|   | 
            
                   EL 
                  LIBRO DE LOS SALMOS DEL REY DAVID  
                    
                  
                  
                    
                      
                        |   | 
                        120  | 
                       
                      
                        |   | 
                         Quejas 
                          contra los perturbadores de la paz  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Cántico 
                          gradual. | 
                       
                      
                        1  | 
                         En la angustia clamé a Yavé, y El me respondió.  | 
                       
                      
                        2  | 
                        Libra, 
                          Yavé, mi alma del labio mendaz, de la lengua fraudulenta.   | 
                       
                      
                        3   | 
                        ¿Qué 
                          se te dará y qué se te añadirá, oh lengua dolosa?   | 
                       
                      
                        4  | 
                        Saetas 
                          agudas de un fuerte con carbones de retama.  | 
                       
                      
                        5   | 
                        ¡Ay 
                          de mí, peregrino en Mesej, que habito en las tiendas 
                          de Cedar!  | 
                       
                      
                        6   | 
                        Mucho 
                          lleva morando mi alma con los que odian la paz.  | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        Yo 
                          soy todo paz, pero, así que les hablo, se disponen a 
                          la guerra.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        |   | 
                        121  | 
                       
                      
                        |   | 
                         Seguridad 
                          del Protegido de Dios  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Cántico 
                          gradual.  | 
                       
                      
                        1  | 
                        Alzo 
                          mis ojos a los montes, de donde me ha de venir mi socorro.  | 
                       
                      
                        2  | 
                        Mi 
                          protección (ha de venir) de Yavé, el Hacedor de los 
                          cielos y la tierra.  | 
                       
                      
                        3   | 
                        No 
                          consentirá que resbalen tus pies; no dormirá tu custodio.   | 
                       
                      
                        4  | 
                        He 
                          aquí que no dormirá, no dormitará el que guarda a Israel.   | 
                       
                      
                        5   | 
                        Yavé 
                          es tu custodio; Yavé es tu sombra a tu mano derecha.  | 
                       
                      
                        6   | 
                        De 
                          día no te molestará el sol, ni de noche la luna.  | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        Yavé 
                          te guardará de todo mal; guardará tu alma;   | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        guardará 
                          tus salidas y tus entradas desde ahora y por siempre.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        |   | 
                        122  | 
                       
                      
                        |   | 
                         Salutación 
                          a Jerusalén  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Cántico 
                          gradual.  | 
                       
                      
                        1  | 
                        De 
                          David. Alégreme cuando me dijeron: “Vamos a la casa de 
                          Yavé.” | 
                       
                      
                        2  | 
                        Estuvieron 
                          nuestros pies en tus puertas, ¡oh Jerusalén!  | 
                       
                      
                        3   | 
                        Jerusalén, 
                          edificada como ciudad, bien unida y compacta;  | 
                       
                      
                        4  | 
                        adonde 
                          suben las tribus, las tribus de Yavé, según la norma (dada) 
                          a Israel para celebrar el nombre de Yavé. | 
                       
                      
                        5   | 
                        Allí 
                          se alzan los tronos del juicio, los tronos de la casa 
                          de David. | 
                       
                      
                        6   | 
                        ¡Rogad 
                          por la paz de Jerusalén! ¡Vivan en paz los que te aman!  | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        ¡Reine 
                          la seguridad dentro de tus muros, la tranquilidad en tus 
                          torres! | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        Por 
                          amor de mis hermanos y compañeros diré: “¡La paz contigo!” | 
                       
                      
                        | 9 | 
                        Por 
                          amor de la casa de Yavé, nuestro Dios, te deseo todo bien. | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        |   | 
                        123  | 
                       
                      
                        |   | 
                         Ferviente 
                          Petición de Auxilio Divino  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        Cántico 
                          gradual. A ti alzo yo mis ojos, a ti que habitas en 
                          los cielos.  | 
                       
                      
                        2  | 
                        Como 
                          (están atentos) los ojos del siervo a las manos de su 
                          señor, como los ojos de la esclava a la mano de su señora, 
                          así (se alzan) nuestros ojos a Yavé, nuestro Dios, para 
                          que se compadezca de nosotros.  | 
                       
                      
                        3   | 
                        Senos 
                          propicio, Yavé; senos propicio, porque estamos del todo 
                          hartos de menosprecios.  | 
                       
                      
                        4  | 
                        Muy 
                          harta está nuestra alma del escarnio de los pudientes 
                          y del desprecio de los soberbios.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        |   | 
                        124  | 
                       
                      
                        |   | 
                         Acción 
                          de Gracias por el Auxilio Recibido  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        Cántico 
                          gradual. De David. A no haber estado Yavé por nosotros, 
                          diga Israel.   | 
                       
                      
                        2  | 
                        A 
                          no haber estado Yavé por nosotros cuando se alzaron 
                          contra nosotros los hombres,  | 
                       
                      
                        3   | 
                        vivos 
                          nos habrían tragado entonces, cuando ardía su ira contra 
                          nosotros.   | 
                       
                      
                        4  | 
                        Ya 
                          entonces nos habrían sumergido las aguas, hubiera pasado 
                          sobre nuestra alma un torrente;  | 
                       
                      
                        5   | 
                        ya 
                          habrían pasado sobre nosotros las impetuosas aguas,   | 
                       
                      
                        6   | 
                        Bendito 
                          sea Yavé, que no nos dio por presa de sus dientes.   | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        Escapó 
                          nuestra alma como avecilla del lazo del cazador; rompióse 
                          el lazo y fuimos librados.  | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        Nuestro 
                          auxilio está en el nombre de Yavé, que hizo los cielos 
                          y la tierra.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        |   | 
                        125  | 
                       
                      
                        |   | 
                         Invocación 
                          del auxilio divino sobre Israel  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        Cántico 
                          gradual. Los que confían en Yavé son como el monte de 
                          Sión, que es inconmovible y está asentado para siempre.   | 
                       
                      
                        2  | 
                        Está 
                          Jerusalén rodeada de montes, y así circunda Yavé a su 
                          pueblo desde ahora y por siempre.  | 
                       
                      
                        3   | 
                        De 
                          cierto no permanecerá el cetro de los impíos sobre el 
                          lote de los justos, para que no tiendan los justos sus 
                          manos a la iniquidad.  | 
                       
                      
                        4  | 
                        Colma, 
                          ¡oh Yavé!, de bienes a los buenos, a los rectos de corazón.  | 
                       
                      
                        5   | 
                        Mas 
                          a los que van por sendas tortuosas, remuévalos Yavé 
                          juntamente con los impíos. ¡Paz sobre Israel!  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        |   | 
                        126  | 
                       
                      
                        |   | 
                         Petición 
                          de la plena Restauración   | 
                       
                      
                        |   | 
                        Cántico 
                          gradual.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        Cuando 
                          Yavé hizo volver a los cautivos de Sión, estábamos como 
                          quien sueña.  | 
                       
                      
                        2  | 
                        Llenóse 
                          entonces de risa nuestra boca y de exultación nuestra 
                          lengua. Decían entonces las gentes: “¡Magníficamente 
                          ha obrado con éstos Yavé!”  | 
                       
                      
                        3   | 
                        Realmente 
                          ha estado con nosotros magnífico Yavé, nos sentimos 
                          gozosos.   | 
                       
                      
                        4  | 
                        Restaura, 
                          Yavé, nuestra suerte, como a los torrentes del Negueb.  | 
                       
                      
                        5   | 
                        Los 
                          que con llanto siembran, en júbilo cosechan.  | 
                       
                      
                        6   | 
                        Van 
                          y andan llorando los que llevan y esparcen la semilla, 
                          pero vendrán alegres trayendo sus gavillas.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        |   | 
                        127  | 
                       
                      
                        |   | 
                         Todo 
                          éxito depende de la divina protección  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Cántico 
                          gradual. De 
                            Salomón.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                         Si Yavé no edifica la casa, en vano trabajan los que 
                          la construyen. Si no guarda Yavé la ciudad, en vano 
                          vigilan sus centinelas.  | 
                       
                      
                        2  | 
                        Vano 
                          os será madrugar, acostaros tarde y que comáis el pan 
                          del dolor, pues lo da a sus amados aunque duerman.  | 
                       
                      
                        3   | 
                        Don 
                          de Yavé son los hijos; es merced (suya) el fruto del 
                          vientre.  | 
                       
                      
                        4  | 
                        Lo 
                          que las saetas en la mano del guerrero, eso son los 
                          hijos de los años mozos.   | 
                       
                      
                        5   | 
                        ¡Dichoso 
                          el que llenó de ellos su aljaba! No serán confundidos 
                          cuando hayan de litigar en la puerta con sus adversarios.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        |   | 
                        128  | 
                       
                      
                        |   | 
                         Felicidad 
                          del Justo  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Cántico 
                          gradual.   | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        Bienaventurado 
                          todo el que teme a Yavé y anda por sus caminos.   | 
                       
                      
                        2  | 
                        Porque 
                          comerás del trabajo de tus manos, serás feliz y bienaventurado.  | 
                       
                      
                        3   | 
                        Tu 
                          mujer será como fructífera parra en el interior de tu 
                          casa. Tus hijos, como renuevos de olivo en derredor 
                          de tu mesa.  | 
                       
                      
                        4  | 
                        Así 
                          ciertamente será bendecido el varón que teme a Yavé.   | 
                       
                      
                        5   | 
                        Bendígate 
                          Yavé desde Sión y veas próspera a Jerusalén todos los 
                          días de tu vida.   | 
                       
                      
                        6   | 
                        Y 
                          veas los hijos de tus hijos: la paz sobre Israel.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        |   | 
                        129  | 
                       
                      
                        |   | 
                         Oraciones 
                          contra los Enemigos de Israel  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Cántico 
                          gradual. | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        “Mucho 
                          me han atribulado desde mi juventud”; diga Israel:   | 
                       
                      
                        2  | 
                        "Mucho 
                          me han atribulado desde mi adolescencia, pero no prevalecieron 
                          contra mí.”  | 
                       
                      
                        3   | 
                        Aradores 
                          araron sobre mis espaldas, trazando largos surcos.   | 
                       
                      
                        4  | 
                        Pero 
                          es justo Yavé, y rompió las coyundas de los impíos.   | 
                       
                      
                        5   | 
                        Sean 
                          confundidos y vuélvanse atrás todos los que aborrecen 
                          a Sión.   | 
                       
                      
                        6   | 
                        Sean 
                          como la hierba de los tejados, que se seca antes de 
                          granar;   | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        de 
                          la que no llena su mano el segador, ni su regazo el 
                          que recoge las gavillas,   | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        ni 
                          dicen de ella los transeúntes: “La bendición de Yavé 
                          sobre vosotros; os bendecimos en el nombre de Yavé.”  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        |   | 
                        130  | 
                       
                      
                        |   | 
                          Imploración 
                          de la Divina Misericordia  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Cántico 
                          gradual.   | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        De 
                          lo profundo te invoco, ¡oh Yavé!   | 
                       
                      
                        2  | 
                        Oye, 
                          Señor, mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi 
                          súplica.   | 
                       
                      
                        3   | 
                        Si 
                          guardas, Yavé, los delitos, ¿quién, ¡oh Señor!, podrá 
                          subsistir?  | 
                       
                      
                        4  | 
                        Pero 
                          eres indulgente para que seas temido.  | 
                       
                      
                        5   | 
                        Yo 
                          espero en Yavé, mi alma espera en su palabra.  | 
                       
                      
                        6   | 
                        (Ansia) 
                          mi alma al Señor más que los centinelas por la aurora. 
                          Más que los centinelas por la aurora   | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        espera 
                          Israel a Yavé, porque con Yavé está la piedad y en El 
                          está abundante redención.  | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        El, 
                          pues, redimirá a Israel de todas sus iniquidades.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                    
              C.R.Y&S  | 
              |