He aqui el Firmamento en la Constelación Orión. Según se levanta la cabeza a la contemplación de los Cielos esta joya Divina diríase que Dios se la ha regalado a la Luna como regalo de Creador a su Criatura, la más pequeña entre el ejército de gigantes extendiendo sus tiendas en el Firmamento de la Tierra, y sin embargo Reina de la Noche, sin cuya corona la vida perecería en las tinieblas. Al natural se ve su Diadema, Orión, asi:

El Mapa Estelar es lo que nos interesa aquí. Por dos razones. O por muchas. No sé. ¿Tiene que haber alguna razón para admirar la belleza? En este caso la razón primera será el Conocimiento de los nombres de los astros ensarzados en esta Diadema. La segunda será rebatir con la Data en la mano la imagen obsoleta del Movimiento Estelógico Universal alrededor de un Centro Galáctico Común. La Data extendida en el Espacio y el Tiempo se basta de por sí sola para afirmar que los sistemas estelares son lo que las moléculas a un Cuerpo Cristalino; se mueven, sí, pero el Movimiento es Relativo. ¿Existe movimiento dentro de una molécula? ¡Por supuesto! ¿Se produce ese movimiento fuera del perímetro de las fuerzas atómicas que encierran sus átomos en el seno de la misma? Por supuesto que no. A este Movimiento se le llama Relativo. Conocer dónde está cada partícula en un momento concreto es irrelevante. Lo trascendente es que la Molécula permanece. Nosotros tenemos que entender que una partícula no está en dos espacios distintos en un momento definido sino que nuestra medición de tiempo no sirve para computar ese movimiento en el seno de un atomo. Ahora bien, si eres listo y buscas la fama sobre la ignorancia del público te inventas una cuadratura del círculo y escribes una artículo sobre la bilocalizacion de un cuerpo en el seno del universo atómico, lo llamas cuántico y queda de película. Los otros no pierden nada, porque el ignorante tiene zero, y tú ganas mucho dinero. En el caso de un astro que se mueve a velocidades supersónicas en un movimiento relativo estando sujeto a ciclos de producción de energía luminosa se entiende que la bilocalización existe en razón de las distancias, y en realidad lo que estamos fotografiando es un analema de un astro en el seno de su sistema rotatorio molecuar, por seguir usando la comparación. Es decir, por cada EQUIS número de estrellas que observamos en las fotos, sea un DIEZ, no existe sino sólo UNA, las otras nueve son parte del ANALEMA que ha creado esa estrella en su Movimiento Relativo. La importancia del cambio de distancia tiene aquí su trascendencia astrofísica. Pero vayamos a la DATA y despues volvemos a hablar. Este es el MAPA ESTELAR DEL FIRMAMENTO EN LA CONSTELACION DE ORIÓN

Las preguntas regresan, quieren respuesta, buscan su lugar en los Cielos, no lo encuentran en los Viejos Cielos de una Astronomía ideologizada por un ateísmo decimonónico materialista, cuya dialéctica es incapaz de sumar dos y dos pero se siente omnipotente para desterrar las leyes de la lógica de la Naturaleza y levantar su pensamiento contra el Universo, contra el Cosmos, contra Dios y contra la Vida en la Tierrra si alguien se niega a descatalogar ese ideario patético de unos Cielos orbitando alrededor de un Centro Universal Común cuando la DATA analizada desde la Física Natural niega en lo absoluto y en lo particular la existencia de esa Idea Absurda nacida en un odio visceral hacia la Fe Cristiana, de cuya teta se alimentó la Cienca y en cuyos brazos se crió después de haber conducido en primera instancia a la Civilización a su ruina, y no contento con ello conducirla de nuevo al campo de las guerras mundiales. La DATA no miente. Miente quien se niega a procesarlas. Es absolutamente imposible que dos estrellas situadas a cientos de años de luz la una de la otra en relación al Sol y viajando a velocidades diferentes puedan mantener su posición en un plano de referencia estático durante miles de años. Miles de años son los que lleva observando el ser humano esta DIADEMA. Si la DATA o los astrónomos de los Viejos Cielos están equivocados que lo digan ahora que no viven bajo el yugo de aquella Igesia malvada y maligna que se atrevió a resucitar a la Civilización de su tumba.

Seguiré ampliando esta DATA en otra ocasión