![]()  | 
      LA CREACIÓN DEL UNIVERSO SEGÚN EL GÉNESIS | 
      ![]()  | 
    
             PRIMERA PARTE CREACION DE LA LUZ DEL GÉNESIS 
 CAPÍTULO 6
            
          CREACIÓN DE 
            LA ATMÓSFERA PRIMIGENIA
            
          
 
             51. Naturalmente he pasado por este Primer Día lo más rápido posible pensando en trabajar desde una base sólida. No quería que sin saber de qué estoy hablando el lector se pierda en el intento de comprender la idea que le estoy dibujando. Fusión de la Corteza Primaria y Sublimación de la Atmósfera Primigenia, estos fueron los dos procesos principales que Dios produjo durante el Primer Día. (El factor tiempo se queda en la incógnita. No seré yo quien 
            le ponga números al tiempo de desarrollo que empleó Dios en cada 
            proceso. Por las razones que iremos viendo mi consejo al lector 
            es que tampoco se preocupe demasiado. Sobre todo, porque siendo 
            Dios omnipotente y una vez definida la potencia desde la relación 
            de la fuerza con el trabajo una de las cosas al alcance de la mano 
            del Creador es acelerar un proceso a su máxima expresión posible. 
            Cuando hablo de omnipotencia la entiendo desde esta óptica. Lógicamente 
            la materia pone unos topes, hacia arriba y hacia abajo. También 
            lo doy por sentado).
             
             52. ¿Pero ¿qué hizo Dios para desencadenar la rotación acelerada del Globo en el origen de la fusión de su cuerpo geofísico? Muy bien, “Dios dijo y así se hizo”. Yo soy el primero en pasar olímpicamente de preocuparme de cómo lo hiciera o cómo hace Dios lo que quiere hacer. El caso es que creado a su imagen y semejanza mirar para otro sitio y despreocuparme de una respuesta sin la que mi ser se sentiría insatisfecho, no es lo mío. No me basta creer. Quiero decir, me sobra, pero si puedo ver, y como resulta que tengo ojos para ver, si veo, mejor todavía. Así que insisto: ¿Qué fuerza capaz de provocar semejante serie de procesos geofísicos puso Dios en acción para desencadenar de aquella manera la rotación acelerada del globo terráqueo? Lo que Dios llevó a cabo al alba del Primer 
            Día fue generar un campo de energía. (Ya veremos que la Naturaleza 
            Divina y la Esencia del espíritu Creador se encuentran en la sustancia 
            de esta declaración: “Dios es Energía”, sobre cuyo campo ya tendremos 
            tiempo de ir abriéndonos camino. De hecho, a medida que la inteligencia 
            se vaya abriendo camino a la contemplación de la Naturaleza Increada 
            del Ser Divino iremos viendo cómo la energía creadora se transforma 
            en las fuerzas naturales al cuerpo sobre el que el Acto Creador 
            se está realizando). Lo primero, por tanto, que Dios hizo al alba 
            de este Día Primero fue generar un campo de energía. Y lo segundo 
            proyectar ese campo de energía sobre la Tierra.
             
             53. Decía yo que lo primero que hizo Dios al alba de 
            este Día Primero fue generar un campo de energía. Y lo segundo proyectar 
            ese campo de energía sobre la Tierra. Y declaré yo que Dios es Energía; 
            y que su manifestación física se produce mediante su transformación 
            en la naturaleza del campo del objeto sobre el que Dios proyecta 
            su Fuerza. En el caso que nos ocupa, la Tierra, el campo de energía 
            que Dios generó se transformó en energía gravitatoria.
             
             54. De una forma más movida, para no perdernos en movimientos por su peso científico muy lentos, diré que el campo gravitatorio terrestre absorbió aquel río de energía y dobló su densidad media por unidad cúbica astrofísica. Esto de un sitio. Y del otro, que Dios dobló la densidad original del campo gravitatorio terrestre en razón de los cálculos estimados que había hecho para llevar el Núcleo de la Tierra a su Punto de Implosión Astrofísica, efecto de cuya implosión sería la fusión de la Corteza Primaria.  La consecuencia 
            inmediata de la multiplicación de energía por unidad cúbica astrofísica 
            a que se vio sujeto el campo gravitatorio terrestre fue producir 
            el efecto de rotación orbital acelerada que emprendió la Tierra. 
            (Según vayamos avanzando ya se irá viendo en qué medida la velocidad 
            de transformación de la energía gravitatoria en masa y calor, y 
            la velocidad de rotación del cuerpo celeste considerado mantienen 
            una especie de relación semejante a la de cualquier máquina con 
            el combustible que le es necesario para su funcionamiento).
             
             55. Ya sé, me imagino que enfocado el tema a esta velocidad no parece que comparar el campo gravitatorio con un tanque de combustible que se llene y se vacíe nos vaya a llevar a ninguna parte. Pero eso es lo que pasó, la respuesta automática de la Tierra a la multiplicación de la densidad media de su campo gravitatorio fue la aceleración instantánea del número de revoluciones a que se había estado moviendo hasta entonces su Núcleo. Y la respuesta del Núcleo a la elevación de sus revoluciones de trabajo fue la producción de calor. (Más 
            superficialmente o menos en profundidad, quien menos, quien más, 
            conoce cuál es el producto final de la fusión de los sólidos. Digo 
            esto hablando sobre la fusión de la Corteza Primaria. Los volcanes 
            son el mejor ejemplo que pueda yo llamar en mi ayuda. La asociación 
            entre erupción volcánica y masas de gases elevándose al cielo es 
            un clásico de la Naturaleza, y la foto nos ahorra tener que navegar 
            por entre las redes cristalinas y sus enlaces moleculares, viaje 
            placentero para algunos, bastante pesado para otros. A nivel industrial 
            los altos hornos nos ofrecen gratuitamente otro ejemplo. Pero si 
            lo que nos preocupa es conocer a fondo el tema lo mejor es servirse 
            de un experto en ciencias de la Naturaleza y preguntarle cómo se 
            las arregla la materia sólida para retardar lo peor; después de 
            todo el comportamiento de las redes cristalinas sometidas a una 
            fuente de calor en alza es un caso omnipresente en los manuales 
            más elementales de física).
             
             56. Las preguntas que aquí nos traen de cabeza son las 
            siguientes:
             ¿Qué iba Dios buscando al poner a tope los motores del 
            transformador geofísico?
             ¿Qué pretendía al provocar la aceleración de las revoluciones 
            de trabajo del Núcleo de la Tierra y producir la fusión de la Corteza 
            Primaria?
             (Las otras cosas que he dejado en el aire, la naturaleza 
            química de la Corteza Primaria y su formación son detalles que intentaré 
            recoger más adelante cuando entre en el capítulo de la Creación 
            de la Tierra. En su momento procuraré entrar también en la naturaleza 
            astrofísica del Núcleo y la relación que la materia estelar y los 
            campos gravitatorios mantienen y están en el origen de las propiedades 
            del cosmos. Apuntar, como he hecho, que esa relación energía-materia 
            se traduce en luz y calor no es una idea gratuita, sino simplemente 
            la forma más natural y sencilla de explicar el proceso básico en 
            el que las estrellas y las galaxias tienen su origen y acorde a 
            cuya fenomenología se distribuyen e interaccionan. Pero pues que 
            lo prometido es deuda espero acordarme más adelante, y si no lo 
            hiciera espero que el lector disculpe este tic psicológico que me 
            afecta a la hora de pagar “deudas”).
             
             57. Regresemos entonces, recojamos el hilo y sigamos la senda que en las tinieblas del túnel la Luz nos marca. Iba diciendo que una vez activado el Núcleo, por la presión de la multiplicación de la densidad gravitatoria del campo terrestre, la transformación de la energía en calor precedió a la fusión del cuerpo geofísico. Y preguntaba luego qué es lo que esperaba Dios obtener de esta fusión. A raíz de la representación de la fusión de la Corteza Primaria la respuesta es la siguiente: Dios iba buscando la producción de una Atmósfera químicamente predeterminada. En otras palabras, el efecto final que Dios produjo al pisar el acelerador del transformador geonuclear tenía en la Atmósfera Primaria su estrella polar. (Obviaremos en esta sección todo lo referente a las matemáticas 
            de control de vuelo desde el estado inicial al final. La lógica 
            de la victoria alcanzada implica en su estructura y desarrollo la 
            superación de un complejo sistema de incógnitas. Los resultados 
            a la vista no sería justo arriesgarse a perder el hilo en base a 
            consideraciones específicas “sólo aptas para genios”. Pero sí sería 
            bueno dejar claro que la necesidad de atravesar ese mar de ecuaciones 
            tenía el futuro por premio. Cualquier error a la hora de doblar 
            la densidad gravitatoria por unidad cúbica astrofísica más allá 
            de un punto crítico hubiera conducido al sistema geofísico a su 
            transformación en una especie de supernova planetaria. En ese caso 
            la Tierra se hubiera desintegrado en un enjambre de meteoritos. 
            Pero regresemos al tema).
             
             58. Iba diciendo que una vez alcanzado el Mediodía de 
            esta Jornada, la Tierra se encontró envuelta en una Atmósfera, super 
            saturada con uno de los elementos más abundantes en los espacios 
            exteriores, el Hidrógeno. En todos los demás aspectos la atmósfera 
            terráquea era semejante a las atmósferas de los demás planetas. 
            En colores digamos que del blanco y negro típico del cuerpo lunar 
            la Tierra pasó al rojo brillante y vivo de las fulguraciones solares, 
            sólo que, en líquido, para finalmente irse apagando y enfriarse 
            hasta desvanecerse su superficie en el seno de una nube espesa, 
            tan envolvente y enigmática como una nebulosa que orbitase alrededor 
            de un campo imaginario a la velocidad de crucero de un cometa de 
            Navidad. Digamos... Y dejémoslo ahí.
              
                   
 CAPÍTULO 7
                  
          CREACIÓN DE LA LUZ
                  
           
                   
 
  | 
        
![]()  | 
      LA CREACIÓN DEL UNIVERSO SEGÚN EL GÉNESIS | 
      ![]()  | 
    
![]()  | 
         ![]()  | 
        ![]()  |