Cristo Raul "EL VENCEDOR EDICIONES"

 
 

Historia del

Próximo Oriente Antiguo

Los Sumerios - Stephen Langdon

(Traduccion C.R.)

Las leyendas sumerias localizan las tierras del Paraíso, donde los dioses bendijeron por vez primera a la humanidad con la Civilización, en Dilmun en la costa del Golfo Pérsico. En la isla Bushire la arqueóloga francesa M. Pezard, encontró huellas de la cultura neolítica y cerámica monocroma decoradas en el estilo geométrico, característico de la primera cultura de Susa, Musyan, Ur y Eridu. Los geógrafos árabes también suelen describir esta región como fructífera, y dan por sentado que una de las cuatro regiones del Paraíso se encuentra aquí. Pero los sumerios parecen haber fundado los asentamientos a lo largo de la parte superior del Tigris mucho antes de que las tierras del sur fueran redimidas por los ríos y el clima. Así, en Asur, y río abajo, cerca de Samarra, se han encontrado estatuillas sumerias antiguas.

Lo que nos lleva a preguntarnos en base a qué los sumerios se adentraron en aquellas tierrras pantanosas sujetas a constantes sequías, que requerían un trabajo enorme debido a  la necesidad de un sistema de regadío inexistente;  la respuesta parecer estar en la cultura del cultivo de las palmeras datileras. Aunque más hospitalarias y de clima más templado las llanuras dal norte de Bagdag no son aptas para el cultivo del dátil. Y como se ve de la importancia de la palmera en el seno de las culturas sumerias y babilonias, que supera el cultivo de cualquier otro árbol, la necesidad se une a la cuestión y nos da la respuesta antes precisada. Los textos al respecto  ponen sobre la mesa toda una ciencia sobre cultivo de la palmera y sus clases. Lo que nos lleva a comprender por qué los primeros sumerios se adentraron en el sur en busca de un terreno apto para el cultivo de las palmeras y demás árboles frutales, aun a pesar del inmenso trabajo que les suponía convertir una zona pantanosa en una huerta dotada de la clásica arboleda tan típica de las pueblos conectados con la zona mediterránea.  La Fruta en los países cálidos siempre ha sido el alimento básico de la dieta humana. Y es precisamente cuando los Sumerios se asientan en el Sur de Mesopotamia que se registra el crecimiento masivo y sorprendente de su población en el origen de las primeras ciudades-estados, fundamentos de la Historia del Mundo Antiguo.

THE ORIGIN OF THE SUMERIANS El origen de los SUMERIOS

Las evidencias arqueológicas apuntan a la ocupación de Asia occidental, en tiempos prehistóricos, por supuesto antes de la etapa calcolítica, por diversas ramas de una vigorosa raza de habla aglutinante. Primero entran en el ámbito de la arqueología en Susa, en el Elam, cerca del río Kerkhah, en el flanco occidental de la meseta persa, 80 millas al este de Amara. Conocemos avanzadillas neolíticas a lo largo de las laderas de las montañas de Zagros, donde abunda el pedernal. Pedernal y obsidiana caracterizan las estratos inferiores de la cultura en Susa, y se encuentran también en los niveles más bajos de todas las antiguas ciudades sumerias, pero ninguna de estas fundaciones demuestran una verdadera cultura neolítica. Los cuchillos de sílex, raspadores, sierras, flechas y otros utensilios de piedra hallados en Susa, Lagash, Ur, Eridu, Nippur y Umma se encuentran entremezclados con utensilios de cobre.

La cultura más antigua en Susa está a 60 metros por debajo del nivel actual de la llanura y se caracteriza por una cerámica pintada de gran calidad. El torno, pues, ya había entrado en uso, la arcilla era buena y se trabajó con una habilidad tal que las paredes de los vasos están maravillosamente pulidos. Aquellos artesanos del quinto milenio inventaron un negro brillante, producto de una mezcla de pintura marrón hematite con un alcalí y sal de potasio. La misma cerámica con dibujos geométricos en negro brillante se ha encontrado en Lagash, Eridu, y cerca de Ur. Este tipo de alfarería elegante era habitualmente decorada con dibujos geométricos. Los animales son tan estilizados que son casi irreconocibles. Los animales más comúnmente representados (en líneas negras) son la serpiente, la cabra, el perro de caza, la cigüeña, la tortuga y el águila. Las figuras humanas son poco frecuentes, y no tan convencionales como las de los animales, aunque la figura humana en línea geométrica se ha hallado en el interior de un tazón de Susa, y con frecuencia en la alfarería de la misma época en Musyan, un sitio proto-Elamítico 30 millas al oeste de Susa. La cerámica de Musyan, aunque en general menos perfecta que la de Susa, pertenece claramente a la misma cultura, y, en la opinión del escritor puede ser fechada entre el 4500 y el 4000 a.C. La relación entre el pueblo proto-elamítico y los Sumerios debe dejarse a la conjetura sin embargo. Cuando lleguemos al segunda período realista de la cultura Elamítica se verá que pertenece o bien a una rama de la raza sumeria o a un pueblo de la misma raza, hábitos y costumbres.

Las culturas de ANAU y SUSA

La cerámica pintada ya había alcanzado el convencionalismo estructural antes del 4000 en Sumer y Elam, y su origen debe ser anterior. La misma aparece en la cultura de Anau en el Turquestán ruso a la profundidad de 64 pies de distancia de la parte superior del montículo y 24 pies por debajo del nivel actual de la llanura. Aquí, la textura de la cerámica también es fina y delicada, y los diseños monocromos están establecidos sobre la superficie pulida a mano con pintura brillante negra, violeta o negro-marrón. Algunos ejemplos de la cerámica proto-Elamitica vienen hechos a mano, pero también se ven las huellas de un rudimento de rueda de alfarero.

La anterior fecha es objeto de controversia, pero el escritor se inclina a la creencia de que una gran civilización prehistórica se propagó desde Asia Central hasta la meseta de Irán, Siria y Egipto mucho antes de 4000 aC, y que el pueblo sumerio sería una rama de este pueblo del Asia central, que entró en Mesopotamia antes de 5000 a.C. El arte decorativo en Anau ya se encuentra en un período de rigidez convencional y revela una industria al término de su evolución. El trabajo en línea de zigzag, y la celosía triangular son una clara evidencia de la íntima relación entre las artes decorativas de Elam y Anau, y la similitud entre los principios de la cerámica de Susa y el del predinástico Egipcio no es algo que deba dejarse al azar.

El estrato de cerámica monocroma geométrica en Susa llena un espesor máximo de 27 pies, y en el mismo período Anau llena una capa de 49 pies. Parece bastante obvio, por lo tanto, que tenemos que asignar un largo período de la civilización prehistórica de Asia central y Elam, que pertenece a los finales de la edad de piedra y cobre. Por encima del estrato arcaico en Susa se asientan los restos de un período estéril que indica un completo borrado de la civilización durante ese tiempo en el Elam. Después de esa capa estéril de 3-4 pies de espesor se llega a una nueva civilización contemporánea con los inicios de la escultura sumeria en Mesopotamia inferior. Esta capa se caracteriza por un tipo inferior de cerámica pintada, menos delicada y, a menudo, policromada. El viejo estilo geométrico es sustituido ahora por un intento de retratar los animales y la vegetación de estilo realista. Permanece el motivo animal propio del periodo arcaico, pero ahora aparece el pescado. Aparece la tendencia a la utilización del alabastro, y en lugar de las tazas de arcilla nos encontramos con estilizados vasos de piedra. TEl cilindro-sello aparece al mismo tiempo en Elam, Sumer y Egipto, y la influencia de la escultura en piedra desplazando a las artes decorativas de cerámica tradicional. La escritura jeroglífica, además, aparece en este período en las tres tierras, en conexión clara.

En el monte de Susa tenemos las normas que nos sirven para definir el nacimiento y progreso de los sumerios. Sus primeros restos tienen que ver con los albores de las edades del Bronce, con sellos de cilindro y torpes esculturas en piedra. Los estratos más bajos de su cultura tienen poca cerámica pintada, y sí toscos jarrones rojos con un gran parecido a los del segundo periodo de Susa. Estos restos deberíamos situarlos alrededor del 4000 a.C. Para una mayor definición tendríamos que recurrir a los restos más tardíos, y estos muestran una notable similitud entre Susa y Elam. De donde se puede mantener que la nueva civilización que aparece en Susa alrededor del 4000 a.C. forma parte de la gran cultura sumeria.

Una cabeza de asfalto en el segundo estrato de Susa revela todas las características de la fisonomía y del peinado sumerio. Una nariz alta, recta, se une el cráneo sin apreciable depresión en el puente, la frente remite ligeramente. El eje del ojo se ladea ligeramente desde el interior hacia el exterior, un fenómeno notable en muchas cabezas sumerias. Este tipo de ojos y nariz es característico de ambos, Elamitas y sumerios. El elamita tiene una larga barba de ondas horizontales y labios afeitados. Los primeros sumerios llevaban barba entera, pero en opinión del escritor, basada en arcaicos bajo-relieves, los primeros sumerios también. Un monumento del periodo arcaico tardío (4500-3000 a.C.) representa el pueblo sumerio durante la etapa de transición. El pedestal circular de Lagash, ahora en el Louvre, muestra ambos detalles en las figuras de los reyes y dignatarios, pero la gente común aquí también lleva la cabeza rapada. El primer ejemplo de un sumerio esculpido al natural es la figura de Lugal-kisalsi de Erech, con una larga barba trenzada, y afeitados labios y mejillas. El pelo de los labios fue el primero en desaparecer, dejando el pelo largo y la barba cuidadosamente peinada. Entonces, la barba y finalmente el pelo de la cabeza se abandonaron también. Puesto que los semitas que llegaron a Sumer, en el período prehistórico, llevaban barba entero, el único criterio de distinción a este respecto es los labios afeitados. Los dioses de Sumer en general eran representados con barba entera y labios limpios, una indicación de que la representación de deidades se planteaba en esta etapa de la cultura sumeria y que el panteón es totalmente sumerio. En la opinión del escritor, por lo tanto, innecesario suponer influencia semítica en esta costumbre.

El vestido sumerio primitivo fue el vellón de oveja, y los pueblos proto-elamiticos del primer período han dejado ejemplos de lino tejido finamente. En primera instancia se trató de imitar el vellón de oveja, que dio paso a la prenda de vestido propiamente dicha. El vestido dejaba la parte superior del cuerpo desnudo. De esta prenda derivó luego el manto griego conocido como kaunake. La palabra kaunake puede ser empleada para designar el antiguo traje nacional de los pueblos sumerio y elamita. Con el tiempo las mujeres se ataron este Kaunake a un hombro, costumbre que pasó a los hombres durante el periodo acadio. El kaunake colgado de la cadera devino el vestido nacional de Sumer, de Elam, y se ha encontrado representado en una copa de oro en Astrabad, descubierta al norte de Persia, en la ladera de las faldas de los Montes  Elburz, cerca de la costa sur-oriental del mar Caspio.

Primeras dinastías tradicionales

Todas las evidencias sugieren que una raza de dolicocéfalos hablando idiomas aglutinantes descendieron sobre Irán, Mesopotamia y las orillas del Golfo Pérsico, probablemente desde la entonces fértiles llanuras de Asia central, antes de 5000 a.C. De esta raza, la de los sumerios que primero ocuparon la parte alta de los ríos Tigris y Éufrates fueron, con mucho, los más talentosos, y sus ciudades más antiguas fueron las primeras construidas a las orillas del Tigris y el Eufrates, y sus  canales los primeros que se construyeron en los tiempos prehistóricos. Mucho después, cuando sus reinos independientes pasaron a mejor vida y tuvieron que vivir bajo el imperio de una dinastía semita en Isin y el reino de Larsa, sus sabios inventaron un sistema de cronología  que se extendia desde el Diluvio a sus propios tiempos, y sus poetas escribieron las leyendas de la Creación, el principio de su civilización y el mito del Paraíso. A partir de estas listas podemos reconstruir parcialmente las edades más tempranas, aunque bien es cierto que su uso legal no puede ser utilizado para la historia hasta que sus fechas llegan a un período en el que sus reyes pueden ser controlados por las inscripciones.

Hay incoherencias y errores, incluso en la incorporación de las cifras de los reinados de los reyes. La más importante es una tableta escrita aparentemente en el cuarto año de Enlil-bani, undécimo rey de Isin, y compuesta en Nippur. Esta tabla y sus duplicados coinciden en que once ciudades poseyeron en diversas ocasiones la sede de una o varias dinastías durante el largo período comprendido entre el Diluvio y alguna fecha de la dinastía de Isin. La tabla principal estima 134 reyes desde la Inundación al undécimo rey de Isin (tercer año=2198 aC) y 28.876 años a partir de la Inundación hasta el año en el que fue escrita la lista. Otro lista da 139 reyes y 25.063 años.

La primera de las dinastías reinó en Kish (en la actualidad Oheimir), situada cerca del antiguo curso del Eufrates, nueve millas al Este de Babilonia. Los primeros reinos fueron míticos. Así Arpu reina 720 años, y a Etana el Pastor que ascendió a los cielos se le asigna 635 años. El reinado más corto es de 410 años y el más largo de 1200. Sólo nueve nombres míticos de esta línea en Kish se han conservado perfectamente, Galumum, Zukakipu (el 'escorpión', cf. También en Egipto), Arpu, Etana, Walikh, Enmenna, Melam-Kish, Barsalnunna, Meszagud. . Cuatro de ellos parecen ser semitas, de donde parece que ya antes de 5000 a.C. hubo semitas entre los pueblos sumerio de Mesopotamia central (más tarde conocido como Akkad).

Alguna verdad histórica debe sin duda estar detrás de estos reinos semi-míticos. En estos tiempos históricos semi-míticos los reyes pertenecen al terreno de la leyenda y la poesía, y algunos de ellos fueron considerados como dioses y figuraron como deidades en el panteón. De los reyes de la primera dinastía de Kish, Etana se convirtió en objeto de un largo poema semita, el episodio principal de las cuales es su ascensión a la morada de Anu, el dios de los cielos, a lomos de un águila, en cuya ascensión sufre mareos y cae al vacío.  Este mito es citado en una tabla sumeria, y los sellos de los primeros períodos arcaicos representan el águila elevando a Etana, mientras sus dos perros los miran sentados junto a su trono vacante. Pero el verdadero motivo de la historia se refiere a la búsqueda de Etana en el Cielo de una planta de fertilidad que le permitirá tener un heredero. El poema trata el mito del conflicto entre una serpiente y un águila, donde el águila es derrotada y resucitada por Etana. Un mortero de piedra arcaica descubierto en Nippur retrata en bajo relieve el conflicto del águila, el ave del dios-sol, y la serpiente, representante de los poderes de la oscuridad. La asociación de la batalla cósmica entre el águila y la serpiente con un rey de una dinastía prehistórica demuestra cuán antiguos son  tales motivos entre los sumerios, y cómo la forja de mitos es la principal característica de este grupo humano.

La La siguiente dinastía gobernó en Erech y pertenece al sur. Esto se pone de manifiesto no sólo por la situación de su capital, también por el carácter sumerio de los nombres. La Lista Real principal dice que fueron cinco diferentes las dinastías que gobernaron en Erech, y 22 los reyes. La suma total de los años de estos cinco reinos de Erech es de 4980 años, 6 meses y 14 días. Meskingasher, hijo de Utu, el sol-dios, reinó 325 años en E-anna, que es normalmente el nombre del templo de Anu e Ishtar en Erech. Su hijo Enmerkar construyó la ciudad de Erech y gobernó 420 años. Luego siguen tres reyes, los cuales más tarde se convertirían en prominentes figuras de la religión sumeria y babilónica: Lugalbanda, Tammuz, y Gilgamesh. Los tres recibirán el título de deidad en la lista. Lugalbanda ocupa una posición prominente en la religión de Sumer y Erech como hijo de Enlil, dios de la tierra de Nippur, y consorte de la diosa madre Nin-Sun, madre de Gilgamesh. La Lista le  asigna 1200 años a su reinado y le da el título de "pastor".

Tammuz, cuyo nombre significa "el hijo fiel", provenía de un suburbio de Khabur Eridu y reinó en Erech 100 años. El culto de la muerte y resurrección del dios se atribuye presumiblemente a su nombre, ya que sacrificó su vida por su pueblo. Tammuz es llamado "pescador de hombres" en la Lista cronológica. El dios Gilgamesh fue señor de Kullab, un barrio de Erech. Este semi-humano semi-divino hijo de la diosa madre Nin-Sun gobernó 126 años y se convirtió en el héroe de la épica Sumeria, y más tarde de la gran epopeya semita de Gilgamesh, en 12 tablas, la obra maestra de la literatura babilónica. El poema lo describe como un rey de Erech, que oprimió a su pueblo, tanto que  la diosa madre Aruru creó a Enkidu para oprimirle a él, pero los dos se convirtieron en grandes e inseparables amigos y juntos hicieron la guerra contra el dios Kumbaba en las montañas de cedro del Elam. Esta referencia a la hostilidad entre un gobernante de un prehistórico reino sumerio y Elam probablemente contiene una pista sobre los principios de las relaciones de entre estos pueblos. Una tradición de Nippur acredita a  Gilgamesh como constructor de templo de Enlil, y su hijo también mostró preocupación por la ciudad sagrada. De donde se puede creer que estas dos semi-míticas dinastías de Kish y Erech fueron realmente contemporáneas.

La siguiente dinastía tiene su sede aún más al sur del Eufrates, en Ur, y es totalmente sumeria. Llegamos a la parte de la Lista en que los reinos son todo lo normal que puede asumirse.  Mesannipadda gobernó 80 años y su hijo Meskenagnunna 30 años. Luego sigue Elulu con 25 años y Balulu con 36 años: estos cuatro reyes de Ur abarcaron un período de 171 años. La siguiente dinastía gobernó en Awan (más tarde conocido como Awak en Kazallu) una ciudad de lugar desconocido, pero probablemente al este del Tigris, y ciertamente no muy lejos de Susa.