|   | 
            
                   EL 
                  LIBRO DE LOS SALMOS DEL REY DAVID  
                  Libro 
                  Primero. 21-30 
                  
                    
                      
                        21  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Canto 
                          de gracias por la victoria del Rey  | 
                       
                      
                        |  Al 
                          maestro del coro. Salmo de David. | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        En 
                          tu poder, ¡oh Yavé!, se goza el rey.   | 
                       
                      
                        2  | 
                        ¡Cuán 
                          jubiloso está de tu socorro!   | 
                       
                      
                        3   | 
                        Le 
                          diste cuanto su corazón deseaba, no le negaste la petición 
                          de sus labios. Selah.   | 
                       
                      
                        4  | 
                        Más 
                          bien te adelantaste con faustas bendiciones y pusiste 
                          en su cabeza la diadema de oro puro.  | 
                       
                      
                        5   | 
                        Te 
                          pidió vida, y se la diste: días que se prolongan para 
                          siempre jamás.  | 
                       
                      
                        6   | 
                        Por 
                          tu protección es grande su gloria, le has revestido 
                          de esplendor y magnificencia.  | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        Tú 
                          le otorgas bendiciones para siempre y le colmas de alegría 
                          ante tu faz.  | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        Porque 
                          en Yavé confía el rey, y por el favor del Altísimo permanecerá 
                          inconmovible.  | 
                       
                      
                        | 9 | 
                        ¡Que 
                          tu mano alcance a todos tus enemigos y que tu diestra 
                          sorprenda a cuantos te aborrecen!   | 
                       
                      
                        | 10 | 
                        Tú 
                          los pondrás como en un horno de fuego en el día de tu 
                          faz: Yavé los consumirá en su ira, el fuego los abrasará.   | 
                       
                      
                        | 11 | 
                        Borrarás 
                          de la tierra su progenie, su descendencia de entre los 
                          hijos de los hombres,   | 
                       
                      
                        | 12 | 
                        Si 
                          algo malo trazan contra ti, si maquinan engaños, no 
                          prevalecerán.  | 
                       
                      
                        | 13 | 
                        Les 
                          harás volver el dorso, tendiendo contra su rostro las 
                          cuerdas de tu arco.   | 
                       
                      
                        | 14 | 
                        ¡Ensálzate, 
                          Yavé, en tu fortaleza! ¡Cantemos y celebremos tus proezas!  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        22  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Quejas 
                          del justo perseguido y acción de gracias por la liberación  | 
                       
                      
                        |  Al 
                          maestro del coro. Sobre la cierva de la aurora. Salmo 
                          de David.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        ¡Dios 
                          mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?  | 
                       
                      
                        2  | 
                        Lejos 
                          estás de mi socorro, de las palabras de mi gemido.   | 
                       
                      
                        3   | 
                        ¡Dios 
                          mío! Clamo de día, y no me respondes; de noche, y tú 
                          no me atiendes.  | 
                       
                      
                        4  | 
                        Con 
                          todo, tú eres el Santo, tú que habitas entre las alabanzas 
                          de Israel.   | 
                       
                      
                        5   | 
                        En 
                          ti esperaron nuestros padres; confiaron, y tú los libraste.   | 
                       
                      
                        6   | 
                        A 
                          ti clamaron, y fueron liberados; en ti confiaron, y 
                          no fueron confundidos.  | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        Pero 
                          yo soy un gusano, no un hombre; el oprobio de los hombres 
                          y el desecho del pueblo.  | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        Búrlanse 
                          de mí cuantos me ven, abren los labios y mueven la cabeza.   | 
                       
                      
                        | 9 | 
                        “Se 
                          encomendó a Yavé — dicen —; líbrele, sálvele El, pues 
                          dice que le es grato.”   | 
                       
                      
                        | 10 | 
                        Y 
                          en verdad tú eres el que me sacaste del vientre, el 
                          que me inspirabas confianza desde los pechos de mi madre.   | 
                       
                      
                        | 11 | 
                        Desde 
                          el útero fui entregado a ti, desde el vientre de mi 
                          madre tú eres mi Dios.  | 
                       
                      
                        | 12 | 
                        No 
                          estés alejado de mí, que estoy angustiado; acércate, 
                          pues nadie viene en mi ayuda.  | 
                       
                      
                        | 13 | 
                        Rodéanme 
                          toros en gran número, cércanme novillos de Basán.  | 
                       
                      
                        | 14 | 
                        Abren 
                          sus bocas contra mí cual león rapaz y rugiente.   | 
                       
                      
                        | 15 | 
                        Me 
                          derramo como agua; todos mis huesos están dislocados. 
                          Mi corazón es como cera, que se derrite dentro de mis 
                          entrañas.   | 
                       
                      
                        | 16 | 
                        Seco 
                          está como un tejón mi paladar, mi lengua está pegada 
                          a las fauces, y me han echado al polvo de la muerte.  | 
                       
                      
                        | 17 | 
                        Me 
                          rodean como perros, me cerca una turba de malvados; 
                          han taladrado mis manos y mis pies  | 
                       
                      
                        | 18 | 
                        y 
                          puedo contar todos mis huesos. Ellos me miran y contemplan.   | 
                       
                      
                        | 19 | 
                        Se 
                          han repartido mis vestidos y echan suertes sobre mi 
                          túnica.  | 
                       
                      
                        | 20 | 
                        Tú, 
                          pues, Yavé, no estés lejos, fuerza mía; ¡apresúrate 
                          a venir en mi auxilio!   | 
                       
                      
                        | 21 | 
                        Libra 
                          mi alma de la espada, y mi vida de la garra de los perros.  | 
                       
                      
                        | 22 | 
                        Sálvame 
                          de la boca del león y de los cuernos de los toros salvajes 
                          mi pobre vida.  | 
                       
                      
                        | 23 | 
                        Yo 
                          anunciaré tu nombre a mis hermanos y te alabaré en medio 
                          de la asamblea.  | 
                       
                      
                        | 24 | 
                        Los 
                          que teméis a Yavé, ¡alabadle! Descendencia toda de Jacob, 
                          ¡glorificadle! ¡Temblad delante de El toda la progenie 
                          de Israel!   | 
                       
                      
                        | 25 | 
                        Porque 
                          no desdeñó ni despreció la miseria del desgraciado ni 
                          apartó de él su rostro, antes oyó al que imploraba su 
                          socorro.   | 
                       
                      
                        | 26 | 
                        Contigo 
                          será mi alabanza en la gran asamblea, cumpliré mis votos 
                          delante de los que le temen.  | 
                       
                      
                        | 27 | 
                        Comerán 
                          los pobres, y se saciarán, y alabarán a Yavé los que 
                          le buscan: “¡Viva vuestro corazón siempre!”  | 
                       
                      
                        | 28 | 
                        Se 
                          acordarán y se convertirán a Yavé todos los confines 
                          de la tierra, y se postrarán delante de El todas las 
                          familias de las gentes,   | 
                       
                      
                        | 29 | 
                        Porque 
                          de Yavé es el reino, y El dominará a las gentes.  | 
                       
                      
                        | 30 | 
                        Comerán 
                          y se prosternarán ante El todos los grandes de la tierra; 
                          se curvarán los que al polvo descienden. Mi alma vivirá 
                          para El.  | 
                       
                      
                        | 31 | 
                        Mi 
                          posteridad le servirá, hablará del Señor a las generaciones 
                          venideras.  | 
                       
                      
                        | 32 | 
                        Y 
                          predicarán su justicia al pueblo que ha de nacer, por 
                          haberlo hecho Yavé.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        23  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Dios, 
                          pastor del justo  | 
                       
                      
                        | Salmo 
                          de David. | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                         Es Yavé mi pastor; nada me falta. | 
                       
                      
                        2  | 
                        Me 
                          hace recostar en verdes pastos y me lleva a frescas aguas. | 
                       
                      
                        3   | 
                        Recrea 
                          mi alma, me guía por las rectas sendas por amor de su 
                          nombre. | 
                       
                      
                        4  | 
                        Aunque 
                          haya de pasar por un valle tenebroso, no temo mal alguno, 
                          porque tú estás conmigo. Tu clava y tu cayado son mis 
                          consuelos. | 
                       
                      
                        5   | 
                        Tú 
                          dispones ante mí una mesa enfrente de mis enemigos. 
                          Derramas el óleo sobre mi cabeza, y mi cáliz rebosa.  | 
                       
                      
                        6   | 
                        Sólo 
                          bondad y benevolencia me acompañan todos los días de 
                          mi vida; y moraré en la casa de Yavé por dilatados días.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        24  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Canto 
                          Procesional  | 
                       
                      
                        | Salmo 
                          de David.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        De 
                          Yavé es la tierra y cuanto la llena, el orbe de la tierra 
                          y cuantos la habitan. | 
                       
                      
                        2  | 
                        Pues 
                          El es quien la fundó sobre los mares y sobre los ríos 
                          la estableció.  | 
                       
                      
                        3   | 
                        ¿Quién 
                          subirá al monte de Yavé? ¿Quién se mantendrá erecto 
                          en su santo lugar?  | 
                       
                      
                        4  | 
                        El 
                          de limpias manos y de puro corazón, el que no alzó su 
                          alma a cosas vanas y no juró con mentira.  | 
                       
                      
                        5   | 
                        Ese 
                          alcanzará de Yavé bendición, y justicia de Dios, su 
                          Salvador.  | 
                       
                      
                        6   | 
                        Esa 
                          es la raza de los que le buscan, de los que buscan la 
                          faz del Dios de Jacob. Selah.  | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        Alzad, 
                          ¡oh puertas!, vuestros dinteles; levantaos, ¡eternos 
                          portales!, para que entre el Rey de la gloria.   | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        ¿Quién 
                          es ese Rey de la gloría? Es Yavé, el Fuerte, el Héroe; 
                          Yavé el Héroe del combate.  | 
                       
                      
                        | 9 | 
                        Alzad, 
                          ¡oh puertas!, vuestros dinteles; levantaos, ¡eternos 
                          portales!, para que entre el Rey de la gloria.   | 
                       
                      
                        | 10 | 
                        ¿Quién 
                          es este Rey de la gloria? Es Yavé, el Dios de los ejércitos. 
                          ¡Ese es el Rey de la gloria! Selah.  | 
                       
                      
                         | 
                           | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        25  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Confianza 
                          del justo en el Señor.  | 
                       
                      
                        | De 
                          David. | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        Alef. 
                          A ti elevo mi alma, Yavé, mi Dios.   | 
                       
                      
                        2  | 
                        Bet. 
                          En ti confío, no sea confundido, no se gocen de mí mis 
                          enemigos.   | 
                       
                      
                        3   | 
                        Guímel. 
                          No; quien espera en ti, no es confundido; serán confundidos 
                          los que en balde faltan a la fidelidad.   | 
                       
                      
                        4  | 
                        Dalet. 
                          Muéstrame, Yavé, tus caminos, adiéstrame en tus sendas.   | 
                       
                      
                        5   | 
                        He. Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres mi Dios, 
                          mi Salvador, y en ti espero todos los días.   | 
                       
                      
                        6   | 
                        Zain. 
                          Acuérdate, ¡oh Yavé!, de tus misericordias y de tus 
                          gracias, pues son desde antiguo.   | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        Jet. 
                          No te acuerdes de los pecados de mi mocedad y de mis 
                          transgresiones. Acuérdate de mí conforme a tu benevolencia 
                          y según tu bondad, ¡oh Yavé!  | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        Tet. 
                          Bueno y recto es Yavé; por eso señala a los errados 
                          el camino.  | 
                       
                      
                        | 9 | 
                        Yod. 
                          Y guía a los humildes por la justicia y adoctrina a 
                          los pobres en sus sendas.  | 
                       
                      
                        | 10 | 
                        Caf. 
                          Todas las sendas de Yavé son benevolencia y verdad para 
                          los que guardan su alianza y sus mandamientos.  | 
                       
                      
                        | 11 | 
                        Lámed. 
                          Por amor de tu nombre, oh Yavé!, perdona mis ofensas, 
                          por grandes que sean.  | 
                       
                      
                        | 12 | 
                        Mem. 
                          ¿Quién es el hombre temeroso de Dios? El le enseñará 
                          el camino que ha de elegir.  | 
                       
                      
                        | 13 | 
                        Nun. 
                          Su alma morará en el bienestar, y su descendencia heredará 
                          la tierra.  | 
                       
                      
                        | 14 | 
                        Sámec. 
                          Los secretos de Yavé son para los que le temen, que 
                          les dará a conocer su alianza.  | 
                       
                      
                        | 15 | 
                        Ayin. Mis ojos siempre están en Yavé, porque es quien saca 
                          mis pies de la red.  | 
                       
                      
                        | l6 | 
                        Fe. Vuélvete a mí y ten de mi piedad, que estoy solo y afligido.  | 
                       
                      
                        | 17 | 
                        Tsade. Ensancha mi angustiado corazón y sácame de mis estrechuras.  | 
                       
                      
                        | 18 | 
                        Qof. 
                          Mira mi miseria y mi pena y perdona todos mis pecados.  | 
                       
                      
                        | 19  | 
                        Res. Mira cuán numerosos son mis enemigos. Me odian con odio 
                          violento.  | 
                       
                      
                        | 20 | 
                        Sin. 
                          Guarda mi vida y sálvame, no tenga que confundirme de 
                          haberme acogido a ti.  | 
                       
                      
                        | 21 | 
                        Tau. 
                          Protéjanme la integridad y la rectitud, pues que en 
                          ti espero, Yavé.  | 
                       
                      
                        | 22 | 
                        Redime, 
                          ¡oh Dios! a Israel de todas sus tribulaciones.  | 
                       
                      
                         | 
                          | 
                       
                    
                 
                  
                    
                      
                        26  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Oración 
                          confiada del justo  | 
                       
                      
                        | De 
                          David.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        Hazme 
                          justicia, Yavé, porque yo he andado en integridad y 
                          he confiado en Yavé sin vacilar.  | 
                       
                      
                        2  | 
                        Ponme 
                          a prueba, ¡oh Yavé!, y examíname, acrisola mis riñones 
                          y mi corazón.  | 
                       
                      
                        3   | 
                        Porque 
                          tengo ante mis ojos tu benevolencia y ando en tu verdad.   | 
                       
                      
                        4  | 
                        No 
                          me siento con hombres falsos ni me acompaño de los fingidos.  | 
                       
                      
                        5   | 
                        Aborrezco 
                          el consorcio de los malignos, y con impíos no me siento, 
                          de los que viven fuera de la ley divina.   | 
                       
                      
                        6   | 
                        Yo 
                          lavaré mis manos en la inocencia y andaré en derredor 
                          de tu altar, ¡oh Yavé!,   | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        haciendo 
                          resonar cantos de alabanza y pregonando todos tus prodigios.  | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        ¡Oh 
                          Yavé!, yo amo la morada de tu casa, el lugar en que 
                          se asienta tu gloria.  | 
                       
                      
                        | 9 | 
                        No 
                          juntes con los pecadores mi alma, ni mi vida con los 
                          sanguinarios,  | 
                       
                      
                        | 10 | 
                        en 
                          cuyas manos hay crímenes, cuyas diestras están llenas 
                          de sobornos,   | 
                       
                      
                        | 11 | 
                        Yo, 
                          por el contrario, marcharé en mi integridad; rescátame, 
                          ¡Yavé! y séme propicio.  | 
                       
                      
                        | 12 | 
                        Ya 
                          están mis pies en tierra firme. Bendeciré en la asamblea 
                          a Yavé.  | 
                       
                      
                         | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        27  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Confianza 
                          del justo en medio del peligro.  | 
                       
                      
                        | De 
                          David.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        Yavé 
                          es mi luz y mi salvación: ¿a quién temer? Yavé es el 
                          baluarte de mi vida: ¿ante quién temblar?  | 
                       
                      
                        2  | 
                        Cuando 
                          los malignos me asaltan para devorar mis carnes, son 
                          ellos, mis adversarios y enemigos, los que vacilan y 
                          caen.  | 
                       
                      
                        3   | 
                        Aunque 
                          acampe contra mí un ejército, no temerá mi corazón. 
                          Aunque se alzare en guerra contra mí, aun entonces estaré 
                          tranquilo.  | 
                       
                      
                        4  | 
                        Una 
                          cosa pido a Yavé, ésa procuro: habitar en la casa de 
                          Yavé todos los días de mi vida, para contemplar el encanto 
                          de Yavé y visitar su santuario.   | 
                       
                      
                        5   | 
                        Pues 
                          El me pondrá en seguro en su tienda el día de la desventura, 
                          me tendrá a cubierto en su pabellón, me pondrá en alto 
                          sobre su roca.   | 
                       
                      
                        6   | 
                        Y 
                          ahora mi cabeza se alza sobre mis enemigos, que me cercan, 
                          y ofreceré en su tienda sacrificios de júbilo, cantando 
                          y salmodiando a Yavé.  | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        Oye, 
                          Yavé, el clamor con que te invoco, ten piedad de mí 
                          y escúchame.  | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        De 
                          ti mi corazón ha dicho: “Busca su faz”; y yo, Yavé, 
                          tu rostro buscaré.   | 
                       
                      
                        | 9 | 
                        No 
                          me escondas tu rostro, no rechaces con ira a tu siervo. 
                          Sé mi socorro, no me rechaces, no me abandones, ¡oh 
                          Dios, mi Salvador!   | 
                       
                      
                        | 10 | 
                        Aunque 
                          me abandonaran mi padre y mi madre, Yavé me acogerá.  | 
                       
                      
                        | 11 | 
                        Muéstrame, 
                          ¡oh Yavé!, tus caminos, guíame por la recta senda a 
                          causa de mis enemigos.   | 
                       
                      
                        | 12 | 
                        No 
                          me entregues a la rabia de mis adversarios, pues se 
                          alzan contra mí falsos testigos respirando violencia.   | 
                       
                      
                        | 13 | 
                        ¡Ay! 
                          ¡Si no creyera que he de contemplar la bondad de Yavé 
                          en la tierra de los vivientes!.   | 
                       
                      
                        | 14 | 
                        Espera 
                          en Yavé, esfuérzate; ten gran valor y espera en Yavé.  | 
                       
                      
                         | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        28  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Oración 
                          del salmista en un grave peligro  | 
                       
                      
                        | De 
                          David.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        A 
                          ti clamo, ¡oh Yavé! mi roca.   No te desentiendas de mí, no sea que, haciéndote el 
                            mudo respecto de mí, me asemeje a los que bajan a la 
                            fosa.  | 
                       
                      
                        2  | 
                        Oye 
                          la voz de mis súplicas cuando clamo a ti y elevo mis 
                          manos a tu santo recinto.  | 
                       
                      
                        3   | 
                        No 
                          me arrebates juntamente con los malvados, con los obradores 
                          de iniquidad, los que hablan paz a su prójimo, mientras 
                          está su corazón lleno de maldad.  | 
                       
                      
                        4  | 
                        Retribúyelos 
                          conforme a sus obras, conforme a la malicia de sus acciones; 
                          págales conforme a la obra de sus manos, dales su merecido.  | 
                       
                      
                        5   | 
                        Porque 
                          no atienden a las obras de Yavé, a la obra de sus manos. 
                          Los derribará y no los reedificará.  | 
                       
                      
                        6   | 
                        ¡Bendito 
                          sea Yavé, porque ha escuchado la voz de mis súplicas!  | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        Yavé 
                          es mi fortaleza y mi escudo; en El confió mi corazón 
                          y fui socorrido; y mi corazón salta de gozo, y le alabaré 
                          con mis cánticos.  | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        Es 
                          Yavé la fortaleza de su pueblo, es el salvador escudo 
                          de su ungido.  | 
                       
                      
                        | 9 | 
                        ¡Salva 
                          a tu pueblo y bendice tu heredad, sé su pastor y levántalos 
                          por siempre!  | 
                       
                      
                         | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        29  | 
                       
                      
                        |   | 
                        La 
                          gloria de Yavé en la tempestad  | 
                       
                      
                        | De 
                          David. | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                         Dad a Yavé, hijos de Dios, dad a Yavé la gloria y el 
                          poder   | 
                       
                      
                        2  | 
                        Dad 
                          a Yavé la gloria debida a su nombre, postraos ante Yavé 
                          con sacros ornamentos.  | 
                       
                      
                        3   | 
                        ¡La 
                          voz de Yavé sobre las aguas! Truena el Dios de la gloria: 
                          Yavé sobre la inmensidad de las aguas.  | 
                       
                      
                        4  | 
                        La 
                          voz de Yavé resuena con fuerza; la voz de Yavé retumba 
                          con majestad.  | 
                       
                      
                        5   | 
                        La 
                          voz de Yavé rompe los cedros, troncha Yavé los cedros 
                          del Líbano,   | 
                       
                      
                        6   | 
                        y 
                          hace saltar al Líbano como un ternero, y al Sarión como 
                          cría de búfalo.  | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        La 
                          voz de Yavé hace estallar llamas de fuego;  | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        la 
                          voz de Yavé sacude el desierto, hace temblar Yavé el 
                          desierto de Cades.  | 
                       
                      
                        | 9 | 
                        La 
                          voz de Yavé retuerce las encinas , despoja las selvas. 
                          Y en su templo todo dice: “¡Gloria!”  | 
                       
                      
                        | 10 | 
                        Siéntase 
                          Yavé sobre aguas diluviales, siéntase como Rey eterno.  | 
                       
                      
                        | 11 | 
                        Yavé 
                          dará fortaleza a su pueblo, Yavé bendecirá a su pueblo 
                          con la paz.  | 
                       
                      
                         | 
                          | 
                       
                    
                   
                  
                    
                      
                        30  | 
                       
                      
                        |   | 
                        Acción 
                          de gracias después de una enfermedad grave  | 
                       
                      
                        Canto 
                          para la consagración del templo. Salmo de David.  | 
                       
                      
                        |   | 
                          | 
                       
                      
                        1  | 
                        Quiero 
                          ensalzarte, ¡oh Yavé!,  | 
                       
                      
                        2  | 
                         porque me has puesto en salvo y no has alegrado a mis 
                          enemigos por causa mía.  | 
                       
                      
                        3   | 
                        Yavé, 
                          mi Dios, clamé a ti, y tú me curaste.  | 
                       
                      
                        4  | 
                        ¡Oh 
                          Yavé! has sacado mi alma del seol, me has hecho 
                          revivir de entre los que bajan a la fosa.  | 
                       
                      
                        5   | 
                        Cantad 
                          a Yavé vosotros, sus piadosos, y ensalzad su santo recuerdo.  | 
                       
                      
                        6   | 
                        Porque 
                          un instante dura su cólera, y su benevolencia es de 
                          por vida. Alberga la tarde llantos, mas a la mañana 
                          está la exultación.  | 
                       
                      
                        | 7 | 
                        Yo 
                          dije en mi prosperidad: “No seré jamás conmovido.”   | 
                       
                      
                        | 8 | 
                        Tú, 
                          ¡oh Yavé!, por tu benevolencia me asegurabas honor y 
                          fortaleza. Apenas escondiste tu rostro, fui conturbado.  | 
                       
                      
                        | 9 | 
                        A 
                          ti clamé, ¡oh Yavé!, y a Yavé pedí piedad.   | 
                       
                      
                        | 10 | 
                        ¿Qué 
                          provecho hay en mi sangre, en que yo descienda a la 
                          fosa? ¿Te alabará el polvo? ¿Cantará tu fidelidad?  | 
                       
                      
                        | 11 | 
                        Escúchame, 
                          Yavé, y ten piedad de mí. Vino Yavé en mi socorro.  | 
                       
                      
                        | 12 | 
                        Mudaste 
                          mi lamentación en júbilo, desataste mi saco y me ceñiste 
                          de exultación.   | 
                       
                      
                        | 13 | 
                        Por 
                          eso cantaré tu gloria y no callaré, y te alabaré, Yavé, 
                          Dios mío, por la eternidad.  | 
                       
                      
                        |   | 
                         | 
                       
                    
                   
                  C.R.Y&S  | 
              |