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PRIMERA
PARTE |
PRIMEROS
VATICINIOS DE ISAÍAS CONTRA JUDÁ E ISRAEL
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1 |
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Vanidad
del culto exterior sin la santidad exterior |
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1 |
Visión
que Isaías, hijo de Amós, tuvo acerca de Judá
y de Jerusalén en tiempos de Ozías, Joatam, Ajaz y
Ezequías, reyes de Judá. |
2 |
¡Oíd,
cielos! Apresta el oído, tierra! Que habla Yavé: Yo
he criado hijos y los he engrandecido, pero ellos se han rebelado
contra mí. |
3 |
Conoce
el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo, pero
Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento. |
4 |
¡Oh
gente pecadora, pueblo cargado de iniquidad, raza malvada, hijos
desnaturalizados! Se han apartado de Yavé, han renegado del
Santo de Israel, le han vuelto la espalda. |
5 |
¿A
qué castigaros todavía, si aún os vais a rebelar?
Toda la cabeza está enferma; el corazón todo, lánguido. |
6 |
Desde
la planta de los pies hasta la cabeza no hay en él nada sano.
Heridas, hinchazones, llagas pútridas, ni curadas, ni vendadas,
ni suavizadas con aceite. |
7 |
Vuestra
tierra está devastada; vuestras ciudades, pasto de las llamas.
A vuestros ojos los extranjeros devoran vuestra tierra, asolada
como en la destrucción de Sodoma. |
8 |
Ha
quedado Sión como cabaña en un viñedo, como
choza en un melonar, como ciudad sitiada. |
9 |
Si
Yavé no nos hubiera dejado un resto, seríamos como
Sodoma, nos asemejaríamos a Gomorra. |
10 |
Oíd la palabra de Yavé, príncipes de Sodoma;
aprestad el oído a la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. |
11 |
¿A
mí qué, dice Yavé, toda la muchedumbre de vuestros
sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, del sebo de
vuestros bueyes cebados. No quiero sangre de toros, ni de ovejas,
ni de machos cabríos. |
12 |
¿Quién
pide eso a vosotros, cuando venís a presentaros ante mí,
hollando mis atrios? |
13 |
No
me traigáis más esas vanas ofrendas. El incienso me
es abominable; neomenias, sábados, convocaciones festivas,
las fiestas con crimen me son insoportables. |
14 |
Detesto
vuestros novilunios, y vuestras convocatorias me son pesadas; estoy
cansado de soportarlas. |
15 |
Cuando
alzáis vuestras manos, yo aparto mis ojos de vosotros; cuando
multiplicáis las plegarias, no escucho. Vuestras manos están
llenas de sangre. |
16 |
Lavaos,
limpiaos, quitad de ante mis ojos la iniquidad de vuestras acciones.
Dejad de hacer el mal, |
17 |
aprended
a hacer el bien, buscad lo justo, restituid al agraviado, haced
justicia al huérfano, amparad a la viuda. |
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Invitación
a la conversión |
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18 |
Venid
y entendámonos, dice Yavé. Aunque vuestros pecados
fueran como la grana, quedarán blancos como la nieve. Aunque
fuesen rojos como la púrpura, vendrían a ser como
la lana. |
19 |
Si
vosotros queréis, si sois dóciles, comeréis
los bienes de la tierra. |
20 |
Si
no queréis y os rebeláis, seréis devorados
por la espada. Lo dice la boca de Yavé. |
21 |
¿Cómo
te has prostituido, Sión, ciudad fiel, llena de justicia?
Antes moraba en ella la equidad, y ahora los asesinos. |
22 |
Tu
plata se ha tornado escoria, tu vino generoso se ha aguado, |
23 |
tus
príncipes son prevaricadores y compañeros de bandidos.
Todos aman el soborno y van tras los presentes. No hacen justicia
al huérfano, y la causa de la viuda no tiene acceso a ellos. |
24 |
Por
eso proclama el Señor, Yavé de los ejércitos,
el Fuerte de Israel: ¡Ay! voy a vengarme de mis adversarios
y a tomar revancha de mis enemigos. |
25 |
Y
volverá mi mano contra ti, y purificaré en la hornaza
tus escorias, y separaré todas tus partículas de plomo. |
26 |
Y
te restituiré tus jueces como eran antes, y tus consejeros
como al principio, y después serás llamada ciudad
de justicia, ciudad fiel. |
27 |
Sión
será redimida por la rectitud, y sus convertidos en justicia. |
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Castigo
de los pecadores |
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28 |
Los
impíos, los pecadores, todos a una serán quebrantados;
los desertores de Yavé serán aniquilados. |
29 |
Entonces
os avergonzaréis de los árboles que tanto estimabais
y seréis llenos de confusión ante los jardines que os
elegisteis, |
30 |
pues
seréis como terebinto despojado de su follaje, y como jardín
que carece de agua. |
31 |
Y
el robusto será como estopa, y su obra como chispa, y arderán
ambos juntamente, y no habrá quien lo apague. |
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14 |
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Promesa
de liberación y canto triunfal |
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1 |
Porque
Yavé se apiadará de Jacob, todavía escogerá
a Israel, y los hará descansar en su tierra; a ellos se unirán
los extranjeros, se unirán a la casa de Jacob. |
2 |
Los
tomarán los pueblos y los llevarán a su lugar,y la
casa de Israel los tendrá en heredad, como siervos y siervas,
en la tierra de Yavé. Cautivarán a los que los habían
cautivado y dominarán a sus opresores. |
3 |
Y
sucederá que el día en que Yavé te dará
el reposo de tus fatigas, de tus penas y de la dura servidumbre
a que estuviste sometido, |
4 |
entonarás
esta sátira contra el rey de Babionia, y dirás. ¿Cómo
se acabó el opresor y pasó la vejación? |
5 |
Rompió
Yavé la vara de los impíos, el cetro de los tiranos. |
6 |
El
que castigaba los pueblos con furor, sin cansarse de fustigar; el
que en su cólera subyugaba las naciones bajo un yugo sin
piedad. |
7 |
Toda
la tierra está en paz, toda en reposo, exulta de alegría. |
8 |
Hasta
los cipreses se alegraron de ti, los cedros del Líbano. Desde
que yaces, no sube contra nosotros el leñador. |
9 |
El
seol se conmueve en sus profundidades a causa tuya, para ir al encuentro
de tu llegada, y por ti despiertan las sombras, todos los grandes
de la tierra; haces levantar de sus tronos a todos los reyes de
las naciones. |
10 |
Y
todos a voces te dicen: ¿También tú te debilitaste
como nosotros y has venido a ser semejante a nosotros? |
11 |
Ha
bajado al seol tu gloria al son de tus arpas; bajo ti se extienden
los gusanos, y gusanos son tu cobertura. |
12 |
¿Cómo
caíste del cielo, lucero brillante, hijo de la aurora, echado
por tierra el dominador de las naciones? |
13 |
Y
tú decías en tu corazón: Subiré a los
cielos; en lo alto, sobre las estrellas del cielo, elevaré
mi trono, y me asentaré en el monte de la asamblea, en las
profundidades del aquilón. |
14 |
Subiré
sobre las cumbres de las nubes y seré igual al Altísimo. |
15 |
Pues
bien, al seol has bajado, a las profundidades del abismo. |
16 |
Los
que te ven te contemplan, sobre ti piensan: ¿Es éste
el que hacía temblar la tierra, el que trastornaba los reinos, |
17 |
el
que hacía del mundo un desierto, devastaba las ciudades y
no liberaba a sus cautivos? |
18 |
Todos
los reyes de las naciones reposan con honor, cada uno en su morada; |
19 |
pero
tú has sido arrojado de tu sepulcro como rama abominable;
revestido de asesinados, los muertos por la espada, con lo que descienden
a sepulcros de piedra; como cadáver pisoteado, |
20 |
no
tendrás con ellos sepultura, porque arruinaste tu tierra,
asesinaste a tu pueblo. No se hablará jamás de la
raza de los impíos. |
21 |
Preparad
un matadero para los hijos por la iniquidad de sus padres, no se
levanten para conquistar la tierra y llenar el mundo de ruinas. |
22 |
Yo
me alzaré contra ellos, dice Yavé de los ejércitos.
Yo aniquilaré de Babilonia su nombre y sus restos, su raza
y su germen, dice Yavé de los ejércitos. |
23 |
Yo
la haré hura de erizos, fangosa charca, y la barreré
con la escoba de la destrucción, dice Yavé de los
ejércitos. |
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Oráculo
contra Asiria |
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24 |
Yavé
de los ejércitos lo ha jurado, diciendo: Sí, lo que
yo he decidido llegará, lo que yo he resuelto se cumplirá: |
25 |
destruiré
al asirio en mi tierra, y le hollaré en mis montes, y les
quitaré de encima su yugo, y arrojarán su carga de
sobre sus espaldas. |
26 |
He
ahí la resolución tomada contra toda la tierra, he
ahí la mano tendida contra todos los pueblos. |
27 |
Porque
Yavé de los ejércitos lo ha decidido, ¿quién
se le opondrá? Tendida está su mano, ¿quién
la apartará? |
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Oráculo
contra Filistea |
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El
año de la muerte del rey Ajaz se dio este oráculo: |
29 |
No
te alegres tú, Filistea toda, por haberse roto la vara que
te hería, porque de la raza de la serpiente nacerá
un basilisco, y su fruto será un dragón volador. |
30 |
Los
pobres se apacentarán en mis pastos y los indigentes reposarán
seguros. Yo haré morir de hambre a tu posteridad y destruiré
lo que de ti queda. |
31 |
Gime,
¡oh puerta! grita, ¡oh ciudad!; cae desfallecida, Filistea
toda, porque viene del aquilón una humareda y ninguno se
separa de sus batallones; |
32 |
y
¿qué responderá a los mensajeros del gentil?
Yavé fundó a Sión, y a ella se acogerán
los desvalidos del pueblo. |
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2 |
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Gloria
del Israel mesiánico |
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1 |
Lo
que vio Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá
y Jerusalén. |
2 |
Y
sucederá a lo postrero de los tiempos que el monte de la
casa de Yavé será consolidado por cabeza de los montes,
y será ensalzado sobre los collados, y se apresurarán
a él todas las gentes, |
3 |
y
vendrán muchedumbres de pueblos, diciendo: Venid y subamos
al monte de Yavé, a la casa del Dios de Jacob, y El nos enseñará
sus caminos, e iremos por sus sendas, porque de Sión ha salido
la Ley, y de Jerusalén la Palabra de Yavé. |
4 |
El
juzgará a las gentes, y dictará sus amonestaciones
a numerosos pueblos, que de sus espadas harán rejas de arado,
y de sus lanzas, hoces. No alzarán la espada gente contra
gente, ni se ejercitarán para la guerra. |
5 |
Venid,
¡oh casa de Jacob! y caminemos a la luz de Yavé. |
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Prosigue
el castigo de los pecadores |
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6 |
Ciertamente
has rechazado a tu pueblo, a la casa de Jacob, por estar llena de
adivinos y hechiceros, como los filisteos, y haber pactado con los
extranjeros. |
7 |
Su
tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin,
llena de caballos y carros sin fin. |
8 |
Está
su tierra llena de ídolos; se prosternan ante la obra de
sus manos, ante lo que sus dedos fabricaron. |
9 |
Todo
hombre será derribado, todo mortal humillado, no los perdonarás. |
10 |
Meteos
en los escondrijos de las peñas, escondeos en el polvo, ante
la presencia aterradora de Yavé, ante el fulgor de su majestad
(cuando venga a castigar la tierra). |
11 |
Las
altivas frentes de los hombres serán abatidas y será
humilada la soberbia humana, y sólo Yavé será
exaltado aquel día. |
12 |
Porque llegará el día de Yavé de los ejércitos
sobre todos los altivos y engreídos, sobre todo lo que se
yergue, para humillarlo; |
13 |
sobre
todos los altos y erguidos cedros del Líbano, sobre las robustas
encinas de Basán, |
14 |
sobre
todos los montes altos y sobre todos los altos collados, |
15 |
sobre
las altas torres y sobre toda muralla fortificada, |
16 |
sobre
todas las naves de Tarsis y sobre todos los monumentos preciosos, |
17 |
y
será abatida la altivez del hombre, y la soberbia humana
humillada, |
18 |
y
sólo Yavé será exaltado aquel día, y
desaparecerán todos los ídolos. |
19 |
Meteos
en los escondrijos de las rocas, escondeos en el polvo, ante la
presencia aterradora de Yavé, ante el fulgor de su majestad,
cuando venga a castigar la tierra. |
20 |
Aquel
día arrojará el hombre, entre topos y murciélagos,
sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que se hizo
para adorarlos, |
21 |
para
meterse en las hendiduras de las rocas y en las anfractuosidades
de las peñas, ante la presencia aterradora de Yavé
y el fulgor de su majestad, cuando surja a castigar la tierra. |
22 |
Retiraos
del hombre, cuya vida es un soplo. ¿Qué estima podéis
hacer de él? |
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3 |
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Castigo
de Judá |
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1 |
Porque
he aquí que el Señor, Yavé de los ejércitos,
quitará a Jerusalén y a Judá todo apoyo y sostén,
el sostén de pan y el sostén de agua, |
2 |
el
guerrero, el hombre de armas, el juez, el profeta, el adivino y
el anciano, |
3 |
el
jefe de cincuenta, el grande y el consejero, el mago y el hechicero. |
4 |
Y
les dará mozos por príncipes, y reinará sobre
ellos el capricho, |
5 |
y
las gentes se revolverán los unos contra los otros, cada
uno contra su compañero, y el mozo se alzará contra
el anciano, y el villano contra el noble. |
6 |
Y
se echarán unos sobre otros, diciendo en la casa de su padre:
“Tú tienes un manto, ven y sé nuestro jefe,
y toma en tus manos esta ruina.” |
7 |
Y
el otro en aquel día les responderá: “No quiero
ser médico, y en mi casa no hay ni pan ni vestido; no quiero
ser jefe del pueblo.” |
8 |
Sí,
Jerusalén está al borde de la ruina, porque sus palabras
y sus obras todas son contra Yavé, para irritar los ojos
de su majestad. |
9 |
Sus
frentes dan testimonio contra ellos, pues llevan, como Sodoma, sus
pecados a la vista, no los disimulan. ¡Ay de ellos, que se
acarrean su propia ruina! |
10 |
Bienaventurado
el justo, porque habrá bien, comerá el fruto de sus
obras |
11 |
¡Ay
del impío, porque habrá mal, recibirá el pago
de las obras de sus manos! |
12 |
Mi
pueblo está oprimido por caprichosos, y se han apoderado
de él exactores. Pueblo mío, los que te guían
te descarrían, han torcido el camino por el que ibas. |
13 |
Yavé
está en pie para acusar, se alza para juzgar a los pueblos. |
14 |
Yavé
vendrá a juicio contra los ancianos y los jefes de su pueblo,
porque habéis devorado la viña, y los despojos del
pobre llenan vuestras casas, |
15 |
porque
habéis aplastado a mi pueblo y habéis machacado el
rostro de los pobres, dice el Señor, Yavé de los ejércitos. |
16 |
Dice
Yavé: Ya que tan engreídas son las hijas de Sión,
y caminan con la cabeza erguida, mirando con desvergüenza,
pisando como si bailaran y haciendo sonar las ajorcas de sus pies, |
17 |
el
Señor afeitará la cabeza de las hijas de Sión
y decalvará Yavé sus frentes. |
18 |
Aquel
día quitará el Señor sus atavíos, ajorcas,
redecillas y lunetas, |
19 |
collares,
pendientes, brazaletes, |
20 |
cofias,
cadenillas, cinturones, pomos de olor y amuletos, |
21 |
anillos,
arillos, |
22 |
vestidos
preciosos, túnicas, mantos, bolsitos, |
23 |
espejos
y velos, tiaras y mantillas. |
24 |
Y
en vez de perfumes, habrá hediondez, y en vez de cintura,
un cordel, y en vez de trenzas, calvicie, y en vez de vestido suntuoso,
saco, y en vez de hermosura, vergüenza. |
25 |
Y
tus hombres caerán a la espada, y tus héroes en la
batalla. |
26 |
Sus
puertas gemirán y se lamentarán. |
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4 |
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Gloria
al resto salvado |
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1 |
En
aquel día, siete mujeres echarán mano a un hombre,
diciendo: “Comeremos de nuestro pan, nos vestiremos con nuestras
ropas, pero que podamos llevar tu nombre, quita nuestro oprobio.” |
2 |
En
aquel día será el renuevo de Yavé gloria y
ornato, y el fruto de la tierra, grandeza y honra de los que de
Israel quedaren. |
3 |
Y
los restos de Sión, los supervivientes de Jerusalén,
serán llamados santos, y todos los hombres inscritos entre
los vivos de Jerusalén, |
4 |
cuando
lave el Señor la inmundicia de las hijas de Sión limpie
en Jerusalén las manchas de sangre, al viento, al viento
de la devastación. |
5 |
Y
Yavé creará sobre todo el lugar del monte de Sión,
y sobre sus asambleas, una nube humeante de día y un resplandor
de fuego y llama durante la noche, pues sobre toda gloria habrá
un dosel. |
6 |
Y
una tienda como sombra de día, contra el calor, y como refugio
y abrigo contra el turbión y el aguacero.
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5 |
|
La
parábola de la viña |
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1 |
Voy
a cantar a mi amado el canto de mi amigo a su viña: Tenía
mi amado ua viña en un fértil recuesto. |
2 |
La
cavó, la descantó y la plantó de vides selectas.
Edificó en medio de ella una torre, e hizo en ella un lagar,
esperando que le daría uvas, pero le dio agrazones, |
3 |
Ahora,
pues, vecinos de Jerusalén y varones de Judá, juzgad
entre mí y mi viña. |
4 |
“¿Qué
más podía yo hacer por mi viña que no lo hiciera?
¿Cómo, esperando que diese uvas, dio agrazones?” |
5 |
Voy,
pues, a deciros ahora lo que haré de mi viña: Destruiré
su albarrada, y será ramoneada. Derribaré su cerca
y será hollada. |
6 |
Quedará
desierta, no será podada ni cavada; crecerán en ella
los cardos y las zarzas, y aún mandaré a las nubes
que no lluevan sobre ella. |
7 |
Pues
bien, la viña de Yavé de los ejércitos es la
casa de Israel, y los hombres de Judá son su amado plantío.
Esperaba de ellos juicio, pero sólo hubo sangre vertida;
justicia, y hete aquí gritería. |
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Amenazas
contra los perversos |
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8 |
¡Ay
de los que añaden casas a casas, de los que juntan campos
y campos, hasta acabar el término, siendo los únicos
propietarios en medio de la tierra! |
9 |
A
mis oídos ha llegado, de parte de Yavé de los ejércitos,
que las muchas casas serán asoladas, las grandes y magníficas
quedarán sin moradores, |
10 |
y
diez yugadas de viña producirán un bath, y un jómer
de simiente sólo dará un efah. |
11 |
¡Ay
de los que se levantan con el alba para seguir la embriaguez, y
se quedan por la noche hasta que el vino los caldea |
12 |
En
cuyos banquetes hay arpas, cítaras, panderos, flautas, vino,
y no reparan en las obras de Yavé ni ven las obras de sus
manos. |
13 |
Por
eso mi pueblo será llevado cautivo, sin que se dé
cuenta, y sus grandes serán consumidos por el hambre, y su
vulgo se secará de sed. |
14 |
Por
eso el seol ensanchará su seno y abrirá su boca sin
medida, y allá bajará su nobleza y su plebe, su bullicio
y alegría; |
15 |
y
el hombre será humillado, y abatidos los varones, y bajados
los ojos altivos, |
16 |
y
Yavé de los ejércitos exaltado en el juicio, y el
Dios santo santificado en la justicia. |
17 |
Corderos
pacerán allí como en su pastizal y cabritos devorarán
las destruidas posesiones de los ricos. |
18 |
¡Ay
de los que se arrastran el pecado con cuerdas de falsedad y corno
(con) coyundas de carro! |
19 |
¡Ay
de los que dicen: Que venga pronto, que se dé prisa su obra,
para que la veamos; que venga, que llegue, acabe su plan el Santo
de Israel, y sepámoslo nosotros! |
20 |
¡Ay
de los que al mal llaman bien, y al bien mal; que de la luz hacen
tinieblas, y de las tinieblas luz; y dan lo amargo por dulce, y
lo dulce por amargo! |
21 |
¡Ay
de los que son sabios a sus ojos y son prudentes delante de sí
mismos! |
22 |
¡Ay
de los que son valientes para beber vino, y fuertes para mezclar
licores; |
23 |
de
los que por cohecho dan por justo lo impío, y quitan al justo
su justicia! |
24 |
Por
eso, como la lengua de fuego devora el rastrojo y como se consume
en la llama la hierba seca, su raíz se tornará podredumbre,
y su flor será arrebatada como el polvo. Porque han rechazado
la Ley de Yavé de los ejércitos y han despreciado
la palabra del Santo de Israel |
25 |
Por
eso se ha encendido la cólera de Yavé contra su pueblo,
y ha tendido contra él su mano, y le ha herido, y tiemblan
los montes, y yacen los cadáveres en medio de los caminos
como estiércol. Mas con todo esto no se ha aplacado su cólera,
y su ma-no queda tendida. |
26 |
Alzará
pendón a gente lejana y llamará silbando a los del
cabo de la tierra, que vendrán pronto y velozmente. |
27 |
No
hay entre ellos cansado ni vacilante, ni dormido ni somnoliento. |
28 |
No
se quitan de sus lomos el cinturón, ni se desatan la correa
de sus zapatos. Sus flechas son agudas, y tensos sus arcos. Los
cascos de sus caballos son de pedernal, y las ruedas de sus carros
un torbellino. |
29 |
Su
bramido es de león; ruge como cachorro de león, gruñe
y arrebata la presa y se la lleva, sin que nadie pueda quitársela. |
30 |
Habrá aquel día un bramar contra ellos, como bramido
del mar; mirarán a la tierra, y no habrá sino tiniebla
y tribulación; se oscurecerá la luz en los cielos.
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6 |
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Vocación
de Isaías al ministerio profético |
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|
1 |
El
año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor
sentado sobre su trono alto y sublime, y sus haldas henchían
el templo. |
2 |
Había
ante El serafines, que cada uno tenía seis alas: con dos
se cubrían el rostro y con dos se cubrían los pies, |
3 |
y
con las otras dos volaban, y los unos y los otros se gritaban y
se respondían: Santo, Santo, Santo, Yavé de los ejércitos!
Está la tierra llena de su gloria. |
4 |
A
estas voces temblaron las puertas en sus quicios, |
5 |
y
la casa se llenó de humo. Yo me dije: “¡Ay de
mí, perdido soy, porque, siendo un hombre de impuros labios,
que habita en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con
mis ojos al Rey, Yavé de los ejércitos!” |
6 |
Pero
uno de los serafines voló hacia mí, teniendo en sus
manos un carbón encendido, que con las tenazas tomó
del altar, |
7 |
y,
tocando con él mi boca, dijo: “Mira, esto ha tocado
tus labios; tu culpa ha sido quitada, y borrado tu pecado.” |
8 |
Y
oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién
enviaré y quién irá de nuestra parte? Y yo
le dije: Heme aquí, envíame a mí. |
9 |
Y
El me dijo: Ve y di a ese pueblo: Oíd, y no entendáis; |
10 |
ved,
y no conozcáis. Endurece el corazón de ese pueblo,
tapa sus oídos, cierra sus ojos. Que no vea con sus ojos,
ni oiga con sus oídos, ni entienda su corazón, y no
sea curado de nuevo. |
11 |
Y
yo le dije: ¿Hasta cuándo, Señor? y respondió:
Hasta que las ciudades queden asoladas, sin habitantes, y las casas
sin moradores, y la tierra de labor hecha un desierto. |
12 |
Hasta que Yavé arroje lejos a los hombres y sea grande la
desolación en la tierra.
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13 |
Si
quedare un décimo, será también para el fuego,
como la encina o el terebinto, cuyo tronco se abate. |
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7 |
|
Isaías
y Ajaz |
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|
1 |
Y
sucedió en tiempo de Acaz, hijo de Joram, hijo de Ozías,
rey de Judá, que Rasín, rey de Siria, y Pecaj, hijo
de Romelía, rey de Israel, subieron contra Jerusalén
para combatirla, pero no pudieron tomarla. |
2 |
Y
tuvo noticia la casa de David de que Siria y Efraím se habían
confederado, y tembló su corazón y el corazón
del pueblo, como tiemblan los árboles del bosque a impulsos
del viento. |
3 |
Entonces
dijo Yavé a Isaías: Sal luego al encuentro de Ajaz,
tú y tu hijo Sear-Yasub, al cabo del acueducto de la piscina
Superior, camino del campo del Batanero, y dile: |
4 |
Mira
bien no te inquietes, no ternas nada y ten firme corazón
ante esos dos tizones humeantes, ante el furor de Rasín el
sirio y del hijo de Romelía. |
5 |
Ya
que Siria ha resuelto tu ruina con Efraím y el hijo de Romelía,
diciendo: |
6 |
Subamos
contra Judá, apoderémonos de él, enseñoreémonos
de él y démosle por rey al hijo de Tabeel. |
7 |
He
aquí lo que dice el Señor, Yavé: Eso no se
logrará, no será así, |
8 |
porque
la cabeza de Siria es Damasco, y la cabeza de Damasco, Rasín, |
9 |
y
la cabeza de Efraím es Samaria, y la cabeza de Samaria el
hijo de Romelía. Vosotros, si no tenéis fe, no permaneceréis. |
10 |
Y
dijo Isaías a Ajaz: |
11 |
Pide
a Yavé, tu Dios, una señal en las profundidades del
seol o arriba en lo alto. |
12 |
Y
contestó Ajaz: No le pediré, no quiero tentar a Yavé. |
13 |
Entonces
dijo Isaías: Oye, pues, casa de David: ¿Os es poco
todavía molestar a los hombres, que molestáis también
a mi Dios? |
14 |
El
Señor mismo os dará por eso la señal: He aquí
que la virgen grávida da a luz, y le llama Emmanuel. |
15 |
Y
se alimentará de leche y miel, hasta que sepa desechar lo
malo y elegir lo bueno. |
16 |
Pues
antes que el niño sepa desechar lo malo y elegir lo bueno,
la tierra por la cual temes de esos dos reyes, será devastada. |
17 |
Y
hará venir Yavé sobre ti, sobre tu pueblo y sobre
la casa de tu padre días cuales nunca vinieron desde que
Efraím se separó de Judá. |
18 |
Y
en esos días silbará Yavé a los mosquitos que
están en los cabos de los ríos de Egipto y a la abeja
que está en la tierra de Asiria, |
19 |
y
vendrán y se abatirán en masa sobre valles y torrentes,
y sobre los huecos de las rocas, y sobre los zarzales, y sobre los
matorrales todos. |
20 |
En
esos días afeitará el Señor con navaja alquilada
del lado de allá del río, y rasurará las cabezas,
los pelos del cuerpo, y raerá la barba. |
21 |
En
aquel día tendrá uno una vaca y dos ovejas, comerá
mantequilla, |
22 |
por
la gran cantidad de leche que darán, pues de mantequila y
miel se alimentarán todos los que quedaren en la tierra. |
23 |
En
aquel día, el lugar donde había mil vides por valor
de mil ciclos de plata |
24 |
se
cubrirá de cardos y de zarzas. Y se entrará allá
con arco y saetas, pues toda la tierra será espinas y cardos. |
25 |
Y
a los montes que se cavaban y escardaban no se irá ya, por
temor de las espinas y los cardos. Quedarán para pasto de
bueyes y para ser pisoteados por el ganado. |
|
|
|
8 |
|
La
destrucción de Samaria y Damasco |
|
|
1 |
Díjome
Yavé: Torna una tabla grande y escribe en ella con estilo
de hombre: A Maher-salal-jas-baz. |
2 |
Y
tómame dos testigos fieles, Urías el sacerdote y Zacarías,
hijo de Jaberequías. |
3 |
Acerquéme
a la profetisa, que concibió y parió un hijo, y Yavé
me dijo: Llámale Maher-salal-jas-baz, |
4 |
porque
antes que el niño sepa decir “padre mío, madre
mía,” las riquezas de Damasco y el botín de
Samaría serán llevados ante el rey de Asiria. |
5 |
Y
me habló de nuevo Yavé y me dijo: |
6 |
Por
haber despreciado este pueblo las aguas de Siloé, que corren
mansamente, y haber temblado ante Rasín y el hijo de Romelía, |
7 |
va
a traer contra él el Señor aguas de un río
caudaloso e impetuoso, al rey de Asiria y toda su magnificencia,
y subirá sobre todos sus diques, y se desbordará por
todas sus riberas, |
8 |
y,
llegando hasta Judá, la inundará y cubrirá,
llegándole hasta el cuello. Y, desplegadas sus alas, cubrirá
la plenitud de tu tierra, ¡oh Emmanuel! |
9 |
Aprended,
pueblos, que seréis quebrantados; apresta del oído
todos vosotros, los de lejanas tierras. Armaos, que vais a ser quebrantados;
apercibios, que seréis quebrantados. |
10 |
Trazad
planes, que serán deshechos; haced proyectos, que no se lograrán,
porque está Dios con nosotros. |
11 |
Así
me ha hablado Yavé mientras se apoderaba de mí su
mano y me advertía que no siguiese el camino de este pueblo.
Me dijo: |
12 |
No
llaméis conjuración a lo que este pueblo llama conjuración.
No tengáis miedo ni temor de lo que él teme. |
13 |
A
Yavé de los ejércitos habéis de santificar,
de El habéis de temer, de El tened miedo. |
14 |
El
será piedra de escándalo y piedra de tropiezo para
las dos casas de Israel, lazo y red para los habitantes de Jerusalén. |
15 |
Y
muchos de ellos tropezarán, caerán y serán
quebrantados, y se enredarán en el lazo y serán tomados. |
16 |
Guardaré
el testimonio, sellaré esta enseñanza para mis discípulos. |
17 |
Y
esperaré en Yavé, que oculta su rostro a la casa de
Jacob; en El esperaré. |
18 |
Henos
aquí a mí y a mis dos hijos, que me dio Yavé
como señales y presagios en Israel, de parte de Yavé
de los ejércitos, que mora en el monte de Sión. |
19 |
Y
todavía os dirán, sin embargo: Consultad a los evocadores
y a los adivinos, que murmuran y susurran: ¿No debe un pueblo
consultar a sus dioses y a sus muertos sobre la suerte de los vivos? |
20 |
Por
la ley y el testimonio, si no hablan según esta palabra,
no hay aurora para ellos. |
21 |
Tribulación
y hambre invadirán la tierra, y, enfurecidos por el hambre,
maldecirán a su rey y a su Dios. |
22 |
Alzarán
sus ojos arriba, luego mirarán a la tierra, pero sólo
habrá angustia y tinieblas, oscuridad y tribulación;
mas se pasará la noche, |
23 |
y
ya no habrá tinieblas para el pueblo que andaba en angustia.
|
|
|
|
9 |
|
Después
del castigo, Israel será liberado por el Rey Mesías |
|
|
1 |
Como
al principio cubrió de oprobio a la tierra de Zabulón
y de Neftalí, a lo último llenará de gloria
el camino del mar y la otra ribera del Jordán, la Galilea
de los gentiles. |
2 |
El
pueblo que andaba en tinieblas, vio una luz grande. Sobre los que
habitan en la tierra de sombras de muerte resplandeció una
brillante luz. |
3 |
Multiplicaste
la alegría, has hecho grande el júbilo, y se gozan
ante ti, como se gozan los que recogen la mies, como se alegran
los que reparten la presa. |
4 |
Rompiste
el yugo que pesaba sobre ellos, el dogal que oprimía su cuello,
la vara del exactor como en el día de Madián, |
5 |
y
han sido echados al fuego y devorados por las llamas las botas jactanciosas
del guerrero y el manto manchado en sangre. |
6 |
Porque
nos ha nacido un niño, nos ha sido dado un hijo que tiene
sobre los hombros la soberanía, y que se llamará maravilloso
consejero, Dios fuerte, Padre sempiterno, Príncipe de la
paz, |
7 |
para
dilatar el imperio y para una paz ilimitada sobre el trono de David
y de su reino, para afirmarlo y consolidarlo en el derecho y en
la justicia desde ahora para siempre jamás. El celo de Yavé
de los ejércitos hará esto. |
8 |
Una
palabra ha enviado el Señor contra Jacob, y ha caído
en Israel. |
9 |
Y
llegará a conocimiento de todo el pueblo, de Efraím
y de los habitantes de Samaría. Los que en la soberbia y
orgullo de su corazón se decían: |
10 |
Han
caído los ladrillos, pero edificaremos con sillares; han
sido cortados los sicómoros, pero en su lugar pondremos cedros. |
11 |
Yavé
fortalecerá contra ellos a sus adversarios e incitará
a sus enemigos, |
12 |
la
Siria al este y los filisteos al oeste, que a boca llena devorarán
a Israel. Ni con todo esto se aplacará su ira, antes seguirá
todavía su mano extendida. |
13 |
Pero
el pueblo no se ha vuelto al que le hería, no ha buscado
a Yavé de los ejércitos. |
14 |
Y
Yavé cortará de Israel la cabeza y la cola, la palma
y el junco en un mismo día. |
15 |
Los
ancianos, los magnates: he ahí a la cabeza; el profeta, doctor
de mentiras: he ahí la cola. |
16 |
Porque
los que guían al pueblo se descarrían, y los guiados
van perdidos. |
17 |
Por
eso el Señor no se complace en sus mancebos, ni tiene piedad
de sus huérfanos y sus viudas. Porque todos son impíos
y malvados, y toda boca dice despropósitos. Ni con esto se
aplaca su ira, antes seguirá tendida su mano. |
18 |
Porque
la iniquidad se ha encendido como fuego, que devora cardos y zarzas
y consume la maleza del bosque, subiendo el humo en remolinos. |
19 |
Por
el furor de Yavé de los ejércitos se abrasará
la tierra y el pueblo será presa del fuego. |
20 |
Despedazan
a derecha, y se quedan con hambre; devoran a izquierda, y no se
sacian. Cada cual devora la carne de su prójimo y nadie se
apiada de su hermano. Manasés contra Efraím, Efraím
contra Manasés, y ambos a dos contra Judá. |
21 |
Ni con todo esto se aplaca su ira, antes seguirá todavía
tendida su mano.
|
|
|
|
10 |
|
|
1 |
¡Ay
de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones
tiránicas |
2 |
para
apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los
desvalidos de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los
huérfanos! |
3 |
¿Qué
haréis el día de la visitación, del huracán
que viene de lejos? ¿A quién os acogeréis para
que os proteja? ¿Qué será de vuestros tesoros? |
4 |
De
no ir curvados entre los cautivos, habrán caído entre
los muertos. Ni con todo esto se aplacará la ira de Yavé,
antes seguirá todavía tendida su mano. |
|
|
|
El
reino de Asiria será destruido |
|
|
5 |
¡Ay
de ti, Asur, vara de mi cólera!, el bastón de mi furor
está en sus manos. |
6 |
Yo
le mandé contra una gente impía, le envié contra
el pueblo objeto de mi furor, para que saquease e hiciera de él
su botín y le pisase como se pisa el polvo de las calles. |
7 |
Pero
él no tuvo los mismos designios, no eran éstos los
pensamientos de su corazón. Su deseo era desarraigar, exterminar
pueblos en gran número. |
8 |
Porque
él dice: Reyes son todos mis príncipes. |
9 |
¿No
ha sido ésta la suerte de Calno, la de Carquemis; la de Jamat
no ha sido la de Arpad; y la de Samaria la misma de Damasco? |
10 |
Así
se apoderó mi mano de reinos de ídolos, más
en número que los de Jerusalén y Samaria. |
11 |
¿No
podré hacer con Jerusalén y sus ídolos lo que
hice con Samaria y los suyos? |
12 |
Pero
sucederá que, cuando el Señor haya realizado toda
su obra sobre el monte de Sión y de Jerusalén, castigará
el Señor al rey de Asiría por el orgullo de su corazón
y la altivez de sus ojos |
13 |
El
se dice: Con la fuerza de mi brazo he hecho esto, con mi sabiduría
y mi prudencia, y borré las fronteras de los pueblos, y saqueé
sus tesoros, y, todopoderoso, derribé a los que se sentaban
en sus tronos. |
14 |
Mi
mano ha tomado la riqueza de los pueblos como se toma un nido; como
quien se apodera de huevos abandonados, me he apoderado yo de la
tierra toda. Y nadie sacudió las alas, ni abrió el
pico, ni dio un chillido. |
15 |
¿Se
ensoberbece el hacha contra el que la maneja, la sierra contra el
que la mueve? Como si la vara dirigiera al que la levanta, corno
si el bastón levantara al que no es madera. |
16 |
Mas,
por eso, el Señor Yavé de los ejércitos herirá
de flaqueza a ese cuerpo tan robusto. Y debajo de su gloria encenderá
un fuego, como fuego de incendio. |
17 |
Y
la luz de Israel se convertirá en fuego, y su Santo en llama,
para quemar y devorar en un solo día sus cardos y sus espinas. |
18 |
Y
la hermosura de su bosque y de su vergel quedará del todo
destruida, y será como el consumirse de un enfermo. |
19 |
Y
los árboles que de su selva queden serán tan pocos,
que un niño podrá contarlos. |
|
|
|
Israel
será liberado |
|
|
20 |
En
aquel día, el resto de Israel y los sobrevivientes de la
casa de Jacob no se apoyarán ya sobre el que los hirió,
sino que se apoyarán con fidelidad en Yavé, el Santo
de Israel. |
21 |
Volverá
un resto, un resto de Jacob, al Dios fuerte. |
22 |
Porque,
aunque fuera tu pueblo Israel corno las arenas del mar, sólo
un resto volverá. Decretada está la destrucción,
que acarreará la justicia. |
23 |
Y
este decreto de destrucción lo ejecutará Yavé
de los ejércitos en toda la tierra. Por eso dice el Señor
Yavé de los ejércitos: |
24 |
Pueblo
mío, que habitas en Sión, no ternas que Asur te hiera
con la vara y alce contra ti su bastón como Egipto. |
25 |
Dentro
de poco tiempo, dentro de muy poco, mi cólera llegará
al fin, y mi furor los destruirá. |
26 |
Yavé
de los ejércitos levantará contra ellos el azote,
como cuando hirió a Madián en la roca de Joreb, y
el mar con su báculo, como lo levantó un día
en Egipto, |
27 |
y
en ese día quitará su peso de sobre tus espaldas,
y su yugo de sobre tu cuello. |
|
|
|
Inminencia
de la invasión |
|
|
28 |
Ya
avanza del lado de Rimón, ha llegado a Ayot, pasa por Magrón
y deja en Micmas su impedimento. |
29 |
Han
pasado el desfiladero, y durante la noche han acampado en Guebá;
Rama está temblando, Gabaá de Saúl está
en fuga; |
30 |
lanza
gritos la hija de Galim, escucha Lais, respóndele Anatot. |
31 |
Madmena
huye, los habitantes de Gabim han escapado. |
32 |
Hoy
todavía hace alto en Nob, y alza su mano contra el monte
de la hija de Sión, contra el monte de Jerusalén. |
33 |
He
aquí que Yavé de los ejércitos desgajará
con fuerza las ramas; y las cimeras serán cortadas, y las
altas abatidas. |
34 |
La
madera del bosque será cortada a hierro, y echados a tierra
los cedros del Líbano. |
|
|
|
11 |
|
El
del Mesías, reino de paz y universal |
|
|
1 |
Y
brotará un retoño del tronco de Jesé y retoñará
de sus raíces un vástago. |
2 |
Sobre
el que reposará el espíritu de Yavé, espíritu
de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo
y de fortaleza, espíritu de entendimiento y de temor de Yavé |
3 |
Y
su respirar será en el temor de Yavé. No juzgará
por vista de ojos ni argüirá por oídas de oídos, |
4 |
sino
que juzgará en justicia al pobre y en equidad a los humildes
de la tierra. Y herirá al tirano con la vara de su boca,
y con el soplo de sus labios matará al impío. |
5 |
La
justicia será el cinturón de sus lomos, y la fidelidad
el ceñidor de su cintura. |
6 |
Habitará
el lobo con el cordero, y el leopardo se acostará con el
cabrito, y comerán juntos el becerro y el león, y
un niño pequeño los pastoreará. |
7 |
La
vaca pacerá con la osa, y las crías de ambas se echarán
juntas, y el león, como el buey, comerá paja. |
8 |
El
niño de teta jugará junto a la hura del áspid,
y el recién destetado meterá la mano en la caverna
del basilisco. |
9 |
No
habrá ya más daño ni destrucción en
todo mi monte santo, porque estará llena la tierra del conocimiento
de Yavé, como llenan las aguas el mar. |
10 |
En
aquel día, el renuevo de la raíz de Jesé se
alzará como estandarte para los pueblos, y le buscarán
las gentes, y será gloriosa su morada. |
11 |
En
aquel día de nuevo la mano del Señor redimirá
al resto del pueblo, a lo que reste de Asur y de Egipto, de Patros,
de Cus, de Elam, de Senaar, de Jamat y de las islas del mar. |
12 |
Alzará
su estandarte en las naciones, y reunirá a los dispersos
de Israel, y juntará a los dispersos de Judá de los
cuatro confines de la tierra. |
13 |
13 Y cesará la envidia de Efraím, y serán destruidos
los enemigos de Judá, y Judá no será más
enemigo de Efraím. |
14 |
Y
se alzarán contra la costa de los filisteos a occidente,
y juntos saquearán a los hijos de oriente; Edom y Moab les
servirán, y los hijos de Ammón les estarán
sujetos. |
15 |
Y
secará Yavé la lengua del mar de Egipto, y levantará
su mano sobre el río con el terror de su soplo, y herirá
sus siete brazos, que podrán pasarse a seco. |
16 |
Y
abrirá camino a los restos de su pueblo, a los que quedarán
de Asur, como los abrió para Israel el día de su salida
de Egipto. |
|
|
|
12 |
|
Cántico
de liberación |
|
|
1 |
Y aquel
día dirás: Yo te alabo, Yavé, porque te irritaste
contra mí, pero se aplacó tu cólera, y me has
consolado. |
2 |
Este
es el Dios de mi salvación, en él confío y
nada temo, porque mi fuerza y mi canto es Yavé. El ha sido
para mí la salud. |
3 |
Sacaréis
con alegría el agua de las fuentes de la salud, y diréis
aquel día: |
4 |
Alabad
a Yavé, cantad a su nombre, pregonad sus obras en medio de
los pueblos, proclamad que su nombre es sublime. |
5 |
Cantad
a Yavé, que hace cosas grandes; que lo sepa la tierra toda. |
6 |
Exulta,
jubila, moradora de Sión, porque grande es en medio de vosotros
el Santo de Israel. |
|
|
|
|