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TERCERA
PARTE
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APOCALIPSIS
DE ISAÍAS |
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24 |
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Devastación
universal |
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1 |
He
aquí que Yavé devasta la tierra, la asola y trastorna
su faz, dispersando a sus habitantes. |
2 |
Y
será del pueblo como del sacerdote, del siervo como de su
amo, de la criada como de su señora, del que compra como
del que vende, del que presta como del que toma prestado, del acreedor
como del deudor. |
3 |
La
tierra será totalmente devastada y entregada al pillaje,
porque Yavé ha pronunciado esta palabra. |
4 |
La
tierra está en duelo, marchita; el orbe languidece y se marchita,
la clase alta del pueblo se debilita. |
5 |
La
tierra está profanada bajo sus moradores, que traspasaron
la ley, falsearon el derecho, rompieron la alianza eterna. |
6 |
Por
eso la maldición devora la tierra, y son culpables sus moradores.
Por eso arderán los moradores de la tierra y quedarán
pocos hombres. |
7 |
Está
en duelo el mosto, y la vid languidece, y suspiran todos los alegres
de corazón. |
8 |
Ha
cesado la alegría de los tambores, se acabó el regocijo
de los exultantes, ha cesado el júbio de la cítara. |
9 |
Ya
no beben el vino entre cantares, y las bebidas son amargas al que
las bebe. |
10 |
Ha
sido quebrantada la ciudad de la confusión, cerradas todas
las casas, sin que nadie entre en ellas. |
11 |
Gritería
por el vino en las calles, se oscureció toda alegría,
desterróse de la tierra el júbilo. |
12 |
La
desolación ha quedado en la ciudad, y la puerta, abatida,
en ruinas. |
13 |
Porque
así será en la tierra, en medio de los pueblos, como
cuando se sacude el olivo, como cuando se hace el rebusco una vez
concluida la recolección. |
14 |
Aquéllos
alzan sus voces, lanzan gritos de alegría, desde el mar cantan
la majestad de Yavé. |
15 |
Por
eso en el oriente glorifican a Yavé en las costas del mar,
el nombre de Yavé, Dios de Israel. |
16 |
Desde
los confines de la tierra oímos cantar: ¡Gloria al
justo! Pero yo digo: ¡Desgraciado de mí, desgraciado
de mí, ay de mí! Los pérfidos han obrado pérfidamente,
los pérfidos han obrado pérfidamente. |
17 |
Terror,
hoya, red sobre ti, habitante de la tierra. |
18 |
Y
sucederá que el que huya de la voz de pánico caerá
en la hoya, y el que salga del medio de la hoya se enredará
en la red, porque ábrense las cataratas en lo alto y tiemblan
los fundamentos de la tierra. |
19 |
La
tierra se rompe con estrépito, la tierra retiembla, se conmueve. |
20 |
La
tierra vacila como un ebrio, es sacudida como una choza. Pesan sobre
ella sus pecados, y caerá para no volver a levantarse. |
21 |
Y
será en aquel día que visitará Yavé
la milicia de los cielos en la altura, y abajo a los reyes de la
tierra.
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22 |
Y
serán encerrados presos en la mazmorra, encarcelados en la
prisión, y después de muchos días serán
visitados. |
23 |
Y
la luna se sonrojará, y avergonzaráse el sol, porque
Yavé de los ejércitos reinará en el monte de
Sión y en Jerusalén y (resplandecerá) su gloria
ante sus ancianos. |
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25 |
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La
impiedad, abatida |
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1 |
Yavé,
tú eres mi Dios; yo te ensalzaré y alabaré
tu nombre, porque has cumplido maravillas, designios de mucho ha
en fidelidad y verdad. |
2 |
Porque
hiciste de la ciudad un montón de piedras, de la ciudad fuerte
una ruina. Ya la ciudadela de los extranjeros no es ciudad, y no
será jamás reedificada. |
3 |
Por
eso te glorificará un pueblo fuerte y te temerá la
ciudad de las naciones poderosas. |
4 |
Porque
fuiste tú un refugio para el humilde, refugio para el pobre
en su angustia, cobijo contra la tempestad, sombra contra el calor,
pues el aliento de los tiranos es como una borrasca de invierno. |
5 |
Cómo
calor sobre tierra seca, apaciguarás el tumulto de los extranjeros;
como el calor a la sombra de una nube, el cántico de los
tiranos se extingue. |
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Cántico
de los redimidos |
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6 |
Y
preparará Yavé de los ejércitos a todos los
pueblos sobre este monte un festín de suculentos manjares;
un festín de vinos generosos, de manjares grasos y tiernos,
de vinos generosos clarificados, |
7 |
y
sobre este monte hará desaparecer el velo que oculta a todos
los pueblos, la cortina que cubre a todas las naciones. |
8 |
Y
destruirá la muerte para siempre, y enjugará el Señor
las lágrimas de todos los rostros, y alejará el oprobio
de su pueblo, lejos de toda la tierra, porque Yavé ha hablado. |
9 |
Y
se dirá en aquel día: He aquí a nuestro Dios,
hemos esperado en El que nos salvará. Ahí está
Yavé, a quien esperábamos; gócemenos y alegrémonos
en su salvación. |
10 |
Porque
la mano de Yavé descansará sobre este monte, pero
Moab será pisoteado debajo de El, como se pisotea la paja
en el muladar. |
11 |
Y
tenderá sus manos en su interior, como las tiende el nadador
para nadar; pero Yavé abatirá su soberbia y los esfuerzos
de sus manos. |
12 |
Y la fortaleza elevada de tus murallas ha abatido, ha hecho caer
y derribado hasta el polvo.
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26 |
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1 |
En
aquel día cantarán este cántico en la tierra
de Judá: Tenemos una ciudad fuerte; por muro y antemuro nos
da El la salvación. |
2 |
Abrid
las puertas, que entre un pueblo justo, que se mantiene fiel. |
3 |
Su
firme ánimo conservará la paz, porque en ti pone su
confianza. |
4 |
Confiad
siempre en Yavé, pues Yavé es la roca eterna. |
5 |
El
destruyó a los que habitan en las alturas, derribó
la ciudad soberbia. |
6 |
La
derribó hasta la tierra, la arrojó al polvo, y es
hollada por pies, por los pies de los pobres y los pasos de los
humildes. |
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La
esperanza del justo |
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7 |
La
senda de los justos es recta, derecho el camino que tú abres
al justo. |
8 |
Nosotros
ciertamente te esperamos en la senda de tus juicios, ¡oh Yavé!
Tu nombre, tu memoria es el anhelo del alma. |
9 |
Deséate
mi alma por la noche, y mi espíritu te busca dentro de mí,
pues cuando (aparezcan) sobre la tierra tus juicios, aprenderán
justicia los habitantes del orbe. |
10 |
Si
al impío se le hace gracia, no aprende la justicia, y en
la tierra de lo recto hace el mal y no ve la majestad de Dios. |
11 |
Alzada
está tu mano, ¡oh Yavé!; no la ven; verán,
confundidos, tu celo por el pueblo, y el fuego de tus enemigos los
devorará. |
12 |
Depáranos
la paz, ¡oh Yavé!, pues cuanto hacemos eres tú
quien para nosotros lo hace. |
13 |
Yavé,
Dios nuestro, otros señores, que no tú, se enseñorearon
de nosotros; sólo por ti celebramos tu nombre, |
14 |
Los
muertos no revivirán, no se levantarán las sombras,
porque los visitaste y destruíste y borraste todo recuerdo
de ellos. |
15 |
Multiplicaste
al pueblo, ¡oh Yavé!, multiplicaste a tu nación,
te has glorificado, ensanchaste todos los confines de la tierra. |
16 |
En
la angustia, ¡oh Yavé!, te han visitado, han derramado
plegarias cuando tú los castigabas. |
17 |
Como
la mujer encinta, cuando llega el parto, se retuerce y grita en
sus dolores, así estábamos nosotros ante ti, Yavé. |
18 |
Concebimos,
nos retorcimos como si pariésemos viento, no dimos salvación
a la tierra ni nacieron habitantes del orbe. |
19 |
Revivirán
tus muertos, mis cadáveres se levantarán; despertad
y cantad los que yacéis en el polvo, porque rocío
de luces es tu rocío, y la tierra parirá sombras. |
20 |
Anda,
pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra tus puertas tras
de ti, ocúltate por un poco, mientras pasa la cólera. |
21 |
Porque
he aquí que Yavé va a salir de su lugar para castigar
la iniquidad de los moradores de la tierra, y la tierra descubrirá
su sangre, no encubrirá más sus asesinados.
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27 |
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1 |
Aquel
día castigará Yavé con su espada pesada, grande
y poderosa, al leviatán serpiente huidiza; al leviatán
serpiente tortuosa, y matará al monstruo que está
en el mar. |
2 |
En
aquel día se dirá: Cantad a la viña deliciosa;
yo, Yavé, la guardo, |
3 |
yo
la riego a cada momento para que no falte su follaje, yo la guardo
día y noche |
4 |
sin
enojo. ¡Quién me diera espinas y abrojos en batalla!
Marcharía contra ellos y los quemaría juntamente, |
5 |
a
no ser que se pongan bajo mi protección y hagan la paz conmigo,
hagan conmigo la paz. |
6 |
Días
vendrán en que Jacob echará raíces, e Israel
echará flores y retoños y llenará la faz del
mundo con su fruto. |
7 |
¿Le
hirió (Yavé) como hirió a los que le herían?¿Le
mató como mató a los que le mataban? |
8 |
Expulsándole
le ha combatido, echándole con su soplo impetuoso en día
de viento solano. |
9 |
Por
eso, con esto se expió el crimen de Jacob, y éste
es todo el fruto del alejamiento de su pecado: que ponga todas las
piedras del altar como piedras calizas dispersadas, de modo que
no se levanten aseras y estelas solares. |
10 |
Pues
la ciudad fuerte quedó solitaria, morada desamparada y abandonada
como el desierto. Allí se apacienta el becerro, allí
se echa y allí ramonea. |
11 |
Cuando
sus ramas están secas, se rompen, vienen las mujeres y les
prenden fuego, pues es un pueblo sin conocimiento; por eso el que
lo hizo no tuvo piedad de él, el que lo formó no se
compadeció de él. |
12 |
Y
sucederá aquel día: sacudirá Yavé espigas
desde el río hasta el torrente de Egipto, y vosotros seréis
recogidos uno a uno, hijos de Israel. |
13 |
Y acontecerá aquel día: se tocará la gran trompeta,
y vendrán los perdidos en la tierra de Asur y los dispersos
en la tierra de Egipto, y se prosternarán ante Yavé
en el monte santo de Jerusalén. |
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