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PROVERBIOS
CUARTA
PARTE
PARÁBOLAS
DE SALOMÓN RECOGIDAS POR LOS SABIOS DE EZEQUÍAS
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Capítulo
25 |
Nuevos
proverbios de Salomón |
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1 |
También
éstos son proverbios de Salomón, el rey, transcritos por los
hombres de Ezequías, rey de Judá. |
2 |
Gloria
de Dios es encubrir las cosas y honra del rey escudriñarlas. |
3 |
Como
la altura del cielo y la profundidad de la tierra, así es insondable
el corazón del rey. |
4 |
Despoja
de escorias la plata, y saldrá un vaso para el fundidor. |
5 |
Aparta
al inicuo del lado del rey, y con la justicia se afirmará su
trono. |
6 |
No
te alabes en la presencia del rey ni te coloques en el sitial
de los grandes. |
7 |
Pues
mejor es que te digan: “Sube acá”, que ser humillado delante
del príncipe. |
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Los
litigios |
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8 |
Lo
que han visto tus ojos no lo hagas en seguida objeto de litigio;
pues ¿qué harás al final, cuando te afrente tu prójimo? |
9 |
Defiende
tu pleito contra tu adversario, pero no descubras el secreto
de otro. |
10 |
Porque
no pueda infamarte quien te escucha, sin que tenga remedio tu
deshonra. |
11 |
Manzana
de oro en bandeja cincelada de plata es la palabra dicha a tiempo. |
12 |
Zarcillo
de oro y alhaja de oro fino es un sabio amonestador para el
oído dócil. |
13 |
Frescor
de nieve en día de siega es el mensajero fiel para quien le
manda, que refresca el ánimo de su señor. |
14 |
Nube
y viento sin lluvia es el hombre que se jacta de vana liberalidad. |
15 |
Con longanimidad se aplaca el príncipe, y la lengua suave ablanda
los huesos. |
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Moderación |
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16 |
Si
encuentras miel, come lo suficiente; no te hartes y tengas que
vomitarla. |
17 |
Pon
rara vez tu pie en la casa del vecino, no se harte de ti y te
aborrezca. |
18 |
Maza,
espada y aguda saeta es el hombre que en falso testifica contra
su prójimo. |
19 |
Como
diente quebrado y pie que resbala es la confianza del impío
al tiempo de la angustia y como el que se quita la ropa en día
de frío. |
20 |
Echar
vinagre sobre el natrón es cantar canciones al corazón afligido. |
21 |
Si
tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de
beber; |
22 |
pues
así echas ascuas sobre su cabeza; y Yavé te lo pagará. |
23 |
El
viento norte produce la lluvia; el rostro airado, la lengua
detractora. |
24 |
Mejor
es habitar en un rincón del desván que tener casa común con
mujer rencillosa. |
25 |
Agua
fresca para el alma sedienta es la buena nueva que viene de
lejanas tierras. |
26 |
Fuente
turbia y manantial infecto es el justo que cede ante el impío. |
27 |
No
hace bien comer demasiada miel y no es honroso buscar la propia
gloria. |
28 |
Ciudad derruída y sin murallas es el que no sujeta su temperamento.
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Capítulo
26 |
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1 |
Como
nieve en el verano y lluvia en la siega, así conviene al necio
la honra. |
2 |
Como
pájaro vago y como golondrina que vuela es la imprecación sin
motivo; no se cumple. |
3 |
Para
el caballo el látigo, la cabezada para el asno, la vara para
las espaldas del necio. |
4 |
No
respondas al necio según su necedad, para no hacerte como él. |
5 |
Responde
al necio como merece su necedad, para que no se tenga por sabio. |
6 |
Sus
pies se corta y daños sufre el que envía un mensaje por mano
de un necio. |
7 |
Como
vacilan las piernas del cojo, así el proverbio en la boca del
necio. |
8 |
Como
quien liga la piedra en la honda, así es el que hace honor al
necio. |
9 |
Como
rama de espino en mano de un borracho, así es el proverbio en
la boca del necio. |
10 |
Como
saeta que hiere a cualquiera que pasa, así al que asalaria al
necio y al borracho. |
11 |
Como
perro que vuelve a su vómito es el necio que repite sus necedades. |
12 |
¿Has
visto a uno que se cree sabio? Más puedes esperar del necio
que de él. |
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El
perezoso |
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13 |
Dice
el perezoso: “En el camino hay un chacal, un león en la plaza.” |
14 |
Las
puertas giran en sus quicios, el perezoso en su lecho. |
15 |
El
perezoso oculta la mano en el plato y se cansa aun para volverla
a la boca. |
16 |
El perezoso se cree prudente, más que siete que sepan responder. |
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El
litigio |
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17 |
Agarrar
por las orejas a un perro que pasa es entrometerte en un pleito
que no te importa. |
18 |
Como
el loco que lanza llamas y saetas mortíferas, |
19 |
tal
es el hombre que daña a su amigo y dice después: “Lo hice por
broma.” |
20 |
Por
falta de leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso cesa
la contienda. |
21 |
Como
el carbón a las brasas y la leña al fuego, así es el chismoso
para encender contiendas. |
22 |
Las
palabras del chismoso son bocado suave que baja hasta el fondo
de las entrañas. |
23 |
Baño
de plata sobre vasija de barro es la palabra lisonjera para
el corazón del malvado. |
24 |
El
que aborrece se enmascara con los labios, pero dentro lleva
la traición. |
25 |
Cuando
su voz se hace afable, no confíes en él, pues siete abominaciones
hay en su corazón. |
26 |
Con
doblez esconde su rencor, pero su malicia será descubierta en
la asamblea. |
27 |
El
que cava la fosa cae dentro de ella, y al que rueda una piedra
se le viene encima. |
28 |
La lengua mentirosa odia la verdad, y la boca lisonjera provoca
la ruina.
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Capítulo
27 |
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1 |
No
te jactes del día de mañana, pues no sabes lo que dará de sí. |
2 |
Que
te alabe el extraño, no tu boca; el ajeno, no tus labios. |
3 |
Pesada
es la piedra, pesada la arena; pero la ira del necio es más
pesada que ambas cosas. |
4 |
Cruel
es la ira, furiosa la cólera; pero ¿quién podrá parar ante la
envidia? |
5 |
Mejor
es una abierta reprensión que un amor encubierto. |
6 |
Leales
son las heridas hechas por quien ama, pero los besos del que
aborrece son engañosos. |
7 |
El
harto pisotea la miel, pero al hambriento le es dulce lo amargo. |
8 |
Como
pajarillo fuera de su nido es el hombre fuera de su patria. |
9 |
El perfume y el incienso alegran el corazón, y la dulzura del
amigo consuela el alma. |
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Amigos
y vecinos |
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10 |
No
dejes al amigo ni al amigo de tu padre, y no tendrás que ir
a casa de tu hermano en el día de la desventura. Mejor es vecino
cercano que hermano lejano. |
11 |
Sé
sabio, hijo mío, y compláceme, para que pueda yo responder a
quien me moteja. |
12 |
El
prudente ve el peligro y se esconde, el simple sigue adelante
y la paga. |
13 |
Tómale
el vestido por haber salido fiador de otro, y retén la prenda
a quien fió a un extraño. |
14 |
Al
que a voces saluda al vecino de madrugada, por maldición se
le cuenta. |
15 |
Gotera
incesante en día de lluvia y mujer rencillosa, allá se van. |
16 |
Quien
quiere contenerla pretende parar el viento o retener aceite
en su diestra. |
17 |
El
hierro, con el hierro se aguza, y el hombre aguza a su prójimo. |
18 |
El
que guarda la higuera comerá su fruto, y el que atiende a su
señor recibirá de él honores. |
19 |
Como
en el agua se parece un rostro a otro, así el corazón de un
hombre al de otro. |
20 |
El
“seol” y el averno no se llenan nunca, y así el ojo del hombre
no se sacia jamás. |
21 |
Como
el cristal para la plata y la hornaza para el oro, así es para
el hombre la boca del que le alaba. |
22 |
Aunque
majes al necio en el mortero, no le sacarás su necedad. |
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Cuidado
con la grey |
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23 |
Cuida
bien de tu grey y pon atención a tus rebaños, |
24 |
pues
no dura siempre la riqueza, ni la corona va de generación en
generación. |
25 |
Sale
el heno, aparece la verdura, siéganse las hierbas de los montes; |
26 |
y
los corderos te proporcionan vestidos, y los cabritos el precio
de las labores, |
27 |
las cabras, leche abundante para tu comida, para el mantenimiento
de tu casa y para el sustento de tus criados.
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Capítulo
28 |
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1 |
Huye
el malvado sin que nadie le persiga, mas el justo va seguro
como cachorro de león. |
2 |
Por
los delitos de una tierra son muchos sus gobernantes, pero con
uno inteligente y prudente dura largo tiempo. |
3 |
El perverso que oprime a los pobres es una lluvia arrebatadora,
que no da pan. |
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Observancia
de la Ley |
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4 |
Los
que abandonan la Ley alaban al impío; los que la guardan se
irritan contra él. |
5 |
Los
malvados no conocen la justicia, pero el que busca a Yavé lo
sabe todo. |
6 |
Mejor
es el pobre que anda en integridad que el rico de perversos
caminos. |
7 |
El
que guarda la Ley es hijo prudente, el que se acompaña de glotones
es vergüenza de su padre. |
8 |
El
que con usura y crecido interés aumenta sus caudales, para el
que se apiada de los pobres lo allega. |
9 |
Es
abominable la oración de aquel que se aparta de la Ley. |
10 |
El
que a los rectos extravía por la mala senda, caerá en su propia
sima; pero los perfectos heredarán el bien. |
11 |
El
rico es sabio a sus propios ojos, pero el pobre inteligente
sabe sondearle. |
12 |
Cuando
prevalecen los justos hay gran gloria, pero cuando se alzan
los impíos se esconden los hombres. |
13 |
El
que oculta sus pecados no prosperará, el que los confiesa y
se enmienda alcanzará misericordia. |
14 |
Bienaventurado
el hombre que persevera en el temor, pero el de duro corazón
caerá en la desventura. |
15 |
León
rugiente y oso hambriento es el soberano malo sobre un pueblo
pobre. |
16 |
Un
príncipe insensato multiplica las extorsiones, pero el que aborrece
la rapiña alarga la vida. |
17 |
El
hombre que derrama sangre corre al sepulcro sin que nadie le
socorra. |
18 |
El
que anda en integridad será salvo; el que va por senderos tortuosos,
en alguno caerá. |
19 |
El que labra la tierra tendrá pan abundante; el que persigue
quimeras se hartará de pobreza. |
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Bondad
y equidad |
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20 |
El
hombre fiel será muy bendecido, el que de prisa se enriquece
no lo hará sin culpa. |
21 |
No
es bueno tener acepción de personas y se peca por un pedazo
de pan. |
22 |
El
envidioso se apresura a hacerse rico y no ve que le vendrá la
pobreza. |
23 |
El
que reprende hallará después mayor gracia que aquel que lisonjea
con la lengua. |
24 |
El
que roba a su padre o a su madre y dice que no es malo, es digno
compañero de bandidos. |
25 |
El
hombre codicioso suscita litigios, el que en Dios confía se
sacia. |
26 |
El
que en sí mismo confía es un necio, el que anda en sabiduría
será salvo. |
27 |
El
que da al pobre no tendrá pobreza, el que aparta de él sus ojos
tendrá muchas maldiciones. |
28 |
Cuando están en auge los impíos, se esconde la gente; mas, cuando
son destruidos, se multiplican los justos.
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Capítulo
29 |
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1 |
El
que reprendido endurece su cerviz, de repente será quebrantado
sin remedio. |
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Buen
gobierno |
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2 |
Bajo
el gobierno de los justos está contento el pueblo; cuando mandan
los impíos, el pueblo suspira. |
3 |
El
que ama la sabiduría alegra a su padre; el que frecuenta rameras
pierde su hacienda. |
4 |
El
rey con la justicia mantiene el Estado, pero el exactor lo lleva
a la ruina. |
5 |
El
que adula a su prójimo tiende un lazo a los pies de éste. |
6 |
Bajo
los pies del malvado hay una trampa, pero el justo corre alegremente. |
7 |
El
justo reconoce el derecho de los humildes, pero el impío no
entiende nada. |
8 |
Los
petulantes sublevan la ciudad; los sabios calman la ira. |
9 |
Si
un sabio disputa con un necio, que se enoje, que se ría, no
tendrá reposo. |
10 |
Los
hombres sanguinarios odian al íntegro, pero los rectos buscan
su vida. |
11 |
El
necio desfoga toda su ira, pero el sabio acaba por calmarla. |
12 |
El
príncipe que da oídos a la mentira tendrá ministros todos malos. |
13 |
El
pobre y el usurero se encuentran, y es Yavé quien hace brillar
los ojos de entrambos. |
14 |
El rey que hace justicia a los humildes hace firme su trono
para siempre. |
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Educación |
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15 |
La
vara y el castigo dan sabiduría; el muchacho consentido es la
vergüenza de su madre. |
16 |
Con
el crecer de los malos crece la iniquidad, pero los justos verán
su caída. |
17 |
Corrige
a tu hijo y te dará tranquilidad y hará las delicias de tu alma. |
18 |
Sin
profecía el pueblo va desenfrenado, pero el que guarda la ley,
dichoso él. |
19 |
No
con solas palabras se corrige el esclavo, porque entiende bien,
pero de obedecer, nada. |
20 |
¿Has
visto un hombre precipitado en el hablar? Más esperanza que
en él hay en el necio. |
21 |
El que acaricia a su siervo como a un niño, al fin se hará contumaz. |
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Suavidad
y humildad |
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22 |
El
iracundo levanta contiendas y el furioso muchas veces peca. |
23 |
La
soberbia trae al hombre la humillación, pero el de humilde de
espíritu consigue honra. |
24 |
El
que toma parte con el ladrón a sí mismo se odia; oye el conjuro
y no lo denuncia. |
25 |
El
temor del hombre es un lazo, pero el que teme a Yavé está seguro. |
26 |
Muchos
son los que buscan el favor del soberano, pero el juicio de
cada cual viene de Yavé. |
27 |
El inicuo es horror para el justo, y horror para el malvado
es el que obra rectamente.
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|
QUINTA
PARTE
PROVERBIOS
DE AGUR Y LEMUEL
C.R.Y&S |
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