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EL
LIBRO DE LOS SALMOS DEL REY DAVID
Libro
Quinto.131-140
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131 |
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Confesión
de Humildad |
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Cántico
gradual.De
David. |
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1 |
No se ensoberbece, ¡oh Yavé!, mi corazón, ni son altaneros
mis ojos; no corro detrás de grandezas ni tras de cosas
demasiado altas para mí. |
2 |
Antes
he reprimido y acallado mi alma como niño destetado
de su madre, como niño destetado está mi alma. |
3 |
Espera,
Israel, en Yavé desde ahora y por siempre. |
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132 |
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Canto
para la dedicación del templo de Salomón |
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Cántico
gradual |
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1 |
Acuérdate, ¡oh Yavé!, de David y de todos sus afanes. |
2 |
Cómo
juró a Yavé e hizo voto al Fuerte de Jacob: |
3 |
“No
entraré en la tienda de mi casa ni subiré al lecho de
mi descanso; |
4 |
no
daré a mis ojos el sueño ni reposo a mis párpados |
5 |
mientras
no halle un lugar para Yavé y una morada para el Poderoso
de Jacob.” |
6 |
He
aquí lo que hemos oído en Efrata, lo que hemos hallado
en los campos de Yaar: |
7 |
“Vamos
a su morada, prosternémonos ante el escabel de sus pies.” |
8 |
Levántate,
Yavé, y ven a tu morada, tú y el arca de tu majestad. |
9 |
Vístanse
tus sacerdotes de justicia y exulten tus piadosos. |
10 |
Por
amor de David, tu siervo, no rechaces la faz de tu ungido. |
11 |
Juró
Yavé a David una verdad que no retractará: “Del fruto
de tus entrañas pondré sobre tu trono.” |
12 |
Si
guardan tus hijos mi alianza y mis preceptos que yo
les enseñaré, también sus hijos por siempre se sentarán
sobre tu trono. |
13 |
Pues
eligió Yavé a Sión, le plugo para morada suya: |
14 |
"Esta
será para siempre mi mansión; aquí habitaré porque me
plugo, |
15 |
Bendeciré
largamente sus provisiones y saciaré de pan a sus pobres. |
16 |
Revestiré
de salvación a sus sacerdotes, y sus piadosos se alegrarán
jubilosos. |
17 |
Allí
haré germinar un cuerno a David y prepararé una lámpara
a mi ungido. |
18 |
A
sus enemigos los vestiré de ignominia, y brillará sobre
él mi diadema.” |
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133 |
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Deleitosa
comunión de los santos |
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Cántico
gradual. De David. |
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1 |
Ved
cuán bueno y deleitoso es convivir juntos los
hermanos. |
2 |
Es
cual exquisito ungüento sobre la cabeza que desciende
hasta la barba, la barba de Aarón, y baja hasta la orla
de sus vestidos. |
3 |
Como
el rocío del Hermón, que desciende sobre los montes
de Sión, pues allí envía Yavé la bendición, la vida
eterna. |
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134 |
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Acción
de gracias por la tarde |
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Cántico
gradual. |
1 |
¡Ea!
Bendecid a Yavé vosotros todos los siervos de Yavé,
los que de noche permanecéis en la casa de Yavé. |
2 |
Alzad
vuestras manos al santuario y bendecid a Yavé. |
3 |
Desde
Sión bendígate Yavé, hacedor de cielos y tierra |
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135 |
|
Canto
de acción de gracias. |
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1 |
Aleluya!
Alabad el nombre de Yavé, alabadlo, siervos de Yavé; |
2 |
los
que estáis en la casa de Yavé, en los atrios de la casa
de nuestro Dios. |
3 |
Alabad
a Yavé, porque es bueno; cantad salmos a su nombre,
porque es complaciente. |
4 |
Porque
eligió para sí Yavé a Jacob, a Israel por posesión suya. |
5 |
Ciertamente
sé que Yavé es grande, que nuestro Señor está por encima
de todos los dioses. |
6 |
Yavé
hace cuanto quiere en los cielos y en la tierra, en
el mar y en todos los abismos. |
7 |
Hace
subir las nubes desde los confines de la tierra, hace
los relámpagos para la lluvia, saca al viento de sus
escondrijos. |
8 |
E
hirió a los primogénitos de Egipto, lo mismo hombres
que ganados. |
9 |
Mandó
portentos y señales en medio de ti, Egipto; sobre el
faraón y todos sus subditos. |
10 |
El
hirió a numerosas gentes y mató a poderosos reyes. |
11 |
Seón,
rey de los amorreos, y a Og, rey de Basan, y a todos
los reyes de Canaán;
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12 |
y
dio sus tierras en heredad, en heredad a Israel, su
siervo. |
13 |
¡Oh
Yavé! Tu nombre es eterno. Yavé, tu recuerdo es de generación
en generación. |
14 |
Porque
hace justicia Yavé a su pueblo y se muestra propicio
a sus siervos. |
15 |
Los
simulacros de las gentes son oro y plata, obra de las
manos de los hombres. |
16 |
Tienen
boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven. |
17 |
Tienen
orejas, y no oyen; no hay aliento en su boca. |
18 |
Semejantes
a ellos sean los que los hacen y cuantos en ellos confían. |
19 |
Casa
de Israel, bendecid a Yavé; casa de Aarón, bendecid
a Yavé. |
20 |
Casa
de Levi, bendecid a Yavé; los que teméis a Yavé, bendecid
a Yavé. |
21 |
Bendito
sea Yavé desde Sión, el que habita en Jerusalén. Aleluya! |
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136 |
|
Canto
de Acción de Gracias |
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1 |
Alabad
a Yavé, porque es bueno, porque eterna es su piedad. |
2 |
Alabad
al Dios de los dioses, porque eterna es su piedad. |
3 |
Alabad
al Señor de los señores, porque eterna es su piedad. |
4 |
Al
que es único en hacer portentos, porque eterna es su
piedad. |
5 |
Al
que hizo sabiamente los cielos, porque eterna es su
piedad. |
6 |
Al
que afirmó la tierra sobre las aguas, porque eterna
es su piedad. |
7 |
Al
que hizo los grandes luminares, porque eterna es su
piedad; |
8 |
el
sol para dominar de día, porque eterna es su piedad; |
9 |
la
luna y las estrellas, para dominar de noche, porque
es eterna su piedad. |
10 |
Al
que hirió a los primogénitos de Egipto, porque es eterna
su piedad. |
11 |
Y
sacó a Israel de en medio de ellos, porque es eterna
su piedad. |
12 |
Con
mano fuerte y brazo tendido, porque eterna es su piedad. |
13 |
Al
que dividió en partes el mar Rojo, porque es eterna
su piedad. |
14 |
E
hizo atravesar a Israel por medio de él, porque es eterna
su piedad. |
15 |
Y
sumergió al faraón y a su ejército en el mar Rojo, porque
eterna es su piedad. |
16 |
Al
que condujo a su pueblo por el desierto, porque eterna
es su piedad. |
17 |
Que
hirió a grandes reyes, porque eterna es su piedad. |
18 |
Y
mató a reyes poderosos, porque eterna es su piedad: |
19 |
a
Seón, rey de los amorreos, porque es eterna su piedad; |
20 |
y
a Og, rey de Basán, porque es eterna su piedad; |
21 |
cuyas
tierras dio en heredad, porque es eterna su piedad, |
22 |
en
heredad a Israel, porque es eterna su piedad; |
23 |
que
en nuestra humillación se acordó de nosotros, porque
es eterna su piedad; |
24 |
y
nos libró de nuestros opresores, porque es eterna su
piedad. |
25 |
Que
da pan a toda carne, porque eterna es su piedad. |
26 |
Alabad
al Dios del cielo, porque es eterna su piedad. |
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137 |
|
El
Amor de los Cautivos por Sión |
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1 |
Junto
a los ríos de Babilonia nos sentábamos y llorábamos
acordándonos de Sión. |
2 |
De
los sauces que hay en medio de ella, colgábamos nuestras
cítaras. |
3 |
Allí
los que nos tenían cautivos nos pedían canciones; los
que nos habían llevado atados, alegría: “Cantadnos algunos
de los cantos de Sión.” |
4 |
¿Cómo
habíamos de cantar las canciones de Yavé en tierra extranjera? |
5 |
Si
yo me olvidara de ti, Jerusalén, olvidada sea mi diestra. |
6 |
Pegúese
mi lengua al paladar si no me acordara de ti si no pusiera
a Jerusalén por encima de mi alegría. |
7 |
Recuerda,
¡oh Yavé!, a los hijos de Edom el día de Jerusalén,
los que decían: “¡Arrasad, arrasad hasta los cimientos!” |
8 |
Hija
de Babel, la devastadora, dichoso el que te diere el
pago que a nosotros nos diste. |
9 |
¡Bienaventurado
quien agarrare y estrellare contra la roca a tus pequeñuelos! |
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138 |
|
Canto
de acción de Gracias |
|
De
David. |
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1 |
Quiero
alabarte, ¡oh Yavé!, con todo mi corazón porque escuchaste
las palabras de mi boca. Te cantaré salmos ante los
dioses.
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2 |
Me
prosternaré ante tu santo templo y cantaré tu nombre
por tu piedad y tu verdad, pues has magnificado sobre
todas las cosas tu nombre y tu palabra. |
3 |
Cuando
te invoqué, me oíste, y dilataste la fuerza en mi alma, |
4 |
Te
alabarán, ¡oh Yavé!, todos los reyes de la tierra cuando
oigan las palabras de tu boca. |
5 |
Cantarán
en los caminos de Yavé: “¡Grande es ciertamente la gloria
de Yavé” |
6 |
Porque
excelso es Yavé y atiende al humilde, pero al altivo
le conoce desde lejos. |
7 |
Cuando
camino en medio de la angustia, me vivificas, extiendes
tu mano contra la ira de mis enemigos, y tu diestra
me salva. |
7 |
Perfeccione
Yavé en mi favor (su obra). Eterna es, ¡oh Yavé!, tu
piedad. ¡No abandones la obra de tus manos! |
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139 |
|
La
Omnisciencia y Omnipotencia Divinas |
|
Al
maestro del coro. Salmo de David. |
1 |
¡Oh
Yavé!, tú me has examinado y me conoces, |
2 |
tú
conoces cuándo me siento y cuándo me levanto, y de lejos
entiendes mi pensamiento. |
3 |
Disciernes
cuándo camino y cuándo descanso, te son familiares todas
mis sendas. |
4 |
Pues
aún no está la palabra en mi lengua, y ya tú, Yavé,
lo sabes todo. |
5 |
Me
envuelves por detrás y por delante y pones sobre mí
tu mano. |
6 |
Sobremanera
admirable es para mí esta ciencia, demasiado sublime
para poder (comprenderla). |
7 |
¿Dónde
podría alejarme de tu espíritu? ¿Adonde huir de tu faz? |
8 |
Si
subiere a los cielos, allí estás tú; si bajare al seol,
allí estás presente. |
9 |
Si
tomara las alas de la aurora y quisiera habitar al extremo
del mar, |
10 |
también
allí me cogería tu mano y me tendría tu diestra. |
11 |
Si
dijere: “Ciertamente las tinieblas me envuelven y sea
la noche luz en torno mío,” |
12 |
tampoco
las tinieblas son oscuras para ti, y la noche luciría
como el día, pues las tinieblas son como la luz (para
ti). |
13 |
Porque
tú formaste mis entrañas, tú me tejiste en el seno de
mi madre, |
14 |
Te
alabaré por el maravilloso modo en que me hiciste. ¡Admirables
son tus obras! Del todo conoces mi alma. |
15 |
Mis
huesos no te eran ocultos cuando fui modelado en secreto
y bordado en las profundidades de la tierra. |
16 |
Ya
vieron tus ojos mis obras, siendo escritas todas en
tu libro. Estaban mis días determinados cuando aún no
existía ninguno de ellos. |
17 |
¡Cuán
difíciles son (de entender) tus pensamientos, oh Dios!
¡Qué ingente el número de ellos! |
18 |
Si
quisiera contarlos, son más que las arenas; si llegara
al fin, aún sería contigo. |
19 |
¡Oh
Dios!, si exterminaras a los impíos, si alejaras de
mí a los hombres sanguinarios, |
20 |
que
insidiosamente se rebelan contra mí, y pérfidamente
se engríen tus adversarios. |
21 |
¿Cómo
no odiar, ¡oh Yavé!, a los que te odian? ¿Cómo no aborrecer
a los que se levantan contra ti? |
22 |
Los
detesto con odio implacable y los tengo por enemigos
míos. |
23 |
Escudríñame
y conoce mis inquietudes, |
24 |
y
mira si mi camino es torcido, y condúceme por las sendas
de la eternidad. |
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140 |
|
Oración
contra los enemigos maldicientes |
|
Al
maestro del coro. Salmo de David. |
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1 |
Líbrame,
¡oh Yavé!, del hombre malo, |
2 |
presérvame de los hombres violentos, |
3 |
de
los que maquinan el mal en el corazón y todo el día
excitan contiendas. |
4 |
Afilan
su lengua como serpientes, tienen bajo sus labios el
veneno del áspid. Selah. |
5 |
Guárdame,
Yavé, de las manos del impío; protégeme de los hombres
violentos, que maquinan tropiezos a mis pasos. |
6 |
Los
soberbios, que me ponen ocultos lazos, tienden las ledes
a la vera del camino y ponen cepos para mí.Selah. |
7 |
Pero
yo digo a Yavé: “Tú eres mi Dios.” Escucha, ¡oh Yavé!.
la voz de mis súplicas. |
8 |
Yavé,
Señor, mi fuerza salvadora, tú cubres mi cabeza en el
día del combate. |
9 |
No
accedas, Yavé, a las ansias del impío; no permitas que
se logren sus dolosos designios. |
10 |
Alzan
su cabeza los que me cercan, la malicia de sus labios
los aplaste. |
11 |
Lluevan
sobre ellos brasas encendidas, caigan en el abismo para
no levantarse jamás. |
12 |
El
hombre lenguaraz no permanecerá sobre la tierra; el
hombre violento será presa del infortunio, que le derribará. |
13 |
Pero
yo sé que Yavé saldrá en defensa del desvalido, a la
defensa del pobre. |
14 |
Ciertamente los justos alabarán tu nombre, y los rectos
habitarán en tu presencia. |
C.R.Y&S |
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