EL
CREDO DE LA ETERNIDAD
CRISTO RAÚL Y&S
PRÓLOGO
¿Qué
es un Credo? Hay que empezar por aquí. Y no es necesario irse muy lejos. Basta
mirar alrededor. El Comunismo es un Credo. El Islam es un Credo. El
Capitalismo es un Credo. El Hinduismo es un Credo. El Ateísmo es un Credo.
Resumiendo, un Credo es un edificio de pensamientos generadores de unos
sentimientos y emociones, directores del curso del comportamiento del
Individuo, de la Nación …. y de un Mundo.
Los
animales tienen unas directrices de comportamiento fijo con origen
en la Naturaleza. La capacidad de adaptación de una especie animal
no inteligente a los constantes transformaciones de un Mundo en evolución
creciente, es precaria; su potencia para mantenerse en el espacio y el tiempo
indefinidamente, es limitada. Y de aquí que se hable de precariedad biológica.
En
el terreno de los humanos decimos que los hombres viven en
condiciones precarias porque los medios que disponen los Estados para su
adaptación al ritmo de las transformaciones de la Civilización, es limitado.
Para acabar con esta precariedad basta poner al servicio de todos
los hombres los medios necesarios para el desarrollo de la plenitud de su
personalidad. Personalidad que, sabemos, consta de una dimensión en
la que el hijo da lugar al padre, el padre al abuelo, causando eso que llamamos
“LA FAMILIA”.
La
destrucción de la Familia Natural implica la Necesidad, por parte del Estado
Anticristiano, de arrojar ….:
1º:
al “límite precario de supervivencia” a sus componentes vitales;
2º:
provocar la división del Núcleo Existencial de la FAMILIA: Hombre-Mujer, y
arrojarla al seno del mundo animal en el que la lucha por la vida se convierte
en guerra por la Supervivencia;
3º: y
abolir la Patria Potestad para que el Estado convierta en esclavos a todos una
vez alienados todos de la Ley Natural Universal creadora del Ser.
Estos
tres capítulos componen el Credo Global que desde la ONU se está
imponiendo sobre el Género Humano.
De
donde se ve que un CREDO es un edificio de Pensamiento motor del comportamiento.
Y
de donde se entiende que todo grupo de poder, una vez conjurado en acceder al Poder
como medio de adquirir las riquezas sin límites que con la sola potencia de sus
inteligencias creadoras y actividades sociales constructivas no podrían nunca acceder
a ellas, y siendo este acceso la única meta de su existencia, se conjuran para
mantener ese Poder al precio de un imperio fundado en la corrupción, y en la violencia
contra la Verdadera Ley de la Naturaleza de la Vida en el Universo.
Antes
del Nacimiento de la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana, los Credos
de las naciones, aunque divergentes en el nombre de sus dioses, pusieron sobre
las mesas de los pueblos un tipo de comportamiento en nada diferenciado los unos
de los otros en cuanto a sus efectos aunque sí aniquiladores de los demás en
tanto que a principios dogmáticos. El Romano como el Persa, el Galo como
el Huno, el Griego como el Hindú, todos los pueblos del
mundo antiguo fueron instalados en la teoría de “hombres
esclavos-hombres libres”, relacionándose los unos con los otros por la ley de
la Guerra, la ley del más fuerte según el Credo Darwinista, resurrección
anticristiana del Credo de la Antigüedad, que JESUCRISTO condenó a la papelera.
El
CREDO de la Santa Madre Iglesia Católica Romana fue el Pensamiento de su
Fundador traducido al Lenguaje de la Inteligencia Universal. De manera que como
dos más dos es igual a cuatro en cualquier parte del Cosmos, el CREDO de la
Iglesia es Eterno. No importa donde hubiese tenido su origen o donde lo tengan
todos los Mundos que llenan y llenen el Universo, todos los Pueblos de la
Creación tienen este CREDO en tanto en cuanto la Espina Dorsal de sus
Almas: ¡Por la ETERNIDAD!
Pero
siendo cierto que una Mentira repetida mil veces adquiere tonos de realidad, no
deja de ser igualmente sorprendente ver cómo una Verdad recitada un millón de
veces pierde su credibilidad. Y esto se debe a que lo evidente
acaba abandonándose al subconsciente, la consciencia ya no se
detiene a contemplar el Hecho de su propia existencia, y se olvida de que como
el cuerpo sin la espina dorsal no puede permanecer en la existencia, así la
Inteligencia, una vez alienada de su espina dorsal: el CREDO CATÓLICO regresa
al Origen Histórico para reivindicar su Batalla, en alma y cuerpo, contra aquella
Sociedad Fratricida y Genocida se levantó.
La
Historia de la Creación de esta TABLA : el CREDO DIVINO, grabada no en piedra,
sino en el Corazón de la Iglesia, está escrita. La Guerra que
Judíos, Romanos, Bárbaros, Islam y Protestantismo le declararon a al CREDO DE JESUCRISTO fue la
Crónica Anunciada de la Victoria de DIOS, victoria jamás asumida por sus
enemigos.
Durante
los dos primeros siglos de nuestra ERA fue impensable creer que un Carpintero y
Doce Pescadores fuesen a plantar su Bandera en lo más alto del Imperio. Creer
que una Religión cuyo CREDO fue declarado enemigo del Mundo fuese a borrar la
teoría de “Hombre esclavo-Hombre libre”, para en la Fraternidad Universal de
todos en un DIOS PADRE CREADOR derribar los muros entre los pueblos del Género
Humano, parecía mucho creer. La sentencia de políticos, filósofos,
religiones paganas y templo judío fue unánime: Muerte al Cristianismo.
Como
para el Comunismo la Propiedad Privada es un Delito y la Patria Potestad un
crimen contra el Estado, para el Mundo Antiguo la abolición de la Teoría de la
Esclavitud era un virus mortal que se debía ser combatido a sangre y fuego.
Cierto,
en el mundo político del Temprano Siglo XXI, heredero del Siglo XX, de las
palabras a los hechos hay un Nunca. Y sin embargo los hechos
son indiscutibles: la Verdad Eterna está más allá de la manipulación
de los Acontecimientos dictados por el Poder de la División de las
iglesias causado por sus canes académicos.
La
verdad histórica es esta:
Durante
Tres Siglos Europa fue regada con la sangre de los Obispos y sus Rebaños
Católicos. Y fue de esa sangre que nació Europa. La ideología anticatólica de
la mediocridad académica internacional, de corte protestante,
no se cortó las manos a la hora de desenraizar el Nacimiento de
Europa de los pies de la Iglesia Católica de los Obispos; y en su odio hacia el
Mundo Católico Latino crearon una escuela ficticia cuyos
parámetros perversos hicieron nacer Europa en la Batalla de las
Termópilas. La gran mentira se extendió como llama sobre membrana de aceite
sobre los mares, de un lado quemando la Verdad del Nacimiento de
Europa en el Cristianismo, a la vez que haciendo navegar sobre ese
infierno el Origen de la Civilización Europea en aquella Grecia
fallida que se hundió en su propia Sodoma y Gomorra.
La
Reforma Protestante no fue más que una Rebelión de los reinos anglosajones
contra el Imperio Católico Español.
La
Mentira Protestante rescató del infierno el Pelagianismo en su forma
Calvinista, el Arrianismo en su forma Luterana, así como el Julianismo Anticristiano en su forma de Corona
Británica Apóstata. Esa Mentira Protestante arrojó a los pueblos europeos a los
pies de las Guerras de Religión; los transformó en rebaños enloquecidos,
hambrientos de sangre fratricida, cuya sed no podía ser satisfecha sino en una
guerra mundial europea, que vino a llamarse la Guerra de los Treinta Años.
La
verdad es esta: Europa fue comprada por la Iglesia de los Obispos Católicos al
precio de su sangre y la sangre de sus rebaños. Ni genocidios, ni
soluciones finales, ni holocaustos, no hubo persecución ni terror
que hiciese temblar el alma de los Creyentes en la
Victoria sobre los reinos de la Tierra del Hijo Todopoderoso de Dios.
Poca
diferencia debe verse en la Guerra de Arrio contra la Iglesia Romana y la de
Lutero contra la Iglesia Católica. Tanto Arrio cuanto Lutero, como sus hermanos
en el espíritu de Caín, tuvieron una única estrella mortal como luz
polar, la destrucción del espíritu de Cristo en el Hombre, ese espíritu del que
dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”, esto es: un hijo
de Dios. Razón Divina por la que para levantar a su Creación del Polvo nos dio
a su propio Hijo, haciendo de ÉL ese Hijo de Dios, CRISTO JESÚS, ese Original Divino
a cuya Imagen y Semejanza hemos sido engendrados para la Eternidad.
Como
Caín, Arrio, figura de Lutero, y aunque nacido de la misma madre, la Iglesia Romana,
Arrio le declaró la Guerra al Abel Católico. Arrio y su rebaño de fieras
sangrientas sembraron el Imperio de Constantino de sangre; a la imagen y
semejanza de aquel Original satánico Lutero y sus hordas asesinas regaron los
campos de Europa de la sangre de sus hermanos, por obra y gracia de su señor y dios
escondido, Satán, transformados en enemigos.
La
Historia de Arrio está escrita. Basta leer cualquier Historia de la Iglesia y
del Cristianismo, acorde a la verdad y alejada de la mentira protestante, para
leer aquella declaración de guerra a la que Constantino respondió llamando a
Concilio a todos los Obispos de su Imperio. Constantino vio el peligro de guerra
civil religiosa y llamó a todos los obispos a escribir el CREDO CATÓLICO al que
debían atenerse todos los ciudadanos del Universo Cristiano Romano.
La
Causa Bélica de Arrio fue la de Satán; aquel “hijo de Dios” puso en Duda la
Naturaleza Divina Increada del HIJO DE YAVÉ: Rey de reyes y Señor de señores
del Reino de su PADRE.
Como
para muchos que se declaran cristianos en la actualidad, y apadrinados por las
iglesias nacidas de la División Protestante, el HIJO DE DIOS es simplemente
otra criatura de carne y hueso, creada del Polvo Cósmico, como todos nosotros,
así mismamente Satán, antes de la Creación de nuestro Mundo, levantó la Bandera
de Guerra contra la Verdad Divina, y aunque Satán le viera obrando con su
Padre, creador de nuestros Cielos y de nuestra Tierra, descubierta la Envidia como
la madre de la Duda, instalado en su Mentira, y haciendo uso de su Libertad, eligió
la Guerra al Trono Todopoderoso del Hijo de Dios a doblar las rodillas y poner
su corona a los pies del Trono de su Rey y Señor.
Arrio,
sin la consciencia de estos Hechos pero movido por la misma Envidia
hacia el Obispo de Roma, eligió alzar el hacha de guerra a admitir la
Realidad de la Divinidad del HIJO DE YAVÉ, alzar el corazón y proclamar
SU Gloria como el Origen de toda Vida en el Universo.
El
escándalo arriano pasó de la maraña teológica al discurso de los puñales. Las
matanzas contra los católicos por parte de los arrianos fue respondida por los
católicos, no a la manera de Abel, dejándose masacrar, pues como dice el
Salmista, “Estamos hartos de desprecios”.
Hartos
de tres siglos de persecuciones sangrientas, cuando la Victoria le
abría las ventanas el viento de la Paz surge de entre sus filas el Anticristo.
CRISTO
era todo Paz. Ario era pura Guerra.
Este
es el Anticristo, aquel que se aleja de Cristo y pone en acción lo contrario a
lo que CRISTO es. CRISTO JESÚS es el Modelo a cuya Imagen y Semejanza todos
somos engendrados como hijos de Dios y Ciudadanos del Reino del Dios en el seno
de la Santa Madre Iglesia Católica Romana, su ESPOSA. Negar esta Realidad
Divina condujo al Arrianismo a aquel campo de batalla en el que
volvieron a ponerse Lutero y sus hermanos en el espíritu de Satán, aquel “dios
escondido” productor y directos de la Siembra de la Cizaña Maligna de la
División de las iglesias europeas.
¿Acaso
tiene Dios necesidad de esconderse de sus hijos? ¿Quién se esconde de sus hijos
sino quien los conduce al abismo?
Es
verdad también que antes del Concilio de Nicea los pilares teológicos de la Fe
vivió en las bocas de los Obispos.
Antes
del Concilio Universal Niceano las posturas
teológicas dejaron un reguero de pólvora que fue apagado una vez tras otra por
los llamados “padres de la Iglesia”, todos ellos Obispos. Batalla que siguieron
librando durante los tiempos de la Caída del Imperio Romano y el Nacimiento de
las tres Primeras Naciones católicas Cristianas, Italia, España y Francia, con
las que comenzó Europa su Historia.
La
Negación Anticristiana Arriana era tan perversa como
para alzarse el Imperio entero para aplastar aquella corriente cuya
victoria causaría la destrucción de esta Nueva Creación : “Europa”.
Los
Obispos Católicos arrastraron a Constantino a invocar el Concilio Universal en
el que el Espíritu Santo, que vivía en ellos, quería dar luz al
DOGMA de la Divinidad del HIJO DE YAVÉ, JESUCRISTO, SEÑOR, REY y JUEZ de todos
la Plenitud de las Naciones del REINO DE DIOS. Los historiadores serviles
protestantes luego vinieron con el cuento de haber sido inspiración de
Constantino la Llamada a Concilio.
Es
cierto que en el caso del Concilio de Trento contra el Protestantismo la
desidia de la Curia Vaticana se negó a la llamada a Concilio en base a que eso
sería concederle al Enemigo una victoria; una Curia que se había
estado negando a celebrar un Concilio Universal desde antes de la Reforma
consideró que concediendo, perdía. De donde se ve que el Poder de Dios es
irresistible, y ni aun unos siervos corrompidos por las riquezas, según la
profecía: “la Fe, que se corrompe”, pueden detener la Voluntad de DIOS PADRE ETERNO.
Lección para la Eternidad que deben aplicarse a sí mismos quienes en estos Días
son llamados a hacer su Voluntad Unificadora Universal.
Bueno
es por consiguiente, antes de entrar en materia, levantar sobre la Roca de la
Eternidad la Verdad Divina. Es decir, afirmar que el Hijo de Dios no es Dios
Verdadero de Dios Verdadero es Negar la Existencia del Padre en Dios. Es afirmar
que el Dogma de la Paternidad Verdadera de Dios es una falacia, una mentira que
el propio Dios se cree y hace creer a
toda su Creación.
Se
entiende que siendo Padre, y este Padre, YAVÉ, es Dios Verdadero, siendo JESÚS su
Hijo, este Hijo es Dios Verdadero de Dios Verdadero. Afirmar lo contrario es
negar lo primero. Quien niega la Veracidad Divina del Hijo niega la Veracidad Divina
del Padre, reduce el Evangelio a la Afirmación del Templo Judío Romano, y legaliza
la Pena de Muerte contra Cristo por Jerusalén y Roma firmada. Si el Hijo de Dios
lo fuera exclusivamente de palabra, la Paternidad de Dios sería una falacia y el
Evangelio devendría un fraude absoluto. Porque Jerusalén lo creo así, condenó a
muerte a JESUCRISTO.
Natural
debía ser que quien adoptase la posición de Jerusalén legalizase su Sentencia
de muerte contra los Católicos Cristianos una vez asesinado Cristo. Es verdad que fue en Antioquia
donde nació por primera vez esta palabra: “Cristianos”; pero fue en Roma donde
se oyó esta otra : “Católicos Cristianos”. Nacimiento que se debió a las
batallas que libró la Iglesia Romana contra quienes antes de Arrio quisieron
introducir en el Credo de Cristo variantes puntuales que desfiguraban su Rostro
y reducían su FE a simples dogmas subjetivos no universales, de aquí la palabra
“CATÓLICO”.
En
SU Libro, la Sabiduría nos dice que antes del Padre y del Hijo fue Dios. Y el Nombre
de este Dios y Señor del Infinito y de la Eternidad es YAVÉ, Dios de Israel y Señor
de Moisés. Nos dice que este DIOS es SANTO; y es en este Espíritu Santo que la Sabiduría
engendra en Dios al Padre y al Hijo. De aquel que al Encarnarse este Hijo diga
la Sabiduría : “Por obra y gracia del Espíritu Santo”.
Y
diga este Hijo hecho Hombre: “Quien ve al Hijo ve al Padre”.
Y la
Sabiduría reuniendo en Nicea a sus siervos, hablando del Padre y del Hijo, escribiera:
“Dos Personas, un sólo Espíritu: Dios Verdadero de Dios Verdadero”.
La
Negación de esta Verdad Eterna, DIOS: CREADOR DEL COSMOS, en el Padre y en el Hijo,
fue la Negación de Satán : causa de la Caída de la Creación en las guerras que asolaron
los Cielos antes de la Creación del Hombre. Esta negación fue recogida en su
Ignorancia por Jerusalén, y más tarde por el Anticristo, de nombre Arrio, contra
cuya negación se levantó el Espíritu en
Nicea. Negación vencida en Europa pero resucitada por la Muerte en los
desiertos de la Arabia Feliz, y que siguiendo los pasos genocidas anticristianos
de su predecesor, Arrio, llenó el mundo de violencia sin límites.
Dios
Padre y Dios Hijo, mirando al Futuro de su Creación, no pudiendo en su Sabiduría
encadenar el Espíritu del Creador a la Necesidad de la Presencia de Dios que
tiene el Alma de sus Criaturas, realizaron
una Obras Maravillosa, de valor eterne infimito: Darle al Espíritu Santo de Dios
un Cuerpo Humano, Vivo, que participando de la Divinidad del Hijo, vive para siempre en la Creación para satisfacer la Necesidad de
la Criatura de la Presencia de Dios. De aquí que el Dogma de la Eternidad alcanzase su Plenitud Divina Salvífica escribiendo: “TRES PERSONAS; un solo
DIOS”.
Expuesto esto, y en razón de responderle a
quienes hicieron del CREDO DE LA ETERNIDAD una declaración humana que ellos
pueden tergiversar, manipular, usar contra el Espíritu Santo que vive en la
Iglesia Católica, y pensando en la ignorancia que los herederos de la Reforma,
con objeto de librar los Rebaños, deviniendo ellos mismos lobos, transformaron
en Sabiduría a fin de anular la Sabiduría de Dios, Dios ha visto bueno
que abra desde su Espíritu este Testamento en cuyo Texto se
encuentra la vida de todas las naciones de su Reino.
Artículo Primero
1) Creo en Dios 2) Padre 3) todopoderoso, 4) Creador del Cielo y de la Tierra.
1
DIOS
Los seres humamos han creído en la existencia de Dios desde los Orígenes de
la Inteligencia sobre la Tierra. No es lugar este para hacer un viaje a través
de las Religiones Antiguas a fin de demostrar la conexión existencial entre los
dioses de la Antigüedad y las sociedades que llenaron los continentes. Basta
abrir cualquier Enciclopedia de Historia de las Religiones para mantener
esta afirmación lejos de las manos de quienes por necesidad y en respuesta a
sus hambres de Poder y Riquezas de sus fundadores vendieron sus almas al diablo
y encerraron las de sus semejantes en los infiernos de las prisiones, llamadas reinos, imperios, repúblicas, que
para satisfacer esa demencia crearon a
base de hierro y fuego.
Desde la Caída del primer reino de Mesopotamia, fruto de la alianza de las
primeras ciudades-estados en una corona universal, el Reino de las Cuatro
Regiones, la primera Idea de Dios en cuanto Creador de los Cielos y la Tierra,
ergo del Género Humano en su Plenitud, fue sometida a una degeneración progresiva,
sacrificios humanos mediante, en base a un único propósito : la elevación de
los reyes a la condición de los dioses. En nombre de aquella patología, que
sucumbió en Roma a los pies de la Iglesia Católica, la carrera de relevos de la
Vara de Hierro del Poder, que perdió Adán, hijo de Dios, se posó una vez tras
otra en manos sangrientas, regando de sangre la faz de los pueblos a lo largo y
ancho de los milenios. Desde Sargón I el Acadio a Octavio César Augusto el
Romano el registro de la Carrera por el Imperio Universal trazó un camino
sangriento desde el Oriente al Occidente. Genocidios, masacres, guerras
fratricidas, exterminios de ciudades y naciones… el espíritu de Satán se
extendió por las tierras, sembrado en ellas la Cizaña de la Guerra como Puerta
a la Eternidad. Matar era adquirir un billete al Paraíso. Desde los Espartanos
de la Muerte Dulce a los Musulmanes de la Guerra de las vírgenes la Mentalidad
satánica permaneció en los pueblos de la Tierra. Cuando el Nuevo Mundo fue descubierto sus habitantes vivían aun en
las edades más remotas dejadas atrás por
el Viejo Mundo; su canibalismo y sus sacrificios humanos religiosos provocaron
en los Conquistadores una repulsión
indescriptible, imposible de comprender para aquellos habitantes del Siglo XX
asistiendo en vivo al genocidio de una nación entera mientras comían palomitas.
En la Edad Moderna el Ateísmo científico, fundador de las Guerras Mundiales
del Siglo XX, implantó en los Manuales del Buen Patriota la mentalidad suicida-homicida
de la inmolación de la vida propia y ajena en pro de la
conquista del Poder Global Mundial. Curiosamente, pero sin
sorprenderse de la Crónica anunciada desde el Principio, aquella misma madre
putativa que engendró a Hitler y a Stalin, ha engendrado en nuestros días,
Siglo XXI, a este híbrido Neo-Nazi-Comunista transgénico que bajo la
Bandera del Socialismo del Siglo XXI está volviendo a intentar
alcanzar la cima que sus padres putativos no pudieron
alcanzar. Del hijo como de sus padres el Cristianismo y la Iglesia
Católica es su enemigo mortal número uno.
Pero dejemos estas circunstancias para los historiadores del Siglo XXII, a
quienes les tocará escribir la Crónica Anunciada de la
Desaparición Existencial del Ateísmo Científico en todas sus formas
homicidas y genocidas. Lo que aquí nos interesa es descubrir quién es el
DIOS del CREDO CATÓLICO.
Tampoco hay que remontarse a los Cielos para conocer su NOMBRE,
máxime habiendo sido su Hijo quien bajó de los Cielos para darnos a
conocer el Nombre de su PADRE. El Nombre de su PADRE está escrito infinitas
veces en el Libro que el propio DIOS escribió en pro de la Salvación
de todas las naciones del Género Humano. “YAVÉ” es su Nombre. Su Hijo no
inventó un Dios Nuevo al estilo de los fundadores antiguos de religiones
cainitas-esclavistas. El Nombre de su PADRE es el Nombre del DIOS Señor de
Moisés el Hebreo: YAVÉ.
YAVÉ, Amigo de Abraham el Israelita, Padre del Adán del Génesis, es el DIOS
del CREDO sobre el que la Iglesia Universal, llamada a Concilio, escribió la Confesión de Fe de la Eternidad.
Fue el Hijo de ese DIOS, YAVÉ, Señor de Moisés, Amigo de Abraham, padre de
Adán, quien bajó de los Cielos para abrirnos la puerta a todas las naciones a
su la ETRERNIDAD;ÉL mismo, JESUCRISTO, la Puerta. Y no tiene Su DIOS y PADRE
más nombre que el de YAVÉ.
De forma que quien desprecia este Nombre: YAVÉ, y usa al DIOS y
Autor de la Biblia para fundar una iglesia no conectada al Tronco
Católico, desprecia al Hijo de YAVÉ.
Quien no acepta este Nombre, YAVÉ, Nombre Verdadero y Único del Dios
Creador del Cosmos; y le da un nombre diferente al Autor Divino de
la BIBLIA, ése y ésos no son Cristianos, se erigen en Enemigos de
JESUCRISTO, y su existencia en el Género Humano desaparecerá como hoja
muerta que el viento del Espíritu arrancará como de árbol muerto, y
la arrojará a tierra para ser reducida a polvo.
El Nombre de DIOS no es JEHOVÁ, ni ALÁ, ni KRISHNA, ni ningún otro
inventado por los pueblos antiguos, medievales y modernos: el
Verdadero y Único Nombre de Dios, Creador de todo lo que existe, es YAVÉ.
Quien aparta de DIOS su Verdadero y Eterno NOMBRE: YAVÉ, y le da un nombre que
se acomode a la maldad y perversa inteligencia de quien desprecia la Revelación
de Moisés, JESUCRISTO y Elías, ése es Enemigo de DIOS y de su HIJO.
Nadie es Testigo de YAVÉ sino el que vino de YAVÉ. Y Nadie ha
venido de YAVÉ sino su Hijo.
Quien se declara “Testigo de Jehová” no es Testigo de YAVÉ; porque
únicamente quien bajó del Cielo es TESTIGO DE YAVÉ.
Los Apóstoles fueron TESTIGOS DE JESUCRISTO, y dieron Testimonio de que el
Hijo de YAVÉ DIOS, Señor de Moisés y Amigo de Abraham, bajó de los Cielos para
ser Su TESTIGO delante de las naciones.
Todo hombre que se declara TESTIGO DE JEHOVÁ viene del Diablo,
su Señor, y sirve al Infierno, su paraíso.
YAVÉ es el DIOS que nos envió a su HIJO para abrirnos las puertas al
Conocimiento del Señor del Infinito y de la Eternidad, DIOS Increado, no
Creado, Creador del Nuevo Cosmos, Padre de la VIDA.
YAVÉ es el NOMBRE del DIOS padre de Adán, padre de Israel, Señor de Moisés
y Elías.
Todo hombre que se aparta del CREDO DE JESUCRISTO y le da otro nombre a
DIOS, su PADRE, es esclavo de Aquella REFORMA que despreciando al HIJO DE YAVÉ
se lanzó contra su Esposa, y abriendo su boca echó por su garganta
el fuego que le es natural a aquél DRAGÓN que se apostó a la espera
de la Encarnación del HIJO DE DIOS.
El Nombre de Dios no es JEHOVÁ: el NOMBRE del DIOS del CREDO de JESUCRISTO
y su ESPOSA es “YAVÉ”.
Quien se declara testigo de JEHOVÁ afirmando serlo de DIOS es un ignorante
que le ha entregado su alma a los siervos de Satán.
Desde el principio Satán buscó crear una división entre Dios y su Hijo.
Creyó el Enemigo del Hijo de YAVÉ que tentándole con el Fruto del Árbol de la
Ciencia del Bien y del Mal: ¡LA GUERRA!, levantaría entre Padre e Hijo un
abismo, cuya boca se tragaría su Corona.
La locura de Satán fue tan infinita como para preferir el Destierro a vivir
eternamente en el Reino Eterno, fundado sobre la Verdad, la Justicia y la Paz.
En esa locura fue atrapado el Género Humano, porque tomada aquella Decisión
Maligna, su Declaración de Guerra al Reino de Dios se firmó con la Sangre de la
Primera Generación de hijos de Dios que la Sabiduría le engendró a su Señor en
los hijos de la Tierra.
El NOMBRE del Creador del Género Humano se perdió en los fuegos de las
guerras fratricidas que se sucedieron tras la Caída del rey de aquella
Generación que en su Ignorancia de la Verdadera Causa de la Tentación de Satán
vio en la Guerra por el Reino Universal su caballo de Victoria.
Guerras fratricidas que persistieron en los orígenes de las
religiones antiguas, y que revestidas de caracteres mitológicos
semidivinos, como se ve en los UPANISHADS, han viajado por los
Milenios.
En el seno de aquella pesadilla mundial los pueblos antediluvianos
perdieron el NOMBRE del DIOS, pero implantada la Existencia de DIOS
en la Naturaleza Humana cada pueblo le dio un nombre a esa REALIDAD, con el
tiempo dotándola de pasiones humanas.
La Historia Sagrada no miente. El Reino de la Tierra le fue entregado al
Dragón Satánico.
Vemos a Satán, la cabeza del Dragón, entregándole al Hijo de
YAVÉ, JESUCRISTO, cuya Identidad desconocía aún, todos los reinos de la Tierra
si de rodillas le adoraba. La Respuesta del Hijo de YAVÉ es un clásico de la
Historia Universal Cristiana: VADE RETRO SATANÁS.
Desde el principio de su Guerra para transformar el Reino de Dios en un
Olimpo de dioses más allá del Bien y del Mal, el Enemigo del Reino del Hijo de
YAVÉ ha sembrado la Semilla de la División entre las naciones de la
Tierra. Fracasada su Guerra por las Divisiones entre PADRE e HIJO
su salvación quedó a merced de la Destrucción Total y Absoluta del
Género Humano y de toda vida sobre la Tierra. El número de las guerras con las
que el Dragón satánico ha llenado nuestra Historia Universal es incontable, y
aún le vemos al presente engendrando hijos infernales cuya locura tiene en un
Poder Global su Eje Maligno, en el ejercicio de cuya servidumbre
crea tiranos por toda la faz de la Tierra y declara guerras en la
creencia demencial de poder vencer a DIOS, PADRE DE
JESUCRISTO.
2
DIOS ES PADRE
Es bueno y conveniente recordar y rescatar del baúl de la
Religión Oprimida y Perseguida por las naciones Socialistas, Comunistas,
islámicas e hinduistas las Circunstancias Históricas en las
que el CREDO de JESUCRISTO devino
la Espina Dorsal Teológica del Género Humano Cristiano. Pues ya sabemos, no por
la Ciencia sino por la Historia, que el Hombre sin Cristo es un animal
perteneciente a la especie de las bestias depredadoras, y entre éstas pertenece
a la familia de las bestias salvajes que una vez han probado la sangre
humana se transforma en una bestia asesina de hombres. Fue en el núcleo de
la selva de esta especie asesina de hombres que naciera la Santa
Madre Iglesia Romana.
Vale hacer constar que el Fracaso anunciado de la Guerra del Mundo Romano
contra la Fundación de Jesucristo en la Tierra sería el terreno sobre el que el
Vencedor Divino asentaría sus pies. Los Apóstoles no dudaron jamás de la
Victoria del Hijo de YAVÉ sobre el Imperio Romano. La
Iglesia edificada por Ellos nació en el seno de esta Confianza
Absoluta en la Divinidad de su Fundador, Esposo y Señor. Pero esto no podía
quitar que el Imperio, movido por la inercia de su origen, se lanzase a fuego y
espada contra los Cristianos
Los historiadores modernos, nacidos de la Reforma Anticristiana,
envenenados por la Propaganda Protestante Anticatólica y de viviendo
de rodillas delante de los reyes que Satán les dio por cabeza a sus Estados,
amén de justificar el genocidio contra la Iglesia Latina Europea,
siendo fieles al Odio contra el Mundo Europeo Católico: pasaron por alto el
Número de Cristianos Romanos que la Bestia Imperial devoró durante los tres
siglos que fueron del año 33 al 325.
Nacidos bajo el signo del Fratricidio Criminal que condujo a sus Reyes
Satánicos a la Guerra de Solución Final contra la Iglesia Católica, abriendo la
Guerra de los 30 Años, los historiadores de origen protestante le
dieron la espalda al Holocausto que el Catolicismo Romano sufrió durante aquellos
300 años.
Basta abrir la Historia del Cristianismo contada por Anglicanos, Alemanes,
Suizos y Escandinavos para creer que la Historia de las
Persecuciones del Imperio Romano contra el Pueblo Cristiano Romano
Europeo fue un cuento de viejas, una medalla que la “Santa Ramera” Esposa de
JESUCRISTO se inventó para dárselas de Invencible delante de las naciones de la
Tierra.
No es este el lugar para vomitar el Lenguaje que Satanás puso en las bocas
de sus siervos contra la Esposa de su Enemigo Eterno. El Lenguaje que el Dragón
Liberado escupió por las gargantas de los Lutero, Calvino, Zuinglio, y los
Divinos de Westminster está escrito. Lenguaje Satánico repulsivo con cuyo
veneno fueron amamantados los historiadores nacidos de aquellas entrañas
fratricidas. Y fieles a su madre putativa pasaron sin mirar querer
conocer el Número del Holocausto que contra el Cristianismo tuvo lugar durante aquellos
Tres Siglos.
Independientemente de que las iglesias creadas por Satán le diesen la
espalda a la Historia del Cristianismo, cosa natural, antinatural fuese lo
contrario, la verdad es que la Historia de las Persecuciones contra los
Cristianos está escrita. Desde Nerón hasta Diocleciano fueron millones los
Cristianos que fueron masacrados por el simple hecho de tener por ÚNICO DIOS A
YAVÉ, PADRE DE JESUCRISTO.
En efecto, el Hijo de YAVÉ DIOS no bajó de los Cielos a crear una Nueva
Religión a la gloria de un Dios esotérico, teosófico o simplemente racional.
¡Para nada! El Dios de Abraham, de Moisés y de Elías era y es Su Dios.
¿Por qué entonces se levantaron los Judíos contra el Hijo de
YAVÉ, Dios de Abraham, Moisés y Elías? es la cuestión.
La Respuesta está en esta Palabra : PADRE.
CREO EN DIOS PADRE… es la Respuesta al por qué los Judíos se levantaron
contra los Cristianos, los entregaron al Imperio e hicieron de las leyes
anticristianas del Emperador, delatándoles, amparados por la ley,
por todo el mundo romano, sus Minas del rey Salomón.
Para los Judíos Romanos el Dios de Moisés fue un Legislador; la relación
que los Judíos tuvieron con el Dios de Abraham estuvo restringida a la natural
debida entre ley y ciudadano. Dios no fue para el Judío Romano este DIOS que ES
AMOR, por Amor a cuyo Hijo los Apóstoles y sus hermanos en Abraham prefirieron
la Muerte a separarse de su Corazón.
Para el Judío Romano la Existencia del PADRE en el DIOS de Moisés no
figuraba en sus libros.
Creer que DIOS ES PADRE era un absurdo absoluto cuya sola idea era una
herejía totalitaria para sus cerebros. Para aquellos cerebros la
existencia de DIOS PADRE implicaba la Existencia de DIOS HIJO; existencia sobre
cuya VIDA no tuvieron Revelación de ninguna clase. Ergo: declararse HIJO DE
DIOS era declararse IGUAL A DIOS.
Esto está escrito; no me invento nada. “De nada te ACUSAMOS, sino de
declararte IGUAL a Dios”.
Luego la Revolución Teológica del Hijo de YAVÉ, tal cual Él mismo no se
cansó de repetir, no significó una Ruptura con la Imagen que el
Hombre tenía de Dios, sino de la Visión Interna que el Hombre vino a tener de
su Creador. “DIOS ES PADRE, Dios es Nuestro Padre”. Nuestra Relación con
nuestro Creador no es una relación de Ciudadanos con la Ley, sino de Hijos con
su Padre Divino.
NO es el TERROR, es el AMOR el Vínculo que une la Creación a su Creador.
NO somos Bestias gobernadas por una Ley de Terror, somos hijos de Dios
viviendo a la luz de la Ley del Amor del Creador por su creación, sobre la que
ÉL extiende una Paternidad Universal Sempiterna. Basta conjugar el verbo
implícito en la Declaración Jesucristiana, para
entender por qué Jerusalén vio amenazada la Superioridad
de su Templo sobre todas las religiones del Mundo; pérdida de superioridad de
Raza contra la que únicamente pudieron concebir la Declaración de
Guerra a Muerte contra los Cristianos.
Cuando San Pablo cae del Caballo, Saulo el Judío llevaba en sus
manos un Edicto de Solución Final contra todos los Cristianos. Nunca
en la Historia del Imperio Romano, hasta ese día, Roma firmó Edicto de
semejante naturaleza. Se desprende de aquel Acto que Jerusalén le expuso a
Roma la Amenaza que el Reino del Hijo de Dios representaba contra su
Imperio si los Cristianos seguían creciendo a la velocidad que en
la Palestina lo estaban haciendo. Roma tenía que matar a la
criatura en la cuna de su infancia, destruir el Edificio que se
estaba construyendo mientras se estaban levantando los pilares. Mientras antes
se destruyese la Amenaza, mejor.
Inútil hacerse el sabio recordando tiempos pasados; maligno sería no
glorificar al Fundador de un Edificio nacido para ser combatido por la Muerte con
todas las fuerzas a su disposición en el mundo.
¿NO fue edificada la Iglesia Católica sobre ROCA?
Terremotos políticos, maremotos bárbaros, diluvios anticristianos… La
Muerte no se reservó ninguna de las armas de su Infierno durante los
siglos que fueron desde el 33 al 325. Durante tres siglos, machacados,
delatados, masacrados, arrojados a las fieras, servido en los circos para
deleite de judíos y romanos, atados a cruces para hacer de
antorchas, expuestos a todo horror en las mazmorras, hombres y mujeres, niños y
ancianos. Durante aquellos tres siglos ¿cuántos millones de cristianos
católicos romanos perdieron la vida por amor a este Nombre? : JESURISTO, HIJO
DE YAVÉ, DIOS PADRE.
“DIOS ES PADRE”. ¿¡Cuánta sangre le costó a la Santa Madre Iglesia Católica
Romana hacernos ver la Paternidad Universal Sempiterna del PADRE DE JESUCRISTO,
Realidad tan Natural como la existencia de la Tierra y de los Cielos!?
Fue la Negación de esta Realidad la Causa de todos los Males del Mundo
Moderno. Mientras más se fue alejando la Ciencia Moderna del Credo Católico
Romano, alejamiento provocado por la Visión del Fratricidio Cainita Protestante
durante la Guerra de los 30 Años, más se acercó el Mundo al Infierno del
Siglo XX.
Ayer, como Hoy, y por la Eternidad, el Credo de la Creación entera fue
y es: DIOS ES PADRE.
3
TODOPODEROSO
¿Se conmueven los cimientos de un Edificio porque la consciencia
amplíe su conocimiento del Espacio en el que existe hasta el
infinito? ¿Deja de ser menos Edificio porque su conocimiento del espacio en el
que existe se limite al horizonte que circunda su existencia?
Antes del Hijo de Dios, Nuestro Jesucristo, el Conocimiento de los pueblos
antiguos se veía limitado a las imágenes
idolátricas ideadas desde su ignorancia sobre lo que el Ser
Divino es, o se supone ser. La misma Metafísica Helena se
encontró frente a un Muro infranqueable a la hora
de hacer de Dios su estudio. Lo máximo que concibió el Pensamiento
Griego fue Dios como Causa Primera de todo lo que existe. El Pensamiento
Politeísta Romano entendió por Divinidad un amuleto de supervivencia del que le
venía el Poder. Para el Pensamiento judío la Divinidad era una relación entre
Ley y Supervivencia. Dios es bueno si sigues su Ley, es Malo
si transgredes sus Mandatos. En tales posiciones se habían instalado
Judíos y Romanos. Los Bárbaros aceptaron a los dioses romanos en razón del
Poder conferido a Roma, prueba inequívoca de su realidad.
Entonces el espíritu de la sabiduría, que le diera la espalda a Atenas, y
abandonó Jerusalén a su destrucción, le abrió los brazos a los Cristianos
Romanos, engendrando en ellos a los llamados Padres de la Iglesia. Desde
Orígenes a San Agustín el Pensamiento Católico Romano se abrió a la Naturaleza
del Creador, firmando la Sabiduría en el Libro de la Suma Teológica de Santo
Tomás de Aquino la Imagen Veraz de los Atributos del Ser Divino: Omnipotencia,
Omnisciencia y Presciencia. La Suma de estos Atributos es el TODOPODER.
Por la Omnipotencia, Dios puede acelerar los procesos a su mínima expresión
posible.
Por la Omnisciencia, Dios domina todas las Ciencias de la Creación de
Universos y Mundos.
Por la Presciencia, Dios puede predecir la
serie de acontecimientos resultante de una causa en movimiento.
La Suma de Omnisciencia, Omnipotencia y Presciencia es el TODOPODER. Ergo:
La Declaración del Hijo de YAVÉ en el CREDO es Sagrada y Eterna:
DIOS ES TODOPODEROSO.
Declaración que deja abierta al pensamiento racional el destierro de la Fe
y su Caída en el Ateísmo Científico.
Tal cual le dejara al Primer Hombre, e hijo suyo, Adán, Libertad para aun
en la Ignorancia sobre la Razón de la Ley permanecer en la Obediencia por Amor
a Dios, su Padre y Creador, de la misma manera en el CREDO Dios dejó en
Libertad a todo hombre para que agarrándose a la Fe, pero sin conocer las
causas de Su Silencio, decida si Creer o no Creer.
Evidentemente desde el Silencio de Dios sobre las Causas determinantes de
la Necesidad de la Muerte del hijo de David, y precisamente porque la Fe no
rompió el Silencio bajo cuya ley los Judíos determinaron la Muerte de Cristo, y
los Romanos la de los Cristianos, el Hombre del Renacimiento fue
expuesto al mismo Dilema bajo cuya losa muriera Adán. Era Decisión del Hombre
de la Edad Moderna amar a Dios más que a la Ciencia, y mantenerse Fiel al CREDO
a pesar de los Acontecimientos, y en respuesta a la Sabiduría de quien fundó la
Iglesia y le dio la Victoria sobre todos sus enemigos, o declararse enemigo de
la Fe y enfrentarse a la Iglesia en la creencia demente de poder conseguir lo
que ninguna fuerza del mundo consiguió durante los milenios pasados desde su
Fundación al Siglo de las Luces del Infierno que iluminaron la Historia del
Siglo XX.
Enfrentarse a la Iglesia Católica Romana es declararle la Guerra a Dios.
Pues Dios es la Cabeza de su Hijo, y la Cabeza de la Iglesia católica es su
Hijo.
Y al contrario, no poner esta Invencibilidad Todopoderosa de la
Santa Madre Iglesia en el campo de batalla donde el Infierno busca
la destrucción del espíritu de Hijo de Dios en el Hombre es un delito de los
siervos contra su Señor, el Todopoderoso Hijo de Dios
CAPITULO SEGUNDO
EL HIJO ÚNICO DE DIOS
YAVÉ DIOS PADRE TODOPODEROSO necesita un único hombre para revolucionar la
Historia Universal, coger la línea del Tiempo y dirigirla hacia
donde ÉL quiere y ve bueno. Esta es la verdadera Lección para la Eternidad que
a Dos mil años de la Revolución JESUCRISTIANA es un Hecho incontestable, , y da
por demente a todo hombre que piense que su Creación no está en Su Mano. ÉL
nunca ha dejado su Creación a su suerte. La NECESIDAD de la Redención Universal
del Género Humano fue un Acontecimiento Invencible producto de la Guerra que la
Muerte le declaró a su Reino. SUS enemigos, los divinos de Westminster,
sirviendo a su Madre, la MUERTE, se conjuraron a sangre y fuego
para maldecir al HIJO de YAVÉ DIOS cuando dijeron: “NO hay sino un único
y verdadero Dios, sempiterno, sin CUERPO, sin PARTES; , sin PASION…” y lo demás
que escribieron en nombre del Infierno, padre de la iglesia anglicana,
sirviendo a su rey Satanás, fue locura y demencia.
“DIOS no tiene CUERPO”, luego el REY de los Cielos no es la Cabeza de la
Iglesia, con esto negando a los Apóstoles y maldiciendo
su Edificación, la SANTA MADRE IGLESIA CATÓLICA ROMANA, de la que es
Cabeza el HIJO DE YAVÉ, en Obediencia a la LEY de ese DIOS ÚNICO Y
VERDADERO del que sus enemigos anglicanos dijeron que es “DIOS de
infinito Poder y Sabiduría”, acorde a los escrito : “Serán dos en un sólo ser”,
Esposo y Esposa, de quien, desde la Promesa de Redención, en su
Infinita Sabiduría ese DIOS determinó dar a luz a un Nuevo Hombre,
cuya Descendencia heredaría el espíritu de Inteligencia de su PADRE, ya vivo en
su ESPOSA, nuestra MADRE, la Iglesia Católica Romana, como se vio en los Padres
de la Teología, los impropiamente llamados “Padres de la Iglesia”, pues la
Iglesia no tiene más Padre que YAVÉ DIOS.
Sobre la iglesia anglicana el Juicio del Señor, que dará a cada cual según
sus Actos; sus crímenes contra el pueblo Inglés, sus guerras contra el pueblo
europeo, sus genocidios en Américas, sus Guerras de Saqueo contra el mundo
entero, bendecidos por la iglesia anglicana caerá como un diluvio que la
arrastrará a la Segunda Muerte, puerta del Infierno a los divinos siervos de
Sus Majestades Británicas, sentados por Satanás en el Trono del Anticristo para
ejecutar la Destrucción del esa MADRE de cuyo Seno su ESPOSO, había
de darle a Dios hijos.
“DIOS no tiene PASIÓN”, escribieron los siervos de Satanás
usando la Sangre Católica por tinta y la espada del Terror liberado
durante la Guerra de los Treinta Años por pluma. Ergo, el AMOR no es PASIÓN.
CREAR no es PASIÓN. El Creador del Universo crea con la frialdad de un témpano
del Infierno. El Dios Anglicano no Vive la Pasión del Creador cuy Genio se
derrama en su Obra. El DIOS de los divinos de Westminster ama a su HIJO como un
monstruo a su cachorro. Entrega a su HIJO AMADO como quien le arroja un hueso a
los perros. DIOSD no siente nada, jura en perjurio la iglesia anglicana. “DIOS
amó tanto al Mundo…” declaró en su PASIÓN su HIJO. Y será este HIJO quien le
pedirá que el repita eso a su CARA en el DÍA del JUICIO: que su PADRE es un
Monstruo insensible, un CREADOR en el que el Genio no existe.
Un Único Hombre le bastó a DIOS PADRE ΤΟDOPODEROSO
para dirigir la Historia Mundo y del Universo hacia el Fin en su
Omnisciencia predeterminado: NOSOTROS. Por esto no sólo Confesamos, sino que
Vivimos respirando el CREDO de la ETERNIDAD:
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por
obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el
poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y
está sentado a la diestra de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a los vivos y a los muertos.
1
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro
Señor
“Y no llaméis a nadie Señor, porque sólo Nuestro Padre que está en los
Cielos es Nuestro Señor”. Pero entremos en el espíritu de la Palabra.
¿ Si somos hijos de Dios porqué exclamaron los Padres de la Teología, en la
UNIDAD UNIVERSAL debida al Verbo hecho Hombre: “Te ruego Padre que todos sean
Uno como TÚ y YO somos Uno: “su Único Hijo”?
¿Negación de nuestra Filiación Verdadera en Dios? Porque si ÉL es Su Único
Hijo, ¿qué somos todos los demás Hijos de YAVÉ DIOS?
La Respuesta es Santa , Verdadera y Eterna: Todos somos hijos de Dios en
razón de quien es SU Primogénito. Pues si este Hijo Único no fuese Primogénito
y fuese exclusivamente Unigénito nadie podría ser llamado hijo de Dios, y sería
una burla del Creador hacia su Creación hacer que le llamasen PADRE.
¿Corrigiendo a los Padres de la Teología?
En absoluto.
EL DOGMA nace, emerge, en razón de la Respuesta de DIOS a sus enemigos.
Pues fue la Primogenitura del HIJO DE YAVÉ, JESÚS, Rey de reyes y Señor de
señores del Imperio abolido por la Crucifixión de CRISTO, que les hizo olvidar
a los hijos de Dios, no de este nuestro Mundo, que ese HIJO es UNIGÉNITO, y que
es por la PASIÓN del Creador a su Creación, que Todos, haciéndose PRIMOGÉNITO,
por esta Primogenitura vinieron Todos a ser sus Hermanos, y consecuentemente
hijos de Dios.
De manea que sin ESTE HIJO ÚNICO nadie se descubre como Familiar de DIOS.
Es por este Hijo Único que Todos Nosotros somos engendrados en ÉL para ser
hijos de Dios. Cabeza del Cuerpo de la Creación de su Padre tanto la Santa
Madre Iglesia Católica como su Descendencia por su Pasión devenimos PARTE de su
CUERPO, alrededor de quien DIOS ha Creado SU Casa, haciendo de su Hijo la
Puerta que nos abre la Casa a DIOS PADRE TODOPODEROSO.
Así pues, si antes de su ENCARNACIÓN hubo en los Cielos muchos señores, de
aquí que DIOS escribiera sobre su CORONA : “Rey de reyes y Señor de señores”,
en su Cruz murieron todos esos señores para engendrar DIOS en la Resurrección
un Único SEÑOR, JESUCRISTO : Señor Nuestro y de todos los Pueblos de la
Creación de Dios, de manera que la Obediencia de toda la Creación entera es la
debida exclusiva y únicamente a este SEÑOR, HIJO ÚNICO DE DIOS EN SU
UNIGENITURA ETERNA, Padre de todos por su Obediencia hasta la Muerte, tanto de
los Pueblos de los Cielos como del Pueblo de la Tierra, y
glorificándole su PADRE de esta manera quien rechaza a este Señor y se da por
Cabeza a otro señor, de este o de cualquier otro Mundo, se declara en Guerra
contra el Reino de este Hijo Único, nuestro Señor.
2
que fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo
En efecto, y aunque aquí podríamos extendernos hasta el infinito, arguyendo
razones de peso, unas de más fuerza y otras más ligeras, la Doctrina del Reino
de los cielos no miente ni deja lugar a especulaciones.
Dios es Amor,
Dios es Espíritu Santo,
el Hijo es Dios,
el Padre y el Hijo son una sola cosa en la Unidad de este Espíritu que es
Amor
y por Amor se hizo Hombre para Redimirnos a todos,
Defender la Inocencia de Dios en la Tragedia del Género Humano como
preestablecida desde su Omnisciencia Creadora
y fundamentar la Ignorancia del Hombre en el Acontecimiento de
la Caída dándole vida al Redentor, cuya sangre era necesaria para establecer
nuestra Salvación sobre la Inocencia de DIOS y la Ignorancia del
Primer Hombre, su hijo A”dán.
Dos Personas, un Único Espíritu, de aquí que el Espíritu Santo hecho Hombre
dijera: “Quien me ve a mí ve al Padre y al Hijo”, pue el Espíritu Santo vive en
el Padre como CREADOR OMNIPOTENTE y en el Hijo como SEÑOR TODOPODEROSO. En
CRISTO, el espíritu Santo hecho Carne, “vive la Plenitud de la Divinidad”,
según confesaron sus Apóstoles. De donde se entiende que quien no vive en esta
UNIDAD UNIVERSAL con su CREADOR en el Cuerpo de este SEÑOR, la IGESIA CATÓLICA
ROMANA, MADRE de su Descendencia, es Enemigo de Cristo; el espíritu que vive en
ése es el espíritu del Anticristo.
3
nació de Santa María Virgen
Necios por orgullo de raza, malvados por adoración de las
tradiciones de sus padres, los mismos que negaron PASIÓN en el CREADOR y le
acusaron ante los Cielos y la Tierra de ser el Autor Intelectual de la Tragedia
del Género Humano, sirviendo a su señor, los sembradores de la Semilla Maligna
de la División de las iglesias no tardaron en vender sus bocas al Diablo para,
contra el pago del imperio sobre los reinos del mundo, servirse de sus lenguas
para arrojar el veneno de su Fuego contra la VIRGEN que no pudo devorar, la
MUJER SAGRADA que DIOS ocultó de sus ojos, dio a Luz al SEÑOR, Nuestro
Salvador, y fue elevada a los Cielos como Madre del SEÑOR Y REY: DIOS HIJO
TODOPODEROSO.
Criminales por tradición, siervos del Infierno por amor a la Guerra, los
Sembradores Malignos no tardaron en lanzarse contra la GLORIA DE DIOS, negando
su PODER INFINITO para ser el PADRE del Hijo de la VIRGEN, que engendró, por
Obra y Gracia del AMOR, al Rey de la Creación. Y así vimos cómo quien, después
de lanzarse contra la ESPOSA DEL SEÑOR, inmediatamente se lanzaron contra la
MADRE DIVINA del REY, descubriéndose en esta sucesión de negaciones el espíritu
de aquel Satanás, aquel “Dios Escondido” de la Reforma
que vistiéndose de Ministro del Señor, engañó al mundo a
la manera que Satanás, padre de la Reformadores, haciéndose pasar
por Mensajero de DIOS arrastró a la ruina a un mundo entero.
Quiere la bestia imponer al SEÑOR DIOS de la Eternidad y del Infinito,
Creador del Cosmos, de la Luz y de las Tinieblas, su pensamiento animal
anticristiano como límite de su Poder, e hipócrita como ellos solos “los
divinos” vinieron a afirmar el PODER INFINITO de DIOS mientras niegan que ese
Poder pueda hacer a una VIRGEN concebir por Obra y Gracia de la Gloria de ese
mismo DIOS DE PODER INFINITO.
Habrá temblor y espanto en sus almas el Día en que el Señor al
que niegan los llame para explicarles eso de un PODER INFINITO que no puede
hacer que una VIRGEN le conciba a DIOS un HIJO.
4
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado
El Odio sin límites, fuego infernal que hizo del ser de un hijo
de Dios una Bestia Inmunda, no podía quedarse en producir la División de las
iglesias buscando la Destrucción de Cristo en España, Francia, Italia, Polonia
y Hungría; su OBJETIVO ERA DESTRUIR Cristo en el Hombre, para inmediatamente
arrojar su Infierno Total sobre la Plenitud de las naciones. Con este objetivo
en mente siembra en la inteligencia de la Ciencia el ateísmo irracional que
devolvió la Humanidad a los tiempos anteriores a Cristo, bendiciendo
la división de la Humanidad en esclavos y libres, fuertes y débiles en la
terminología darwinista. La Hoja de Ruta a las Guerras Mundiales de Satanás
devino la nueva religión de las naciones divididas por sus iglesias, que
llegado el día no dudaron en devorarse las unas a las otras. Contagiada por la
locura del ateísmo científico el Siglo XX vivió la Negación de la
misma Existencia del Héroe de los Evangelios.
Negando la Evidencia de mil novecientos años de Historia, los locos por el
oro y la fama, no dudaron en alzarse contra el Acontecimiento Clave que sacó a
la Tierra de su Caída en la Barbarie Absoluta, la ENCARNACIÔN DEL HIJO DE YAVÉ
DIOS, y levantó en el Horizonte el Renacimiento de la Civilización
en la distancia de los siglos.
Cretinos, hipócritas de vocación, locos por el escándalo como mina que da
la riqueza y la fama, las mentes mediocres sin más genio que ser creadores de
Literatura Basura, se apuntaron en el Siglo XX a una corriente de escritores
bastardos, no hijos de la Literatura, sino de la locura por la fama, que en sus
libros antihistóricos se hicieron vanguardia de este ejército de bestias sin
inteligencia, cuya única razón es el Poder y las Riquezas, en la actualidad
liderando sin complejos ni pelos en la lengua la Necesidad de destruir, una vez
que sus padres fracasaron en destruir a la MADRE de los Pueblos del Aquel
RENACIMIENTO, a Cristo en el Pueblo.
Tres fases observamos en la Historia de la Liberación Apocalíptica del
Diablo, concebida durante sus Mil Años de Prisión:
Primero: División de las iglesias como puerta a la Siembra del Odio entre
las naciones.
Segundo: Sembrar entre ellas el Ateísmo científico como Ruta a la
Destrucción entre ellas y su supervivencia en ella Negación Absoluta
de la Existencia de Dios.
Y Tercero: Reducir el ser humano a la condición de las bestias
domesticas mediante la Extirpación del Ser Humano del espíritu de Cristo, su
Doctrina y su Moral.
Nos hallamos en esta Tercera Fase del Anticristianismo: AGENDA
2030, de la cual debe resultar la Involución de la Civilización en
la Ley de la Selva de un Totalitarismo Global cuyo estrella polar es la
supervivencia de las élites sobre el genocidio de la Libertad, la Igualdad y la
Fraternidad entre los pueblos, fruto del Cristianismo Católico Apostólico
Romano.
5
descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos;
Aquí viajamos al Corazón Mismo de la relación del Padre y del Hijo en el
seno de la Guerra del Espíritu Santo del CREADOR contra el Infierno.
La Sentencia contra la Bestia Homicida, que llamamos “Satán, el Diablo, el
Dragón, la Serpiente Antigua”, como ha quedado especificado en la Doctrina del
Reino de los cielos, Sentencia firmada por YAVÉ DIOS, entendiendo que su
Creación eleva la Vida a la Indestructibilidad Natural a su Ser, implica el
Destierro de su Creación de su Enemigo. De donde la Cuestión del propio HIJO
ÚNICO DE DIOS : ¿Dónde se cumplirá esa Sentencia?
No Podía Dios, su Padre, dejar de darle a conocer a su Hijo dónde y cuál
será el lugar en el que la Prisión del hijo de la Muerte cumplirá su Sentencia
Eterna, tanto para engendrar en su Hijo Único Misericordia por el Género Humano
cuanto Confianza Infinita en la Imposibilidad Absoluta del Regreso
del Desterrado a su Creación. ¿Tiene fondo el Infinito? ¿Puede un ser de carne
y hueso, aunque revestido de Indestructibilidad, alienado de la Gloria Divina,
regresar de ese Pozo sin Fondo en el que vivirá su paraíso, aquel Infierno que
quiso imponerle a la Creación de Dios como modus vivendi, y que el Género
Humano ha comido sin cesar: el Pan de la Guerra Sin Fin?
Creó Dios la Luz del Nuevo Cosmos y redujo el Viejo Cosmos a Tinieblas:
Materia sin energía que llena la Faz del Abismo Exterior que se extiende hasta
el Infinito. Fue en estas Tinieblas Exteriores, al otro lado de las
Costas del Nuevo Cosmos, cuyo Océano se expande por la Eternidad, que creó Dios
la Tierra. Quiso con esta Creación de la Tierra en medio de las Tinieblas que
cubren la Faz del Abismo, engendrar en su Casa el Temor a una futura Rebelión
en pro de la transformación de la Ley de la Paz Universal en una Ley de Guerra
de dioses más allá del Bien y del Mal; el Destierro a las Tinieblas sería el
Infierno al que serían arrojados quienes volviesen a encender la
antorcha de la Guerra en su Creación.
¿Merece el Ser Humano, engañado por un hijo de Dios de “otra creación”,
sufrir el mismo Castigo que quien consciente de sus actos y sus
consecuencias alza la Bandera de la Guerra Absoluta contra el Trono
del Hijo de Dios?
6
subió a los cielos y está sentado a la
diestra de Dios, Padre todopoderoso.
En efecto, YAVÉ DIOS PADRE TODOPODEROSO, vista las consecuencias
de su AMOR por su Creación, abolió el Imperio del Rey de reyes y Señor de
señores, ordenó que todos los Príncipes de los Cielos depositaran sus coronas a
los pies del Trono de su Hijo, y unificando todas las coronas en UNA
SOLA y ÚNICA la puso en la Cabeza de su Hijo Único, quien se sienta a su
Diestra como SEÑOR UNIVERSAL SEMPITERNO de todos los Pueblos,
presentes y futuros, de su REINO. Y como quienes se negaron en los Cielos
a poner sus coronas a los pies de DIOS, así en la Tierra quien se
niegue a poner las suyas a los pies del Trono del Hijo de Dios, que es la SANTA
MADRE IGLESIA CATÓLICA ROMANA, se expone a la Sentencia contra Satán.
7
Desde allí ha de venir a juzgar a los
vivos y a los muertos.
Así pues, quien crea que puede defender su trono y su causa delante del
JUEZ TODODEROSO que lo haga. Allá cada cual con su cabeza.
Pero tengan en cuenta todas las iglesias, todos los cristianos y todo el
que tenga inteligencia que la Misericordia no anula la Realidad de la Necesidad
de darle un FIN por la Eternidad a la situación que la Creación ha
estado viviendo. Necesidad que fue la Causa de la NECESIDAD DE LA MUERTE DE
CRISTO. Pues si por Amor a sus hijos, Dios les perdonó sus Guerras en los
Cielos, vino a suceder lo que sucede cuando el Amor es tomado por rehén, y en
nombre del Amor el malvado olvida su posición y su naturaleza, y creyendo que
el Amor le da su bendición para acometer futuros delitos, no tiene en cuenta
que aquel contra el que se comete el delito tiene el Poder de aplastarlo con el
pie como si fuese una hormiga. Pero como esto ya lo he expresado en la DOCTRINA
DEL REINO DE LOS CIELOS no voy a insistir en la Gracia que por la Obediencia
del HIJO DE YAVÉ nos ha dado DIOS, SU PADRE, esperanza de Salvación Universal
en razón de la Misericordia, siempre en mente la Palabra del Espíritu Santo:
“Esperanza que se ve no es Esperanza”.
Así pues, NO ÚNICAMENTE glorificó DIOS PADRE TODOPODEROSO a su HIJO ÚNICO,
al Principio, antes de la Creación de nuestro Mundo, haciendo de ÉL su BRAZO y
su BOCA, a fin de despejar por la ETERNIDAD la DUDA sobre la Naturaleza Divina
del Hijo de sus Entrañas Increadas, sino que volvió a Glorificarle delante de
su Casa : Dándole todo el Poder sobre su REINO, Y SENTANDOLE A SU DIESTRA le
invistió como SEÑOR, REY y JUEZ UNIVERSAL sobre todos los PUEBLOS DE LOS CIELOS
“para que toda la Creación ADORE al HIJO DE YAVÉ como ADORA a SU PADRE”.
Conociendo a DIOS por su HIJO sabemos que la Esperanza de Salvación
Universal es Legítima y Verdadera, pero repito: “Esperanza que se ve no es
Esperanza”.
Todos estamos sometidos a la Ley de la VIDA decretada tras la Resurrección,
y quien no vive por la LEY, a sabiendas que rechaza el Reino de Dios, se
condena a sí mismo defender su existencia en el Delito delante de quien
teniendo en su PADRE TODOPODEROSO toda Omnisciencia y Presciencia : a ÉL Nada
se le puede ocultar.
En cuanto al Día “Nadie sabe la Hora”, solo SU PADRE.
AYER fue la FE, HOY es la ESPERANZA. Quien vive por la FE, ser un hijo de
Dios, vive en el Conocimiento que el HIJO de YAVÉ tiene todo el Poder de
JUICIO. Lo que ÉL Sentencie será Palabra de Dios, y sin embargo quien subió a
la Cruz en obediencia a la Sabiduría de su PADRE vive por la Sabiduría DIVINA,
y, como su PADRE, en cuanto Rey y Señor, el HIJO DE YAVÉ no puede abrirle las
puertas de su Reino a quien viviendo en el Conocimiento de todas las
cosas desprecia aquí en vida la LEY y la VOLUNTAD de su PADRE, pues ÉL gobierna
el Reino de Dios en el Espíritu Santo del CREADOR DE LOS MUNDOS Y DE LOS CIELOS
que llenan el COSMOS. El ESPÍRITU SANTO DEL CREADOR vive en YAVÉ
DIOS PADRE TODOPODEROSO y en el HIJO DE YAVÉ, nuestro PADRE que está en los
Cielos.
Capítulo 3
Creo en el Espíritu Santo
Independientemente de lo que cada cual crea o se interese en creer, los
Acontecimientos de la Historia no pueden negarse a sí mismos, y esto no es
retórica. Un hombre puede esconder en los pliegues de los estratos de su
consciencia ciertos acontecimientos personales en razón de su
naturaleza traumática, contra cuyos efectos se defiende hundiendo en las
profundidades de su mente su existencia. Psicológicamente hablando este sistema
autodefensivo tiende a producir efectos secundarios, más o menos dañinos, siendo
efectos colaterales razonables, acorde a la intensidad del trauma vivido. En la
dimensión del ser histórico de los pueblos se suele abandonar en un
acontecimiento futuro el entierro del trauma del pasado. Y lo que es
más procedente, desde la mente del sujeto, arrojar la causa del trauma sobre un
agente externo. Desde esta realidad observamos en qué manera los males
producidos por un Gobierno suelen adjudicarse a agentes externos, siguiendo en
esto la burla del burro que vuela; mientras todos buscan al burro en
el celo el Gobierno te mete la mano en la cartera hasta dejarte en la ruin,
para después consolar al tonto que busca en el cielo el burro que
vuela, arrojándole las céntimos que les sobran de aquella cartera de la que
despojaron al pueblo.
En la dimensión de la Historia Universal de la Civilización de Occidente
sobre el Origen del Cristianismo la posición del Pensamiento Académico
Internacional sigue esta misma regla. Se quiere extender a su Origen los males
que, contra la misma Doctrina Apostólica, en el transcurso de su Historia la
Iglesia puso en ejecución. La Maldad de los Estados contra la Verdad se
manifestó ya antes del Nacimiento del Cristianismo en la persecución Mortal que
realizaron los Demócratas contra el Pensamiento Libre, personificado en la
Ejecución de Sócrates. En el caso Galileo Galilei vimos como la perversión
académica se limpió las manos tras entregarle a su odiado enemigo a
la Iglesia, quedando la Iglesia acusada de su prisión cuando la sentencia del
fiscal Académico fue la muerte del acusado. La imbecilidad natural al
analfabetismo le sirvió a los herederos de aquella Academia Renacentista para
mantener sus manos limpias en el caso Galileo Galilei. La postura oficial desde
entonces de la Academia Internacional fue seguir echando balones fuera hasta
conducir a las naciones a las Guerras Mundiales, de cuya ejecución volvieron a
limpiarse las manos de la sangre de las naciones.
Siguiendo con su Maldad el Ateísmo Científico, creador de Hitler y Stalin,
impuso en las Escuelas una Historia sobre el Origen del
Cristianismo en cuyos capítulos perversos se compara el Nacimiento
de la Religión Católica Apostólica Romana con el de las Religiones Clásicas. Lo
dicho, únicamente la imbecilidad natural al Analfabetismo Histórico hizo posible
imponer como Realidad Académica semejante acusación
Maligna.
La Historia Universal no puede negarse a sí mismo. El Hinduismo nació tras
un Guerra Fratricida, justificada en lo UPANISHADS en razones esotéricas
absurdas. El absurdo de la justificación de Caín tras la muerte de su hermano
Abel ante Dios ha sido una tónica constante a lo largo de los Milenios. Igual
que el Hinduismo, el Judaísmo nació sembrando de sangre la tierra. Siguiendo
este origen sangriento, el Islam nació basando su Origen en el Genocidio de
Destrucción Masiva de todos los Infieles. Abominando del Islam pero acuñando su
método imperial sangriento, el Protestantismo nació proclamando la Guerra a
Muerte contra los Católicos. Las medidas anticatólicas del Anglicanismo fueron
una copia exacta de las medidas genocidas del Islam contra los Cristianos
esclavos de su Imperio. Ahí está la Historia Universal, a la que han querido
callar todos, siendo la Academia actual, la de los Nobeles, la que guarda la
llave que la Esclavitud, cerrando la pueta de la Libertad a todas las naciones
de nuestro Milenio y Siglo.
En efecto, el Catolicismo Apostólico Romano ha sido la única Religión en la
Historia Universal cuyo Origen no se ha basado en la Destrucción del Infiel a
su CREDO; la Iglesia Católica Apostólica Romana es la única Institución en la
Tierra cuyo Nacimiento se produjo a costa de su sangre propia.
Capitalismo, Comunismo, Socialismo, todas han sido Instituciones nacidas
sobre un mar de sangre : Derramado por sus creadores con el único fin de
esclavizar a los pueblos a los intereses fratricidas de élites malignas cuyo
camino conduce exclusivamente al abismo de la Extinción de toda vida en la
Tierra. Esta verdad es tan evidente que los ha unido finalmente a
todos: Capitalismo, Comunismo, Islam, Ateísmo científico e Hinduismo
para saltarse este Destino, firmando una Agenda creadora de monstruos y
destructora del Hombre a la Imagen y Semejanza de Dios en el Ser Humano,
creación y destrucción fruto de la Hoja de Ruta que llaman Agenda 2030.
La Naturaleza del Espíritu Santo la tenemos en el Discurso de la Cruz :
YAVÉ DIOS es Inocente y el Hombre es un Ignorante. No es matando al Ignorante
como se le acerca a la Sabiduría. Pero se hunde al Ignorante en su Ignorancia
cuando se culpa a Dios del Delito cometido por los hombres. Querer justificar
el Delito propio en la Omnisciencia y Todopoder de
Dios para ponerse en medio y evitar su consumación es negar la Creación de la
Libertad a la Imagen y Semejanza de la Divina en el Hombre. Negar la existencia
de Dios en base a la Libertad engendrada en el Homo Sapiens, y Libertad elevada
a la naturaleza Divina es afirmarse en la necesidad de mantener al ignorante en
su ignorancia a fin de crear un mundo en el que la Maldad regresa al
trono, se hace Estado y procede a borrar la Evolución del ser humano a la
condición de los hijos de Dios. En uso de la Libertad Divina la Academia hizo
su elección: regresar a la condición de las bestias, despreciar Ley de Dios y
elegir la Ley de la Selva como Origen de un nuevo sistema global.
El Espíritu del Creador se derrama sobre toda su Creación para engendrar en
el Ser la Inteligencia Natural a su Creador, y esta inteligencia universal sea
el Principio del Comportamiento de todas las Criaturas dotadas de Inteligencia
a la Imagen y Semejanza del Espíritu de su Creador. El Rechazo a este Espíritu
fue el Origen de la Tragedia del Género Humano. En lugar de la Paz, el Hombre
eligió la Guerra como camino a la Civilización Mundial. En lugar del Amor el
Hombre eligió el Odio al Hermano como Camino a la Poder. En lugar de tener por
Señor de su Alma a su Creador, el Hombre eligió ser el Señor de todos los
hombres. Y contra quien se resistiese a la Dictadura de un Estado creado sobre
esa base de Terror y Miedo, muerte al rebelde.
Este es el Trauma que el Hombre no ha superado jamás.
Ser Santo como Dios es Santo es amar la Paz, abominar de la Guerra, alzarse
en Defensa de la Vida poniendo la propia sobre el terreno, crear un Estado
Universal en el que la Guerra es impensable para el ciudadano y el Estado, no
por el Odio a su Fuerza sino por el Amor a la Libertad que engendra.
Aquí está la Santidad, en el Amor sin límites a la Verdad, y la Verdad se
hizo Hombre, pero los sabios prefirieron servir a la Mentira, devenir esclavos
de los Estados Genocidas cuyo principio material de crecimiento es la Guerra, y
crean guerras para en el Miedo a su entrada en sus fronteras proceder a la
transformación de la Libertad en una Dictadura Benéfica. Pero ¿qué hay de
benéfico en una dictadura?
Quien ama la Guerra odia la Justicia y edifica su Estado
sobre la Corrupción, mensajero firme de la Guerra
Civil.
CAPÍTULO 4
Independientemente de lo que pienses o de lo que creas o de lo que quieras
creer, o de lo que te inventes, o de lo que mejor te sienta, seas
hombre o mujer, seas siervo o hijo de Dios, seas pastor o seas oveja,
la Verdad es esta : Ningún hombre que no doble sus rodillas delante del Rey y
Señor y Juez que DIOS le ha dado a su Creación entera, AQUEL al que llamamos
JESUCRISTO, cruzará la Puerta de la Eternidad.
La demencia de la Ciencia Humana en su locura atreviéndose a dictarle leyes
al Cosmos y al Universo, de las religiones no fundada por CRISTO al creer que
pueden someter a Dios a sus ideas de la Divinidad, de las Ideologías
Políticas en su avaricia por el Poder y su Hambre por riquezas, todas conducen
al polvo a quienes las sustentan y las aplauden y viven por sus reglas, todas
ellas enraizadas en la ley de la selva de los depredadores.
La posición de todos los Ciudadanos del Reino de Dios en relación a quienes
eligieron la MUERTE a la VIDA es la consecuente a la Doctrina
Divina: “Quitaos el polvo de los pies, no miréis para atrás, cada cual cosecha
lo que siembra”.
Verdad es, en el espíritu tenemos una Esperanza Universal de Salvación de
la plenitud de las naciones, conquistada por el propio Hijo de Dios al precio
de Su sangre y la sangre de su Casa en la Tierra. Pero nadie se equivoque, la
Palabra del Espíritu Santo es Palabra de Dios: “Esperanza que se ve, no es
esperanza”.
Vosotros que amáis la Guerra y tenéis en la Guerra vuestra vida, y
confundís la Paz con abandonar a Abel en las manos de Caín, sabedlo: Quien ama
la Guerra, hace la guerra y vive de la Guerra: tiene el espíritu de
Satán
Sobre vosotros, que os llamáis siervos de Cristo y bendecís la Guerra de
exterminio de Abel, sobre vosotros el Juicio del Dios del Infinito y de la
Eternidad : “NO os conozco, apartaos de mí malditos”.
El espíritu de Satán es el espíritu de la Guerra. El destino de
este espíritu, sea de este mundo o de otro mundo, es el Destierro de la Vida
Eterna. Así es Hoy, así es por la Eternidad.
YAVÉ DIOS ha jurado por su Nombre y su Honor que no volverá a declararse la
Guerra en su Reino, que su Creación no volverá a conocer la Tragedia que ha
devorado al Género Humano por Seis Mil años.
Antes que la Semilla se abra, la tierra devorará sus raíces.
Antes que el viento la levante del
Infierno, el fuego la reducirá a cenizas.
Ahora, que cada cual elija su Sentencia: Doblar sus rodillas delante del
Rey de la Eternidad, o declararle la Guerra.
Creo en la Santa Madre Iglesia Católica
Apostólica Romana
Nadie que no haya nacido de la Santa Madre Iglesia Católica Cristiana por
el Agua es Cristiano. Cristiano es aquel que ha nacido de la Fe de la Iglesia,
Esposa de Cristo, en razón de cuyo nacimiento es llamado Cristiano.
NO hay Cristiano fuera de la Iglesia en la que el CREDO DE LA ETERNIDAD,
proclamado por el Espíritu Santo en el Concilio de Nicea del año 325
es la columna de su Fe. La Sentencia contra quien quita o le añade a
la Palabra del Espíritu Santo tilde o coma está escrita por Dios en su Libro:
“Yo atestiguo a todo el que escucha mis
palabras de la profecía de este libro que, si alguno añade a estas cosas, Dios
añadirá sobre él las plagas escritas en este libro; y si alguno quita de las
palabras del libro de esta profecía, quitará Dios su parte del árbol de la vida
y de la ciudad santa que están escritos en este libro”.
Quien borra del CREDO DE LA ETERNIDAD “creo en la
Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana” pide para sí esas plagas.
Dios no miente ni se retracta. SU Libro es profético
en razón de la Misericordia para quien mintió y se retractó y regresa a la Casa
de su Padre que está en los Cielos, mas quien tiene por mayor al padre que
tiene en la Tierra que al Padre de los Cielos ése firma sobre su
cabeza sentencia, pues escrito está: “NO he venido a juzgar, sino a salvar” de
manera que cada cual elige su Sentencia, VIDA o MUERTE, ser Ciudadano del Reino
del Hijo de Dios o ser Desterrado de la Vida por la Eternidad.
Cualquier discusión sobre el espíritu del CREDO ETERNO
viene de Satán, y es fruto de maldición para quien permanece en Rebelión contra
la UNIDAD pedida por su Hijo : “Que todos sean unos como Tú y YO, Padre, somos Uno”.
la Comunión de los Santos
La Casa entera de YAVÉ DIOS vive en un Único Espíritu, el Espíritu de
la Paz. Quien le declara la Guerra a su hermano Comulga con Satanás. Quien no
comulga con la Paz no vive en Dios; su iglesia es la casa de Satán; quienes
entran en ella seguirán al Destierro de su verdadero amor y señor, el príncipe
del Infierno.
La Comunión Universal de todos los Ciudadanos del Reino del Hijo de Dios es
con la Paz, y en la Defensa de la Paz la Plenitud de las Naciones del Reino de
Dios se levanta como un solo Ser para detener a Satán y sus ejércitos,
desarmarlos, sujetarlos a la Ley y establecer la Vida sobre la Paz.
El Deber de defender la Paz es Universal y Divino. Quienes se abstienen de
levantarse en Defensa de la Paz se alían con el Infierno y su suerte en la
Tierra será la de Satán en los Cielos: serán desterrados de todas las naciones.
Sus ciudadanos serán expulsados de todas las naciones y las naciones retirarán
sus ciudadanos de la tierra de Satán. Será maldito quien comercie con el pueblo
de Satán en la Tierra; la maldición de Dios sobre el príncipe del Infierno
caerá sobre los pueblos adoradores de la Guerra, la Tiranía y la Dictadura.
Cualquier pacto o alianza con los hijos de Satán es maldición sobre quien
firma.
el perdón de los pecados
En efecto, única y exclusivamente la Santa Madre Iglesia Católica, Cuerpo
Vivo de Cristo, tiene este Poder de Perdonar los pecados. Tanto es así que
incluso el Hijo de Dios, siendo Incorruptible e Inmaculado, bajó su
cabeza ante el Profeta en reconocimiento del Poder conferido por Dios a sus
Siervos. Poder que ese Hijo, una vez retirado ese Poder de Israel,
pasó a su Iglesia.
La negación de este Poder es Negación del Hijo de Dios. Y quien niega al
Hijo niega a Dios, su Padre.
Quien se otorga a sí mismo este Poder, llamándose iglesia en virtud de
saber leer, se rebela contra Dios y niega a su Hijo. Los límites de este Poder
están escritos : “Vete y no peques más”. Pues no puede el Siervo anular el
Poder de su Señor; ni el Señor abdicar de su Poder en razón de su amor por su
Siervo.
la resurrección de la carne;
¿Es el Poder del Creador del Nuevo Cosmos: Infinito?
SÍ.
Cualquier discusión sobre este Poder es dialogar con un burro.
y la vida eterna.
Este es el Origen de la Nueva Creación: Creación de Vida a la imagen y
semejanza de la Vida Divina: Vida eterna.
Amén.
EPÍLOGO
Dios
de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre,
por
quien todo fue hecho.
¿Tiene precio la locura? ¿No fue JESÚS, rey de los Judíos, rechazado por
Jerusalén, acusado de loco “por hacerse igual a Dios”? Y sin embargo ÉL nunca
dijo de sí mismo: “YO SOY engendrado en la Naturaleza Increada del
PADRE”. Porque todos los hijos de Dios somos engendrados en la Naturaleza del
Mundo en el que somos creados. “Nosotros Somos” engendrados en la
Naturaleza de la Creación, en este caso la Tierra. Pero aquí se lee “Engendrado
en la Naturaleza Increada del Padre”. Cual la Naturaleza así el Ser. Como la
Tierra es Mortal nosotros somos mortales por Naturaleza. Nosotros y todo Pueblo
nacido en la Creación de Dios. ¿Quién pues concibió esta
Declaración “ Dios de Dios, engendrado en la Naturaleza del Padre?
Porque se entiende que acorde a la Naturaleza es el nacido en ella. Nacido de
la Naturaleza de Dios ¿qué Ser puedes ser el del engendrad en esa Naturaleza?
La declaración parece un razonamiento teológico articulado por un
pensamiento escatológico en un lapsus alucinógeno, intenso tal cual para
maravillar al propio pensador. Una pensamiento pasajero que no debería pasar de
ser eso; Octavio Augusto era un dios y nada ni nadie se tiraba de los pelos,
menos aún arrojarse al fuego. Había que estar perdidamente loco para
negarse a quemar una ramita de incienso en honor de los dioses
humanos de Roma. ¿Qué tipo de locura era aquélla de los Primeros Cristianos?
Les hubiese bastado quemar unos graos de incienso a la salud
de los dioses augustales, y todos tan contentos. Pero no, prefirieron esto:
El 19 de julio del 66 se declaró un incendio en las tiendas llenas de
mercancías inflamables que rodeaban el Gran Circo Romano. El viento soplaba con
violencia, uno de esos fuertes vientos de verano que son los auxiliares más
formidables del fuego. Pronto ardió el inmenso óvalo del Circo. Después devoró
los edificios entre las colinas, ganó las cumbres, rodeó el Palatino, se alejó
del Capitolio, atravesó el Foro, consumió las tiendas de la Vía Sagrada,
destruyó la región entonces tan poblada por Isis y Serapis, arrasasó el Celio, el Aventino, el valle entre el
Palatino y el Esquilino, donde se encontraba
la domus transitoria de Nerón, y
quemó más de la mitad de la vieja Roma, cuyos edificios antiguos, pegados unos
a otros, de calles estrechas, ofrecieron una presa fácil al fuego. Sólo se
logró detenerlo despejándole el camino, mediante una gran quema de casas al pie
del Esquilino.
Para alimentar a aquella pobre gente, se trajeron alimentos de Ostia y de
los municipios vecinos. El pan se daba casi gratis. Pero estas medidas de
humanidad no apaciguaron al pueblo amargado por el sufrimiento, que se vio
expulsado de sus hogares con desesperación, reducido a la más completa
indigencia.
A pesar de la multitud de sus crímenes Nerón aún no se había ganado el odio
del pueblo; su lujo, su extravagancia, aquella especie de buen humor suyo y
aquel refinamiento artístico suyo había mantenido viva su aura imperial.
Aquéllos sobre los que su demencia criminal hasta ese momento cayó fueron
príncipes, emperatrices, nobles, filósofos; sobre los pobres no
cayeron sus golpes asesinos.
El Incendio de Roma despertó de repente la conciencia de las masas. A los
ojos del pueblo romano ningún mal sucedía por casualidad; el destino siempre
tenía un nombre, un responsable. Nerón fue el nombre.
Los desgraciados hacinados en los barracones del Campo de Marte aún no se
atrevían a añadir a su nombre el epíteto de incendiario; pero el rumor comenzó
a circular entre la multitud; se decía que Nerón, enamorado de lo pintoresco,
embriagado de una poesía insana, había hecho convertido el Incendio en un
espectáculo. Algunos afirmaban que con una lira, cantando la ruina de Troya,
había contemplado el Incendio desde lo alto de una torre. Poco a poco el rumor
fue creciendo, los esclavos de Nerón habían sido sorprendidos echándole leña al
fuego que devoró su palacio.
“Nerón”, gritaron todos, “quiere destruir Roma para reconstruirla y darle
su nombre”.
Durante tres días el fuego asoló distritos hasta entonces perdonados,
el Viminal, el Quirinal, y esa vasta llanura del
Campo de Marte, abierta por todas partes y, sin embargo, atestada de templos y
pórticos. Se vio a la multitud presa del pánico corriendo como loca a lo largo
de las vías principales, buscando refugio en los edificios, los comedores, los
cuarteles de los soldados. El incendio duró nueve días: de las catorce regiones
de Roma, tres fueron consumidas por completo, siete sólo contenían muros
temblorosos, tejados a medio quemar, casas inhabitables; sólo cuatro regiones
no habían sido tocadas por el fuego.
Nerón se enfrentó a la indignación popular. El mismo pueblo que cinco años
antes lo había recibido cubierto con la sangre de Agripina a su regreso de
Campania, y aplaudido sus gracias le maldecía ahora. El emperador
tembló; luego, con habilidad infernal, intentó desviar las sospechas. La
multitud quería un culpable; él les daría miles. Anhelaban a alguien sobre
quien vengarse de sus sufrimientos; él les arrojaría innumerables víctimas. Las
circunstancias se prestaban admirablemente a este plan villano.
El Incendio se había declarado en las tiendas del Gran Circo ocupadas por
los mercaderes orientales, entre los que había muchos judíos; y, no obstante,
el fuego no había tocado la puerta Capena, donde
vivían los judíos; el Trastevere, de población judía casi exclusivamente,
también estaba intacto. De todos los barrios frecuentados por los judíos, el
Campo de Marte, donde tenían una sinagoga, fue el único afectado.
“¡El incendio fue provocado por los judíos! ¡Ellos son los verdaderos, los
únicos autores del incendio de Roma! ¡Esos enemigos de la civilización y de los
dioses querían destruir la capital del mundo!”
La condena fue esparcidas por los emisarios de Nerón. Pero los judíos
contaban con poderosos protectores en la corte, y supieron conjurar a tiempo el
golpe que estaban a punto de asestarles. Popea, la emperatriz, era medio judía.
Había esclavos judíos alrededor de Nerón. Y el emperador no ordenaba ninguna
ejecución política sin consultar a Tigelino y
a Popea.
Tácito no menciona las deliberaciones secretas que condujeron a la
sustitución de los cristianos por los judíos como objeto de la venganza
imperial. El historiador sólo dice que tras el incendio de julio del 66 las
sospechas del pueblo recayeron sobre Nerón. “Para acallar este rumor”, continúa
Tácito, “Nerón sometió a las torturas más refinadas a aquellos hombres, odiosos
por sus crímenes, a los que el vulgo llamaba Cristianos. Primero se apresó a
los que confesaron y luego, siguiendo sus instrucciones, a una gran multitud,
convencida no tanto del delito de incendio provocado como del odio al género
humano. Al tormento se añadió la burla; hombres envueltos en pieles de animales
morían desgarrados por perros, o eran atados a cruces, o eran destinados a ser
incendiados y, cuando caía el día, eran encendidos como antorchas humanas.
Nerón había prestado sus jardines para este espectáculo, y allí daba carreras,
mezclándose con la multitud vestido de cochero o montado en un carro. Además,
aunque estos hombres eran culpables y merecedores de los últimos tormentos, se
les compadecía porque eran sacrificados no por la utilidad pública, sino por la
crueldad de uno solo”.
Este curioso y patético relato nos hace comprender el lugar que ocupaban
los discípulos del Evangelio, en el año 66, entre la población romana. Tácito
nos dice que formaban una gran multitud. Siete años antes, San Pablo ya había
dicho que su fe era famosa en todo el mundo. Los cristianos se encontraban en
todos los estratos y, por así decirlo, en todos los niveles de la sociedad: en
el humilde mundo de los esclavos, en la pequeña burguesía de los libertos,
entre los mercaderes de raza judía, en la casa de los grandes, del mismísimo
César, e incluso en el seno de las familias patricias. El odio popular,
irritado por el espectáculo de unas virtudes que parecían la condena silenciosa
de los vicios de la Roma pagana, se cebó en ellos, acusándoles de todos los
crímenes.
Los primeros en ser arrestados fueron los cristianos más destacados. La
Confesión de su Fe, y diversas pistas proporcionadas por los registros de sus
domicilios, pusieron a los demás en el ojo del huracán. Pronto las cárceles de
Roma se llenaron de Cristianos.
No permanecieron allí mucho tiempo. Nerón resolvió ganarse de nuevo el
favor del pueblo mediante juegos extraordinarios. Era conocida la pasión que el
pueblo romano sentía por los espectáculos del Circo y del Anfiteatro. Es
probable que, en el luto y la agitación provocados por el incendio del 19 de
julio, el pueblo se hubiera visto privado de los juegos en honor de Venus que,
según el calendario romano, se celebraban del 20 al 30 de julio, e incluían
cuatro días dedicados a las carreras de cuadrigas. Nerón quiso sustituir estos
placeres por un festival sin precedentes. El mes de agosto, casi desprovisto de
espectáculos públicos, le facilitó la elección del día.
La elección del lugar estaba dictada por las circunstancias: el incendio
había casi destruido el Gran Circo de 1.473 metros de longitud y que contenía,
en la época de César, asientos para ciento cincuenta mil espectadores; el circo
de Flaminio, situado entre el Capitolio, el teatro de Pompeyo y el Panteón, es
decir a poca distancia del Campus Marcio, se había visto afectado por las
llamas. Hubo que elegir un lugar digno del pueblo romano. Nerón disponía de magníficos
jardines más allá del Tíber, en el Vaticano; había un vasto Circo, reservado a
los placeres imperiales; el obelisco que hoy se alza en el centro de la plaza
de San Pedro ocupaba un extremo de la spina.
Nerón convocó allí a la multitud.
Los juegos debían comenzar con una de esas largas y penosas procesiones en
las que los condenados desfilaban ante los ojos de los espectadores, entre dos
filas de verdugos armados con látigos. Luego venía la venatio (nombre que recibían los espectáculos que se celebraban
en el circo o en el anfiteatro y en el que intervenían animales exóticos y
salvajes, dentro de la celebración de los Juegos Romanos). Este solía ser el comienzo de
aquellas jornadas sangrientas.
Algunos de los prisioneros cristianos fueron expuestos a las fieras. Fueron
vestidos con pieles de animales, y echados a los perros. Los perros, a menudo
de raza británica o escocesa, de una ferocidad extrema, eran adiestrados
especialmente para las luchas en el anfiteatro: aquí, en lugar de encontrarse
con oponentes formidables, fueron arrojados sobre seres indefensos, sus
colmillos se hundieron en carne humana. Cuando el pueblo romano hubo saciado
sus ojos con este espantoso espectáculo, se introdujeron otros cristianos.
Se habían preparado cruces en varias partes del circo y se les ataba a
ellas. Se soltaron fieras feroces; devorar a los condenados atados a postes era
uno de los Juegos Romanos.
En su carta a los Corintios, San Clemente de Roma alude a los mártires de
la persecución de Nerón; entre la multitud de elegidos menciona a mujeres, que,
habiendo sufrido terribles y monstruosas indignidades, alcanzaron su meta en la
sagrada carrera de la Fe. Ultrajadas, cincuenta mujeres cristianas acudieron al
circo o al escenario con el disfraz de las hijas de Danaus,
y allí fueron sacrificadas al final del drama por el actor encargado del papel
de Linceo. En cuanto a las Dirce, el grupo de
Apolonio y Taurisco, recién traído a Roma y que
formaba parte de la colección reunida, durante el reinado de Augusto, por
Asinio Polión, ofreció probablemente al director de Nerón el modelo que
buscaba. Según la fábula contada por Hyginio, Dirce, celebrando las bacanales, había querido matar a
Antíope: sus hijos la vengaron atando a Dirce a
los cuernos de un toro. Una multitud de mujeres Cristianas fueron conducidas al
anfiteatro en traje de bacanal; y encerradas en redes fueron expuestas a los
ataques de toros furiosos.
La fiesta nocturna en los jardines de Nerón esperaba al pueblo romano; los
romanos sentían pasión por las iluminaciones, y Nerón decidió que el
espectáculo durara toda la noche. La solemnidad del Vaticano no tenía nada de
extraordinario. Sólo una cosa era extraordinaria, el método elegido para la
iluminación. Desde la mañana, los inmensos jardines de Nerón amanecieron
sembrados de cruces y estacas, en las que se había atado a los cristianos,
empapados en brea, resina y otras sustancias inflamables. Cuando llegó les
prendieron fuego.
Séneca, retirado del mundo, expiando en la suntuosa soledad de sus hermosas
villas las debilidades de su vida, aludió en dos de sus cartas a Lucilio, al
terrible espectáculo ofrecido por Nerón al pueblo romano … las torturas más
refinadas, el hierro, las llamas, las cadenas, la multitud de bestias feroces
alimentándose de entrañas humanas, la prisión, las cruces, los caballetes, el
garfio, la palma clavada en el tronco de la víctima y saliendo por la cabeza,
los miembros descuartizados, la túnica recubierta y tejida con materiales
inflamables ... Ejemplo de serena paciencia, que el filósofo estoico no pudo
dejar de admirar. Séneca exhortó a Lucilio a soportar la enfermedad con
valentía: “¿Qué es esto”, dice, “comparado con la llama, y el potro, y las
cuchillas ardientes, y los hierros aplicados a heridas que apenas han
cicatrizado para renovarlas y cavarlas más hondo? Entre estos dolores, alguien
no gimió; es poco, no suplicó; es poco, no respondió; es poco, sonrió, y sonrió
de corazón”. La inefable sonrisa del humilde cristiano que muere por su Dios en
los jardines del Vaticano persigue, como una visión a la conmovida imaginación
del antiguo tutor de Nerón. Como todos los romanos de la época, Séneca había
visto muchas muertes; nunca había visto una igual.
¿Cuántos mártires fueron inmolados en las cacerías matinales, en las
sangrientas orgías del día, en la horrible solemnidad nocturna? A los ojos del
pueblo de Roma, una fiesta en la que murieran quinientas o mil víctimas no
habría sido un acontecimiento extraordinario. Recordemos la sangrienta
naumaquia en la que, en el lago Fucino, Claudio
hizo combatir a diecinueve mil condenados en 52. No está claro cuántas víctimas
fueron necesarias para expiar el incendio de Roma a gusto de Nerón y suscitar
un grito de piedad del pueblo romano.”
Desde el Principio la Confesión de Fe Cristiana tal cual está escrita en el
CREDO tuvo en San Pedro su Autor. “¿Quién decís vosotros que YO SOY?”.
“Señor y Dios mío”, dijo Pedro, “TÚ ERES EL HIJO VIVO DE DIOS”. La
Respuesta era Divina : NO Tú, Pedro, sino MI PADRE te ha abierto las
boca. Por esto te digo ; Tu eres Pedro y sobre esta PIEDRA edificaré mi
IGLESIA?”. En efecto, esa PIEDRA fue la Confesión del Apóstol: TÚ ERES DIOS
VERDADERO DE DIOS VERDADERO, Engendrado de la misma Naturaleza del Padre”.
Durante Cuatro siglos, desde Nerón a Constantino esta PIEDRA fue la ROCA
sobre la que los Apóstoles y “los padres de la Iglesia” levantaron el Edificio
de la Iglesia Católica. Negar este Confesión, quitarle o añadirle una simple
tilde era y es rechazar la Verdad, entregarse a la Mentira,
declararle la Guerra a Dios y su Reino. Justamente lo que vino a
suceder en los días de Constantino, cuando un obispo negó esta Confesión y
afirmó aquel JESÚS fue un hijo de mujer y hombre, divinizado a la manea que los
Césares. Se llamaba Arrio, el Anticristo, porque salió de las filas de los
Cristianos. Su Negación levantó la Guerra Fratricida entre los Fieles.
Tengamos en cuenta que Nerón ni fue Anticristo en la medida que
Nerón no fue nunca fue Cristiano. Las Persecuciones Romanas se calificaron
CONTRA LOS CRISTIANOS: nunca ANTICRISTIANAS, porque los Perseguidores,
exceptuando a Juliano el Apóstata, nunca fueron cristianos.
Anticristo es todo aquél que naciendo Cristiano se rebela contra el CREDO
DEL ESPÍRITU SANTO revelado en el CONCILIO DE NICEA, en el que la CONFESIÓN DE
PEDRO se escribió para que la LUZ de la VERDAD nunca se deje apagar por las
Mentira de quien negando al HIJO DEL DIOS VIVO se declara
Anticristo. Por esto, porque la REFORMA NEGÓ rechazó la VERACIDAD DIVINA de la
IGESIA CATÓLICA, con cuya Sangre se escribió el CREDO ETERNO, la Reforma fue
fundada por monstruo de tres cabezas GRACIAS A CUYO PODER FRATRICIDA fue
coronado el ANTICRISTO como Cabeza de LOS REINOS SOBRE LOS QUE EL ESPÌRITU DE
SATÁN extendió su Imperio sobre las naciones de la Tierra.
Pues si ya hemos visto cara a cara la naturaleza del Espíritu de Dios, por
cuyo Amor a la Paz llamamos Santo a DIOS, PADRE E HIJO, el espíritu de Satán se
manifiesta por el amor a la Guerra, su pasión por la destrucción de la Libertad
del prójimo, la sed de sangre de su hermano, su
absoluto rechazo a la Vida Creada, sea humana o animal, su hambre de
riquezas, su capacidad ilimitada para matar, asesinar, arruinar a los
pueblos, y andar sobre la miseria de sus conciudadanos hacia el
Poder Absoluto Vitalicio.
El espíritu de Satán se manifiesta y vive en toda clase de hombres, pero no
alcanza su plenitud sino cuando emerge de la raíz cristiana para declararse su
hijo, hijo de Satán, el Anticristo, engendrado en el hombre por Satán a la
imagen y semejanza de su espíritu; nacido para destruir al Género Humano
y extender el Velo de la Muerte sobre la Tierra. Mirad al Norte, y
veréis al hijo y su madre en vivo. ¿Así pies, cuál será el Juicio del Señor
contra la Ramera Ortodoxa que habiendo destruido una vez a su primer Amo, el
Emperador de Bizancio, ahora ha amamantado al cachorro de Satán entre sus
pechos adúlteros malignos? Porque rechazó a su Señor, y aun sabiendo que no se
puede servir a dos señores, eligió las riquezas, la Sentencia contra
la Iglesia Ortodoxa de Rusia será acorde a su Delito. Sus cimientos serán
levantados, sus siervos expulsados de la Casa del Señor; amó a Satán, y
desprecio a su Señor Divino, sobre ella su Castigo. Si el Pueblo no sale de ese
Templo, caerá sobre sus cabezas su techo. Porque así ha
dicho Dios: “NO habrá Guerra Mundial”.
FIN DEL
CREDO DE LA ETERNIDAD