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LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO

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CREACION DEL UNIVERSO SEGUN EL GÉNESIS

 

 
 

LA SAGRADA BIBLIA

PROVERBIOS

 

CUARTA PARTE

PARÁBOLAS DE SALOMÓN RECOGIDAS POR LOS SABIOS DE EZEQUÍAS

Capítulo 25
Nuevos proverbios de Salomón
   
1
También éstos son proverbios de Salomón, el rey, transcritos por los hombres de Ezequías, rey de Judá.
2
Gloria de Dios es encubrir las cosas y honra del rey escudriñarlas.
3
Como la altura del cielo y la profundidad de la tierra, así es insondable el corazón del rey.
4
Despoja de escorias la plata, y saldrá un vaso para el fundidor.
5
Aparta al inicuo del lado del rey, y con la justicia se afirmará su trono.
6
No te alabes en la presencia del rey ni te coloques en el sitial de los grandes.
7
Pues mejor es que te digan: “Sube acá”, que ser humillado delante del príncipe.
 
 
Los litigios
 
8
Lo que han visto tus ojos no lo hagas en seguida objeto de litigio; pues ¿qué harás al final, cuando te afrente tu prójimo?
9
Defiende tu pleito contra tu adversario, pero no descubras el secreto de otro.
10
Porque no pueda infamarte quien te escucha, sin que tenga remedio tu deshonra.
11
Manzana de oro en bandeja cincelada de plata es la palabra dicha a tiempo.
12
Zarcillo de oro y alhaja de oro fino es un sabio amonestador para el oído dócil.
13
Frescor de nieve en día de siega es el mensajero fiel para quien le manda, que refresca el ánimo de su señor.
14
Nube y viento sin lluvia es el hombre que se jacta de vana liberalidad.
15
Con longanimidad se aplaca el príncipe, y la lengua suave ablanda los huesos.
 
 
Moderación
 
16
Si encuentras miel, come lo suficiente; no te hartes y tengas que vomitarla.
17
Pon rara vez tu pie en la casa del vecino, no se harte de ti y te aborrezca.
18
Maza, espada y aguda saeta es el hombre que en falso testifica contra su prójimo.
19
Como diente quebrado y pie que resbala es la confianza del impío al tiempo de la angustia y como el que se quita la ropa en día de frío.
20
Echar vinagre sobre el natrón es cantar canciones al corazón afligido.
21
Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber;
22
pues así echas ascuas sobre su cabeza; y Yavé te lo pagará.
23
El viento norte produce la lluvia; el rostro airado, la lengua detractora.
24
Mejor es habitar en un rincón del desván que tener casa común con mujer rencillosa.
25
Agua fresca para el alma sedienta es la buena nueva que viene de lejanas tierras.
26
Fuente turbia y manantial infecto es el justo que cede ante el impío.
27
No hace bien comer demasiada miel y no es honroso buscar la propia gloria.
28
Ciudad derruída y sin murallas es el que no sujeta su temperamento.
   
Capítulo 26
1
Como nieve en el verano y lluvia en la siega, así conviene al necio la honra.
2
Como pájaro vago y como golondrina que vuela es la imprecación sin motivo; no se cumple.
3
Para el caballo el látigo, la cabezada para el asno, la vara para las espaldas del necio.
4
No respondas al necio según su necedad, para no hacerte como él.
5
Responde al necio como merece su necedad, para que no se tenga por sabio.
6
Sus pies se corta y daños sufre el que envía un mensaje por mano de un necio.
7
Como vacilan las piernas del cojo, así el proverbio en la boca del necio.
8
Como quien liga la piedra en la honda, así es el que hace honor al necio.
9
Como rama de espino en mano de un borracho, así es el proverbio en la boca del necio.
10
Como saeta que hiere a cualquiera que pasa, así al que asalaria al necio y al borracho.
11
Como perro que vuelve a su vómito es el necio que repite sus necedades.
12
¿Has visto a uno que se cree sabio? Más puedes esperar del necio que de él.
 
 
El perezoso
 
13
Dice el perezoso: “En el camino hay un chacal, un león en la plaza.”
14
Las puertas giran en sus quicios, el perezoso en su lecho.
15
El perezoso oculta la mano en el plato y se cansa aun para volverla a la boca.
16
El perezoso se cree prudente, más que siete que sepan responder.
 
 
El litigio
 
17
Agarrar por las orejas a un perro que pasa es entrometerte en un pleito que no te importa.
18
Como el loco que lanza llamas y saetas mortíferas,
19
tal es el hombre que daña a su amigo y dice después: “Lo hice por broma.”
20
Por falta de leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso cesa la contienda.
21
Como el carbón a las brasas y la leña al fuego, así es el chismoso para encender contiendas.
22
Las palabras del chismoso son bocado suave que baja hasta el fondo de las entrañas.
23
Baño de plata sobre vasija de barro es la palabra lisonjera para el corazón del malvado.
24
El que aborrece se enmascara con los labios, pero dentro lleva la traición.
25
Cuando su voz se hace afable, no confíes en él, pues siete abominaciones hay en su corazón.
26
Con doblez esconde su rencor, pero su malicia será descubierta en la asamblea.
27
El que cava la fosa cae dentro de ella, y al que rueda una piedra se le viene encima.
28
La lengua mentirosa odia la verdad, y la boca lisonjera provoca la ruina.
   
Capítulo 27
1
No te jactes del día de mañana, pues no sabes lo que dará de sí.
2
Que te alabe el extraño, no tu boca; el ajeno, no tus labios.
3
Pesada es la piedra, pesada la arena; pero la ira del necio es más pesada que ambas cosas.
4
Cruel es la ira, furiosa la cólera; pero ¿quién podrá parar ante la envidia?
5
Mejor es una abierta reprensión que un amor encubierto.
6
Leales son las heridas hechas por quien ama, pero los besos del que aborrece son engañosos.
7
El harto pisotea la miel, pero al hambriento le es dulce lo amargo.
8
Como pajarillo fuera de su nido es el hombre fuera de su patria.
9
El perfume y el incienso alegran el corazón, y la dulzura del amigo consuela el alma.
 
 
Amigos y vecinos
 
10
No dejes al amigo ni al amigo de tu padre, y no tendrás que ir a casa de tu hermano en el día de la desventura. Mejor es vecino cercano que hermano lejano.
11
Sé sabio, hijo mío, y compláceme, para que pueda yo responder a quien me moteja.
12
El prudente ve el peligro y se esconde, el simple sigue adelante y la paga.
13
Tómale el vestido por haber salido fiador de otro, y retén la prenda a quien fió a un extraño.
14
Al que a voces saluda al vecino de madrugada, por maldición se le cuenta.
15
Gotera incesante en día de lluvia y mujer rencillosa, allá se van.
16
Quien quiere contenerla pretende parar el viento o retener aceite en su diestra.
17
El hierro, con el hierro se aguza, y el hombre aguza a su prójimo.
18
El que guarda la higuera comerá su fruto, y el que atiende a su señor recibirá de él honores.
19
Como en el agua se parece un rostro a otro, así el corazón de un hombre al de otro.
20
El “seol” y el averno no se llenan nunca, y así el ojo del hombre no se sacia jamás.
21
Como el cristal para la plata y la hornaza para el oro, así es para el hombre la boca del que le alaba.
22
Aunque majes al necio en el mortero, no le sacarás su necedad.
 
 
Cuidado con la grey
 
23
Cuida bien de tu grey y pon atención a tus rebaños,
24
pues no dura siempre la riqueza, ni la corona va de generación en generación.
25
Sale el heno, aparece la verdura, siéganse las hierbas de los montes;
26
y los corderos te proporcionan vestidos, y los cabritos el precio de las labores,
27
las cabras, leche abundante para tu comida, para el mantenimiento de tu casa y para el sustento de tus criados.
   
Capítulo 28
1
Huye el malvado sin que nadie le persiga, mas el justo va seguro como cachorro de león.
2
Por los delitos de una tierra son muchos sus gobernantes, pero con uno inteligente y prudente dura largo tiempo.
3
El perverso que oprime a los pobres es una lluvia arrebatadora, que no da pan.
   
 
Observancia de la Ley
   
4
Los que abandonan la Ley alaban al impío; los que la guardan se irritan contra él.
5
Los malvados no conocen la justicia, pero el que busca a Yavé lo sabe todo.
6
Mejor es el pobre que anda en integridad que el rico de perversos caminos.
7
El que guarda la Ley es hijo prudente, el que se acompaña de glotones es vergüenza de su padre.
8
El que con usura y crecido interés aumenta sus caudales, para el que se apiada de los pobres lo allega.
9
Es abominable la oración de aquel que se aparta de la Ley.
10
El que a los rectos extravía por la mala senda, caerá en su propia sima; pero los perfectos heredarán el bien.
11
El rico es sabio a sus propios ojos, pero el pobre inteligente sabe sondearle.
12
Cuando prevalecen los justos hay gran gloria, pero cuando se alzan los impíos se esconden los hombres.
13
El que oculta sus pecados no prosperará, el que los confiesa y se enmienda alcanzará misericordia.
14
Bienaventurado el hombre que persevera en el temor, pero el de duro corazón caerá en la desventura.
15
León rugiente y oso hambriento es el soberano malo sobre un pueblo pobre.
16
Un príncipe insensato multiplica las extorsiones, pero el que aborrece la rapiña alarga la vida.
17
El hombre que derrama sangre corre al sepulcro sin que nadie le socorra.
18
El que anda en integridad será salvo; el que va por senderos tortuosos, en alguno caerá.
19
El que labra la tierra tendrá pan abundante; el que persigue quimeras se hartará de pobreza.
 
 
Bondad y equidad
 
20
El hombre fiel será muy bendecido, el que de prisa se enriquece no lo hará sin culpa.
21
No es bueno tener acepción de personas y se peca por un pedazo de pan.
22
El envidioso se apresura a hacerse rico y no ve que le vendrá la pobreza.
23
El que reprende hallará después mayor gracia que aquel que lisonjea con la lengua.
24
El que roba a su padre o a su madre y dice que no es malo, es digno compañero de bandidos.
25
El hombre codicioso suscita litigios, el que en Dios confía se sacia.
26
El que en sí mismo confía es un necio, el que anda en sabiduría será salvo.
27
El que da al pobre no tendrá pobreza, el que aparta de él sus ojos tendrá muchas maldiciones.
28
Cuando están en auge los impíos, se esconde la gente; mas, cuando son destruidos, se multiplican los justos.
   
Capítulo 29
1
El que reprendido endurece su cerviz, de repente será quebrantado sin remedio.
 
 
Buen gobierno
 
2
Bajo el gobierno de los justos está contento el pueblo; cuando mandan los impíos, el pueblo suspira.
3
El que ama la sabiduría alegra a su padre; el que frecuenta rameras pierde su hacienda.
4
El rey con la justicia mantiene el Estado, pero el exactor lo lleva a la ruina.
5
El que adula a su prójimo tiende un lazo a los pies de éste.
6
Bajo los pies del malvado hay una trampa, pero el justo corre alegremente.
7
El justo reconoce el derecho de los humildes, pero el impío no entiende nada.
8
Los petulantes sublevan la ciudad; los sabios calman la ira.
9
Si un sabio disputa con un necio, que se enoje, que se ría, no tendrá reposo.
10
Los hombres sanguinarios odian al íntegro, pero los rectos buscan su vida.
11
El necio desfoga toda su ira, pero el sabio acaba por calmarla.
12
El príncipe que da oídos a la mentira tendrá ministros todos malos.
13
El pobre y el usurero se encuentran, y es Yavé quien hace brillar los ojos de entrambos.
14
El rey que hace justicia a los humildes hace firme su trono para siempre.
 
Educación
 
15
La vara y el castigo dan sabiduría; el muchacho consentido es la vergüenza de su madre.
16
Con el crecer de los malos crece la iniquidad, pero los justos verán su caída.
17
Corrige a tu hijo y te dará tranquilidad y hará las delicias de tu alma.
18
Sin profecía el pueblo va desenfrenado, pero el que guarda la ley, dichoso él.
19
No con solas palabras se corrige el esclavo, porque entiende bien, pero de obedecer, nada.
20
¿Has visto un hombre precipitado en el hablar? Más esperanza que en él hay en el necio.
21
El que acaricia a su siervo como a un niño, al fin se hará contumaz.
 
 
Suavidad y humildad
 
22
El iracundo levanta contiendas y el furioso muchas veces peca.
23
La soberbia trae al hombre la humillación, pero el de humilde de espíritu consigue honra.
24
El que toma parte con el ladrón a sí mismo se odia; oye el conjuro y no lo denuncia.
25
El temor del hombre es un lazo, pero el que teme a Yavé está seguro.
26
Muchos son los que buscan el favor del soberano, pero el juicio de cada cual viene de Yavé.
27
El inicuo es horror para el justo, y horror para el malvado es el que obra rectamente.
   

QUINTA PARTE

PROVERBIOS DE AGUR Y LEMUEL

 

C.R.Y&S