CAPÍTULO SEGUNDO
LA
REDENCIÓN DE LA “ TIERRA”
LA SEGUNDA REVOLUCIÓN AGRO-NEOLÍTICA
POS-ATÓMICA
A
CONTRA
LA TRANSGENIA
Forma
parte de la Historia el fenómeno que supuso la Revolución Neolítica en el
origen de las Primeras Ciudades fundadoras de la Primera Civilización que el
Género Humano puso de pie sobre la faz de la Tierra. Pero lo que es realmente
curioso es ver cómo Nuestros Historiadores de la Prehistoria suelen pasar de
largo por aquella Revolución Neolítica, durante la cual el proceso de la
actividad humana se centró en las ciencias de la Agricultura, y fue gracias a
su dominio que la necesidad de moverse por las tierras en busca de alimentos
llegó a su fin, permitiendo los asentamientos primitivos que andando el tiempo
se transformarían en las Primeras Ciudades.
Esta
Relación de la Agricultura con el origen de la Civilización ha sido pasada por
alto por nuestros historiadores de los tiempos anteriores a los registros
históricos oficiales. De hecho, estos registros sólo hablan de reyes y dan las
sucesiones desde el primer rey que ellos, los Sumerios, recordaban hasta el
tiempo del autor de esa Lista Real Sumeria. Y sin embargo la Revolución
Agrícola conocida como Edad del Neolítico fue el Instrumento que le permitió a
las familias humanas abandonar aquella vida de peregrinos en constante
movimiento, que le fue natural a la Revolución del Paleolítico.
Esta
Revolución Paleolítica ha sido igualmente despreciada, menospreciada y
categorizada como un periodo de cuasi-antropofagia del Homo Sapiens, visión que niega lo que vemos con los ojos de la cara en los
Templos Cuevas de Altamira y Lascaux.
Apartando
de mi lado a estos sabios de nada y genios de todo y centrando la inteligencia
en esos templos afirmo que el Paleolítico fue la Revolución Instrumental que
apartó al Homo Sapiens de su Origen Animal y lo puso en la carretera del
Hombre, afirmación que se ve en las Obras de Arte que nos han legado, y si no
en presencia física sí en presencia virtual todo el mundo puede ver con los
ojos de su cara.
Al darle
el carácter de una revolución Instrumental me refiero a que el Homo Sapiens
descubrió el valor de sus manos. Y con este descubrimiento nació el Homo
Sapiens.
Si el
descubrimiento del valor de sus piernas fue el principio de la Evolución del Antropos hacia el Homo Sapiens, el Paleolítico fue el Nuevo
Salto Revolucionario que, descubriéndole el valor de sus manos, con las que
podía crear Instrumentos, le abrió el Horizonte a una Nueva Perspectiva de su
existencia, que se consumó con la Manifestación del Artista, creador de los
tesoros de los Templos Cuevas de Altamira y Lascaux (por referirme siempre a
las más conocidas a nivel universal).
Pero el
verdadero sentido del Paleolítico fue la creación del Hombre tal cual lo
conocemos desde entonces. Sus Piernas y Brazos se formaron. El Hombre había
nacido.
Fue a
través de esta serie de Saltos Revolucionarios que se llegó a la Revolución de
la Edad de Oro del Neolítico, durante la cual e Hombre descubre las Ciencias de
la Agricultura y la Domesticación de los Mamíferos. Estas Ciencias le
permitieron al Primer Hombre, es decir, a la Primera generación de seres
dotados de Consciencia Humana, el hecho de establecerse, y pasar de
estacionarse en casas primitivas hechas con sus manos a alzarse como los
creadores de las primeras ciudades. Acontecimiento que tuvo lugar, como todo el
mundo sabe, en la región del Medio Oriente Próximo, en el lenguaje de las
ciencias históricas conocida como Mesopotamia, y bíblicamente hablando: La
tierra del Paraíso Original.
De
aquellas primeras ciudades-estados surgió la Idea de un Reino que extendiéndose
en el espacio y el tiempo mediante la Procreación Monogámica Natural a las
Primeras Familias Humanas levantaría una Civilización Mundial.
Entramos
en el terreno de la Biblia. Así que dejemos a Dios lo que es de Dios y demos al
César lo que es del César. Pero dejemos claro que la Primera Ciencia que los
Hombres conocieron no fue ni la Filosofía ni las Matemáticas, la Primera de
todas las ciencias fue la Agricultura.
El efecto
mental que el descubrimiento y dominio de esta Primera Ciencia tuvo sobre las generaciones
fundadoras de las primeras ciudades podemos registrarlo intelectualmente
deduciendo del efecto que causa en el Hombre el descubrimiento de cada nueva
ciencia que desde entonces como ramas ha desplegado el Árbol de la Sabiduría
Creadora. Tan elevado fue este efecto que el primer rey que se dieron fue un
Agricultor. Y para Cultivar la Civilización fue elevado a la realeza.
Sin
embargo el descubrimiento vino con una cara oculta. Y que se mantuvo oculta
durante todo el proceso revolucionario agrícola de la Historia del Neolítico.
Su rostro era maligno. Su discurso no podía ser sino asesino. Resumiendo, quien
controlase la Producción Agrícola de la tierra tendría el Poder sobre la vida y
la muerte de todos los ciudadanos del reino de los hombres.
En términos
modernos: Quien controla la producción y Distribución del Alimento controla al
Poder. Teoría antisocial de la que se entiende que los entes políticos son sólo
empleados de ese Poder en la sombra que controla los medios de producción y su
distribución entre las naciones.
Digamos
que los fundamentos psicológicos de este discurso fratricida son comprensibles.
SU malignidad es evidente. El fin de su movimiento, puesto que tiene por
estrella al individuo, y no a la Sociedad, se mueve siempre sobre la carretera
del desastre.
Pero
volviendo a la Historia, con el establecimiento y asentamiento del ser humano
la naturaleza de aquel Homo Sapiens Paleolítico siempre en la carretera, sin
miedo a la Vida bajo el cielo abierto, la confianza en su Fuerza su estrella,
con el sedentarismo urbanita aquella fuerza mental basada en su Estructura
Filogenética revolucionaria fue desapareciendo.
El
Hombre, su hijo, su descendiente, había edificado su existencia sobre una
Sociedad de Familias que se protegían mutuamente y se mantenía en crecimiento
por el lazo de la Sangre. Aquella Fuerza de su padre, el Homo Sapiens
Paleolítico, había evolucionado. Esta Evolución era su Nueva Fuerza, y también
su talón de Aquiles.
Caín fue
el primer ente político quien subido al caballo de su descubrimiento: “Quien
controla la Producción Mundial controla el Poder”, dio el Primer Golpe de
Estado, y la Guerra Civil se hizo.
En la
Biblia se escenifica este Acontecimiento en el episodio del Fratricidio de Caín
contra Abel. El Juicio de Dios sobre semejante Teoría Maligna nos es de sobra
conocido. Siendo Dios el que es: Ayer, Hoy y por la Eternidad, su Sentencia
contra Caín se mantiene viva, el Destierro de la Sociedad es lo que le compete
a quienes sobre el Futuro de la Humanidad impone su propio bien personal en el
tiempo de una vida terrestre.
Hoy nos
toca a nosotros juzgar si aquella Política en la que cayó el Primer Reino de
las Ciudades-Estados nos merece ponernos al lado de Dios y condenar su puesta
en marcha como Acto de Terror contra el Género, o nos ponemos de rodillas
delante de quienes siguiendo a Caín mantienen la Política de Control de la
Producción Mundial , Ayer de Alimentos, Hoy de las Necesidades Diarias de la
Civilización, como punto de partida hacia la creación de un Poder Global sobre
el que se levantaría un Nuevo Orden Mundial.
Dos
opciones, una elección única.
1 : Negar
la naturaleza de lo Políticamente Correcto a esta Asociación Global fundando el
Poder del Nuevo Orden Mundial en la Muerte y Extinción del Hombre tal cual el Universo
lo ha criado y alimentado,
y 2 : o
unirnos a esta Nueva Real Politik Global cuya
visión mental del Nuevo Hombre es el de una Bestia Humanoide sujeta al Poder de
esta élite Inhumana basando su supervivencia en la esclavitud del resto del
género humano, y que se ha lanzado, sin misericordia ni piedad por nada ni
nadie, al Control de la Producción Mundial de Alimentos mediante la Destrucción
del Orden Natural y su suplantación por una Ley Antinatural llamada Transgenia.
Cada cual
debe elegir de qué lado se pone.
Existe el
Libre Albedrío. Y existe porque existe la Inteligencia. Aquellos que desde la
Filosofía niegan el Libre Albedrío niegan que los hombres tengan inteligencia.
Aquellos que lo niegan desde la Nueva Teología Reformista niegan que el hombre
haya sido creado libre, ergo, se le debe tratar tal cual la bestia que es.
Contra
los Filósofos de la Edad Moderna basta decir que la Filosofía Moderna ha
muerto. No que la Sabiduría lo haya hecho. Sus amantes se suicidaron bajo la
desesperación de no poder alcanzarla nunca.
Contra
los Nuevos Teólogos con Origen en la Reforma Protestante basta decir que Dios
Predestina al Bien. Dios jamás predestina al Mal.
Elegir
entre el Bien y el Mal es un acto que viene con la Inteligencia. Creados a la
Imagen y Semejanza de Dios quien niega esta Libertad niega a Dios.
He aquí
la verdad:
La
consecuencia de la Caída, por la que libremente el ser humano, representado por
aquel Primer Reino del Edén, o Mesopotámico, eligió la Fuerza que viene de la
Guerra en lugar de la Paz que viene de la Inteligencia como medio político para
extender su Civilización hasta los confines del mundo, acto de elección insano,
demente y maldito que desató la Cólera, Justa y Magnífica de Dios, que creó al
Hombre a su Imagen y Semejanza, es decir, dotado de toda la potencia metafísica
activa, traducida en ingeniería genética cerebral, para elevar su Pensamiento
hasta la Omnisciencia Divina y desde esta plataforma todopoderosa abrirle
camino pacíficamente a su Civilización hasta comprender en su estructura la
Plenitud de las Naciones de la Tierra; por aquella elección maldita, actuando
el Hombre como quien no es Inmortal, el Hombre se comportó como un mortal
sujeto a un tiempo de vida, y en consecuencia debe apresurarse para llevar
adelante su conquista del Poder echando mano del recurso más lógico: La Guerra
y el Terror.
Por
efecto de aquella decisión infernal el Juicio de Dios Omnisciente fue, una vez
creado el Hombre a su Imagen, es decir, para comprender el Peso de sus Actos,
retirarse de la Escena Histórica del Mundo, dejando que el Hombre viera con sus
propios ojos por qué Dios no puede ver, ni en pintura, la Ciencia del Bien y
del Mal. Conclusión que pertenece al terreno de la Cristología, y que siendo
éste un acto de pensamiento político recogeremos en otro momento.
Pero ya
aquí no está de menos afirmar que la demencia que procede de la Ignorancia a
que fuera arrojado nuestro Género ha impulsado a, los en su demencia enemigos
de Dios, a predicar la teoría para terroristas de la inteligencia según cuya
doctrina el árbol de la Ciencia del Bien y del Mal es la Ciencia del
Conocimiento y su fruto es el Sexo. Sin duda alguna, inspirados por el mismo
que usara a la Mujer para matar al Hombre, dichos genios saben que la Elección
que Dios le diera al Hombre está precisamente entre el Árbol del Conocimiento,
cuyo fruto es la Paz, y el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, cuyo fruto
es la Guerra.
Confundiendo
a los pueblos sirven a su dios y señor, acercándonos un poco más al Destino
grabado en la Historia del Futuro el Día que Dios dijera: “Polvo eres y al
polvo volverás”. Tal es la puerta de salida a la que dirige la Ciencia del Bien
y del Mal el curso de todo mundo atrapado entre sus ramas. Para redondear su
sabiduría infernal afirman que el Bien y el Mal no existen.
Pero
dejémonos por ahora de hacer una incursión demasiado profunda en la mentalidad
de semejantes asnos diplomados, con Nobeles incluso, y combatamos el Mal con el
Bien.
LA
SEGUNDA REVOLUCIÓN AGRÍCOLA
Sigue sin
caber duda, y el que la tenga que la celebre, que la
tierra es la madre sin la cual no puede subsistir el ser humano, porque aunque
nuestro espíritu de hijos de Dios tenga sus ojos puestos en el Cielo y el
Pensamiento en las cosas eternas: seguimos sujetos a la ley de la dependencia
de la carne y de la sangre.
Se
desprende de los Acontecimientos grabados en el Libro de la Historia Universal
que no sólo el ser humano en cuanto ser sino la propia madre Tierra vino a ser
maldecida por la elección de sus hijos. Sobre lo cual me parece innoble suplir
el Texto Bíblico mediante la apropiación de sus Palabras y su consecuente
inserción en este capítulo. Considero además universalmente conocida la
sentencia Divina: Maldita será la tierra por tu causa, cuando la labres te dará
abrojos y espinos... Etcétera.
Y maldita
sigue ciertamente.
Abrojos y
espinos es lo que a estas alturas produce la gran parte del planeta, y esta
mala hierba avanza a velocidad vertiginosa sobre el resto aún cultivable a
lomos de un ejército de males contra cuyo avance es nuestro Deber alzarnos sin
conceder tregua ni cuartel y, puesto que estamos viendo que desde el Poder
Internacional Político la inacción es total y absoluta, es nuestro Deber
conquistar el Poder para desde el Poder redimir la tierra de la Maldición que
sobre ella atrajeron sus hijos.
Los
demagogos concentrarán la atención revolucionaria en la distribución libre y
gratuita de la tierra. A lo que nada se les puede objetar excepto que hoy,
antes de las elecciones, hacen de Cristo, y al día siguiente de las elecciones
juegan a la perfección el papel de Judas dándole el beso en la mejilla al
pueblo.
¿De qué
vale que la propiedad de lo que tiene un Único Señor Universal se redirija de
una mano a otra si el puñal que se le hinca a la madre Tierra en el pecho la
mantiene sangrando?
Dejémonos
pues de demagogia, que de todos modos no es lo nuestro, y ataquemos el Mal con
el Bien que requiere la profunda herida cuya exposición abierta extiende sobre
todas las naciones miseria y ruina.
Tenemos
que mirar cara a cara el futuro del siglo que viene desde este siglo que nace a
fin de proyectar sobre el milenio nacido una Sabiduría que, redimido el Hombre,
se centre Hoy en la redención de la Tierra. Es decir, tenemos que adoptar y
poner en ejecución las medidas principalísimas y vitales sin aplicar las cuales
el cuerpo de la víctima pasa de la sala de urgencia a la del crematorio.
Ignorar
que la expropiación de la tierra por el hombre, extendiendo sobre ella un
título de propiedad, es una declaración de robo contra la Propiedad Universal
que sobre su Creación tiene nuestro Creador...
...
ignorar que el comportamiento emergido de este latrocinio, y porque destierra
de la tierra el fin para el que ha sido creada, la alimentación de sus
hijos,
que se suple por el interés de la producción de riqueza para el individuo, como
si los árboles pudieran dar manzanas de oro...
...
ignorar que este comportamiento delictivo está en la base de la maldición que
nos aqueja y condena a millones de criaturas al hambre y a la muerte.
...
ignorar este sencillo y elemental conocimiento es condenar a nuestros hijos a
comer espinas y abrojos, y la verdad, no creo que la evolución corra a tal
velocidad como para parir humanos con dientes de acero, lengua de hierro y
estómago de lata.
En
consecuencia, y teniendo delante de la cara el crimen que se está cometiendo y
sujeto a impunidad se extiende como la pólvora: “Debemos prohibir toda
Tecnología Productora de Venenos dedicada al asesinato de la tierra cultivable,
cuyo sector punta ha rematado el nudo gordiano de su malicia mediante la
producción del veneno actualmente de moda utilizado en el campo para, entre
cosecha y cosecha, limpiar la tierra de hierbas”. Los llaman Herbicidas.
En
efecto, de toda la vida, la tierra se ha estado nutriendo de lo que ella misma
produce en el campo: la hierba.
De toda
la vida, el hortelano ha cultivado el campo arrancando esta hierba sin matar la
vida del subsuelo de la que depende la fertilidad de los campos.
Pero
nuestros queridos terratenientes inventaron la panacea final que a todos debe
costarnos la extinción por hambre, y rizan el rizo al labrar la tierra sin la
ayuda del hortelano, para lo cual sencillamente envenenan el suelo,
consiguiendo de esta manera ahorrarse el salario debido al trabajo del hombre.
Se me
dirá que siendo la propiedad “sagrada” el propietario tiene el derecho a la
libertad absoluta que le confiere el título sobre la tierra, y bajo este
derecho puede envenenarla, sin pensar en el futuro de la Humanidad y
exclusivamente poniendo su individualidad sobre y contra el peso del género
humano entero.
Ahora
bien, este mismo argumento de superioridad del individuo sobre el género es un
delito en sí, puesto que entrega el todo a la unidad, dirigiendo la acción del
individuo al genocidio, respecto al cual se declara inocente en función de no
poner directamente sus manos encima de la víctima.
Obviando
y justificando en la ignorancia el comportamiento de nuestros antepasados del
Siglo XX y para atrás, mas sin admitir su curso en
este Siglo ni permitirle el paso a nuestro Milenio, el hecho es que el
argumento de la Propiedad sobre la tierra es, en sustancia y esencia, un
delito; y en consecuencia el comportamiento del propietario no podía ser más
que delictivo, y cultivando este efecto teníamos que llegar a la situación de
jaque mate contra la Naturaleza que actualmente sufre la Tierra, donde vemos
cómo el aniquilamiento de su Sistema está siendo suplantado por una Naturaleza
creada en Laboratorio y que al tener en el Individuo su principio y su Fin,
reduciendo el Género a su campo de explotación de riquezas, el futuro de la
Agricultura Transgénica y la Cultura de Cultivo mediante productos químicos
tiene por horizonte a corto plazo la destrucción del Ecosistema Natural Global,
y a largo, la extinción del Género Humano.
No es
dramatismo, es simplemente la visualización del efecto iniciado. El Suicidio en
Masa de la India durante la primera década del siglo XXI causado por las
empresas de la Panacea de la Transgenia está
registrado en los Anales de este Siglo. No ha habido justicia, pero habrá.
El Juicio
Universal empieza aquí en la Tierra.
EL
DELITO CONTRA LA NATURALEZA
El
problema, centrando ahora el tema de la labranza del suelo mediante la
esterilización de la tierra de campo y cultivo, viene a consistir en que el
envenenamiento del subsuelo, su primera consecuencia a corto plazo, ahonda su
radio cada temporada de labranza en profundidad. La infertilidad de la capa de
tierra sobre la que la Naturaleza ha extendido desde el Origen del Mundo su
ecosistema poligenético, del que viven, insectos,
aves invertebrados y mamíferos, al ser destruida por envenenamiento químico,
condena a todo el ecosistema poligenético a su
extinción.
Dado que
el sistema natural se basa en el juego de las especies sobre la capa de tierra
viva, esterilizada por la acción química, cuyo fin es ahorrarse el salario del
trabajo humano, condenando de camino a la población humana a la miseria, la
reacción a la infertilidad anunciada de la Naturaleza que ahonda más y más en
el subsuelo cada temporada de labranza viene a suplirse, por el mismo
delincuente, autor de la muerte del ecosistema natural: con fertilizantes
químicos.
Este geocidio se convierte en juego maligno cuando el agresor
homicida se pone la bata del médico y corre a curar a su víctima porque se ha
dado cuenta que su muerte es su ruina. Una vez curado y obtenido su deseo el
médico se quita la careta, muestra su verdadero rostro de enemigo número uno de
la Naturaleza y vuelve a hundir el puñal en la carne viva de su víctima, la
tierra de labranza y cultivo, intoxicándola y envenenándola con más y más
productos letales, asesino en serie de insectos, aves, invertebrados y
mamíferos.
Hemos
entrado de la mano de tales enemigos del campo, quienes sin embargo tienen en
sus manos su Propiedad, en una espiral asesino-suicida que, si en primera
instancia hace del subsuelo su víctima, en una segunda fase hace de todas las
aves, insectos e invertebrados, desde la prehistoria alimentadas por los
árboles, su inmediata víctima.
La
espiral nefasta, asesina, emprendida por la aniquilación del fin para el que la
tierra fue creada, la alimentación de toda carne y vida en el planeta, según
dijera nuestro Creador: “Ahí os doy toda cuanta hierba produce la tierra para
alimentaros, a vosotros y a toda vida que se mueve sobre la tierra”, está acelerando
la desertización del suelo cultivable del planeta a tal velocidad que el mapa
de la desertización más parece el avance de un ejército extraterrestre quemando
nuestro hábitat planetario que el desarrollo progresivo de la ley geohistórica.
Contra
esta postura de aniquilación de la especie humana mediante la destrucción de su
hábitat, destrucción que la Edad Atómica condujo, cual si sus Páteres fuesen de
procedencia lejana, a situar en algún planeta al borde de la galaxia,
envenenando aire y agua, rematando la faena con la muerte, lenta pero efectiva
de la tierra cultivable por envenenamiento del subsuelo agrícola...
...
contra esta postura demencial que progresa desbocada dejando a su paso inmensas
áreas del Mediterráneo en los huesos pelados, campo para invernaderos, de donde
el alimento que sale está carente de cualquier sustancia biológica natural, y
como tal comienzan a detectarse cosechas envenenadas, que matan lentamente pero
tan efectivamente como la peor de las especies víricas.
...
contra este comportamiento heredado de un siglo suicida al ciento por ciento,
del que únicamente gracias a la Omnisciencia Divina y sólo por ella el Género
Humano ha evitado la regresión esquizoide más violenta a la condición de las
bestias salvajes heridas de muerte; contra esta política agrícola el Futuro
reclama medidas urgentes, inmediatas e irreversibles.
Y para
vencer la resistencia de quienes en su ignorancia premian sus barrigas Hoy, sin
querer ver el terrible mal con el que alimentan el Mañana, la necesidad implica
un buceo hacia la base misma de las profundidades de la verdad universal
manifiesta a todo el género humano desde los primeros días de la Historia. A
saber:
Dios no
renunció jamás a su Propiedad, sino que entregó a toda vida sobre la Tierra el
fruto de Su Trabajo. De aquí que tengamos que recalcar el crimen contra la
humanidad que extiende la legalidad del Poder de quienes de toda la vida
hicieron del ser humano una bestia sobre cuyas espaldas y sudor vivir como
dioses, a imagen de los demonios que asesinaron al Primer Hombre.
Ese Poder
eliminó de la tierra el sentido de su ser: alimentar a toda carne que existe en
el mundo, y le dieron uno Nuevo: ser la mina de la que extraer sus riquezas,
con las cuales comprar el Poder sin el cual era imposible que pudiesen
perpetuar el robo que supone la expropiación del campo de las manos de quien
cultiva la tierra.
Andando
el tiempo y regando la tierra con el sudor de los campesinos y la sangre de los
hortelanos hemos llegado a este punto de la Historia donde la maldad ha
alcanzado su tope supremo cuando ya no miman su tesoro, sino que lo violan
mediante veneno, a la manera que venían haciendo con el hombre: matándolo de
sol a sol a base de sufrimiento.
El pobre,
por inercia imitador del rico, ha heredado este comportamiento asesino contra
el que no cabe más respuesta que
1º:
el cierre, por ley, de todas las fábricas de veneno químico destinados al campo
y 2°: la
prohibición por ley de dicho método de envenenamiento del subsuelo.
Tengamos
en cuenta que estos venenos, por las lluvias, pasan del subsuelo a los veneros,
de los que se alimentan los riachuelos, que a su vez vuelcan sus cauces en los
ríos, y pues que este comportamiento es constante y es cada vez más extensivo
el aniquilamiento de todas las especies vivientes acuáticas es progresivo.
No
olvidemos que estos ríos de almacenamiento del veneno con el que alimentan la
tierra desembocan en los mares, contaminando toda la flora y fauna marina
colindante.
Ni
podemos dejar en el tintero el efecto homicida que este envenenamiento tiene al
hacer no potable el agua de pozos y veneros desde el origen del mundo
perfectamente saludables. Podrá objetarse que aún no hemos llegado a tanto. A
lo que se responde que el uso de este sistema de labranza es cada vez más
extensivo, y el veneno es cada vez más potente.
También
es cierto que, cínicamente, se puede decir que esta verdad es una falacia
porque una vez esterilizado el subsuelo se dejará de emplear el veneno. Contra
cuyo discurso homicida no puede haber más respuesta que la boca abierta ante
tanta idiotez criminal y apta para ser catalogada como genocidio geocida.
Pensemos
que un subsuelo fértil produce todo lo que la producción del campo requiere. Ha
sido así de toda la vida.
La
agricultura ecologista no se inventa nada nuevo, sino que recupera el método
milenario de cultivo del campo, que no es otro que dejar que la Tierra haga su
trabajo, algo que la Naturaleza hace sin sudor ni desgana sino con la
generosidad que caracteriza a una Madre que ha alimentado a millones de
especies desde hace miles de siglos.
Es cierto
que una medida no es nada, pero si esa medida irrumpe en el núcleo del
problema, el problema abre su espacio a la solución de las incógnitas que
contiene.
Como
cuando se abre una herida lo más importante es cerrar la vía hacia el exterior
para que el propio cuerpo detenga la hemorragia, con la prohibición por ley
universal de producción y empleo de cualquier tipo de sustancia que tenga en la
muerte del subsuelo su sistema de labranza: actuamos sobre el exterior para
dejar que desde el interior la Naturaleza cicatrice la herida que le hemos
hecho y viene sangrando desde el día en que un hombre cercó los campos y,
contra la Voluntad divina, condenó al hambre a toda criatura que antes dependía
de esa Voluntad para vivir alegre y libre.
Es un
tema, en verdad, que tiene diez mil astillas enroscadas alrededor del cuerpo de
una serpiente que se muerde la cola, y tiene cola y cabeza atadas bajo nudo
gordiano.
El Homo
Urbanita es incapaz siquiera de comprender de dónde procede un tomate, es
impotente para distinguir entre el zumo de una naranja criada en árbol y el de
una naranja en bote.
Entre la
leche de la vaca del campo y la leche de bote que le hacen pagar a precio de
fábrica el hombre urbanita entiende tanto de esa diferencia como un rico entre
corrupción y justicia.
Su vida,
la del hombre urbanita, hijo del asfalto y del aire tóxico, es la vida de un
preso enajenado del conocimiento que procede de la Naturaleza. La leche de los
senos de la Madre naturaleza le es tan desconocida al homo urbanita como lo es
la leche de la madre a las generaciones nacidas bajo el signo del izquierdismo
feminista.
Preocupada
la hembra por su propio cuerpo se niega a cargar el sistema defensivo de sus
hijos con el programa inmunológico creado a través de Millones de Siglos, para
acabar criando generaciones de urbanitas sin protección contra el hábitat del
que son sus legítimos moradores.
La
Historia, queriendo denunciar por lo que se ve lo que no se ve, refleja en el
envenenamiento de la madre (la Tierra) por los hijos (los Hombres) la situación
de esquizofrenia a la que se entregó a muerte la Edad Atómica.
El ciclo
tiene diez mil ángulos y una sola piedra angular. Veamos si lo definimos lo más
sencillamente posible:
A:
Enferma el subsuelo por envenenamiento, su consecución inmediata es la
necesidad de la alimentación arborícola y hortícola mediante papilla química.
B: El
suelo se recupera, pero una vez fuerte se le vuelve a inyectar un chute de
veneno químico; enferma y se le aplica el remedio del fertilizante intravenoso
y letal de necesidad para el ecosistema viviente alado.
C: De
manera que si por el primer chute de veneno se extermina el ecosistema
invertebrado natural de suelo y subsuelo, por el segundo se le asesta un golpe
mortal al ecosistema que mantienen las aves con el campo, quienes siendo, las
aves, el control natural contra la procreación insectívora, a la vez que el
insecto es propagador de enfermedades, se destruye lo que es beneficioso al ser
humano y se propaga lo que es perjudicial para su salud al desterrar del ciclo
al enemigo natural de los insectos: las aves.
Observemos
que la destrucción de las aves, sea por necesidad alimenticia u otras
cualesquiera, provoca una incidencia altísima de enfermedades letales en las
zonas del planeta cuyos medios económicos para la lucha son insuficientes,
cuando la sola procreación de la fauna alada sería un ataque masivo contra los
mismos propagadores de las enfermedades bajo cuyos efectos sucumben por decenas
de millares los seres humanos. Todos sabemos que la malaria y otras
enfermedades se contagian por los insectos, pero lo que ignoramos es en qué
estado se encuentra la fauna alada en esos territorios, amén de los beneficios
que podrían obtenerse del estudio sobre la resistencia de las aves a esas
mismas enfermedades transmitidas por los insectos.
Regresemos
a los hechos constitutivos del delito.
D: La
secuencia de envenenamiento y fertilización, es decir, puñalada y cura, sistema
de alimentación artificial de la Naturaleza inventado por el ser humano, viene
a destruir el alimento con el que la Naturaleza alimenta a sus hijos, de la
tierra y del cielo. En lo que esto nos afecta a los humanos se puede sintetizar
así:
F: Como
no hay hierba, alimento natural de la vida mamífera desde toda la vida, el
deber obliga a la alimentación de las especies mamíferas con productos
elaborados químicamente, transformando sus cuerpos en campos de cultivo de
poderosos virus y transmisores de potentes enfermedades, sobre lo cual el mal
de las vacas locas y otros enfermedades de nuevo cuño en el mundo avícola de
granja viene en mi socorro y le da veracidad a lo que fue un cuento de locos
antes de que esos males se propagaran a niveles internacionales.
G: El
ciclo continúa. Redunda la esterilización del suelo, se redobla el proceso de
administración fertilizante química. Más alimentación artificial para los
árboles y las plantas.
Y el efecto
llega a la mesa.
La
producción alimenticia es de baja calidad. El árbol, transformado en un simple reconversor de basura química en sucedáneos de sustancias
orgánicas alimenticias humanoides, elabora frutos sin sabor natural y sin
apenas nutriente. Efecto maravilloso que contribuye al propio sistema creador
del sentido del gusto propio del Homo Urbanita, una especie en regresión
evolutiva incapaz ya de distinguir entre una comida producida por la Madre
Naturaleza y una comida producida por las fábricas de comida-basura en
principio destinadas a la alimentación de las bestias y animales de granja, y
finalmente extendida a la especie animal humanoide en vías de evolución hacia
la Sub-Especie Clónica Humanoide buscada por las grandes Compañías dedicadas a
la Sustitución de la Naturaleza por la Transgenia.
¿Qué es
el alimento transgénico sino comida para ganado?
Pero las
compañías de producción de transgénico para consumo de ganados, viendo el
negocio -cometiendo delito contra la Humanidad- han hecho del Hombre una nueva
especie de ganado, más abundante y que, sujeto de por sí a enfermedades
propias, entre este mar de agujeros negros en su sistema inmunológico ¿quién
podría decir que las nuevas enfermedades transgénicas puedan proceder de su
alimentación en tanto que ganado?, máxime teniendo esas compañías biocriminales dedicadas a la alimentación del Hombre como
ganado a las clases políticas por aliado.
Es decir,
podríamos estar viajando por las implicaciones del sistema antihumano de la
cadena alimenticia hasta una hora antes de morirnos todos - como decía la
canción- comiendo mierda, la comida del futuro.
La
respuesta que cabe no admite vejaciones ni discusiones ni diálogos ni peros. Ya
sé, en las orejas de un beneficiario de ese sistema esta última palabra tiene
que sonar a una declaración antidemocrática de guerra, bla bla bla, y esas cosas para consumo del Homo Sapiens Basurensis.
El hecho
es que la paralización y destrucción de dicho sistema de transformación de toda
vida no humana en fábrica de procesado químico es una Necesidad Histórica: para
Ya.
No cabe
otra alternativa.
Gran
parte de los millones de seres humanos que se están muriendo de hambre lo hacen
por la deficiente productividad a que ha conducido dicho sistema de cultivo a
la tierra. La tierra debe volver a ser cultivada por la mano del hombre y
abonada por las criaturas de la Naturaleza.
La
producción, distribución y uso de química o es detenida o detendrá la Historia
de la raza humana en un breve plazo de tiempo.
LA
CUESTION DE LA REFORESTACIÓN DEL PLANETA.
I
La
desforestación por transformación de los bosques en fábricas de materia prima
para el mundo de papel en el que vivimos, y el cambio climático a nivel global
inciden en este progresivo deterioro del campo acelerando el proceso de su
esterilización, con ello escribiendo la muerte anunciada de las generaciones
futuras de todas las especies mamíferas en función de la alteración a que están
siendo sometidas sus estructuras genéticas.
Estamos
en un impasse histórico trascendental. O acabamos con un sistema automático que
está acabando con nosotros o dejamos que ese sistema se extienda y acabe con
todos.
Debemos
romper una cadena alimenticia basada en la transformación de todo ser viviente,
animal y vegetal, en centros transformadores de sustancias químicas, sucedáneos
de los verdaderos nutrientes orgánicos naturales.
La hora
de la discusión ha pasado. Es la hora de la acción. Mañana será demasiado
tarde.
Como se
mima a un enfermo que sale de urgencia y se le viste con miles de sonrisas, la
Naturaleza, nuestro enfermo, pide a gritos que dejemos de envenenarla, que
liberemos a todos sus hijos, del cielo, del agua y de la tierra, y al propio
hombre de la cárcel en la que fuera arrojado para salir a volver a labrar la
tierra que Dios le dio para que la cultivase.
Pedimos,
por tanto,
1 : la abolición del uso de toda arma de
fuego contra las aves del cielo,
2 : pedimos la prohibición de todo tipo
de caza con arma de fuego contra la vida del cielo y la vida de la tierra.
No hay en
este mundo ni en ninguna parte del universo conocido razón que justifique la
destrucción por deporte de la vida creada.
3 : pedimos la inmediata desmantelación
de toda la industria dedicada a la Agricultura Transgénica,
4 : y pedimos, cierre y derribo de todas
las plantas de producción de venenos químicos agrícolas cuyo efecto inmediato
es la destrucción de todos los ecosistemas de suelo y subsuelo sobre los que la
Naturaleza basa su producción alimenticia. Su efecto a medio plazo es el
envenenamiento de los veneros y pozos de agua de riego y consumo humano, efecto
indeseable al que se le suma la destrucción de toda vida de ríos y riachuelos,
más la deriva de esta porquería en las costas, eyaculando en los mares veneno
puro.
5 : Y pedimos la prohibición de la
producción, transporte y uso de toda la gama de sulfatación agrícola, cuya
necesidad se basa en el método delictivo de labranza por envenenamiento de la
tierra.
La
sulfatación vaporosa es un agente de destrucción de todo el ecosistema alado
cuya integración en el ciclo de producción alimenticia tiene su fundamento en
la lucha de la Naturaleza contra las especies insectívoras portadoras de plagas
y enfermedades de árboles y plantas.
Como
complemento a esta medida:
Repetimos
:
Pedimos
la prohibición del negocio de venta al público de armas de fuego para la caza
de todas las especies, sean aladas o terrestres. P
Pedimos
la prohibición de la caza deportiva a todos los niveles y a todos los efectos,
incluyendo su actuación como figura en el código penal.
No caben
justificaciones ni excusas, es hora de acción; si este delito es un medio de
vida natural a una clase, entonces hay que combatir el problema extinguiendo
una clase social que ha puesto en peligro a la Humanidad y se niega a abandonar
ese comportamiento genocida. Vivir o morir. Lo que elijamos eso será.
Una vez
desterrado el ciclo de producción alimenticia acorde al modelo homicida del
siglo XX podremos poner las bases para una Sociedad de Producción y
Distribución tal que se corresponda al Modelo del Siglo que ha nacido.
El hombre
aspira en cuanto ser a una media de vida de 120 años, y en consecuencia el
Nuevo Modelo Social de participación del individuo en la comunidad mediante su
trabajo está llamado a revolucionar todos los hábitos en el origen de este
alejamiento de la plataforma más importante para su vida: cómo se produce y
dónde come el pan de cada día.
Pero
hacer futuro es comenzar a andar.
B
Contra
el tabaco
La verdad
la conocemos todos. Querer actuar de acuerdo a la verdad es harina de otro molino.
La crucifixión de Cristo no expuso más que la tragedia que vive la verdad entre
nosotros; tragedia bajo cuyas ruedas han seguido muriendo, lo mismo que
murieron antes otros, todos los que lucharon por la verdad sin más armas que la
propia verdad. Recordemos a Luther King, americano; Gandhi, indio; y a tantos
otros héroes desconocidos que lo dieron todo por la verdad y el mundo les pagó
con la cruz.
La verdad
es que de la muerte por hambre de millones de nuestros semejantes somos
nosotros los únicos culpables. ¿Tendrán que pagar la culpa de nuestros delitos
nuestros hijos?
Ahí está,
una planta maldita, creciendo como un cáncer todopoderoso que cada década
absorbe más cantidad de suelo cultivable, y al ritmo que crece para mediados
del siglo que corre: la Humanidad comerá ... tabaco.
La
producción de plantas venenosas, homicidas, en razón de los intereses de grupos
de poder, propios de las edades de los metales, grupos organizados con
Ejércitos y Estados a su servicio, es uno de esos cánceres amados que el
paciente cuida en su locura suicida sin tener en cuenta la gravedad de su
comportamiento contra sus semejantes, a los que no les desea más bien que se
mueran de una muerte peor que la que nuestro hipotético loco se ha adjudicado
para demostrar su valor en el desprecio de la muerte, en este caso, la propia.
Son
muchas las plantas venenosas que los intereses asesinos de unos cuantos grupos
organizados cultivan y usando la violencia que viene de sus riquezas imponen a
la sociedad en cuanto cultura propia, alienando al ser de la inteligencia que
le es natural mediante el artilugio criminal de integrar en las cosas propias
de lo que sea la Cultura el consumo suicida de dichas plantas asesinas.
Aunque
hay algunas plantas que en las manos de asesinos supercriminales hicieron del último cuarto del siglo XX su campo de muerte, hablamos de la
Heroína, estas plantas, a pesar de su mortandad virulenta, tienen la virtud
maldita de concentrarse en grupos discriminados de individuos, de cuyas manos
malignas no caen en razón de las conexiones asesinas con las clases políticas y
los titiriteros en la sombra que controlan y reparten el Pastel del Poder.
Curioso
es por tanto ver cómo siendo tan maligna como esas plantas asesinas, sin lograr
la aceptación universal de la cultura popular internacional, de cuya bendición
goza el tabaco, ésta, el Tabaco, permanece como la estrella indiscutible del
Cáncer, enemigo público número uno del Sistema Inmunológico del ser Humano, archicriminal adorado por los Estados, niño mimado protegido
por el Gobierno a quien se le permite destruir vidas por millones al año sin
que se la considere PANDEMIA GLOBAL.
Hacer lo
que los políticos del siglo XX, reducir las tragedias a números, no es sólo
vergonzoso sino que da cuenta del valor de la cultura política del siglo XX:
desgraciadamente aún en vigor. Argumentar, en consecuencia, sobre la relación
entre el consumo de tabaco y la progresiva destrucción del sistema
psicosomático del ser humano es asunto, a estas alturas, reservado para verdaderos
idiotas.
El
sistema de defensa genético que el hombre en tanto que hombre hereda y lega a
su descendencia está en relación directa con la experiencia del ser en el
universo, y desde esta experiencia ese sistema se actualiza constantemente.
Pero un sistema no puede actuar con parámetros no inscritos en su estructura
interna. Quiero decir, el sistema inmunológico es la evolución de una
progresión en el tiempo producto de la relación entre el hombre y su hábitat,
pero no fue creado para defender al hombre del propio hombre, y aquí está el
problema: El hombre tiene que enfrentarse a sí mismo en cuanto el peor enemigo
de su existencia.
El
cultivo y defensa de la planta del tabaco, aun cuando la desertización del
planeta es progresiva y el ritmo de extensión de esa planta maldita reduce aún
más esa extensión en decrecimiento constante, condenando a la muerte por hambre
a millones después de haber devastado por el cáncer a decenas de millones de
seres humanos hasta la fecha, esta relación del hombre para con el hombre
demuestra que sin la conquista del Poder para desde el Poder lanzar la ofensiva
final contra este cultivo homicida, sin la conquista del Poder por las
generaciones del Siglo naciente es un objetivo condenado al fracaso.
Y sin
embargo la verdad no tiene más que una bandera y una palabra:
destruir
todas las plantas de producción del tabaco,
abolir el
cultivo de ese veneno,
desterrar
de la faz de la tierra todo el sistema productivo creado alrededor de la muerte
de decenas de millones de seres humanos, en aumento criminal constante.
Las
medidas infantiles tomadas con el consentimiento de los grupos criminales
dedicados a la destrucción de la humanidad en beneficio propio, tales como
limitación
de la edad,
limitación
de lugares,
bla bla bla,
son parches,
concesiones que el agente destructor de la humanidad concede a fin de seguir
creciendo a costa de la carne y de la sangre de los humanos.
En una
guerra total no caben concesiones. Nada que no sea la destrucción de todo el
círculo productivo y de comercialización del tabaco puede entrar en el programa
de lucha contra el tabaquismo, es decir, contra el cáncer.
La
propaganda de ese grupo criminal no se detiene ante nada para mantener la
falacia de la disociación entre cáncer y tabaco. Pagan a expertos en ciencias
para adulterar la verdad en público, pagan a los mass medias para minimizar la relación letal y directa entre tabaco y cáncer. En
tanto que grupos criminales que viven de la muerte de millones de seres humanos
la necesidad les empuja a actuar como lo que son, asesinos de masas.
Es
evidente que la verdad suena a violencia cuando quien se opone a ella es un
criminal de la peor especie. Y más evidente todavía que no hay peor idiota que
quien defiende a quien le está asesinando ... en nombre de la libertad.
Hay
medidas que podemos ir tomando colectivamente e individualmente en razón del
poder que tenemos, en grupos y en privado.
A) Pedir a los municipios la abolición de la
siembra de máquinas distribuidoras por las calles;
B) prohibir en los negocios propios el
consumo de tabaco;
C) no llevar a los hijos a lugares donde se
fuma;
D) si tienes una plantación, destruye la
cosecha y sé un hombre: planta patatas, tomates, pimientos, naranjas,
alcachofas...;
E) si tienes un negocio de venta de tabaco,
abre con lo que has ganado otro y ciérrale esa puerta a la muerte.
F) Si tienes un bar, despide a la máquina
que vende tabaco y no vendas. El que quiera pudrirse fumando, que fume sin
embargo, es tu propiedad y en ella eres dios. Pero recuerda que los dioses
cayeron, y tú puedes ser el próximo; no precipites tu caída.
No es
hora de las palabras, sino de la acción. Mil veces se ha demostrado la relación
directísima entre cáncer, tuberculosis y ochenta enfermedades pulmonarias más:
¡con el tabaco!
Mil veces
más los Homicidas que viven del Delito contra la Humanidad que todo el sistema
de Producción y Distribución de Tabaco representa, les han pagado a nuestros
queridos prostitutos del Siglo XX, los científicos, para firmar declaraciones
criminales, tales como que el Tabaco no es en verdad el agente del cáncer, o es
muy difícil establecer una relación científica directa ... bla bla bla ... discurso de
criminales firmado por sus cómplices, la peor de las prostitutas: la Ciencia
del Siglo XX.
¿Hay
alguien que dude aún de la relación directísima entre Tabaco y Cáncer? Si lo
hay, que ese alguien coja su cerebro y lo tire a la basura.
Las
medidas infantiles de los políticos progresistas para acallar la conciencia
social no han dado ningún fruto a no ser que el cultivo de ese veneno genocida
siga su crecimiento imparable. Volver a demostrar lo que se ha demostrado ya
cien mil veces es seguirle el juego a un idiota de nacimiento.
El siglo
XXII será si el Siglo XXI no es una continuación del XX. Todo lo que sea una
suite será un paso más hacia la extinción del Género Humano. La trascendencia
de este Siglo XXI para el futuro de la Humanidad es inmensa. Ya es hora de que
después de seis milenios viviendo en el infierno empecemos a salir de su
imperio. Todo lo que pertenece al infierno debe ser dejado entre sus fronteras;
no somos ladrones, no debemos llevarnos nada de lo que le pertenece al
infierno; que el fuego devore lo que le pertenece.
Pedimos y
debemos desterrar de la Tierra la planta del Tabaco, echar abajo todo el sistema
de Producción y distribución del agente antihumano más poderoso del momento,
causa directa de una PANDEMIA que se cobra millones de vida al año, el Tabaco,
y contra cuyo crecimiento el Poder no sólo no adopta el Estado de Guerra
Universal sino que hasta acaricia la posibilidad de eliminar el Peso de la
Humanidad mediante este agente sin necesidad de tener que poner en juego
medidas más “Progresistas”.
Echad
cálculos por vosotros mismos y estudiad la cantidad de hectáreas dedicadas a la
destrucción de la Humanidad, que, de ser dedicada al Cultivo de patatas,
lechugas, tomates, manzanas y coles ¿a cuántas multitudes estaríamos
alimentando? Y al no hacerlo, ¿a cuántas multitudes estamos condenando al
hambre?
Y pues
que el Tabaco no es más que un vehículo de propagación de una aptitud
generacional multitudinaria para la drogadicción, ¿en qué proporción está
creciendo el número de hectáreas dedicadas a la destrucción del Hombre y en qué
proporción crece el Hambre y el Cultivo Transgénico, la nueva Plaga contra la
Humanidad?
La única
respuesta real y humana es la Destrucción de todo el SISTEMA DE PRODUCCIÓN Y
DISTRIBUCIÓN DEL TABACO.
Ganamos
poniendo la primera piedra para la Victoria Final contra el Cáncer.
Ganamos
produciendo millones de toneladas de alimentos con los que cubrir las
necesidades de las Poblaciones sujetas al Hambre.
Ganamos
quitándole argumento a los Nuevos Bio-Criminales de finales del Siglo XX: Los
Productores de Transgénicos.
Ganamos
reduciendo la Aptitud para la Drogadicción que produce el consumo de Tabaco
mediante su adaptación a vehículo de productos adictivos de alto poder
alienante de la voluntad humana.
Hay que
comenzar por uno mismo, evidentemente. Pero el fin de la acción es el Destierro
de esa Planta de la Superficie de la Tierra. Sin condiciones, sin treguas, sin
pactos.
Destrucción
de todo el Cultivo, Manipulación y Distribución del Tabaco.
Nuestros
hijos nos lo agradecerán y nuestros nietos no podrán creer que en los tiempos
de sus abuelos las gentes se envenenasen, casi por deporte, por demostrarse que
se era más hombre o más mujer por meter en la lotería del cáncer, y renunciar
al maravilloso Poder de la fuerza de Voluntad que el consumo de ese veneno
mataba en el organismo.
Nos
aplaudirán y con pulmones como motores atómicos correrán los 40 kilómetros del
Maratón antitabaco en honor de nuestra hazaña, porque nadie creerá que esta
Guerra lleve a término su Victoria sin tener que vencer la resistencia de todo
el entramado Biocriminal que ese Sistema representa.
Ahora bien, si sencillamente dejamos de fumar todos, como se cae por su propio
peso un castillo en el aire cuya magia se basa en la credulidad de todos, esa
Victoria está a nuestro alcance sin siquiera darle oportunidad al enemigo a
vestirse para la batalla.
EL
PROBLEMA DE LA REFORESTACIÓN DEL PLANETA.
II
Ahora
rescatamos de las líneas anteriores el gran tema que de no tratarse a fondo
significaría un avance más hacia la caída del sistema inmunológico humano, una
caída que arrastraría a su extinción a toda la vida sobre la Tierra, el
edificio de cuyo sistema inmunológico está basado en el Oxígeno. Toda la vida
depende de la acción del ser humano. Pero la extinción de todas las especies
sentenciará a muerte la existencia de la especie humana.
Hemos
sido depositarios del Señorío de toda vida sobre la Tierra. Y sin embargo en
lugar de cultivar esa vida y amarla nuestra Historia descubre un monstruo en el
ser humano, cuya felicidad y placer supremo reside en la destrucción. Fuimos
creados a la imagen de Dios, para ser creadores y amar la creación que emerge
con naturalidad de nuestras almas, y sin embargo nos complace la destrucción
por la destrucción...
...
porque en el acto de destrucción se revela el Poder, la Fuerza, la Superioridad
del Individuo, su divinización. ¡¡¡¡Aleluya!!!!
Las leyes
del Universo están escritas en la Estructura de la Naturaleza para mantener
este status de señorío por el que siendo los reyes de la Tierra somos sus
siervos.
La
contradicción de ser a la vez los señores de la Tierra y el Hortelano que cultiva
el Árbol de las especies parece ser una entelequia contra la que el Poder debe
alzarse y en su demencia se dice que acabando con toda vida se eleva como Señor
y Rey y abole su condición de Siervo.
¡El genio
del loco no tiene desperdicio!
Pero lo
que es escandaloso es que el Loco llegue al Poder.
Dejando
atrás esta repulsa hacia quien en la Destrucción encuentra su Genio debemos
remitirnos a la Historia de la Tierra y comenzar a ser sus hijos estableciendo
medidas Políticas universales concretas:
1a Medida: Reforestación de los montes de manos de Botánicos expertos en Flora
Autóctona
Ley :
Abolición Universal de la Tala de Bosques y Abandono de la Cultura de
Edificación en Madera.
2ª
Medida: Hablamos de Pastores de Bosques: Creación de una Nueva Rama de
Guardianes de la Flora con la misión de proteger la Foresta y la Fauna, a
quienes se les cederá tierra para habitar en ella y se les habilitará con todos
los recursos humanos y técnicos para cumplir con su trabajo.
Ley :
Cesión libre y financiada de las tierras abandonadas y las poblaciones
desiertas por decesos y movimientos de sus anteriores habitantes.
La Vida
en la Tierra depende de la Oxigenación constante y continua de la Biosfera. El
Envenenamiento que ha experimentado la Biosfera y el crecimiento enloquecido de
este fenómeno causa el efecto de la destrucción progresiva de un sistema
inmunológico mamífero para el que la respiración del Carbono es un veneno
letal. La Flora Planetaria es el Pulmón de la Biosfera Mamífera que se encarga
de mantener al Aire necesario para que los pulmones realicen el trabajo de
Mantenimiento Activo del Sistema Inmunológico Universal.
La
necesidad de levantar Colonias de Pastores de Bosques dotados de todos los
recursos para Plantar y Replantar Arboleda, siguiendo las Leyes de la Botánica,
no puede ser dejada para Mañana. No hay Mañana si los Pulmones de la Biosfera
son arrasados.
Vivimos
en un impasse histórico universal en el que somos o dejamos de ser. No valen
las tintas medias. Las Medidas que deben adoptarse no son de interés particular
sino universal.
La
Botánica y la Ciencias de la Agricultura deben ser integradas en las Escuelas
como Asignatura Obligatoria.
Las
Generaciones Futuras deben regresar al Cultivo de la tierra y aprender que no
hay Trabajo más digno que la del Hortelano.
La
Maldición del Hombre de Campo está llamada a su fin.
La
reedificación de la Civilización sobre Presupuestos Nuevos implica la
Liberación de la Esclavitud a que fue sometido el cultivo de las tierras por
quienes vieron y ven en ellas una mina de Poder.
“Quien
controla la producción de alimento controla el Mundo”. He aquí la Nueva
Filosofía que remonta su Antigüedad a Caín.
Dios ha
creado la Naturaleza para que alimente a todos sus hijos. Pero sus hijos vieron
en la Naturaleza una fuente de Poder. “El que quiera comer que se ponga de
rodillas o perezca” fue la declaración de guerra que determinó la Muerte de
Abel.
Caín
sigue viviendo, y cada década se acerca más al control absoluto sobre todos los
recursos de la Naturaleza, incluyendo al ser humano. Son muchos los que
prefieren vivir de rodillas a levantarse y luchar por sus vidas, y no pocos los
que maravillados por la locura se apuntan a formar parte de esa Carrera
apostando por el caballo vencedor.
Saben leer,
pero no comprenden el Lenguaje de la Historia. La línea de llegada es la Ruina.
Y en ella caerán todos los adoradores de un Mundo en el puño de un Think Tank Global.
Los
tiempos han llegado a su fin. Un Nuevo Principio emerge de la Esperanza de los
Siglos. La Inteligencia humana se ha levantado a la Imagen de su Creador. No
conocemos límites para nuestro pensamiento ... en la dirección del Bien de
todos.
El
Horizonte delante de esta Ruta en la que e l Bien Universal es la Fuerza de la
Civilización se establece sobre la Naturaleza de la Creación para, dotada por
su Creador, alimentar a un número ilimitado de seres humanos.
No hay
Miedo a la Vida, No hay Miedo al Futuro.
El
pensamiento de quien ve oscuro este futuro es el de un ser depresivo con tics
suicidas descargando su impotencia para consumar su delirio sobre el ser de los
demás.
Comenzar
a andar es el Principio de la Victoria.
Creados
para ser Invencibles no echarse a andar es delito.
CAPÍTULO
TERCERO
SOBRE
LA VIDA Y LA MUERTE