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CRISTO RAUL CONTRA EL ANTICRISTO

LA HISTORIA DIVINA DE JESUCRISTO

CREACION DEL UNIVERSO SEGUN EL GÉNESIS

 

 
 

ANTIGUO TESTAMENTO

LA SAGRADA BIBLIA

NUEVO TESTAMENTO

Profeta

AMOS

 

Amós ejerció su ministerio profético en tiempo de Jeroboam II de Israel (783-743) y de Ozías o Azarías de Judá (789-738), dos años después del terremoto. Bajo el reinado de Jeroboam II, el reino de Israel había llegado a su esplendor económico y a la máxima expansión geográfica. A fines del siglo IX, los sirios hicieron incursiones en el reino de Israel, anexionándose las regiones transjordánicas de Basan y Galaad. Pero, al expansionarse Asiria hacia el occidente en tiempos de Adadn Nirari III (805-782), se debilitó el reino de Siria, y, en consecuencia, el reino de Israel pudo rehacerse y llegar a su apogeo. Podemos, pues, suponer que el profeta empezó su predicación oracular en los últimos años de Jeroboam II, hacia el 760 a.C., poco antes de la iniciación del ministerio profético de Oseas

 

PRIMERA PARTE

CONMINACION CONTRAS LAS NACIONES Y CONTRA ISRAEL
 
Contra Siria
 
1
1
Palabras de Amós, de los pastores de Tecoa, de la visión que tuvo sobre Israel en los días de Ozías, rey de Judá, y en los días de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto.
2
Dijo: Yavé rugirá desde Sión y desde Jerusalén emitirá su voz, y estarán en duelo los pastizales de los pastores y secaráse la cima del Carmelo.
3
Así dice Yavé: Por tres crímenes de Damasco y aun por cuatro no revocaré yo mi fallo. Por haber triturado con trillos de hierro a Galaad,
4
yo pondré fuego a la casa de Hazael, que consumirá los palacios de Ben-Hadad.
5
Yo quebrantaré las barras de Damasco y exterminaré a cuantos habitan en Biqat-Awen
6
y a quien empuña el cetro de Bet-Edén, y el pueblo de Aram será deportado a Quir, dice Yavé.
   
 
Contra Filistea
   
7
Así habla Yavé: Por tres crímenes de Gaza y por cuatro no revocaré mi fallo. Por haber deportado muchedumbres enteras de cautivos para entregárselos a Edom,
8
yo pondré fuego a los muros de Gaza, que devorará sus palacios, y exterminaré a cuantos habitan en Asdod y quien empuña el cetro en Ascalón. Volveré mi mano contra Ecrón, y perecerán las reliquias de los filisteos, dice el Señor, Yavé.
 
 
Contra Tiro
   
9
Así habla Yavé: Por tres pecados de Tiro y por cuatro no revocaré yo mi fallo. Por haber entregado a Edom muchedumbres enteras de cautivos, sin acordarse de la alianza fraternal,
10
yo pondré fuego a los muros de Tiro, que devorará sus palacios.
   
 
Contra Edom
   
11
Así habla Yavé: Por tres pecados de Edom y por cuatro no revocaré yo mi fallo. Por haber perseguido a la espada a su hermano, ahogando la piedad, durando siempre su cólera, y obstinándose hasta el fin en su rabia,
12
yo pondré fuego en Temán, que devorará los palacios de Bosra.
   
 
Contra Amón
   
13
Así habla Yavé: Por tres crímenes de los hijos de Amón y por cuatro no revocaré mi fallo. Por haber abierto en canal a las encintas de Galaad para extender su territorio,
14
yo encenderé fuego en los muros de Rabbá, que devorará sus edificios entre clamores el día del combate, en medio de la tempestad el día de la tormenta,
15
y su rey irá al cautiverio, y con él sus príncipes todos juntos, dice Yavé.
   

PRIMERA PARTE

CONMINACION CONTRAS LAS NACIONES Y CONTRA ISRAEL
 
2
 
Contra Moab
   
1
Así habla Yavé: Por tres pecados de Moab y por cuatro no revocaré yo mi fallo. Por haber quemado los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos,
2
yo pondré fuego en Moab, que devorará los palacios de Queriyot, y Moab hallará la muerte en medio del estruendo, entre los clamores y los sonidos de la trompeta,
3
y extirparé de él a su juez, y con él haré morir a todos los príncipes, dice Yavé.
   
 
Contra Judá
   
4
Así habla Yavé: Por tres pecados de Judá y por cuatro no revocaré yo mi decisión. Por haber menospreciado la Ley de Yavé y no haber guardado sus mandamientos, descarriándose por las mentiras tras las cuales se fueron sus padres,
5
yo pondré fuego a Judá, que devorará los palacios de Jerusalén.
   
 
Contra Israel
   
6
Así habla Yavé: Por tres pecados de Israel y por cuatro no revocaré yo mi fallo, por haber vendido al justo por dinero, y al pobre por un par de sandalias.
7
Aplastan sobre el polvo de la tierra la cabeza de los pobres, y estorban el camino de los humildes, y van padre e hijo a la doncella , profanando mi santo nombre,
8
Sobre ropas tomadas en prenda se echan junto a un altar cualquiera, y beben el vino de los multados en la casa de su dios.
9
Yo exterminé ante ellos a los amorreos, altos como cedros y fuertes como encinas; destruí su fruto arriba, y abajo sus raíces.
10
Yo os saqué de la tierra de Egipto y durante cuarenta años os conduje por el desierto para que ocuparais las tierras de los amorreos.
11
Yo suscité profetas de entre vuestros hijos, y nazareos entre vuestros mancebos, ¿no es así, hijos de Israel? dice Yavé.
12
Pero vosotros hicisteis beber vino a los nazareos, y a los profetas mandasteis, diciendo: No profeticéis.
13
He aquí que haré crujir el suelo bajo vuestros pies, como lo hace crujir el carro sobrecargado de gavillas,
14
y el ágil será incapaz de huir, y al fuerte no le servirá de nada su fuerza, y el valiente no escapará con vida;
15
el arquero no resistirá, el de ágiles pies no escapará, el jinete no se salvará,
16
y el de más esforzado corazón entre los valientes huirá desnudo aquel día, dice Yavé.

 

 
Crímenes de Israel.
 
3
1
Oíd esta palabra que Yavé ha pronunciado sobre vosotros, hijos de Israel; sobre todas las familias que hice subir de la tierra de Egipto, diciendo:
2
Sólo a vosotros conocí yo de entre todas las estirpes de la tierra; por eso he de hacer justicia de todas vuestras iniquidades.
3
¿Podrán caminar dos juntos sin estar de acuerdo?
4
¿Rugirá el león en el bosque no habiendo presa? ¿Dejará oír su rugido el leoncillo en su cubil sin haber despojos?
5
¿Se dejará caer el ave sobre la red en tierra si no hubiere lazo? ¿Se levantará del suelo la red sin haber cazado nada?
6
¿Tocarán la trompeta en la ciudad sin que se alarme el pueblo? ¿Habrá en la ciudad calamidad cuyo autor no sea Yavé?
7
Porque no hace nada el Señor, Yavé, sin revelar su designio a sus siervos los profetas.
8
Rugiendo el león, ¿quién no temerá? Hablando el Señor, Yavé, ¿quién no profetizará?
9
Echad pregón en los palacios de Asdod y en los palacios de Egipto, diciendo: Reunios en los montes de Samaria para ver los grandes desórdenes que hay en ella y las violencias de su interior.
10
No saben obrar rectamente, dice Yavé, atesorando en sus palacios rapiñas y despojos.
   
 
Castigo
   
11
Por eso así dice el Señor, Yavé: Rodeará la tierra el enemigo, que robará tus fuerzas y saqueará tus palacios.
12
Así dice Yavé: Como rescata el pastor de las fauces del león un par de patas o la punta de una oreja, así escaparán los hijos de Israel. Vosotros, los que estáis sentados en Ascalón en el ángulo de un diván, o en Damasco sobre un lecho,
13
escuchad y dad testimonio contra la casa de Jacob, dice Yavé, Dios de los ejércitos.
14
Porque el día que haga yo justicia sobre Israel por sus crímenes, haré justicia de los altares de Bétel y serán derribados los cuernos del altar y caerán a tierra.
15
Y derribaré las casas de invierno sobre las casas de verano, y serán destruidos los palacios de marfil, y desaparecerán muchas casas, oráculo de Yavé.


 
4
 
Lujo y desenfreno de las Mujeres
1
Oíd esto, vacas de Basan, que moráis en la montaña de Samaria, las que oprimís a los débiles, maltratáis a los pobres y decís a vuestros señores: ¡Traed que bebamos!
2
Yavé, el Señor, ha jurado por su santidad que vendrán días sobre vosotros en que os levantarán con bicheros, y a vuestros descendientes con arpones,
3
y saldréis por las brechas cada una frente a sí, y seréis arrojadas hacia el Hermón, oráculo de Yavé.
4
Id a Bétel a prevaricar, a Guilgal a multiplicar vuestras prevaricaciones. Ofreced vuestros sacrificios matinales y cada tres días vuestros diezmos.
5
Pregonad el sacrificio de alabanza. Proclamad las ofrendas voluntarias, pregonadlas, pues que así lo queréis, hijos de Israel, oráculo de Yavé.
 
 
Ceguera del pueblo
 
6
Pero yo os he hecho estar a diente limpio en vuestras ciudades, y a falta de pan en todos vuestros lugares, y no os habéis vuelto a mí, oráculo de Yavé.
7
También os negué la lluvia desde tres meses antes de la siega; hice llover en una ciudad y no hice llover en otra, llovió en una parte y en otra no llovió y se secó.
8
Venían dos o tres ciudades a otra para beber el agua, sin poder saciarse, y, con todo, no os convertisteis a mí, oráculo de Yavé.
9
Os herí con añublo y con tizón, devasté vuestras huertas y vuestras viñas, la langosta devoró vuestras higueras y vuestros olivos, pero no os convertisteis a mí, oráculo de Yavé.
10
Os castigué con plagas a modo de las de Egipto, maté a vuestros mancebos a la espada, di al cautiverio a vuestros caballos, y en mi furor abrasé con el fuego vuestros campos, pero no os convertisteis a mí, oráculo de Yavé.
11
Os trastorné como cuando Dios trastornó a Sodoma y Gomorra; fuisteis como tizón sacado del fuego, pero no os convertisteis a mí, oráculo de Yavé.
12
Por tanto, mira lo que voy a hacerte, Israel; mira lo que te haré. Apréstate a comparecer ante tu Dios, Israel,
13
el que formó los montes y creó los vientos y pone al desnudo ante el hombre los pensamientos de éste; el que del alba hace tinieblas y marcha por las alturas de la tierra; Yavé, Dios de los ejércitos, es su nombre.
 
 
5
 
Exhortación a la conversión sincera
1
Escuchad esta palabra: Es la lamentación que entono sobre vosotros, casa de Israel:
2
Cayó la virgen de Israel, no podrá ya levantarse; yace en tierra abandonada, no hay quien la levante.
3
Porque así dice el Señor, Yavé: La ciudad que salía en campaña con mil guerreros, se quedará con ciento; la que salía con cien, se quedará con diez en la casa de Israel.
4
Así, pues, dice Yavé a la casa de Israel: ¡Buscadme y viviréis!
5
No busquéis a Betel, ni vayáis a Guilgal, ni paséis a Bersabé, porque Guilgal será llevada al cautiverio y Betel será destruida.
6
Buscad a Yavé y viviréis, no sea que abrase la casa de José con fuego devorador, sin que tenga Bétel quien lo apague.
7
Tornan el juicio en ajenjo y echan por tierra la justicia.
8
El hizo las Pléyades y el Orion, El torna las tinieblas en aurora y del día hace noche oscura, llama las aguas del mar y las derrama sobre la haz de la tierra. Yavé es su nombre.
9
El desencadena la ruina sobre la fortaleza y trae la destrucción sobre la ciudadela .
10
En las puertas detestan al censor y aborrecen al que habla rectamente.
11
Pues, porque pisoteáis al pobre y le exigís la carga del trigo, las casas que de piedras talladas os habéis construido no las habitaréis; de las deleitosas viñas que habéis plantado no beberéis el vino.
12
Porque yo sé que son muchas vuestras prevaricaciones y cuán grandes son vuestros pecados, opresores del justo, que aceptáis soborno y en las puertas hacéis perder al pobre su causa.
13
Por eso el hombre prudente ahora tiene que callarse, porque son malos tiempos.
14
Buscad el bien y no el mal, para que viváis, y así Yavé, Dios de los ejércitos, será con vosotros, como afirmáis.
15
Aborreced el mal y amad el bien y haced justicia en las puertas; quizá Yavé, Dios de los ejércitos, tenga piedad del resto de José.
16
Por tanto, así dice Yavé, Dios de los ejércitos, el Señor: Habrá llanto en todas las plazas, y en todas las calles clamarán: ¡Ay, ay! y convocarán al labrador a duelo y a la lamentación en las filas de las plañideras,
17
Y habrá llanto en todas las viñas cuando pase yo por medio de vosotros, dice Yavé.
18
¡Ay de aquellos que desean el día de Yavé! ¿De qué os servirá el día de Yavé? Será día de tinieblas, no de luz.
19
Es como quien, huyendo del león, diera con el oso; como quien, al entrar en casa y poner su mano sobre la pared, fuera mordido por la serpiente.
20
¿No es tinieblas el día de Yavé y no luz, oscuridad sin resplandor?
21
Yo odio y aborrezco vuestras solemnidades y no me complazco en vuestras congregaciones.
22
Si me ofrecéis holocaustos y me presentáis vuestros dones, no me complaceré en ellos ni pondré mis ojos en la inmolación de vuestras cebadas víctimas.
23
Aleja de mí el ruido de tus cantos, que no escucharé el sonar de tus cítaras.
24
Como agua impetuosa se precipitará el juicio; como torrente que no se seca, la justicia.
25
¿Me ofrecisteis sacrificios y oblaciones en el desierto en cuarenta años, casa de Israel?
26
Mas llevaréis a Sikkut, vuestro rey, y a Kewan, vuestros ídolos, la estrella de vuestro dios que os habéis fabricado.
27
Y os deportaré más allá de Damasco, dice Yavé, cuyo nombre es Dios de los ejércitos.


6
Certeza e inminencia del peligro
1
¡Ay de los descuidados en Sión! ¡Ay de los confiados en Samaria! Atended a las más antiguas de las naciones e id a ellas, casa de Israel.
2
Pasad a Calne y ved; id desde allí a Jamat la grande, bajad a Gat de los filisteos. ¿Son mejores que estos reinos o su territorio es más vasto que vuestro territorio?
3
Pretendéis lejano el día de la calamidad, agarrándoos al presente de un reposo pernicioso.
4
Ved cómo se tienden en marfileños divanes, e, indolentes, se tumban en sus lechos. Comen corderos del rebaño y terneros sacados del establo.
5
Bailan al son de la cítara e inventan -como David- instrumentos músicos.
6
Beben vino en copas y se ungen con el más exquisito óleo, y no sienten preocupación alguna por la ruina de José.
7
Por eso irán ahora al cautiverio a la cabeza de los deportados, y cesará el clamoreo de los disolutos.
8
Por su vida ha jurado el Señor, Yavé; lo afirma Yavé, el Señor de los ejércitos: Yo abomino la soberbia de Jacob, detesto sus palacios, y entregaré la ciudad con todo cuanto encierra.
9
Y sucederá que, si de una casa quedaren diez hombres, morirán también.
10
Y quedará un corto número de escapados para llevarse de la casa los huesos, y el uno dirá al otro que está en el fondo de la casa: ¿Queda alguno más contigo?
11
Y responderá: Ninguno. El otro le dirá: ¡Calla, que no ha de mentarse el nombre de Yavé!
12
Porque he aquí que va a dar Yavé la orden; en las casas grandes abrirá brechas, y grietas en las pequeñas.
13
¿Galopan los caballos por las rocas? ¿Se ara el mar con bueyes? Pues vosotros hacéis del juicio veneno, y del fruto de la justicia, ajenjo.
14
Os envanecéis por lo de Lodebar, y decís: ¿No hemos tomado con nuestra fuerza Qarnayim?
15
Pero he aquí que voy a suscitar contra vosotros, ¡oh casa de Israel! dice Yavé, Dios de los ejércitos, un pueblo que os oprimirá desde la entrada de Jamat hasta el torrente del Arabá.


TERCERA PARTE

VISIONES SIMBOLICAS
 
7
1
El Señor, Yavé, me dio a ver esto: he aquí que criaba langostas al tiempo que comenzaba a crecer la hierba primaveral, y que venía después de la corte del rey,
2
e iban a acabar de devorar el verdor de la tierra. Yo dije: ¡Oh Señor, Yavé, ten piedad! ¿Cómo va a sostenerse Jacob, siendo tan pequeño?
3
Y Yavé se compadeció por esto, y dijo: No será así.
4
Hízome ver también esto Yavé, el Señor; y he aquí que Yavé se aprestaba a castigar con fuego, que había de devorar el gran abismo e iba a consumir la heredad.
5
Yo dije: ¡Oh Señor, Yavé! ¡Detente, por favor! ¿Cómo va a sostenerse Jacob siendo tan pequeño ?
6
Yavé se compadeció por esto y dijo: Tampoco será esto.
7
También me dio a ver esto: Estaba Yavé cerca de un muro y en su mano tenía la plomada.
8
Yavé me preguntó: ¿Qué es lo que ves, Amós? Yo respondí: Una plomada. Y dijo el Señor: He aquí que yo pongo la plomada en medio de mi pueblo, Israel. Ya no le perdonaré más tiempo.
9
Los altos de Isaac serán devastados, y destruidos los santuarios de Israel. Me alzaré con la espada contra la casa de Jeroboam.
10
Amasías, sacerdote de Bétel, mandó a decir a Jeroboam: Amós está conspirando contra ti en medio de la casa de Israel. La tierra no puede ya soportar sus palabras.
11
Pues Amós va diciendo: Jeroboam morirá a la espada, e Israel irá al cautiverio, lejos de su tierra.
12
Amasías dijo a Amós: Vidente, ve y escapa a la tierra de Judá y come allí tu pan, haciendo el profeta.
13
Pero guárdate de volver a profetizar contra Betel; mira que éste es un santuario del rey y una casa real.
14
Amós respondió a Amasías, diciendo: Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino que soy boyero y cultivador de sicómoros.
15
Yavé me tomó detrás del ganado y me dijo: Ve a profetizar a mi pueblo, Israel.
16
Escucha, pues, ahora la palabra de Yavé: Tú me dices: No profetices contra Israel ni hagas predicciones contra la casa de Isaac.
17
Por eso así dice Yavé: Tu mujer será deshonrada en la ciudad, tus hijos caerán a la espada, tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en una tierra contaminada, e Israel irá al cautiverio lejos de su tierra.
   
 
8
1
El Señor, Yavé, me dio a ver esto: He aquí que había un cestillo de fruta madura,
2
y me dijo: ¿Qué es lo que ves, Amós? Yo le respondí: Un cestillo de fruta madura. Yavé me dijo: Ha llegado el fin a mi pueblo, Israel. No le perdonaré ya más tiempo.
3
En aquel día se trocarán en lamentaciones los cantos del templo -oráculo del Señor, Yavé-, serán muchos los cadáveres, que serán arrojados en silencio en cualquier lugar.
4
Escuchad esto los que aplastáis al pobre y aniquiláis a los desgraciados del país,
5
diciendo: ¿Cuándo pasará el novilunio para que vendamos el trigo, y el sábado para que abramos los graneros, achicaremos el efá, y agrandaremos el siclo, y falsearemos fraudulentamente las balanzas,
6
compraremos por dinero a los débiles, y a los pobres por un par de sandalias, y venderemos hasta las ahechaduras del trigo?
7
Yavé ha jurado por el orgullo de Jacob: ¡No olvidaré jamás vuestras obras!
8
¿No ha de estremecerse por esto la tierra? En duelo quedarán cuantos la habitan. Alzaráse toda ella como el Nilo, temblará y se abajará como el río de Egipto.
9
Aquel día, dice el Señor, Yavé, haré que se ponga el sol al mediodía, y en pleno día tenderé tinieblas sobre la tierra.
10
Tornaré en duelo vuestras solemnidades y en elegías vuestros cantos; haré que todos cubran de saco sus ríñones y se rapen las cabezas. Será duelo como el duelo por unigénito, y su remate será un día amargo.
11
Vienen días, dice Yavé, en que mandaré yo sobre la tierra hambre, no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra de Yavé,
12
y andarán errantes de mar a mar y de norte al oriente en busca de la palabra de Yavé, y no la hallarán.
13
Aquel día las hermosas doncellas y los mancebos desfallecerán de sed.
14
Los que juran por el pecado de Samaria y dicen: “Vive tu Dios, ¡oh Dan!” y “Vive tu protector, ¡oh Bersabé!” sucumbirán para no levantarse jamás.
 
 
9
1
Vi al Señor junto al altar, y dijo: Rompe los capiteles, que se estremezcan los umbrales, y abátelos sobre las cabezas de todos ellos, y a los que queden los mataré a espada. Nadie se salvará huyendo, nadie podrá escapar.
2
Aunque se oculten en el seol, de allí los tomará mi mano; aunque subiesen hasta los cielos, de allí los haría bajar.
3
Aunque se escondieran en la cumbre del Carmelo, allí los buscaría y los tomaría; aunque se ocultaran a mis ojos en el fondo del mar, allí mandaría a la serpiente para que los mordiera.
4
Y aunque marcharen en cautiverio ante sus enemigos, daría a la espada la orden de asesinarlos; y tendré puestos mis ojos sobre ellos para mal, no para bien.
5
El Señor, Yavé de los ejércitos, toca la tierra, y ésta se disuelve, y hacen duelo cuantos en ella habitan; se levanta toda entera como el Nilo y mengua como el río de Egipto.
6
El edificó en los cielos su morada y asentó sobre la tierra su bóveda. El llama las aguas del mar y las derrama sobre la haz de la tierra; Yavé es su nombre.
7
Hijos de Israel, ¿no sois para mí como hijos de etíopes? ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los filisteos de Caftor, y a los árameos de Quir?
8
He aquí que los ojos del Señor, Yavé, están puestos sobre el reino pecador y los exterminaré de la haz de la tierra. Pero no destruiré del todo la casa de Jacob, -oráculo de Yavé-.
9
Pues he aquí que yo daré orden y zarandearé a Israel entre todas las gentes como se zarandea la arena en la criba; ni una chinita caerá en tierra.
10
A la espada perecerán todos los pecadores de mi pueblo, los cuales dicen: “No se acercará ni nos sorprenderá la desdicha.”
 
 
Promesa de restauración
 
11
Aquel día levantaré el tugurio caído de David, repararé sus brechas y alzaré sus ruinas y le reedificaré como en los días antiguos,
12
para que conquisten los restos de Edom y los de todas las naciones sobre las cuales sea invocado mi nombre, dice Yavé, que cumplirá todo esto,
13
He aquí que vienen días -oráculo de Yavé- en que sin interrupción seguirá al que ara el que siega, el que vendimia al que siembra. Los montes destilarán mosto, y se derretirán todos los collados.
14
Yo haré retornar a los cautivos de mi pueblo Israel; reedificarán las ciudades devastadas y las habitarán, plantarán viñas y beberán su vino, harán huertos y comerán sus frutos.
15
Los plantaré en su tierra y no serán ya más arrancados de la tierra que yo les he dado, dice Yavé, tu Dios.
   

 

C.R.Y&S