Las leyendas sumerias
localizan las tierras del Paraíso, donde los dioses bendijeron
por vez primera a la humanidad con la Civilización, en Dilmun
en la costa del Golfo Pérsico. En la isla Bushire la arqueóloga
francesa M. Pezard, encontró huellas de la cultura neolítica
y cerámica monocroma decoradas en el estilo geométrico, característico
de la primera cultura de Susa, Musyan, Ur y Eridu.
Los geógrafos árabes también suelen describir esta región como
fructífera, y dan por sentado que una de las cuatro regiones
del Paraíso se encuentra aquí. Pero los sumerios parecen haber
fundado los asentamientos a lo largo de la parte superior del
Tigris mucho antes de que las tierras del sur fueran redimidas
por los ríos y el clima. Así, en Asur, y río abajo, cerca de
Samarra, se han encontrado estatuillas sumerias antiguas.
Lo que nos lleva a
preguntarnos en base a qué los sumerios se adentraron en aquellas
tierrras pantanosas sujetas a constantes sequías, que requerían
un trabajo enorme debido a la
necesidad de un sistema de regadío inexistente;
la respuesta parecer estar en la cultura del cultivo
de las palmeras datileras. Aunque más hospitalarias y de clima
más templado las llanuras dal norte de Bagdag no son aptas para
el cultivo del dátil. Y como se ve de la importancia de la palmera
en el seno de las culturas sumerias y babilonias, que supera
el cultivo de cualquier otro árbol, la necesidad se une a la
cuestión y nos da la respuesta antes precisada. Los textos al
respecto ponen sobre
la mesa toda una ciencia sobre cultivo de la palmera y sus clases.
Lo que nos lleva a comprender por qué los primeros sumerios
se adentraron en el sur en busca de un terreno apto para el
cultivo de las palmeras y demás árboles frutales, aun a pesar
del inmenso trabajo que les suponía convertir una zona pantanosa
en una huerta dotada de la clásica arboleda tan típica de las
pueblos conectados con la zona mediterránea.
La Fruta en los países cálidos siempre ha sido el alimento
básico de la dieta humana. Y es precisamente cuando los Sumerios
se asientan en el Sur de Mesopotamia que se registra el crecimiento
masivo y sorprendente de su población en el origen de las primeras
ciudades-estados, fundamentos de la Historia del Mundo Antiguo.
|
THE ORIGIN OF THE
SUMERIANS El origen de los SUMERIOS
Las
evidencias arqueológicas apuntan a la ocupación de Asia occidental,
en tiempos prehistóricos, por supuesto antes de la etapa calcolítica,
por diversas ramas de una vigorosa raza de habla aglutinante.
Primero entran en el ámbito de la arqueología en Susa, en el
Elam, cerca del río Kerkhah, en el flanco occidental de la meseta
persa, 80 millas al este de Amara. Conocemos avanzadillas neolíticas
a lo largo de las laderas de las montañas de Zagros, donde abunda
el pedernal. Pedernal y obsidiana caracterizan las estratos
inferiores de la cultura en Susa, y se encuentran también en
los niveles más bajos de todas las antiguas ciudades sumerias,
pero ninguna de estas fundaciones demuestran una verdadera cultura
neolítica. Los cuchillos de sílex, raspadores, sierras, flechas
y otros utensilios de piedra hallados en Susa, Lagash, Ur, Eridu,
Nippur y Umma se encuentran entremezclados con utensilios de
cobre.
|
La
cultura más antigua en Susa está a 60 metros por debajo del
nivel actual de la llanura y se caracteriza por una cerámica
pintada de gran calidad. El torno, pues, ya había entrado en
uso, la arcilla era buena y se trabajó con una habilidad tal
que las paredes de los vasos están maravillosamente pulidos.
Aquellos artesanos del quinto milenio inventaron un negro brillante,
producto de una mezcla de pintura marrón hematite con un alcalí
y sal de potasio. La misma cerámica con dibujos geométricos
en negro brillante se ha encontrado en Lagash, Eridu, y cerca
de Ur. Este tipo de alfarería elegante era habitualmente decorada
con dibujos geométricos. Los animales son tan estilizados que
son casi irreconocibles. Los animales más comúnmente representados
(en líneas negras) son la serpiente, la cabra, el perro de caza,
la cigüeña, la tortuga y el águila. Las figuras humanas son
poco frecuentes, y no tan convencionales como las de los animales,
aunque la figura humana en línea geométrica se ha hallado en
el interior de un tazón de Susa, y con frecuencia en la alfarería
de la misma época en Musyan, un sitio proto-Elamítico 30 millas
al oeste de Susa. La cerámica de Musyan, aunque en general menos
perfecta que la de Susa, pertenece claramente a la misma cultura,
y, en la opinión del escritor puede ser fechada entre el 4500
y el 4000 a.C. La relación entre el pueblo proto-elamítico y
los Sumerios debe dejarse a la conjetura sin embargo. Cuando
lleguemos al segunda período realista de la cultura Elamítica
se verá que pertenece o bien a una rama de la raza sumeria o
a un pueblo de la misma raza, hábitos y costumbres.
Las
culturas de ANAU y SUSA
La cerámica pintada ya había alcanzado el convencionalismo estructural
antes del 4000 en Sumer y Elam, y su origen debe ser anterior.
La misma aparece en la cultura de Anau en el Turquestán ruso
a la profundidad de 64 pies de distancia de la parte superior
del montículo y 24 pies por debajo del nivel actual de la llanura.
Aquí, la textura de la cerámica también es fina y delicada,
y los diseños monocromos están establecidos sobre la superficie
pulida a mano con pintura brillante negra, violeta o negro-marrón.
Algunos ejemplos de la cerámica proto-Elamitica vienen hechos
a mano, pero también se ven las huellas de un rudimento de rueda
de alfarero.
La anterior fecha es objeto de controversia,
pero el escritor se inclina a la creencia de que una gran civilización
prehistórica se propagó desde Asia Central hasta la meseta de
Irán, Siria y Egipto mucho antes de 4000 aC, y que el pueblo
sumerio sería una rama de este pueblo del Asia central, que
entró en Mesopotamia antes de 5000 a.C. El arte decorativo en
Anau ya se encuentra en un período de rigidez convencional y
revela una industria al término de su evolución. El trabajo
en línea de zigzag, y la celosía triangular son una clara evidencia
de la íntima relación entre las artes decorativas de Elam y
Anau, y la similitud entre los principios de la cerámica de
Susa y el del predinástico Egipcio no es algo que deba dejarse
al azar.
El estrato de cerámica monocroma geométrica
en Susa llena un espesor máximo de 27 pies, y en el mismo período
Anau llena una capa de 49 pies. Parece bastante obvio, por lo
tanto, que tenemos que asignar un largo período de la civilización
prehistórica de Asia central y Elam, que pertenece a los finales
de la edad de piedra y cobre. Por encima del estrato arcaico
en Susa se asientan los restos de un período estéril que indica
un completo borrado de la civilización durante ese tiempo en
el Elam. Después de esa capa estéril de 3-4 pies de espesor
se llega a una nueva civilización contemporánea con los inicios
de la escultura sumeria en Mesopotamia inferior. Esta capa se
caracteriza por un tipo inferior de cerámica pintada, menos
delicada y, a menudo, policromada. El viejo estilo geométrico
es sustituido ahora por un intento de retratar los animales
y la vegetación de estilo realista. Permanece el motivo animal
propio del periodo arcaico, pero ahora aparece el pescado. Aparece
la tendencia a la utilización del alabastro, y en lugar de las
tazas de arcilla nos encontramos con estilizados vasos de piedra.
TEl cilindro-sello aparece al mismo tiempo en Elam, Sumer
y Egipto, y la influencia de la escultura en piedra desplazando
a las artes decorativas de cerámica tradicional. La escritura
jeroglífica, además, aparece en este período en las tres tierras,
en conexión clara.
|
En el monte de Susa
tenemos las normas que nos sirven para definir el nacimiento
y progreso de los sumerios. Sus primeros restos tienen que ver
con los albores de las edades del Bronce, con sellos de cilindro
y torpes esculturas en piedra. Los estratos más bajos de su cultura tienen poca cerámica
pintada, y sí toscos jarrones rojos con un gran parecido a los
del segundo periodo de Susa. Estos restos deberíamos situarlos
alrededor del 4000 a.C. Para una mayor definición tendríamos
que recurrir a los restos más tardíos, y estos muestran una
notable similitud entre Susa y Elam. De donde se puede mantener
que la nueva civilización que aparece en Susa alrededor del
4000 a.C. forma parte de la gran cultura sumeria.
Una cabeza de asfalto en el segundo estrato de Susa revela todas
las características de la fisonomía y del peinado sumerio. Una
nariz alta, recta, se une el cráneo sin apreciable depresión
en el puente, la frente remite ligeramente. El eje del ojo se
ladea ligeramente desde el interior hacia el exterior, un fenómeno
notable en muchas cabezas sumerias. Este tipo de ojos y nariz
es característico de ambos, Elamitas y sumerios. El elamita
tiene una larga barba de ondas horizontales y labios afeitados.
Los primeros sumerios llevaban barba entera, pero en opinión
del escritor, basada en arcaicos bajo-relieves, los primeros
sumerios también. Un monumento del periodo arcaico tardío (4500-3000
a.C.) representa el pueblo sumerio durante la etapa de transición.
El pedestal circular de Lagash, ahora en el Louvre, muestra
ambos detalles en las figuras de los reyes y dignatarios, pero
la gente común aquí también lleva la cabeza rapada. El primer
ejemplo de un sumerio esculpido al natural es la figura de Lugal-kisalsi
de Erech, con una larga barba trenzada, y afeitados labios y
mejillas. El pelo de los labios fue el primero en desaparecer,
dejando el pelo largo y la barba cuidadosamente peinada. Entonces,
la barba y finalmente el pelo de la cabeza se abandonaron también.
Puesto que los semitas que llegaron a Sumer, en el período prehistórico,
llevaban barba entero, el único criterio de distinción a este
respecto es los labios afeitados. Los dioses de Sumer en general
eran representados con barba entera y labios limpios, una indicación
de que la representación de deidades se planteaba en esta etapa
de la cultura sumeria y que el panteón es totalmente sumerio.
En la opinión del escritor, por lo tanto, innecesario suponer
influencia semítica en esta costumbre.
|
El vestido sumerio primitivo fue el vellón
de oveja, y los pueblos proto-elamiticos del primer período
han dejado ejemplos de lino tejido finamente. En primera instancia
se trató de imitar el vellón de oveja, que dio paso a la prenda
de vestido propiamente dicha. El vestido dejaba la parte superior
del cuerpo desnudo. De esta prenda derivó luego el manto griego
conocido como kaunake.
La palabra kaunake puede ser empleada para designar el antiguo traje nacional
de los pueblos sumerio y elamita. Con el tiempo las mujeres
se ataron este Kaunake
a un hombro, costumbre que pasó a los hombres durante el periodo
acadio. El kaunake
colgado de la cadera devino el vestido nacional de Sumer, de
Elam, y se ha encontrado representado en una copa de oro en
Astrabad, descubierta al norte de Persia, en la ladera de las
faldas de los Montes Elburz,
cerca de la costa sur-oriental del mar Caspio.
Primeras dinastías tradicionales
|
Todas
las evidencias sugieren que una raza de dolicocéfalos hablando
idiomas aglutinantes descendieron sobre Irán, Mesopotamia y
las orillas del Golfo Pérsico, probablemente desde la entonces
fértiles llanuras de Asia central, antes de 5000 a.C. De esta
raza, la de los sumerios que primero ocuparon la parte alta
de los ríos Tigris y Éufrates fueron, con mucho, los más talentosos,
y sus ciudades más antiguas fueron las primeras construidas
a las orillas del Tigris y el Eufrates, y sus canales
los primeros que se construyeron en los tiempos prehistóricos.
Mucho después, cuando sus reinos independientes pasaron a mejor
vida y tuvieron que vivir bajo el imperio de una dinastía semita
en Isin y el reino de Larsa, sus sabios inventaron un sistema
de cronología que
se extendia desde el Diluvio a sus propios tiempos, y sus poetas
escribieron las leyendas de la Creación, el principio de su
civilización y el mito del Paraíso. A partir de estas listas
podemos reconstruir parcialmente las edades más tempranas, aunque
bien es cierto que su uso legal no puede ser utilizado para
la historia hasta que sus fechas llegan a un período en el que
sus reyes pueden ser controlados por las inscripciones.
|
Hay incoherencias y
errores, incluso en la incorporación de las cifras de los reinados
de los reyes. La más importante es una tableta escrita aparentemente
en el cuarto año de Enlil-bani, undécimo rey de Isin, y compuesta
en Nippur. Esta
tabla y sus duplicados coinciden en que once ciudades poseyeron
en diversas ocasiones la sede de una o varias dinastías durante
el largo período comprendido entre el Diluvio y alguna fecha
de la dinastía de Isin. La tabla principal estima 134 reyes
desde la Inundación al undécimo rey de Isin (tercer año=2198
aC) y 28.876 años a partir de la Inundación hasta el año en
el que fue escrita la lista. Otro lista da 139 reyes y 25.063
años.
|
La primera de las dinastías reinó en Kish
(en la actualidad Oheimir), situada cerca del antiguo curso
del Eufrates, nueve millas al Este de Babilonia. Los primeros
reinos fueron míticos. Así Arpu reina 720 años, y a Etana el
Pastor que ascendió a los cielos se le asigna 635 años. El reinado
más corto es de 410 años y el más largo de 1200. Sólo nueve
nombres míticos de esta línea en Kish se han conservado perfectamente,
Galumum, Zukakipu (el 'escorpión', cf. También en Egipto), Arpu,
Etana, Walikh, Enmenna, Melam-Kish, Barsalnunna, Meszagud. . Cuatro de ellos parecen ser semitas, de donde parece que
ya antes de 5000 a.C. hubo semitas entre los pueblos sumerio
de Mesopotamia central (más tarde conocido como Akkad).
|
Alguna verdad histórica
debe sin duda estar detrás de estos reinos semi-míticos. En
estos tiempos históricos semi-míticos los reyes pertenecen al
terreno de la leyenda y la poesía, y algunos de ellos fueron
considerados como dioses y figuraron como deidades en el panteón.
De los reyes de la primera dinastía de Kish, Etana se convirtió
en objeto de un largo poema semita, el episodio principal de
las cuales es su ascensión a la morada de Anu, el dios de los
cielos, a lomos de un águila, en cuya ascensión sufre mareos
y cae al vacío. Este
mito es citado en una tabla sumeria, y los sellos de los primeros
períodos arcaicos representan el águila elevando a Etana, mientras
sus dos perros los miran sentados junto a su trono vacante.
Pero el verdadero motivo de la historia se refiere a la búsqueda
de Etana en el Cielo de una planta de fertilidad que le permitirá
tener un heredero. El poema trata el mito del conflicto entre
una serpiente y un águila, donde el águila es derrotada y resucitada
por Etana. Un mortero de piedra arcaica descubierto en Nippur
retrata en bajo relieve el conflicto del águila, el ave del
dios-sol, y la serpiente, representante de los poderes de la
oscuridad. La asociación de la batalla cósmica entre el águila
y la serpiente con un rey de una dinastía prehistórica demuestra
cuán antiguos son tales
motivos entre los sumerios, y cómo la forja de mitos es la principal
característica de este grupo humano.
|
La
La siguiente dinastía gobernó en Erech y pertenece al sur. Esto
se pone de manifiesto no sólo por la situación de su capital,
también por el carácter sumerio de los nombres. La Lista Real
principal dice que fueron cinco diferentes las dinastías que
gobernaron en Erech, y 22 los reyes. La suma total de los años
de estos cinco reinos de Erech es de 4980 años, 6 meses y 14
días. Meskingasher, hijo de Utu, el sol-dios, reinó 325 años
en E-anna, que es normalmente el nombre del templo de Anu e
Ishtar en Erech. Su hijo Enmerkar construyó la ciudad de Erech
y gobernó 420 años. Luego siguen tres reyes, los cuales más
tarde se convertirían en prominentes figuras de la religión
sumeria y babilónica: Lugalbanda, Tammuz, y Gilgamesh. Los tres
recibirán el título de deidad en la lista. Lugalbanda ocupa
una posición prominente en la religión de Sumer y Erech como
hijo de Enlil, dios de la tierra de Nippur, y consorte de la
diosa madre Nin-Sun, madre de Gilgamesh. La Lista le asigna
1200 años a su reinado y le da el título de "pastor".
|
Tammuz,
cuyo nombre significa "el hijo fiel", provenía de un suburbio
de Khabur Eridu y reinó en Erech 100 años. El culto de la muerte
y resurrección del dios se atribuye presumiblemente a su nombre,
ya que sacrificó su vida por su pueblo. Tammuz es llamado "pescador
de hombres" en la Lista cronológica. El dios Gilgamesh fue señor
de Kullab, un barrio de Erech. Este semi-humano semi-divino
hijo de la diosa madre Nin-Sun gobernó 126 años y se convirtió
en el héroe de la épica Sumeria, y más tarde de la gran epopeya
semita de Gilgamesh, en 12 tablas, la obra maestra de la literatura
babilónica. El poema lo describe como un rey de Erech, que oprimió
a su pueblo, tanto que la
diosa madre Aruru creó a Enkidu para oprimirle a él, pero los
dos se convirtieron en grandes e inseparables amigos y juntos
hicieron la guerra contra el dios Kumbaba en las montañas de
cedro del Elam. Esta referencia a la hostilidad entre un gobernante
de un prehistórico reino sumerio y Elam probablemente contiene
una pista sobre los principios de las relaciones de entre estos
pueblos. Una tradición de Nippur acredita a Gilgamesh
como constructor de templo de Enlil, y su hijo también mostró
preocupación por la ciudad sagrada. De donde se puede creer
que estas dos semi-míticas dinastías de Kish y Erech fueron
realmente contemporáneas.
La siguiente dinastía
tiene su sede aún más al sur del Eufrates, en Ur, y es totalmente
sumeria. Llegamos a la parte de la Lista en que los reinos son
todo lo normal que puede asumirse. Mesannipadda
gobernó 80 años y su hijo Meskenagnunna 30 años. Luego sigue
Elulu con 25 años y Balulu con 36 años: estos cuatro reyes de
Ur abarcaron un período de 171 años. La siguiente dinastía gobernó
en Awan (más tarde conocido como Awak en Kazallu) una ciudad
de lugar desconocido, pero probablemente al este del Tigris,
y ciertamente no muy lejos de Susa. |