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SEGUNDA
PARTE |
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ORÁCULOS
CONTRA LAS NACIONES GENTILES |
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13 |
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Oráculo
Contra Babilonia |
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1 |
Oráculo
sobre Babilonia, que vio Isaías, hijo de Amós: |
2 |
Alzad
bandera sobre lo alto de un monte desnudo, gritadles, hacedles señas
con las manos para que entren por las puertas de los príncipes. |
3 |
Yo
mando a mi ejército consagrado para la guerra, y llamo a
mis valientes para ejecutar mi ira, a los que triunfan para mi gloria. |
4 |
Murmullo
de muchedumbres en los montes, ruido de muchas gentes, de reinos,
de gentes reunidas. Yavé de los ejércitos revista
al ejército que va a combatir. |
5 |
Viene
de tierra lejana, de los confines de los cielos, Yavé con
los instrumentos de su furor para asolar la tierra toda. |
6 |
Lamentaos,
que se acerca el “día de Yavé,” que vendrá
como azote del Todopoderoso, |
7 |
y
desfallecerán todos los brazos y se helarán todos
los corazones de los hombres; |
8 |
se
llenarán de terror y de angustia, y de dolor se retorcerán
como parturienta. Se mirarán con estupor unos a otros y se
encenderán en llama sus rostros. |
9 |
Ved
que se acerca el día de Yavé, y cruel, con cólera
y furor ardiente, para hacer de la tierra un desierto y exterminar
a los pecadores. |
10 |
Las
estrellas del cielo y sus luceros no darán su luz; el sol
se esconderá en naciendo, y la luna no hará brillar
su luz. |
11 |
Yo
castigaré al mundo por sus crímenes, y a los malvados
por sus iniquidades. Yo haré cesar la insolencia de los soberbios
y abatiré la altivez de los opresores. |
12 |
Yo
haré que sean los hombres más escasos que el oro fino,
más que el oro de Ofir. |
13 |
Yo
haré estremecer a los cielos, y temblará la tierra
en su lugar ante la indignación de Yavé de los ejércitos,
el día del furor de su ira. |
14 |
Entonces,
como cierva asustadiza, como ovejas sin pastor, se irá cada
uno a su pueblo, huirá cada uno a su tierra. |
15 |
Cuantos
fueren habidos serán degollados, cuantos fueren tomados caerán
a la espada. |
16 |
Sus
hijos serán estrellados a sus ojos, sus casas incendiadas,
sus mujeres violadas. |
17 |
Yo
despertaré contra ellos a los medos, que no se cuidan de
la plata, que no codician el oro. |
18 |
Y
los arcos aplastarán a los mancebos, y no harán gracia
al fruto del vientre ni tendrán sus ojos piedad de los niños. |
19 |
Entonces
Babilonia, la flor de los reinos, ornamento de la soberbia de los
caldeos, será como Sodoma y Gomorra, que Dios destruyó. |
20 |
No
volverá jamás a ser habitada, ni poblada en los siglos
venideros. No alzará allí el árabe su tienda,
ni se apacentarán allí los ganados. |
21 |
Morarán
allí las fieras, y los buhos llenarán sus casas. Habitarán
allí los avestruces, y harán allí los sátiros
sus danzas. |
22 |
En
sus palacios aullarán los chacales, y los lobos en sus casas
de recreo. Está para llegar su tiempo, no se alargarán
mucho sus días. |
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14 |
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Promesa
de liberación y canto triunfal |
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1 |
Porque
Yavé se apiadará de Jacob, todavía escogerá
a Israel, y los hará descansar en su tierra; a ellos se unirán
los extranjeros, se unirán a la casa de Jacob. |
2 |
Los
tomarán los pueblos y los llevarán a su lugar,y la
casa de Israel los tendrá en heredad, como siervos y siervas,
en la tierra de Yavé. Cautivarán a los que los habían
cautivado y dominarán a sus opresores. |
3 |
Y
sucederá que el día en que Yavé te dará
el reposo de tus fatigas, de tus penas y de la dura servidumbre
a que estuviste sometido, |
4 |
entonarás
esta sátira contra el rey de Babionia, y dirás. ¿Cómo
se acabó el opresor y pasó la vejación? |
5 |
Rompió
Yavé la vara de los impíos, el cetro de los tiranos. |
6 |
El
que castigaba los pueblos con furor, sin cansarse de fustigar; el
que en su cólera subyugaba las naciones bajo un yugo sin
piedad. |
7 |
Toda
la tierra está en paz, toda en reposo, exulta de alegría. |
8 |
Hasta
los cipreses se alegraron de ti, los cedros del Líbano. Desde
que yaces, no sube contra nosotros el leñador. |
9 |
El
seol se conmueve en sus profundidades a causa tuya, para ir al encuentro
de tu llegada, y por ti despiertan las sombras, todos los grandes
de la tierra; haces levantar de sus tronos a todos los reyes de
las naciones. |
10 |
Y
todos a voces te dicen: ¿También tú te debilitaste
como nosotros y has venido a ser semejante a nosotros? |
11 |
Ha
bajado al seol tu gloria al son de tus arpas; bajo ti se extienden
los gusanos, y gusanos son tu cobertura. |
12 |
¿Cómo
caíste del cielo, lucero brillante, hijo de la aurora, echado
por tierra el dominador de las naciones? |
13 |
Y
tú decías en tu corazón: Subiré a los
cielos; en lo alto, sobre las estrellas del cielo, elevaré
mi trono, y me asentaré en el monte de la asamblea, en las
profundidades del aquilón. |
14 |
Subiré
sobre las cumbres de las nubes y seré igual al Altísimo. |
15 |
Pues
bien, al seol has bajado, a las profundidades del abismo. |
16 |
Los
que te ven te contemplan, sobre ti piensan: ¿Es éste
el que hacía temblar la tierra, el que trastornaba los reinos, |
17 |
el
que hacía del mundo un desierto, devastaba las ciudades y
no liberaba a sus cautivos? |
18 |
Todos
los reyes de las naciones reposan con honor, cada uno en su morada; |
19 |
pero
tú has sido arrojado de tu sepulcro como rama abominable;
revestido de asesinados, los muertos por la espada, con lo que descienden
a sepulcros de piedra; como cadáver pisoteado, |
20 |
no
tendrás con ellos sepultura, porque arruinaste tu tierra,
asesinaste a tu pueblo. No se hablará jamás de la
raza de los impíos. |
21 |
Preparad
un matadero para los hijos por la iniquidad de sus padres, no se
levanten para conquistar la tierra y llenar el mundo de ruinas. |
22 |
Yo
me alzaré contra ellos, dice Yavé de los ejércitos.
Yo aniquilaré de Babilonia su nombre y sus restos, su raza
y su germen, dice Yavé de los ejércitos. |
23 |
Yo
la haré hura de erizos, fangosa charca, y la barreré
con la escoba de la destrucción, dice Yavé de los
ejércitos. |
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Oráculo
contra Asiria |
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24 |
Yavé
de los ejércitos lo ha jurado, diciendo: Sí, lo que
yo he decidido llegará, lo que yo he resuelto se cumplirá: |
25 |
destruiré
al asirio en mi tierra, y le hollaré en mis montes, y les
quitaré de encima su yugo, y arrojarán su carga de
sobre sus espaldas. |
26 |
He
ahí la resolución tomada contra toda la tierra, he
ahí la mano tendida contra todos los pueblos. |
27 |
Porque
Yavé de los ejércitos lo ha decidido, ¿quién
se le opondrá? Tendida está su mano, ¿quién
la apartará? |
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Oráculo
contra Filistea |
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El
año de la muerte del rey Ajaz se dio este oráculo: |
29 |
No
te alegres tú, Filistea toda, por haberse roto la vara que
te hería, porque de la raza de la serpiente nacerá
un basilisco, y su fruto será un dragón volador. |
30 |
Los
pobres se apacentarán en mis pastos y los indigentes reposarán
seguros. Yo haré morir de hambre a tu posteridad y destruiré
lo que de ti queda. |
31 |
Gime,
¡oh puerta! grita, ¡oh ciudad!; cae desfallecida, Filistea
toda, porque viene del aquilón una humareda y ninguno se
separa de sus batallones; |
32 |
y
¿qué responderá a los mensajeros del gentil?
Yavé fundó a Sión, y a ella se acogerán
los desvalidos del pueblo. |
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15 |
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Oráculo
Contra Moab |
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1 |
Oráculo
sobre Moab: Ved, asolada de noche, Ar-Moab está en ruinas;
asolada de noche, está en ruinas Quir-Moab. |
2 |
La
hija de Dibón ha subido a los altos para llorar, y Moab se
lamenta por Nebo y por Madaba. Todas las cabezas están rasuradas;
todas las barbas, afeitadas. |
3 |
Salen
por las calles vestidos de saco, por los terrados, por las plazas.
Todos dan alaridos, se deshacen en llanto. |
4 |
Hesebón
y Eleale lanzan gritos, cuyos ecos se oyen hasta Jahas. Por eso
Moab siente desfallecer sus ríñones, y su alma desmaya. |
5 |
Salen
gritos del corazón de Moab, sus huidos llegan a Segor y a
Eglat-Selisiya; ciertamente suben llorando la cuesta de Luhit, en
verdad por el camino de Joronaím van dando gritos de angustia; |
6 |
se
han secado las aguas de Timrim, pues se ha secado el heno, se ha
marchitado la hierba, no hay verdor. |
7 |
Por
eso llevan sus ahorros y sus provisiones al otro lado del torrente
de los Sauces. |
8 |
Pues
el clamor rodea las fronteras de Moab, los lamentos llegan hasta
Eglaím, y hasta Beer-Elim llegan sus alaridos, |
9 |
porque las aguas de Dimón están llenas de sangre,
y todavía mandaré sobre Dimón nuevos (males),
leones para los escapados de Moab y para los supervivientes de la
tierra.
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16 |
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1 |
Enviad
la hija del señor de la tierra desde la Roca del desierto
al monte de la hija de Sión, |
2 |
y
sucederá que como ave fugitiva, como nidada dispersa, serán
las hijas de Moab por los vados del Arnón. |
3 |
Resuelve,
decide, haz a tu sombra como de noche en pleno mediodía,
oculta a los desterrados, no descubras al fugitivo. |
4 |
Hospédense
en ti los desterrados de Moab, sé para ellos cobijo ante
el devastador, hasta que acabe el opresor, cese el devastador y
sea consumado fuera del país el pisoteador. |
5 |
Y
el trono se afirmará por la clemencia, y se sentará
sobre él en fidelidad, en la tienda de David, un juez que
buscará el derecho y será pronto a la justicia. |
6 |
Hemos
oído del orgullo de Moab, orgulloso en extremo; su arrogancia,
su orgullo, su insolencia, su vana palabrería. |
7 |
Por
eso laméntese Moab por Moab, sean todos lamentos, suspiren
profundamente conmovidos por las tortas de uvas pasas de QuirJareset, |
8 |
porque
las viñas de Hesebón están marchitas. Los señores
de las naciones han pisoteado la viña de Sibma. Sus ramas
se extendían hasta Jazer, sus sarmientos iban a perderse
en el desierto, se expandían y pasaban el mar. |
9 |
Por
eso uno mis llantos a los llantos de Jazer por la viña de
Sibma, y os riego con mis lágrimas, Hesebón y Eleale,
sobre cuyos frutos y cosechas caía el grito del lagarero. |
10 |
Ha
desaparecido el gozo y la alegría del vergel, ya no hay cantos
ni gritos de júbilo en las viñas, ya no se pisa el
vino en los lagares, ya cesó el canto del lagarero. |
11 |
Por
eso mis entrañas vibran como un arpa por Moab, y mi corazón
por Quir-Jareset. |
12 |
Y
sucederá que, cuando Moab se presente y se esfuerce sobre
los lugares altos y entre en su santuario para orar, no podrá. |
13 |
Esta
es la palabra que sobre Moab pronunció Yavé en otro
tiempo: |
14 |
Y
ahora habló Yavé diciendo: Dentro de tres años,
como años de jornalero, será abatida la gloria de
Moab con toda su turba, y quedará de ella bien poco, sin
importancia. |
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17 |
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Oráculo
sobre Damasco |
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1 |
Oráculo
sobre Damasco: Ved a Damasco borrada del número de las ciudades,
no es más que un montón de ruinas. |
2 |
Sus
ciudades, abandonadas para siempre, serán para los ganados;
se tumbarán y no habrá quien los despierte. |
3 |
Cesará
de Efraím la fortaleza, y de Damasco el reino, y del resto
de Aram será lo que de la gloria de los hijos de Israel,
dice Yavé de los ejércitos. |
4 |
Será
en aquel tiempo atenuada la gloria de Jacob, y enflaquecerá
la grasa de su carne, |
5 |
y
será corno cuando el segador recoge la mies y su brazo siega
las espigas, y será como cuando se espiga en el valle de
Refaím. |
6 |
Queda
un rebusco como después de cosechada la aceituna, dos o tres
olivas en la punta de la copa, cuatro o cinco en las ramas del árbol,
dice Yavé, Dios de Israel. |
7 |
Aquel
día se volverá el hombre hacia su Hacedor, sus ojos
mirarán al Santo de Israel. |
8 |
Y
no se volverá a los altares, obras de sus manos; no mirarán
a lo que hicieron sus dedos, a las aseras ni a los cipos del sol. |
9 |
Aquel
día serán tus ciudades fuertes abandonadas como las
ciudades de los amorreos y jeveos que dejaron ante los hijos de
Israel, y habrá desolación. |
10 |
Porque
te olvidaste del Dios de tu salud y no te acordaste de la roca de
tu fuerza. Por esto plantaste los jardines de Adonis y los sembraste
de pámpanos extranjeros; |
11 |
el día mismo que los plantaste, lo cercaste, y en la mañana
hiciste florecer a tu semilla; se desvaneció la cosecha en
el día de la angustia, y el dolor es irremediable. |
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Oráculo
sobre Eiopía |
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12 |
¡Ay!
estruendo de muchos pueblos; braman como el bramido del mar; estrépito
de naciones, como el estrépito de aguas copiosísimas; |
13 |
y
le increpa, y huye lejos, aventado como el tamo de las montañas
ante el viento, como el remolino de polvo por el huracán. |
14 |
A
la hora de la tarde será el espanto y antes de la mañana
habrá desaparecido. Esta será la suerte de los que
nos despojan, la suerte de los que nos saquean. |
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18 |
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1 |
¡Ay
de la tierra del zumbido de alas detrás de los ríos
de Cus, la que envía mensajeros por el mar en naves de juncos
sobre las aguas! |
2 |
Id,
veloces mensajeros, al pueblo de elevada talla y piel brillante,
a la nación temible y lejana, |
3 |
a
la nación fuerte y pisoteadora, cuya tierra está surcada
de ríos. Todos vosotros, los moradores del mundo, los habitantes
de la tierra, cuando sobre el monte se alce la bandera, mirad; cuando
oigáis sonar la trompeta, escuchad. |
4 |
Porque
he aquí lo que ha dicho Yavé: Yo miro tranquilo desde
mi morada, como calienta sereno un sol brillante, como nube de rocío
en el calor de la siega. |
5 |
Porque
antes de la vendimia, cuando se ha terminado la floración
y la flor se convierte en maduros racimos, cortará los sarmientos
con la podadera, y aun quitará y arrancará las cepas; |
6 |
serán
abandonados todos a los buitres de los montes y a las bestias del
país; allí pasarán los buitres el verano, y
las bestias del país el invierno. |
7 |
En
aquel tiempo traerán ofrendas a Yavé de los ejércitos,
del pueblo de alta talla y piel brillante, del pueblo temible lejano,
de la nación fuerte y pisoteadora, cuya tierra está
surcada de ríos, a la morada del nombre de Yavé, al
monte de Sión. |
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19 |
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Oráculo
Sobre Egipto |
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1 |
Oráculo
sobre Egipto: Ved cómo Yavé, montado sobre ligera
nube, llega a Egipto; ante El tiemblan todos los ídolos de
Egipto, y el corazón de Egipto se derrite en su interior. |
2 |
“Armaré
a Egipto contra Egipto, y lucharán hermanos contra hermanos,
amigos contra amigos, ciudad contra ciudad, reino contra reino. |
3 |
Y
el espíritu de Egipto será vaciado en su interior,
y desbarataré sus consejos, y preguntarán a los ídolos
y a los hechiceros, a los evocadores y adivinos. |
4 |
Y
entregaré a Egipto en manos de duro dueño, y un rey
fuerte se adueñará de ellos, dice el Señor,
Yavé de los ejércitos.” |
5 |
Las
aguas del mar se agotarán, y el río se consumirá,
se secará, |
6 |
y
apestarán los canales, bajarán y se secarán
los ríos de Egipto; juncos y cañas se mustiarán. |
7 |
Las
praderas sobre el Nilo, a las riberas del Nilo, cuanto el Nilo hace
brotar, se secará, se disipará y dejará de
ser. |
8 |
Y
gemirán los pescadores, y se lamentarán cuantos echan
en el Nilo el anzuelo, y cuantos extienden la red en las aguas languidecerán. |
9 |
Y
se avergonzarán los que trabajan en lino; peinadoras y tejedores
palidecerán. |
10 |
Sus
tejedores serán oprimidos, y todos los obreros apesadumbrados. |
11 |
Los
príncipes de Zoán son del todo locos; los sabios consejeros
del faraón son de necio consejo. ¿Corno decís
al faraón: Somos hijos de sabios, hijos de antiguos reyes? |
12 |
¿Dónde
están, pues, tus sabios? Infórmente y dente a saber
lo que Yavé de los ejércitos ha determinado sobre
Egipto. |
13 |
Los
príncipes de Zoán son del todo locos, los príncipes
de Menfis van errados, los jefes de sus tribus engañan a
Egipto. |
14 |
Yavé
ha derramado en su interior un espíritu de vértigo,
y descarrían a Egipto en cuanto hacen, como se tambalea un
borracho al vomitar. |
15 |
Y
no habrá para Egipto obra alguna, háganlo cabeza y
cola, palmera y junco. |
16 |
Aquel
día serán los egipcios como mujeres, se aterrarán
y temblarán ante la mano agitada de Yavé de los ejércitos,
que hace blandir sobre ellos. |
17 |
Y
será la tierra de Judá motivo de espanto para Egipto;
quienquiera que la oiga nombrar, temblará ante los designios
de Yavé de los ejércitos que decidió sobre
él. |
18 |
En
aquel día habrá en tierra de Egipto cinco ciudades
que hablarán la lengua de Canaán y jurarán
por Yavé de los ejércitos, y de ellas una se llamará
la Ciudad del Sol. |
19 |
Aquel
día habrá en medio de la tierra de Egipto altar para
Yavé,y en sus fronteras estelas de Yavé. |
20 |
Esto
será para Yavé de los ejércitos señal
y testimonio en la tierra de Egipto, y cuando llamen a Yavé
en sus tribulaciones, Yavé les mandará un salvador,
que luchará y los salvará. |
21 |
Yavé
hará que los egipcios le conozcan, y Egipto conocerá
aquel día a Yavé, y le ofrecerán sacrificios
y oblaciones, y harán votos a Yavé, y los cumplirán. |
22 |
Y
Yavé castigará a Egipto hiriendo y sanando, y se convertirán
a Yavé, que se dejará mover a compasión y lo
curará. |
23 |
Aquel
día habrá un camino de Egipto a Asiria, y Asiria irá
a Egipto, y Egipto a Asiria, y Egipto juntamente con Asiria servirán
a Yavé. |
24 |
Aquel
día Israel será tercero con Egipto y Asiria, como
bendición en medio de la tierra. |
25 |
Bendición de Yavé de los ejércitos, que dice:
Bendito mi pueblo de Egipto, y Asiria, obra de mis manos, e Israel,
mi heredad.
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20 |
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Oráculo
sobre Egipto y Etiopía |
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1 |
El
año en que el Tartán vino a Azoto mandado por Sargón,
rey de Asiria, y combatió Azoto y la tomó, |
2 |
en
aquel tiempo habló Yavé por Isaías, hijo de
Amós, diciendo: Ve, quítate de tus lomos el saco y
descálzate los pies. Hízolo así Isaías,
andando desnudo y descalzo, |
3 |
y
dijo Yavé: Como anduvo Isaías, mi siervo, desnudo
y descalzo tres años, señal y pronóstico sobre
Egipto y Etiopía, |
4 |
así
llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y a los
desterrados de Etiopía, mozos y viejos, desnudos y descalzos,
al aire las nalgas, la desnudez de Egipto. |
5 |
Y
los que contaban con Etiopía y se enorgullecían de
Egipto, quedarán consternados y confusos, |
6 |
y
los moradores de esta tierra dirán: Mirad a los que eran
nuestra esperanza, a los que pensábamos acogernos para que
nos sirvieran de refugio y protección contra el rey de Asiría.
¿Cómo escaparemos nosotros ? |
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21 |
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Oráculo
sobre Babilonia |
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1 |
Oráculo
sobre el desierto del mar. Como huracán del Negeb desencadenado,
viene del desierto, de la tierra espantosa. |
2 |
Me
ha sido mostrada una dura visión: saqueadores saqueando,
aseladores asolando. Sube Elam, asedia Media. Yo hago cesar todo
gemido. |
3 |
Por
eso mis riñones se han llenado de espasmo; soy presa de dolores
como de parturienta; y aturdido, ya no oigo; espantado, ya no veo. |
4 |
Pasmóse
mi corazón, el terror me invadió; la hora del crepúsculo,
por mí deseada, se trocó para mí en espanto. |
5 |
Han
puesto la mesa, han tendido el mantel, se come, se bebe. ¡Arriba,
príncipes, a engrasar el escudo! |
6 |
Porque
así me ha dicho el Señor: Ve, pon un atalaya que comunique
lo que vea, |
7 |
y
si ve un tropel de caballos, de dos en dos, tiros de asnos, tiros
de camellos, |
8 |
que
mire atentamente, muy atentamente, y que grite: “Ya veo.”
Así estoy yo, Señor, en atalaya, sin cesar todo el
día, y me quedo en mi puesto toda la noche. |
9 |
Y
he aquí que llegan tropeles de gente, tiros de caballos,
y comenzaron a hablar, diciendo: ¡Cayó, Babilonia ha
caído, y todas las estatuas de sus dioses yacen por tierra
destrozadas! |
10 |
¡Oh
mi (pueblo) trillado e hijo mío de la era! lo que he oído
de parte de Yavé de los ejércitos, del Dios de Israel,
yo te lo he hecho saber. |
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Oráculo
sobre Edom |
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11 |
Oráculo
sobre Edom. Danme voces desde Seir: Centinela, ¿qué
hora es de la noche? Centinela, ¿qué hora es de la
noche? |
12 |
El
centinela dice: Viene la mañana y también la noche.
Preguntad si queréis, volved a venir. |
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Oráculo
sobre Arabia |
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13 |
Oráculo
sobre Arabia. Pasad la noche en el bosque, en la estepa, caravanas
de Dedán. |
14 |
Al
encuentro de los sedientos traed agua; habitantes de la tierra de
Tema, con su pan id al encuentro de los fugitivos. |
15 |
Porque
van huyendo de la espada, de la espada desenvainada, ante los tensos
arcos y ante la violencia de la batalla. |
16 |
Porque
así me ha dicho Yavé: Dentro de un año, como
año de jornalero, se acabará toda la gloria de Cedar, |
17 |
y el resto del número de arcos de los valientes hijos de
Cedar será reducido, porque Yavé, Dios de Israel,
ha hablado.
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22 |
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Oráculo
Sobre Jerusalén |
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1 |
Oráculo
sobre el valle de la Visión. ¿Qué tienes para
subirte así, toda, a los terrados, |
2 |
ciudad
turbulenta, llena de tumulto, ciudad alegre? Tus heridos no son
heridos a la espada y no han muerto en el combate. |
3 |
Tus
caudillos huyeron todos a la vez, han sido apresados sin arco; y
todos tus valientes han sido tomados en masa, huían lejos. |
4 |
Por
eso os digo: Apartad la mirada de mí; lloraré amargamente;
no os esforcéis en consolarme por la devastación de
la hija de mi pueblo. |
5 |
Porque
es día de alboroto, de conculcación y de consternación
de parte del Señor, Yavé de los ejércitos.
En el valle de la Visión, derrumbamiento de murallas, griterío
en la montaña. |
6 |
Y
Elam ha tomado la aljaba, Aram ha montado a caballo, Quir ha desenfundado
el escudo. |
7 |
Tus
valles mejores están llenos de carros, acampan los jinetes
junto a la puerta. |
8 |
Y
descubrirá el velo de Judá, y miraréis aquel
día al arsenal de la casa del bosque, |
9 |
y
veréis que las brechas de la ciudad de David son numerosas,
y recogeréis las aguas del estanque inferior. |
10 |
Contaréis
las casas de Jerusalén, y derribaréis las casas para
fortalecer las murallas. |
11 |
Y
haréis depósito entre los dos muros para las aguas
de la piscina vieja, pero no miraréis al que ha hecho esto,
no veréis al que de mucho ha las preparó. |
12 |
El
Señor, Yavé de los ejércitos, os invita en
ese día a llorar, a gemir, a rasurar la cabeza, a ceñir
el saco. |
13 |
Mas
he aquí que hay júbilo y alegría, matanza de
bueyes y de ovejas, comida de carne y bebida de vino. “¡Comamos
y bebamos, que mañana moriremos!” |
14 |
Pero
se ha revelado Yavé de los ejércitos a mis oídos:
Ciertamente no será perdonado este pecado hasta que muráis. |
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Oráculo
sobre Sobna, mayordomo de palacio |
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15 |
Así
dice el Señor, Yavé de los ejércitos: Anda
y ve a ese cortesano, a Sobna, el superintendente de palacio: |
16 |
¿Qué
tienes tú aquí o a quién tienes tú aquí
para labrarte aquí un sepulcro? Se está labrando su
sepulcro en la altura, se talla una morada en la roca. |
17 |
He
aquí que Yavé te lanzará con ímpetu
varonil, te echará a rodar, ¡oh gran señor!
como una bola; con ímpetu te lanzará como una bola
sobre la vasta tierra. Allí morirás y allí
serán tus carros gloriosos, ¡oh vergüenza de la
casa de tu señor! |
18 |
Te
depondré de tu cargo y te arrancaré de tu lugar. |
19 |
Y
aquel día llamaré yo a mi siervo Eliaquim, hijo de
Helcías, |
20 |
y
le revestiré de tu túnica y le ceñiré
de tu cinturón, y pondré en sus manos tu poder. Y
él será un padre para los habitantes de Jerusalén
y para la casa de Judá. |
21 |
Y
pondré sobre su hombro la llave de la casa de David; y abrirá,
y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá. |
22 |
Y
le hincaré como clavo en lugar seguro, y será trono
glorioso de la casa de su padre. |
23 |
Y
le colgarán toda la gloria de la casa de su padre, los vástagos
y descendientes, todos los utensilios pequeños, desde las
copas hasta los odres. |
24 |
Aquel
día, dice Yavé de los ejércitos, el clavo que
estuvo hincado en lugar seguro será arrancado y caerá,
y se romperá el peso que de él pendía, pues
así lo dice Yavé. |
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23 |
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Oráculo
Sobre Tiro |
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1 |
Oráculo
sobre Tiro. Gemid, naves de Tarsis; vuestro puerto está destruido;
a la vuelta de la tierra de Quittim les dieron la noticia; |
2 |
los
habitantes de la costa del mar han enmudecido; el mercader de Sidón
que atraviesa los mares, |
3 |
cuyas
mensajeros van sobre la muchedumbre de las aguas, cuya ganancia
eran la simiente de Sijor, la cosecha del Nilo, y se convirtió
en el emporio de los pueblos. |
4 |
Avergüénzate,
Sidón, pues el mar habla, la fortaleza del mar, el baluarte
del mar, dice: No he concebido y no he parido, no he criado muchachos
ni he educado doncellas. |
5 |
Cuando
Egipto sepa la noticia, temblarán al conocer la nueva de
Tiro. |
6 |
Pasad
a Tarsis, lamentaos, moradores de la costa. |
7 |
¿Es
ésta vuestra ciudad alegre, la de antiguo origen, que iba
por sus pies a lejanas regiones para morar en ellas? |
8 |
¿Quién
decretó tal cosa contra Tiro la coronada, cuyos mercaderes
eran príncipes, cuyos negociantes eran grandes de la tierra? |
9 |
Yavé
de los ejércitos lo decretó para profanar el orgullo
de toda gloria, para humillar a todos los grandes de la tierra. |
10 |
Pasa
a tu tierra, como el Nilo, hija de Tarsis; ya no hay ceñidor. |
11 |
Yavé
tendió su mano sobre el mar e hizo temblar a los reinos;
Yavé ordenó la destrucción de las fortalezas
de Canaán. |
12 |
Y
dijo: No te volverás a regocijar, violada doncella, hija
de Sidón. Levántate y vete a la tierra de Quittim,
que ni aún allí habrá reposo para ti. |
13 |
He
aquí la tierra de los caldeos; tal pueblo no existía;
Asur lo fundó para los animales del desierto; alzaron sus
torres, arrasaron sus palacios, han reducido a ruinas. |
14 |
Gemid,
naves de Tarsis, que vuestro puerto ha dejado de existir. |
15 |
Y
sucederá aquel día que Tiro será olvidada setenta
años, los años de la vida de un rey, y al cabo de
setenta años le ocurrirá a Tiro como dice el canto
de la ramera: |
16 |
“Toma
la cítara, y recorre la ciudad, ramera olvidada; toca lo
mejor que puedas, multiplica las canciones, a ver si se acuerdan
de ti.” |
17 |
Y
sucederá que al cabo de setenta años visitará
Yavé a Tiro, y volverá a su salario, y se prostituirá
a todos los reinos del mundo sobre la faz de la tierra, |
18 |
pero su ganancia y su salario serán consagrados a Yavé;
no serán guardados ni atesorados, sino que serán para
los que habitan ante Yavé, para nutrirlos hasta la saciedad
y vestirlos con esplendor.
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