿Conocéis
a Tobit, nuestro hermano?” Respondiéronle: “Sí que le conocemos.”
“¿Está bien?” |
5 |
“Vive
y está bien,” contestaron ellos. Y Tobías añadió: “Es mi padre.” |
6 |
Ragüel,
saltando, se echó a su cuello y le besó, derramando lágrimas. |
7 |
Y
le bendijo, diciendo: “Eres hijo de un varón honrado y
bueno.” Pero al saber que Tobit había perdido la vista,
se entristeció hasta derramar lágrimas. |
8 |
Edna,
su mujer, y Sara, su hija, lloraron también; los recibieron
cordialmente, sacrificaron un carnero y les ofrecieron un suntuoso
banquete. |
9 |
Dijo
luego Tobías a Rafael: “Hermano Azarías, habla de aquel
asunto de que en el camino tratamos, y que se acabe este negocio.” |
10 |
Expuso
Azarías el asunto a Ragüel, que dijo a Tobías: “Come,
bebe y alégrate; en efecto, a ti te toca recibir a mi hija;
pero antes tengo que advertirte una cosa: |
11 |
He
dado ya mi hija a siete maridos; pero, al acercarse a ella,
en la misma noche murieron. Tú ahora huélgate.” Mas Tobías
contestó: “No gustaré bocado hasta que no resolváis este
negocio y me lo confirméis” |
12 |
Dijo
Ragüel: “Tómala desde ahora, según la Ley, pues tú eres
su hermano y a ti se te debe. Que Dios misericordioso os colme
de felicidades.” |
13 |
Llamó
a Sara, su hija, y tomándola de la mano, la entregó a Tobías
por mujer, diciendo: “Anda, según la Ley de Moisés, tómala
y llévala a tu padre.” Y los bendijo. |
14 |
Llamó
a Edna, su mujer; tomó un rollo, escribió el contrato matrimonial,
lo selló, |
15 |
y
luego comenzaron a comer. |
16 |
Llamó después Ragüel a Edna, su mujer, y le dijo: “Prepara,
hermana, otra alcoba y llévala a ella.” Hizo Edna lo que
le mandaba, y llevó a su hija a la cámara. Lloraba Sara, y,
enjugando la madre las lágrimas de su hija, le decía: |
17 |
“Ten
buen ánimo, hija; el Señor del cielo te dará gracia en vez de
esta tristeza; ten valor, hija mía.” |
|
|
Capítulo
8 |
|
1 |
Cuando
hubieron terminado de comer, llevaron a la alcoba a Tobías. |
2 |
El,
recordando las palabras de Rafael, tomó un brasero y, poniendo
encima de las brasas el corazón y el hígado del pez, hizo humo. |
3 |
El
demonio, en cuanto olió aquel humo, huyó al Egipto superior,
donde el ángel le ató. |
4 |
Una
vez que quedaron los dos solos, se levantó Tobías del estrado
y dijo: “Levántate, hermana; vamos a orar para que el
Señor tenga misericordia de nosotros.” |
5 |
Y
comenzó Tobías, diciendo: “Bendito eres, Dios de nuestros
padres, y bendito por los siglos tu nombre, santo, glorioso.
Bendígante los cielos y todas las criaturas. |
6 |
Tú
hiciste a Adán y le diste por ayuda y auxilio a Eva, su mujer;
de ellos nació todo el linaje humano. Tú dijiste: No es bueno
que el hombre esté solo; hagámosle una ayuda semejante a él. |
7 |
Ahora,
pues, Señor, no llevado de la pasión sexual, sino del amor de
tu ley, recibo a esta mi hermana por mujer. Ten misericordia
de mí y de ella y concédenos a ambos larga vida.” |
8 |
Ella
respondió: “Amén.” |
9 |
Y pasaron ambos dormidos aquella noche. Cuando Ragüel se levantó,
se fue a cavar una sepultura, |
10 |
diciendo:
“Seguro que ha muerto éste también.” |
11 |
Vuelto
Ragüel a casa, |
12 |
dijo
a Edna, su mujer: “Manda a una de las siervas que vea
si está vivo, para enterrarle si no y que nadie se entere.” |
13 |
Abrió
la sierva la puerta y vio que ambos dormían. |
14 |
Salió
luego y les comunicó que estaba vivo. |
15 |
Entonces
bendijo Ragüel a Dios, diciendo: “Bendito seas tú, Dios,
con toda bendición pura y santa, y bendígante tus santos, y
todas tus criaturas, y todos tus ángeles, y todos los elegidos;
bendígante por los siglos. |
16 |
Bendito
tú, que me has alegrado, no sucediendo lo que yo me temía, sino
que has obrado con nosotros según tu gran misericordia. |
17 |
Bendito
seas tú, Señor, que tuviste misericordia de estos dos hijos
únicos; ten de ellos piedad y concédeles acabar en bien su vida
con alegría y misericordia.” |
18 |
Y
mandó a sus siervos rellenar la sepultura. |
19 |
Hízoles
l fiesta de bodas por espacio de catorce días, |
20 |
pues
antes ya le había instado a que no partieran hasta terminar
los catorce días de la boda. |
21 |
Pasados,
le daría la mitad de su hacienda y le dejaría irse en paz a
su padre, y el resto lo recibiría cuando muriese él y su mujer.
|
|
|
Capítulo
9 |
|
1 |
Llamó
entonces Tobías a Rafael y le dijo: |
2 |
“Hermano
Azarías, toma contigo un siervo y dos camellos y vete a Ragues
de Media, a casa de Gabael, y cóbrame el dinero y tráele a él
a la boda, |
3 |
pues
Ragüel me ha pedido con instancia que no me vaya, |
4 |
y
mi padre estará contando los días, y si ve que tardo mucho,
se morirá de pena.” |
5 |
Partió
Rafael y se hospedó en casa de Gabael, a quien dio el recibo.
Trajo Gabael los talegos sellados y se los entregó. |
6 |
Madrugaron y juntos vinieron a la boda, bendiciendo Gabael a
Tobías y a su mujer. |
|
|
Capítulo
10 |
Ansiedades
de los padres de Tobías |
|
|
1 |
Entre
tanto, Tobit, su padre, estaba contando los días que podía durar
el viaje, y cuando éstos se pasaron y vio que su hijo no volvía, |
2 |
comenzó
a decir: “Tal vez están retenidos por la cobranza del
dinero, o acaso ha muerto Gabael y no hay nadie que se lo entregue.” |
3 |
Y
se entristecía sobremanera. |
4 |
Su
mujer le decía: “Sin duda que ha perecido nuestro hijo,
porque tarda mucho.” Y comenzaba a llorarle, diciendo: |
5 |
“Ay
de mí, hijo mío! ¿Por qué te dejé ir, luz de mis ojos?” |
6 |
Tobit
le decía: “Calla, no te apures; seguro que está bien.” |
7 |
Pero
ella replicaba: “Calla, no pretendas engañarme; seguro
que ha muerto.” Y todos los días iba al camino por donde
se fue, pasando el día sin tomar bocado, y la noche llorando
sin cesar a Tobías, su hijo. |
|
|
|
La
vuelta a sus padres |
|
|
8 |
Cumplidos
los catorce días de la boda, que Ragüel le había rogado que
pasase con ellos, dijo Tobías a Ragüel: “Déjame partir
que mis padres habrán perdido ya la esperanza de volver a verme.” |
9 |
Pero
su suegro le respondió: “Quédate aquí y yo enviaré un
mensajero a tu padre para darle noticias de ti.” |
10 |
Mas
Tobías insistió: “Déjame ir a mi padre” |
11 |
Entrególe
luego Ragüel su mujer, Sara, y la mitad de la hacienda, siervos,
ganados y dinero; |
12 |
y,
al despedirlos, los bendijo, diciendo: “Que el Dios del
cielo os dé feliz viaje, hijos míos, y que vea yo vuestros hijos
antes de morir.” |
13 |
Y
a su hija le dijo: “Honra a tus suegros, que ellos son
ahora tus padres, y tenga yo buenas noticias de ti.” Y
la besó. Edna dijo a Tobías: “Hijo mío, que el Señor del
cielo te dé una vida feliz, y a mí ver a los hijos de Sara,
mi hija, para que me alegre en presencia del Señor. Yo te la
doy como en depósito; es mi hija, no le des tristeza.” |
|
|
Capítulo
11 |
|
1 |
Al
punto se puso Tobías en camino, bendiciendo a Dios, que le había
dado tan feliz viaje, y bendiciendo también a Ragüel y a Edna,
su mujer. Así caminaron hasta llegar cerca de Nínive. |
2 |
Entonces
dijo Rafael a Tobías: “Bien te acordarás, hermano, de
cómo hemos dejado a tu padre. |
3 |
Vamos
a adelantarnos nosotros a tu mujer para preparar la casa. |
4 |
Lleva
contigo la hiel del pez.” Partieron ellos, siguiéndoles
el perro. |
5 |
Entre
tanto, Ana, sentada, miraba hacia el camino para ver si descubría
a su hijo. |
6 |
Cuando
creyó verle venir, dijo al padre: “Mira, viene nuestro
hijo, y con él su compañero.” |
7 |
Rafael
dijo a Tobías: “Estoy seguro de que tu padre recobrará
la vista. |
8 |
Úntale
los ojos con la hiel; al escocerle se frotará, se desprenderán
las cataratas y verá.” |
9 |
Ana,
corriendo, se arrojó al cuello de su hijo, diciéndole: “¡Te
veo, hijo mío! ¡Ahora ya puedo morir!” Y ambos lloraban. |
10 |
Salió
Tobit a la puerta, y tropezó; pero el hijo corrió a él, |
11 |
y,
tomándole, derramó la hiel sobre sus ojos, diciendo: “¡Animo,
padre!” |
12 |
En
cuanto le escocieron los ojos, se frotó, |
13 |
y
se desprendieron las escamas. Al ver a su hijo, se arrojó a
su cuello |
14 |
y,
llorando, dijo: “Bendito tú, ¡oh Dios!, y bendito sea
tu nombre por los siglos, y benditos también todos tus santos
ángeles, |
15 |
porque
después de azotarme has tenido misericordia de mí, y veo a Tobías,
mi hijo!” Entró su hijo contento, y refirió a su padre
todas las maravillas que le habían sucedido en Media. |
16 |
Salió
Tobit a las puertas de Nínive al encuentro de su nuera, contento
y bendiciendo a Dios. Y cuantos le veían se maravillaban de
verle andar sin lazarillo. |
17 |
Tobías
alababa delante de ellos a Dios, porque había tenido misericordia
de él. Así que llegó Tobit a Sara, su nuera, la bendijo, diciendo:
“Bien venida seas, hija mía. Bendito sea Dios, que te
ha traído entre nosotros, y benditos sean tus padres.”
Fue todo esto motivo de alegría para sus hermanos en Nínive. |
18 |
Llegaron
Ahikar y Nadab, su sobrino, |
19 |
y durante siete días se celebraron con regocijo las bodas de
Tobías. |
|
|
Capítulo
12 |
La
revelación del ángel |
|
|
1 |
Llamó
Tobit a Tobías y le dijo: “Mira, hijo mío, el salario
que has de dar a ese hombre que ha ido contigo y lo que conviene
añadirle.” |
2 |
“Padre
— contestó él —, no me parece mucho darle la mitad de lo que
he traído, |
3 |
pues
me ha vuelto sano, curó a mi mujer, cobró el dinero, y a ti
también te ha curado.” |
4 |
Respondió
el anciano: “Todo se lo merece.” |
5 |
Y,
llamando al ángel, le dijo: “Toma la mitad de todo lo
que habéis traído y vete en paz.” |
6 |
Entonces
el ángel, llamando a los dos aparte, les dijo: “Bendecid
a Dios y glorificadle, ensalzadle, pregonad a todos los vivientes
lo que ha hecho con vosotros, |
7 |
pues
bueno es bendecir a Dios y ensalzar su nombre, pregonando sus
obras. No os canséis de confesarle. Bueno es guardar el secreto
del rey, pero glorioso pregonar las obras de Dios. Habéis hecho
el bien y nada malo os pasará. |
8 |
Buena
es la oración con el ayuno, y la limosna con la justicia. Mejor
es poco en justicia que mucho en iniquidad. Mejor es dar limosna
que acumular tesoros, |
9 |
pues
la limosna libra de la muerte y limpia de todo pecado. Los que
practican la misericordia y la justicia serán colmados de felicidad, |
10 |
mientras
que los pecadores son enemigos de su propia dicha. |
11 |
Nada os quiero ocultar. Ya os lo he dicho: bueno es guardar
los secretos del rey, pero es glorioso revelar las obras de
Dios. |
12 |
Cuando
orabais tú y tu nuera, Sara, yo presentaba ante el Santo vuestras
oraciones. Cuando enterrabas a los muertos, también yo te asistía. |
13 |
Cuando
sin pereza te levantabas y dejabas de comer para ir a sepultarlos,
no se me ocultaba esa buena obra, antes contigo estaba yo. |
14 |
Por
eso me envió Dios a curarte a ti y a Sara, tu nuera. |
15 |
Yo
soy Rafael, uno de los siete santos ángeles que presentamos
las oraciones de los justos y tienen entrada ante la majestad
del Santo.” |
16 |
Los
dos se quedaron turbados, y cayeron sobre su rostro, llenos
de temor. |
17 |
El
les dijo: “No temáis; la paz sea con vosotros. Bendecid
a Dios siempre, pues no he venido por mi voluntad, sino por
la de Dios, por lo que a El debéis bendecir siempre. |
18 |
Todos
los días me hacía ver de vosotros; no comía ni bebía; lo que
vosotros veíais era una apariencia. |
19 |
Ahora
alabad a Dios, que yo me subo al que me envió, y poned por escrito
todo lo sucedido.” |
20 |
Se
levantaron, pero no le volvieron a ver. |
21 |
Y
confesaron las grandezas y maravillas de Dios y cómo el ángel
del Señor se les había aparecido. |
|
|
Capítulo
13 |
Cántico
de alabanza |
|
|
1 |
Y
Tobit, en un transporte de júbilo, escribió una oración y dijo:
“Bendito sea Dios, que vive por los siglos, por todos
los siglos permanece su reino. |
2 |
Porque
El azota y se compadece, lleva al sepulcro y saca de él; nadie
hay que escape de su mano. |
3 |
Confesadle,
hijos de Israel, ante las naciones, pues El nos dispersó entre
ellas. |
4 |
Pregonad
aquí su majestad, ensalzadle ante todos los vivientes, que El
es nuestro Señor y nuestro Dios, El nuestro Padre por los siglos
de los siglos. |
5 |
Nos
azota por nuestras iniquidades, y luego se compadece y nos reunirá
de las naciones en que nos ha dispersado. |
6 |
Si
os convertís a él de todo corazón y con toda vuestra alma para
practicar la verdad en su presencia, entonces se volverá a vosotros
y no os ocultará su rostro. |
7 |
Contemplad
ahora lo que ha hecho con vosotros, dadle gracias a boca plena,
bendecid al Señor de la justicia y ensalzad al Rey de los siglos. |
8 |
Yo
le confesaré en la tierra de mi cautiverio y pregonaré su poder
y su majestad al pueblo pecador. Convertíos, pecadores, y practicad
la justicia delante de El; quizá tenga misericordia de nosotros. |
9 |
Yo
ensalzo a mi Dios, Rey de los cielos; mi alma se regocijará
en su grandeza. |
10 |
Hablen
todos y confiésenle en Jerusalén. |
11 |
Jerusalén, la ciudad del Santo. Por las obras de tus hijos te
azotará, pero de nuevo se compadecerá de los hijos de los justos. |
12 |
Confiesa
dignamente al Señor y bendice al Rey de los siglos para que
de nuevo sea en ti edificado su tabernáculo con alegría, para
que alegre en ti a los cautivos y muestre en ti su amor hacia
los desdichados por todas las generaciones y generaciones. |
13 |
Pueblos
numerosos vendrán de lejos, al nombre del Señor, nuestro Dios,
trayendo ofrendas en sus manos, ofrendas para el Rey del cielo.
Las generaciones de las generaciones exultarán en ti. |
14 |
Malditos
todos los que te aborrecen y benditos para siempre todos los
que te aman. |
15 |
Alégrate
y salta de gozo por los hijos de los justos, que serán congregados,
y al Señor de los justos bendecirán. |
16 |
Dichosos
los que te aman; en tu paz se alegrarán. Dichosos cuantos se
entristecieron por tus azotes, pues en ti se alegrarán, contemplando
toda tu gloria, y se regocijarán para siempre. |
17 |
Bendice,
alma mía, a Dios, Rey grande, porque Jerusalén con zafiros y
esmeraldas será reedificada, con piedras preciosas sus muros
y con oro puro sus torres y sus almenas. |
18 |
Y las plazas de Jerusalén serán pavimentadas de berilo y rubí
y piedra de Ofir, y todas sus calles dirán: ¡Aleluya, bendito
sea Dios, que te ensalzó, por todos los siglos!” |
|
|
Capítulo
14 |
Conclusión
de la historia |
|
|
1 |
Terminó
Tobit su canto de alabanza. |
2 |
Era
de cincuenta y ocho años cuando perdió la vista, que recobró
al cabo de ocho años.Haciendo limosnas, proseguía en temer al
Señor Dios y en darle gracias. |
3 |
Siendo
ya muy viejo, llamó a su hijo y a los hijos de éste, y les habló
así: “Hijo, yo estoy ya muy viejo y para partir de esta
vida. Toma a tus hijos |
4 |
y
vete a la Media, pues estoy persuadido de que cuanto dijo el
profeta Jonás sobre Nínive se cumplirá y será destruida. En
la Media habrá más paz hasta un determinado tiempo. Pasado éste,
nuestros hermanos que moran en la tierra feliz serán dispersados.
Jerusalén quedará desolada, y la casa de Dios entregada a las
llamas, durando la desolación hasta cierto tiempo; |
5 |
pero
otra vez Dios se compadecerá de ellos y los volverá a su tierra
y edificará la casa, aunque no como la primera, hasta que se
cumplan los tiempos del mundo. Después de esto volverán de la
cautividad y edificarán a Jerusalén magníficamente, y en ella
la casa de Dios, gloriosa, como de ella han dicho los profetas. |
6 |
Todas
las naciones se convertirán de veras al temor del Señor Dios
y enterrarán sus ídolos. |
7 |
Bendecirán
todas las naciones al Señor, y su pueblo le dará gracias, y
el Señor ensalzará a su pueblo, y se alegrarán todos los que
aman al Señor Dios en verdad y en justicia, practicando la misericordia
hacia nuestros hermanos. |
8 |
Vete,
pues, hijo mío, de Nínive, porque enteramente se cumplirá lo
que dijo el profeta Jonás. |
9 |
Pero
tú guarda la Ley y los preceptos, sé misericordioso y justo,
y serás feliz. |
10 |
Dame
digna sepultura, y a tu madre después conmigo, y no te quedes
más en Nínive. Hijo mío, mira lo que hizo Nadab a Ahikar, que
le había criado; cómo le llevó de la luz a las tinieblas, y
cuán mal le pagó. Pero Dios salvó a Ahikar, y aquél recibió
su merecido bajando a las tinieblas. Por haber practicado la
limosna, fue sacado del lazo de muerte que le había puesto,
mientras que Nadab cayó en la trampa y pereció. |
11 |
Ved,
hijos, lo que hace la limosna, y cómo la justicia es salud.”
Diciendo esto, dio su alma en el lecho. Tenía ciento cincuenta
y ocho años, y le dieron honrosa sepultura. |
12 |
Cuando
murió Ana, la sepultó con su padre; y partió Tobías con su mujer
y todos sus hijos a Ecbatana, a casa de Ragüel, su suegro. |
13 |
Tuvo
Tobías una buena ancianidad y sepultó a sus suegros honrosamente,
heredando su hacienda y la de Tobit, su padre. |
14 |
Murió
en Ecbatana de Media, a la edad de ciento veintisiete años. |
15 |
Antes de morir tuvo noticia de la ruina de Nínive, cuyos habitantes
llevaron cautivos Nabucodonosor y Asuero, y se alegró de la
suerte de Nínive antes de morir.
|
|
|
|
|